CUENTO DE ESTER:

Hace unas semanas estaban en el pueblo Aalis y Sara hablando sobre sus temas y de
repente Sara le dice a Aalis:
-Oye, he oído por el pueblo que ha venido de por aquí cerca una plebeya que dice ser
muy inteligente y muy guapa. Pero yo no soy como ella y ahora la gente ya no me
quiere como antes.
-Sara no te preocupes de eso, ahora te voy a contar una historia de una joven princesa
a la que todo el mundo quería no por lo que era, sino por lo que aparentaba ser.
Entonces sara le preguntó a Aalis que le pasaba a la princesa para que fuera de una
manera diferente a la suya verdadera y aliss contestó:
Señorita Sara, van diciendo por hay que hubo en algún tiempo lejano una joven
princesa que decía ser la más feliz de todo el reino, pero eso era una mentira muy
grande ya que en su palacete estaba llorando, triste y enfadada por cualquier cosa que
le dijeran, incluso con un hola. Entonces una joven del pueblo un día se dio cuenta de
que la princesa no estaba feliz como todos los días y decidió preguntarle a una de las
criadas que ella nunca estaba así de contenta como aparentaba ser, pero que hoy le
había ocurrido algo fuera de lo normal, y eso había sido lo que había desencadenado
esa tristeza halla donde fuese. Nadie del pueblo sabía lo que le pasaba, en palacio si,
pero nadie se atrevía a contarlo por las consecuencias que pudieran tener así que
decidieron no contar nada. la joven del pueblo fue rumoreando que la princesa no era
tan feliz como decía ser, al principio nadie se lo creyó, pero al ver que la princesa
seguía siendo como aquel lejano día, decidieron darle credibilidad al rumor. La
princesa al ver que la gente murmuraba sobre ella decidió contarle al pueblo lo que le
estaba pasando y que solo aparentaba ser feliz ya que en su palacio no se le puede
decir nada porque a la mínima que le decían algo se enfadaba. La gente del pueblo al
oír esto estaba perpleja porque no se lo podían imaginar. Así, tras contarles esto la
princesa, nadie pudo confiar en ella en cuanto a su felicidad o su tristeza o enfado
porque no sabían si era verdad o mentira.
-Así que, señorita Sara, si usted piensa que es mejor ir de mentirosa por la vida
haciendo creer a la gente una cosa que no es cierta, le irá tan mal como a la princesa
de nuestro cuento.
A sara le gusto tanto el cuento que le contó Aalis, que decidió seguir siendo la persona
que era y no cambiar por otra persona que igual al cabo de un tiempo se demuestra
que es lo contrario a como la vemos por la calle.
Si te gustó el cuento y quieres seguir con el ejemplo de Sara:
“DIME DE QUE PRESUMES Y TE DIRÉ DE QUE CARECES”