Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Para la elección de las técnicas se tiene en cuenta el caso particular que se está
atendiendo. Según Veccia: “Las técnicas se combinan estratégicamente según la
situación planteada por la demanda y las características del sujeto… No prestar atención
a estos aspectos es una manera de burocratizar la función, transformándola en rutinaria,
faltando al compromiso ético que supone aplicar del mejor modo posible los
conocimientos adquiridos, evitando un resultado iatrogénico para el entrevistado.”
Al pensar en el caso particular el profesional deberá: comprobar que los
conocimientos, destrezas, aptitudes, u otras características que miden los tests se
corresponden con conductas relevantes en el contexto en el que se van a llevar a cabo
las inferencias. Y que no hay presencia de sesgo cultural para el grupo que se utilizará.
Análisis de la interacción:
El encuentro cara a cara permite captar al sujeto y a su entorno familiar en su
propia, única y original manera de comunicarse y, además, es el lugar donde se explicita
el motivo prioritario de esa peculiar relación entre examinador y sujeto: lo cooperación
en la tarea común de comprender disfunciones, discriminar recursos y planificar la
producción de cambios que generen un mayor bienestar.
Las interferencias observables en la fluidez de la comunicación interpersonal, así
como la importancia de tener en cuenta los procesos de retroalimentación que modifican
y dificultan la transmisión de los mensajes, fueron señaladas por los conceptos de
transferencia y contratransferencia (Freud).
Estos conceptos, referidos a todo aquello que terapeuta y paciente se transmiten
y provocan mutuamente, a menudo de manera inconsciente, pueden ser aplicados
también a la situación diagnóstica. Se trata de una serie de apreciaciones subjetivas que
influyen en la captación de la realidad interpersonal que pueden ser positivas o
negativas, según las atribuciones realizadas y los afectos desplazados sean de uno u otro
signo. Dicho de otra forma, los intercambios que se producen en la situación
diagnóstico conllevan habitualmente distorsiones, y éstas proceden tanto del sujeto
como del evaluador.
Los desarrollos más recientes de la teoría psicoanalítica se han ido orientando
cada vez más hacia una postura relacional, intersubjetiva y socio-constructivista desde
la que se entiende el encuentro psicoanalítico como co-construido de manera recíproca
por los participantes.
Según el enfoque de la teoría de la comunicación, los mensajes interindividuales
presentan siempre un aspecto de contenido y un aspecto relacional, a la vez que dos
formas básicas de ser transmitidos:
1. Verbal: signos lingüísticos.
2. No verbal: signos paralingüístico, como: tono de voz, ritmo, pausas, giros
sintácticos y signos no-lingüísticos, como: posturas, gestos, movimientos corporales,
expresiones faciales.
Al aplicar estos conceptos, parece innegable los estilos de comunicación del
evaluador van a influir significativamente en los intercambios que se produzcan,
pudiendo obstaculizar el trasvase de información significativa o facilitándolo si es capaz
de transmitir una actitud de escucha atenta, a los dos niveles descritos. A nivel verbal,
mediante: paráfrasis, preguntas breves, murmullos o palabras de aprobación, frases-
resumen, adaptación del lenguaje a las características del sujeto. Y a nivel no-verbal, a
través de miradas, gestos, mímica, postura, tono de voz.
Variables ecológicas
Es necesario considerar una serie de aspectos del ambiente físico, en las que se
puede citar: la iluminación, nivel de ruido, hora del examen, adecuación del mobiliario a
las características del sujeto, el tiempo disponible.
Estos parecen modular la relación interpersonal y con ello, el nivel cuali y
cuantitativo de los intercambios, lo cual afecta posteriormente a la lectura interpretativa.
Cálculo de probabilidades:
El proceso diagnóstico consiste también en la obtención de una serie de
conclusiones, cotejadas a través de cálculos de probabilidades. A tal fin se confrontan
dos amplias bases de datos:
Los conocimientos teórico-técnicos del observador.
Todas las informaciones obtenidas del sujeto y su contexto.
Para ello es necesario, observar los fenómenos, organizar toda la información,
realizar validaciones convergentes y seleccionar los datos relevantes que permitan
establecer, una descripción, pronóstico y plan de intervención para cada persona
concreta.
Se trata de un proceso que se ha desarrollado, históricamente, a través de una
doble vía:
Fenomenológica. Se tarta de describir el modo particular de experiencia y
conducta del evaluado y su relación con el entorno; orientándose a recoger las
características individuales y propugnando una visión holística.
Sintomatológica o de criterios. Se selecciona algunos aspectos, de los datos
disponibles, a los que se dota de una especial significación.
Pueden ser complementarias, si se entiende el psicodiagnóstico como un proceso
dialéctico, con una parte retrospectiva y otra predictiva o anticipatorio, donde el síntoma
o el fenómeno simple se van interconectando hasta formar parte de una visión global del
funcionamiento psíquico.
Elementos constantes
Se van a mantener constantes determinadas variables que intervienen en el
propio proceso:
1. La aclaración de los respectivos roles.
2. El lugar de los encuentros.
3. El tiempo y número previsible de entrevistas.
4. Los objetivos, naturaleza y límites de la tarea.
La definición de éstos debe ser lo suficientemente precisa, pero dejando un
margen de flexibilidad para llevar a cabo ligeras adaptaciones.
