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Contención de fracturas hidráulicas masivas

Resumen

La contención de fracturas hidráulicas, se discute en relación con la mecánica de


fractura elástica lineal. 3 casos son analizados, (1) el efecto de diferentes
propiedades del material para la zona productiva y la formación de barrera, (2)
las características de la propagación de la fractura en regiones de tensión en situ
variable y (3) el efecto de los gradientes de presión hidrostática en la
propagación de fracturas en formaciones de barrera superyacente y subyacente.
El análisis muestra la importancia de la propiedad elástica, de las tensiones in
situ y los gradientes de presión en la contención de la fractura.

Introducción

La aplicación de técnicas masivas de fractura (MHF) a los campos de gas de las


montañas rocosas ha sido irregular con algunos éxitos y algunos fracasos. El
objetivo principal de la investigación en mecánica de rocas en esta área es
comprender los factores que contribuyen al éxito de las técnicas MHS y aquellas
condiciones que llevan al fracaso. Hay muchas posibles razones por las que fallan
las técnicas de MHF, incluyendo la migración de la fractura a formaciones de
barrera subyacentes o superyacentes, la degradación de la permeabilidad
causada por la aplicación de fluido de fracturación hidráulico, la perdida de
fluidos de fracturación en grietas o fisuras pre existentes, o en errores extremos
en la estimación en la cantidad de gas en lugar. Además, una estimación
deficiente de la permeabilidad in situ que puede dar como resultado en fallas
que pueden “parecer” ser causadas por el proceso de fracturación hidráulica.
Una previa investigación mostro que las permeabilidades en situ pueden ser de
un orden o magnitud o más bajo que las permeabilidades medias en condiciones
atmosféricas cercanas. Además, estudios han investigado la degradación tanto
de la permeabilidad de la fractura y la permeabilidad de la formación causadas
por la aplicación de fluidos para fracturas hidráulicas. El estudio de este tema va
más allá del alcance de este documento. Este estudio tratara principalmente
sobre la contención de fracturas hidráulicas en las zonas productoras.

En general, la litología de la región de las montañas rocosas está compuesta por


capaz de areniscas con contenido de petróleo y gas intercaladas con lutitas
(fig1). Sin embargo, algunas capas de areniscas pueden ser acuíferos y la
penetración de la fractura hidráulica en estas capas de acuíferos es indeseable.
Además, las capas de lutita pueden separar las zonas productoras de petróleo y
gas de las no productoras. Las capaz de lutita entre la zona de producción y
otras zonas pueden ser vitales en incrementar el éxito de la estimulación. Si la
capa de lutita actúa como una capa de barrera, la fractura hidráulica puede estar
contenida dentro de la zona productiva.

Las tensiones en situ y la rigidez, caracterizadas por el módulo de corte de las


zonas, desempeñan un papel importante en la contención de fracturas
hidráulicas. Las tensiones en situ son resultados de fuerzas en la corteza
terrestre y constituye las tensiones de comprensión de campo lejano que actúan
para cerrar la fractura hidráulica. (fig2) muestra una representación
esquemática de las tensiones in situ que actúan sobre una fractura hidráulica
vertical. Los componentes horizontales de las tensiones en situ pueden variar de
una capa a otra (fig2). Por ejemplo, las mediciones directas de las tensiones en
situ en lutitas han demostrado que la tensión principal horizontal mínima es casi
igual a la tensión de sobrecarga. Por otro lado, en areniscas, las tensiones
tectónicas laterales son generalmente menores que las verticales o que la
tensión de sobrecarga. Con diferentes tensiones sobre lutitas o areniscas, se
vuelve importante tener en cuenta su efecto sobre la contención de la fractura.

