La Terapia

Personajes:

Kike: Amante de la ópera, introvertido, se traba al hablar, expresa lo que siente de

inmediato, usa lentes.

Máximo: apasionado del tenis, piensa en el futuro, siempre usa terno y corbata
michi, extrovertido, tiene una manía al rascarse la oreja izquierda, es el típico
sabelotodo, se ríe mucho al ver su celular.

Juan Carlos: Es gilero del grupo, habla muy pausado, da golpes cuando algo le
emociona, el típico gordito bonachón.

Ivan: Olvidadizo, le gusta el juego Dota 2, escucha “Los caribeños de Guadalupe”,

te saluda con las dos manos y le encantan las redes.

Manolo: Canta con los audífonos puestos, reniega cuando juega al fútbol, atento a
los comentarios en doble sentido.

Juan: El típico gilero de barrio, quiere con todas y ninguna le liga, hace comentarios
en doble sentido.

Lucho: Toca guitarra, muy bromista ordenado y metódico.

Pequeña sala de espera de psicoterapia, seis individuos esperan ser atendidos,

todos llegan a la vez.

Al principio todo es silencio, luego cada uno va soltando algo particular de su

personalidad que perturba a los demás. Algunos no hacen caso de lo que ocurre
luego todo se vuelve un caos y es imposible sostener el silencio.

Máximo: ¡Caballeros, creo que he pretendido mantener la paz en mi corazón con

mis mejores técnicas de respiración, pero cada minuto que transcurre se vuelve
insostenible escucharlos. No los soporto
Juan Carlos: Es cierto, a qué hora llega el telépata ese…

Kike: (Con timidez) Terapeuta.

Lucho: (que ha llegado con una maceta con un girasol muy grande) como sea, ya
pasó creo un tiempo considerable y a Margot y a mí nos ponen nerviosos los
espacios cerrados mucho tiempo con desconocidos.

Manolo: (Con unos enormes audífonos y trae puestos zapatillas y short y tiene una
pelota de fútbol) Bien entonces empecemos. (Muy acelerado) y creo que sería
bueno conocernos un poco mientras llega el tipo ese no?

Juan: (Vestido como un “milenial” siempre quiere caer bien) Bueno ya que no veo
ninguna chica guapa por acá, me presentaré con ustedes pues, de paso aprenden
algo de mí, porque los veo muy sanos a ustedes.

Ivan: (Jugando con unas ligas grandes con las que arma unas redes). Hey, no nos
conocemos…

Máximo: Bien, al ver que no parece que en este grupo alguien supere mi capacidad
me veo en la necesidad de liderar la situación reconociendo mi condición de alfa
frente a sus palabras vacuas.

(Todos lo observan sin entender)

Juan Carlos: (muy pausado) ¿Qué dice este huevón?

Máximo: A ver usted que tanto dialoga con ese “Helianthus annus”.

Lucho: ¿Con mi qué?... Se llama Margot

Máximo: Helianathus annus, inculto, es el nombre científico para el girasol.

Lucho: Ah bueno… Este girasol, mi Margot, me acompaña desde hace mucho nos
hablamos siempre, me escucha y además no podía dejarla sola, son las 3:30 p. m
hora de su conversación diaria que no puedo dejar, por eso la llevo a donde voy por
estas horas.

Máximo: Oiga usted, quiere dejar de azotar la pelota contra la pared?

Manolo: Perdón viejo, no lo puedo controlar, toda mi vida soñé con ser futbolista,
como Cueto, como Maradona, pero sin tus tiros, me entiende verdad? Y estoy
encerrado en una oficina toda la vida, siento que no han descubierto mi capacidad,
es que también estoy rodeado de puro malo (con una ira creciente) le paso la pelota
a uno, a otro y siempre la terminan cag…

Máximo: Bien, bien, bien, sujeto futbolero, tranquilícese y continúe con lo suyo. Y
usted?... a Juan Carlos.

Juan Carlos: (muy, pero muy pausado) bueno, creo que soy un tipo muy interesante,
realmente fascinante, creo que estoy enamorado de mí mismo, a veces creo que
las chicas no aprecian todo lo que les puedo dar (mientras habla manolo pierde el
control y está a punto de darle un balonazo).
Ivan: Hey, tranquilo, qué pasa colega? “Amigos desconocidos” esto se está
descontrolando, sus redes no están bien vinculadas.

Máximo: Perdón? Yo no lo conozco, qué confianza es esa?

Kike: (Que ha permanecido callado durante todo ese tiempo y tarareando una
ópera). Sí, creo que no sirvió de nada eso de venir juntos en el mismo taxi.

Juan: Encima es una vergüenza que ninguno de nosotros tenga carro.

Máximo: Yo sí tengo uno.

Manolo: Claro, si estuviéramos en los 80’s esa chatarra sería una sensación.

Máximo: Lo tengo bien cuidado, tiene un valor sentimental y está más joven que
usted.

Lucho: Bueno caballeros, Margot y yo nos retiramos, es tarde, el especialista no

viene, no sirvió nuestro acuerdo de llegar a este lugar como “desconocidos” y
nuestros “conflictos” continúan.

Juan Carlos: Les recuerdo que si acordamos llegar “sin conocernos” a este lugar
era precisamente para probar cuánto tolerábamos nuestras pequeñas diferencias.

Ivan: Al menos nos hubiéramos venido por separado.

Juan: Porque la chancha salía más cómoda así pues no? En eso también nos
pusimos de acuerdo además estábamos citados a la misma hora y salíamos todos
del mismo lugar.
Juan: Y qué clase de especialista es este que no viene a la hora?

Manolo: De la misma clase de gilero que tú eres pues, chibolo pulpín.

Máximo: Ya suéltalo.

Ivan: No sé por qué les hice caso. A quién se le ocurrió esta payasada?

(Empieza una especie de discusión confusa entre todos y hablan a la vez)

Kike: No va a venir ningún especialista.

Todos: Qué?

Kike: Sí, no va a venir nadie, lo hice porque pensé que era un lugar neutral y que
podríamos resolver nuestras pequeñas diferencias.

Juan Carlos: Quizá sí, es sólo pensar un poco en el compañero, tolerar el girasol
mutante de uno, los gustos musicales de otro…

Ivan: Las carajeadas en el fútbol de uno, las gileadas del otro…

Juan: me pongo a pensar, tal vez todos quieran ser como yo.

Todos: Nooo…

Máximo: Amigos, Kike tiene razón, no necesitamos especialista alguno, para el

respeto y la tolerancia solo hay que mirar hacia el otro.

Lucho: Y seguro las cosas buenas de cada uno superan a las pequeñas malas, así
mejor comunicados como Margot y yo seremos un buen equipo.

Manolo: Ya. Vamos gente… Estos lugares me deprimen y no vayamos a terminar

fumando hierba.

(Se van todos, entre bromas y risas, descubriendo así que para el respeto mutuo
solo hay que ponerse en la posición del otro y comunicar lo que pasa) FIN.