Elementos adaptables
Si bien la mayoría de los elementos del encuadre son fijos para todos los sujetos,
un pequeño número de ellos puede variar según las circunstancias de cada caso, a fin de
ajustar el marco del proceso a las características específicas del evaluado:
1. El número de personas implicadas.
2. El número de entrevistas necesarias.
3. El tipo de pruebas a aplicar.
4. La presencia de dificultades específicas en el sujeto, que pueden lentificar la
ejecución o exigir otras modificaciones.
El rango de variación es casi siempre estimable y comunicable a los sujetos de
antemano.
De este modo se crea una situación estándar que permite también observar las
variaciones interindividuales en cuanto a las modalidades de adaptación de cada sujeto a
la misma.
Aclaraciones básicas
En la definición del encuadre, (imprescindible en el primer contacto con el
sujeto), el psicólogo debe asegurarse de que quede suficientemente explicado:
1. En qué va a consistir la evaluación.
2. Cuáles son los fines y límites, es decir, qué se espera y qué no se espera lograr.
3. Qué utilidad puede reportar este proceso al sujeto.
4. Hay que garantizar al sujeto la confidencialidad y ofrecerle un protocolo de
consentimiento informado, si fuera necesario.
Objetivos diagnósticos
Preguntas previas
Si esta conceptualización del psicodiagnóstico como un proceso interactivo
resulta aceptable, habrá que preguntarse en cada caso antes de iniciarlo:
1. Si es o no necesario.
2. Que utilidad puede reportar al sujeto.
3. Que fines se persiguen con su puesta en marcha.
Si el profesional no es capaz de contestar a estas probablemente no sea adecuado
realizarlo, si por el contrario puede responder a ellas se inicia el proceso intentando
alcanzar la serie de objetivos jerarquizados.
Objetivos principales
2. Planificación de la intervención
La elaboración de toda la información diagnóstica ha de servir también para
planificar el tipo de intervención más adecuada, ya que permite conocer con bastante
exactitud y con ello tomar decisiones ajustadas acerca de:
a) La modalidad terapéutica o programa psicopedagógico de elección.
b) La posible combinación o sucesión de varias modalidades.
c) Los obstáculos y limitaciones que se pueden prever desde el inicio.
d) Las prioridades o secuencia en el abordaje de los problemas del sujeto.
e) Los recursos, del propio sujeto y de su entorno, que habrá que intentar movilizar
para lograr un cambio significativo.
f) Los indicadores pronósticos.
La síntesis de esta información hace posible seleccionar con mayor garantía el
tipo de intervención.
Objetivos secundarios
Fases básicas
1. Entrevista inicial.
2. Entrevista de aplicación de pruebas psicológicas.
3. Entrevista de comunicación de resultados, que incluye la confección de un
informe escrito.
Introducción a la técnica
Entrevista
Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), el vocablo
“entrevista” significa la vista, concurrencia y conferencia de dos o más personas en
lugar determinado para tratar de resolver un negocio.
Y la acción de “entrevistar” es explicada como:
Mantener una conversación con una o varias personas, sobre ciertos extremos,
para informar al público de sus respuestas.
Tener una conversación con una o varias personas para un fin determinado.
Implica un intercambio presencial entre dos o más personas y una
direccionalidad o propósito planteado de antemano, con la consecuente expectativa de
resolución por parte de los actores involucrados.
Implica un intercambio presencial entre dos o más personas y una
direccionalidad o propósito planteado de antemano, con la consecuente expectativa de
resolución por parte de los actores involucrados.
Existe un común acuerdo entre las partes, un consentimiento recíproco por el
cual una de ellas puede preguntar y la otra responder. Este constituye una regla
implícita.
Se desarrolla en base a una estructuración constante entre dos roles: el de
Entrevistador y el de Entrevistado.
Finalmente, se señala el aspecto dialógico, el habla de la entrevista, y el
requerimiento de la participación real de las partes, es decir, su modalidad presencial.
Diagnóstico
Adquiere diferentes características según los objetivos y el contexto donde se
desarrolla. Si el objetivo es el diagnóstico de la personalidad pueden plantearse los
siguientes propósitos:
Conocer el padecimiento actual del consultante.
Relacionarlo y contextuarlo con el momento vital que atraviesa. Reconstruir con
él la historia de su padecimiento.
Tener una visión probable de lo que podrá ocurrir en los primeros momentos de
la terapia.
Estos objetivos están al servicio de la investigación de la “dinámica” de la
personalidad del entrevistado. De acuerdo a su formulación en la Teoría Psicoanalítica,
implica la consideración de los fenómenos psíquicos como resultado del conflicto y la
oposición entre fuerzas de origen pulsional.
La “estructura”, en cambio, se refiere a la organización más profunda y estable
de sus componentes metapsicológicos. Inferimos la organización profunda de la
personalidad a partir de la observación y registro de los datos concretos y los
indicadores relevantes, en el desarrollo de la interacción con el entrevistado.
El término "diagnóstico" designó en sus orígenes los hechos y los actos de
reconocer y discernir, y configuró un campo significativo atinente a un modo de
conocer consistente en separar y discriminar las notas de lo cognoscible. Diagnosticar
era, en efecto, “discernir, esto es, conocer racionalmente de modo lúcido y perspicaz,
penetrando en lo cognoscible, y enjuiciarlo diciendo algo”.
