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C olección F reud 0 L acan
Dirigida por Roberto Harari ' M a rk o s Z a fir o p o u l o s ^

LACAN
Y LAS CIÊNCIAS SOCIALES
La declinación
del padre (1938-1953)
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Bsbüoteca
Av. Antônio
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E d ic io n e s N u e v a V is io n
B u enos A ir e s
150.195 Zafiropoulos, Markos
ZAF Lacan y las ciencias sociales La declináción del padre
(1938-1953) - 1s ed. - Buenos Aires: Nueva Vision, 2002
240 p.; 20x14
Traducción de Horacio Pons
ISBN 950-602-446-4
I. Título -1 . Psicoanálisis

Titulo del original en francés: “Su preocupación esencial no es la teoria de la libido,


Lacan et les sciences sociales. Le déclin du père (1938-1953) sino la de la comunidad cristiana. Identifica la
'Ù Presses Universitaires de France, 2001 confesión con el psicoanálisis e ignora manifiesta-
mente que el reconocimiento de los pecados no es
sino la menor de las tareas de la terapia psicoanalí-
o
tica; la más importante es la demolición de la imago
Este libro se publica en el marco del Programa de Ayuda a la Edición paterna que escapa por completo a la confesión. Es
Victoria Ocampo del Ministério de Asuntos Extranjeros de Francia y evidente que Jung nunca quiso ni pudo dejarse
el Servicio Cultural de la Embajada de Francia en la Argentina. demoler por un paciente. En consecuencia, jamás
analizó y, en cambio, fue para sus pacientes el
salvador que se deja banar por los rayos de su
<Ü- BIBLIOTECA UNIVERSITÁRIA
Q< /Q c) f)ZL semejanza con Dios.”
S. Ferenczi,
4'£339/ carta a Freud del 25 de octubre de 1912.
306509-10
“Sus observaciones sobre Jung me parecen total­
mente indiscutibles.”
ÍS58 S. Freud,
LA F Toda reproducción total o parcial de esta obra por respuesta a Ferenczi, 27 de octubre de 1912.1
MATA cualquier sistema —incluyendo el fotocopiado— que
Y ES U no haya sido expresamente autorizada por el editor
constituye una infracción a los derechos del autor y
será reprim ida con penas de hasta seis anos de
prisión(art. 62 d e la le y 11.723ya rt. 172 del Código
Penal).

^ 2002 por Ediciones Nueva Vision SAIC. Tucumán 3748, (1189) Buenos
1 S. Freud y S. Ferenczi, Correspondance (1908-1914), vol. 1, Paris, Calmann-
Ires, República Argentina. Queda hecho el depósito que marca la ley
Lévy, 1992. [En la bibliografia, al final del volumen, el lector encontrará la referencia
11.723. Impreso en la Argentina / Printed in Argentina a la version castellana de las obras citadas. (N. del T.)l
de ‘Les complexes familiaux”, pues Lacan, que escribia para un INTRODU CCIÓN i
público francés, debiasin dudaremitirse a ellas, cualquierafuera, por
otra parte, su manejo de la lengua alemana.

Agradecimientos
Agradezco al senor Alain Delrieu la muy cuidadosa lectura que tuvo
a bien hacer de este manuscrito, así como a la senora Claudine
Guitton, al senor René Sarfati y, en general, a todos los que me
ayudaron a llevar a su término este texto.

Ya se trate de las mejores obras de historia del pensamiento, de in-


troducciones o de comentários sobre tal o cual período de la obra de
Lacan (o sobre su conjunto),1 hay que senalar que el lazo que une las
investigaciones del psicoanalista con los trabajos de los investigado­
res en ciencias sociales se estudia poco y nada, como si fuera un
aspecto genealógico de su corpus cuya omisiôn no obstaculizara la
comprensión.
Ahora bien, todo indica que en Lacan hay - y desde muy pronto-
una frecuentación de los textos de la escuela francesa de sociologia,
en primera fila los de É. Durkheim y M. Mauss, pero también una
lectura de etnólogos como W. H. Rivers, B. Malinowski, R. Benedict
o M. Mead, como “preparación” para su encuentro científico -en la
posguerra— con Lévi-Strauss. Encuentro sin el cual no se puede
entender la evolución de su obra marcada, por ejemplo, por el
“Discurso de Roma” de 1953, que encarna un verdadero cambio de
“galaxia conceptual” del universo teórico de Lacan, enfonces menos
convertido a la fascination claudeliana por el catolicismo romano que
al paradigma estructuralista “importado” de las ciencias sociales
norteamericanas a Paris por C. Lévi-Strauss. A partir de alli, ese
paradigma científico dominará lo que el propio Lacan llama su
' 1Véanse, por ejemplo, Anika Lemaire, Jacques Lacan, Bruselas, Pierre Marda-
ga, 1977; Alain Juranville, Lacan et la philosophie, Paris, PUF, 1984; Philippe Julien,
Le Retour à Freud de Jacques Lacan, Toulouse, Érès, 1985, y luego Paris, e p e l , 1990;
Joël Dor, Introduction à la lecture de Lacan, Paris, Denoël, 1985; Bertrand Ogilvie,
Lacan. La formation du concept de sujet, Paris, p u f , 1987; Élisabeth Roudinesco,
Jacques Lacan, Paris, Fayard, 1993; Erik Porge, Les Noms du Père chez Jacques
Lacan, Toulouse, Érès, 1997.
Desde este punto de vista, hay que destacar una obra inédita que desarrolla un
estudio de la lógica colectiva en Lacan: Jean-Louis Henrion, La Logique collective de
Lacan, sa situation à l’égard de Massenpsychologie und Ich-Analyse de Freud, tesis
de doctorado (dirigida por P.-L. Assoun), Universidad de Paris vu, diciembre de 1997.

11 -
“retorno a Freud” y se mezclará intimamente con ese momento Lacan es, de manera general, muy subestimado. Esa falta de aprecia- 1
fundador de una especie de reconciliación con el texto o el deseo de ción explica en particular la discreción de sus lectores en lo referido
Freud, que marcará a continuación el resto de sus trabajos. al obj eto de nuestro estúdio, porque éstos no evocan nunca el “momen­
Como se ve, entre Lacan y las ciências sociales hay algo más que to durkheimiano” cuya importância no sólo es crucial para entender
una discreta vecindad: existe una suerte de ligazón cuya acción la génesis del corpus lacaniano sino también para captar verdadera-
fecunda está atestiguada en el núcleo mismo de sus investigaciones mentelos aspectos de la tesis de la decadencia de la familia patriarcal
y también en los momentos de fractura que jalonansus trabajos, como que se prolongan en el campo psicoanalitico de nuestros dias.
el de 1953 cuando Lacan “retorna a Freud”, revisa sus basamentos Esa tesis, efectivamente, sigue muy presente en este campo, en el
antropológicos, se despide de Durkheim, adhiere al estructuralismo que sostiene con frecuencia el discurso de los herederos directos de
de Lévi-Strauss y establece de tal modo el fin del período que Lacan, así como el de los psicoanalistas de la Asociación Psicoanalí­
estudiaremos aqui (1938-1953). tica Internacional [a p i ] de la que aquél se separó definitivamente con
La fuerza de la ligazón epistemológica hasta ahora omitida entre la escisión de 1953, pero a la cual aùn pertenecia en el momento de
Lacan y las ciências sociales hace necesaria nuestra investigation, de formular la tesis que nos ocupa.
la cual la presente obra constituye la primera parte. Las apuestas de nuestra investigation no se limitan, por lo tanto,
qLacan durkheimiano? a un mero punto de vista sobre la historia del pensamiento de Lacan;
Si, porque antes de Lévi-Strauss estuvo sin duda Durkheim en el conciernen asimismo a la actualidad de la clínica psicoanalítica de
corazón de los basamentos sociológicos de Lacan, que ya formulaba en hoy, se trate de la dei caso o de lo social, pero en términos más
1938 -en él artículo sobre la familia2 que hacia suya la lección de générales también a su ética y su futuro.
aquél- la tesis de la “declination de la imago paterna”, que deduce Bajo la autoridad de Lacan, diversas versiones (fragmentadas o
de la ley de la contracción familiar de Durkheim el empobrecimien- más globales) de la tesis de la “declination de la imago paterna”
to dei poder identificatorio de las familias y la degradation del encuentran la posibilidad de manifestarse en la pluma de psicoana­
complejo de Edipo, incapaz ya de asegurar la armoniosa maduración listas cuya importancia en el campo analítico está comprobada.
subjetiva y social de los hijos (y las hijas). Por el lado de los herederos de Lacan, en primer lugar, y en lo
En ese artículo, Lacan plantea la hipótesis de que esa crisis concerniente a la École de la cause freudienne (y más globalmente a
psicológica es la causante del descubrimiento del psicoanálisis por un la institution del “Campo Freudiano”), Jacques-Alain Miller recuer-
hijo dei “patriarcado judio” de la Viena de fines dei siglo xix. da asi de manera matizada, pero también graciosa, qué pasô con la
Del mismo modo, explica por el agravamiento de la decadencia de clarividência de Lacan con respecto a la bancarrota del padre:
las estructuras familiares y del poder dpi padre la evolución de las
formas clínicas de las neurosis que cree observar entre 1938 y 1953. Lacan [...] no está ciego a la decadencia, a la bancarrota moderna dei
Podrá advertirse la importância capital de esta tesis que concierne padre. La senala desde la década de 1930. Después de todo, la
tanto a la fundación misma dei psicoanálisis como a las determinacio- frecuentación de la Action française y sus fantoches era muy adecuada
nes sociales de la evolución de las neurosis cuya causa senala Lacan, para ponerlo al tanto. No, no está ciego a la decadencia y la bancarrota
durante más de quince anos, en la decadencia de la familia patriarcal, del padre, al igual que de todos los idéales, lo que presuntamente se
ya se trate de la clínica dei caso o la dei malestar social, mucho más denomina el fin de las ideologias, pero como lo pone de relieve en una
presente en la obra lacaniana de lo que a veces se supone. discusion [...] podemos prescindir de él [del padre] con la condition de
En efecto, el lugar de la antropologia psicoanalítica en la obra de utilizarlo.3
3Jacques-Alain Miller, en La cause freudienne, n° 37, octubre de 1997. Miller es
2 El título dei manuscrito original de este artículo es “Situation de la réalité director del Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de Paris vm y delegado
familiale”. Se publico por primera vez en la Encyclopédie française a pedido de H. general (fundador) de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. La am p reúne varias
Wallon y L. Febvre. El texto volvié a publicarse en 1984 con el título de Les Complexes escuelas que reivindican el nombre de Lacan en el plano internacional, en Brasil,
familiaux dans la formation de l’individu, Paris, Navarin. Sobre este punto, véase É. Espana y Venezuela lo mismo que en Francia, donde la primera de ellas nació en 1981
Roudinesco, Jacques Lacan, op. cit. con el nombre de École de la cause freudienne, poco después de que Lacan disolviera

13
La historiadora del psicoanálisis Elisabeth Roudinesco indica por padre de familia - y más en general de- la institución familiar- |
su parte una especie de concordancia de las opiniones científicas que constituiria uno de los motores esenciales de la invención del psicoa­
explican la invención dei psicoanálisis como resultante de la declina- nálisis;
ción de la familia patriarcal: • según la tercera, el deseo de Freud estaria (en parte) orientado
por una voluntad de revalorizar simbolicamente al padre;
Todos los trabajos recientes sobre la historia de los origenes del • la cuarta considera que Jacques Lacan, mediante su vigoroso
psicoanálisis, en especial desde la “voluntad de saber” de M. Foucault, “retorno a Freud”, aspiraria a reintroducir la imagen del padre con la
han mostrado que aquél nacio de la interrogation que atraveso la forma de una función esencial para la organización de la familia.
sociedad vienesa a fines dei sigloxrx frente a la declinación de la familia
patriarcal. Es probable que en la capital austríaca, con una monarquia Estas ideas apuntalan la perspectiva que sostiene que el psicoaná­
agonizante, la cuestión se advirtiera mejor que en cualquier otro lado. lisis se deduciria de la declinación de la autoridad social de la
En Freud había una voluntad de revalorizar simbolicamente al padre. institución patriarcal y que su “programa” apuntaría -a l menos en
Sin embargo, en 1922-1923- M elanie Klein inclina el psicoanálisis parte- a ratificar el poder del padre, indispensable para el buen
hacia el lado de las relaciones arcaicas con la madre, al extremo de
funcionamiento de la fam iliay la armoniosa estructuración subjetiva
hacer casi desaparecer la imagen dei padre. Una vez más, es Jacques
Lacan quien, con la forma de una función simbólica esencial para la de las generaciones.
organización de la familia, reintroduce esa imagen.4 Sin lo cual seguiríamos siendo testigos -de acuerdo con otros
autores del campo analítico (más a menudo ligados a la Asociación
Lo que aparecia en la pluma de Lacan desde la década de 1930 se Psicoanalítica Internacional)— de la proliferación de los “estados
veria así confirmado por las investigaciones de los historiadores más fronterizos”, con su cortejo de narcisismo y sintomas modernos que
actuales. caracterizan la actualidad de nuestro malestar social (patologias
Los artículos “Nom-du-Père” y “Patriarcat” del muy útil Diction­ narcisicas, toxicomanias, anorexias, bulimias, depresiones, suicidios,
naire de la psychanalyse de Elisabeth Roudinesco y Michel Pion5 trastornos psicosomâticos, etc.).
retoman también esta tesis.6 En esta lógica, y desde su punto de vista de historiadora, E.
En suma, tenemos aqui cuatro ideas esenciales (no siempre ex- Roudinesco senala que “desde la década de 1960 los trastornos
puestas de manera sistemática): ,4 narcisicos y los estados fronterizos, así como los problemas de bi-
sexualidad e identidad, sustituyeron como objetos de estudio del
• la primera sostiene que la bancarrota del padre de familia es un psicoanálisis a los trastornos sexuales clásicos”.7
hecho comprobado; Efectivamente, en Francia se comprueba la importación de un
• la segunda afirma que la declinación sociohistórica del poder del modelo clínico originado en Estados Unidos, que asocia el debilita-
miento de las figuras identificatorias familiares a esas deficiências de
la estructuración subjetiva de las nuevas generaciones:
la Ecole freudienne de Paris, fundada a sus instancias en 1964. La importancia de la
ensenanza de J.-A. Miller es decisiva para todos los miembros de ese conjunto • manifestadas clinicamente con la modalidad de las sociopatías
institucional y para quienes están ligados a él.
4 E. Roudinesco es autora de varias obras de referencia sobre la historia del modernas (toxicomanias, suicidios, depresiones...), y
psicoanálisis, entre ellas Histoire de la psychanalyse en France, Paris, Ramsay, 1982 • situadas exactamente en los limites delapsicosisy laneurosis (de
(vol. 1) y Paris, Seuil, 1986 (vol. 2), además de Jacques Lacan, op. cit. allí su nombre de estados fronterizos).8
Roudinesco es historiadora, doctora en letras y vicepresidente de la Société
internationale d’histoire de la psychiatrie et de la psychanalyse. La cita corresponde 7É. Roudinesco en Le Nouvel Observateur, op. cit.
a Le Nouvel Observateur, 20 de marzo de 1997. 8Sobre este punto, véanse los trabajos de Jean Bergeret, entre ellos La Personna­
5Michel Pion es director de investigation y miembro de la Unidad de investigaciôn lité normale et pathologique, Paris, Dunod, 1974, y en lo que se refiere a la définition
de psicoanálisis y prácticas sociales del c n r s , cuya direction ejercemos. de los estados fronterizos, la obra de Didier Anzieu, Le Moi-peau, Paris, Bordas, 1985
6 Cf. É. Roudinesco y M. Pion, Dictionnaire de la psychanalyse, Paris, Fayard, y luego, Paris, Dunod, 1995, que indica lo siguiente (p. 29): “Etimológicamente, se
1997, pp. 724 y 772.

