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2017

CONSERVACIÓN DEL
TAPIR ANDINO

Melissa Vilca Sulca


Conservación de Fauna Silvestre
5-12-2017
Tapirus pinchaque
I. NOMBRES COMUNES

 Danta de montaña
 Danta lanuda
Colombia
 Tapir andino
 Pinchaque
 Bestia negra Perú
 Huagra (quechua)
 Danta de cordillera
Ecuador
 Danta negra

II. TAXONOMÍA

KINGDOM Animalia
PHYLUM Chordata
CLASS Mammalia
ORDER Perissodactyla
FAMILY Tapiridae
SCIENTIFIC NAME Tapirus pinchaque
SPECIES AUTHORITY (Roulin,1829)

III. CARACTERÍSTICAS
El tapir de montaña es el más pequeño de las cuatro especies de tapir. Mide en
promedio 1,8 metros de longitud, y entre 75 y 90 cm. de alzada. Los adultos alcanzan
un peso de 90 a 260 kg.
Los tapires tienen cuerpos largos y grandes, piernas muy cortas y delgadas, un cuello
corto y una cola corta, gruesa, con once vértebras coccígeas. Las orejas son
pequeñas y redondeadas, y permanecen inmóviles, pero le proveen de un agudo
sentido de la audición. En general, tienen una parte delantera y trasera cónica
redondeada, que los adapta perfectamente para el movimiento rápido a través y
alrededor de maleza.
El pelaje es negruzco, a diferencia de las demás especies de tapir, posee un vellón
lanudo muy cerrado (por lo que también se le conoce como «tapir lanudo»), pues
este animal necesita defenderse del frío de su hábitat: las altas cordilleras de los
Andes. Los labios y las puntas de las orejas son blancos; dos características notables
de esta especie. Sus ojos son pequeños, pero están muy desarrollados, son
normalmente de color marrón, pero algunos ejemplares pueden presentar un tono
azulado en los mismos. El tono azulado de los ojos ha sido estudiado recientemente,
y se cree que es causado por la exposición excesiva a la luz solar. Las hembras
presentan un solo par de mamas en las ingles.
Los tapires son animales tímidos y dóciles que se asustan con facilidad. Son
principalmente solitarios, pero a veces se observan en pequeños grupos. Estos
grupos suelen estar formados por una madre con sus crías, pero de vez en cuando
un macho y una hembra pueden emparejarse de por vida. Los tapires son
territoriales, con áreas parcialmente superpuestas. Cuando dos tapires entran en
contacto, se vuelven altamente agresivos hacia el otro. Muestran los dientes y
mueven las orejas hacia adelante para mostrar su hostilidad. Normalmente, es en
este punto que uno de los tapires se retirará. Si se produce una pelea, tratarán de
morderse las patas traseras. Debido a que los tapires poseen incisivos muy afilados,
este tipo de combates a menudo provoca heridas graves.
Les gusta bañarse y a menudo buscan los ríos, arroyos, lodazales y hasta piscinas,
para este propósito. Son nadadores excepcionales, así como escaladores, y pueden
abrir caminos a través de la maleza. Pasan mucho de su tiempo bañándose para
regular la temperatura corporal, y también para escapar de los depredadores.
Pueden permanecer sumergidos durante varios minutos y a menudo se les ve
asomados sobre un tronco en la superficie del agua para respirar. Esto les permite
permanecer ocultos de los cazadores y depredadores.
Se revuelcan en lodazales para cubrir su piel con barro, lo que ayuda a evitar las
picaduras de insectos. También frotan su cuerpo contra los árboles para eliminar las
garrapatas y el pelo suelto. Utilizan el olor como una de sus formas más importantes
de comunicación. Los machos suelen orinar para dejar marcas olfativas que
anuncian las fronteras territoriales.
http://deanimalia.com/montantapirandino.html
http://zoologia.puce.edu.ec/vertebrados/mamiferos/FichaEspecie.aspx?Id=2062

IV. POBLACIÓN
Según la IUCN, la población de Tapir de montaña está fragmentada como resultado
de actividades humanas y se estima que la población total es de menos de 2,500
individuos maduros con un descenso continuo estimado de al menos 20% en las
próximas 2 generaciones (22 años).

