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Grados de afectación: Es una emergencia local considerable pues hay muertos y heridos, y
afecta a un sector de la ciudad de Quito.
Prever Posible evolución: Depresión, sobresaltos, temores al oír ruidos sorpresivos, miedo a
regresar al lugar o a otros centros comerciales, retraimiento social.
Objetivos: Generales: Brindar las pautas de ayuda a los afectados de un ataque explosivo, de
tal manera que puedan volver a su estabilidad emocional y rutinas habituales.
Específicas: brindar guías de afrontamiento sobre síntomas que pueden suceder en el momento
y después de ocurrida la explosión, como poder recuperarse y cuando pedir ayuda. Así como
poder ayudar a otros y como auto cuidar su salud mental luego de este incidente.
Ante esta situación suele ocurrir mucha confusión a primera instancia y no sabremos qué hacer,
por eso, lo primero es tranquilizarnos, en lo posible, para poder tomar decisiones más acertadas
o pensadas.
En el momento mismo, sugerencias para afrontar la explosión.
Podemos sentir, que no es verdad lo que sucede, miedo, angustia, ira, ganas de llorar, de salir
corriendo o paralizarnos, todo esto es normal dado la situación, pero actuando con la mayor
tranquilidad posible podemos ayudarnos mejor a nosotros y a nuestros acompañantes.
Si hay escombros cayendo, protéjase debajo de una mesa o mostrador fuerte, tenga
cuidado con pisos o escaleras debilitados.
Busque un lugar seguro lejos de las vitrinas y vidrios, buscar paredes o pasillos poco
visibles hasta que se detengan las explosiones.
Si hay mucho humo o gases que no permiten la respiración busque lugares ventilados o
cúbrase nariz y boca.
Si tenemos niños u otras personas con nosotros procurar tranquilizarlos y ponerse a
resguardo.
Posibles pérdidas temporales de la audición pueden ocurrir, según la intensidad de la
explosión.
Es conveniente alejarse de paquetes sospechosos y no manipularlos.
Salga del lugar, no se detenga a recoger efectos personales.
Las salidas principales son un blanco aprovechado en situaciones de ataque, así que no
es conveniente que las utilice, busque salidas alternas o de emergencia en lo posible.
Si usted o un acompañante se encuentra herido busque a las personas de rescate.
Si funciona el móvil, contactarse con emergencias y sus familiares cercanos.
Si usted solo es un testigo fuera de la situación, no se acerque, puede interrumpir la
ayuda necesaria en esos momentos.
En los siguientes días nos pueden ocurrir síntomas que son normales, luego de este evento
estresante:
Mantener la calma y ser conscientes de que estas señales son normales y confiar que poco a
poco desaparecerán ayudará a su recuperación y de sus familiares. Esto también le brindará
fortaleza para apoyarlos de mejor manera.
Algunos pueden hacer retrocesos en su desarrollo, como mojar la cama, dejar de hablar o tener
los mismos síntomas de los adultos.
Se debe observar de cerca la evolución del niño en los días siguientes, pues tal como en
adultos estos síntomas deben desaparecer poco a poco.
Los síntomas pueden sentirse de cuatro semanas a seis semanas, sintiendo muchos de los
síntomas anteriormente expuestos en las primeras semanas y pocos o nada al final de la sexta
semana.
Debemos buscar ayuda especializada para poder canalizar estas molestias con la finalidad de
volver a nuestras rutinas con la mayor funcionalidad y estabilidad posible.
Esta ayuda pueden ser psicólogos, consejeros, médicos o psiquiatras, según su dolencia.
Puede dirigirse además, a la cruz roja de su país, Hospitales públicos o informarse en los
medios de comunicación los lugares destinados, que ofrecen ayuda para los afectados de esta
situación específica.
Pautas para afrontar la situación luego de la explosión
Luego de ocurrido el ataque explosivo, tanto para niños, adolescentes y Adultos, se pueden
aplicar estas sugerencias:
Buscar a sus familiares y amigos para expresar sus sentimientos acerca de lo sucedido
buscando consuelo y comprensión si lo necesitara.
Participar de sesiones grupales de ayuda con otras personas que estuvieron en la
misma situación.
Observar la evolución de síntomas de sus niños, adolescentes, personas discapacitadas
o adultos mayores que estuvieron en el evento y estar atento a posibles recaídas.
Asistir a homenajes o recordatorios relacionados al incidente, ayuda a recordar sin dolor.
Visitar centros comerciales por espacios cortos, y luego más largos, enfrentándose al
miedo de entrar a estos lugares si lo hubiera.
En niños pueden pedir explicación, un porque, el cual debe ser explicado de manera sencilla y
de acuerdo a su edad.