14 15
La tesis socioclínica que vincula la deserción social dei padre de trabajo, el ejército, la familia, la Iglesia, los partidos, etc., ya |
familia a los dolores modernos dei hijo circula en el conjunto dei dejaron globalmente de funcionar como princípios absolutos e
campo psicoanalítico, puesto que se encuentran algunas de sus intangibles; en grados diversos, ya nadie cree en ellos, ya nadie
versiones tanto en los psicoanalistas de laAPi como en otros formados invierte nada en ellos.10
en el marco de la ensenanza de Lacan.
Por otra parte, la tesis aludida es perfectamente congruente con Esa desinvestidura generalizada de las instituciones estaria acom-
muchas descripciones sociológicas que invocan el debilitamiento panada por una especie de culto de la singularidad subjetiva que
generalizado de nuestros lazos sociales como causa: encarnaria un proceso de personalización desencadenante de la
lógica de un individualismo renovado cuya importância, segùn el
• dei agravamiento doloroso de la incertidumbre familiar y subje­ autor, solo los artistas y los psicoanalistas habrían podido advertir
tiva; por anticipado..
• de la “lógica de la indiferencia”; Esta sociedad “posmoderna” descripta por Lipovetsky estaria
• de la proliferación de las.toxicomanías y los estados depresivos; regida por el vacio y desembocaria en una suerte de individualismo
• e incluso, más globalmente, dei surgimiento de una “sociedad modificado a la manera narcísica, caracterizado por los sociólogos
narcisista”. norteamericanos, en la primera fila de los cuales se encuentra
Christopher Lasch, a quien su colega francês hace debida referencia.
Desde ese punto de vista, podemos considerar Z/Ère du vide, de G. Lipovetsky tampoco deja de mencionar que los trabajos estadouni-
Lipovetsky,9 como obra emblemática de esas investigaciones socioló­ denses en los que se inspira se basan en una serie de investigaciones
gicas que ponen el acento en la desinvestidura generalizada de las psicoanaliticas entre las cuales se destaca la teoria de los estados
instituciones, entre ellas la familia. fronterizos de Kohut y Kernberg.11
Hay por lo tanto una especie de complicidad que aûna la sociologia
La sociologia dei posrnodernismo dei posrnodernismo y las investigaciones psicoanaliticas para diag­
nosticar, en las patologias narcisi'cas, los sintomas mórbidos de las
Considéresè, en efecto, esa inm ensa ola de desinvestidura por la sociedades posmodernas faltas de perspectivas históricas, investidu­
cual todas las instituciones, todos los grandes valores y finalidades ras institucionales y autoridad: “El proceso de personalización diluye
que organizaron las épocas anteriores se vacían poco a poco de su todas las grandes figuras de la aùtoridad [...] la desustancialización
sustancia: £qué es, si no una deserción en masa que transform a el narcísica se manifiesta en el corazón de la familia nuclear como
cuerpo social en cuerpo exangüe, en organismo desafectado? [...] impotência, desposesión y dimisión educativa”.12
Aqui, como en otros lugares, el desierto crece: el saber, el poder, el Se reconocerá aqui una version renovada de la declinación de la
familia y de las grandes figuras de la autoridad, entre ellas la dei
padre, desde luego, lo cual coincide perfectamente con la tesis de
trata de estados en el limite de la neurosis y la psicosis y que conjugan rasgos
correspondientes a estas dos categorias tradicionales. De hecho, estos enfermos 1938, cuyos conceptos no parecen ajenos al autor de estos “ensayos
carecen de limites: incertidumbres sobre las fronteras entre el yo psíquico y el yo sobre el individualismo contemporâneo”.13
corporal, entre el yo realidad y el yo ideal, entre lo que depende de uno mismo y lo que Lo que sorprende, en suma, es el uso de la tesis formulada por
depende de otro”. Con prefacio de Jean Bergeret, también será provechoso leer sobre
el tema Les Etats-limites, editado por la a f p e p en 1993, en el cual se encontrará la
Lacan en “Les Complexes familiaux”, tanto por los psicoanalistas
publicación de las intervenciones en las xxn jornadas nacionales de la Association como por otros especialistas de las ciências sociales, pero también su
française des psychiatres privés (con la dirección del doctor Hervé Bokobza). Por
último, también es posible consultar J. André (comp.), Les États-limites, Paris, p u f , 10Ibíd., p. 50.
1999. En P.-L. Assoun, “Le sujet limite, entre malaise et idéal”, en Psychologie 11Véase ibíd., nota de la p. 70. El autor menciona también la publicación en Laffont
clinique, n° 6, Malaise de l’idéal, Paris, Klincksieck, 1991, pp. 121-132, se encontrará (Paris, 1980) de la obra de Ch. Lasch, con el título de Le Complexe de Narcisse.
una crítica freudiana de la noción. 12 G. Lipovetsky, L ’Ère du vide, op. cit., p. 288.
9 Gilles Lipovetsky, L ’Ère du vide, Paris, Gallimard, 1983 y 1993. 13El subtítulo del libro de Lipovetsky es, en efecto, “Essais sur l’individualisme
contemporaine”.

16 17
aspecto inalterable, como si ni el tiempo, ni la pluralidad de los Lacan de 1973,16ya muy alejado del Lacan'de 1938 (cuya tesis, sin l
paradigmas científicos, ni las divisiones del medio analítico tuvieran embargo, se relanza sin cesar).
poder sobre ella, y esto con tanto mayor seguridad cuanto que los En consecuencia, parece imponerse la prudência.
expertos de las ciencias sociales se esfuerzan por confirmar aún más Antes de adherir sin críticas a la tesis clínica de los efectos
su armazón.
catastróficos de la deserción del padre en la modernidad, será preciso:
No obstante, la especie de “llamada al padre” que esta teoria
amenaza arrastrar con ella con demasiada frecuencia, está, a nuestro 1 ) revelar su genealogia y más particularmente los fragmentos dei
parecer, suficientemente cargada de ambigüedad freudiana para que discurso de Lacan que constituyen sus resortes esenciales;
la dejemos pasar sin reflexionar más detenidamente. 2) comparar sus fundamentos “sociológicos” (debilitamiento de la
patria potestad y de los lazos familiares) con los datos modernos de
La fuerza de Dios
la antropologia histórica de la familia;
3) decidir sobre la estabilidad histórica de su pertinência en la
^Córno apelar, por ejemplo, a un sostén de la imagen d e l padre de clínica dei caso y en la de lo social, o concluir en su obsolescência
familia (y de su poder) sin apelar al mismo tiempo al imaginario
científica;
inconsciente que funda su autoridad, así como funda esas religiones 4) verificar su estabilidad histórica en el corpus lacaniano o seguir
cuya nocividad comprobamos todos los dias en el corazón de los la evolución de las investigaciones que, en este caso en particular,
osarios modernos siempre prorrogados en “Nombre del padre” (muer- llevan al psicoanalista a deshacerse de ella;
to): Afganistân, Argelia, Irlanda, Medio Oriente, Yugoslavia, Ruan­ 5) establecer la coherencia dei conjunto o destacar todo lo que
da, etc.? La lista de las masacres en “Nombre delpadre” que marcaron habría podido hacer “imparable” el surgimiento de esta tesis antropo-
trágicamente el sigloxx es lo suficientemente consistente para que no lógicamente mucho menos firme de lo que parece.
esperemos más para cuestionar el alineamiento dei psicoanálisis
junto al difunto patriarca invocado sin césar en pro de la instauración Lejos de dar cuenta de uno de los motores esenciales dei descubri-
de la paz, pero que siempre amenaza reactivar el “porvenir de la miento freudiano y de la evolución histórica de las neurosis, la tesis
ilusión” religiosa cuyo carácter perjudicial conocemos, tanto para de la declinación de la familia patriarcal y de su jefe no encerraria
la clínica del caso como para la de lo social.14 entonces sino una especie de “nostalgia por el padre”,17 que compete
El “Nombre dei padre” funciona mênos como operador de pacifica- más seguramente a un sintoma neurótico e incluso a una verdadera
ción simbólica que como causa de la masacre en aquellos a quienes novela familiar endosada por el campo analítico, que al progreso
Freud, con mano segura, reúne bajo la unidad clínica de los “crimina-
les sin remordimientos”.15 científico de su discurso.
De allí, tal vez, el aspecto extraííamente inalterable de la tesis.
“Dios, en caso de recobrar fuerza, terminaria por ex-sistir, y eso no Entre el sintoma y el discurso se sitúa por lo común un momento
presagia nada mejor que un retorno de su pasado funesto”, podríamos de interpretación que en este caso bien podría faltar, por una serie de
decir a modo de advertência y si hiciéramos hablar contra el ideal razones que, a la sazón, habría que consignar para no ser, a nuestro
socioclínico de una especie de “patriarcado de derecho divino” al turno, inculpados de complacência con el sintoma.
14Se reconocerá aqui el título de la obra de S. Freud,L ’Avenir d’une illusion (1927),
en Œuvres complètes, t. XVIII, Paris, p u f , 1994, pp. 144-197. Al respecto, véase nuestro
artículo “La haine inconsciente et le lien social”, en P.-L. Assoun y M. Zafiropoulos
(comps.), La Haine, la jouissance et la loi, Paris, Anthropos/Economica, 1995. 16J. Lacan, Télévision, Paris, Seuil, 1981, p. 54.
15Para esos integristas, “todo lo que hace y exige el objeto [el conductor, el objeto 17La “nostalgia por el padre” es un sintagma forjado por Freud para indicar el
ideal] es bueno e irréprochable. En cuanto a la conciencia moral, no se aplica a nada mecanismo sentimental que acompana las necesidades religiosas asociadas por él al
de lo que sucede a favor del objeto; en la ceguera dei amor, uno se convierte en un estado infantil de dependencia absoluta: “No podría encontrar otra necesidad de
criminal sin remordimientos” (S. Freud, “Psychologie des foules et analyse du moi” origen infantil tan fuerte como la de la protección por el padre” (S. Freud, Malaise dans
[1921], en Essais de psychanalyse, Paris, Payot, 1981, p. 178). la civilisation [1929], Paris, p u f , 1971, p. 15).

18 19
Lacan y las ciencias sociales conduzca a una ampliación tan grande de nuestro objeto de investi-
gación.
Esta obra aspira, por lo tanto, a examinar el alcance capital —y Pero tratándose de la declinación de la familia patriarcal tocamos el
siempre vigente—de la tesis de Lacan concerniente a la declinación de corazón mismo de ese “complejo paterno” que sostiene toda la antropo­
la familia patriarcal y su jefe, a poner de relieve sus incidências logia psicoanalítica y, para decirlo de una vez, motiva incluso -según el
clínicas y a verificar sus basamentos freudianos y antropológicos. Freud de Tótemy tabú-20la invención de las regias sociales de derecho.
Pero veremos que el seguimiento riguroso de ese proyecto nos Por ello, no habrá que asombrarse al constatar que la “cuestión del
arrastra a una búsqueda que desemboca, en términos más générales, padre” examinada aqui nos lleva a convocar el conjunto de las
en el análisis de la influencia de las ciencias sociales sobre las relaciones que anudan el corpus de Lacan con el de las ciencias
investigaciones de Lacan, ya se trate de la influencia ejercida hasta sociales de su tiempo.
1953 por la escuela francesa de sociologia (y más particularmente por Se verá igualmente -como justa compensación- que la clínica del
su fundador, É. Durkheim)18o, a continuación, la de C. Lévi-Strauss caso depende en Lacan de lo que éste llama en 1950 las “condiciones
(y en términos más générales dei paradigma estructuralista).19 sociales del edipismo”, en la primera fila de las cuales está la
El lector acaso se sorprenda de que el seguimiento de una tesis nos situación de la estructura familiar cuya historia escribió Durkheim
desde fines del siglo xix.
18Emile Durkheim (1858-1917) es uno de los padres fundadores de la sociologia En efecto, Lacan adhiere en 1938 a esta “historia” durkheimiana
francesa, pero también un verdadero jefe de escuela cuyos discípulos se expresaron a de la familia -que motiva en particular la generalización mórbida de
partir de 1897 en L ’Année sociologique, revista fundadora dei grupo de los durkhei-
mianos, cuya influencia sobre la sociologia francesa fue (y en parte sigue siendo) las conductas anómicas- como fundamento sociológico de su propia
considérable. En esencia, el grupo estaba constituido por jóvenes de la Ecole normale clínica del caso y de lo social. En otras palabras, como fundamento de
supérieure a menudo marcados por la orientación socialista dei célebre bibliotecário su propia antropologia psicoanalítica, aún muy alejada de la teoria
de dicha institución, Lucien Herr. Durante mucho tiempo la sociologia durkheimiana
ejerció una verdadera supremacia en el campo francês de la disciplina, y otro tanto freudiana, como vamos a ver.
ocurrió con la inserción de sus partidários en la universidad. Durkheim, por ejemplo, Pero lo que ya se advierte es que hay algo más que una mera
fue nombrado en 1906 titular de la cátedra de ciencias de la educación en la Sorbona, proximidad entre las investigaciories de Lacan, las de la sociologia
y su sobrino M. Mauss dictó clases en la École pratique des hautes études. Si los francesa y, en términos más generales, las de las ciencias sociales de
psicoanalistas se preguntan quién era Fauconnet, mencionado por Lacan en 1938,
deberán saber que se trataba de un sólido durkheimiano, designado profesor en la su época, porque en 1938 es la estruçturación misma del sujeto del
Sorbona en 1921, y que escribia habitualmeiite en la section “Sociologia moral y ju­ inconsciente la que depende —a su juicio- de las condiciones de
rídica” de L ’Année sociologique, asi como en su sección “Sociologia criminal y producción familiares.
estadistica moral”, de la que fue uno de los directores. En ese momento, las circunstancias sociales de la organización
19Recordemos que Claude Lévi-Strauss, nacido en 1908, se inclinó en un primer
momento hacia los estudios de filosofia y luego hacia la etnografia: en 1935 se traslado familiar determinan para Lacan los sintomas que expresan en el
a Brasil para desempenarse como profesor de sociologia de la Universidad de San plano colectivo el sufrimiento característico tanto de una actualidad
Pablo; su nombramiento en ese cargo era producto de un malentendido muy claro, ya mórbida como del estilo clínico de una época eminentemente lábil.
que las elites brasilenas esperaban, en efecto, una ensenanza durkheimiana. Cansa­ De allí su teoria que invoca, sobre todo, la situación de la familia
do, Lévi-Strauss estaba, segùn sus propias palabras, “en estado de insubordination”
contra la influencia durkheimiana desde la década de 1930. Como consecuencia de vienesa de fines del siglo xix como condición social de la invención
ello, tuvo la “libertad” de interesarse desde muy pronto y con mucho detenimiento en misma del psicoanálisis, pero de allí, también, la necesidad que lleva
la etnologia anglosajona, y ante todo en el maestro de la antropologia norteamericana, a Lacan a reactualizar sin cesar el diagnóstico sobre el estado del
Franz Boas, cuyos trabajos decidieron su orientación estructuralista. Entre 1941 y
1944 conociô en Nueva York al conjunto dei círculo etnológico estadounidense. “malestar en la civilización”,21 con el objeto de poner permanentemen­
Durante ese período ensenó en la Escuela Libre de Altos Estudios de Nueva York, que te de relieve el estilo clínico del período que examina.
funcionaba en vínculo directo con la Francia libre. En esa misma ciudad también trabô
relation con el lingüista Jakobson, a cuyas instancias comenzó su tesis sobre las 20 S. Freud, Totem et tábou (1912-1913), Paris, Payot, 1977.
“estructuras elementales dei parentesco”, publicada en 1947. En 1949 conociô a Lacan 21Cf. S. Freud, Malaise dans la civilisation (1929), op. cit. [Tradutimos “malestar
y desde entonces su influencia sobre las investigaciones del psicoanalista séria en la civilización” para coincidir con la versión francesa del libro de Freud; recuérdese,
decisiva, al igual que sobre la totalidad del campo de las ciencias sociales. empero, que su título en espaiiol es El malestar en la cultura (N. del T.).]

20 21
De allí, por último, la importância de la proximidad existente en entonces al conjunto de los psicoanalistas franceses en el seno del
Lacan entre la clínica psicoanalítica de un sujeto -o de un período mismo movimiento internacional fundado por Freud-, de la Société
histórico-y las luces que las otras ciencias sociales arrojan sobre el française de psychanalyse ( sfp ), que reúne una parte de la segunda
mismo “objeto de investigación”. generación de psicoanalistas de esa nacionalidad, entre ellos Laga-
che, Dolto y Lacan, y una importante fracción de los psicoanalistas de
De 1938 a 1953 la tercera generación (Anzieu, Granoff, Laplanche, Leclaire, Perrier,
Pontalis, etc.). Hay que saber, asimismo, que la influencia de la sfp
Este libro da cuenta dei período que se extiende desde la publicación equilibra rápidamente la de la spp , con la salvedad de que el recono-
del artículo de Lacan sobre los “complejos familiares”22 hasta 1953, cimiento de la nueva sociedad por parte de las instancias directivas
cuando pronuncia en Paris la conferencia titulada “El mito individual de la asociación internacional no será inmediato.26En esa coyuntura
del neurótico”23y redacta el “Informe de Roma” para el Congreso de general, Lacan modifica de manera radical su punto de vista sobre la
Psicoanalistas de Lenguas Romances en el cual, empero —y debido a función paterna y su clínica, e incluso sobre la evaluación de la imago
la escisión del movimiento psicoanalítico francês—, no leerá su texto. paterna en la familia, pero también en ese momento cambia verdade-
El informe, sin embargo, se presentô en esta capital dei catolicismo ramente de “galaxia conceptual”.
que tanto deslumbraria a Claudel, pero en el Instituto de Psicologia La función-del padre es con seguridad un astro esencial de esa
de Roma, el 26 de septiembre de 1953, durante el primer congreso de galaxia, pero digamos que ésta no puede comprenderse realmente sin
la nueva sociedad psicoanalítica (la Société française de psychanaly­ tomar en cuenta los otros conceptos que en ese momento constituyen
se), y con el título de “Función y campo de la palabra y del lenguaje en el nuevo universo teórico de Lacan. Desde 1953, éste pone de relieve,
psicoanálisis”.24 en efecto, una nueva concepción del padre, pero también una nueva
Este período de quince anos es —en nuestra opinion—la etapa en que teoria del deseo, del sujeto del inconsciente, del sintoma, de la
la influencia de los trabajos de Durkheim fue crucial para Lacan. Se dirección de la cura y hasta de la interpretación psicoanalítica, tan­
cierra claramente (ya se ha dicho) en 1953, cuando su “opción to del caso como de lo social. De allí la importância de la modificación
durkheimiana” cede paso a los trabajos de Lévi-Strauss. que debemos analizar.
No olvidamos, claro está, que 1953 es también el momento indicado Pero ^cómo orientarse en ella?
por Lacan como el de su “retorno a Freud”.25Hay aqui, como veremos,
más que una coincidência que marda teoricamente lo que llamamos Método y apuestas '
la coyuntura de 1953.
Coyuntura caracterizada por una serie de hechos que reúnen, en Si tenemos en cuenta la costumh^muy característica de Lacan (y
particular, el alejamiento de Durkheim debido a la elección lacaniana más generalmente del medio psicoanalítico) de no citar las investiga-
de Lévi-Strauss, el “retorno a Freud” que desencadena una lectura ciones inspiradoras de sus mejores elaboraciones (lo cual les da un
precisa de los textos dei padre dei psicoanálisis por parte de Lacan (y aire “autorreferencial”) y su modo de cambiar de universo teórico sin
quienes lo acompanan) y también la escisión dei movimiento psicoa­ prevenir a sus lectores, nos parece del todo imposible (tras analizarlo)
nalítico francês. Esta escisión, recordémoslo, provoca la aparición, comprender el texto lacaniano y su evolución sin recurrir precisamen­
contra la Société psychanalytique de Paris ( spp ) -que agrupa hasta te a las fuentes que le fueron propias; fuentes que son tanto más
22J. Lacan, “Les complexes familiaux”, en Encyclopédie française, Paris, Larousse,
difíciles de identificar cuanto que también se las pasó deliberadamen­
1938, t. 8, 40-3-6 y 42.1-8, reeditado como Les Complexes familiaux..., op. cit. te por alto.
23J. Lacan, “Le mythe individuel du névrosé”, en Ornicar?, n ° 17/18, Paris, Lyse, De allí la dificultad de la investigación.
1979, pp. 289-307.
Visto que partimos de la utilizaciôn de enunciados recogidos en
24J. Lacan, “Fonction et champ de la parole et du langage en psychanalyse”, en
Écrits, Paris, Seuil, 1966, pp. 237-322. otros investigadores, consideraremos admisibles, desde luego, las
25La utilizaciôn de este sintagma está atestiguada en su respuesta de 1969 a M.
Foucault. 26Véase E. Roudinesco, Histoire de la psychanalyse en.France, vol. 2, op. cit.

