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18
Copépodos
Damià JAUME1, Mercedes CONRADI2, Pablo J. LÓPEZ-GONZÁLEZ2
1. IMEDEA (CSIC-IUB), Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.
C/ Miquel Marquès 21, 07190-Esporles (Illes Balears)
2. Departamento de Fisiología y Zoología, Universidad de Sevilla. C/ Reina Mercedes, 6. 41012-Sevilla
Con alrededor de 11.500 especies descritas, constituyen el grupo de metazoos más numero-
so en cuanto a individuos se refiere. La cantidad de copépodos presentes en la Tierra en un
momento dado es astronómica: piénsese sólo en los alrededor de 1.347 millones de km3 de
agua oceánica, y la cifra resultante (1021) de extrapolar a este volumen inmenso una densi-
dad de copépodos de sólo 1 ind/m3, muy por debajo por otra parte de las ordinarias determi-
nadas directamente en el mar, que oscilan entre los 100 y los 70.000 ind/m3. Principalmen-
te acuáticos, aunque se conocen unas pocas especies propias del mantillo de bosques
húmedos, han colonizado prácticamente todos los hábitats, desde las fosas oceánicas más
profundas hasta lagos de montaña en el Himalaya, así como todo tipo de ambientes extre-
mos, desde humeros hidrotermales hasta aguas subterráneas. El grupo ha experimentado
una importante radiación adaptativa y diversificación de formas como parásito o comensal
de vertebrados e invertebrados acuáticos, sobre todo en el mar, utilizando hasta un total de
16 fila hospedadores distintos. Si bien el número de especies dulceacuícolas es considera-
ble (alrededor del 21% de las descritas), la mayor diversificación, en cuanto a taxones de
rango supraespecífico se refiere, se alcanza en los océanos. Su papel ecológico en los eco-
sistemas acuáticos es fundamental, sobre todo en el medio pelágico: sus migraciones nicte-
merales, con ascenso nocturno a las capas superficiales donde se localiza el fitoplancton
para alimentarse, y descenso diurno a aguas profundas para defecar (hasta 200 pellets per
cápita y día), los convierten en un elemento clave en el ciclado de nutrientes. Sanitariamen-
te, su interés no es tampoco desdeñable: algunas especies dulceacuícolas son hospedadores
intermediarios de parásitos humanos peligrosos, como algunas tenias, o de los causantes de
enfermedades como la dracunculiasis (Dracunculus medinensis L.; Nematoda).
1. CARACTERES GENERALES
a) Diagnosis
Identificar un copépodo de vida libre a primera vista es relativamente sencillo, pero la
profusión de especies parásitas, muchas de ellas extremadamente modificadas, requiere
de un refinamiento en la diagnosis del grupo. Así, un copépodo es un crustáceo maxiló-
podo* que presenta en algún estadio de su desarrollo:
– Al menos dos pares de patas natatorias con los miembros de cada par conectados
entre sí por una placa rígida, el esclerito intercoxal, que permite el batido síncrono
de los miembros de cada par.
* Junto a los Copépodos, conforman esta clase de crustáceos los Tecostráceos (= Cirrípedos y afines), Ostráco-
dos, Mistacocáridos, Branquiuros y Tantulocáridos.
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b) Tamaño
Los copépodos son animales de tamaño corporal reducido, en general de entre 0,2 y 5 mm.
No obstante, algunas formas de vida libre pueden alcanzar los 28 mm. El récord de ta-
maño lo ostentan, sin embargo, algunas especies parásitas de peces, de hasta 25 cm de lon-
gitud.
c) Tagmosis
El cuerpo se compone de un cefalosoma de 6 somitos, y un tronco de 9 somitos más tel-
son (fig. 2). Los 6 primeros somitos del tronco se consideran torácicos por homologación
con el plan corporal de otros maxilópodos, y el resto, abdominales.
El cefalosoma está constituido por 5 somitos cefálicos portadores, respectivamente y
por este orden, de un par de anténulas, antenas, mandíbulas, maxílulas y maxilas, más el
que por homologación con otros grupos de maxilópodos se identifica como un primer so-
mito torácico cuyo par de apéndices se hubiera modificado perdiendo su función locomo-
tora primigenia, y adoptado otra relacionada con la manipulación del alimento: es decir,
transformado en lo que técnicamente se denomina un par de maxilípedos. Hablando con
propiedad, no estaríamos por tanto ante un cefalosoma sino ante un cefalotórax, aunque
este último término se reserva al hablar de copépodos para denominar a otra combinación
de somitos, como se verá a continuación. Los somitos del cefalosoma presentan los tergi-
tos fusionados entre sí constituyendo el denominado escudo cefálico. El margen anterior
de este escudo puede proyectarse anterior- o anteroventralmente hasta conformar un ros-
tro más o menos desarrollado y de morfología variable según la especie (figs. 2a y 2b),
portador o no de un par de filamentos rostrales (figs. 7a y 7b).
Los 5 somitos situados inmediatamente a continuación del cefalosoma (es decir, los
somitos torácicos 2 a 6) portan ventralmente cada uno un par de patas natatorias birrá-
meas, de ahí su denominación de somitos pedígeros. En estos somitos se distingue un ter-
gito dorsal, dos pleuras laterales soldadas al anterior, y un esternito ventral. En muchos
taxones el primero de estos somitos se halla no obstante completamente integrado en el
cefalosoma, conformando el conjunto un cefalotórax (fig. 7a).
Tras el quinto somito pedígero se halla el somito genital (correspondiente al séptimo
somito torácico de otros maxilópodos), donde se localizan los orificios genitales, protegi-
dos cada uno de ellos por un opérculo genital homologable a un miembro extremadamen-
te modificado del que sería un sexto par de patas. A continuación del somito genital se
suceden tres somitos abdominales, carentes de apéndices. Tanto el somito genital como
los abdominales tienen forma de anillo, no pudiéndose distinguir en ellos tergito, pleuras
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COPÉPODOS 305
(c) (d)
(a) (b)
(e)
(f)
(i)
(h)
(g)
Figura 1. Diversidad morfológica entre los copépodos. Formas de vida libre: (a) hembra adulta de Cyclops
abyssorum, Ciclopoide dulceacuícola; (b) detalle de la quinta pata del mismo ejemplar; (c) macho de Paracar-
tia grani, Calanoide marino; (d) macho de Ameira exilis, Harpacticoide bentónico marino; (e) detalle de la quin-
ta pata del mismo ejemplar. Hembras de formas parásitas de peces extremadamente modificadas: (f) Lernaea
cyprinacea, Ciclopoide; (g) Chondracanthus zei, Poecilostomatoide; (h) Lernanthropus atrox, Sifonostomatoi-
de; (i) Lernaeenicus longiventris, Sifonostomatoide. Obsérvese la presencia de sacos ovígeros, único carácter
diagnóstico para reconocer como copépodos a estas formas parásitas.
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Figura 2. Tipos de tagmosis corporal en los copépodos. (a) hembra de Speleophria bunderae en vista dorsal,
Misofrioide con tagmosis podoplea; (b), vista lateral del mismo ejemplar; nótese el rostro (r) extremadamente
desarrollado; (c), hembra de Bunderia misophaga en vista lateral, Calanoide con tagmosis gimnoplea; (d), vista
dorsal del mismo ejemplar. Las flechas indican la posición de la articulación entre prosoma y urosoma.
o esternito alguno; bordeando su margen posterior corre un estrecho fleco hialino (figs.
7c, 7d y 7e), siendo su contorno –liso, denticulado o aserrado– potencialmente útil para
distinguir entre especies próximas. En la mayoría de especies de copépodos, el primer so-
mito abdominal de la hembra se halla completamente fusionado con el somito genital
(figs. 7a y 7b).
Finalmente se halla el telson, portador de un par de ramas caudales, en el que se abre
el ano. En muchos copépodos éste se halla cubierto por una extensión posterior de la su-
perficie dorsal del telson, el denominado opérculo anal (figs. 7c y 7d), cuya morfología y
ornamentación pueden tener interés taxonómico. En algunos Harpacticoides sin opérculo
genital, éste se ve substituido por un pseudopérculo constituido por un recrecimiento del
fleco hialino del último somito abdominal.
