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CAMINO A UNA MEJOR SALUD

A pesar de que no hay manera de prevenir completamente la rivalidad entre hermanos, la forma
en que los padres se ocupen de ello puede significar la diferencia entre un poco de competencia
sana y una guerra total en casa.

Lo primero que se debe hacer es examinar su relación con cada hijo. Muchas veces, la rivalidad
entre hermanos no es más que un pedido de atención. Podría ser el momento de volver a evaluar
cómo está repartiendo su atención en el hogar. Claro, hay momentos en los que uno de los
hermanos necesita de usted más que otro, pero en general, las cosas deberían ser de algún modo
parejas.

Hay muchas cosas que los padres pueden hacer para mejorar la relación entre hermanos y reducir
los celos. Estas son algunas de las estrategias más efectivas:

Trate a sus hijos como individuos. A pesar de que comparten muchos de los mismos genes,
cada uno de sus hijos es diferente. Sus personalidades son diferentes y sus necesidades son
diferentes. Personalice la crianza de los hijos para adaptarla a sus necesidades, pero recuerde que
debe ser justo en todos los ámbitos.

Sea justo. Haga cumplir las mismas normas a todos. Por supuesto, los niños mayores pueden
tener más privilegios (como un horario para acostarse un poco más tarde), pero pueden respetar
las mismas normas (como ir a la cama en el horario que corresponda).

Deje que tengan tiempo para ellos solos. Dé a sus hijos su propio espacio, si se puede. Si
comparten un dormitorio, asegúrese de que tengan la oportunidad cada día de pasar un tiempo a
solas en una parte diferente de la casa o en el exterior. También puede organizar diferentes
actividades para darles tiempo para “mí”.

No los compare. No importa lo tentador que sea, nunca debe decir: “¿Por qué no puedes ser
más como tu hermano?” Ningún niño debe sentir que está compitiendo con otro niño en el hogar,
especialmente nunca respecto de su amor o atención. Decir estas palabras, con seguridad va a
causar resentimiento, haciendo que la rivalidad entre los hermanos empeore.

No tenga favoritos. Ningún niño quiere sentir que es el segundo mejor, sobre todo en casa.
Trate de asegurarse de que cada uno de sus hijos se sienta especial y apoyado por usted, incluso
cuando se equivocan. No muestre un trato preferencial. Distribuya su crítica y su alabanza por
partes iguales entre sus hijos.

No tome partido. En su lugar, anime a sus hijos a resolver las cosas entre ellos. A lo sumo, puede
ayudar a moderar y sugerir soluciones justas a los problemas hasta que los hermanos consigan
resolverlos por ellos mismos. Aprender a comprometerse es una habilidad que los beneficiará toda
su vida.
Pase tiempo con sus hijos individualmente. Esta es una gran manera de dar a sus hijos la
atención individualizada que ellos buscan. Fije una fecha para ver una película o comer algo juntos,
solo ustedes dos. Este tiempo solo con ellos les hace sentir que son importantes. Además, es una
gran manera de fortalecer su relación con su hijo.

Establezca la expectativa. Si sus hijos saben lo que se espera de ellos, es más probable que
respeten sus indicaciones, y sigan su ejemplo. Deje que sus hijos sepan que espera que ellos se
traten entre sí con respeto. Si ellos discuten o pelean, que peleen limpio. Sin golpes, sin insultos,
sin gritos, sin malas palabras y sin romper o tirar cosas. Si hacen cualquiera de estas cosas, habrá
una consecuencia, establecida por usted.

Amar incondicionalmente. Deje que sus hijos sepan y recuérdeles a menudo que nada de lo que
puedan hacer hará que usted deje de quererlos. Anímelos a quererse de la misma manera entre
ellos. Haga hincapié en la importancia de la familia.

Mantenga la comunicación. Cuanta más comunicación, mejor. La comunicación puede ayudar a


prevenir los malentendidos que conducen a las peleas y a herir sentimientos. Anime a sus hijos a
sentirse libres de expresar sus sentimientos. Esto puede ayudar a entenderse mejor unos a otros.
También es una gran herramienta para aprender a relacionarse con los demás, cuando crecen.

Enseñe empatía. Ponerse en el lugar del otro es la mejor manera de terminar una discusión o
prevenir una. La capacidad de comprender y compartir los sentimientos de otra persona es
también una gran habilidad para enseñar a sus hijos.

Aún cuando es frustrante la rivalidad entre hermanos para los padres, es importante tener en
cuenta que hay algunos efectos secundarios beneficiosos. La rivalidad entre hermanos puede
ayudar a los hermanos a desarrollar habilidades interpersonales. Pueden practicar la comunicación
en las relaciones. Se pueden desarrollar estrategias saludables (con su ayuda) para tratar con las
emociones negativas, tales como los celos. La rivalidad entre hermanos puede ayudarles a
desarrollar habilidades para resolver problemas que pueden utilizar durante toda su vida. Incluso
puede enseñarles a compensar o perdonar a alguien o a pedir perdón.

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