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Colegio Universitario De Caracas

Programa Nacional De Formación En Administración


Trayecto 4-1 Sección: 03
Turno: Nocturno
Unidad Curricular: Sociocrítica
Profesora: Irabe Seguias

Desnudo con Naranjas


En la película, ambientada en el contexto de la Guerra Federal (siglo XIX), narra la historia de un
indio desertor del ejército liberal, y una aristócrata, que traumatizada por la guerra, deja de hablar.
Ambos intentan alejarse de la guerra y la muerte, encaminados por el Mar Caribe, acompañados por
una amuleto que les da suerte en el azar y por una pintura de La Virgen Azul, que el indio había
saqueado de una casa durante la guerra, pasan de la pobreza a la riqueza gracias a las apuestas del
indio. La historia es contada por su protagonista, se entremezcla con la búsqueda de la pintura de la
“Virgen Azul” por parte un joven Bachiller, ajeno ya a los hechos de la guerra, y que desencadena
un final inesperado.

La película nos cuenta esa historia de amor que surge entre Margarita, “la mudita” y “el Indio”,
quienes en la soledad y la desgracia se encuentran. “Los ojos después de ver tanta cosa fea, pierden
la costumbre de ver lo bonito, pierden la maña”. Tanto Margarita como el indio, trasmiten la
emoción del descubrimiento de un paraíso en el infierno.

En plena guerra federal un soldado indio y una joven blanca lo abandonan todo para poder amarse.
El amor entre un indio y una blanca es algo que se paga caro en los tiempos salvajes de la
Venezuela del siglo XIX. En el sangriento siglo XIX lleno de guerras, supersticiones y brujerías dos
seres conducidos por el amor, deciden romper las leyes sociales de la Venezuela de aquellos
tiempos.

Margarita, es una mujer rubia perteneciente a la clase social dominante, que será seducida por los
misterios y belleza de un joven soldado indio. Movidos por la pasión y el fuego de ese amor que los
envuelve, ambos deciden abandonarlo todo, para amarse libremente.

Una película que demuestra que en medio de la guerra federal se refleja la grandeza del amor,
humanidad y lucha de sus personajes, dispuestos a buscar la felicidad.

La película nos lleva a apreciar el componente africano que corre por nuestras venas, en el toque de
tambores, tan intensamente como el indígena, y el español, de aquí partimos que somos producto de
un mestizaje; que no sólo se refleja en nuestro fenotipo, va más allá, hacia el lenguaje, la música, la
comida y la religión. Venezuela es considerada un país católico y que a lo largo de la historia se han
entremezclado ritos prehispánicos y africanos con una religión impuesta por la colonización.

El elemento afro-venezolano de la película se concentra en el “bilongo”, amuleto que le fue vendido


al indio, por uno de sus compañeros de tropa ya moribundo, quien le explica que quien lo posea
tendrá una pacto con el diablo para ganar en los juegos de azar, pero si no lo vende por menos de lo
que pago antes de morir, estará condenado al infierno por toda la eternidad. El moribundo explica
que ese “bilongo” provenía de Haití, donde se había hecho por un negro, el indio descubre que no
puede deshacerse de él, desde ese momento su suerte cambiaría.

Lo interesante radica en que ya para el siglo XIX la superstición, y el componente mágico-religioso


y africano, está arraigado en la mentalidad del venezolano. El Indio es un creyente católico, por
cosas del destino adquiere el “bilongo” y hace un pacto con el diablo, se observa entonces, la
interpretación dual de la simbología católica, inmersa en el elemento afro-venezolano, el diablo,
representación del mal y del infierno, puede otorgar la buena fortuna por un precio: el alma del
portador del bilongo, “… El uso de amuletos es una práctica común en África Negra. Los amuletos
o contras tienen mucha importancia en Venezuela para proteger la propiedad, el cuerpo o los hijos
contra todos los males…”. POLLACK-ELZT, A. (1991)

En “Desnudo con Naranjas” parte de lo sagrado se ve cuando el Indio adquiere la Virgen Azul, pero
por circunstancias del destino queda sumido en el contexto afro-venezolano, representado por el
bilongo, el cual sobrevive a través del tiempo, mientras que la pintura es extraviada, hecho que nos
llevaría a la reflexión, porque si bien el catolicismo de la época era más rígido, ¿por qué el indio y
la aristócrata no depositaron su fe en la pintura religiosa? La respuesta estaría en esa búsqueda de
soluciones a los problemas inmediatos, que la religión no parece satisfacer de manera rápida, pero
que lo mágico-religioso, la divinidad al estar en contacto directo con el individuo, pasa a formar
parte de este.

Margarita ya enamorada del indio, se hace del bilongo para salvar el alma de este cuando cae en
manos del ejército liberal y le dan muerte. El conjuro ha pasado a pertenecerle, pagando un precio
tan ínfimo, que ya no hay razón para venderlo. Por amor se condena eternamente al infierno, pero es
el Bachiller quien viene a redimirla, ella se lo vende por una sonrisa, advirtiéndole que ya no le
sería posible venderlo, el bachiller se ríe y le afirma, que a él no le va a pasar nada porque él no cree
en esas cosas, el pacto quedaría deshecho.

El amor, las tristezas, y el miedo a lo desconocido puede frenarnos a conseguir el verdadero amor,
pero por amor es que estamos hoy en día aquí, por amor existimos, por amor, en esa época se dieron
las mezclas de culturas, de ideologías, de música, la mezcla de varias razas, es lo que hoy nos hace
caracterizarnos como venezolanos, y es el amor el que al final termina uniendo cualquier creencia y
desencadenando así el sacrificio por el amor puro y sincero.

Angela Peñaranda
CI: 16033627

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