Cefalosoma, somitos torácicos, abdominales y telson se disponen característicamente
conformando dos tagmas: uno anterior o prosoma, más o menos ensanchado, y otro poste-
rior o urosoma más estrecho, separados uno del otro por una zona de flexión. La posición
de esta zona de flexión varía según el grupo de copépodos considerado, pudiendo situarse
entre el sexto somito torácico (= el quinto portador de patas natatorias) y el somito genital,
en cuyo caso hablamos de tagmosis gimnoplea (figs. 2c y 2d), o entre el quinto y el sexto
somito torácico (es decir, entre el cuarto y el quinto portadores de patas), hablándose en-
tonces de tagmosis podoplea (figs. 2a y 2b). En Harpacticoides vermiformes o fusiformes,
muy modificados para la vida intersticial, no parece haber solución de continuidad entre
prosoma y urosoma, hablándose en este caso de tagmosis dolicoplea (fig. 1d).
d) Ojo naupliar
Es un órgano presente en principio en todos los órdenes de copépodos excepto en Miso-
frioides, Gelielloides y Platicopioides. Tiene una estructura básica tripartita, con dos oce-
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COPÉPODOS 307
e) Ciclo vital
Los copépodos son gonocóricos: los sexos son separados. En el apareamiento no hay có-
pula, sino que el macho transfiere el esperma a la hembra dentro del espermatóforo, una
estructura vesiculiforme oval que emplaza en contacto con alguno de los dos poros copu-
ladores que se abren en el segmento genital de ésta. El desarrollo ontogenético es anamór-
fico, esto es, gradual, sin metamorfosis. Se pasa por 6 estadios naupliares/metanaupliares,
a los que suceden 5 estadios de copepodito antes de alcanzar el estadio adulto. Los adultos
no mudan. Los nauplios tienen el cuerpo ovalado e insegmentado, y en principio sólo tres
pares de apéndices (anténulas, antenas y mandíbulas); los diferentes estadios nauplia-
res/metanaupliares (NI a NVI) se distinguen entre sí por el grado de desarrollo alcanzado
por los tres pares de apéndices anteriormente citados, así como por la aparición secuencial
de muñones correspondientes a las maxílulas, maxilas, maxilípedos y los dos primeros pa-
res de patas; cuando el nauplio pasa a tener más de tres pares de apéndices funcionales se
le denomina metanauplio.
Los 5 estadios de copepodito (CI a CV) tienen ya la forma de copépodo característica,
con el cuerpo segmentado. Dado que la proporción de ellos en una población puede ser
elevada, cabe prestar especial atención a su correcta identificación; la confusión entre es-
tadios de copepodito (sobre todo de CV) con el de adulto es un error frecuente y motivo
de confusión y desesperación para el no iniciado, puesto que la mayoría de claves de cla-
sificación disponibles utilizan caracteres o estados de caracteres sólo manifiestos en los
adultos. La distinción entre todos estos estadios es, no obstante, relativamente fácil aten-
diendo a las siguientes características:
f) Aparato reproductor
Es básicamente pareado en ambos sexos. En general, las glándulas y los conductos que lo
integran pueden discernirse por transparencia dentro del segmento genital, y su morfolo-
gía, número y disposición constituyen una fuente de caracteres potencialmente útiles para
la clasificación de los diferentes taxones. El aparato reproductor lo integran en ambos se-
xos un par de gónadas, gonoductos y aperturas genitales, abriéndose estas últimas en la
región postero-ventral del segmento genital. No obstante, esta estructura básica se ve fre-
cuentemente modificada por regresión total o parcial de algún miembro del par, por des-
plazamientos que enmascaran la disposición simétrica original, o bien por la integración
total o parcial de los miembros del par en uno sólo.
El aparato reproductor femenino es especialmente complejo (fig. 7c): cada uno de los
dos orificios genitales está cubierto por su correspondiente sexta pata (opérculo genital),
modificada para tal fin. En cada orificio genital, que no es más que una depresión curticu-
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lar, se abre un poro copulador, donde el macho sitúa el espermatóforo durante el aparea-
miento. El poro copulador conecta con el receptáculo seminal vía un conducto copulador,
por el que circula el esperma. Éste es almacenado temporalmente en el receptáculo semi-
nal para su utilización ulterior en la fecundación. Del receptáculo seminal, el esperma
pasa vía conducto del receptáculo al antro genital (el orificio genital), donde desemboca
el oviducto a través del gonoporo, y allí tiene lugar la fecundación del óvulo. Los óvulos
así fertilizados salen al exterior al abrirse el opérculo genital.
En los machos, la estructura del aparato reproductor es mucho más simple: cada tes-
tículo conecta con su correspondiente gonoporo por un vas deferens a lo largo del cual se
forma el espermatóforo. El gonoporo se abre en el orificio genital, protegido por su co-
rrespondiente sexta pata.
a) Anténula
Es el apéndice implantado más anteriormente en el cefalosoma. Unirrámea y multiseg-
mentada, el número de segmentos que la integran es fijo para cada especie: no hay varia-
bilidad intraespecífica. El estudio comparado de la segmentación antenular de todos los
copépodos conocidos apunta a su derivación a partir de un patrón ancestral básico com-
puesto por 28 segmentos (identificados por convención en las descripciones taxonómicas
con números romanos: del I al XXVIII, empezando a contar por el más proximal; ver fig.
3a). En ninguna de las formas actuales se alcanza, no obstante, este número máximo: las
anténulas de los copépodos más primitivos conocidos expresan sólo 27 segmentos, y en
general el número de segmentos antenulares es mucho más reducido. Esta reducción se
debe a la profusión de fusiones intersegmentales (o mejor dicho, a fallos en la expresión
de las articulaciones intersegmentales durante la ontogénesis) en los distintos taxones.
Los segmentos antenulares reales, en el sentido de corresponder tanto a los ancestrales,
no modificados por fusiones con otros segmentos, como a aquellos compuestos por va-
rios segmentos ancestrales integrados, y que contabilizan como uno sólo, se identifican
por convención por números arábigos en las descripciones taxonómicas (del 1 al 27; ver
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COPÉPODOS 309
XXVIII
XXVII
XXVIII
XXVII
XXVI
XXV XXIV
XXV
XXIV
XXI
XXIII
XXIII
XXII
XXI
XX
XX
XIX
XVIII
XVII
XVI
XV
XIV
XIII
XII
XI
X
IX
VIII
VII
VI
V
IV
III
II
II IV
I
(a) (b)
Figura 3. Estructura antenular básica de los copépodos. (a) anténula de hembra adulta expresando el número
máximo de segmentos y de elementos de la armadura; (b) anténula geniculada masculina con algunas fusiones
intersegmentales y reducción de elementos de la armadura. La flecha indica la posición de la geniculación.
fig. 3b, donde se muestra una anténula de 22 segmentos, y puede trazarse su correspon-
dencia con los ancestrales de la fig. 3a).
Cada segmento antenular porta un número fijo de setas de función mecanorreceptora,
así como de estetascos, unas estructuras en forma de salchicha más o menos alargada de
función quimiorreceptora. El conjunto de estas setas y estetascos constituye la denomina-
da armadura de la anténula. El estudio comparado de esta armadura en todos los copépo-
dos conocidos apunta a su derivación a partir de un mismo patrón ancestral. Éste corres-
pondería a (ver fig. 3a):
b) Antena
Básicamente birrámea, está compuesta por un protópodo bisegmentado, un endópodo de
hasta 4 segmentos, y un exópodo de hasta 10 segmentos (fig. 4a). El segmento proximal
del protópodo, denominado coxa, puede llevar una seta sobre su margen medial (= inter-
no); el segmento distal o base puede llevar hasta 2 setas mediales. Coxa y base se hallan
fusionadas en muchos grupos constituyendo una coxobase.