22 23
familia que citamos como verificación (científica) de los basamentos
observaciones susceptibles de rectificar nuestras conclusiones debido
a la opacidad dei objeto de estudio, opacidad sobre la cual, por otra durkheimianos de Lacan.
parte, seria difícil decir si fue querida (o no) por Lacan. Digamos de inmediato que como los resultados de esos trabajos
históricos no siempre confirman el imaginario sociológico del padre
Esto vale para toda la obra de Lacan (así como para el conjunto de
de la sociologia francesa, nos veremos en la obligación de reevaluár de
nuestra investigación), al igual que para su período durkheimiano
estudiado aqui. manera crítica todas las incidências para el campo psicoanalítico que
Lacan haya deducido de su lectura de la sociologia de Durkheim entre
Desde el punto de vista dei método, diremos que en Lacan la
opacidad de las fuentes impone poner al descubierto sus “núcleos 1938y 1953.
Si se quiere tener a bien recordar que esas.incidencias afectan nada
duros”, con el riesgo de parecer muy didácticos. Pero si hemos optado
menos que el nacimiento mismo del psicoanálisis y la evolución de las
por citar a veces extensamente los textos que constituyen referencia
formas clínicas características, según él, del “malestar” de la primera
para su obra, es porque él casi nunca lo hace y porque, en esas
mitad del siglo xx, se calibrará la importância de la investigación en
condiciones, no creemos que sus lectores puedan orientarse con
facilidad para comprender nuestro examen de la tesis de la declina- comparación con lo que está en juego.
ciôn de la familia patriarcal y sus incidências clínicas. Pero desde ese punto de vista también hay que ser muy claro.
El hecho de que Lacan sea en 1938 contemporâneo de las tesis de
Digamos además que la borradura de las referencias teóricas
Durkheim no debe sorprendernos y no motiva a fortiori ningún
determina también el aspecto inaltérable de la susodicha tesis, y en
reproche “epistemológico”, porque en la época esas‘tesis eran admiti­
términos más générales el “empuje a la creencia” o al abandono que
das por la totalidad del campo de las ciências sociales. Desde esa
provoca el corpus de Lacan, cuando su importância científica, de todos
modos, vale mucho más. perspectiva, no se advierte entonces cómo habría podido aquél forjar-
En lo que hace a la apreciación científica de la tesis que nos ocupa se una posición de excepción.
Como cualquier investigador en ciências sociales, Lacan retomaba
hoy, la apelación a los textos mismos de los autores en cuestión
una parte importante de los estúdios de su tiempo para reexaminar
equivale, por lo tanto, a un comparendo, con el fin de que sus
de manera crítica los cimientos clínicos y teóricos de la doctrina
testimonios aseguren lo mejor posible la imparcialidad dei veredicto
que habrá que pronunciar. freudiana.
En cambio, el hecho de que la tesis de 1938 concerniente a los
Desde luego, convocaremos estrictamente del mismo modo los
efectos mórbidos de la declinación de la imago paterna no haya sido
fragmentos del discurso lacaniano que correspondan.
aún “<puesta a examen” en el campo analítico, más de veinticinco anos
En consecuencia, más allá del “legajo” concerniente al examen de
después de la difusión de trabajos esenciales sobre la historia de la
la tesis de la declinación del grupo patriarcal, el lector podrá conside­
familia realizados por demógrafos, historiadores y sociólogos, debería
rar nuestra obra como una especie de introducciôn a los primeros
hacer que nos cuestionáramos la manera como.se sedimentan las
desarrollos de la teoria lacaniana del sujeto (y de su “multitudinari-
certezas en ese campo de investigación en el cual la historia del
zación” [“mise en foule”]), pero también como una iniciación a la
pensamiento parece siempre fuertemente determinada por el impe­
lectura de los autores que por entonces influyen preponderantemente
rativo de fidelidad transferencial que motiva los relatos teóricos.
en la orientación de Lacan, en la primera fila de los cuales se
Conocemos, por supuesto, el poder de los lazos existentes de
encuentran, por supuesto —y para el período considerado-, Freud y
Durkheim. manera muy general entre el saber y el amor (o la transferencia), y
lejos estamos de pretender hacer de ellos un rasgo específico del saber
Como se trata de una invitación a frecuentar a los autores leidos
psicoanalítico. Pero seria de esperar que -debido a su especialización
por Lacan, es decir, a leer “por encima de su hombro”, la lectura estará
en la matéria- el campo psicoanalítico estuviera protegido de los
naturalmente condicionada por la huella de nuestro propio interés en
las investigaciones de aquél. Del mismo modo se determina también efectos nocivos de la transferencia.
Y ésta se vuelve nociva cuando, lejos de favorecer la investigación
el recordatorio que pi'oponemos de los trabajos sociohistóricos reali­
(como el análisis) en el plano del grupo (al igual, que en el plano del
zados, desde la década de 1970, por los especialistas en historia de la

24
càso), tiende a perpetuar de manera ruinosa (para el caso y para el Capitulo 1
grupo) la ignorancia, los prejuicios o las prohibiciones de pensar. E N LAS F U EN TES DE L A TESIS: L A D E C LIN A C IÔ N
Se sabe que toda investigación exige un análisis permanente de la . DE L A F A M IL IA Y D E L A IM AGO P A T E R N A
relación que el investigador mantiene con su “objeto de investiga- E N “LES COM PLEXES F A M ILIA U X ”
cióii”, aunque sólo sea para reducir lo imaginario que lo separa de ese DE JACQ UES L A C A N (1938)
objeto, pero todo indica que en el campo psicoanalítico el poder de esa
relación llega a un punto de incandescência rara vez igualado en las
, otras disciplinas. Aqui, en efecto, la “elección transferencial” determi­
na la prolongación de los fragmentos de saberes, el estilo de las “curas”
y los analistas, el lugar en el grupo de los pares y la herencia de las
pasiones en la jurisdicción de la historia dei campo y sus clivajes.
De allí el valor de la transferencia o de esa relación (en todos los
sentidos dei término) que también constituye exactamente la “apues- Mucho antes de la publicación de La voluntad de saber de M. Foucault
ta” (epistemológica) inicial, para cualquier proceder científico que (1976)1y ya en 1938, se debe sin duda a Lacan la pûpularizaciôn, en
haga prevalecer (sin posibilidad alguna de exoneración) la voluntad su artículo “Les complexes familiaux”,2 de la tesis que liga el naci-
de saber sobre la fidelidad transferencial (y sus benefícios). miento dei psicoanálisis al surgimiento de una “crisis psicológica”
De allí el aspecto exorbitante de esa “apuesta”, su lado a menudo resultante de la “declinación social de la imago paterna” .
disuasivo y la proliferación de los trabajos que repiten en el campo “Tal vez haya que relacionar con esta crisis la aparición misma del
psicoanalítico la doxa de los grupos y sus basamentos doctrinarios. psicoanálisis” ( cf , 73), indica en ese texto que debemos examinar con
De allí, también, la suerte de “antipatia” (epistemológica) y de detenimiento, porque es -a nuestro parecer— constitutivo, si no
desconocimiento recíproco que separa con demasiada frecuencia el, fundador, de la tesis que estudiamos de manera crítica.
campo psicoanalítico y el campo científico. De allí, por último, el dé­ En él encontramos un Lacan:
ficit de puesta al dia dei corpus analítico y la fijeza de esa especie de
fragmentos de saberes “congelados” que habitan de una manera a 1 ) prudente: “tal vez”, dice, pero también
veces terriblemente anacrónica los conocimientos y su transmisión en 2) un Lacan antropólogo que acentúa la distinción radical que
ese campo. conviene hacer entre “familia biológica” y “estructura cultural de la
De todo ello se dçduce la orientación de nuestra investigación, que fa m ilia humana” ( cf , 12);
apunta a evaluar aquello que, en la tesis “canónica” referida al de- 3) un Lacan clínico que présenta —ep su estilo de la época- una
bilitamiento de la familia y su jefe, compete (o no) a la congelación dei teoria de la estructuración subjetiva que progresa segùn los comple-
pensamiento cuyos considerandos acabamos de evocar, aun cuando jos familiares del destete, la intrusion y el Edipo, complejos que, por
en esta instancia en particular haya sido preciso -también en nuestro su parte, funcionan como “organizadores” ( cf , 24) del desarrollo
caso- superar inhibiciones o prohibiciones de pensar correspondi en­ psíquico, de sus albures y de ciertas formaciones sociales, entre ellas
tes a nuestra transferencia con el psicoanálisis y las demás ciências la fam ilia;
sociales. 4) por último, un Lacan que, al adherir a la tesis de la declinación
de la imago paterna (y de la familia patriarcal), propone en la época
una teoria de esa imago cuyos considerandos socioclinicos es absolu­
tamente preciso recuperar para comprender qué es, de acuerdo con su

1M. Foucault, La Volonté de savoir, Paris, Gallimard, 1976.


2J. Lacan, Les Complexes familiaux, Paris, Navarin, 1984, de aqui en más citado
como cf seguido del núm ero de página.

27
juicio de esos dias, lo que declina y motiva además el diagnóstico de damente compleja, más de uno de cuyos puntos se comprende mucho i
los analistas de hoy sobre la causa de nuestro malestar. mejor por medio de las instituciones positivamente conocidas de la
fam ilia antigua que por la hipótesis de una fam ilia elemental que no
se advierte en ninguna parte, ( cf, 16-17.)
No basta, en efecto, repetir simplemente que la imago paterna-y
más en general el grupo fam iliar- está en declinación para dar cuenta En consecuencia, explica Lacan, la historia de la familia y su teoria
de la actualidad de nuestros malestares modernos (e incluso de no deben comprenderse en una lógica de “inmovilidad” que haga
nuestros estados fronterizos); además, hay que saber antropológica y prevalecer desde siempre las formas de una familia (padre, madre,
clinicamente de qué se habla. También es preciso saber sobre qué
hijo(s)) regida por los instintos, sino como una contracción institucio­
fuente nos apoyamos para diagnosticar con certeza la causa de
nal producida bajo la influencia creciente dei matrimonio que, en
nuestras desdichas y hasta la de la invención dei psicoanálisis, nada suma, terminará por reducir las formas primitivas de la familia a las
menos.
dimensiones estrechas de la “familia conyugal” (según los términos
Si el artículo de Lacan de 1938 es en verdad el texto de referencia
mismos de Durkheim retomados por Lacan, cf, 17).
invocado sin cesar (conscientemente o no) como basamento epistemo- Quienes esperaban a^ün psicoanalista que captara el desarrollo de
lógico de esta tesis, es preciso además examinar su esqueleto:
los complejos familiares pòr el extremo biológico de la fijeza habrán
perdido el tiempo. Aqui encontramos desde el inicio a un Lacan que
• especialmente en lo referido a la teoria de la maduración moviliza el saber antropológico de su tiempo sobre la institución
subjetiva y social que la tesis deja leer (complejo por complejo); familiar. Sus fuentes son I^ivers, Malinowski, Fauconnet y Dur­
« para poner de relieve el valor clínico que Lacan da a esa imago kheim. Se trata, en síntesis, de un Lacan que acepta el juego de las
paterna en la clínica de la estructuración subjetiva que propone en la evoluciones culturales. Un Lacan que parte de la sociologia durkhei-
época (y que resulta ser también una clínica de la producción de lo miana. Entonces, según su parecer, £qué aportaria el psicoanálisis a
social);
las investigaciones de las ciências sociales sobre la cuestión de la
• para verificar la “calidad” freudiana de los cimientos teóricos que
le son propios en ese momento; familia?
Una experiencia que da cuenta de lo “concreto”, una “investiga-
• para poner de manifiesto y verificar, por último, la calidad ción” (que se aplica) sobre los hechos de “la familia como objeto y
científica de las fuentes que fundan su mirada antropológica sobre la circunstancia psíquica”, que “no objetiva jamás instintos, sino com­
familia. *
plejos” ( cf, 2 1 ), “complejos dominados por factores culturales” ( cf, 22).
Complejos conscientes pero también inconscientes, de los cuales se
Lacan antropólogo de la fam ilia
deducen actos fallidos, suenos y sintomas que tocará al psicoanalista
descifrar para poner de relieve las representaciones inconscientes
En lo concerniente ante todo a la teoria de la familia, desde el (imagos) que animan ese registro (inconsciente) de la vida dei sujeto:
comienzo dei texto Lacan se distingue radicalmente dei abordaje
sus creencias y sentimientos.
espontâneo de una familia cuya composición esté regida por el
registro de lo biológico. <j,Por qué?
Porque sólo la experiencia psicoanalítica (indica Lacan) permite
Por eso escribe: “los componentes normales de la familia tal como tener acceso a esa especie de reverso de los sentimientos familiares
la observamos en Occidente en nuestros dias, el padre, la madre y los que constituyen los complejos inconscientes: “los sentimientos fami­
hijos, son los mismos de la familia biológica. Esta identidad no es otra liares, en especial, son a menudo la imagen invertida de los complej os
cosa que una igualdad numérica” ( cf, 14), y más adelante:
inconscientes” ( cf , 25).
La perspectiva es clara.
En efecto, cuando se lo examina, el grupo reducido que compone la A l convocar la parte inconsciente de los complejos familiares, el
familia moderna no parece una simplificación sino, antes bien, una
contracción de la institución familiar. Muestra una estructura profun- psicoanálisis revela un continente epistemológico apto para explicar

28 29
el funcionamiento de la familia, el desarrollo psíquico de los sintomas E l objeto de la nostalgia originaria: )la madre o el padre? 4
y las crisis psicológicas, una de las cuales habría permitido (tal vez)
—según Lacan—el descubrimiento dei complejo de Edipo. “Canibalismo”, “ambivalência”, “nostalgia” : estos significantes no
La postura epistemológica es verdaderamente impecable, porque desviarán necesariamente las investigaciones freudianas sobre la
se trata de una construcción de objeto (la familia) mediante un institucionalización familiar dei sujeto, porque en 1912 Freud habrá
“discurso científico” (el psicoanálisis), cuya relación con ese objeto de aislar efectivamente los motivos de un “canibalismo familiar” en
(familia) se explicita desde el comienzo. Más aún, se explicita como los fundamentos de la invención de los lazos sociales (y en primer
condición de producción dei mismo discurso. Así, según esta perspec­
lugar de la familia).
tiva, el objeto, o su realidad (lo real dei Edipo en la familia), exige la Desde ese punto de vista, empero, siempre es preciso recordar que
invención dei psicoanálisis y no a la inversa, dado que la evolución de los hermanos, durante el mémorable banquete supuestamente previo
la familia habría motivado el descubrimiento freudiano. a su pacto fundador (de las primeras reglas de la vida social de
Es comprensible la fuerza dei lazo que une a los freudianos con esta derecho), no habrían comido (según Freud) a la madré, ni el pecho, ni
tesis de Lacan, ya que ésta senala el momento fundador dei psicoaná­ el pecho de la madre, sino al padre originário, lo cual es muy otra cosa.
lisis no por Freud, sino por lo real de su objeto (la familia) o, más De acuerdo con el descubrimiento freudiano de Totem y ta búj en
precisamente, los complejos familiares, en la primera fila de los efecto, en los origenes de la humanidad habría habido un tiempo de
cuales se encuentra el complejo de Edipo. la horda gobernado por un padre originário, que aplastaba con su
Pero ^Lacan era freudiano en esa época?
tirania al grupo de los hijos apartados del acceso a las mujeres y
Para responder esta pregunta hay que leer, complejo por complejo, sometidos a una homosexualidad insatisfactoria.
el texto lacaniano, “calcado” dei progreso dei desarrollo psíquico que Frente a esa tirania, los hermanos se habrían organizado para dar
Lacan pretende explicar, comenzando por el complejo dei destete. muerte al déspota y luego devorarlo en una especie de pasaje al acto
fundador, que iba a hundirlos para siempre en la “ambivalência” y la
“nostalgia” con respecto a quien guardan en si mismos como su
I. El complejo dei destete3
sublime victima, que es preciso reconocer en todo momento con los
rasgos del tótem o del padre (muerto) de las Iglesias, como nos lo
En la lectura clínica dei complejo dei destete, Lacan pone el acento en
ensena Freud.
la ligazón arcaica dei individuo con J,ainstitución familiar: “El comple­ Así lo explica en 1912: el tótem “podria séria primera forma de ese
jo dei destete fija en el psiquismo la relación de la lactancia [...]; sustituto del padre [...] y Dios séria su forma más desarrollada, en la
representa la forma primordial de la imago materna. Por tanto, funda cual el padre recupera los rasgos humanos. Esta nueva creación nace
los sentimientos más arcaicos y más èstables que unen al individuo de la raiz misma de toda formación religiosa, es decir del amor [de la
con la familia” ( cf , 25-26).
Sehnsucht, esto es, la nostalgia] por el padre”.5
^Es freudiano este punto de vista? Por el lado del canibalismo, senalemos de inmediato que en Tótem
Lo sorprendente, ante todo, es constatar que en esa época Lacan y tabù Freud interpreta diversos rituales alimentarios recogidos por
recurre al complejo dei destete como fundador de los sentimientos las investigaciones etnológicas de su tiempo como “recordatorios” de
más estables que unen al individuo con la familia, como si la imago
materna estuviera en la base de la institucionalización familiar dei 4 Véanse S. Freud, Totem et tabou (1912-1913), Paris, Payot, 1977 y, sobre este
sujeto con su peso de “canibalismo fusionai”, “ambivalência” y “nos­ tema, nuestro artículo “La loi chez Lacan”, en P.-L. Assouny M. Zafiropoulos (comps.),
talgia por el pecho nutricio”, de acuerdo con sus expresiones ( cf , 29- La règle sociale et son au-delà inconscient, Paris, Anthropos/Economica, 1994.
5 S. Freud, Totem et tabou, op. cit., p. 170. El término “amor” utilizado en esta
30).
traduction pretende ser equivalente de la Sehnsucht freudiana, que remite a la
“aspiration”, el “deseo ardiente”, la “nostalgia”, el “pesar”, los “anhelos ardientes”,
como lo indica A. Delrieu en Sigmund Freud- Index thématique (raisonné, alphabéti­
3Lo habitual es hablar, más bien, de complejo de destete, pero en esta obra hemos que, chronologique, anthologique, commenté), Paris, Anthropos/Economica, 1997, p.
decidido conservar el sintagma “complejo dei destete” utilizado en 1938 por Lacan. 845. Este libro de 1.434 páginas contiene 853 nociones y conceptos de la obra de Freud.