Realizar un diagnóstico supone siempre partir de una cierta clasificación de
signos, con los que luego se edificarán categorías. Estas categorías no son más que
esquemas abstractos, que pretenden alcanzar un valor universal para que se entiendan
los especialistas y para operar con propósitos sanitarios relacionados con políticas
institucionales.
Aplicar aquí categorías tiene pues un límite, ya que el propio proceso de
personalización es abierto y cambiante. Por otro lado, no se puede prescindir de que
existe un diagnosticador que las aplica y de que la relación entre ambos, diagnosticador
y diagnosticado, desarrollada en un medio cultural que los determina, interviene en el
reconocimiento de las configuraciones de signos.
Pronóstico
Si diagnosticar implica por su propio origen semántico, discernir, no es menos
cierto que llevarlo adelante supone proceder de acuerdo a ese discernimiento, decidir, a
partir del reconocimiento de ciertos signos, si existe o no enfermedad y de qué
enfermedad se trata y establecer un pronóstico que, en el caso de la Psicología clínica,
consiste en una conjetura o predicción probabilística del curso que tomará la
perturbación y de las posibilidades de cambio a partir de la intervención terapéutica.
La tarea diagnóstica conlleva un “para qué”.
Si bien diagnosticar supone partir siempre de una clasificación de signos, debe
también incluir una consideración del funcionamiento total de la organización psíquica
del entrevistado que permita pronosticar sus posibilidades de cambio. Para ello, aquellos
“índices o indicadores” que se han separado en un primer momento, deberán volver a
reunirse e integrarse para dar cuenta de las conductas y comportamientos del
entrevistado, no solo de aquellas consideradas como “desviadas” de la norma sino
también de las que se ciñen a ella.
Esto permite trabajar la “hipótesis pronóstica” tomando en cuenta los recursos
del Yo (cognitivos, afectivos, del relacionamiento interpersonal), y las posibilidades de
cambio psíquico condicionadas por su historia y su estructura.
Pronosticar no es pues, adivinar, es abrir lo diagnosticado en tanto
reconstrucción de las huellas de lo vivido, desde el presente y de cara al futuro.
Cada entrevista es una unidad con apertura y cierre, pero pertenece a una cadena
secuencial de un proceso de desarrollo reflexivo que llevan a cabo una o más personas
con un profesional experto que la conduce para dilucidar en qué consiste el sufrimiento
de las mismas y cómo propender a la ampliación de su capacidad de autoconocimiento.
Es válido todo método que detecte lo que se pretende investigar. Pero si lo que
perseguimos es describir, comprender y explicar la dinámica y estructura de la
personalidad del entrevistado de acuerdo a la Psicología Psicoanalítica, los hechos no
son de observación simple sino que están determinados por la teoría, por lo tanto, para
que el método sea válido deberá ser consistente tanto con los hechos observados como
con la teoría en la que pretende apoyarse.
(El modelo psicoanalítico de la personalidad fue producto de la interacción entre
la observación clínica y la elaboración de la teoría)
Encuadre de la entrevista
Otro problema referido a la práctica con entrevistas es el del encuadre, muy
distinto en el ámbito privado y en las instituciones. Al respecto podríamos diferenciar al
menos tres variables del encuadre que adoptan características distintivas según el
ámbito de que se trate:
Lugar
En cuanto al lugar o espacio físico en el que se desarrolla la entrevista, un
consultorio privado ofrecerá en principio un marco de mayor intimidad, una
ambientación con pocos muebles (escritorio, sillas, sillones y/o diván) será suficiente y
unas luces tenues no perturbadoras. Todo ello en función de la moderación de los
estímulos que coadyuva para que sea el paciente quien estructure el campo de la
entrevista.
Deberán evitarse todo tipo de interrupciones, llamadas telefónicas, teléfonos
celulares, etc.
La institución pública, por caso el hospital, mostrará un encuadre más plástico.
El paciente deberá atravesar diversos lugares. Recorrer la institución y tratar
probablemente con empleados administrativos antes de llegar al consultorio del
Psicólogo. Generalmente los consultorios están pegados unos a otros y a veces
separados sólo por tabiques delgados, con lo cual la intimidad ofrecida será menor.
Además pueden ocurrir interrupciones.
Una Entrevista psicológica clínica es una situación de campo en la que influyen
múltiples factores. Si se desarrolla en un consultorio privado, la idealización y
desplazamientos del entrevistado se dirigen a la persona y personalidad del
Entrevistador, y al escenario de su consultorio, no importa la escuela en que aquél se
haya formado. La transferencia es de persona a persona. Si se desarrolla en el
consultorio de una institución privada o pública. La transferencia es también
institucional. El Entrevistador puede resultar un individuo anónimo para el entrevistado.
Tiempo (duración / frecuencia)
En cuanto al tiempo de duración lo ideal serían entrevistas iniciales de alrededor
de una hora a hora y media ya que es mucha la información a recabar y el trabajo de
observación. La duración estimativa de las entrevistas, incluso las iniciales, deben
comunicarse al entrevistado desde el inicio para que él disponga de las prevenciones
necesarias. Cuando se trata de un Psicodiagnóstico con inclusión de pruebas
psicológicas también deberá explicitarse la posibilidad de que dicho tiempo se vea
aumentado. Cuanto más explícito es el encuadre mayor es la posibilidad de investigar la
variable dependiente y la adaptabilidad del consultante al mismo.
