Вы находитесь на странице: 1из 2

Como se determina el octanaje de la gasolina

Para medir el octanaje se establecen patrones de él, así se considera el octano,


(hidrocarburo con alta resistencia a la auto inflamación) con octanaje 100 y el
hexano (hidrocarburo que se auto inflama fácilmente) con octanaje 0 de tal forma
que una gasolina que soporte las mismas presiones que el octano puro será de
octanaje 100 y una que solo soporte las presiones del hexano será de octanaje 0.

Para la determinación del octanaje de una gasolina esta se utiliza en un motor de


laboratorio que tiene la posibilidad de poder variarle la relación de compresión
de manera que esta se va subiendo hasta que se produzca la auto inflamación,
luego se compara con la mezcla de octano-hexano que tiene el mismo grado de
resistencia a la auto inflamación y ese es el octanaje de la gasolina.

En el comercio pueden encontrarse gasolinas cuyo octanaje va desde 76 hasta 95


(dependiendo del país) lo que significa que tienen resistencias a la auto
inflamación equivalentes a mezclas de octano-hexano con el 76% hasta el 95% de
Octano.

Gasolina aviones y helicópteros


Ya se sabe de antemano que la gasolina y el gasóleo A (de automoción) son los
combustibles por excelencia de los vehículos con ruedas y a motor como los coches,
motocicletas, autobuses, etc. Al igual que sucede con los medios de transporte
marítimo o con los barcos pesqueros o de fondeo que también utilizan gasolina
o gasoil bonificado para poder circular.
En cambio, los medios de transporte aéreos como los helicópteros, avionetas y
aviones no utilizan gasolina o gasóleo diesel, utilizan un combustible
llamado ‘queroseno’. Este combustible se obtiene por destilación del petróleo y
tiene un color transparente con un ligero tono amarillento, además, posee una
densidad intermedia entre la gasolina y el gasóleo. Pero para poder hablar del
queroseno y los aviones hay que diferenciar entre los aviones que utilizan
turborreactores y los que utilizan turboventiladores.
Los turboventiladores son una generación de motores a reacción que
reemplazaron a los turborreactores. Éstos se caracterizan por tener un ventilador
en la parte frontal del motor, con el que el aire al entrar se divide en dos caminos. Y
no es la única diferencia, ya que, los turboventiladores consumen menos
combustible, lo que los hace más económicos, producen menor contaminación y
reducen el ruido ambiental. Pero la gran diferencia es que el turboventilador utiliza
otro tipo de combustible llamado ‘JET A-1’.
El ‘JET A-1’ es un tipo de queroseno que procede de la destilación del crudo del
petróleo que sólo se utiliza en aeronaves propulsadas por motores de turbina. Su
función principal es suministrar potencia al avión, por eso es tan importante que su
contenido energético y su calidad de combustión sean altas y cumplan con las
expectativas.
Las principales características de este combustible son que es inflamable a
temperaturas superiores a 38 ºC en presencia de llama o chispa, que tiene una gran
potencia calorífica que permite obtener la máxima energía posible con el mínimo
peso, que cuenta con una pequeña volatilidad que le permite evitar las pérdidas por
evaporación y los peligros de incendio en caso de accidente, que su punto de
cristalización y congelación es muy bajo, siendo perfectos para los aviones ya que,
a las alturas a las que se desplazan, las temperaturas son muy bajas, y que también
es posible usarlo como fluido hidráulico en los sistemas del motor y como
refrigerante en otros componentes del sistema de combustible.
En Repsol fabrican este carburante de aviación en sus refinerías y comprueban la
calidad del producto durante todo el proceso de fabricación, garantizando un
carburante JET A-1 con un alto nivel de limpieza, sin contaminación de otros
productos, sin contaminación microbiológica, sin agua y sin partículas sólidas.
Repsol garantiza las óptimas condiciones de este combustible, además, en caso de
investigación por cualquier motivo es fundamental aportar a las autoridades
competentes de la investigación la procedencia y certificación del combustible que
fue suministrado al avión a lo largo de todo el proceso de producción, transporte y
entrega.
En conclusión, la incorporación de los turboventiladores en los aviones modernos
es un gran beneficio para el mantenimiento del equilibrio ecológico y para la
conservación del medioambiente ya que estos motores utilizan combustible JET
A-1, un combustible que es fabricado por Repsol en sus propias refinerías y que es
mucho más ecológico, sano y limpio que el resto de los querosenos.

Вам также может понравиться