30 31
lã comida totémica e incluso como reactivaciones de la introyección dei psiquismo y que su sublimación sea particularmente difícil” ( cf ,
fundadora (dei cadáver dei padre) que inscribe en la carne de los fieles 33).
su identidad de hijos y su pertenencia al grupo de hermanos. Sin embargo, lo que está en juego para la estructuración dei sujeto
El carácter sagrado de la comi da asegura el lazo con el padre y más y para su conexión con la cultura siempre es vital, dice Lacan.
en general con la tribu dei padre, explica Freud; lo cual explicaria La imago de la madre, en efecto, debe ser convenientemente
también el hecho de que, en las familias primitivas constituídas según sublimada para que se introduzcan nuevas relaciones con el grupo
la regia de la exogamia, no haya comidas en común. social. Para que nuevos complejos las integren al psiquismo.
Al contrario, los miembros de un mismo clan comen y beben en Y, nos previene Lacan: “En la medida en que se resista a esas
común, pues para esta institution (anterior a la familia, según Freud) nuevas exigencias, que son las dei progreso de la personalidad, la
comer y beber juntos significa fo rtalecer la sustancia común y com­ imago, salutífera eu el origen, se convierte en factor de muerte”
partir la comida con su dios.6
( cf , 33).
En Freud, por lo tanto, el padre llega ante todo por la boca (hay que Es preciso captar aqui con claridad la apuesta dei texto, que no sólo
devorarlo), y si hay para él una nostalgia crónica “oral” dei sujeto en pone en el fundamento de la relación subjetiva con el grupo una
el principio mismo de su institucionalización, se trata de una Sehn- “nostalgia por la madre” biologicamente determinada (que toma el
sucht (nostalgia) por el padre. lugar de la nostalgia por el padre freudiano) sino que indica también
|. Para volver al texto de 1938, lo que Lacan diagnostica en él es, más que la seducción mortífera de esa nostalgia debe sustituir nada me­
que una nostalgia por el padre, una “nostalgia por la madre” en los nos que la teoria délinstinto de muerte7 elaborada por Freud. Lacan,
orígenes (orales) de la institucionalización subjetiva. en efecto, despliega aqui la clínica de la nostalgia por la madre (o por
Y esa nostalgia es mucho más crucial, nos dice Lacan, porque la se­ la matriz) a la vez qüe recusa la teoria freudiana dei instinto de
paration con respecto al pecho nutricio de la que ella se deduce vela muerte, que está a su juicio demasiado marcada por un “prejuicio
“la imago más oscura de un destete más antiguo, más penoso y de biologicista” ( cf, 33). Lo cual parece muy curioso, ya que la nostalgia
mayor amplitud vital, aquel que, al nacer, separa al nino de la matriz, por la matriz que .él propone como causa de su propia versión dei
separación prematura de la que procede un malestar que ningún instinto de muerte también está determinada por una causalidad
cuidado puede compensar” ( cf, 31). biológica (la insuficiência vital de los primeros anos).
Detrás de la pantalla de la “nostalgia por el pecho nutricio” habría
que saber reconocer, por lo tanto, „el malestar on tológico del nino Complejo dei destete e instinto dé muerte
separado de la matriz. En el texto de 1938, la universalidad de la
prematuración de la criatura dei hombre al nacer eleva el “complejo “La tendencia a la muerte, que caracteriza el psiquismo dei hombre,
dei destete” a la dignidad de un invariante de la especie humana. se explica de manera satisfactoria mediante la concepción que desa-
Mientras que en el corpus freudiano el fundamento dei lazo social rrollamos aqui, a saber, que el complejo, unidad funcional de ese
se nimba de una nostalgia mitológica por el padre originário, Lacan
propone la nostalgia por la madre (y la matriz) como valedera para 7 La elección dei sintagma “instinto de muerte” como traducción dei Todestrieb
todos, y por razones biológicas. Según él, en efecto, de esta dehiscencia alemán usado por Freud es la de Lacan en 1938 (al igual que la de los traductores de
la época), y la mantenemos aqui para evitar cualquier anacronismo. En la actualidad
originaria de la criatura dei hombre arrojada siempre demasiado debe emplearse el término “pulsión” para traducir mejor la concepción freudiana dei
pronto al mundo se deduce (universalmente) el “llamado al grupo”: el Trieb.
llamado a la regulación de una función social que supla “la insuficiên­ “La elección dei término «instinct» [«instinto»] como equivalente inglês y francês
cia vital de los primeros anos”. de Trieb no es sólo una traducción inexacta; con ella se corre el riesgo de introducir
una confusión entre la teoria freudiana de las pulsiones y las concepciones psicológicas
Esta determinación - “esta. relación orgânica”, escribe Lacan— dei instinto animal, y desdibujar la originalidad de la concepción freudiana, en
“explica que la imago de la madre se mantenga en las profundidades especial la tesis dei carácter relativamente indeterminado dei empuje motivador, las
nociones de contingência dei objeto y de variabilidad de las metas”, indican J.
6S. Freud, Totem et tabou, op. cit., p. 156. Laplanche y J.-B. Pontalis enVocabulaire de lapsychanalyse (1967), Paris, puf, 1984,

32 33
psiquismo, no responde a funciones vitales sino a la insuficiência en los mecanismos de construcción de nuestros ideales más utópicos.
congénita de éstas” ( cf , 33). Lacan recupera el “querer morir” descu- Así, esa voluntad de “retorno al pecho de la madre” motivaria “la
bierto por Freud (y que caracteriza el psiquismo dei hombre) como práctica de la sepultura”, “las formas primitivas de la vivienda”,
una contrapartida de su prematuración. Y sin duda es esa tendencia “la caverna”, “la choza” y todas esas “«nostalgias de la humani­
psíquica a la muerte la que motivaria “los suicidios [...] no violentos dad»: espejismos metafísicos de la armonía universal, abismo místico
[...] la huelga de hambre de la anorexia mental, el envenenamiento de la fusión afectiva, utopia social de una tutela totalitaria, originados
lento de ciertas toxicomanías orales, el régimen de hambruna de las en su conjunto en la obsesión por el paraíso perdido anterior al
neurosis gástricas. El análisis de esos casos muestra que, en su nacimiento y en la más oscura aspiración a la muerte” ( cf, 34-35).
abandono a la muerte, el sujeto busca reencontrar la imago de la Desde un punto de vista general, Lacan explica en este texto
madre” ( cf, 34), senala Lacan en cuanto a lo que se denomina clínica que el hombre, desde sus primeros meses de vida, debe elegir
dei caso. siempre entre la sublimación de la imago materna que permite la
Clínica que recupera aqui lo manifestado por el instinto de muerte entrada en el grupo social (es decir, la elección por la vida) y la se-
que habita toda la especie en el sintoma presentado por el indivíduo. ducción mortífera de la nostalgia por la madre, de la que se
iQué nos ensena, entonces, la lectura dei texto de 1938 sobre esta deduciríà el “querer morir de la especie” y los trastornos de la
clínica dei caso? oralidad aqui enumerados. Indica también que la (mortal) nostal­
Ante todo, que los “traumas” dei complejo dei destete se dejan leer gia por la madre se reencuentra asimismo en las “nostalgias de la
clinicamente en una serie de sintomas que ponen de manifíesto el humanidad”, que se manifiestan tanto en el registro de los éxtasis
“abandono a la muerte” (o la búsqueda de la “imago materna”), el cual místicos como en el de las promesas políticas siempre reformula­
toma en “Les complexes familiaux” el lugar de la teoria freudiana dei das por los regímenes totalitários.
instinto de muerte. . En consecuencia, descubrimos también que, desde el comienzo dei
Cosa que, clinicamente, no es freudiana. texto, la nostalgia por la madre no sói o sostiene la institucionalización
Y de paso comprobamos que esta serie de trastornos de la oralidad dei sujeto en la familia en los orígenes de su vida misma (lo cual seria
vinculada por Lacan a los traumas dei destete (toxicomanía, ano­ una perspectiva puramente “evolutiva”), sino que participa en su
rexia, suicidio...) también es, justamente, la que reúne una gran “multitudinarización” (socialización). Y esto porque motivaria tanto
parte de lo que hoy se llama “sintomas modernos”, siempre correla­ las primerísimas producciones simbólicas de la humanidad (sepultu­
cionados con nuestros estados fronterizos y el debilitamiento de la ras, chozas, casa) como la erección de los ideales sociopolíticos de los
figura paterna. grupos.
Por lo tanto, si verificamos de entrada que el texto de Lacan es <^Qué decir aqui? No otra cosa que subrayar la ambición (epistemo-
clinicamente congruente (en lo que se refiere a la selección de los lógica) de Lacan que no teme “medirse” con la amplitud dei texto
sintomas) con los intentos de análisis freudiano de nuestro moderno freudiano: no vacila en conectar su clínica de la estructuración
malestar, constataremos igualmente que esa serie de trastornos subjetiva con la de la producción de los “alojamientos” sociales de la
participa dei universo clínico de la década de 1930. Lo cual, al mismo humanidad y sus ideales. De ese modo, aspira a dar cuenta de una
tiempo, debería incitamos a la prudência en cuanto a lo que puede clínica dei caso pero también, a semejanza de Freud, de la psicologia
encontrarse de nuevo en dichos trastornos. de las masas.8
Pero prosigamos nuestra lectura y pongámonos en la perspectiva En suma, podríamos decir que Lacan “sigue los pasos” de Freud
antropológica dei psicoanálisis que lo califica (desde Freud) como una 8 S. Freud, “Psychologie des foules et analyse du moi” (1921), en Essais de
ciência social. psychanalyse, Paris, Payot, 1981. La primera traducciôn de esta obra, hecha por S.
Desde el punto de vista de lo que llamaremos “clínica de lo social”, se- Jankélévitch, se publico en 1927 con el título de “Psychologie collective et analyse du
nalaremos que en el texto de 1938 Lacan indica que es preciso saber re- moi” en Essais de psychanalyse, Paris, Payot.
A continuación, los traductores franceses decidieron traducir Massen por “foule"
conocer la “nostalgia por la madre” (que él promueve contra Freud) [“multitud”] y finalmente por“masse” [“masas”] en la última version, S. Freud, Œuvres
en los orígenes de los primerísimos“alojamientos” dei hombre, asícomo complètes, t. xvi, Paris, p u f , 1991.

34
áunqüe procure ya construir su propia teoria psicoanalítica (dei “Sentimiento oceânico” o “sensation de eternidad”,“sentim ien to de k
psiquismo y de la cultura). algo ilimitado, infinito”, escribe Freud en 192910para reformular la
Hay que recordar que, aun en 1938, su perspectiva no es “ps icológica” version de Romain Rolland del sentimiento oceânico, que volvemos a
y sus tomas de posición epistemológicas no competen (o no competen encontrar en Lacan con la formula de “abismos místicos de la fusion
solamente) a la observation madre/hijo, aun cuando indique-y con toda afectiva”, etcétera.
evidencia (de la mirada)- la precedencia de la madre sobre el padre en <^De qué se trata? ^De la nostalgia por la madre, como afirma
la socialization del sujeto.
Lacan?
La experiencia que sostiene el texto de Lacan es psicoanalítica, y No.
la madre “originaria” que invoca en 1938, e incluso la nostalgia por Se trata, decide Freud, del sentimiento “primário del yo [...] las
ella, es su producto. Asi pues, se trata más bien de una madré representaciones que le son propias tendrían por contenido, precisa­
inconsciente, como también lo es en buena medida el padre freudiano mente, las mismas nociones de ilimitado y de unión con el gran Todo,
de Tótemy tabú. a las cuales recurría mi amigo para definir el sentimiento «oceâni­
Por eso podemos leer la “nostalgia por la madre” evocada por co»”.11
Lacan con la “nostalgia por el padre” de la doctrina freudiana, dei Para Freud, el “sentimiento oceânico” se remonta a “una fase
mismo modo que hay que leer la version materna (aqui desplegada primitiva del sentimiento del yo”.12 Pero también hay que recordar
por Lacan) de lo que llamaremos “la deuda alimentaria” en los que, a su entender, “la obsesión por el paraíso perdido anterior al
orígenes (orales) del lazo social, con la version paterna que de ella da nacimiento” (para reiterar las palabras de Lacan) no puede movilizar
Freud. Como se ve, la apuesta llega hasta la production de los ideales en absoluto una esperanza cualquiera de reencuentro con la imago
políticos dei hombre que dan forma a esas nostalgias de la humani- materna.
dad animadoras de la vida social. Y ello por una simple razén, expuesta en estos términos por Freud
Desde el estúdio del complejo dei destete, por lo tanto, Lacan indica en 1925: “el nacimiento no se vive subjetivamente como séparation de
con claridad una verdadera clínica dei ideal (o de las ilusiones) que la madré, pues ésta, en cuanto objeto, es desconocida por completo
ahora debemos relacionar con el texto freudiano, si queremos situar por el feto enteramente narcisista”.13
mejor el estatus freudiano y metapsicológico de las “nostalgias de la Se advertirá el carácter increible de la toma de posición freudiana:
humanidad” evocadas por Lacan. en ella, el colmo del narcisismo primário aparece como un verdadero
narcisismo fetal que no mantiene otra relation que consigo mismo.
Clínica dei ideal y teoria dei narcisismo Al propio tiempo, el sentimiento de “la obsesión por el paraíso
perdido anterior al nacimiento” (según las palabras de Lacan) e
En lo que se reíiere a la teoria freudiana de la ilusión, de la “utopia incluso su aspecto oceânico (para hablar como Romain Rolland), y
social” o de los abismos místicos de la fusión afectiva, es preciso, desde hasta su “reminiscência amniótica”, no pueden remitir, de acuerdo
luego, remitirse ante todo al texto de Freud titulado E l parvenir de con la doctrina freudiana, a ninguna relation de objeto materno ni a
una ilusión ,9 que se ocupa dei lugar de lo religioso en el destino dei una esperanza de reencuentro con la imago materna, sino a ese
hombre. narcisismo fetal que sirve de base a una especie de nostalgia origina­
Pero nos parece aún más claro indicar aqui la respuesta dada por ria de si mismo.
Freud a Romain Rolland, que había propuesto al padre dei psicoaná- En ese momento de origen “el yo incluye todo y más adelante
lisis-en su carta dei 5 de diciembre de 1927 y justamente a raiz de su excluye de si un mundo exterior”, concluye Freud en 1929.14
lectura de E l porvenir de una ilusión—adherir a la noción de “senti-
miento oceânico” para designar la verdadera fuente de los éxtasis 10S. Freud, Malaise dans la civilisation (1929), Paris, p u f , 1971; p. 6.
místicos y el ideal religioso. 11Ibid., p. 10.
12Ibid., p. 15.
9S. Freud, L ’Avenir d’une illusion (1927), Paris, p u f , 1971, y en Œuvres complètes, 13S. Freud, Inhibition, symptôme et angoisse (1925-1926), Paris, p u f , 1965, p. 54.
t. x v iii, Paris, p u f , 1994, pp. 144-197. 14S. Freud, Malaise dans la civilisation, op. cit., p. 10.

