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Guanacaste es la provincia que concentra la mayoría de colmenas del país. En total, registra 25.

180 unidades, mientras que en


Limón no hay vestigios de actividad apícola.
archivo gn Para EF

Miel tica quiere endulzar más bocas


Producción aumentó en un 66% entre 2008 y 2011, a la par de una fuerte reducción de
importaciones
Edición 872
César Brenes Quirós
Los 32 productores que conforman la Asociación de Apicultores de Jicaral (Asoapi) tienen razones para
celebrar.
El año pasado su producción de miel aumentó en un 20% (pasó de 100.000 kilos a 120.000 kilos) y, a inicios
del 2013, inaugurarán una planta de producción de 350 metros cuadrados, en la que invierten ¢70 millones.
Según Rubén Chavarría, vocero de Asoapi, todo lo producido es adquirido por la Corporación Manza Té, que
distribuye la miel bajo la marca La Abejita.
Además, los asociados también fabrican cremas, jabones y otros productos a base de miel pero la venden en
Puntarenas.
El caso de Asoapi es solo un ejemplo del nuevo impulso que vive la industria apícola nacional, luego de sufrir
un fuerte desliz a mediados de la década de 1980.
De acuerdo con datos del Programa Nacional de Apicultura, el número de colmenas en el país pasó de 578 en
el 2008 a 1.756 en el 2011.
Ana Cubero, gerenta del programa, informó que, en promedio, cada colmena genera unos 30 kilos de miel, lo
que significa que la producción de Costa Rica se incrementó cerca de un 66% en ese periodo.
Empero, ¿a qué se debe este impulso? Cubero lo asocia con dos factores.
El primero tiene que ver con planes de capacitación en el tratamiento de diferentes especies de abejas en el
país –como las africanas– que, según dice la gerenta, hasta ahora dan sus frutos.
El segundo aspecto se relaciona con el auge de la producción limpia y sostenible, tendencia que se asocia a
la actividad y, gracias a la cual, ha recibido el apoyo financiero de organizaciones no gubernamentales y
bancos.
De hecho, el Banco Popular anunció recientemente una solución financiera para apicultores que les permite
repagar las deudas según sus ciclos de producción y comercialización.
Heiner González, coordinador de Negocios de Banca de Desarrollo de la institución, dijo que a, la fecha, se
mantiene una cartera activa de ¢150 millones.
El coordinador añadió que el proyecto podría beneficiar potencialmente a unas 1.000 personas, entre
productores de miel y oferentes de servicios como polinización de cultivos de café, sandía y melón.
Otro signo de buenos tiempos para la producción de miel se percibe en la baja de sus importaciones, pues
habla de un mercado nacional que se está autoabasteciendo.
“Hace 16 años, se registró la marca país ‘Miel Tica’. El mayor reto ahora es ser de nuevo exportadores”.
Ana Cubero
Ger., Programa Nacional Apicultura
“Estamos realizando estudios legales para la implementación del sello de calidad de la miel de abeja”.
John Brealey
Presidente, Cámara de Fomento Apícola

Los informes de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) registran una reducción del 53% en el valor de
las compras al exterior de miel de abeja entre el 2007 y el 2011.
Mientras que en el 2007 se importaron 265,7 toneladas métricas de producto, en el 2011 el número llegó
apenas a 89,3 toneladas. Durante ese periodo, la mayoría de esas transacciones se hicieron con
Centroamérica.
A pesar de este panorama, el sector todavía enfrenta retos importantes como lograr exportar de nuevo y
detener la adulteración del producto.
Sigue la lucha
La Cámara Nacional de Fomento de la Apicultura estima que en el país existen cerca de 980 apicultores y 16
marcas que comercializan la miel de abeja.
Además, Guanacaste es el lugar donde se concentra el 57% de las colmenas del país. Le siguen San José y
Puntarenas con el 19,2% y el 16%, respectivamente.
El resto de producción se lo reparten Alajuela, Cartago y Heredia, debido a que en Limón no se registra
ninguna colmena.
A pesar de la concentración en Guanacaste, la empresa Ecomiel, de William Mora, forma parte un grupo de
apicultores que toma fuerza en la zona sur.
Precisamente, el Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales de la Universidad Nacional (Cinat) identificó a
esa región como una de las que reúne mejores condiciones climáticas para desarrollar la actividad.
Ecomiel produce entre 40 y 50 barriles de miel por año y también distribuye su propia marca –del mismo
nombre que la compañía– en las cadenas de supermercados Gessa (Perimercados, Jumbo, entre otros) y
Automercado.
No obstante, Mora señaló que sus ventas bajaron un 15% el año pasado, debido a la acción de
comercializadores de miel adulterada que venden el producto casi en un 50% más barato.
Según John Brealey, presidente de la cámara, en promedio, una botella de 1 kilo de miel puede costar ¢4.500.
Brealey identificó este problema como el principal reto de la apicultura nacional. Empero, mencionó que aún
se trabaja en la oficialización de un sello de calidad que garantice el origen de la miel a los consumidores.
La idea es que el proyecto esté listo para funcionar este mismo año.
Por su parte, Ingrid Aguilar, directora del Cinat, afirmó que el centro trabaja en apalear necesidades como la
falta de profesional especializado, a través de una maestría en apicultura tropical y otras actividades de
capacitación.
Integrar al sector apícola nacional y ser de nuevo exportador de miel son otros de los retos que Aguilar
destacó para el país.
Camino agridulce
La apicultura tica ha enfrentado altos y bajos desde sus inicios:
Exitoso comienzo: El país fue exportador de miel de 1918 hasta 1984, cuando el ingreso de la abeja
africanizada motivó un abandono masivo de la actividad pues no se supo manejar la especie.
Pujante negocio: En 1984 existían en unos 1.500 apicultores que generaban una producción anual de 1.376
toneladas métricas, de la cual se exportaba el 40,5%.
Aires nuevos: Aunque 43% de los productores dejaron la actividad, hoy hay 980 apicultores con planes de
exportar de nuevo, parte de su producción de 1.320 toneladas anuales.
Fuente Ana Cubero, Prog. Nac. Apicultura.

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