Los segmentos del exópodo, como en el caso de la anténula, se identifican mediante
cifras romanas (del I al X, empezando por el más proximal) en el caso de segmentos an-
cestrales, y por cifras arábigas en el de segmentos reales. Los segmentos ancestrales I a
IX pueden llevar cada uno 1 seta medial; el X, 3 setas apicales. En las descripciones taxo-
nómicas suele describirse la armadura del exópodo mediante una fórmula que enumera
las setas presentes en cada segmento, empezando desde el proximal, separadas las cifras
correspondientes a cada segmento por comas; en el caso anterior la fórmula setal sería:
1,1,1,1,1,1,1,1,1,3.
En cuanto al endópodo, el primer segmento (el proximal) puede llevar hasta 2 setas
sobre el margen medial; el segundo, hasta 9 sobre el mismo margen; y el tercer y el cuar-
to segmentos hasta 5 y 2, respectivamente. Su fórmula setal básica correspondería por
tanto a 2,9,5,2. El cuarto segmento endopodal es diminuto, y en algunos grupos está par-
cialmente integrado en el tercero (fórmula setal resultante: 2,9,5+2), mientras que en la
mayoría lo está totalmente, resultando una fórmula setal de 2,9,7. El primer segmento del
endópodo puede estar integrado en la coxa en algunos grupos, denominándose entonces
alobase al segmento compuesto resultante (o coxo-alobase, en caso de que coxa y base se
hallaran a su vez fusionadas).
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COPÉPODOS 311
(a) 1 1 1 3
2 1 X
1 1 IX
5 VIII
VII Exópodo
1 VI
V
9 IV
1 III
Endópodo II
1 I
Coxa
4
Base
4
Endito basal
(c) 3
Enditos coxales 4 3 2
3
Endópodo
(b) 3
Enditos precoxales
Base
Coxa 10
Epipodito
Precoxa
Precoxa
Coxa (d)
Epipodito
Base
Endópodo
Endito
precoxal
5
Enditos coxales
2
4
4
3
3+1
Figura 4. (a) antena expresando el número máximo de segmentos y de elementos de la armadura; (b) maxila
expresando el número máximo de segmentos y enditos, y omitiendo la setación; (c) la misma maxila con la do-
tación completa de elementos de la armadura; (d) maxilípedo expresando el número máximo de segmentos y
elementos de la armadura.
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c) Labro
Se trata de un lóbulo musculoso y prominente situado sobre la línea media ventral del
animal. Dirigido postero-ventralmente, delimita la cavidad perioral anteriormente a la vez
que recubre la boca. En los Sifonostomatoides está muy modificado, constituyendo el la-
bio superior del característico cono oral de este grupo, descrito más adelante.
d) Mandíbula
Su estructura corresponde a la de un apéndice básico birrámeo, con protópodo bisegmen-
tado, exópodo y endópodo. La coxa (segmento proximal del protópodo) se halla, no obs-
tante, muy modificada y esclerotizada, proyectándose medialmente hasta conformar un
proceso denominado gnatobase, portador en su extremo distomedial de dientes y espinas,
así como de 2 setas dorsodistales (fig. 6a). La base (segmento distal del protópodo), junto
con el exópodo y el endópodo, constituye el denominado palpo mandibular. La base porta
un máximo de 4 setas sobre su margen medial (= interno). El exópodo está compuesto
por hasta 5 segmentos, cada uno con 1 seta sobre su margen medial excepto el segmento
terminal, con 2 setas; su fórmula setal máxima corresponde por tanto a 1,1,1,1,2. El endó-
podo, como máximo bisegmentado, puede alcanzar una fórmula setal máxima de 6,11,
con las setas del segmento proximal implantadas en su margen medial.
La gnatobase coxal puede aparecer muy modificada en algunos grupos en concordan-
cia con sus adaptaciones alimentarias. En Sifonostomatoides, grupo de hábitos parásitos,
toma forma de estilete muy alargado (fig. 6b) y se aloja dentro del característico cono
oral diagnóstico del grupo. Algunos grupos de Harpacticoides han sufrido una evolución
convergente hacia gnatobases estiliformes similares a las de los Sifonostomatoides, si
bien no alcanzan el grado de elongación de éstas. En los Poecilostomatoides, los dentícu-
los del extremo cortante de la gnatobase pueden presentar una articulación proximal con
ésta, y adoptar morfologías peculiares (de látigo, de guadaña, etc.). En algunos casos, es-
tas estructuras han migrado a posiciones alejadas del margen distal de la gnatobase, apa-
reciendo como piezas accesorias a ésta.
e) Paragnatos
Consisten en un par de lóbulos setulosos implantados entre las bases de las mandíbulas y
las maxílulas, a ambos lados de la boca. En los Sifonostomatoides los paragnatos están
soldados medialmente constituyendo un labio, que junto al labro modificado constituye el
cono oral característico del grupo, descrito a continuación.
f) Cono oral
Estructura característica de los Sifonostomatoides, integrada por el labro y los paragna-
tos. Ambos conforman una estructura tubular más o menos elongada, donde se alojan las
mandíbulas. Se trata de una estructura que determina un régimen alimentario basado en la
succión de fluidos, o de materia finamente particulada junto con estos fluidos.
g) Maxílula
Su estructura es homologable a la de un apéndice birrámeo básico muy modificado. Se
distingue un protópodo, un exópodo y un endópodo, si bien en este caso el protópodo es
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COPÉPODOS 313
(a) Endópodo
Artrito precoxal
Base
Endito coxal
Exito basal
Epipodito coxal
Coxa
7
4
Precoxa 6
5
4 11
6
(b)
2
16
Figura 5. (a) maxílula expresando el número máximo de segmentos y enditos, con la setación omitida; (b) el
mismo apéndice con la dotación completa de elementos de la armadura.
trisegmentado, con precoxa, coxa y base (fig. 5). La precoxa muestra una expansión me-
dial (= endito) denominada artrito precoxal, que puede portar hasta 16 setas y/o espinas.
La coxa puede llevar un lóbulo más o menos elongado en su margen interno (= me-
dial), el endito coxal, armado con hasta 6 setas, y otro bien desarrollado en su margen ex-
terno (= lateral), es decir, un exito, el denominado epipodito coxal, con hasta 9 setas.
La base porta 2 enditos; el proximal aparece usualmente bien diferenciado, con hasta
4 setas apicales, mientras que el distal apenas asoma, pudiendo portar un máximo de 5 se-
tas. Sobre el margen externo de la base puede haber en ocasiones un pequeño lóbulo, el
exito basal, con hasta 2 setas.
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h) Maxila
Es unirrámea, correspondiendo en estructura a un apéndice birrámeo básico en el que no
se expresara el exópodo (figs. 4b y 4c). El protópodo es básicamente trisegmentado, con
precoxa, coxa y base, aunque es frecuente que precoxa y coxa estén total o parcialmente
fusionadas conformando una sincoxa. Precoxa y coxa llevan un máximo de 2 enditos, pro-
ximal y distal, cada una. La armadura de estos 4 enditos suele combinarse por convención
en las descripciones taxonómicas en una única fórmula setal, que como máximo alcanza
10,3,3,3 (cifras correspondientes respectivamente a: endito precoxal proximal, endito pre-
coxal distal, endito coxal proximal y endito coxal distal). En algunas especies hay una seta
implantada en el margen externo (= lateral) de la coxa; esta seta suele interpretarse como
un remanente del epipodito por su homología serial con el epipodito de la maxílula.
La base presenta un solo endito basal, portador de hasta 4 setas terminales; en mu-
chos grupos una de ellas se halla hipertrofiada en forma de garra integrada proximalmen-
te en el segmento (es decir, no presentando articulación con éste).
El endópodo es como máximo tetrasegmentado, con fórmula setal máxima 4,3,2,4.
Con frecuencia sus segmentos se hallan parcialmente soldados entre sí y telescopizados,
lo que hace difícil elucidar su número real. En otras ocasiones el segmento endopodal
proximal se halla incorporado a la base, recibiendo entonces el segmento compuesto el
nombre de alobase, y en concordancia con ello la fórmula setal del endópodo contabiliza
sólo la armadura de los segmentos segundo a cuarto. La alobase presenta 2 enditos, el
proximal correspondiente al endito basal, y otro distal correspondiente al segmento endo-
podal incorporado.