36 37
Por ello, y para retomar la lectura del texto de Lacan con “nuestros
anteojos freudianos”, diremos que: “esas nostalgias de la humanidad: mo originário), contra las pulsiones sexuales “acogedoras” de la*
espejismos metafísicos de la armonía universal, abismo místico de la diferencia favorable a la vida.
En el texto de 1938 que nos ocupa, Lacan rechaza a la vez la teoria
fusión afectiva, utopia social de una tutela totalitaria, originados en
freudiana dei ideal, la nostalgia por el padre y la institucionalización
su conjunto en la obsesión por el paraíso perdido anterior al nacimien-
to y en la más oscura aspiración a la muerte” ( cf, 34-35) no vuelven dei sujeto (y por lo tanto la de Tótem y tabu). Pero rechaza con igual
a llevar, desde el punto de vista de Freud, a la seducción mortífera de claridad la teoria freudiana dei narcisismo originário que orienta
(según Freud) el “instinto de muerte” en beneficio (según Lacan) de
la imago materna, sino a la experiencia de un narcisismo originário
fundador dei “sentimiento oceânico”. una “aspiración ala muerte” suscitada por la “nos talgia de la matriz” .
i,Ypor qué ese rechazo afecta al mismo tiempo esos dos monumen­
Y esto no es poca cosa, pues también se deduce que para Freud la
oscura aspiración a la muerte constituye el programa mismo de la vi­ tos dei corpus freudiano que son las teorias dei ideal y dei narcisismo
da o, mejor dicho, de la dimension narcísica de la experiencia subje­ originário?
tiva. Porque la teoria freudiana dei ideal (dei tótem o dei yo ideal/ideal
dei yo) funciona y sólo se comprende en su elaboración con la dei
Narcisismo y pulsion de muerte narcisismo originário, visto que desde 1914 Freud postula que el
conjunto de las formaciones dei ideal (yo ideal, ideal dei yo, superyó)
es heredero de ese narcisismo (e incluso es una “instancia de almace-
“La meta de toda vida es la muerte”, expresa Freud en 1920,15antes
de indicar que corresponde justamente a las pulsiones narcisicas (las namiento de la libido homosexual”).
pulsiones dei yo) asumir el programa mortífero de toda vida: Freud escribe:

A ese yo ideal se dirige ahora el amor por sí mismo dei que gozaba en
En rigor, sólo pudimos atribuir al primer grupo de pulsiones (las del yo)
la infancia el yo real. A l parecer, el narcisismo.se desplaza hacia ese
el carácter conservador o, mejor dicho, regresivo, correspondiente a
nuevo yo ideal que, como el yo infantil, está en posesión de todas las
una compulsion de repetición. Según nuestra hipótesis, en efecto, las
perfecciones. Como siempre ocurre en el dominio de la libido, el hombre
pulsiones del yo tienen su origen en el hecho de que la materia
se muestra aqui incapaz de renunciar a la satisfacción de que gozó
inanimada ha cobrado vida y procura restablecer el estado inanimado;
antano [...]. Lo que proyecta ante sí como su ideal es el sustituto dei
las pulsiones sexuales, al contrario, si bien es notorio que reproducen
narcisismo perdido de su infancia; en ese tiempo él mismo era su propio
estados primitivos del ser vivo, tiehden por todos los medios hacia esta
meta: la fusión de dos células germinales diferenciadas de una manera ideal.17
determinada.16
Si el “instinto de muerte” es puesto en acción, según Freud, por el
La teoria freudiana dei “instinto de muerte” hace hincapié, enton- programa de las pulsiones dei yo que aspiran a restablecer el tiempo
ces, en el programa dei narcisismo que apunta a retrotraer al ser vivo dei narcisismo originário, momento en que el sujeto habría sido uno
al punto de origen en el cual habría sid o idêntico a sí mismo (narcisis- consigo mismo, ese narcisismo originário eiicuentra más adelante su
reminiscência nostálgica en un objeto elegido narcísicamente: no la
16S. Freud, “Au-delà du principe de plaisir” (1920), en Essais de psychanalyse, op. madre originaria sino el padre originário.
cit., p. 82. En la clínica freudiana dei ideal encontramos además la presencia
16Ibid., p. 89: “hay una oposición tajante entre los «instintos del yo» y los instintos
sexuales; los primeros tienden hacia la muerte, los segundos hacia la prolongación de
insistente de ese padre en las citas de los éxtasis místicos, las Iglesias
la vida”, indicaba la traducción anterior del doctor Hesnard; esto muestra que en y las utopias totalitarias: “El hombre simple -dice Freud- no puede
Francia, hasta 1981, el uso de instinto o pulsion era en gran medida fluctuante. En representarse esta providencia de otro modo que con la figura de un
1938 no era sorprendente que Lacan utilizara “instinto de muerte". La situación de padre grandiosamente magnificado. Sólo un padre semejante puede
la traducción francesa de los textos de Freud, por consiguiente, no lo ayudaba —como
a ningûn otro—a inscribirse en el surco freudiano que senalamos en la actualidad, 17S. Freud, “Pour introduire le narcissisme” (1914), enLa Vie sexuelle, Paris, p u f ,
gracias a que disponemos de versiones más rigurosas.
1969, p. 98.

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reconocer las necesidades dei infante humano, dejarse ablandar por Por ello, la clínica de la “tendencia a la muerte” (anorexia, toxico- 1
sus plegarias o aplacar por sus arrepentimientos”.18 mania, suicidio por la boca, etc.) o la de las “nostalgias de la humani-
Y Freud lo escande en estos términos: “No podría encontrar otra dad” no puede ser para él de la órbita dei instinto de muerte, orientado
riecesidad de origen infantiltan fuerte como la de la protección por el por la atracción mortífera de un narcisismo cualquiera, aunque sea
padre”.19 originário.
Todo indica, por lo tanto, que la herencia dei narcisismo originário El narcisismo originário es estrictamente im pensable en la.con-
en el corpus freudiano radica con más seguridad en la construcción de cepción lacamana de la época, porque en ese momento Lacan hace que
lá imago paterna que en la de la madre, o según Lacan en la nostalgia toda su teoria dei narcisismo gire en torno de la noción de imagen.
de un pecho nutricio, que para Freud se convertirá muy pronto en el Por otra parte, en el análisis dei “complejo de la intrusión” -situado
candidato al odio dei lactante, aunque sólo sea porque es el primer en el mismo texto inmediatamente después dei estúdio dei complejo
objeto que se diferencia de la envoltura narcísica originaria. dei destete-, dei cual hace el segundo momento de la estructuración
La clínica dei retorno a la muerte que caracteriza el psiquismo dei psíquica dei sujeto, Lacan pone el acento en el registro narcísico de
hombre (como promesa oceânica) —ya se trate de los sintomas de la ésta.
clínica dei caso o de esas nostalgias de lahumanidad que encontramos En definitiva, todo sucede como si en ese texto de 1938 Lacan
en la psicologia de las masas como incumbência dei ideal- no nos quisiera a la vez mantener un trabajo de “represión” sobre la teoria
devuelve, de acuerdo con el descubrimiento freudiano, ni a la nostal­ freudiana dei narcisismo originário, y explayarse acerca de ella,
gia de la madre ni a la dei padre, sino a la de sí mismo que deja tras invocando enseguida el registro de la “visura” [“voyure”] en el segundo
ella el “atravesamiento dei narcisismo originário”: “el ideal dei yo es tiempo de la estructuración dei psiquismo. El complejo de intrusión,
(como parte dei yo) el heredero dei narcisismo originário, en cuyo seno en efecto, parece verdaderamente dominado (comovamos a verlo).por
el yo dei nino se satisfacía a sí mismo”.20 el registro de la imagen (dei hermano) exigible para pensar—según el
A l promover la “nostalgia dei pecho nutricio” y lo que ella encubre, Lacan de la época—el régimen dei narcisismo.
el Lacan de 1938 se inscribe aqui, por lo tanto, contra la doctrina
freudiana. De los sintomas teóricos de suplencia
iPor qué?
Sin duda, menos porque decide dar “precedencia” a la imago Si forzamos la pluma para guiar la prosecución de nuestra lectura,
materna sobre la imago paterna qué porque en esa época no adhiere podríamos decir, entonces, que el complejo de intrusión, al igual que
ni a la teoria dei narcisismo originário y sus herederos (las formacio- la teoria dei estádio dei espejo reformulada por Lacan, funcionan (en
nes dei ideal, entre ellas la dei padre originário) ni a la dei instinto de esa época) como “sintomas teóricos” dei rechazo lacaniano dela teoria
muerte que divide a los propios psicoanalistas. freudiana dei narcisismo originário, de sus herederos y dei instinto de
Si dejamos de lado la explicación de ese rechazo por la posición muerte.
institucional de Lacan en el campo analítico de esos dias, hay que La lectura de “Les complexes familiaux” permite discernir clara­
advertir que en ese momento de su elaboración le parece teoricamen­ mente las alternativas teóricas que Lacan propone en 1938 a lo que
te muy insensato traer a colación el concepto de narcisismo en rechaza dei texto freudiano.
los orígenes de la vida misma. Recordemos que, en lo concerniente Veamos ahora cómo, con el complejo de intrusión que parte de una
a los primeros meses de vida, en el texto de 1938 dice sin ambigüedad noción revisada dei instinto de muerte, Lacan hace hincapié en primer
posible lo siguiente: “Nohablaremos aqui con Freud de autoerotismo, lugar en la teoria de las imágenes (y por lo tanto de la identificación
porque el yo no está constituido, ni de narcisismo, ya que no hay durante el estádio dei espejo) para suplir lo que considera como una
im agen dei yo” ( cf, 30). especie de defecto en la herencia freudiana.
18S. Freud, Malaise dans la ciuilisation, op. cit., p. 17.
19 Ibíd., p. 16.
20 S. Freud, “Psychologie des foules...”, op. cit., p. 173.

40 41
II. E l complejo de intrusión
1) la opción por “el m alestar dei destete humano [...] fuente dei
(o la salida por el hermano y su imagen)
deseo de m uerte” ( cf, 40), es decir, la elección de la madre, el suicidio,
el polo masoquista, y
Tras baber analizado las seducciones mortales dei complejo dei 2) la opción por elpolo sádico dei dar muerte a los objetos (fort/da)
destete Lacan prosigue su análisis dei progreso de la estructuración
que culmina en el asesinato dei hermano.
subjetiva mediante el recorrido dei “complejo de intrusión”, propues-
to como “puerta de salida” dei primer complejo dominado por el Mediante la puesta en juego dialéctica de ese desdoblamiento
instinto de muerte.
(masoquista y sádico), el sujeto progresaría hacia una maduración
En esta perspectiva, parte sin duda de la teoria freudiana dei
que le permite deshacerse de la tentación suicida.
instinto de muerte, pero no tanto p ar a poner el acento en el masoquis­ Según Lacan, en efecto, “la identificación con el hermano permite
mo sino para hacernos ver el valor de doble que asume éste en el la consumación [dei desdoblamiento]: proporciona la imagen que
corazón mismo dei sadismo que lo domina.
fija uno de los poios dei masoquismo primário. Así, la no violência dei
suicidio primordial engendra la violência dei asesinato imaginario
E l masoquismo como doble dei sadismo
dei hermano” ( cf , 41).
Por consiguiente, en ese modelo teórico clínico el sujeto sale de su
“Recordemos que ese papel de doble íntimo que cumple el masoquis­ “inclinación natural” al suicidio “en la madre” gracias a la identifica­
mo en el sadismo fue puesto de relieve por el psicoanálisis, y que el
ción con el hermano y su asesinato sádico.
enigma que constituye el masoquismo en la economia de los instintos De allí la importância crucial entonces asignada por Lacan al
vitales llevó a Freud a afirmar un instinto de muerte”, escribe en complejo de intrusión que manifiesta “la experiencia realizada las
primer lugar Lacan ( cf , 40).
más de las veces por el sujeto primitivo cuando ve a uno o varios de
A l igual que Freud, entonces, parece abordar aqui el instinto de sus semejantes participar con él en la relación doméstica; en otras
muerte a través dei masoquismo. Pero mientras que aquél invoca- palabras, cuando advierte que tiene hermanos” ( cf , 35-36).
ba un narcisismo originário “estrictamente masoquista” que pro­ De allí, también, la importância de esa identificación con el herma­
cura reencontrar la inércia previa a la vida, Lacan pone el acento no que se desencadena en el registro de la imagen y cuyos fundamen­
en la posición de simple doble dei masoquismo, como si quisiera tos revela Lacan con su elaboración dei estádio dei espejo. Elabora-
hacernos ver mejor el lugar dei sadismo como actor principal dei ción que apunta a mitigar el defecto que él cree advertir en la teoria
momento de estructuración subjetiva que estudia (el complejo de freudiana de la identificación y el narcisismo.21 Dice Lacan: “La
intrusión).
identificación afectiva es una función psíquica cuya originalidad
De modo que tenemos desde el comienzo la puesta en juego de estableció el psicoanálisis, especialmente en el complejo de Edipo [...].
una lógica de desdoblamiento que anuncia la construcción de la Pero el uso de esa expresión en el estádio que nos ocupa está mal
imagen como solución a los estorbos de la maduración psíquica dei definido en la doctrina; por lo cual hemos intentado suplirla por una
sujeto y respuesta teórica elaborada por Lacan a lo que rechaza de teoria de esa identificación cuyo momento genérico designamos con
la herencia freudiana.
el nombre de estádio dei espejo” ( cf, 41).
En ese momento -parece decir Lacan, en efecto—no hay masoquis­ La teoria lacaniana dei estádio dei espejo se presenta aqui como un
mo sin sadismo; de lo contrario, no se comprendería la suerte de intento de “suplencia” dei defecto doctrinal senalado a propósito de
actividad que permite al sujeto superar el complejo dei destete (o la las primeras identificaciones. Si recordamos la importância que
seducción mortal de la madre).
posteriormente asumirá el término “suplencia” en su ensenanza,
Aun en el tiempo dei “masoquismo primário”, es preciso concebir
pues, según Lacan, un sujeto dividido (desdoblado) entre:
21 Véase J. Lacan, “Le stade du miroir comme formateur de la fonction du Je”
(1949), en Écrits, Paris, Seuil, 1966, pp. 93-100.

42 43
advertiremos “après coup” todo el valor que el Lacan de 1938 pre­ correria el riesgo de desaparecer en el abismo insondable de la *
tende dar a su teoria dei estádio dei espejo.22 nostalgia materna.
El lector, desde luego, se ber eficiará si se remite al texto mismo de Pero la maduración subjetiva por la imagen no agota, sin embargo,
Lacan (sobre el estádio dei espejo), pero por el momento digamos el proceso de subjetivación, dado que si el mundo especular dei
simplemente que, en cuanto a lo que nos interesa aqui, esa teoria complejo de intrusión funciona clinicamente como solución dei com-
describe un estádio en el cual: plejo dei destete, la ausência dei otro puede transformarlo en un
nuevo callejón sin salida que deje al sujeto sometido, esta vez, a las
1) la tendencia dei sujeto a restaurar la unidad perdida de si mismo agonias de la captación imaginaria.
progresa a través dei “predom ínio de las funciones visuales” ( cf, 44);
2) el sujeto se representa lo m ejor posible su unidad afectiva, e La captura en la imagen o el progreso por el Otro
incluso su identidad, por m edio de su “im agen especular”;
3) “El mundo propio de esta fase es, por lo tanto, un mundo En efecto, en ese mundo sin otro, estructurado en su totalidad por la
narcísico”, no sólo porque se trataria de un momento en el cual la imagen especular que funciona como organizadora dei yo, el sujeto no
libido se inviste en el cuerpo propio, sino también porque en él el se distingue—explica Lacan—de su imagen (de su yo). Se desplaza en
universo dei sujeto está estructurado -dice Lacan- según “el pleno un universo imaginario de intrusión, influencia y desdoblamiento
sentido dei mito de Narciso; porque ese sentido indica la muerte: la paranoide más susceptible de volverse crónico en la medida en “que
insuficiência vital de la que salió ese mundo; o la reflexión especular: el grupo familiar reducido a la madre y la fratria dibuja un complejo
la imago dei doble que es central para él; o la ilusión de la imagen: ese psíquico en el cual la realidad tiende a ser imaginaria o a lo sumo
mundo [....] no contiene al otro” ( cf, 44-45). abstracta. La clínica muestra, efectivamente, que el grupo así incom­
pleto es muy favorable a la eclosión de las psicosis y en él se
«iQué comprobamos? encuentran la mayor parte de los casos de delirios de a dos” ( cf, 49).
Ante todo, que para Lacan, muy concentrado en su debate con De allí una nueva salida clínica que se presenta en la forma de la
Freud, el narcisismo requiere sin duda el registro de la imagen y no siguiente alternativa:
un mero programa de retorno a lo orgânico, como sostiene aquél en su
teoria dei yo originário. • el sujeto presa de los celos por identificación especular con el
Su debate con Freud sobre el narcisismo queda resuelto —al menos hermano reencuentra el objeto materno y va a aferrarse al rechazo de
desde su punto de vista— con la introducción de la imagen en el lo real y a la destrucción dei otro, o
mundo dei sujeto, que es para él una-condición necesaria para la • “llevado a algún otro objeto, lo recibe con la forma característica
instauración dei narcisismo, inaugurado por la imagen dei hermano dei conocimiento humano, como objeto comunicable, puesto que
(es decir, por la mirada). competência implica a la vez rivalidad y acuerdo; pero, al mismo
Y es importante, senala Lacan, que en ese estádio la imagen dei tiempo, reconoce al otro con el cual se entabla la lucha o se suscribe
hermano que “excita” el sadismo desempene los papeies protagónicos el contrato; en síntesis, encuentra a la vez al otro y el objeto sociali­
y relegue al masoquismo a su postura de doble; sin ello, el sujeto zado” ( cf , 46).
22Nos referimos de ese modo a todo lo que puede, ajuicio de Lacan, ayudar al sujeto Resumamos.
a reconstruir su universo cuando, a raiz de un defecto de su organización simbólica, La teoria lacaniana dei narcisismo no agota la cuestión de la
experimenta el hundimiento de ésta. En este caso en particular, Lacan indica una
suplencia dei nombre dei padre que estima forcluido en las psicosis. Más adelante maduración subjetiva.
veremos qué es para él el nombre dei padre. Por ahora, digamos simplemente que se En ese punto, el sujeto corre el riesgo de quedar inmovilizado en la
trata de una especie de clave de bóveda dei sistema simbólico y que, por lo tanto, en imagen, si el encuentro con el otro no le permite surgir a la diferencia
1938 Lacan propone situar el estádio dei espejo en un lugar eminente de ese tipo a fin
de suplir lo que presuntamente falta en la teoria freudiana de las primeras identifl- (simbólica).
caciones.