El análisis de fracturas hidráulicas es intrínsecamente un problema


tridimensional. Las soluciones matemáticas son extremadamente complicadas y
algunas veces imposibles en muchos casos. Las soluciones tridimensionales para
algunos problemas se han derivado usando la técnica de elementos infinitos. Sin
embargo, estas soluciones son usualmente muy costosas y consumen mucho
tiempo. Los análisis bidimensionales se realizan en tierra firme y han resuelto
muchas soluciones de problemas de fisuras bidimensionales. Dichos análisis
simplificados proporcionan una visión considerable de la comprensión de estos
parámetros y condiciones que influyen en la propagación de fractura hidráulicas.
Este estudio se limita al tratamiento de grietas bidimensionales e medios
elásticos lineales en los que se supone que el fluido primario actúa sobre todo la
longitud e la fractura. Además, las consideraciones son dadas únicamente para
grietas cargadas simétricamente modo 1.
La representación bidimensional de una fractura hidráulica incrustada en una
capa de arena delimitada por formaciones de barrera se muestra
esquemáticamente en la fig 3. La fractura se asume infinita en una extensión
normal al plano de la página. La sección bajo investigación es asumida lo
suficientemente del pozo para que sus efectos sean insignificantes estas
suposiciones son razonables cuando consideramos que la mayoría de las
fracturas hidráulicas se supone que tiene longitudes muchas veces superiores a
las suyas. En la mecánica de la fractura hidráulica lineal, para grietas de modo
1, los parámetros importantes son el factor de intensidad de tensión (KI), la
punta de la grieta y el valor critico (Kic) de este factor en el que se produce la
extensión de la grieta. La primera es una cantidad matemática que caracteriza
de forma única la carga detectada en la punta de la grieta. Esto es dado por el
límite de r cuando tiende a 0 para la expresión de la componente de tensión
normal en la vecindad de la punta de la grieta (ver figura 4)

Por otra parte, KIC es una propiedad material a ser medida. El procedimiento es
medir la resistencia a la fractura (Kic) para un material y luego se realiza un
análisis de tensión al problema y deducir que carga aplicada producirá KIc en la
punta de la grieta. Esta carga causará grietas adicionales en el material. Una
discusión detallada sobre el método independiente de longitud de grieta para
medir la dureza de fractura geológica se da en la Ref. 2 A partir de esta breve
revisión de los conceptos de mecánica de fractura, se considerarán los siguientes
tres casos de fracturamiento hidráulico: (1) el efecto de diferentes propiedades
del material para la zona productiva y la formación de barrera, (2) las
características de la propagación de la fractura en regiones de tensión en situ
variable y (3) el efecto de los gradientes de presión hidrostática en la
propagación de fracturas en formaciones de barrera superyacente y subyacente.

CASO 1 – EFECTOS DE DIFERENTES PROPIEDADES DEL MATERIAL

Es bien sabido que existen diferencias en las propiedades mecánicas entre la


formación de la zona productiva y las formaciones de barrera. La pregunta
entonces es qué papel juegan las propiedades mecánicas en la contención de la
fractura hidráulica en las zonas productivas. El efecto se ve mejor al examinar
cómo la intensidad de la tensión en la punta de la grieta más cercana a la interfaz
(KI)g varía a medida que la fractura se acerca a la interfaz. Fig. 5 ilustra la
variación en los factores de intensidad para dos casos. Estos casos han sido
derivados para el siguiente conjunto de propiedades mecánicas,
El caso 1 indica que la rigidez de la formación de barrera medida por el módulo
de corte es menor que la rigidez de la zona productiva. Para este caso, el factor
de intensidad de tensiones (Ki)a tiende a infinito como r/I’ tiende a 0. Por lo
tanto, cuanto más cerca se encuentre la fractura de la interfaz, más fácil será
extenderla y eventualmente la grieta pasará a través de la interfaz. En el caso
2, sin embargo, la rigidez de la capa de barrera es mayor que la rigidez de la
zona productiva. Para este caso, el factor de intensidad de tensión (KI)a tiende
a 0 como r/I’ tiende a 0. Esta situación proporciona un efecto de "barrera" y
tiende a llegar a la grieta en la interfaz. Por lo tanto, se pueden esperar mejores
resultados de fracturación hidráulica a partir de zonas portadoras de
hidrocarburos que tienen una rigidez menor que las formaciones de barrera
adyacentes.

CASO 2 - EFECTO DE LAS VARIACIONES DE TENSIÓN EN SITU

puede haber diferencias en la tensión in situ entre las lutitas y las areniscas.
Considere el problema de una grieta incrustada en un medio isotrópico
homogéneo sometido a variaciones escalonadas en la tensión in situ. Este
problema es uno en el que una fractura hidráulica, por algún mecanismo u otro,
se ha extendido a capas adyacentes, donde posiblemente tensiones tectónicas
diferentes están actuando. Fig.6 es una representación esquemática de esto.