En las instituciones esto no siempre es posible dada la gran cantidad de personas
que generalmente acuden.
La frecuencia en el caso de las entrevistas di agnósticas no debe ser inferior a
una por semana ya que es necesario valorar los cambios en el entrevistado durante un
lapso razonable de tiempo. Cabe agregar que en el caso de la consulta privada los
horarios pueden ser arreglados con mayor flexibilidad por parte del profesional, no así
en la institución ya que allí una ausencia o demora por ejemplo, perjudica a varias
personas a la vez.
Honorarios
El costo de las ED o de las de un Psicodiagnóstico debería ser mayor. En primer
lugar porque generalmente el profesional debe trabajar con una también mayor
exigencia: invertirá más horas de trabajo a posteriori de las ED para la interpretación
cuali-cuantitaviva de los datos e indicadores obtenidos y deberá elevar un informe
diagnóstico fundamentado en muy breve tiempo. La mayor dedicación en el tiempo
profesional supone por supuesto que se quita tiempo para otras tareas. Por otro lado al
comienzo, desconocemos el grado de compromiso y motivación de los consultantes por
lo tanto la dedicación implica mayor riesgo. Hasta aquí lo ideal cuando del profesional
independiente se trata. La realidad indica que muchas veces el psicólogo fija sus
honorarios de acuerdo a la demanda y sacrifica en aras de ejercer su profesión la
valoración correcta de su capital de conocimientos y de la responsabilidad que supone la
tarea diagnóstica en sí misma.
Además, las instituciones, pobladas de recursos humanos ad-honorem han ido
devaluando progresivamente el trabajo profesional.
En los hospitales y centros públicos de atención, el arancel lo fija y lo cobra la
institución quien además sostiene un staff mínimo de profesionales rentados y una gran
mayoría de recursos humanos gratuitos a los que se les paga con el solo reconocimiento
de su concurrencia.
Debe ser lo suficientemente abierta y libre como para que el otro pueda
mostrarse y verse, y lo suficientemente cerrada y dirigida como para no perder los
límites del encuadre y los propósitos de la misma.
Recomendaciones:
Respecto del registro, es conveniente escribir libremente todo lo ocurrido en ella
con lenguaje sencillo y correlacionar esta producción con los otros registros
obtenidos a fin de:
Revisar aspectos transferenciales y contratransferenciales.
Detectar qué intervenciones se hicieron y por qué.
Cuáles se omitieron y por qué.
Cuál ha sido el tipo de intervención más usada y en relación a qué conductas o
fragmentos del discurso del paciente.
Con qué recursos comunicacionales se ha conseguido mejor relación y por qué.
Organizar los datos hasta aquí obtenidos y elaborados en relación a:
Características del motivo de consulta. Conflictos. Síntomas. Características de
personalidad.
Fases:
Fase Inicial
La investigación de los síntomas, dejando a cargo del paciente la descripción de
sus sufrimientos o problemas.
En esta primera etapa explora la prueba de realidad y la conciencia de
enfermedad. Se interroga sobre los motivos de consulta, dificultades, problemas. Si se
tiene información de otras fuentes se lo hace saber al paciente en forma indirecta
pidiéndole aclaración sobre éstos temas.
Objetivo: evaluar la conciencia de enfermedad, la necesidad real o manifiesta de
tratamiento, las expectativas reales o fantaseadas de tratamiento, las posibles reacciones
del paciente frente a una recomendación terapéutica.
El primer paso del test de realidad consiste en detectar si habla libremente o no,
tiene habilidad para recordar, preguntar y responder, sensorio claro, buena memoria y
adecuado nivel de inteligencia. La exploración se dirige a evaluar cómo se describe el
paciente o describe su personalidad.
En esta fase aparece un nuevo nivel del interrogatorio que lleva a que el paciente
se exprese en forma auto-reflexiva: que hable acerca de los sentimientos sobre sí
mismo, que describa sus propios comportamientos en áreas importantes de su vida.
Si no puede estructurar e integrar estos temas: aparecen rasgos alterados de la
personal dad, dificultades en el contacto interpersonal, defensas primitivas.
(En este punto se comparten las impresiones con el paciente y se le pregunta si
puede percibir lo que el entrevistador ha experimentado como extraño o desafiante. Este
es un nuevo indicador de la prueba de realidad.)
Si no aparece pérdida de la prueba de realidad se pasa a la segunda fase.
Fase Media
En la segunda fase la consigna es: “Ahora me gustaría saber más de usted como
persona, la forma en que se percibe usted mismo, y cómo piensa que lo perciben los
demás” Explorando los rasgos de carácter y sus posibles patologías.
Los pacientes con organización neurótica conservan la prueba de Realidad,
tienen una identidad integrada, y mecanismos de defensa centrados en la represión.
No tienen conductas, afectos o pensamientos bizarros (psicosis) tienen un
sensorio normal memoria conservada y un nivel de inteligencia acorde (no hay
síndrome cerebral orgánico).