Los Sifonostomatoides, grupo parásito, presentan maxilas subqueladas, modificadas
para la prensión. Aquí la garra terminal es una modificación del endito basal, habiéndose
perdido completamente el endópodo.
i) Maxilípedo
Como el apéndice anterior, es unirrámeo y su estructura básica corresponde a la de un
apéndice birrámeo básico que no expresara el exópodo (fig. 4d). El protópodo consta de
precoxa, coxa y base. En ocasiones precoxa y coxa están fusionadas constituyendo una
sincoxa. En la precoxa puede distinguirse un endito precoxal con una seta como máximo.
La coxa puede portar hasta 3 enditos coxales con fórmula setal máxima 2,4,4. Sobre el
margen externo (= lateral) de este segmento puede implantarse una seta que suele inter-
pretarse como un remanente del epipodito. La base puede portar hasta 3 setas sobre su
margen interno (= medial).
El endópodo puede constar de hasta 6 segmentos, con fórmula setal máxima
2,4,3,3,3+1,5. Las setas de los segmentos endopodales primero a quinto están todas dis-
puestas sobre el margen medial del correspondiente segmento excepto en el quinto, en el
que una de las 4 setas que componen su armadura se implanta en su margen lateral (dis-
posición transcrita por convención como 3+1 en la fórmula setal). Esta seta lateral del
quinto segmento es un importante punto de referencia a la hora de elucidar las homolo-
gías segmentales en endópodos integrados por un número reducido de ellos.
En los Poecilostomatoides, el maxilípedo presenta característicamente un acusado di-
morfismo sexual. En los machos, la base es mucho más grande y robusta, y el segmento
distal del endópodo presenta una seta terminal hipertrofiada en forma de garra y fusionada
proximalmente (es decir, no articulada) al segmento. En las hembras hay también una seta
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COPÉPODOS 315
(a) (b)
Base
Gnatobase coxal
4
Exópodo
Endópodo
6
11
(c) Precoxa
(d)
Coxa
Base
Esclerito
intercoxal
Exópodo
Endópodo
Figura 6. (a) estructura mandibular básica, con el número máximo de segmentos y de elementos de la armadu-
ra; (b) mandíbula estiliforme modificada del Sifonostomatoide Asterocheres suberitis; (c) primera pata izquier-
da con segmentación y armadura básicas y esclerito intercoxal; (d) quinto par de patas masculino extremada-
mente modificado del Calanoide Stephos canariensis.
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j) Patas natatorias
Los copépodos poseen 5 pares de patas birrámeas natatorias en forma de pala (fig. 6c), si-
tuadas un par en cada uno de los 5 primeros somitos torácicos posteriores al cefalosoma
(figs. 2b, 2c y 7a). El protópodo consta de precoxa, coxa y base, si bien la precoxa es ves-
tigial, reducida a lo sumo a un pequeño esclerito situado próximo-lateralmente. La arma-
dura de la coxa se reduce a una seta implantada sobre su margen interno (= medial). Las
coxas de cada par de patas se hallan unidas entre sí medialmente por un esclerito interco-
xal que asegura el batido unísono de ambas patas. La base cuenta con una seta sobre su
margen externo (= lateral), y una espina sobre su margen interno; además, sobre ella se
implantan el exópodo y el endópodo, ambos trisegmentados.
El primer segmento del exópodo (el proximal) porta 1 (en la primera pata) o 2 (patas 2
a 5) espinas sobre su margen externo, y 1 seta sobre su margen interno. El segundo seg-
mento, una espina externa y una seta interna. El tercer segmento, 3 espinas sobre el margen
externo, 1 espina terminal y 4 (patas 1 y 5) o 5 setas (patas 2 a 4) sobre el margen interno.
El primer segmento del endópodo porta únicamente una seta sobre su margen inter-
no. El segundo segmento, 2 (patas 1 a 4) o 1 única seta interna (pata 5). El tercer segmen-
to puede portar 1 (pata 1) o 2 (patas 2-5) setas sobre su margen externo, 2 setas termina-
les y 2 (pata 5), 3 (patas 1 y 4) o bien 4 (patas 2 y 3) setas sobre su margen interno.
La armadura de las patas natatorias suele presentarse de forma abreviada en las des-
cripciones taxonómicas mediante una fórmula de la armadura, en la que los números ro-
manos denotan el número de espinas, y los números arábigos el de setas. El número de
setas y espinas se presenta por convención empezando por el segmento más proximal, si-
guiéndose progresivamente hacia los más distales; para el exópodo y el endópodo, las ci-
fras correspondientes a cada segmento se separan por un punto y coma. También por
convención, se presenta primero la armadura más externa, es decir, primero la del mar-
gen externo y luego la del interno de cada segmento (separadas las cifras por un guión),
y la del exópodo antes que la del endópodo. La armadura del segmento terminal de estos
últimos se representa con tres cifras separadas por comas correspondientes respectiva-
mente al margen externo, terminal e interno del segmento. Como ejemplo se presenta a
continuación la fórmula de lo que se considera es la armadura básica de las patas natato-
rias de los copépodos, correspondiendo la figura 6c a la pata 1 de esta fórmula:
COPÉPODOS 317
di de la especie considerada. En algunos grupos puede incluso que algún par de patas deje
de expresarse totalmente en el estadio adulto, como es el caso del cuarto y quinto par en
los Gelielloides de ambos sexos, o el del quinto par en las hembras de los Mormonilloi-
des. O que algún par presente una morfología diferente de la conconante con su rol pro-
pulsivo primario, como es el caso del primer par en muchos Harpacticoides, muy modifi-
cado para la prensión y con morfología subquelada.
El quinto par de patas se presenta en general reducido en ambos sexos tanto en tama-
ño como en número de segmentos y de elementos de la armadura (figs. 1b y 1e). Presenta
además dimorfismo sexual, de modo acusado en los Calanoides, en los que el macho lo
(c)
(b)
(d)
Filamentos
rostrales
I
lino
hia
co
Fle
(e) V VI
VII
(f)
Opérculo II
I I
anal
II
III
IV
II VII
V
VI
Figura 7. (a) hembra adulta de un Calanoide de la familia Pseudocyclopiidae en visión lateral, mostrando la in-
tegración completa del primer somito pedígero en el cefalosoma para conformar un cefalotórax; nótese también
la integración del cuarto y quinto somitos pedígeros en uno sólo; (b) rostro del mismo ejemplar en visión frontal;
(c) somito compuesto del somito genital y el primer segmento abdominal del mismo ejemplar en visión ventral;
(d) somito anal y ramas caudales del mismo ejemplar en visión dorsal; (e) lo mismo en visión ventral; (f) rama
caudal derecha en visión lateral.
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l) Ramas caudales
Son dos lóbulos implantados sobre el margen posterior del somito anal, y articulados con
éste (figs. 7d, 7e y 7f). Su forma es primariamente cilíndrica, con perfil rectangular en vi-
sión dorsal. Cada una porta un máximo de 7 setas, identificadas por convención con nú-
meros romanos (figs. 7d y 7e):
La seta I se halla siempre implantada en posición ventral respecto a la seta II. La seta
VII se implanta característicamente sobre un pedestal biarticulado.
Las ramas caudales, en general simétricas, pueden presentar una gran variedad de
formas y tamaños, así como modificaciones tanto en la morfología como en el número de
componentes de su armadura, según cuál sea la especie considerada.
Los copépodos constituyen una subclase de crustáceos (Copepoda) dentro de la clase Ma-
xillopoda. En la actualidad se distinguen 10 órdenes, que pueden identificarse con la cla-
ve dicotómica que se presenta a continuación. No obstante, cabe apuntar que la sistemáti-
ca ordinal del grupo no se halla definitivamente establecida, sospechándose que los
Misophrioida no son en realidad más que un grupo muy primitivo de Cyclopoida, y que
los Harpacticoida y Poecilostomatoida son taxones polifiléticos. Dos de los órdenes abajo
mencionados, Platycopioida y Gelyelloida, no se han citado hasta ahora en aguas españo-
las. Monstrilloida y Mormonilloida cuentan sólo con una familia cada uno.