El factor de intensidad de tensión en cada extremo de la grieta se encuentra


mediante la superposición de los dos problemas que se muestran en la figura 7.
El factor de intensidad de tensión, Ki, es la suma de la contribución delas cargas
A y B. la contribución de la carga B es 0 y hay una contribución solo de carga A.
el valor de Ki puede ser calculado directamente a partir de la siguiente ecuación

Donde

Sustituyendo la ecuación tres en la ecuación 2 y realizando la integración nos da


la siguiente expresión para KI

Deje P= L (1+c), donde c es la distancia fraccional de la grieta que se ha


propagado a la región de alta tensión; luego reorganizamos los términos y
obtenemos

Si Po es la presión requerida para la extensión de la grieta cuando c=0, entonces

Sustituyendo la ecuación seis en la ecuación 5 dada la relación entre P-Po y 𝑒


cuando Ki = Kic. El resultado es
Fig.8 muestra un gráfico de la ecuación 7. en términos de exceso de presión, P-
Po vs L, la distancia de la grieta a avanzado hacia la región de alta tensión. Las
curvas en esta figura son para una grieta con una altura de 61 metros (200 FT),
una resistencia a la fractura de Kic = 1.1 MN/m3/2 (1000 lb-in -3/2 ) y para valores
paramétricos de la diferencia de tensión en situ σb – σa , así, si la diferencia de
tensión σb- σa = 7.58 Mpa (1110psi), por ejemplo, se esperaría una sobrepresión
de 3.45 Mpa (500psi) si la fractura se propagara 25 metros en la región de mayor
tensión en situ. Este análisis, aunque simplificado, indica un aumento en la
presión de propagación de la fractura si la fractura se extiende a una formación
de barrera con mayor tensión en situ. Una medida precisa de la presión de
propagación de la fractura podría producirse cuando la fractura se extendiera a
la zona de barrera, siempre que haya una diferencia significativa en la tensión
in situ entre la capa de barrera y la zona productiva.

Si la tensión in situ en la capa de barrera (Ub) es menor que la tensión in situ


en la zona productiva (era), existiría una situación que requeriría menos presión
para propagar la fractura en la capa de barrera que en la zona productiva. La
propagación extensa en la capa de barrera sería altamente probable si σb <σa.
Se puede esperar una propagación inestable en las capas de barrera si p’ llega
a ser lo suficientemente grande, incluso para σb>σa . Este efecto se muestra en
la Fig. 8, donde para σb - σa = 0.34, la presión, p - po, Alcanza un máximo en
p = 160 m y luego disminuye al aumentar p'.

CASO 3 - EFECTOS DE GRADIENTE DE PRESIÓN

Considere el problema que se muestra en la Fig. 9. En este caso, una grieta de


deformación plana vertical en un medio infinito se somete a una carga de presión
hidrostática. Debido a los efectos gravitacionales, un gradiente de presión lineal
que actúa sobre las caras se desarrolla con un coeficiente de gradiente de gp
MPa / m. Las cargas aplicadas externamente son los esfuerzos tectónicos. La
solución a este problema fue obtenida de forma independiente por Terra Tek y
Secor y Pollard, y esta solución se presenta para completarla. La magnitud de
las tensiones tectónicas es una función de la profundidad y, por lo tanto,
prevalecen las condiciones de deformación uniaxial. Para la carga de esfuerzo
uniaxial, el radio σ1 (tensión de sobrecarga) a tensión lateral σ3 (tensión
tectónica) para un material elástico lineal, isotrópico y homogéneo está
relacionada linealmente con la tensión lateral σ3. Parece plausible que la tensión
lateral aumente con la profundidad y que un gradiente de tensión lineal sea
realista. El valor del gradiente es un tema de debate y probablemente no se
resolverá, excepto por medición directa. Para este problema, sin embargo,
suponga que hay una variación lineal en la tensión aplicada o tectónica de ir MPa
/ m como se muestra en la figura 9

dónde

µ = relación de Poisson.

Eq. 8 muestra que la tensión de sobrecarga es

La contribución a Kt desde la carga B es cero. La única contribución proviene de


la Carga A. Los valores para (Kt)2 y (Kt)1 se calculan como antes de la ecuación.
2 con

La integración de Eq. 2, con Eq. 9, sustituido por p (y), da como resultado la


siguiente expresión para la diferencia en factores de intensidad de tensión entre
la parte superior e inferior de la grieta,
dónde

P = longitud de grieta de la mitad

De la ecuación 10 se puede ver que si gp > gσ, entonces (Kt)2 > (Kt)1, lo que
implica que la parte inferior de la fractura alcanza el valor crítico Ktc primero y
esa migración hacia abajo es probable. Por el contrario, si gσ > gp, entonces >
(Kt)1>(Kt)2 y la migración hacia arriba es más probable. Por lo tanto, es
concebible que el movimiento vertical de la grieta pueda controlarse mediante
el uso de fluidos de fractura hidráulica con varias densidades, dependiendo de si
hacia arriba (gσ > gp), hacia abajo (gp > gσ), o hacia arriba y hacia abajo
(probabilidad igual, gp=gσ ) se desea la migración.

