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Afrodescendiente en Panamá con base en los datos del XI Censo de Población y VII de
Vivienda de 2010
Estudiante: Angélica Lineth Caballero Rodríguez cédula: 4-790-850 Doctor: Manuel Nazas
Población total
La Contraloría General de la República a través de Instituto Nacional de Estadística y Censo presenta en esta
oportunidad el boletín especial denominado "Resultados Finales Básicos", con información obtenida durante el
XI Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, levantado el 16 de mayo del 2010. Donde establece que
había una población de 3.643 millones (2010). Sin embargo, para noviembre del 2016 los datos demográficos
estiman una población alrededor de 4 058 372 habitantes convirtiéndose así en uno de los países menos
poblados del continente americano.
Emberá 10,001
Ngöbe-Buglé 156,747
Análisis: Como podemos ver en la tabla anterior se muestra claramente que la provincia con mayor número de
habitantes es la provincia de Panamá, esto debido a que aquí se encuentra la urbe capitalina donde las
facilidades de empleo, turismo, vivienda y transporte facilitan el desarrollo económico, político y social. Sin
embargo, así como se enmarca fuertemente el desarrollo en ciertas provincias vemos de igual forma que la
provincia con menos desarrollo es Darién. La población de esta provincia se caracteriza por ser escasa, dispersa
y heterogénea, y está localizada en numerosos centros poblados pequeños vinculados a los cursos de agua. Se
registran permanentemente flujos migratorios muy significativos desde y hacia la provincia.
Por otro lado, las comarcas reflejan una gran situación de marginalidad y pobreza que afectan a los pueblos
indígenas en Latinoamérica y es casi conocida por la falta de una política real a estas comunidades, en que
reclaman sus territorios ancestrales para que le sean reconocidos por los Estados Nacionales, asimismo en la
participación en las estructuras del gobierno y programas estatales para resolver de una forma sus problemas.
Sin embargo en estos últimos años han ocurrido cambios que ha afectado sus estructuras tradicionales
provocando que se esté desvalorando su identidad cultural, por las políticas de “desarrollo” de los gobiernos
nacionales, en que proponen planes y programas fuera del contexto de las realidades indígenas, y por ello, en la
actualidad existen conflictos en los territorios indígenas por la falta de comprensión de la sociedad nacional.
Extraída de la fuente: CIA World Factbook - información correcta hasta el 9 de julio de 2017.
Panamá es uno de los países más étnicamente diversos del mundo. Su población está compuesta por mestizos,
mulatos, negros, blancos, indígenas y de orígenes étnicos variados como son: Chinos, hindúes, judíos,
españoles, estadounidenses, colombianos, italianos, argentinos, griegos, franceses, árabes, dominicanos,
chilenos, venezolanos etc. Además 7 grupos indígenas
La seguridad social se define como “ la protección que la sociedad proporciona a sus miembros mediante una
serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la
desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo o
enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte y también la protección en forma de asistencia
médica y de ayuda a las familias con hijos".(Organización Internacional del Trabajo-OIT)
El objetivo fundamental de la seguridad social radica en que todo ser humano tiene derecho de vivir una vida
digna, es por ello que el Estado es el garante de brindar protección y seguridad social a todos sus habitantes. El
31 de marzo de 1941 se crea la Caja de Seguro Social, cuya misión es “ofrecer seguridad social a los asegurados
a través de los servicios de salud integral y medios económicos de subsistencia”. La Caja de Seguro Social es la
que administra el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) el que está dirigido a pagar las prestaciones en
dinero, en forma de pensiones o indemnizaciones, financiado a través de: las cuotas que se descuentan a los
asegurados, las cuotas que pagan los empleadores por cada trabajador, las cuotas voluntarias el aporte del estado
y los intereses de depósitos bancarios.
Según el censo del 2010, de los 353,888 adultos de 60 y más años de edad que habitan en viviendas particulares
ocupadas, el 34.1 por ciento (120,504), señaló ser jubilado o pensionado por vejez de la Caja de Seguro Social,
de estos el 53.4 por ciento son hombres y el 46.6 por ciento mujeres. Las personas en edades avanzadas que
dijeron no tener seguro social o no declararon, representan el 29 por ciento del total; 100, 831, de los cuales el
58 por ciento son hombres y el 42 son mujeres. De los 81,727 adultos de 60 y más años edad que declararon ser
beneficiarios de la Caja de Seguro Social, representan el 23.1 por ciento y de los que aproximadamente, el 78
por ciento son mujeres.
Los asegurados directos (31,359) representan el 9 por ciento del total de adultos en edades avanzadas, de los
cuales aproximadamente, el 70 por ciento son hombres.
La población adulta mayor que no está protegida bajo el programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de
Seguro Social, ahora cuenta con un programa de asistencia económica que inició en el 2009, mediante Ley
No.44 del 4 de agosto bajo el nombre de “100 a los 70” y que otorga transferencias monetarias a los adultos
mayores de 70 años que no tienen jubilación ni pensión y que están en riesgo social, vulnerabilidad, pobreza y
marginalización. Esta asistencia económica, en sus inicios, consistía en el pago de 100 balboas mensuales, de
manera bimestral. En el 2010, se agregan criterios de inclusión a los beneficiarios de este programa, entre los
cuales están la marginalización, pobreza y vulnerabilidad, ya que los requisitos para tener acceso a este
beneficio eran: tener 70 años, ser de nacionalidad panameña y no ser ni jubilado ni pensionado. En el 2013 y
mediante la Ley 117 de 11 de diciembre, se cambió el nombre de “100 a los 70” a “120 a los 70”, lo que
produce un incremento mensual de 20 balboas. Hacia el 2014 y mediante la Ley 15 del 1 de septiembre, se
modifica la edad de acceso a dicho programa, quedando como “100 a los 65” y que comenzó a ser efectivo
desde enero del 2015. Este pago se hace efectivo en presencia del adulto mayor beneficiado o de la persona que
ejerza representación legal o esté autorizado para ello, en caso de que el beneficiario no pueda movilizarse.
(Rojas, 2013).