2.a. Segundo y tercer par de patas natatorias con 2 espinas sobre el margen externo del primer
segmento del exópodo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . O. PLATYCOPIOIDA
2.b. Como máximo una espina sobre dicho margen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . O. CALANOIDA
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COPÉPODOS 319
3.a. Sin apéndices cefálicos a excepción de las anténulas, integradas como máximo por 5 seg-
mentos; las hembras portan los huevos sobre un par de espinas largas e hipertrofiadas
asociadas a la apertura genital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . O. MONSTRILLOIDA: Fam. MONSTRILLIDAE Giesbrecht, 1892
3.b. Piezas bucales desarrolladas, o si excepcionalmente no lo están, las anténulas están inte-
gradas por más de 12 segmentos; hembras sin espinas ovígeras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
4.a. Exópodo antenal masculino integrado por 9 segmentos; femenino por 8 segmentos y fór-
mula setal (2.1.1.1.1.1.1.3) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . O. MORMONILLOIDA: Fam. MORMONILLIDAE Giesbrecht, 1892
4.b. Exópodo antenal con 8 segmentos en ambos sexos y fórmula setal (1.1.1.1.1.1.1.4) . . . . 5
5.a. Primer a tercer par de patas natatorias sin esclerito intercoxal, pero con las coxas fusiona-
das medialmente; patas cuarta y quinta ausentes . . . . . . . . . . . . . . . . O. GELYELLOIDA
5.b. Patas primera a tercera, si están presentes, con esclerito intercoxal; patas cuarta y quinta
presentes o ausentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6
6.a. Exópodo antenal unisegmentado como máximo; quinto par de patas con el basoendópodo
representado por una seta como máximo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
6.b. Exópodo antenal integrado por 2 o más segmentos, o si excepcionalmente falta o está in-
tegrado por uno sólo, el basoendópodo del quinto par de patas exhibe 2 o más setas . . . 8
7.a. Labro y paragnatos modificados constituyendo un cono oral; los paragnatos están fusio-
nados medialmente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . O. SIPHONOSTOMATOIDA
7.b. Sin cono oral; paragnatos separados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
9.a. Anténulas masculinas geniculadas; anténulas femeninas integradas por hasta 26 segmen-
tos; maxilípedos en general similares en ambos sexos . . . . . . . . . . . . . O. CYCLOPOIDA
9.b. Anténulas masculinas sin geniculación; anténulas femeninas con un máximo de 7 seg-
mentos; maxilípedos con acusado dimorfismo sexual . . . . O. POECILOSTOMATOIDA
2.a. Cuerpo compacto; anténulas cortas, apenas sobrepasando el margen posterior del cefalo-
tórax; antena con el endópodo trisegmentado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PSEUDOCYCLOPIDAE Giesbrecht, 1893
2.b. Sin estas características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
3.a. Tercer segmento del endópodo del quinto par de patas femenino implantado sobre el
margen interno del segundo segmento . . . . . . . Fam. RIDGEWAYIIDAE Wilson, 1958
3.b. Tercer segmento del endópodo implantado distalmente sobre el segundo segmento . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. EPACTERISCIDAE Fosshagen, 1973
* La sistemática de los Calanoides a nivel de familia no está resuelta satisfactoriamente en la actualidad. Las fa-
milias están definidas más que por la exhibición de unos pocos caracteres diagnósticos, por combinaciones de
caracteres frecuentemente anodinos. El lector podría encontrar por tanto más útil para sus propósitos el abordar
la clasificación de sus especímenes utilizando una clave de géneros en la que se obvie en principio su afiliación
familiar, como la presentada por Mauchline (1998), que cubre todos los géneros de Calanoides reconocidos has-
ta entonces.
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4.a. Anténula masculina derecha geniculada; antena con los segmentos II a IV del exópodo
fusionados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
4.b. Anténula masculina izquierda geniculada; antena con los segmentos I a VII del exópodo
separados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
5.a. Anténula masculina derecha acusadamente geniculada; quinto par de patas masculinas
acusadamente asimétrico, con la derecha muy modificada para la prensión . . . . . . . . . . 6
5.b. Ambos caracteres poco manifiestos; la anténula puede incluso haber perdido secundaria-
mente la geniculación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
8.a. Patas del quinto par femenino birrámeas, con la seta interna del segundo segmento del
exópodo transformada en un proceso unguiforme hipertrofiado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CENTROPAGIDAE Giesbrecht, 1892
8.b. Patas del quinto par femenino unirrámeas o con el endópodo reducido . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PSEUDODIAPTOMIDAE G.O. Sars, 1902
9.a. Endópodo del primer par de patas bisegmentado, el de las patas segunda a cuarta, triseg-
mentado; en aguas continentales . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. DIAPTOMIDAE Baird, 1850
9.b. Endópodos de los cuatro primeros pares de patas con menos de 3 segmentos . . . . . . . . 10
10.a. Ocelo ventral presente en el cefalosoma, aparte de otro dorsal bastante grande; patas del
quinto par femenino birrámeas; quinta pata derecha masculina no quelada . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PARAPONTELLIDAE Giesbrecht, 1892
10.b. Sin ocelo ventral; patas del quinto par femenino unirrámeas, sin endópodo; las del ma-
cho, con la rama derecha quelada o subquelada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
11.a. Porción anterior del cefalosoma constreñida lateralmente; segmento genital femenino con
protuberancias espiniformes o romas sobre los flancos o la superficie ventral, a veces dis-
puestas asimétricamente . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CANDACIIDAE Giesbrecht, 1892
11.b. Sin estas características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
12.a. Patas del quinto par femenino extremadamente reducidas, trisegmentadas, con el seg-
mento terminal (exópodo) en forma de espina . . . . Fam. ACARTIIDAE G.O. Sars, 1903
12.b. Patas del quinto par femenino tri- o tetrasegmentadas, pero sin el segmento terminal espi-
niforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. TEMORIDAE Giesbrecht, 1892
13.a. Anténulas con los segmentos VIII y IX separados; endópodo del primer par de patas tri-
segmentado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
13.b. Segmentos fusionados; endópodo del primer par de patas compuesto por menos de 3 seg-
mentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
14.a. Base del primer par de patas con un proceso en forma de gancho sobre su cara anterior . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. MEGACALANIDAE Sewell, 1947
14.b. Sin este proceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
15.a. Hembras con el quinto par de patas difiriendo del cuarto por la posesión de una base dentada .