V. REPRODUCCIÓN

Por lo general, se aparean justo antes del comienzo de la estación lluviosa, y dan a
luz a principios de la temporada de lluvias del año siguiente. Durante la cópula los
tapires se muerden uno a otro las orejas, los pies y los costados. La hembra da a luz
de pie y las crías nacen de cabeza. Nacen con los ojos abiertos y pueden levantarse
e incluso caminar poco después de nacer. Los machos no participan en la crianza
de los pequeños.
Suelen tener una cría cada dos años. Los gemelos son raros. Al nacer, el becerro
pesa alrededor de 4-7 kg. Los jóvenes permanecen en un lugar bien protegido, pero
después de una semana comienzan a seguir a su madre. Los ejemplares jóvenes
presentan un patrón de pelaje diferente al de los adultos. Es de color marrón rojizo
oscuro con rayas y manchas de color amarillo y blanco. Este patrón se pierde
normalmente alrededor de los 6 meses. Los tapires alcanzan la madurez sexual
aproximadamente a los 3-4 años de edad. La gestación dura 393 días, la cría
permanece con la madre cerca de un año, y es cuidada por ésta los seis primeros
meses. Se les estima un promedio de vida de 28,5 años.

VII. USO Y COMERCIO

La IUCN cataloga esta especie como En Peligro (EN) (Fig. 1). Se encuentra en CITES
en el Apéndice I.
Una de las causantes principales de la extinción de la esta especie es por la pérdida
de hábitat progresiva que se puede ver representada en la tabla (Fig. 2).
Localmente no es común, y las densidades de población son muy reducidas. Se ha
visto extinguido en muchas regiones por la caza excesiva. También es usado con
fines medicinales (sus patas se usan para aliviar la epilepsia y enfermedades del
corazón).

Fig. 1: Estatus de especie En Peligro (EN) según la IUCN.

Fig. 2: Evolución del estatus de la lista roja según la IUCN.

Los tapires de montaña son de vital importancia para la conservación debido a que
cumplen un papel en la dispersión de semillas de plantas alto andinas, y, por lo tanto,
un componente importante para el mantenimiento de la estructura de los
ecosistemas de alta montaña de Sur América.

VIII. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

 Nativo:
Colombia; Ecuador; Perú
 Regionalmente extinto:
Venezuela, Bolivia
El tapir de montaña (Tapirus pinchaque) es conocido en el área andina de
Colombia, Ecuador y el norte del Perú. En este último se han adquirido nuevos
registros del depresivo del sur de Huancabanba. En Ecuador, nuevos registros han
demostrado que los Tapires de Montaña ocurren en áreas que anteriormente se
consideraban desconectadas, como en la parte sur del Parque Nacional Sangay
hacia el Parque Nacional Podocarpus. También hay nuevos registros en los Andes
occidentales ecuatorianos. T. pinchaque se encuentra en los Andes Centrales al sur
del Parque Nacional Nevados (05º00'N) y en los Andes Orientales, al sur de Paramo
de Sumapaz (04º30'N) en Bogotá. En Colombia, no hay tapires en la Cordillera
Occidental, la parte norte de las Cordilleras Central y Oriental, Sierra Nevada de
Santa Marta, Serranía de la Macarena y Cerro Tacarcuna.

Fig. 3: Mapa de distribución del Tapir Pinchaque.

IX. INVESTIGACIONES EN LA ESPECIE

1. Dieta del tapir de montaña(Tapirus Pinchaque) en tres


localidades del corredor ecológico Llangantes-Sangay

Se realizó un estudio del tapir Andino, en tres localidades del Corredor Llanganates-
Sangay (Fig. 4), entre los años del 2008 y2009. Este mamífero se alimenta de plantas
silvestres en los bosques nublados y páramos de los andes, y viene siendo
amenazado de extinción gravemente debido a la pérdida del hábitat. En este
trabajo, mediante una metodología de observaciones directas y colecciones
botánicas de las plantas que presentaban signos de ramoneo, en senderos junto a
huellas y fecas de tapir.
En cada localidad se consideraron dos tipos de hábitat, de las cuales e muestrearon
transectos de 50 x 2 metros, además se complementó el estudio con un análisis
cuantitativo de muestras fecales. La danta de montaña es un herbívoro ramoneador
que tiene preferencia por los brotes y hojas jóvenes de hierbas, árboles y arbustos.
En el presente trabajo, se registraron 141 especies de plantas consumidas de las tres
localidades en total, de las cuales pertenecen a 40 familias y 78 géneros (Fig. 5). La
familia más abundante fue Asteraceae, seguida por Solamaceae, Urticaceae,
Fabaceae, Gunmeraceae y Melastomataceae. El hábitat con mayor diversidad de
especies consumidas fue el bosque de neblina montano, seguido del bosque
siempre verde montano alto y por último el páramo herbáceo.
Fig. 4: Tres localidades del corredor ecológico Llanganantes- Sangay