Son fácilmente comprendidos, pueden hablar extensamente de sus dificultades,
responder a las variaciones sutiles del interrogatorio, y proveer información adecuada
para que el examinador tenga una imagen completa de ellos.
Desde este momento comienzan a investigarse los rasgos patológicos del
carácter.
En esta etapa se pretende conocer más al paciente como persona: cómo se
percibe y cómo siente que lo ven los otros significativos.
No se espera una total armonía pero sí una integración subjetiva adecuada.
Se evalúa la integración de la identidad del Self, y del Self y los objetos.
Se valora la difusión de la identidad y el tipo de relaciones objetales
predominantes (criterio histórico-longitudinal) para clarificar el proceso. El grado o
capacidad para la introspección emocional del paciente.
Se explora la interacción entrevistador-entrevistado.
Las defensas elevadas se infieren de los temas discutidos. Las primitivas del
aspecto interaccional con el terapeuta.
Llegados a este punto, puede decidir que necesita más tiempo para discutir
recomendaciones terapéuticas, o bien, que ya conoce lo suficiente de su entrevistado
como para tomar una decisión al respecto. Incluso puede desear obtener información de
otras fuentes. Aquí entran en juego las técnicas auxiliares.
El concepto de modelo
El modelo psicodinámico y el PD
Personalidad: alude a una cualidad supuesta en las personas, señala una serie de
características acerca de cómo son y como se comportan, aquello que las particulariza,
lo que las hace diferentes unas de otras. Y también alude a una unidad, una condición
global y única de la expresión subjetiva.
Cada teoría de la personalidad se forja con un para qué, con una finalidad:
tratamos de explicarnos como son los demás y cómo se comportan para poder
interactuar con ellos.
(Las sociedades en las que se desarrollan nuestras vidas cotidianas construyen
también sus teorías) Los distintos papeles o roles sociales van determinando que ciertas
características de la personalidad se vuelvan “esperables”, confiables. Mientras que su
ausencia es juzgada como apartando al individuo de la “norma” del grupo al que
pertenece.
Otros rasgos se atribuyen también a las personas según su edad o momento vital
(teorías evolutivas).
La necesidad definir qué se entiende por personalidad, esto es, el sentido último
de sostener este concepto dentro de la psicología, se origina en el interés por explicar las
diferencias individuales en las conductas de los seres humanos.
Modelo Psicoanalítico:
Si bien el término personalidad no fue muy utilizado por Freud, es innegable que
las grandes hipótesis de la Metapsicología freudiana han contribuido grandemente a la
comprensión de los desequilibrios de la personalidad incluso de algunas de sus
perturbaciones cotidianas o normales como los lapsus, los actos fallidos, el olvido de
nombres propios, etc.
Digamos que el Psicoanálisis contiene un modelo de la personalidad pero es
mucho más que eso: es una teoría acerca de la subjetividad.
La obra freudiana contiene a dos modelos que han contribuido a la teoría de la
personalidad implícita en ella. Ellos son:
M. topográfico:
Planteó dos tipos de pensamiento: el pensamiento lógico, realista y socialmente
ajustado que recibe el nombre de pensamiento de proceso secundario y corresponde al
sistema preconsciente-consciente.
El otro, que se manifiesta más claramente en los procesos del sueño y en los
síntomas, se llamó pensamiento de proceso primario y corresponde al sistema
inconsciente. En el funcionamiento de proceso primario no hay una ausencia de sentido
sino un deslizamiento incesante de éste. Los mecanismos que intervienen son el
desplazamiento y la condensación. Este tipo de pensamiento puede saltar de un tema a
otro sin guardar lógica o coherencia, no reconoce el paso del tiempo ni se ajusta a las
exigencias de la realidad consensuada. Constituye la imposición de de la expresión
pulsional sin indicio de socialización.
La estratificación de la mente de acuerdo a esta etapa de la obra freudiana divide
a la misma en dos capas el sistema inconsciente y el sistema consciente, entre las que
ubicó una tercera: el pre-conciente con pensamiento de tipo secundario en lo formal
pero cuyos contenidos quedaban temporalmente fuera de la conciencia.
M. Estructural:
En él se expone la estructura subyacente de la personalidad y, su división en
instancias (corresponde a la segunda tópica), Ello-Yo y Super-Yo, que resultan
correlacionadas:
1. El Ello corresponde a la base biológica y hereditaria, la sede de las necesidades
y de las pulsiones y el origen de la energía mental. .
2. El Yo podría definirse como la instancia que conduce al placer de los deseos y
necesidades pero de forma demorada esto es mediatizada por el lenguaje y la
capacidad simbólica del sujeto. Las funciones del Yo son: pensar-sintetizar-
organizar-controlar la actividad física e instrumentar los mecanismos defensivos.
3. El Super-Yo deriva del Yo y representa la censura social, la autoconciencia, la
adaptación y el sometimiento a las normas y estándares morales de la sociedad o
grupo en el que cada sujeto se desarrolla. Los ideales que se unen a la
conciencia.
Los conflictos de la personalidad pueden entonces ocurrir entre instancias y/o
entre deseos y catexias contrapuestas que intentan inhibirlos o hacerlos desaparecer
(enterrarlos a través de la represión) con el objetivo de que el sujeto se socialice
adaptándose a la sociedad y la cultura en la que se desarrolla.