. . Fam. CALANIDAE Dana, 1849 (incluye la Fam. CALOCALANIDAE Bernard, 1958)
15.b. Sin esta característica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
16.a. Segmentos distales del tercer y cuarto par de patas con el margen externo dentado . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PARACALANIDAE Giesbrecht, 1892
16.b. Margen no dentado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. MECYNOCERIDAE Andronov, 1973
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COPÉPODOS 321
17.a. Quinto par de patas masculino con el miembro derecho mayor que el izquierdo; apéndi-
ces bucales muy modificados . . . . . . . . . . . . Fam. BATHYPONTIIDAE Brodsky, 1950
17.b. Miembro izquierdo mayor que el derecho; apéndices bucales ordinarios . . . . . . . . . . . . 18
19.a. Tercer segmento del exópodo del segundo par de patas con 5 setas . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. SPINOCALANIDAE Vervoort, 1951
19.b. Sólo 4 setas sobre dicho segmento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
20.a. Algunas setas modificadas en forma de bastón grueso sobre maxila y sincoxa del maxilí-
pedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
20.b. Setas de morfología ordinaria en ambos apéndices . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
21.a. Maxila femenina con 7 setas modificadas sobre el endópodo, 4 de ellas con sétulas en el
ápice y 3 sin sétulas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. THARYBIDAE G.O. Sars, 1902
21.b. Maxila femenina con 8 setas modificadas en el endópodo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
22.a. De las 8 setas endopodales modificadas, 7 presentan sétulas en el ápice y la otra es lisa . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PHAENNIDAE G.O. Sars, 1902
22.b. De las 8 setas endopodales modificadas, 5 presentan sétulas en el ápice y 3 son lisas . . 23
23.a. Anténula femenina integrada por 24 segmentos; quinto par de patas femenino ausente; una
única seta modificada sobre la base de la maxila . . . . . Fam. DIAIXIDAE G.O. Sars, 1902
23.b. Anténula femenina con menos de 24 segmentos; quinto par de patas femenino usualmen-
te presente; varias setas modificadas sobre la base de la maxila . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. SCOLECITHRICIDAE Giesbrecht, 1892
24.a. Hembras con el somito genital con una gran protuberancia ventral; maxilípedos femeni-
nos hipertrofiados, con el endópodo flexionado y provisto de setas recias espinuladas . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. EUCHAETIDAE Giesbrecht, 1892
24.b. Sin estas características combinadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
25.a. Quinto par de patas ausente en las hembras; ángulos posterolaterales del quinto somito
pedígero usualmente puntiagudos . . . . . . . . . . . . . Fam. AETIDEIDAE Giesbrecht, 1892
25.b. Quinto par femenino presente; ángulos posterolaterales usualmente redondeados . . . . 26
26.a. Cuerpo compacto, con las anténulas no sobrepasando en longitud al cefalotórax; espina
coxal interna de las segundas y terceras patas hipertrofiada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PSEUDOCYCLOPIIDAE G.O. Sars, 1902
26.b. Sin estas características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
27.a. Rostro en general con 2 filamentos; frecuentemente con espinas sobre la superficie poste-
rior de la base de las patas segunda y tercera; machos con las patas del quinto par filifor-
mes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CLAUSOCALANIDAE Giesbrecht, 1892
27.b. Rostro apenas desarrollado, sin filamentos; superficie posterior de la base de las patas se-
gunda y tercera sin espinas; quinto par de patas masculino con algunos segmentos de la
rama izquierda dilatados y retorcidos . . . . . . . . . . . . Fam. STEPHIDAE G.O. Sars, 1902
28.a. Exópodos del segundo al cuarto par de patas con morfología característica, con los seg-
mentos de morfología lamenar y sus correspondientes espinas muy cortas . . . . . . . . . . 29
28.b. Sin esta característica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
29.a. Margen interno del primer segmento del endópodo del segundo par de patas con recreci-
mientos en forma de gancho; patas del quinto par unirrámeas en ambos sexos; biolumi-
niscentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. METRIDINIDAE G.O. Sars, 1902
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29.b. Sin ganchos; patas del quinto par birrámeas en ambos sexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. HETERORHABDIDAE G.O. Sars, 1902
30.a. Patas segunda a cuarta sin seta sobre el margen externo de la base . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. AUGAPTILIDAE G.O. Sars, 1905
30.b. Seta presente en alguna de estas patas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
31.a. Primera pata sin seta sobre el margen interno de la coxa y sin seta sobre el margen exter-
no de la base; tercera pata sin seta sobre el margen externo de la base; hembras con un
único opérculo genital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
31.b. Primera pata con seta coxal interna y seta basal externa; tercera pata con seta basal exter-
na; hembras con 2 opérculos genitales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
32.a. Primera pata con un proceso cilíndrico sobre el que se inserta terminalmente la seta basal
interna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. LUCICUTIIDAE G.O. Sars, 1902
32.b. Primera pata sin este proceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. DISCOIDAE Gordejeva, 1975
O. MISOPHRIOIDA
1.a. Palpo mandibular unirrámeo y extremamente elongado, alcanzando más de dos tercios de
la longitud de la anténula . . . . . . . . . . Fam. PALPOPHRIIDAE Boxshall y Jaume, 2000
1.b. Palpo mandibular de dimensiones y morfología normales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
2.a. Cuerpo compacto, con el prosoma expandido lateralmente, ovoide, y el urosoma conside-
rablemente más corto que el prosoma . . . . . . . . . . . Fam. MISOPHRIIDAE Brady, 1878
2.b. Cuerpo estilizado, con el prosoma no expandido lateralmente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. SPELEOPHRIIDAE Boxshall y Jaume, 2000
O. CYCLOPOIDA
1.a. Formas de vida libre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.b. Parásitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.a. Palpo mandibular ausente o reducido a un único segmento vestigial con hasta 3 setas . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CYCLOPIDAE Dana, 1853
2.b. Palpo mandibular bien desarrollado, o excepcionalmente reducido a un único segmento
alargado con 2 setas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
4.a. Formas parásitas de peces Teleósteos de agua dulce . . Fam. LERNAEIDAE Cobbold, 1879
4.b. Parásitos de invertebrados marinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
5.a. Con cavidad incubadora; antena con garra terminal; asociados únicamente a Ascidias . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. NOTODELPHYIDAE Dana, 1834
5.b. Sin cavidad incubadora; antena sin garra terminal; asociados a Ascidias o Crinoideos . . 6
6.a. Anténula con 8 segmentos; antena y maxilípedo tetrasegmentados; segmento terminal del
maxilípedo transformado en un garfio; patas primera a cuarta birrámeas, con las ramas
trisegmentadas a excepción del endópodo de la cuarta, bisegmentado; quinta pata biseg-
mentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. FRATIIDAE Ho, Conradi y López-González, 1998
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COPÉPODOS 323
7.a. Sin proyecciones pediformes ni quinta pata . . Fam. ENTEROPSIDAE Aurivillus, 1885
7.b. Con proyecciones pediformes y/o quinta pata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
8.a. Ramas caudales con la armadura transformada en ganchos terminales u otros elementos
prensiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. BOTRYLLOPHILIDAE Illg y Dudley, 1980
8.b. Armadura de las ramas caudales con setas o espinas más o menos normales, a veces muy
reducidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
9.a. Quinto par de patas modificado en una proyección pediforme lobada, y con algunas setas
más o menos reducidas . . . . . . . . . . Fam. HAPLOSTOMIDAE Chatton y Harant, 1924
9.b. Proyecciones pediformes expandidas, lobadas, lameliformes, generalmente con setas . . 10
11.a. Base de las patas primera a cuarta con la seta situada sobre el margen externo reducida o
ausente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. ENTEROCOLIDAE Della Valle, 1883
11.b. Base de las patas primera a cuarta con la seta lateral elongada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. ENTEROGNATHIDAE Illg y Dudley, 1980
