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El papel de los medios de

comunicación según Noam Chomsky


En el artículo “El papel de los medios de comunicación” de Noam Chomsky se habla acerca
de las nuevas estrategias que se utilizan para gobernar los estados democráticos del mundo.
Chomsky desarrolla en el texto, la idea de cómo es que, a partir de los medios de
comunicación, la democracia es a su vez un estado totalitario. Nos dice que, a través de la
propaganda, desde los años veinte se han construido estados democráticos y se ha eliminado
el sentido de unidad comunitaria.

Según el artículo, la sociedad se encuentra jerarquizada en: los dueños de la sociedad, grupo
especializado, el rebaño perplejo y a partir de los años 70, los integrantes del movimiento
crisis democrática. Los dueños de la sociedad, son aquellos que tienen los medios de
producción a la mano, aquellos que poseen la riqueza y autoridad ilimitada sobre los otros
grupos.

El grupo especializado consiste en todo el sistema político, cámaras, presidentes, empleados


gubernamentales de alto rango que son los que trabajan para los dueños de la sociedad.
Mientras que el rebaño perplejo es la masa, es decir la población general que esta designada
a aceptar, sin darse cuenta, todas las pautas que los otros dos bloques establecen. Y el
movimiento crisis de la democracia, es el conjunto de personas que son capaces de tener un
sentido comunitario, al mismo tiempo que se encuentran en constante pugna con los otros
tres bloques, este grupo de personas, son los que se encuentran de una u otra manera,
luchando desde pequeñas trincheras por el despertar y cambio social; ejemplo de ellos los
ecologistas, las feministas etc.

Es a través de esta estructuración que Chomsky explica como la propaganda se encarga de


establecer una opinión pública a través de la creación de consensos. Esto tiene como
justificación el hecho de que la clase especializada es la que se encuentra más capacitada para
la toma de decisiones importantes, para las cuales el rebaño perplejo no está preparado debido
a la falta de habilidades de raciocinio, que aparentemente el grupo especializado sí posee.
Bajo esta premisa este grupo con capacidad total de raciocinio, establece un rango de toma
de decisiones que no le competen al público en general, pero si a los dueños de la sociedad.
Es decir que son los encargados de cuidar los intereses de “todos”.

Es por medio de la propaganda a través de las telecomunicaciones que instauran una cadena
de desinformación, una herramienta eficaz para combatir las dudas y manipular la opinión
pública. De este modo se mantiene controlada a la sociedad, la mantienen distraída con
slogans vacíos, les avivan un sentimiento patriótico e irracional, los convencen
mediáticamente de que no existe otra alternativa más que la presentada por los altos mandos.
También, esta manipulación de la información les permite crear pruebas a favor de los
supuestos que, la clase especializada obra a través de leyes, de las decisiones bélicas, y de la
construcción de un patriotismo exacerbado.

La fórmula Mohawk Valley es un ejemplo claro de esta manipulación masiva. Dicho


experimento se dio en 1937 al oeste de Pennsylvania en una huelga de los trabajadores de
aceros Johnstown. Los ejecutivos de esta empresa comenzaron una propaganda en la que se
desvirtuaba el movimiento de los obreros que pretendían un sindicato. La estrategia consistió
en crear una serie de slogans que establecieran una relación familiar entre los trabajadores y
los empresarios, ponen como bandera el orgullo y estilo de vida norteamericano, donde los
malvados sindicalistas pretendían romper la paz de los individuos que si respetaban el ser
estadounidenses. Lo cual, hizo a la opinión pública rechazar completamente las acciones de
los huelguistas, con lo cual se desmantelo el movimiento.

Este tipo de métodos se ha utilizado antes, nos explica el autor, que se usó para crear un
ambiente de rechazo total a los rojos en el movimiento de Lenin. Así como también ocurrió
en la primera guerra mundial, cuando Woodrow Wilson logro que la población
estadounidense pasara de estar en desacuerdo con el ataque a los alemanes a apoyar
completamente la causa, esto fue gracias a las historias infundadas y otra vez a las
propagandas hechas a través de los medios masivos disponibles en la época. Estos ejemplos
nos permiten visualizar el poder que poseen las personas que son los dueños de la sociedad
para poder lograr cumplir sus intereses.

También se percibe, según el texto, la forma en que la sociedad se encuentra atemorizada y


presionada por la opinión publica inventada. En el caso de Estados Unidos se nota en las
encuestas que se han hecho con respecto a la aprobación de las invasiones que realiza el
estado en otros países. Según Chomsky los resultados obtenidos de dichas encuestas apuntan
a que la gente piensa que al estar en desacuerdo con la opinión pública se verá como
extravagante, por cual no expresa sus ideas en público y queda en la completa ignorancia de
saber si hay otras personas que piensan como ellos. He aquí, que la táctica conlleva el de
fomentar la individualidad para que la población no tenga la intención de congregarse a
compartir opiniones y descubrir que tienen el poder de cambiar e intervenir en las políticas
del país.
También mencionar que, a través de la manipulación de medios, por ejemplo, se puede
convertir a quien se desee en un enemigo público de los estados unidos, y justificar al estado
por los crímenes que comenten en sus invasiones, haciendo que la opinión publica los haga
quedar como justos. Es decir que, la capacidad de tener el control total de la información que
fluye en un país es proporcional a la habilidad que tendrán para manipular a la población.
Por lo que la democracia es un sistema totalitario en que los individuos se ven sometidos en
total libertad, gracias a que les han impuesto sigilosamente la idea de que la vida es algo
simple, sin que puedan hacer mucho por cambiar las cosas del mundo en el que coexisten
con otros individuos.