45
Pero <^cuál es el extrano operador que permitirá al sujeto este la lógica freudiana de Tótemy tabú, se advertirá entonces que en de- 4
encuentro capital con Otro? finitiva Lacan “salva al padre” en ese artículo de 1938, por medio de la
Nada más, explica Lacan, que el propio grupo familiar o, mejor introducción dei complejo de Edipo y sus virtudes productivas.
aún, el grupo familiar cuando se presenta completo, es decir, dotado Después de este esbozo de introducción a la teoria de Lacan
de un padre que inaugure por fin la socialización y saque al sujeto dei concerniente a los primeros momentos de la estructuración. psíquica
universo narcísico donde la identiflcación con el hermano (en un dei sujeto (complejo dei destete, complejo de intrusión), el lector se
principio saludable como solución a la seducción materna) amenaza- sentirá ahora más cómodo en el surco abierto por nuestra introduc­
ba enfrentarlo al doloroso cortejo de las impasses narcísicas desgra- ción sobre el valor dei padre y el grupo familiar para el desarrollo
nadas por Lacan (homosexualidad, fetichismo sexual, psicosis para­ psíquico. Había que recordar la teoria lacaniana de esos dos comple-
nóica con delirio de filiación, usurpación, expoliación, intrusión, jos, además, para ayudar al lector poco habituado a recorrer el corpus
influencia, desdoblamiento, transmutación delirante dei cuerpo...). lacaniano a orientarse en él con respecto al lugar de la familia y suj efe
en la perspectiva clínica de Lacan, ya se trate de la clínica dei caso 0
^Qué lecciones debemos extraer de la lectura dei complejo de
intrusión? la de lo social, que sitúa sus investigaciones en el registro de la
En primer lugar, que la revisión lacaniana de la teoria freudiana antropologia psicoanalítica inaugurada por Freud.
Ocupémonos ahora dei complejo de Edipo que remata la estructu­
dei narcisismo exige sin duda el registro de la imagen como herra-
mienta, la única acreditada por Lacan, para hablar de la noción de ración subjetiva “por el padre”.
narcisismo.
Que esa herramienta ocupa su lugar en la concepción lacaniana de
la maduración psíquica dei sujeto, a la vez como solución dei complejo III. El complejo de Edipo o la solución por el padre
dei destete y como impasse subjetiva clinicamente observable, cuan­
do el universo familiar no brinda solución paterna a la solución En el plano de la clínica dei caso, Lacan recuerda ante todo que los
fraterna que, por ello, se convierte en patológica. “tres golpes” dei complejo de Edipo son dados regularmente por el
Se apreciará entonces la importância que asigna Lacan al grupo surgimiento de una especie de pubertad psicológica prematura,
familiar en la estructuración dei sujeto, pero se presiente sobre todo desencadenada por la exigencia de las pulsiones genitales en el nino
el valor preponderante que ahora asume en él el lugar dei padre. de tres a cuatro anos.
En efecto, para que el individuo fio quede totalmente prisionero de El destino corriente de esas pulsiones que apuntan al padre dei
lo imaginario, es preciso que la maduración subjetiva se tope con una sexo opuesto es la frustración, sostiene.
instancia ajena a la fratria, la de la imago paterna reinante en el El nino supone que el agente de esa frustración es el padre dei mis-
complejo de Edipo que sigue al complejo de intrusión. mo sexo que, por otra parte, goza sin inmutarse (según el nino) dei
Si el lugar dei padre, comoveremos, es absolutamente crucial para otro padre, prohibido para aquél.
Lacan en el complejo de Edipo, destaquemos de inmediato que la De allí la represión de la tendencia sexual y la constitución dei
fecundidad de éste será, a su juicio, tanto más grande cuanto más alto padre dei mismo sexo con la doble figura dei interdictor y el transgre-
sea el valor dei padre en la familia. Ya se trate de la fecundidad sor. Especie de Jano bifronte que se instala en el psiquismo, con la
subjetiva que permite al sujeto tener, gracias a ese complejo, acceso modalidad inconsciente dei superyó (por el lado de la represión) y de
al rostro dei Otro, o de la fecundidad cultural que el Edipo entrana con la instancia consciente dei ideal dei yo, releída por Lacan bajo la
él y, más precisamente, sus virtudes idealizantes indispensables para rúbrica dei proceso de sublimación (por el lado de la transgresión).
la producción cultural y la historia misma de las sociedades. La incidência subjetiva dei complejo debe contemplarse en los
En esta óptica, la familia paternalista se presenta por fin en ese planos de la represión de la sexualidad y de la sublimación de la
texto como la mejor herramienta de desempeno social, sin la cual la realidad, que coinciden por fin en inscribir al nino en un proceso de
cultura se estanca. “apertura a esa realidad” en la cual encontrará “su extensión desin-
Si bien lo rechaza como operador de producción de lo social según teresada” ( cf , 59), es decir, el acceso a la cultura y su lugar en la

46 47
distribución sexual de los roles. Sin ello, el sujeto debería afrontar dos la represión sexual y dei sexo psíquico estaban sometidos a la regula- ^
tipos de trastornos psicológicos: “la inhibición de la actividad creado- ción y los accidentes de un drama psíquico de la familia, significaba
ra” y “la inversión de la imaginación sexual” ( cf , 52). hacer el más precioso aporte a la antropologia dei agrupamiento
familiar, en especial al estúdio de las prohibiciones que éste formula
En el plano general de la dinâmica edípica, subrayemos que las
universalmente y cuyo objeto es el comercio sexual entre algunos de
imagos parentales (madre y padre) parecen en verdad movilizadas de
sus miembros. Además, Freud llegó rápidamente a formular una
la misma manera, tanto dei lado de la represión como de la idealiza- teoria de la familia. Esta se fundaba en una disimetría, surgida desde
ción.
las primeras investigaciones, en la situación de los dos sexos con
Y sin embargo, lamenta Lacan, en la doctrina freudiana la activi­ respecto al Edipo. El proceso que va dei deseo edípico a su represión
dad de la represión siempre sale para ambos sexos unicamente dei sólo parece tan simple como lo hemos expuesto en primer lugar en el
prototipo paterno. Esto debido al mero hecho, explica, de una especie nino varón. Por eso las exposiciones didácticas dei complejo toman a
de prejuicio freudiano que cree reconocer desde siempre (y para éste constantemente como sujeto.
todos) la dominación exclusiva dei varón en los orígenes de la El deseo edípico, en efecto, parece mucho más intenso en el varón y en
represión sexual. Y a se trate, para la clínica dei caso, dei fantasma de consecuencia por la madre, ( cf, 52-53.)
castración deducido de la amenaza paterna (tanto para la nina como
para el varón) o dei drama de la dominación que Freud cree reconocer Los etnólogos, recuerda Lacan, alentaban a Freud a concentrar sus
en los orígenes mismos de la cultura (Tótem y tabu). investigaciones en el interdicto por el padre (dei comercio sexual
Para Freud, el agente de la interdicción que sostiene la ley siempre entre madre e hijo) debido a sus observaciones acerca de la universa-
es el padre, escribe Lacan, y ello porque aquél estaria cautivo de la lidad de la prohibición dei incesto con la madre:
concepción “universalista” de un Edipo demasiado dependiente de un
imaginario ahistórico de la institución familiar. En este camino, Freud recibía el apoyo de un dato sociológico: la
prohibición dei incesto con la madre no sólo tiene un carácter univer­
Opuesto a esos prejuicios, Lacan propone entonces nada menos
sal, a través de las relaciones de parentesco infinitamente diversas y
que revisar a la luz de las ciências sociales (y de la teoria kleiniana) a menudo paradójicas sobre las cuales las culturas primitivas hacen
la teoria psicoanalítica dei complejo de Edipo y la antropologia recaer el tabú dei incesto, sino que, cualquiera sea el nivel de concien-
freudiana de la familia.
cia moral de una cultura, esta prohibición también se formula siempre
Veremos que su intención es recordar aqui (en particular) la expresamente y su transgresión es objeto de una reprobación constan­
importância de la actividad materna en los orígenes de la represión te. Por eso Frazer reconocía en el tabú de la madre la ley primordial de
sexual y dei orden familiar, contra el prejuicio freudiano de la la humanidad. (cf, 53-54.)
dominación dei varón, el único a quiep Freud atribuye la institución
de la ley para el sujeto dei Edipo y de lo social (véase Tótem y tabu). La prohibición universal de la madre y el acento puesto en las
dificultades dei hijo edípico habrían concurrido entonces para que el
Freud, antropólogo de la fam ilia (según Lacan) padre (en su carácter de amenaza y “hacedor de la ley”, tanto en la
familia como en la sociedad) tuviera un lugar acrecido en el corpus
Para saludar el descubrimiento freudiano y al mismo tiempo deter­ freudiano, a punto tal que el mero temor a él (evidente en el Edipo en
minar la manera como Freud hace hincapié en el lugar dei hombre en masculino) lo habría erigido en el “prototipo de la represión edípica”
el complejo de Edipo, se trate dei varón mencionado por los autores ( cf , 53), que se manifiesta en el fantasma de castración.
freudianos para exponer las más de las veces la lógica de ese complejo, En esta lógica, Freud se habría creído autorizado, según Lacan, a:
o de la “elección” dei padre presentado como único operador familiar
de la prohibición dei incesto-dos elecciones que se refuerzan recipro­ 1) elevar este temor al padre al plano de la cultura, para inventar
camente—, Lacan escribe: en los orígenes de la civilización el drama dei parricídio primigenio,
también fundado en la salida dramática de la dominación prehistóri-
Descubrir que desarrollos tan importantes para el hombre como los de ca de un macho totalitário;

48
, 2) presentar al padre como el único agente de la amenaza de esto es, el fantasma dei cuerpo fragmentado determinado por la i
castración y por lo tanto de la introyección de las prohibiciones. madre. Ese fantasma, que vale para ambos sexos, es anterior al
Edipo, concuerda con los descubrimientos de Melanie Klein y se
Ahora bien, en lo que respecta a la clínica de lo social, si el tabú de ajusta al estádio dei espejo que describe una experiencia en la cual el
la madre es sin duda universal, admite Lacan, esto no legitima en
■sujeto descubre la imagen completa de su cuerpo propio. Este descu-
absoluto el “salto teórico” dado por Freud entre ese universal—lo que
brimiento lo libera de la angustia que hasta entonces acompanaba su
observa dei funcionamiento de la familia de su época, su descubri- percepción dei cuerpo fragmentado, y al mismo tiempo la pone a la
miento dei Edipo- y la “invención de una horda primitiva” imaginada
como “prehistoria” de la familia, de acuerdo con la lógica de la vista dei clínico.
En lo concerniente a la represión sexual, Lacan expresa lo siguien-
herencia filogenética que explicaria la dominación exclusiva dei
varón. te: “Para definir en el plano psicológico esta génesis de la represión,
debe reconocerse en el fantasma de castración el juego imaginario que
Víctima de ese prejuicio, Freud habría omitido al mismo tiempo,
la condiciona, y en la madre, el objeto que la determina” ( cf , 61).
estima Lacan, el lugar de lá madre en la organización sociohistórica Es difícil ser más claro: la génesis de la represión y por lo tanto de
de los matriarcados, así como el valor de su imago en la elaboración la formación misma dei superyó no depende (o no depende solamen-
subjetiva de las prohibiciones y las amenazas que las sostienen.
te), a juicio de Lacan, de una dominación masculina cualquiera, es
decir, dei temor al padre vigente en el marco dei fantasma de
E l matriarcado, el cuerpo fragmentado y la represión sexual
castración. Esa represión proviene también dei objeto materno “des­
pertado” por el deseo genital dei Edipo, que relanza el fantasma de la
Freud “imagina un drama de asesinato dei padre por los hijos, seguido fragmentación dei cuerpo. Y en la continuidad de esta represión
de una consagración póstuma de su poder sobre las mujeres por los sexual determinada por el temor al padre y el “despertar de la madre” ,
asesinos prisioneros de una insoluble rivalidad: acontecimiento pri­ el sujeto -según Lacan- se precipitará en una identificación propia-
mordial dei cual, junto con el tabú de la madre, habrían derivado mente edípica, en la cual “el objeto de la identificación no es el objeto
todas las tradiciones moral es y culturales”, indica en efecto Lacan ( cf , dei deseo, sino aquel que se opone a él en el triângulo edípico” ( cf , 63).
54), a la vez que rechaza la teoria de la dominación masculina A l situar el fantasma dei cuerpo fragmentado en los motores de la
exclusiva, como si quisiera recordar con más claridad la existencia de represión sexual, Lacan reafirma el valor que en ella asume la imago
la “supervivencia prolongada de una estructura matriarcal de la materna. Pero el lugar de esta imago debe reexaminarse, al mismo
familia” y concluir finalmente que “el orden de la familia humana
tiempo, en el movimiento de idealización que acompaha el de la
tiene fundamentos sustraídos a la fuerza dei varón” ( cf, 55).
represión dentro dei complejo de Edipo y asegura la consumación de
Se advertirá que Lacan pretende ahòra “otorgar legitimidad” a la
éste mediante la formación dei ideal dei yo y el superyó.
imago maternal en los orígenes matriarcales de una familia, en El acento se desplaza ahora de la represión sexual al valor de
reemplazo de la imago paterna dei tiempo freudiano de la horda, como idealización que adoptan los objetos parentales en las identificacio-
ya lo hacía en su estúdio dei complejo dei destete, en el cual invocaba
los sentimientos por la madre como los fundamentos “más arcaicos y nes acompahantes dei ocaso dei Edipo..
Estos objetos de identificación, propiamente edípicos, captarán al
más estables que unen al indivíduo con la familia” ( cf , 26).
sujeto en el registro dei ideal o, más precisamente, en el “de la
Y esos fundamentos familiares que se apoyan en la imago materna, transgresión sentida como peligrosa”, explica Lacan, para hacernos
prosigue, intervienen activamente en la génesis misma de la repre­ ver mejor en el ocaso dei Edipo los objetos formadores dei ideal dei yo,
sión de la sexualidad edípica.
que fascinan al sujeto en una especie de lógica (transgresora) de
En el plano de la clínica dei caso, Lacan considera entonces muy promesa (tardia y aplastante) que lo introduce de manera alternativa
insuficiente invocar la “dominación masculina” para explicar el en el registro afectivo de la “exaltación” (triunfo contra la represión)
fantasma de castración que activa la represión sexual en el centro dei o el de los humores negros de la “depresión” (derrota contra la
Edipo, pues hay que leer esa actividad a la luz de lo que la precedió,
represión).
En todo caso, el sujeto encontrará en el cenit dei Edipo, gracias tución que brinda el marco más adecuado para la realización de ese j,
a la entrada en una nueva dialéctica identificatoria partera de anudamiento entre las funciones represivas dei Edipo y sus funciones
ideales, el “punto de vista” que lo introduce en el lugar indicado de idealización.
por los ideales parentales, que deberá ocupar en los intercâmbios También en este caso Lacan recurre a la antropologia para respal­
sociales y sexuales. dar sus afirmaciones. Gracias al recurso a los trabajos de Malinows­
ki23 reexaminados por él, senala que, cuando esas dos funciones
E l ideal: gla madre o el padre ? (represión/sublimación) están desunidas, la represión se impone al
“impulso de la sublimación” .
En esta especie de "última” construcción identitaria en la cual se erige Lo que está en juego es de magnitud porque, según Lacan, el
el ideal dei yo, por lo tanto, Lacan retiene las dos imagos parentales impulso sublimatorio es el único verdadero yacimiento de fecundidad
al igual que en el movimiento represivo, con la salvedad de que esta psicológica y cultural.
vez la imago de la madre “se devalúa” (tanto para la nina como para Cuando ambas funciones, al contrario, terminan por unirse bajo la
el varón) debido a la herencia ambivalente de las identificaciones primacía de la axdoriàaàpaternalista, la fecundidad dei complejo de
primordiales que la precedieron. Edipo alcanza sus máximos niveles y prevalece entonces la vertiente
Podríamos hablar, entonces, de inversión de situación. Mientras de la sublimación, que da al sujeto acceso a lo social y a la producción
que la antigüedad de la imago materna (y el fantasma dei cuerpo cultural.
fragmentado).daba a ésta toda su importância en la represión sexual, Por ello, concluye Lacan, si “el psicoanalista, al igual que el
y más generalmente en la formación dei superyó, Lacan senala que la sociólogo, pueden reconocer en la prohibición de la madre la forma
antigüedad se convierte en una desventaja (para esa imago) en la for­ concreta de la obligación primordial, pueden demostrar dei mismo
mación dei ideal dei yo, en la cual está dominada por la imago paterna modo un proceso real de la «apertura» del lazo social en la autoridad
(menos ambivalente). paternalista y decir que, por el conflicto funcional dei Edipo, ésta
El terreno, en consecuencia, parece “despejado” para anunciar introduce en la represión un ideal de promesa” ( cf, 68).
ahora, y por el lado de la idealización, el reino de la imago paterna:
“A medida que domina, la imago de padre polariza en los dos sexos La idealización de la familia patriarcal
las formas más p erfecta s dei ideal dei yo, sobre las cuales basta
indicar que realizan el ideal viril en èl varón y el ideal virginal en la Se advierte entonces la importância de la relectura dei complejo de
nina” ( cf, 65). Edipo por Lacan, porque, después de haber evocado su prehistoria
Esto será mucho más claro en razón de que la imago paterna narcísica en la cual es preponderante el lugar de la imago materna,
terminará por dominar la herencia materna, en la dinâmica última llega a la conclusion de que la imago dei padre debe ocupar un lugar
dei Edipo, tanto en lo concerniente a su vertiente represiva como a su eminente en ese complejo para que la idealización se imponga a la
vertiente de idealización. represión e introduzca por fin al sujeto en el grupo social, la consuma-
Tras habernos llevado al análisis de ese punto de remate de la ción subjetiva y la producción de los bienes culturales.
maduración subjetiva, Lacan puede desplegar ahora una especie de Pero a su entender esta salida feliz dei Edipo no es inherente a la
“ampliación” clínica de la idealización, en lá cual la imago paterna que forma de ese complejo, porque no lo cree universal y supone que sus
“toma la delantera” (sobre la de la madre) en la dinâmica represiva modalidades varían según condiciones familiares de funcionamiento,
recibirá de parte de ésta un empuje que da a sus propias capacidades determinadas a su vez por la evolución sociohistórica de las sociedades.
de idealización una potência aún inédita.
Apresurémonos a decir, empero, que este relanzamiento de la 23B. Malinowski (1884-1942) es etnólogo y uno de los fundadores dei funcionalis­
idealización gracias al “triunfo” de la imago paterna en el Edipo no mo. Sus investigaciones sobre los comportamientos sexuales lo erigen en un iniciador
está para Lacan libre de determinaciones socioculturales. Para él, la en ese campo de estúdios. Trabajó especialmente entre los melanesios de las islas
Trobriand; véase en particular La Sexualité et sa repression dans les sociétés
familia paternalista, según sus propios términos, constituye la insti- primitives, Paris, Payot, 1932.