O. POECILOSTOMATOIDA
1.a. Copépodos de vida libre, pelágicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.b. Copépodos parásitos o comensales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.a. Cuerpo deprimido dorsoventralmente, a menudo irisado con reflejos metálicos en vida;
somitos urosomales expandidos lateralmente . . . Fam. SAPPHIRINIDAE Thorell, 1859
2.b. Cuerpo con forma de triángulo invertido, con el margen anterior del prosoma ensanchado
y portando frecuentemente un par de lentes cuticulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.c. Cuerpo ciclopiforme, estilizado, con los maxilípedos fuertemente quelados y con una ga-
rra terminal en ambos sexos . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. ONCAEIDAE Giesbrecht, 1892
3.a. Último somito del prosoma con los márgenes posteroventrales proyectados en punta . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CORYCAEIDAE Dana, 1852
3.b. Somito con los márgenes posteroventrales romos . . Fam. SAPPHIRINIDAE Thorell, 1859
4.a. Cuerpo sin segmentación externa aparente, o sólo parcialmente segmentado (sólo hem-
bras) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
4.b. Cuerpo con segmentación externa aparente, límites de todos los somitos claramente defi-
nidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
7.a. Con un par o más de procesos en el cefalosoma y/o en el tronco; anténula digitiforme;
antena unciforme o con forma de T; gnatobase mandibular con el ápice en forma de gua-
daña; patas bi- o trilobuladas; parásitos de peces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CHONDRACANTHIDAE Edwards, 1840
7.b. Prosoma sin segmentación evidente, con tres pares de proyecciones laterales; gnatobase
mandibular con el ápice denticulado; maxílula ausente; patas con o sin endópodos; endo-
parásitos de moluscos Nudibranquios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. SPLANCHNOTROPHIDAE Norman y Scott, 1906
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8.a. Patas ausentes; cuerpo con un sistema de anclaje bien desarrollado y generalmente embu-
tido en el interior del hospedador, y un tronco a modo de saco; endoparásitos de molus-
cos Gasterópodos . . . . . . . . . . . . . Fam. CHITONOPHILIDAE Avdeev y Sirenko, 1991
8.b. Sin estas características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
9.a. Metasoma inflado y sin segmentación aparente; somitos del urosoma fusionados forman-
do un complejo genitoanal, o urosoma reducido a sólo 2 somitos; patas reducidas o au-
sentes, quinta pata siempre ausente; ectoparásitos de anélidos Poliquetos errantes . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. NEREICOLIDAE Claus, 1875
9.b. Cuerpo fusiforme o con forma de saco, sin procesos; anténulas y antenas presentes; sólo
dos pares de patas; endoparásitos de antozoos Alcionáceos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. LAMIPPIDAE Joliet, 1882
12.a. Antena prominente y subquelada, con una garra larga terminal; maxilípedos ausentes; 4
primeros pares de patas birrámeas, cada rama trisegmentada excepto el endópodo de la
cuarta, que es bisegmentado; quinta pata unirrámea, uni- o bisegmentada; sin trazos de
sexta pata; ectoparásitos de moluscos Bivalvos y peces Teleósteos dulceacuícolas . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. ERGASILIDAE Burmeister, 1835
12.b. Sin las características anteriores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
13.a. Antena trisegmentada; maxilípedo implantado posteriormente a la región oral, uni- a te-
trasegmentado; 4 primeros pares de patas birrámeas, con las ramas trisegmentadas; pri-
mera pata expandida; quinta pata unirrámea y bisegmentada; sexta con 3 setas; parásitos
de Equinodermos y peces Telósteos y Elasmobranquios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. TAENIACANTHIDAE Wilson, 1911
13.b. Antena tri- o tetrasegmentada, con el último segmento insertado excéntricamente sobre el
anterior y portando 1 o más garras prensiles; mandíbula reducida, con sólo 1 o ninguna
pieza accesoria; asociados a Ofiuroideos, anélidos Poliquetos y otros invertebrados . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CLAUSIIDAE Giesbrecht, 1895
14.a. Primeras cuatro patas birrámeas, con las ramas trisegmentadas; quinta pata unirrámea y
bisegmentada; maxilípedos implantados posteriomente a la región oral . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. TAENIACANTHIDAE Wilson, 1911
14.b. Sin las características anteriores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
15.a. Mandíbula con 2 elementos distales bien desarrollados a modo de látigos; antena triseg-
mentada con 4 garras terminales; maxila con el segundo segmento dentado; quinta pata
con un segmento libre y 3 espinas y 1 seta; generalmente ectoparásitos de moluscos . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. ANTHESSIDAE Humes, 1986
15.b. Mandíbula con un único elemento distal, bien en forma de látigo, bien en forma de espa-
da . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
COPÉPODOS 325
18.a. Urosoma de la hembra integrado por 6 somitos; tercer segmento de la antena con un gar-
fio o garra; maxilípedo con el último segmento reducido; asociados a moluscos Cefaló-
podos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. OCTOPICOLIDAE Humes y Boxshall, 1996
18.b. Urosoma de la hembra con 5 somitos; sin garra o garfio en el tercer segmento de la ante-
na; asociados a varios tipos de invertebrados marinos, fundamentalmente Equinodermos .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PSEUDANTHESSIDAE Humes y Stock, 1972
20.a. Margen interno de la mandíbula perpendicular a la orientación del látigo; maxilípedo fe-
menino con la base portando 2 setas muy desiguales; generalmente asociados a Cnidarios
(excepto Doridicola y Critomolgus) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. RHYNCHOMOLGIDAE Humes y Stock, 1972
20.b. Margen interno de la mandíbula sin solución de continuidad con el látigo distal, con filas
de espinas que se continúan también a lo largo de éste, o ligeramente diferenciado del lá-
tigo, y orientado respecto a éste en ángulo oblicuo; maxilípedo femenino con la base ar-
mada con 2 setas iguales; asociados a moluscos, Equinodermos y Ascidias . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. LICHOMOLGIDAE Kossmann, 1877
21.a. Somitos anteriores del prosoma solapados dorsalmente; anténula integrada por 4-5 seg-
mentos; antena tetrasegmentada, con aspecto de gancho; patas primera a cuarta birámeas
pero reducidas; endoparásitos del tubo digestivo de moluscos Lamelibranquios y Gaste-
rópodos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. MYTILICOLIDAE Bocquet y Stock, 1957
21.b. Anténula con 5-6 segmentos; antena tri- o tetrasegmentada, con el último segmento inser-
tado excéntricamente y portando 1 o más garras prensiles; mandíbula reducida, con sólo
1 o ninguna pieza accesoria; asociados a Ofiuroideos, anélidos Poliquetos y otros inverte-
brados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CLAUSIIDAE Giesbrecht, 1895
O. HARPACTICOIDA*
1.a. Comensales en las ballenas de cetáceos misticetos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. BALAENOPHILIDAE G.O. Sars, 1910
1.b. Modus vivendi diferente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
3.a. Quinto par de patas dispuesto lateralmente sobre el correspondiente somito, alcanzando
el extremo distal del urosoma; cuerpo extremadamente deprimido, en forma de escudo
ovoide . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PORCELLIDIIDAE Brady, 1880
3.b. Quinto par de patas dispuesto ventralmente, o si lo está lateralmente, el ápice de las patas
no alcanza el extremo del urosoma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
4.a. Primer par de patas con el endópodo no modificado para la prensión; tegumento corporal
fuertemente quitinizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PELTIDIIDAE Claus, 1860
4.b. Primer par de patas con el endópodo prensil; cuerpo sólo ligeramente deprimido . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. HARPACTICIDAE Dana, 1846
* El estudio de la fauna española de copépodos Harpacticoides está aún en sus albores. Se conocen las formas
propias de las aguas continentales, tanto epigeas como subterráneas, así como algunas del medio intersticial ma-
rino. Pero los Harpacticoides marinos son aún Terra Incognita. La clave que se presenta a continuación cubre
los taxones citados hasta ahora en nuestras aguas, pero un mínimo estudio de muestras marinas conducirá al re-
gistro de muchas familias adicionales. Se recomienda, por tanto, al lector que complemente esta clave con la
presentada por Huys et al. (1996), que cubre todas las familias de Harpacticoides reconocidas hasta la fecha.