(Aportes post freudianos)
La personalidad se desarrolla a partir de una matriz relacional. El ser humano
constituye a partir de la identificación con otro y del lenguaje (simbolización).
La principal ventaja del TAT (test de apercepción temática) reside en que el material
pictórico y la producción de historias están directamente vinculados con las relaciones
entre personas y por lo tanto proveen al sujeto y al psicólogo de un medio de
comunicación directa sobre las maneras en que el sujeto percibe las situaciones de
relaciones humanas.
Análisis formal y de contenido.
El test se compone de 3 series de cuatro láminas cada una, más una lámina en blanco.
En cada una de las series se muestran situaciones unipersonales, bipersonales,
tripersonales y grupales con variación en la cantidad de detalles y grados de
estructuración en el ambiente físico y en el clima emocional. Las figuras humanas
fueron dibujadas en forma tal que resultaran ambiguas, brindando la oportunidad para
ligar las idiosincrasias perceptuales con las de caracterización y tema.
Cada lámina tiende a evocar temas de relaciones humanas conflictivas.
SERIE A:
Las figuras humanas están vagamente delineadas.
El ambiente y las figuras están dibujadas en sombreado claro.
Hay pocos o ningún elemento ambiental identificable que proporcione un
escenario para las situaciones de relaciones humanas.
SERIE B:
Las figuras y el ambiente están dibujados con trazos definidos y silueta muy
oscura, enfatizando el contraste blanco – negro.
El ambiente contiene objetos del mundo físico de estructura definida y permite
muy poco margen para su interpretación.
SERIE C:
Las relaciones de las situaciones humanas son presentadas en forma algo más
realista que en las series A y B.
El ambiente es más rico en detalles.
La presentación es mucho menos definida, para ofrecer libertad en la
interpretación.
Incluye el uso de color (en algunos casos con una clara, y a veces, incongruente
“intrusión” de un elemento de color y en otros con la inclusión m´s suave del
color en la situación, como desafío emocional).
Fundamentación del test
La manera con la que un individuo se relaciona con la gente y las cosas, representa un
intento de reconciliar dos sistemas de relaciones:
Métodos de administración
La instrucción es: “Le mostraré algunas láminas. Desearía que viera cada una cuando la
reciba y trate de imaginar qué puede representar. En la medida en que usted le vaya
dando vida en su imaginación, construya una breve historia al respecto. En primer lugar,
deberá decir cómo se imagina que surgió esta situación (esto lo puede hacer en una o
dos ocasiones). Luego imagine qué es lo que esta sucediendo en la situación y
cuéntemelo con más detalles. Finalmente, imagine qué sucede luego o cómo termina
(esta parte también la puede hacer en una o dos frases). El relato debe hacerse en tres
partes: el comienzo, la parte del medio (que será más detallada) y el final. Podríamos
hacer una como ejemplo, usted me podrá preguntar sobre ella y yo le diré si está bien”
Datos normativos
Lámina en blanco: se le pide al sujeto que imagine qué clase de escena podría estar
representada en la lámina, su descripción, y luego la historia como en las láminas
anteriores.
La figura y la historia que el sujeto imagine informan sobre el tipo de mundo que aquel
construiría para sí mismo a efectos de lograr el máximo de gratificación en sus
relaciones objetales y un mínimo de frustración y ansiedad.
1) Percepción
2) Apercepción
3) El contenido de RO
4) La estructura de la historia
Interesa la producción de la historia como trabajo. Las motivaciones para ajustarse a los
requerimientos de la consigna están influenciadas no solo por las relaciones sujeto
psicólogo, sino también por la oportunidades creativas o defensivas inherentes a la
situación de RO de la lámina que se le ha presentado.
La construcción del test hace conveniente registrar el análisis de los datos en una tabla
de tres por cuatro que representa las situaciones de una, dos, tres personas y grupales en
las tres series A, B y C. La tabulación permite el rápido reconocimiento de las
principales características de la percepción, relaciones interpersonales y estructura de la
historia con respecto a las situaciones de RO.
Al intentar una interpretación, es importante tener presente el componente
psicoanalítico de la fundamentación de la técnica.
Esta técnica ha sido utilizada en trabajo de selección de personal. Dentro de este marco,
son apropiadas algunas modificaciones de la técnica. Casi siempre se emplean seis u
ocho láminas y l lámina en blanco.
La aplicación de la técnica
Utilidad y aplicación de la técnica: para sujetos de 14 años y más. Para sujetos normales
o especialmente dotados, puede llegarse hasta los 10 años.
Philipson: “Encuadre para el uso terapéutico de los métodos proyectivos”
Supuesto básico:
El individuo se convierte en persona y mantiene o extiende su personalidad a través de
su inexperiencia con los demás.
Psicológicamente, los rasgos predominantes de cualquier ambiente son sus aspectos
interpersonales. Por ejemplo, las cuestiones interpersonales problemáticas para el
paciente pueden estar representadas en la situación más amplia en la cual se da el
encuadre entre el paciente y el psicólogo (en su relación y el valoe estímulo que
adquiere la tarea).
La entrevista inicial
Importancia de una fase inicial previa al uso de los tests proyectivos, como un medio de
demostrarle al paciente las motivaciones del psicólogo y examinar juntos el marco de
referencia interpersonal dentro del cual sus problemas pueden ser entendidos.
