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“Casi podríamos decir que la música no es un algo hasta que reflexionando y analizando sobre
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Ritual Rito
Musica
Funciones Comercio Producto
Sociales
Intelectual Ciencia
Una de las funciones sociales de la música es la que aborde en el inicio del texto, la función
comercial, la cual genera un producto que se vende a alguna persona sin importar si es
músico o no. Tengo entendido que todo esto comenzó desde Beethoven, puede verse en la
insistencia de Beethoven al escribir la música que quería cuando quería escribirla, el inicio
con este negocio de la música, comenzó a vender su propia música, sus partituras. La gente
de la época de Beethoven no conocía la música grabada, es decir, toda la música que se
escuchaba era la que se tocaba en vivo, ya fuera en una sala de conciertos pública o en el
salón de una casa privada, ahora la tenemos tan ceca de nosotros, solo basta con ingresar a
alguna página web como ROCK AROUND THE WORD o al YouTube, además de tener
prácticamente en el bolsillo una variedad de músicas. Lo que hacia este compositor después
de sus conciertos era vender sus partituras a quienes habían sido público de sus conciertos
donde se tocaban sus obras, la gente muy maravillada y entusiasmada compraba esas
partituras, pero la mayoría de las veces la gente no sabía de música o tocar algún
instrumento, entonces Beethoven se ofrecía a dar clases a esa gente que le compraba sus
partituras a cambio de dinero; todo esto de lo que ahora es la música clásica, ese gran
negocio podríamos decir que quien comenzó con todo esto fue este gran compositor. Un
acontecimiento que siguió después de esto, fue la fabricación de pianos verticales, lo
bastante que pequeños para caber en las casas de la clase media, fue una de las industrias de
mayor crecimiento, desde mediados del siglo XIX hasta la primera guerra mundial, al igual
que la publicación de partituras. Actualmente es como si el museo de la música estuviera
rodeándonos por completo, podemos estar escuchando grandes ópera o alguna sinfonía de
Mahler sentados cómodamente en un sillón, o en el carro cuando vamos de viaje o al
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trabajo, ahora es parte de nuestra vida cotidiana, se convierte en parte de nuestro estilo de
vida, ahora decidimos si escuchamos a Mozart, al Rock, al Jazz, Pop o algún otro género
de música, es lo mismo que hacemos con la ropa que utilizamos, o lo que comemos.
“Nos enfrentamos a una paradoja, por un lado, la tecnología moderna le ha dado a la
música la autonomía que los músicos y los teóricos de la estética reclamaban para ella,
(pero en un cierto sentido, de modo fraudulento, porque en realidad la música pura estaba
confinada al ámbito de la sala de concierto y los hogares de la clase media), por otro lado
ha puesto patas arriba muchos de los supuestos básicos de la cultura musical del siglo XIX”
(Op. Cit. P. 59)
N. Cook dice que ahora nos estamos enfrentando en una paradoja, por una parte la
tecnología moderna que ha dado una estética a la música, como la trasformación del sonido
digital nos otorgan tantas posibilidades creativas, favorables y peligrosas para el artista,
también para el ingeniero de audio y para el productor. Pero aquí interviene algo más
complejo que una creencia anacrónica, en que la música debería producirse natural y no
artificialmente, que ha de ser producto de la sinceridad personal y no de la sagacidad de la
industria.
Los compositores son como dueños de restaurantes lujosos, donde cada quien produce su
música como si fuera comida que después la sacan al mundo para ser vendida, como
mencione antes, al final siempre nos finamos en los intérpretes como si fueran estrellas del
pop, nos importa más el interprete que el propio compositor, al final nosotros decidimos
que escuchar, se ha convertido en una elección personal, en un estilo de vida, basta ver en
alguna familia de cualquier razón social, religión o nacionalidad, todos tienen gustos por la
música muy distintos, al mismo tiempo podemos decir que la música que escuchamos es
parte de un símbolo de identidad, nos identificamos con alguna música, al igual que si nos
identificáramos con nuestra nacionalidad. La música se ha convertido en un elemento de
nuestra vida personal, decidimos que escuchar como si decidiéramos que ropa ponernos o
que perfume usar, las grabaciones han hecho una culturalización de músicas, a las cuales
tenemos acceso desde un teléfono inteligente, o un modem, esto ha llegado a que existan
gustos muy distintos por la música en cada persona.
Biografía.
Cook Nicholas, De Madona al canto gregoriano, Alianza Editorial. 1998.
Igor Stravinski, Poetique Musicale, traducción Eduardo Grau.