Fig. 5: Registro gráfico de las plantas consumidas por el Tapir pinchaque


2. Nuevas recomendaciones para el manejo nutricional del Tapir
en cautiverio.
El tapir presenta una serie de particularidades, tanto anatómicas como
conductuales, que deben ser consideradas en el manejo en cautiverio, con el afán
de proporcionar una nutrición adecuada a estos animales. Un reporte de la
Asociación Americana de Veterinarios de Zoológicos Americanos informó que la
mayor proporción de mortalidad presentada en tapires adultos se debió a
enfermedades de origen gastrointestinal, de los cuales, la mayoría fue catalogada
de origen no infeccioso. Esto nos evidencia la importancia que existe en reevaluar
los lineamientos tradicionales de alimentación de tapires en cautiverio. Actualmente,
las dietas en zoológicos incluyen grandes cantidades de frutas y verduras cultivadas
para el consumo humano, alimento comercial para caballos domésticos, y forrajes
frescos o henificados de alfalfa y algunos pastos locales. El consumo de ramas de
árboles y arbustivas, es limitado, a pesar de que en vida libre se conoce que el tapir
selecciona naturalmente una gran cantidad de éstas como su dieta habitual. Estas
prácticas alimenticias en cautiverio pueden estar directamente relacionadas, similar
a lo que ocurre en caballos domésticos debido al parecido anatómico que
presentan de acuerdo al tipo de alimentación que ambos presentan (Fig. 6), con la
presentación de signos asociados con la acidez metabólica, debido a la carencia
de fibra y a la alta concentración de azúcares y almidones en la dieta. El presente
documento pretende, además de caracterizar las dietas actuales en algunos
zoológicos (Fig. 7), analizando así la composición química que cada dieta pueda
tener (Fig. 8) y que vaya de acuerdo a factores muy importantes como el estado
fisiológico, actividades que realiza y la época del año en la que se encuentre el
tapir. Por otro lado se
establecen nuevos
lineamientos y dietas
ejemplo para el manejo
nutricional del tapir en
cautiverio, sobre todo
debido al mal manejo
que se pueda dar en
cuanto a tiempo de
alimentación, tipo y
forma en el que se
muestra el alimento, así
como el enriquecimiento
ambiental que se pueda
ofrecer con arbustos y
ramas que son
elementos primordiales
en su hábitat natural.

Fig. 6: Requerimientos nutricionales del caballo, según la NRC (1989)


Fig. 7: Porcentajes de inclusión de algunas dietas ofrecidas a los tapires en cautiverio.

Fig. 8: Composición química de algunas dietas ofrecidas en zoológicos al tapir.


X. PLANES DE CONSERVACIÓN DE LA ESPECIE

1. El tapir de montaña, análisis de riesgo y estrategias para la


conservación de una especie en peligro de extinción

La danta de montaña, Tapirus pinchaque, es una especie que habita en los


ecosistemas de alta montaña y que por diferentes presiones sobre sus poblaciones
requiere acciones de manejo aplicables en el contexto regional, bajo modelos de
manejo adaptativo y planeación estratégica. El análisis del riesgo de extinción de
una especie implica examinar la realidad a diferentes escalas relacionando los
espacios, los usuarios y el recurso de uso. Cada uno de estos elementos atribuye
características propias al sistema contribuyendo a su entendimiento de una manera
práctica para proponer alternativas que mejoren las posibles presiones que se estén
generando sobre un objeto de conservación. Este documento analiza las amenazas
que afectan las poblaciones de tapir de montaña (deforestación y cacería) y sus
posibles efectos sobre la salud y variabilidad genética, citando el caso de dos
poblaciones geográficamente diferenciadas dentro del área de distribución:
Parque Nacional Natural Los Nevados en Colombia y Parque Nacional Sangay en
Ecuador. Usando la información obtenida se realizó un análisis de vulnerabilidad +
amenaza usando el Software Miradi a partir del cual se proponen estrategias de
conservación sobre el ecosistema y estrategias de manejo de la población como
tal. Esta información provee herramientas para la planeación de áreas protegidas,
programas de conservación in situ y ex situ de la especie, y bases para la toma de
decisiones e implementación de políticas públicas que afectan directamente
ecosistemas de alta vulnerabilidad como son los páramos, hábitat de la danta de
montaña.