52 53
De alli la relatividad sociológica del Edipo y de su fecundidad: de la familia paternalista, la única verdaderamente apta para gene- ^
'S rar las condiciones sociales dei edipismo más fecundas para la
ft estructuración de los individuos y la producción cultural.
Si en el análisis sociológico del Edipo se puso de manifiesto que éste J-
debe comprenderse en función de sus antecedentes narcísicos, esto no m Todo sucede como si el valor de la imago paterna en el corazón dei
significa decir que se funda al margen.de la relatividad sociológica, gj Edipo se dedujera, por lo tanto, de su valor en la familia, y que
El resorte más decisivo de sus efectos psíquicos obedece, ciertamente, £ encontrara además su traducción directa en la fecundidad dei Edipo
a que la imago del padre concentra en si la función de represiôn con la g en el plano dei caso y ia producción de las civilizaciones.
de sublimación; pero ello es obra de una determinación social, la de |. De donde:
la familia paternalista, (cf, 66.)
• el lugar capital asignado in fine a la imago paterna en ese texto;
Hay que sopesar con claridad la importancia de esta version | • la idea de que correspondia naturalmente a un “hijo dei patriar-
lacaniana del Edipo, pues en esta clínica del complejo y su rentabili- f| cado judio” descubrir el complejo de Edipo y, por consiguiente,
dad sublimatoria —e incluso en la clínica del ideal- no sólo está en j inventar el psicoanálisis;
juego la maduración subjetiva del caso, sino nada menos que el p • la idea de que la declinación social de la imago paterna e incluso
desarrollo de las formaciones culturales y hasta la producción de las Ê la “carência paterna” constituyen lo que “termina por agotar el
sociedades. impulso instintivo, así como por deteriorar la dialéctica de las subli-
Así, Lacan relaciona el “estancamiento de los pueblos primitivos” 1. maciones” ( cf , 73);
con las culturas matriarcales, y la “universalización de los idéales”, la • la idea, por último, de que de una “personalidad dei padre en
“exigencia de la persona” y lo que podriamos llamar la “fábrica de los j, cierto modo siempre carente, ausente, humillada, dividida o postiza”
grandes hombres”,24 con la historia de los pueblos patriarcales, en la se deduce la producción del núcleo de “la gran neurosis contemporâ­
primera fila de los cuales se ubica el pueblo judio. nea” que Lacan diagnostica en 1938.
En esta lógica, por lo tanto, la imago paterna predomina sobre la
imago materna en todo lo que se refiere a la fecundidad cultural. Más allá de los sintomas dei sujeto, vemos entopces que a su juicio
De tal modo, la constitución de las “familias de hombres eminen­ el futuro mismo de la cultura depende dei valor asumido por el padre
tes”, destaca Lacan, se explicaria por la transmisión dei ideal dei yo ! en la familia, pues en ello se juega la fecundidad de su imago en el
y, casi sin duda alguna, “dei padre» al hijo” ( cf , 70). complejo de Edipo, y éste funciona en definitiva como conector
Pero por nuestra parte repetiremos que “se debe a una determina­ decisivo de la estructuración dei sujeto con la idealización, la sublima­
ción social, la de la familia paternalista”, para insistir en la clave de ción y la producción de bienes culturales.
la interpretación que cierra aqui su clínica dei ideal mediante una De tal modo, comprendemos mejor todo lo que en ese texto da
especie de “triunfo” dei padre fuertemente matizado por una relati- pábulo a los alegatos clínicos a favor de la familia paternal, diríamos
vización histórica dei Edipo que debilita más aún su universalidad y f para hablar como Durkheim, aunque Lacan se guarde muy bien de
su fecundidad subjetiva y cultural. internarse por un camino semejante.
Subrayemos que esta relatividad sociohistórica dei complejo de f,
Edipo es inhallable en Freud (cegado, según Lacan, por su concepción | Conclusion: Lacan durkheimiano
universalista de ese complejo y por el preconcepto sobre la domina-
ción dei varón) pero que, introducida por Lacan, arrastra con ella una iQué sucede con la posición de Lacan en 1938 frente a la doctrina
suerte de incertidumbre con respecto a la permanência de la presen­ freudiana?
cia paterna, e incluso una especie de insondable amenaza de abando­ La lectura de “Les complexes familiaux” nos indica que aún está
no por el padre, que desencadena al mismo tiempo una idealización muy alejado de Freud, puesto que rechaza en particular:
•-f»3
24 Sobre la fábrica de los grandes hombres, véase nuestro prefacio a G. Batista,
L ’Incomparable père du président Wilson, Paris, Anthropos/Economica, 1999.

54 55
1 ) la teoria freudiana dei instinto de muerte; sociohistórica dei Edipo y más en general en la de la totalidad dei
2) la teoria dei narcisismo originário; descubrimiento freudiano, puesto que, escribe, sólo “las relaciones de
3) la teoria de los “herederos” dei narcisismo originário, entre ellos la psicologia dei hombre moderno con la familia conyugal se proponen
el ideal dei yo, y la figura divinizada dei padre de Tótem y tabú que al estúdio dei psicoanalista”, antes de agregar que “ese hombre es el
sostiene nada menos que la interpretación freudiana de la cultura y único objeto que [éste] ha sometido verdaderamente a su experiencia”
la psicologia de las multitudes.
( cf, 69).
Esa “psicologia” se realiza en su opinión “en el siglo xv con la
Hemos visto que no se trataba aqui de una serie de “rechazos revolución económica en la que se originaron la sociedad burguesa y
atolondrados” sino de una verdadera “represión” recaída en ciertos la psicologia dei hombre moderno” ( cf, 69) bajo la influencia de la
fragmentos dei texto freudiano, que funciona entonces como causa de Iglesia “que en el lazo matrimonial pone en primer plano la libre
“sintomas” teóricos lacanianos, manifestados ante todo en ese texto elección de la persona y, de ese modo, hace que la institución familiar
de 1938 con la figura de la “nostalgia por la madre” y el “estádio dei dé el paso decisivo hacia su estructura moderna, a saber, la inversión
espejo”. secreta de su preponderância social en beneficio dei matrimonio” ( cf ,
Estádio dei espejo introducido como “suplencia” de los defectos de 69).
la herencia freudiana que Lacan cree reconocer en la teoria dei Es preciso entonces, sostiene Lacan, reconsiderar el psicoanálisis
narcisismo y de las primeras identificaciones. con el surgimiento de la familia conyugal e incluso releer el descubri­
Es sabido que esta insistência de Lacan en el registro de la imagen, miento freudiano con anteojos durkheimianos.
indispensable para su elaboración dei narcisismo, se mantendrá en el Para decirlo con otras palabras, podríamos senalar además, sobre
resto de su ensenanza, aun cuando modifique la teoria dei complejo de la base de nuestro trabajo anterior,26 que mientras que el descubri­
intrusión enunciada en 1938. El estádio dei espejo, en cambio, funda y miento freudiano convoca a “un padre que no se discute”, Lacan opta
sigue siendo un elemento esencial de la teoria lacaniana de lo imaginá­ por el valor de un padre de familia cuyo “rumbo edípico” varia según
rio, teoria que volveremos a encontrar en las demás investigaciones de las. condiciones sociohistóricas dei ejercicio de su autoridad.
Lacan, en las cuales se ubica, como veremos más adelante, en el mismo ' Y también: mientras que Freud reconoce el lugar (religioso y
nivel que las de los ordenes de lo simbólico y lo real. sagrado) de lo que llamamos la constante dei “monumento paterno”
Digamos que en el texto de 1938 podemos considerar que el universo en el centro de la producción subjetiva y social, Lacan discierne una
dei complejo de Edipo, con el valor asumido en él por la imago paterna variable siempre susceptible de desaparecer. De allí la carga de
como lugar de anudamiento de los procesos de represión sexual y angustia contenida en esta tesis, su recurrencia y su insistência
sublimación que permiten tomar en cuenta al otro, es el operador de lo verdaderamente sintomática para el conjunto dei campo analítico tal
que aún (en la época) no se formula según la categoria de lo simbólico. como aún lo conocemos.
Entonces, qes Lacan freudiano en esos dias? jLa fecundidad subjetiva y social dei edipismo no es estable!
Al retomar la teoria dei complejo de Edipo, ya es sin duda solida­ He aqui resumida en unalínea la “mala noticia” traída por ese texto
mente freudiano, pero se aleja de Freud cuando rechaza el carácter de 1938 que aún resuena de manera sobrecogedora en el corazón dei
universal de este descubrimiento. campo analítico de nuestros dias.
Mientras que en su carta a Fliess dei 15 de octubre de 1897 Freud Si nos ocupamos ahora de los actores de ese campo, podríamos
explica el sobrecogedor efecto univers al de la leyenda de Edipo rey por senalar ante todo, enlo que respecta al análisis freudiano, que parece
medio de esa especie de “compulsión que todos reconocen porque paradójico referirse a ese texto de 1938 para poner en evidencia los
todos la han experimentado”,23Lacan hace hincapié en la relatividad mecanismos dei malestar de nuestra civilización (y la evolución de sus
25“Cada oyente fue algún dia en germen, en la imaginación, un Edipo, y se espanta
ante.la concreción de su sueno transpuesto a la realidad, se estremece al comprender 26Véase M. Zafiropoulos, “La haine inconsciente et le lien social”, en P.-L. Assoun
la magnitud de la represión que separa su estado infantil de su estado actual” (S. y M. Zafiropoulos (comps.), La Haine, la jouissance et la loi, Paris, Anthropos/
Freud, en La Naissance de la psychanalyse, Paris, p u f , 1973, p . 198). Economica, 1995.

56 57
formas), pues si el texto adhiere a la idea de un progreso subjetivo iCapítulo 2
guiado por lo social, rechaza también los grandes monumentos de la DURKHEIM
teoria freudiana de la cultura, y en especial el panteón paternal de O LOS BASAM ENTOS SOCIOLÓGICOS
Tótem y tabú, así como la clínica freudiana dei ideal. DE L A C A N
De modo que aqui Lacan rechaza sin duda la teoria freudiana dei
padre en sus aspectos más cruciales, y no siempre parece justo, por
ende (desde un punto de vista freudiano), explicar el malestar de
nuestro fin de milênio mediante una teoria no freudiana dei complejo
paterno.
Por el lado de los lacanianos, y más allá de sus referencias
freudianas, indiquemos que el texto que nos ocupa compete todavia
a una version “familiarista” dei psicoanálisis y está muy alejado I. La historia de la familia según Durkheim
de las investigaciones ulteriores de Lacan, que sustituyen en parti­
cular las regias de la familia por las del lenguaje para dar cuenta Antes de estudiar la lección de Durkheim que proporciona su basa-
tanto de la clínica dei sujeto como de la cultura. mento sociológico a la tesis de Lacan sobre los complejos familiares,
Para concluir, podríamos decir de manera general que para los recordaremos aqui los elementos dei texto de éste que dependen
“freudianos” el texto de 1938 debería parecer ya demasiado lacania- directamente de la lectura de aquél.
no, y para los “lacanianos”, no lo suficiente. Pero en lo tocante a la iCuál es la lógica que organiza la tesis de 1938?
apuesta clínica de la pérdida de fecundidad subjetiva y cultural dei
Edipo-deducida de la contracción de la familia y la declinación de su 1) La fecundidad subjetiva dei Edipo, tanto en lo concerniente a la
jefe-, podríamos afirmar que “importa poco”, porque enrealidad es E. clínica dei sujeto (“evolución dei nino”) como a la clínica de lo social
Durkheim quien (en esa época) constituye la referencia científica de (producción de los bienes culturales), no es estable.
Lacan y da toda su certidumbre socioclínica a dicho texto de 1938. 2) Esta fecundidad depende dei valor asignado a la imago paterna
Referirse —aun sin decirlo y (o) sin saberlo—al Lacan de la época en el grupo familiar.
significa por lo tanto apoyarse en esa autoridad de las ciências 3) Este valor de la imago depende a su vez de las condiciones
sociales, pero también y más precisamente, en su tesis de la contrac­ sociohistóricas de la estructuración y el funcionamiento dei grupo
ción de la familia, que (en la larga duración) habría hecho pasar a la familiar, y de ese modo se define lo que Lacan llamará más adelante
institución familiar de sus formas más amplias a ese residuo conyugal las “condiciones sociales dei edipismo”.1
que presuntamente caracteriza su modernidad, y arrastraría con ella 4) El valor de la imago paterna está en declinación, pues la ley de
la declinación polimorfa de la imago paterna que funciona: la contracción habría hecho evolucionar (a lo largo de los tiempos) la
institución familiar paterna:2
1) como circunstancia social dei descubrimiento freudiano dei
Edipo, y 1La noción de “condiciones sociales dei edipismo” no está presente con esta forma
2) como motor de la producción de las manifestaciones clínicas dei en el texto de Lacan de 1938, pero se formulará explicitamente como tal en su
comunicación a la xiii Conférence des psychanalystes de langue française (29 de mayo
edipismo, e incluso de su evolución (neurosis freudiana de princípios de 1950), escrita en colaboración con Michel Cénac y publicada con el título de
de siglo, luego neurosis contemporânea dei Lacan de 1938 y por “Introduction théorique aux fonctions de la psychanalyse en criminologie” (aqui citada
último neurosis de fines dei siglo xx con sus “casos fronterizos”). como fpc ), en Écrits, Paris, Seuil, 1966, p. 136.
2 Dejamos aqui de lado la cuestién de las formas matriarcales de la familia
recordadas por Lacan al argumentar contra Freud (y lo que capta del prejuicio
^Cuál es exactamente la tesis de Durkheim? freudiano concerniente a la fuerza del varon en los origenes del lazo social y la
octmptnrnraiín del suieto). Dues al parecer el campo psicoanalitico de nuestros dias ya

59
58
• de sus formas primitivas amplias, organizadas segúnlalógica del campo psicoanalitico son capitales, pues de ellas y de la especie de ^
linaje (simbólico) correspondiente a una soberania paterna (e incluso “anomia” ( cf, 96) que se deduce (según la palabra utilizada por un
patriarcal), a Lacan decididamente muy durkheimiano) dependen:
• su forma actual reducida y conyugal, dominada por intereses 1 .la fundación misma del campo analítico gracias al descubrimien-
matrimoniales manejados por la figura de un padre de poder y to freudiano de una version degradada del Edipo;4
autoridad cada vez más restringidos, que puede presentarse incluso 2 . la psicologia del hombre moderno que caracterizaria su indivi­
con el aspecto de una carência mórbida en el punto culminante de esa dualismo “apoteótico” (es decir, triunfante) y que es la única versión
declinación (en 1938). del hombre conocida por el psicoanálisis;
5) Lacan sitúa historicamente el momento desencadenante de esta 3 . la evolución de las formas asumidas por las neurosis entre fines
devaluación de la imago paterna en la “conyugalización” [“mise en del siglo xrx (“neurosis freudianas”) y “la gran neurosis contemporâ­
conjugalité”] de la institución familiar por la Iglesia, pero también por nea” (de 1938) animada por su “núcleo caracterial” que se deduce,
la revolución económica dei sigloxv, el ascenso social de la burguesia ante todo, de la carência de un padre humillado.
y el surgimiento de la psicologia dei hombre moderno.3
6) Las incidências de esta evolución hacia la familia conyugal en el ^Es verdaderamente durkheimiana esta ley de la contracción
fundamental, cuyas incidências capitales para el campo psicoanalíti­
no moviliza ese imaginario matriarcal salido de los trabajos de Bachofen, sostenido en
co formula Lacan?
parte por Durkheim y en consecuencia también por Lacan en 1938. Desde 1950, por
lo demás, Lacan se despedirá de ese imaginario que evoca entonces con la idea de una La fam ilia conyugal y la declinación del derecho paterno
“presunta organización matriarcal de la familia” (en f p c , 133).
El conjunto de los especialistas en ciências sociales concuerdan hoy en refutar por En 1892, Durkheim dicta en Burdeos un curso sobre la familia cuya
completo la noción de matriarcado. Así lo hace, por ejemplo, F. Zonabend: “El
matriarcado, esas sociedades que se dicen gobernadas por las mujeres y que los última clase se dedica a la noción de “familia conyugal”, así definida:5
autores antiguos creyeron ver encarnadas en formaciones sociales matrilineales con
el pretexto de que en ellas la flliación pasaba por la vía femenina, no existieron jamás
salvo en la memória mítica de las sociedades o en la imaginación de los primeros Doy ese nombre a la familia tal como se constituyó en las sociedades
etnólogos e historiadores dei derecho familiar” (“De la famille, regards ethnologiques
sur la parenté et la famille”, en A. Burguière, C. Klapisch-Zuber, M. Segalen y F. originadas en las sociedades germânicas, es decir, en los pueblos más
Zonabend (dirs.), Histoire de la famille, t,al, Paris, Armand Colin, 1986). civilizados de la Europa moderna [...]. La fam ilia conyugal resulta de
Durkheim fue uno de ellos, pues si bien tomó cierta distancia con respecto a una contracción de la familia paternal. Ésta incluía al padre, la madre
Bachofen, en 1895 se explayaba, no obstante, de la siguiente manera: “Tenemos la y todas las generaciones originadas en ellos, salvo las hijas y sus
prueba de que en una multitud de sociedades existió una familia muy diferente de los descendientes. La fam ilia conyugal ya no incluye más que al marido,
agregados extensos y homogéneos de los cuales acabamos de hablar y de esa familia la mujer y los hijos menores y solteros [...]. Es indudable que [el hijo
patriarcal de la que se quiso hacer el punto de partida de la evolución doméstica. Nos
referimos a la familia maternal, caracterizada por una preponderância jurídica muy casado] sigue ligado a sus padres, tiene el deber de alimentarlos en
marcada dei parentesco por línea femenina sobre el parentesco por línea masculina. caso de enfermedad y a la inversa, tiene derecho a una parte determ i­
Es lo contrario de la familia agnaticia dei derecho romano. El hijo lleva el apellido de nada de la fortuna fam iliar [...]. Esas son las únicas obligaciones
su madre, sólo hereda de ella y legalmente sus únicos deberes son con respecto a sus jurídicas que sobreviven [...]. N o hay en ello nada que recuerde el
parientes matemos, así como sólo tiene derechos sobre ellos” (É. Durkheim, “Les
formes élémentaires du mariage”, en Textes, Paris, Minuit, 1975). 4 La evolución de “la familia hacia la forma conyugal la somete más a las
Lacan hará suya la existencia de esos “matriarcados subyacentes por doquier en variaciones individuales. De esta «anomia» que favoreció el descubrimiento del
la cultura antigua”, segùn sus propios términos ( c f , 67). complejo depende la forma de degradación con la cual lo conocen los analistas: forma
3“La Iglesia [...] que en el lazo matrimonial pone en primer piano la libre elección que definiremos por una represión incompleta del deseo por la madre, con reactivación
de la persona [...], hace que la institución familiar dé el paso decisivo hacia su de la angustia y la investigación, inherentes a la relación del nacimiento; por un
estructura moderna, a saber, la inversion secreta de su preponderância social en bastardeo narcísico de la idealización del padre, que resalta en la identificación
benefício dei matrimonio. Inversion que se produce en el siglo xv con la revolución edípica la ambivalência agresiva inmanente a la relación primordial con el semejante”
económica de la cual salieron la sociedad burguesa y la psicologia del hombre (CF, 95-96).
modemo” ( c f , 69). 5Véase É. Durkheim, “La famille conjugale”, en Textes, op. cit., pp. 35-49.

