S.F.

A Filósofos Pre-platónicos Universidad Nacional de Colombia

Juan José Limas Becerra 16 de marzo del 2018

• ¿Qué permite, en la lectura que hace Nietzsche de Heráclito, sostener que Heráclito no
admite la posibilidad de afirmar de algo que es y, no obstante, no hacer de él, cuando
menos, un escéptico?

Varias afirmaciones hechas por el filósofo alemán podrían llevar a pensar que se trata, en el caso de
Heráclito, de un escéptico. En efecto, comenzando por la idea expuesta en Los filósofos Pre-platónicos
de que “todo lo que puede cuestionarse lo observaba como ίστορίη [investigación]”, es fácil asociarlo
con quienes afirman que el conocimiento del mundo en general está en duda y que, por ello, lo único
coherente es continuar en la indagación. Más aún, la idea según la cual dicho conocimiento es
imposible por nuestra naturaleza humana, por que vemos el mundo en tanto que humanos, es también
común encontrarla en quienes se suele identificar con el escepticismo. Que el conocimiento más veraz
del que somos capaces es del de nosotros mismos, es también un lugar común en el escepticismo que
Heráclito comparte. Ahora bien, es claro que un escéptico no afirmaría en ningún caso algo cómo lo
que el efesio afirma acerca del λόγος y lo Uno, ni que existen hombres ignorantes o ciegos, incapaces
de observar el mundo como es en realidad.

La pregunta es, pues, ahora, ¿qué permite a Heráclito hacer afirmaciones aparentemente incompatibles
como las expuestas antes? Se debe a que se sostiene en su formulación la idea de que no sólo el
conocimiento de sí es veraz, sino que es legítimo, puede afirmarse que se trata de un salto similar al
que acusa Nietzsche en el planteamiento de Tales. Prueba de ello es que es mediante una
representación intuitiva que el filósofo, de acuerdo con Nietzsche (P.H.G. pág. 585), llega a las
conclusiones a las que llega acerca de la realidad del mundo. En efecto, una vez que se conoce así
mismo, se entiende la naturaleza de la representación y, por ende, se ve obligado el pensador a formular
una teoría por fuera de la “representación conceptual”, por llamarla de alguna manera.

De manera que habría que caracterizar dicha representación como portando, al menos, algo como la
certeza, si no la certeza propiamente hablando y, además, como siendo un conocimiento de la
subjetividad que, al menos en apariencia, nuevamente, dice algo del mundo exterior mediante vías no
racionales. Aquí me parece pertinente traer una idea con respecto al novedoso uso del lenguaje que
caracteriza a los filósofos pre-platónicos. Podría pensarse que este conocimiento es similar al que se
tiene de un lenguaje de forma intuitiva. Es común decir que se sabe usar una palabra porque se es capaz
de trazar relaciones no siempre evidentes y, en muchas ocasiones, difíciles de explicar por vía racional.
Por ejemplo, entre las palabras “ver” y “conocer” hay una relación más o menos evidente que, sin
embargo, es difícil explicar mediante un proceso lógico. Puede pensarse que en el caso de Heráclito, la
idea de una ley que subyace al devenir, pero que no es conocida, es determinada de una forma parecida.
Una analogía como la que, propone Nietzsche, realiza Heráclito entre el mundo y las confrontaciones
humanas, puede dar lugar a la formulación. Del caos de la pelea puede asumirse que existen reglas,
toda vez que, por ejemplo, hay ciertos movimientos regulares. Ahora bien, no se está del todo
garantizada la posibilidad de dar ese paso, puede ser que, en efecto, se trate de un evento puramente
caótico.

El criterio del efesio, puede arriesgarse, se basa pues en el lenguaje del que disponía y de la experiencia
de su comunidad. Una prueba de ello puede ser el que se hable de “iniciación”, de una formación
similar a la que tiene lugar en el aprendizaje de un lenguaje. Por ello creo que la afirmación de Cortés
de que el suponer que el sentido del mundo es un juego puesta en su ponencia no puede sostenerse,
pues se trata, como lo he puesto más arriba de la asunción de que sus reglas no son conocidas por la
mayoría.

Bibliografía

• Cortés Reinoso (2018). Heráclito. Universidad Nacional de Colombia.

• ––––––– (2011), Obras Completas, Vol. I. Ed: Tecnos. Madrid, España.
• ––––––– (2011), Obras Completas, Vol. II. Ed: Tecnos. Madrid, España.