Fig. 9: Diagrama de amenazas, factores influyentes y estrategias para la conservación de la


danta de montaña Tapirus pinchaque y los ecosistemas de alta montaña, en el contexto de
Parques Nacionales Naturales
Fig. 10: Descripción de las estrategias, metas, actividades e indicadores para la conservación
del objeto Tapirus Pinchaque y Ecosistema alta montaña

Fig. 11: Cadena de resultados con la implementación de la estrategia “Aumentar el área de


hábitat de la danta bajo una
figura de área protegida
2. Recomendaciones al Plan de Acción de la Estrategia Nacional
para la Conservación de los Tapires en el Ecuador, con énfasis
en el tapir andino (Tapirus pinchaque)

En el año 2011 se publicó la Estrategia Nacional para la Conservación de los Tapires


en el Ecuador. En ella se proponen acciones para conservar a este importante grupo
de la fauna ecuatoriana. Dicha estrategia nació a partir de la reflexión del Grupo
de Especialistas en Tapires (TSG/UICN/Ecuador), que lleva más de 35 años de trabajo
impulsando acciones de conservación para las cuatro especies de tapires existentes
en el mundo.
El Grupo de Especialistas en Tapires (TSG/UICN/Ecuador), organismo que coordina
acciones con su similar internacional, en sucesivos talleres que iniciaron en el año
2008 y a partir de un esfuerzo permanente donde participaron entidades de
conservación, gobiernos y poblaciones locales, investigadores/as y biólogos/as de
campo, consolidó la estrategia que hoy rige para el país, reconocida legalmente
por el Ministerio del Ambiente del Ecuador en su Registro Oficial. Dentro de esta guía
para la conservación, se describe una serie de tareas y acciones para cada uno de
los componentes contemplados para la conservación de las especies de tapires,
especialmente para el tapir andino. De igual manera, se detallan las iniciativas
surgidas durante los últimos años en el marco de programas, proyectos y otros
esfuerzos de investigación desarrollados por distintos organismos (TSG, 2011).
A través de este trabajo se espera aportar a la conservación del tapir en el Ecuador,
especialmente de la especie andina, Tapirus pinchaque, con el ánimo de que las
instituciones continúen trabajando de manera articulada y coordinada en beneficio
del género Tapirus y de la gran biodiversidad que posee el país.

