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CAPACITACIÓN PARA LAS ORGANIZACIONES AUXILIARES, 2018

Parte 1: Aprender y Enseñar


Estos videos pueden mostrarse en reuniones de líderes de barrio y de estaca,
reuniones de consejo o en las reuniones de quinto domingo.

Cómo aprender y enseñar en el hogar y en la Iglesia: El hogar


Cómo aprender y enseñar en el hogar y en la Iglesia: La Iglesia

Parte 2: Capacitación específica para cada organización auxiliar


Materiales de capacitación en línea que los líderes de estaca y barrio pueden
utilizar para capacitar a los líderes y maestros de sus organizaciones.

Primaria

Mujeres Jóvenes

Sociedad de Socorro

Hombres Jóvenes

Escuela Dominical

CAPACITACIÓN DE ORGANIZACIONES AUXILIARES

Materiales de capacitación en línea que los líderes de estaca y barrio pueden


utilizar para capacitar a los líderes y maestros de sus organizaciones.
Sociedad de Socorro Mujeres Jóvenes
Primaria Sacerdocio Aarónico
Escuela Dominical

Recursos adicionales de capacitación


 Capacitación de organizaciones auxiliares para 2014: Cómo aprender y
enseñar en el hogar y en la Iglesia
 Transmisión especial: Apresurar la obra de salvación
 Reunión mundial de líderes de 2013: Cómo fortalecer a la familia y a la Iglesia
por medio del sacerdocio
 Biblioteca de Capacitación de Líderes
SOCIEDAD DE SOCORRO

Estimadas líderes de la Sociedad de Socorro:

Gracias por todo lo que hacen para bendecir la vida de nuestras queridas
hermanas y las familias de ellas. ¡Cuánto las amamos! Como Presidencia
General de la Sociedad de Socorro, las alentamos a siempre recordar el
propósito de la Sociedad de Socorro. Las invitamos a considerar la importancia
de las reuniones adicionales para ayudar a las mujeres a prepararse para las
bendiciones de la vida eterna.
Esperamos que consideren las necesidades de las hermanas, deliberen en
consejo con los líderes del sacerdocio y planeen actividades significativas para
atender dichas necesidades.

Las invitamos a reflexionar sobre este tema importante en su próxima reunión.

Las amamos y oramos por ustedes a medida que preparan a las amadas
hermanas para las bendiciones de la vida eterna.

Presidencia General de la Sociedad de Socorro

Recursos de capacitación 2017


Reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro
La Sociedad de Socorro es “el Evangelio en acción en la vida de nuestras
extraordinarias mujeres”. —Élder Jeffrey R. Holland

La Sociedad de Socorro prepara a las mujeres para las bendiciones de la vida


eterna al:

 aumentar la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo y Su expiación;

 fortalecer a las personas, las familias y los hogares mediante las ordenanzas y
los convenios y

 trabajar en unidad para ayudar a los necesitados.

¿Por qué tenemos reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro?

 Estas reuniones nos brindan la oportunidad de lograr el propósito de la


Sociedad de Socorro.
 Durante las mismas, las hermanas participan en actividades significativas para
crecer y progresar personalmente tanto de manera temporal como espiritual.

 Las reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro también proporcionan


oportunidades para tender una mano y bendecir la vida de otras personas.

“Cuando las mujeres participan en la Sociedad de Socorro, sirven como


valientes discípulas de Jesucristo en la obra de salvación” (Hijas en Mi reino:
La historia y la obra de la Sociedad de Socorro, 2011, pág. 7).
José Smith enseñó que la Sociedad de Socorro “no existe solo para socorrer al
pobre sino también para salvar almas”. En la actualidad nuestro profeta
también nos ha pedido participar en el rescate de almas.
 Lean cómo hermanas en Nauvoo trabajaron juntas para edificar el reino tanto
de manera temporal como espiritual (véase Hijas en Mi reino, capítulos 2 y 3).
 ¿De qué manera podemos utilizar los ejemplos de ellas en planear nuestras
reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro para llevar a cabo esta obra?

¿Qué debemos considerar cuando planeamos reuniones adicionales de la


Sociedad de Socorro?
 Procuren entender las necesidades de las hermanas por medio del ayuno, la
oración y las conversaciones que tenga con ellas.