Sin embargo, apunta Chomsky, que sí existen, afortunadamente, una serie de grupos que se
imponen a seguir siendo manipulados por los preceptos que les intenta instalar el estado.
Estos grupos nacen de la crisis democrática en los estados unidos, puesto que es cuando los
ambientalistas, las mujeres, comienzan a cuestionar los valores que se han ponderado en la
sociedad, y se dan cuenta de este mecanismo oculto que manipula la consciencia colectiva
social. Es entonces comienzan a unirse, a platicar sus ideas y formar los actuales movimientos
que están dando batalla al sistema político. Estos movimientos se expanden por el mundo,
permitiendo que en los demás países también exista un despertar intelectual a favor de la
verdadera libertad.

-Margarita Pozas Tzintzun

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CONTENIDO

ENTREVISTA A NOAM CHOMSKY:


”EL LAVADO DE CEREBROS EN
LIBERTAD ES MÁS EFICAZ QUE EN
LAS DICTADURAS”
Inicio » Artículos/Noticias » Medios de Comunicación » Entrevista a Noam Chomsky: ”El
lavado de cerebros en libertad es más eficaz que en las dictaduras”
FEBRERO 4, 2015
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El escritor Noam Chomsky de los EEUU habla de los mecanismos detrás de la comunicación
moderna, un instrumento esencial de gobierno en los países democráticos, tan importantes
para nuestros gobiernos como la propaganda es a una dictadura.

– Empecemos por el asunto de los medios de comunicación. En Francia, en mayo del


2005, con ocasión del referéndum sobre el tratado de la Constitución Europea, la mayor
parte de órganos de prensa eran partidarios del ”sí”, y sin embargo 55% de los
franceses votaron por el ”no”. Luego, la potencia de manipulación de los medios no
parece absoluta. ¿Ese voto de los ciudadanos representaría también un ”no” a los
medios?
– El trabajo sobre la manipulación mediática o la manufactura del consentimiento hecho por
Edgard Herman y yo no aborda la cuestión de los efectos de los medios en el público [1]. Es
un asunto complicado, pero las pocas investigaciones que profundizan en el tema sugieren
que, en realidad, la influencia de los medios es más importante en la fracción de la población
más educada. La masa de la opinión pública parece menos tributaria del discurso de los
medios.
Tomemos, por ejemplo, la eventualidad de una guerra contra Irán: 75% de los
norteamericanos estiman que Estados Unidos debería poner fin a sus amenazas militares y
privilegiar la búsqueda de un acuerdo por vías diplomáticas. Encuestas llevadas a cabo por
institutos occidentales sugieren que la opinión pública iraní y la de Estados Unidos convergen
también en algunos aspectos de la cuestión nuclear: la aplastante mayoría de la población de
los dos países estima que la zona que se extiende de Israel a Irán debería estar completamente
despejada de artefactos de guerra nuclear, comprendidos los que poseen las tropas
norteamericanas de la región. Ahora bien, para encontrar este tipo de información en los
medios, es necesario buscar mucho tiempo.
En cuanto a los principales partidos políticos de los dos países, ninguno defiende este punto
de vista. Si Irán y Estados Unidos fueran auténticas democracias en cuyo interior la mayoría
determinara realmente las políticas públicas, el diferendo actual sobre lo nuclear ya estaría
sin duda resuelto. Hay otros casos así.
En lo que se refiere, por ejemplo, al presupuesto federal de Estados Unidos, la mayoría de
norteamericanos desean una reducción de los gastos militares y un aumento, por el contrario,
en los gastos sociales, créditos otorgados a las Naciones Unidas, ayuda económica y
humanitaria internacional, y por último, la anulación de las bajas de impuestos decididas por
el presidente George W. Bush a favor de los contribuyentes más ricos.
En todos estos asuntos la política de la Casa Blanca es totalmente contraria a los reclamos de
la opinión pública. Pero las encuestas que revelan esta oposición pública persistente
raramente son publicadas en los medios. Es decir, a los ciudadanos se les tiene no solamente
apartados de los centros de decisión política, sino también se les mantiene en la ignorancia
del estado real de esta misma opinión pública.
– Cuando se les pregunta a los periodistas, si sufre presiones responden
inmediatamente: ”Nadie me ha presionado, yo escribo lo que quiero. ” Es cierto.
Solamente, que si tomaran posiciones contrarias a la norma dominante, ya no
escribirían sus editoriales. La regla no es absoluta, desde luego; a mí mismo me sucede
que me publiquen en la prensa norteamericana, Estados Unidos no es un país totalitario
tampoco. Pero cualquiera que no satisfaga ciertas exigencias mínimas no tiene
oportunidad alguna de alcanzar el nivel de comentador con casa propia.
El sistema de control de las sociedades democráticas es muy eficaz; instila la línea directriz
como el aire que respira. Uno ni se percata, y se imagina a veces estar frente a un debate
particularmente vigoroso. En el fondo, es mucho más rendidor que los sistemas totalitarios.
No olvidemos cómo se impone siempre una ideología. Para dominar, la violencia no basta,
se necesita una justificación de otra naturaleza. Así, cuando una persona ejerce su poder sobre
otra -trátese de un dictador, un colono, un burócrata, un marido o un patrón-, requiere de una
ideología que la justifique, siempre la misma: esta dominación se hace ”por el bien” del
dominado. En otras palabras, el poder se presenta siempre como altruista, desinteresado,
generoso.
(*) Periodista de Le Monde Diplomatique. Francia, en manueldammert.com

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