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CONSENTIMIENTO Y ASENTIMIENTO INFORMADO.

ESTUDIANTES:
ADRIANA LUCÍA BLANCO AVÍLA
NATHASHA GARCÍA MENDOZA
CAMILA ANDREA OROZCO CAMARGO

BETTY RUIZ RUIZ


DOCENTE

MATERIA:
INVESTIGACIÓN I

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL CARIBE


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
2018 - 01
CONSENTIMIENTO Y ASENTIMIENTO INFORMADO.

El consentimiento informado (CI) en pediatría es un proceso continuo de toma de


decisiones centrado en la relación pediatras–padres–pacientes, que debe
incorporar aspectos socioculturales del contexto particular del niño o adolescente.

El asentimiento informado se entiende, más allá de un formalismo legal o una


práctica moral, como un proceso de inclusión y promoción de la autonomía del niño
en los procesos de toma de decisiones. En las teorías modernas sobre los derechos
de los niños, las niñas y los adolescentes, intervienen dos paradigmas:

1) de protección, a través del establecimiento de un conjunto de obligaciones de


los adultos hacia ellos como mecanismo para salvaguardar sus aspiraciones; 2) del
mejor interés, que privilegia la concepción de los derechos como base normativa
que garantiza la realización efectiva de los intereses de los niños, considerados
sujetos titulares de derechos más que receptores pasivos de la beneficencia de los
adultos. Este artículo indaga en la concepción actual sobre el CI en niños, niñas y
adolescentes, haciendo énfasis en el marco normativo colombiano y en aspectos
relativos a la bioética como: la promoción de la autonomía en los niños, el desarrollo
del razonamiento moral, el asentimiento informado tanto en los ámbitos
asistenciales como de investigación, el principio del interés superior y el modelo de
cuidado centrado en la familia.

La edición de 1984 del «Manual de Ética» del Colegio de Médicos Americanos


definía el consentimiento informado de la siguiente manera: «El consentimiento
informado consiste en la explicación, a un paciente atento y mentalmente
competente, de la naturaleza de su enfermedad, así como del balance entre los
efectos de la misma y los riesgos y beneficios de los procedimientos terapéuticos
recomendados, para a continuación solicitarle su aprobación para ser sometido a
esos procedimientos.

La presentación de la información al paciente debe ser comprensible y no sesgada;


la colaboración del paciente debe ser conseguida sin coerción; el médico no debe
sacar partido de su potencial dominancia psicológica sobre el paciente.»

La teoría del consentimiento informado es de origen anglosajón, más


concretamente norteamericano, aunque después ha pasado a formar parte del
patrimonio ético de toda la práctica médica occidental. Si bien su gestación tiene
mucho que ver con el propio modelo ético-político con que aquel país vio la luz a
finales del siglo XVIII, su verdadero desarrollo hay que situarlo en el contexto del
amplio movimiento de reivindicación de los derechos civiles que, iniciándose a
finales de la II Guerra Mundial, tiene su auge en la década de los sesenta - setenta
y que tampoco se limita sólo a los EE. UU-. Este movimiento, junto con otros factores
como por ejemplo el acelerado desarrollo científico - técnico de la medicina,
repercute en el ámbito sanitario de tres maneras que están a su vez íntimamente
relacionadas. En primer lugar, impulsa la reivindicación de las cartas de derechos
de los enfermos, de los que quizás el más importante es precisamente el derecho
al consentimiento informado, cuyo punto de partida más inmediato es el Código de
Nüremberg de todos conocido.

De una forma más amplia podríamos decir que los ámbitos que debería abarcar la
información proporcionada, tal y como lo entiende la teoría del consentimiento
informado estadounidense, son los siguientes:

1. Descripción del procedimiento Propuesto, tanto de sus objetivos como de la


manera en que se llevará a cabo.
2. Riesgos, molestias y efectos secundarios posibles.
3. Beneficios del procedimiento a corto, medio y largo plazo.

4. Posibles procedimientos alternativos con sus riesgos, molestias y efectos


secundarios respectivos, y explicación de los criterios que han guiado al médico en
su decisión de recomendar el elegido en lugar de estos.

5. Efectos previsibles de la no realización de ninguno de los procedimientos


posibles.

6. Comunicación al paciente de la disposición del médico a ampliar toda la


información si lo desea, y a resolver todas las dudas que tenga.

7. Comunicación al paciente de su libertad para reconsiderar en cualquier momento


la decisión tomada.

ASENTIMIENTO.

Según la Real Academia Española, el consentimiento se define como: "acción de


consentir, es decir, la manifestación de voluntad expresa o tácita por la cual un
sujeto se vincula jurídicamente" y el consentimiento informado en medicina como:
"aquella manifestación de aceptación que ha de prestar el enfermo o, de ser
imposible, sus allegados, antes de iniciar un tratamiento médico o quirúrgico, una
vez que se le ha detallado razones y riesgos para y por ello". El asentimiento, a su
vez, se identifica por un lado como sinónimo de consentimiento y por otro a la letra
dice que "deriva de asentir, es decir, admitir como cierto o conveniente lo que otra
persona ha afirmado o propuesto antes". De aquí podemos derivar significado del
consentimiento informado para la investigación médica.
David Wendler, bioeticista clínico del Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y
Sangre en Estados Unidos, habla del significado de la palabra asentimiento; lo
refiere como un proceso en el cual se les da a los niños la información básica sobre
un estudio de investigación y se les pide participar en la toma de decisiones.

En pocas palabras, se trata de solicitarle al menor que acepte (asentimiento)


participar en un estudio de investigación, a la vez que los padres o el representante
legal autorizan (consentimiento) su participación.

Con todos estos antecedentes, más la reciente bibliografía que enfatiza la


importancia del asentimiento, queda clara, entonces, que en toda investigación
clínica que se realice en nuestro país y que involucre a niños, el investigador debe
dedicarle el tiempo necesario no sólo a los familiares responsables o al responsable
legal del menor, SINO AL MENOR MISMO, para invitarle a participar en alguna
investigación médica, explicándole, a su nivel de entendimiento, las acciones que
deban tomarse.
BIBLIOGRAFÍA.
 Pinto, B. (2013). Asentimiento y consentimiento informado en pediatría:
aspecto bioéticos y jurídicos en el contexto colombiano. Revista colombiana
de bioética, 144.
 Lorda, P. S., & Gutiérrez, J. J. (2001). Consentimiento informado. Medicina
clínica, 117(3), 99-106.
 Carsi Bocanegra, E. E. (2010). Deber profesional de obtener el
asentimiento del niño para participar como sujeto de investigación. Boletín
médico del Hospital Infantil de México, 67(4), 306-314.

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