 Como presidencia, deliberen en consejo y busquen la aprobación del obispo


para determinar el mejor uso, tiempo y frecuencia de estas reuniones para
atender las necesidades de las hermanas (véase Manual 2: Administración de
la Iglesia, 2010, 9.4.2).
 Estudien el propósito de la Sociedad de Socorro

 ¿Cómo se alinea con la obra y el propósito de la Iglesia?


(véase Manual 2, 1.2, 2.2).
 ¿Cómo se alinea la obra de salvación con estos propósitos? (véase Manual
2, capítulo 5).
 ¿De qué manera podemos usar las reuniones adicionales para llevar a cabo
esta obra? (véase Moisés 1:39; Manual 2, capítulo 5).
 Hagan la pregunta: “¿Qué se puede planear para ayudar a las hermanas a
repasar, practicar y poner en acción la doctrina y los principios que aprenden
cada domingo?”.

 Establezcan si la actividad enseñará, elevará, motivará, fortalecerá e inspirará


a las hermanas.

Para obtener más información sobre las reuniones adicionales de la Sociedad


de Socorro y también sobre las reuniones dominicales de la Sociedad de
Socorro, vayan a Reuniones de la Sociedad de Socorro.

El propósito de la sociedad de socorro


La Sociedad de Socorro prepara a las mujeres para las bendiciones de la vida
eterna.
La Sociedad de Socorro prepara a las mujeres para las bendiciones de
la vida eterna cuando ellas:
 aumentar la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo y Su expiación;

 fortalecer a las personas, a las familias y a los hogares mediante las


ordenanzas y los convenios y

 trabajar en unidad para ayudar a los necesitados.

Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 9.1.1

Cuando las hermanas de la Sociedad de Socorro participamos en la obra de


salvación, nos convertimos en discípulas de Jesucristo. Nos esforzamos por
comprender la doctrina de la expiación de Jesucristo para aumentar nuestra fe
y nuestro deseo de vivir rectamente. Participamos en las ordenanzas del
sacerdocio y alegremente guardamos los convenios que hicimos, los cuales
nos dan un mayor acceso al poder del sacerdocio, y nos fortalecen
personalmente y a nuestras familias y hogares. Al trabajar en unidad con los
hermanos del sacerdocio, ministramos y ayudamos a los necesitados con
caridad, el amor puro de Cristo. Al hacer estas cosas, llegamos a ser “uno” con
el Padre y el Hijo.

“Es nuestra oración ferviente que cada una abramos nuestro corazón y
permitamos que el Señor grabe en él las doctrinas de la Expiación, los
convenios y la unidad”.—Linda K. Burton

Aumentar la fe en el Padre Celestial, en Jesucristo y Su expiación


¿Cómo puedo aplicar la expiación de Jesucristo en mi vida cada día?

Para recibir el don de la vida eterna, debemos creer y aceptar la expiación de


Jesucristo. A medida que nos esforzamos por entender la expiación del
Salvador y lo que Él ha hecho por nosotros, nuestra fe en Él aumenta y nuestro
corazón cambia con el deseo de vivir en rectitud y amar y servir a Dios y a
nuestros semejantes.

La expiación del Salvador bendice nuestra vida en nuestras propias


circunstancias y situaciones personales. A través de nuestra fe y rectitud, y por
medio de Su sacrificio expiatorio, podemos ser perdonados, limpios, sanados,
guiados y protegidos. Cristo puede darnos capacidad y fuerza más allá de la
nuestra para superar todas las cosas y “soportar [nuestras] cargas con
facilidad” (Mosíah 24:15), para que podamos encontrar gozo en el viaje de la
vida.
La Sociedad de Socorro nos ayuda a mantener nuestro enfoque en el Salvador
para que nos guíe a Su presencia.

“Mirad hacia mí en todo pensamiento; no dudéis; no temáis. Mirad las heridas


que traspasaron mi costado, y también las marcas de los clavos en mis manos
y pies; sed fieles; guardad mis mandamientos y heredaréis el reino de los
cielos” (D. y C. 6:36-37).

Fortalecer las personas, las familias y los hogares por medio de las ordenanzas
y los convenios
¿Qué diferencia marca en mi hogar el guardar los mandamientos?

Nuestro Padre Celestial conoce las cosas que nosotros no conocemos, algunas
más allá de nuestra capacidad de comprensión. Cuando confiamos en Su
conocimiento estamos dispuestos a confiar en Sus promesas y Sus requisitos.
¿De qué manera los convenios nos brindan propósito, dirección y confianza
que el Señor bendecirá nuestros esfuerzos? ¿De qué manera los convenios
iluminan el camino por medio de la vida terrenal para volver a Él?