En el contacto inicial y durante la entrevista el psicólogo es el estímulo propiamente
dicho.
Luego la entrevista pasa a una fase de indagación en la que se busca obtener más
información en las áreas de experiencia. Más adelante se inicia una fase de prueba de
límites que se le piden al paciente elaboraciones específicas y se cubren posibles
omisiones.
Luego podrí centrarse en un examen del ciclo vital total del paciente y de su grado de
compromiso, su asunción de roles, sus logros.
Doble propósito:
Comprender el grao de compromiso y los logros de paciente en su gama de
actividades.
Formular áreas de dificultad que en los subsiguientes encuentros pueda
expresarse en forma más completa.
Las técnicas proyectivas propiamente dichas comienzan a usarse en una tercera o cuarta
entrevista.
El psicólogo ha de elegir la técnica proyectiva que asegure un equilibrio entre los
objetivos diagnósticos y terapéuticos que se propone alcanzar.
1) El TAT
Creado por Morgan y Murria en 1935. La técnica fue diseñada para estudiar los
impulsos, emociones, sentimientos y conflictos dominantes de la personalidad.
Su especial valor consistía en poder revelar las tendencias reprimidas que el sujeto no
podía admitir por no ser consciente de ellas.
El TAT fue recomendado como introducción a una serie de entrevistas terapéuticas o de
una terapia breve.
Actualmente se lo considera uno de los instrumentos idóneos para la investigaciónde la
dinámica de la personalidad, en las relaciones interpersonales de un sujeto y a la
apercepción que dicho sujeto hace de su ambiente.
Está compuesta por una serie de 31 láminas con personajes humanos de distinto sexo y
edad, en situaciones de interacción y escenarios diversos. A los sujetos se les pide relatar
historias sobre algunas láminas, con lo cual se supone que revelan su apercepción
(interpretación) personal, individual de estímulos intencionalmente ambiguos.
Según Bellak, cada respuesta al TAT estaría implicando tres aspectos de la conducta:
El diseño original de la técnica tiene dos tipos de consignas: una aplicable a sujetos de
inteligencia media o alta y otra adecuada a personas con menor nivel intelectual y/o
psicóticos. Por lo tanto, el TAT deberá ser precedido por una evaluación de la capacidad
intelectual del sujeto.
Materiales
Contiene 3 sets de 10 áinas cada uno. Hay láminas para hombres (adultos y niños), para
mujeres (adultas y niñas) y para ambos sexos. Las láminas de la segunda serie son más
dramáticas y bizarras que las de la primera.
Se requieren dos sesiones de por lo menos una hora de duración, separadas por un día o
más.
La atmósfera de la situación del test debe ser favorecedora para que el paciente pueda
desplegar su creatividad.
Forma A: “Esta vez usted tiene que dar rienda suelta a su imaginación. Sus primeras
diez historias fueron excelentes pero ud. se ciñó demasiado a los hechos de todos los
días, ahora trate de desentenderse de las realidades y lugares comunes y siga el camino
de su imaginación, como e los mitos, en las historias de hadas, o alegorías”
Forma B: “Hoy le voy a mostrar algunas láminas más. Va a ser más fácil para ud.
Porque las láminas que tengo aquí so mejores, más interesantes. Ud. Me contó historias
muy interesantes el otro día, ahora veamos si puede hacer algunas más. Trate de
hacerlas todavía más misteriosas o intrigantes, como un sueño o un cuento de hadas.
Lámina en blanco
“Ahora le voy a mostrar una lámina en blanco. Imagine alguna figura y descríbamela en
detalle… (si no puede) cierre sus ojos e imagine algo… ahora cuénteme una historia
acerca de esto”.
El enfoque debe variar según el objetivo que se persigue al aplicar la técnica (se trata de
una técnica y no de un test).
El TAT suministra 7 tipos de datos: a) organización del pensamiento, b) organización
emocional (control y facilidad de respuesta), c) necesidades: intensidad y niveles en que
aparecen, d) visión del mundo por parte del sujeto (valores), e) relaciones
interpersonales, f) autoconcepto y actitudes respecto de sí mismo y g) dinámica y
desarrollo de la enfermedad.
2) El TRO
El supuesto básico de la técnica plantea que la forma en que una persona percibe el
mundo que la rodea (por ejemplo una lámina del TRO) es congruente con su forma de
manejar las relaciones humanas en cualquier situación. Este manejo esta determinado
por los procesos conscientes e inconscientes originados en su fantasía de relaciones
objetales inconscientes inherentes a esa situación.
Las tres fases del proceso dinámico informado por cada historia del TRO serían:
a) Relaciones de objeto inconscientemente deseadas (producto de frustraciones
recientes y aún tempranas)
b) Consecuencias temidas (principales temores y ansiedades fantaseadas como
consecuencia de los deseos)
c) Esfuerzos defensivos (con el objetivo de lograr el control de los deseos a y evitar
sus consecuencias)
SERIE A:
Estimula la aparición de contenidos arcaicos, regresivos. Es la serie más inestructurada,
con sombreados difusos, tonalidades de grises, con acromatismos.
La interpretación debe considerar el tono afectivo del sujeto.
Importa detectar el grado de proceso secundario en la organización del pensamiento que
subyace a las respuestas.
