Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
lo que experimentaba, por ejemplo, al ver una criatura hermosa [...] o al oír
un aire de jazz. Ambas experiencias, de la vista y el oído, se clavaban en mí
dolorosamente a fuerza de intensidad, y ya comenzaba a entrever que
una manera de satisfacerlas, exorcizándolas, sería la de darles expresión;
mas, inhábil para conseguirlo, sus ecos me perseguían con una
advertencia dramática: el tiempo aquel que yo vivía era el mío, el único
de que dispondría, y yo no sabía gozarlo, ni tampoco decir en poesía esa
urgencia de todo el ser”.
Confesaré que sólo encuentro apetecible un edén donde mis ojos vean el
mar transparente y la luz radiante de este mundo; donde los cuerpos sean
jóvenes, oscuros y ligeros; donde el tiempo se deslice insensiblemente entre
las hojas de las palmas y el lánguido aroma de las flores meridionales. Un
edén, en suma, que para mí… bien pudiera estar situado en Andalucía.
Cernuda en sus primeras poesías de 1924 a 1927 encontró las formas turistas
del ideal que necesita para comenzar a expresarse.
A UN POETA MUERTO
Fueron años difíciles para un hombre de 40 años sin amigos en un país con
un clima que resultaba inaceptable, y aún más frío para su espíritu andaluz,
sin embargo, el terreno literario se encontró con tierra fértil la lírica y la
crítica inglesas.
LA PARTIDA
Nada suyo guardaba aquella tierra
Donde existiera. Por el aire,
Como error, diez años de la vida
Vio en un punto borrarse […]
(Adiós al fin, tierra como tu gente ría,
Donde un error me trajo y otro error me lleva.
Gracias por todo y nada. No volveré a pisarte.)
En 1949, cuando Cernuda tenía 47 años visitó México por primera vez el
paradisíaco puerto de Acapulco.
En los últimos dos años de vida, Cernuda hizo algunos viajes a San
Francisco y a Los Ángeles para impartir cursos de literatura.