Otra observación interesante puede hacerse mediante un examen más detallado


de la ecuación 10. Si la diferencia en factores de intensidad de tensión (Kt)2 -
(Kt)1 es igual a Ktc, entonces la extensión de grieta sería cierta para (Kt)2 > (Kt)1
>0. La relación entre esta diferencia y la diferencia en gp y gσ está dada por
La Fig. 11 muestra un gráfico de esta ecuación para varios valores de la
rugosidad de fractura Ktc. Considere dos casos, que dan el mismo valor para |gp-
gσ| = 5.7 kPa / m. El caso 1 supone que el gradiente de presión es causado por
la presión del agua en la cara de la grieta, gp = 9.73 kN / m (0.43 psi / ft) y el
Caso 2 supone que un barro de 21.2 kN / m3 (18 lb / gal) está presurizando la
grieta, gp = 21.2 kPa / m (0.93 psi / ft). Para ambos casos, la variación de la
tensión tectónica es de 15.5 kPa / m (0.68 psi / ft). El caso 1 corresponde a la
tendencia ascendente la migración de la grieta y el caso 2 corresponde a la
migración descendente. La altura de fisuración para la cual |gp-gσ| = 5.7 kPa /
m y Ktc = 1.65 MN / m3/2 (1.500 lb-in-3/2) es de aproximadamente 54,8 m (180
pies), para alturas de fisura menos que este valor, ∆Kt = |(Kt)2 - (Kt)1 | es menor
que Ktc. Para alturas de fisura que exceden 54.8 m (180 pies), el factor de
intensidad de tensión es igual a Ktc en un extremo de la grieta y es negativo en
el otro extremo. Los valores negativos para Kt implican que la grieta está cerrada
y la altura de la grieta debe reducirse al punto donde Kt = 0. Por lo tanto, la
grieta alcanza una altura crítica, en cuyo punto una grieta de altura constante
se propaga hacia arriba o hacia abajo, dependiendo del valor de gp-gσ. En el
campo, esto no puede ocurrir en gran medida cerca del pozo, ya que a medida
que la grieta se cierra durante la migración hacia arriba o hacia abajo, la fuente
de la presurización (agujeros de perforación) estarían "tapados" y la
presurización de grietas no sería posible. Es concebible que a medida que la
grieta se extiende desde el pozo, se propagaría hacia arriba y hacia abajo a una
altura fija porque cerca del pozo el agente de apuntalamiento podría mantener
la grieta abierta, permitiendo que el fluido fluya dentro de la fractura. Lo
importante a tener en cuenta es que se preferir la migración hacia arriba o hacia
abajo es totalmente posible. Mediante el ajuste de la densidad del fluido de
fractura hidráulica, se puede maximizar la probabilidad de producir fracturas de
propagación de horizontalidad. Para hacer esto, se debe determinar la variación
de la tensión in situ con la profundidad.

CONCLUSIONES

Se discutieron tres casos de contención de fracturas hidráulicas en relación con


la mecánica de fractura elástica lineal. Los análisis de la contención de fracturas
como un problema bidimensional arrojaron varios resultados fundamentales que
se pueden aplicar en general al diseño de fracturas hidráulicas masivas. Las
siguientes conclusiones fueron el resultado de estos análisis.

1. Las fracturas hidráulicas en una zona productiva ubicadas entre dos capas de
barrera adyacentes tienden a estar contenidas, siempre que la rigidez de la zona
productiva sea menor que la rigidez de las capas de barrera. Si existe la
condición de oposición, es probable que haya penetración de barrera.

2. La migración de una fractura hidráulica, ya sea hacia arriba o hacia abajo en


un medio homogéneo isotrópico, puede controlarse por la deficiencia del fluido
de fracturación hidráulica. Si el gradiente de densidad del fluido es mayor
(menos) que el gradiente de tensión horizontal in situ mínimo, entonces es
probable la migración hacia abajo (hacia arriba).

3. Si hay una diferencia en la tensión in situ entre las capas límite y la zona
productiva, con una mayor tensión in situ en las capas límite, entonces esas
capas sirven como una barrera para la extensión vertical de la fractura. Puede
ser posible detectar la propagación de fracturas en la formación de barrera
mediante un aumento en la presión de bombeo, que ocurre cuando la fractura
cruza la interfaz y se extiende hacia la capa de barrera. El aumento de presión
para una extensión dada en la barrera es un "motivo" de la diferencia en tensión
in situ entre la barrera y las capas de la zona productiva y la altura de la zona
productiva.

Las propiedades mecánicas de la zona productiva y la formación de la barrera,


así como las tensiones in situ horizontales mínimas para estas capas,
desempeñan un papel importante en la predicción de la contención de la fractura
hidráulica.

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