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5.a. Primer segmento del exópodo del primer par de patas con una seta sobre el margen inter-
no, o si ésta falta, el exópodo está constituido por un único segmento con 7 a 10 setas o
espinas; en el plancton marino . . . . . . . . . . . . Fam. CLYTEMNESTRIDAE Scott, 1909
5.b. Primer segmento del exópodo del primer par de patas sin seta interna, o cuando el exópo-
do sea unisegmentado porta 6 setas como máximo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
7.a. Exópodo del primer par de patas reducido a un pequeño segmento con una seta, o total-
mente ausente; endópodo bisegmentado, prensil; endópodos de las patas segunda a cuarta
unisegmentados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. LEPTOPONTIIDAE Lang, 1948
7.b. Exópodo del primer par de patas unisegmentado con al menos 3 setas o espinas . . . . . . 8
10.a. Maxila característica, con la sincoxa exhibiendo hasta 3 enditos y la alobase muy de-
sarrollada y alargada; algunas formas son propias del plancton marino . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. ECTINOSOMATIDAE G.O. Sars, 1903
10.b. Maxila de morfología diferente de la anterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
11.a. Endópodos de las patas segunda a cuarta (excepto la tercera pata masculina) como máxi-
mo bisegmentados en ambos sexos; si el endópodo de la tercera pata masculina es triseg-
mentado, entonces el segundo segmento porta 2 apófisis espinosas . . . . . . . . . . . . . . . . 12
11.b. Al menos alguno de los endópodos de las patas primera a cuarta son trisegmentados (ex-
cepto el de la tercera pata masculina) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
12.a. Exópodo del primer par de patas trisegmentado, con el segundo segmento sin espina so-
bre el margen externo; urosomitos con fenestras membranosas dorsales . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. PARASTENOCARIDIDAE Chappuis, 1933
12.b. Segundo segmento del exópodo del primer par de patas con espina sobre el margen externo,
en caso contrario el exópodo consta de menos de 3 segmentos; sin fenestras urosomales . . 13
13.a. Exópodo antenal ausente o representado por una seta; primer par de patas con el primer
segmento endopodal más largo que el exópodo; segundo a cuarto par de patas con la base
proyectada transversalmente o sin endópodo . . . . Fam. ANCORABOLIDAE Sars, 1909
13.b. Estos caracteres no combinados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
15.a. Antena con base diferenciada, la femenina integrada por 8 o 9 segmentos; espina basal
interna del primer par de patas modificada; endópodo del tercer par de patas masculino
sin apófisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. AMEIRIDAE Monard, 1927
15.b. Estos caracteres no combinados . . . . . . . . . Fam. CANTHOCAMPTIDAE Brady, 1880
16.a. Primer par de patas con el endópodo prensil, con el primer segmento en general sin seta
interna y el segundo segmento con una garra y una pequeña seta accesoria; exópodo ante-
nal unisegmentado con 1 a 4 setas . . . . . . . . . . . . . Fam. LAOPHONTIDAE Scott, 1904
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COPÉPODOS 327
18.a. Cuerpo cilíndrico, filiforme; cuarto par de patas con el endópodo reducido en compara-
ción con el exópodo; quinta pata reducida a un solo segmento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CYLINDROPSYLLIDAE Sars, 1909
18.b. Estos caracteres no combinados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
19.a. Primer segmento endopodal del primer par de patas elongado, más largo que el segundo
y como mínimo alcanzando el margen distal del segundo segmento del exópodo; endópo-
do frecuentemente prensil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
19.b. Endópodo del primer par de patas ausente, unisegmentado, o si es bisegmentado, enton-
ces el primer segmento es más corto que el segundo y/o no alcanza el margen distal del
segundo segmento exopodal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
20.a. Tercer segmento del exópodo del primer par de patas con 5 setas o espinas . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. NORMANELLIDAE Lang, 1944
20.b. Sólo 3 o 4 setas o espinas sobre dicho segmento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CANTHOCAMPTIDAE Brady, 1880
22.a. Exópodo del primer par de patas bisegmentado . . . . Fam. LATIREMIDAE Bozic, 1969
22.b. Exópodo trisegmentado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
23.a. Tercer segmento del exópodo del primer par de patas con 6-7 setas o espinas . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. TISBIDAE Stebbing, 1910
23.b. Segmento con 5 setas o espinas como máximo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
24.a. Cefalotórax con un par de lentes cuticulares en su porción anterior; en el plancton marino
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. MIRACIIDAE Dana, 1846
24.b. Sin lentes cuticulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
26.a. Cuerpo torpediforme; maxilípedo con sincoxa y base elongadas; primer par de patas con
el tercer segmento exopodal portando 3 setas o espinas; en el plancton marino . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. MIRACIIDAE Dana, 1846
26.b. Estos caracteres no combinados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
27.a. Rostro grande, definido en la base, alcanzando como mínimo el margen distal del pri-
mer segmento antenular; endópodo del maxilípedo constituido por un segmento alarga-
do portador de una garra y de 1 a 3 setas; endópodo del segundo par de patas masculi-
no bisegmentado; hembras portando 2 sacos ovígeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. DIOSACCIDAE G.O. Sars, 1906
27.b. Estos caracteres no combinados . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. AMEIRIDAE Monard, 1927
28.a. Segmentos exopodales y endopodales del primer par de patas con dotaciones extra de es-
pinas y setas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. SUPERORNATIREMIDAE Huys, 1996
28.b. Ramas del primer par de patas sin dotación extra de elementos de la armadura, bisegmen-
tadas; en el plancton marino . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. EUTERPINIDAE Brian, 1921
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O. SIPHONOSTOMATOIDA
1.a. Cuerpo con segmentación aparente y típica morfología copepodiana; con frecuencia li-
bres en la columna de agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.b. Cuerpo muy modificado, con los somitos corporales no discernibles . . . . . . . . . . . . . . . 8
3.a. Prosoma cilíndrico; anténula con 6-9 segmentos; antena con una robusta garra terminal;
patas reducidas, cuarto par ausente; ectoparásitos de Ofiuroideos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CANCERILLIDAE Giesbrecht, 1897
3.b. Sin estas características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
4.a. Placas o aletas dorsales o dorsolaterales presentes sobre alguno de los somitos situados
tras el cefalotórax . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
4.b. Sin placas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. CALIGIDAE Burmeister, 1835.
8.a. Cuerpo con una región de anclaje dilatada situada en su porción anterior, una porción
media a modo de cuello, y un complejo genital expandido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
8.b. Sin estas características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
9.a. Cuerpo con un proceso posterior ramificado . . . . . . . . Fam. SPHYRIIDAE Wilson, 1919
9.b. Sin proceso posterior . . . . . Fam. PENNELLIDAE Burmeister, 1835 (metamorfoseado)
10.a. Maxilas transformadas en un órgano de fijación (generalmente con forma de brazo), fu-
sionadas o unidas parcialmente entre sí en los extremos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fam. LERNAEOPODIDAE Edwards, 1840
10.b. Maxilas no modificadas de esta forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Los copépodos de vida libre se colectan con mangas de plancton confeccionadas con
Nytal, aunque pueden utilizarse también nasas parcialmente confeccionadas con este teji-
do para muestrear hábitats de difícil acceso; el uso de una luz de malla de 63 µm asegura
la captura de los estadios naupliares. La recolección de formas bentónicas y endobentóni-
cas requiere del uso de dragas o «corers». En fondos arenosos, el sedimento así colectado
se deposita en un cubo con agua y se agita enérgicamente de forma que los copépodos
queden en suspensión; la adición de un narcótico al agua, como cristales de MgCl2, incre-
menta el nivel de extracción de los animales del sedimento. El sobrenadante, producto de
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esta decantación, se filtra a través de una red de Nytal, pudiéndose repetir el proceso unas
tres veces. Este método es tambien útil para colectar copépodos epibiontes de algas e in-
vertebrados marinos. En muestras procedentes de fondos fangosos, la extracción del ma-
terial requiere de la aplicación de técnicas más sofisticadas, descritas detalladamente en
PFANNKUCHE y THIEL (1988).
Los copépodos parásitos o comensales de invertebrados se separan con facilidad de-
jando al hospedador en agua con un 5% de etanol al 95% durante 12 horas; los copépodos
abandonan progresivamente al hospedador y pueden colectarse filtrando el sobrenadante
tras este periodo. Las especies parásitas de peces que se anclan parcialmente en los teji-
dos de éstos, requieren de un tratamiento especial para su recuperación: un pedazo de te-
jido parasitado del pez hospedador se deja macerar durante 12 horas en una solución satu-
rada de KOH en una estufa a 20 ºC. Este proceso disuelve los tejidos del pez, a la vez que
los internos del parásito, pero deja intacto su exoesqueleto.
Las muestras se fijan in situ con formol al 5%, y se transfieren a etanol al 70% en el
laboratorio. No obstante, es recomendable narcotizar los especímenes con una solución
de MgCl2, o simplemente con soda (agua mineral con gas) antes de echar las gotas de for-
mol: los animales reaccionan violentamente a su contacto, pudiendo autotomizar algunos
apéndices.
La manipulación individual y disección de copépodos en el laboratorio requiere del
uso de agujas y bucles extremadamente finos, fácilmente fabricables con hilo de tungste-
no que puede enmangarse en un palillo de madera. El hilo se afila con facilidad por elec-
trolisis en solución saturada de KOH bajo tensión de 6V.
Las disecciones se realizan en una gota de ácido láctico bajo la lupa binocular, y las
diferentes piezas disecadas se montan en lactofenol, pudiéndose sellar la preparación con
laca de uñas. Para alcanzar el máximo poder resolutivo al acometer el estudio microscó-
pico del material es recomendable utilizar un microscopio dotado de Contraste Diferen-
cial de Nomarski.
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