Interesa registrar qué grado de mejoría o empeoramiento experimenta el sujeto al estar
solo, acompañado, con padres, en grupo, etc.
SERIE B:
Los estímulos muestran un duro contraste blanco – negro que les confiere cierta frialdad
y distancia. Aparecen diversos planos en perspectiva. Estas cualidades permiten
interpretar la aplicación del criterio y sentido de la realidad del entrevistado.
Lo enfrentan con su realidad actual y puede mostrar sus mejores posibilidades, o bien
persistir las omisiones, adiciones, distorsiones de la serie A.
SERIE C:
Investiga la calidad de las emociones, las respuestas a los impactos emocionales (color
intrusivo) y la capacidad para tolerar los impulsos sin derivados de inmediato a la
acción.
En síntesis, la serie A investiga las defensas más primitivas; la serie B las más
evolucionadas y la serie C la capacidad para contener las propias emociones e impulsos.
Ver consigna.
b) Contenido humano-interacción.
Gente vista omitida o agregada, grado de humanización alcanzado, tipo de
interacción entre los personajes, inferencias de la RO inconsciente, principales
ansiedades relacionadas con estas relaciones, principales medios de defensa
utilizados para reconciliar las RO inc con la realidad social cte.
Para sintetizar:
a) El TRO muestra una fundamentación muy firme asentada en una teoría de la
personalidad, y esto constituye una diferencia importante en relación a otros
intentos empíricos que relegaron la constitución de un marco teórico adecuado.
b) El diseño de la técnica guarda estricta relación con dicho marco.
TAT: los estímulos son más estructurados en su mayoría de una alto nivel
configuracional de las escenas.
TRO: las láminas recogen la influencia de Roscharch. Se sistematizan en series. La
mayoría presenta superficies planas no texturizadas, son más realistas y menos oníricas
y no incluyen color de modo que la expresión de sentimientos se halla dirigida por las
expresiones faciales de los personajes.
d) Criterios de interpretación
Los criterios son semejantes en términos de análisis de cualidades formales del relato
(historia como estructura) pero difieren en el tratamiento del tema de las relaciones
objetales (criterio fundamental para Philipson que para Murray no aparece)
TAT: Murray toa el concepto de “héroe” de la literatura griega y lo considera como el
principal depositario de la identificación del yo.
TRO: todos los personajes recogen aspectos o identificaciones parciales del yo.
e) Administración
TAT: en su aplicación se halla prevista la diferencia de niveles intelectuales entre los
evaluados y para ello dispone de dos consignas distintas. Se aplica después de la
entrevista y de una prueba de nivel intelectual.
f) Semejanzas
Preocupación para un encuadre terapéutico para la técnica.
Relevan datos dinámicos y estructurales pero no satisfacen los requisitos para
cumplimentar diagnósticos nosológicos.
Requieren de un grado básico de capacidad e introspección y reflexión.
El principal problema lo constituyen los criterios de interpretación (para los
investigadores necesitados de mayor sistematización y para los clínicos de
mayor simplicidad y menor inversión de tiempo).
Son útiles instrumentos para el estudio de la personalidad adolescente. Es
característico de los adolescentes el fenómeno de los ensueños diurnos. Estas
técnicas que recogen narraciones a partir de un estímulo ambiguo son altamente
sensibles a la expresión de sentimientos, ideas y necesidades de los jóvenes.
Maladesky: “Test de apercepción infantil”
Autor: Bellak
Naturaleza
El material del CAT-A consiste en 10 láminas, dos de ellas son escenas genuinas, las
demás están ligeramente antropomorfizadas. El CAT-S que es el suplemento, también
son 10 láminas, numeradas del uno al 10 con escenas de animales que tienen distinto
grado de antropomorfización.
Ambos son métodos proyectivos que estudian el sentido dinámico de las iferencias
individuales en la percepción de n estímulo estándar.
No están comprometidos por pautas culturales.
Es útil para revelar la dinámica de las relaciones interpersonales, las constelaciones de
impulsos y la naturaleza de las defensas contra ellos.
Objetivos
Permiten la vinculación del niño con sus figuras más importantes y sus tendencias.
El CAT-A investiga las dificultades en la alimentación (orales), complejo de Edipo,
rivalidad, escena primaria, masturbación, agresión, culpa y castigo, etc.
El CT-S explora determinadas situaciones conflictivas que si bien no son tan generales
resultan frecuentes: como accidentes, situaciones traumáticas, intervenciones
quirúrgicas, problemas de aprendizaje, etc.
Averiguan el comportamiento aperceptivo y expresivo. El primero abarca el qué se ve,
mientras que el segundo cómo se ve o se piensa.
Administración
Se administran a niños de ambos sexos entre 3 y 10 años, luego de los test gráficos,
nunca como primera técnica de la batería.
Consigna original: “Jugaremos a contar cuentos, tú los contarás mirando unas láminas y
nos irás qué sucede, qué están haciendo los animales”. En el momento oportuno se le
preguntará: “¿qué sucedió antes? Y ¿qué sucederá después?”
Consigna propuesta: “Te voy a mostrar algunos dibujos, desearía que hagas un cuento
con cada uno, donde me digas qué pasó antes, qué pasa ahora y qué pasará después”
Se puede elegir las láminas del CAT-S que agregamos al administrar el CAT-A según el
caso.