Fig. 12: Conservación in situ para T. pinchaque


Fig. 13: Conservación in situ para T. pinchaque

Fig. 14: Conservación ex situ para T. pinchaque


XI. APORTES A LA CONSERVACIÓN DEL TAPIR PINCHAQUE

Al igual que lo que ocurre con otras especies herbívoras las dietas del tapir en vida
libre han sido abundantemente estudiadas como se muestra en los dos primeras
investigaciones; sin embargo, la implementación de dietas similares en el manejo en
cautiverio no es una tarea sencilla debido a que se tienen que considerar diversos
factores que varían al no estar en su ambiente natural, como lo es el tiempo de
alimentación y las actividades que realizan, por otro lado también hay que tomar
en cuenta los requerimiento que tenga el tapir de acuerdo a su estado fisiológico.
En cautiverio, los grandes herbívoros son alimentados con una serie de ingredientes
como alimentos comerciales concentrados para equinos, frutas, vegetales, heno o
forraje en distintas cantidades; no obstante, las recomendaciones para la ración de
herbívoros, indican que deben poseer bajas cantidades de carbohidratos
rápidamente fermentables, como azúcares o almidones contenidos en frutas
comerciales y granos, incluyendo el pan y alimentos balanceados a base de granos,
ya que este tipo de alimentos pueden afectar su proceso de digestión que se basa
principalmente en la fermentación. La fracción de forraje puede incluir arbustos,
árboles, corteza, vainas y tallos que pueden ser utilizados como suplemento de
nutrientes e insumos de enriquecimiento conductual. En algunas especies, como el
tapir, la provisión de cantidades suficientes de forraje se considera fundamental
para su manejo alimenticio en cautiverio.
Teniendo en cuanta lo mencionado previamente, las recomendaciones sugeridas
por el autor, para la formulación de dietas de tapires en cautiverio (adulto,
mantenimiento) deberán procurar ofrecer los siguientes niveles de inclusión:
 Heno de gramíneas (pastos) o leguminosas (alfalfa, treboles, trifolios, vicias,
soya, guar, etc.), y/o ramas jóvenes de árboles o arbustivas de la región
(Árboles o arbustos previamente identificados y analizados químicamente) –
60%
 Alimentos comerciales (≥12% PC en base seca, <5% almidones) – 15-20%
 Frutas, Verduras, Hortalizas (preferentemente verdes. Utilizar estos insumos
principalmente para el manejo rutinario de revisión médica y/o
entrenamiento.) – 20-25%
En cuanto a los programas de conservación mencionados podemos observar que
ya se presenta un panorama más claro de lo que se debe realizar y cuánto tiempo
tomará. El tapir de montaña, T. pinchaque, es una especie de distribución limitada
cuya población se encuentra amenazada principalmente por el efecto de las
actividad de origen antrópico sobre su hábitat. El impacto que generen estas
amenazas determina el riesgo de extinción de las poblaciones direccionando
respuestas de adaptación, desplazamiento o extinción local. Actividades como la
cacería y alteración del hábitat pueden provocar a corto plazo la rápida
disminución del tamaño poblacional, aumentando la posibilidad de endogamia y
deterioro de la diversidad genética. Aunque el flujo génico sucede entre las
poblaciones de tapires de montaña y no existe un aislamiento por distancia, de no
mantenerse la integridad de los corredores que conectan las áreas donde existen
tapires de montaña, este flujo puede verse deteriorado y por ende deteriorar la
viabilidad de las poblaciones a largo plazo. Adicionalmente, la planeación de
estrategias de conservación debe realizarse con una visión regional y generar una
reacción en cadena de las actividades realizadas en Colombia hacia Ecuador y
viceversa. Los agentes tomadores de decisiones tanto a nivel local como regional
que guían acciones para la conservación de la especie, debemos hacer uso de las
herramientas que proporcionan las políticas públicas a favor de la conservación de
la biodiversidad, así como para reclamar su protección en lugares en donde las
políticas públicas no tienen acción o su efectividad es nula.
Es importante realizar estudios que contribuyan al conocimiento de las poblaciones
de las cuales no hay información suficiente o cuyos últimos reportes de avistamiento
de individuos son de varios años atrás en donde la probabilidad de extinción local
haya sucedido recientemente, como son las poblaciones reportadas sobre la
Cordillera Occidental.
Sgún Bernal (2015), disciplinas como la genética de la conservación, fisiología
animal y vegetal, biología de poblaciones, salud animal y ecología, enriquecen el
conocimiento de la situación actual de las poblaciones de tapires y por ende, el
desarrollo de investigaciones de este tipo, provee herramientas claves para la
conservación de las especies. El tapir de montaña juega un papel importante en el
mantenimiento de funciones ecológicas de gran importancia para el
mantenimiento de los páramos y de las especies de fauna y flora que allí habitan
mediante la dispersión de semillas; componente importante para la dinámica de los
bosques que afecta su densidad, distribución espacial, y la diversidad genética de
las especies vegetales

XII. BIBLIOGRAFÍA

 Lizcano, D.J., Amanzo, J., Castellanos, A., Tapia, A. & Lopez-Malaga, C.M. 2016.
Tapirus pinchaque. The IUCN Red List of Threatened Species 2016:
e.T21473A45173922. http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2016-
1.RLTS.T21473A45173922.en. Downloaded on 05 December 2017.
 Loor, D. K. B., & Puig, J. P. R. (2011). Dieta del tapir de montaña (Tapirus
pinchaque) en tres localidades del corredor ecológico Llangantes–Sangay.
Serie Zoológica, 7, 1-13.
 Bernal Rincón, L. A. (2015). El tapir de montaña, análisis de riesgo y estrategias
para la conservación de una especie en peligro de extinción (Master's thesis).
 Fierro Alabarda, C. A. (2015). Corredores biológicos como una estrategia de
conservación: el caso del Corredor de Conservación Llanganates–Sangay,
Ecuador (Bachelor's thesis, PUCE).
 Acosta, H., Cavelier, J., & Londono, S. (1996). Aportes al conocimiento de la
biología de la danta de montaña, Tapirus pinchaque, en los Andes Centrales
de Colombia. Biotropica, 258-266.
 Lizcano, D. J., & Cavelier, J. (2004). Características químicas de salados y
hábitos alimenticios de la danta de montaña (Tapirus pinchaque Roulin, 1829)
en los Andes Centrales de Colombia. Mastozoología neotropical, 11(2), 193-
201.
 Sánchez-Trocino, M. Nuevas recomendaciones para el manejo nutricional del
tapir en cautiverio. Tapir Conservation, 6.

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