El presidente Dieter F. Uchtdorf ha dicho: “Si creen esto en su corazón —si en


verdad creen que la gran misión de nuestro Padre Celestial es exaltar y
glorificar a Sus hijos y que Él sabe mejor cómo lograrlo— ¿no les parece lógico
adoptar y seguir Sus mandamientos, incluso los que parezcan difíciles? ¿No
deberíamos apreciar los postes de luz que Él ha proporcionado para guiarnos a
través de la oscuridad y las pruebas de la vida terrenal? ¡Son ellos los que nos
marcan el camino de regreso a nuestro hogar celestial! Cuando eligen el
sendero de nuestro Padre Celestial, establecen un cimiento divino para su
progreso personal como hijas de Dios que las bendecirá durante toda la vida”
(“Vivir el Evangelio con gozo”, Conferencia General de octubre de 2014).
Al elegir el camino del convenio del Padre Celestial, hallamos propósito,
dirección y la confianza de que el Señor bendecirá nuestros esfuerzos en
nuestras familias y hogares. El presidente Henry B. Eyring prometió que si
“ustedes permiten que Él sea el líder de su familia, las cosas saldrán bien” (“Un
incalculable legado de esperanza”, Conferencia General de abril de 2014).
La Sociedad de Socorro está organizada para ayudar a las mujeres a fortalecer
los hogares y las familias al seguir el camino del convenio.

Nunca en la historia del mundo hemos necesitado familias y hogares más


fuertes. Es de los hogares y de las familias que procede la siguiente generación
y “solo el hogar puede compararse con la santidad del templo”
(Bible Dictionary, “Temple”).

Trabajar en unión para ayudar a los necesitados


¿Por qué se nos manda trabajar en unidad con los líderes del sacerdocio y de
otras organizaciones auxiliares? (véase Juan 17:21).

Con el fin de ayudar al Salvador en Su obra, tenemos que estar unidos en


propósito con la determinación de ayudar a los necesitados, para llevar los
unos las cargas de los otros, y para levantar la carga de los que sufren. El
prestar servicio en la Sociedad de Socorro nos acerca a nuestro objetivo de
volver a nuestros padres celestiales.

El Señor enseñó: “Sed uno; y si no sois uno, no sois míos” (D. y C. 38:27).
“Juntas, como hermanas y en unidad con los profetas, videntes y reveladores
vivientes que tienen las llaves restauradas del sacerdocio, podemos caminar
unidas, como discípulas, como siervas con manos y corazones dispuestos a
apresurar la obra de salvación. Al hacerlo, llegaremos a ser más como el
Salvador”. —Linda K. Burton

“La caridad nunca deja de ser”


José Smith enseñó que la Sociedad de Socorro “no existe solo para socorrer al
pobre sino también para salvar almas”. La parte principal de la obra de la
Sociedad de Socorro en la actualidad consiste en “velar por el bienestar
espiritual y la salvación… de todas las mujeres miembros de la Iglesia”
(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, 1998,
pág. 199).
“La sociedad [de Socorro] está compuesta por mujeres cuyos sentimientos de
caridad provienen de un corazón cambiado que reúne las condiciones
necesarias para hacer convenios que se reciben y se cumplen solo en la
verdadera Iglesia del Señor. Sus sentimientos de caridad proceden de Él
mediante Su expiación. Sus actos de caridad son guiados por el ejemplo del
Señor —y motivados por el agradecimiento que surge ante Su infinito don de la
misericordia— así como por el Espíritu Santo, que Él envía para acompañar a
Sus siervos en sus misiones de misericordia” (Henry B. Eyring, Hijas en Mi
Reino, 2011, pág. 192).
El amor puro de Cristo sigue motivando a las hermanas de la Sociedad de
Socorro de la actualidad cuando se reúnen para enseñarse, servirse,
fortalecerse y cuidarse unas a otras, una a la vez.

“Toda hermana de esta Iglesia que haya hecho convenios con el Señor tiene el
mandato divino de ayudar a salvar almas, de guiar a las mujeres del mundo, de
fortalecer los hogares de Sion y de edificar el reino de Dios”. —Élder M. Russell
Ballard

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