60 61
estado de dependencia perpetua que estaba en el fundamento de la
familia paternal y la familia patriarcal. Estamos, por lo tanto, en la totalidad dei grupo familiar pierde en eLcurso de la historia su
presencia de un nuevo tipo familiar. Visto que sus únicos elementos amplitud y su poder social; si plantea que la familia conyugal deriva
permanentes son el marido y la mujer y que todos los hijos abandonan de la familia paterna, considera también esta última (o “familia
tarde o temprano la casa, propongo llamarla familia conyugal. (Textes, troncal”) como una contracción de una familia primitiva que reunia
35-36.) alrededor de “haberes” comunes (“comunismo primitivo”) a un con­
junto de personas ligadas por la propiedad de las cosas y no necesa-
riamente por los “lazos de sangre” .
Así se define enfonces lo que Lacan senala en su texto de 1938 como A juicio de Durkheim, la declinación de la autoridad dei padre se
“la excelencia de la expresión «fam ilia conyu gal», mediante la cual interpreta entonces como una caída que afecta a la vez el poder social
Durkheim [...] designa la forma actual de esta institución familiar” dei grupo familiar y su amplitud misma.
( cf , 17). Esto explica, sin duda, por qué Lacan menciona a su turno, a veces
Se advertirá que esta concepción de la familia, que constituye una de manera inconexa, la declinación dei poder dei padre de familia y
referencia para Lacan, es ante todo jurídica, ya que las observaciones la dei grupo familiar como nuevas condiciones sociales dei edipismo.
de Durkheim aluden a la evolución dei derecho que la regula. Durkheim presenta en todos los casos su ley de contracción como
En esta perspectiva, Durkheim senala así que, al contrario dei organizadora de toda la historia de la institución familiar, y la forma
“viejo comunismo familiar” que habría estructurado la familia primi­ conyugal como punto culminante de esta evolución.
tiva, la sociedad conyugal permite al hijo tener su propia fortuna, lo
cual está naturalmente acompanado de una fuerte limitación de los La ley de la contracción fam iliar
“derechos disciplinarios dei padre a su respecto” (Textes, 37).
Y agrega que esta limitación de los derechos dei padre puede llegar “Ahora que conocemos el último tipo familiar [esto es, el tipo conyu­
muy lejos, en la medida en que la ley de 1889 permite dictaminar la gal] que se constituyó, podemos echar una mirada alcamino recorrido
caducidad de la patria potestad.6 y tomar conciencia de los resultados que se desprenden de esta larga
Por eso indica al mismo tiempo la importância de la intervención evolución.
dei Estado para la totalidad dei funcionamiento de la familia conyu­ La ley de contracción o de surgimiento progresivo pudo verificarse
gal, y más particularmente en lo que se refiere a la autoridad dei hasta el final. Hemos visto, de la manera más regular, que grupos
padre. primitivos surgen de los grupos cada vez más restringidos que
En lo tocante a éste, se dirá por lo tanto que la perspectiva tienden a absorber la totalidad de la vida familiar. La regularidad de
durkheimiana pone de relieve no tanto la decadencia como tal de su ese movimiento no sólo es resultante de lo que la precede, sino que es
poder, sino la declinación jurídica de su autoridad. fácil ver su relación con las condiciones más fundamentales dei
En términos más générales, hay que recordar que según Durkheim desarrollo histórico” (Textes, 40).
6 Esta ley concerniente a la caducidad de los derechos de los padres juzgados
Desde ese punto de vista, puede decirse en términos generales que
indignos de su condición es contemporânea -senala Michel Foucault- del descubri- el estúdio de la familia habría ensenado a Durkheim que cuanto más
miento del Edipo. También Foucault, por consiguiente, parece vincular ese descu- extensas son las relaciones con el medio social, más debe contraerse
brimiento y la ley de caducidad paterna, con la salvedad de que interpreta el des- la institución familiar para conservar la posibilidad de manejar sus
cubrimiento freudiano como expresión discursiva dei “amor obligatorio” por el padre
en la burguesia vienesa dei siglo xix, mientras que considera la ley de caducidad conflictos internos y por lo tanto su propia capacidad de reproducción.
promulgada en Francia como el punto culminante de la prohibición dei incesto Pero hay que senalar que en ese movimiento de contracción, según
dirigida a las clases populares (M. Foucault,La Volonté de savoir, Paris, Gallimard, Durkheim, no sólo evoluciona el tamano dei grupo familiar sino
1976, p. 12).
también su constitución, su vínculo con los bienes y la situación de las
Mientras que Lacan introduce un lazo de causalidad (la declinación del padre
causa el descubrimiento del Edipo), Foucault plantea una lógica de contrapartida, que relaciones existentes entre sus integrantes:
opone en la cuestión del incesto a las clases populares y la burguesia del siglo xix. Lo
cual es muy diferente. Al mismo tiempo que se contrae el volumen, se modifica la constitución

62
de la familia. Desde ese punto de vista, el gran cambio producido es la sagrada”, afirma Durkheim en 1893,7 antes de agregar: “Los dioses 5
quiebra progresiva dei comunismo familiar. En el origen, éste se no son otra cosa que fuerzas colectivas encarnadas, hipostasiadas con
extiende a todas las relaciones de parentesco; todos los parientes viven una forma material. En el fondo, lo que los fieles adoran es la sociedad;
en coinún y poseen en común. (Textes, 41.) la superioridad de los dioses sobre los hombres es la dei grupo sobre
sus miembros”.6
Está todo dicho.
Del comunismo prim itivo a la fam ilia conjugal Si la propiedad sólo extrae su fuerza de lo sagrado y lo divino no es
otra cosa que la potência simbólica dei grupo o la sociedad misma, en
Antes de examinar el imaginario sociológico dei comunismo que su origen esa propiedad no podia ser sino colectiva, pues de lo
organiza las formas de la familia primitiva en Durkheim, hay que contrario no habría sido sagrada ni respetada.
destacar que para él la ley de la contracción que ordena en el largo Podrá advertirse la importância de lo colectivo para esta teoria dei
plazo la evolución de la institution familiar exige comprender el padre de la sociologia francesa, que hace de ello nada menos que un
funcionamiento de tal o cual grupo familiar en función de las formas equivalente de lo divino.
que lo precedieron historicamente. Habría mucho que decir sobre lo colectivo o lo social como “dios dei
Desde ese punto de vista, senalaremos que el Lacan de “Les sociólogo”, que funciona a menudo como causa de su deseo, pero aqui
complexes familiaux” es perfectamente durkheimiano, puesto que en sólo nos ocuparpmos de su magnitud en las incidências que tuvo para
su introduction al texto de 1938 escribe lo siguiente: la teoria de Durkheim y por lo tanto de Lacan.9
“Durante mucho tiempo, la naturaleza religiosa de la apropiación
pudo significar simplemente que la propiedad privada era una conce-
Al examinarlo, el grupo reducido que compone la familia modernâ no sión de la colectividad. Pero sea como fuere [...], las condiciones en las
parece, en efecto, una simplification sino más bien una contracción de cuales nacía la propiedad determinaban su naturaleza. No podia más
la institution familiar. Exhibe una estructuraprofundamente com- que ser colectiva”,10 concluye Durkheim, haciehdo dei comunismo
pleja, más de uno de cuyos puntos se aclara mucho mejor mediante las
primitivo una necesidad lógica cuyas consecuencias deduce a conti-
instituciones positivamente conocidas de la familia antigua que por la
hipótesis de una familia elemental que no se advierte en ninguna nuación para la institución familiar primitiva:
parte, ( c f , 16-17.)

así, se apropiaban por grupos dei suelo y se procedia a las formalidades


que hemos descripto [se trata de rituales religiosos], con cuyos resul­
Para comprender al Lacan de 1938,. por consiguiente, hay que leer
tados se beneficiaba todo el grupo. Esas formalidades incluso daban a
a Durkheim, a fin de poner de manifiesto lo que según él se transmite éste una personalidad y una cohésion que primitivamente no tenía.
en la sucesión de las formas de la familia, desde su modalidad Pues esa franja de terreno consagrada [por los rituales] que aísla el
primitiva hasta su forma conyugal, y arrojar de ese modo luz sobre la campo de los campos vecinos aísla también a todos los que están en
herencia actuante en el corazón de la “estructura profundamente él de los grupos similares, establecidos en otra parte. Por eso la
compleja” de la familia moderna.
En esta perspectiva, se recordará en primer lugar que en Dur­ 7E. Durkheim, Leçon de sociologie physique des mœurs et du droit (1893), Paris,
kheim la apropiación colectiva de los bienes compete necesariamente pu f,1950 y 1969, p. 187.
6Ibid., p. 189.
a lo sagrado; al mismo tiempo, la idea de un comunismo primitivo en 9 Notemos simplemente que la opération de sacralización de lo social que
los orígenes de la familia se impone a su imaginario sociológico, siendo constituye al grupo como un dios permite, al menos en el caso de una investigation
así que esta noción no puede, desde luego, deducirse de la observación freudiana, comprender cómo puede funcionar de manera metafórica o sustitutiva la
directa. noción de patria potestad o poder del grupo familiar en el texto de un Lacan
durkheimiano, puesto que se trataria de dos versiones de la potencia de Dios (o del
“La propiedad sólo es la propiedad si es respetada, es decir, padre rnuerto).
10 E. Durkheim, Leçon de sociologie physique.:., op. cit., p. 191.

64 65
. "t-; lo que expresa el comunismo familiar—, se opone a que algo del supera ciertos limites. Es el Estado, en la persona del magistrado, el i
patrimonio común corra el riesgo de pasar [bajo el régimen de la que preside los consejos de familia; el que toma bajo su protección al
comunidad de los bienes conyugales] a manos ajenas. (Textes, 128- menor huérfano. [...] Una ley reciente incluso autoriza en ciertos
129.) casos al tribunal a dictaminar la caducidad de la patria potestad. Pero
hay un hecho que demuestra mejor que ninguno la magnitud de la
Por ello, senala Durkheim, no es sorprendente constatar que la transformación sufrida por la familia en esas condiciones.'La familia
sociedad conyugal se desarrolla en primer lugar en los pueblos conyugal no habría podido nacer de la familia patriarcal, y ni siquiera
germânicos, entre quienes la familia paterna dejaba con frecuencia de la familia paternal o de la mezcla de los dos tipos familiares, sin la
que uno de sus hijos, luego de casarse, se instalara al margen de ella, intervención de ese nuevo factor, el Estado. Hasta hoy, los lazos de
mientras que en Roma, por ejemplo, los liijos permanecían regular­ parentesco siempre podían romperse, fuera por el pariente [...] que
mente, según él, bajo la autoridad del padre de familia. queria salir de la familia, fuera por el padre del que aquél dependia
[...]. Con la familia conyugal los lazos de parentesco se han convertido
Desde la perspectiva del derecho, la noción de comunidad conyugal en completamente indisolubles. Al ponerlos bajo su garantia, el
de los bienes —indica Durkheim— se remonta a la época de los Estado ha despojado a los particulares del derecho de disolverlos.
carolingios y por lo tanto a la influencia de la Iglesia durante ese
(Textes, 38.)
imperio, pero hay que esperar al siglo xm para encontraria totalmen­
te constituida.
La soberania del padre (en la familia patriarcal o paternal) es
En ese momento, escribe, “se convierte en el régimen légal; es una sucedida, por lo tanto, por la soberania del Estado en la familia
consecuencia obligada del matrimonio” ( Textes, 129). conyugal, la puesta bajo tutela del padre y el carácter indisoluble de
No obstante, la comunidad de bienes no habría podido determinar los lazos de parentesco que fijan la forma conyugal de la familia
la emergencia de una verdadera sociedad conyugal -afirm a - sin esa moderna garantizada por el Estado.
característica de la familia germânica que dejaba una autonomia Sin embargo, el conjunto familiar es una estructura compleja,
relativa a uno de sus hijos casados. podría decir Durkheim (si escribiera como Lacan), puesto que al lado
En esta lógica, la tradición germânica, en cuanto “eslabón débil” de de esta zona central conyugal de la familia moderna hay zonas
la patria potestad, habría favorecido el desarrollo de la sociedad secundarias que no son otra cosa que la herencia de los tipos familia­
conyugal.
res que la precedieron.
Como quiera que sea, concluye el sociólogo, “cuanto más se avanza Así, por ejemplo, el grupo formado por los ascendientes y descen-
en la historia, más pasa al primer“plano la sociedad de los esposos, dientes “conservo en nuestro derecho una fisonomía bastante distin­
para convertirse en el elemento esencial y permanente de la familia. tiva”, aclara antes de concluir en los siguientes términos: “La antigua
La comunidad de bienes, por consiguiente, debía considerarse cada familia paternal, despojada del primer rango, pasó a un segundo
vez más como, el régimen normal del matrimonio. En efecto, tiende a plano” (Textes, 38-39).
generalizarse más y más en los países civilizados” (Textes, 129). Si para Durkheim, entonces, es el Código Civii el que fija en el siglo
Apoyado en ese progreso de la economia de los bienes matrimonia­ xix las regias de composición y funcionamiento de la familia moderna,
les (contra el de la familia), el poder dé los Estados modernos consagro no es posible comprenderlo si no se consideran las instituciones que
por fin, a juicio de Durkheim, el debilitamiento del poder familiar, lo precedieron y vuelven a encontrarse parcialmente en la moderni-
aunque sólo fuera porque ahora corresponde al Estado fijar las reglas dad, como sucede, por ejemplo, con la autoridad del padre (pese a la
de funcionamiento y hasta de composición del grupo familiar, y ese posibilidad de la tutela del Estado), e incluso con zonas secundarias
poder estatal puede llegar incluso (desde 1889) a dictaminar la de la familia, que constituyen otras tantas supervivencias de sus
caducidad de su jefe:
formas pasadas.
Por consiguiente, podemos confirmar que para Durkheim la ley de
El estado se convirtiô en un factor de la vida doméstica. Por su la contracción hizo sin duda que la institución familiar pasara de sus
intermedio se ejerce el derecho de corrección del padre cuando formas primitivas amplias (no dominadas por los lazos de consangui-

68 69
n a
nidád) a sus formas paternales y, por último, a su forma reducida
persona” —para hablar en los términos de Lacan - que emerge como
moderna y conyugal pero compleja, pues es heredera de las formas
superadas de su evolución. contrapartida dei debilitamiento de la conciencia familiar. Para él, las
solidaridades dei grupo familiar serán tanto menos sólidas cuanto
Lacan lo expresa de otra manera en su introducción al texto de
más claramente dependan de las relaciones entre las personas, y ya
1938, en el que recuerda que las formas de la familia presentan,
no de las relaciones comunes con las posesiones.
De allí la fragilidad extrema dei lazo familiar, explica, al ver en el
cuanto más primitivas son, no sólo un agregado más vasto de parejas
biológicas, sino sobre todo un parentesco menos conforme a los lazos derecho de desheredar a un hijo, en especial, el último indicio de
naturales de consanguinidad [...]. Además, el parentesco sólo se reco- regresión dei gobierno de la familia por las cosas, porque de ese modo
nòce por medio de ritos que legitiman los lazos de sangre y, en caso de puede anularse por completo la herenciá misma entre padre e hijo.
necesidad, crean otros fictícios: así sucede con el totemismo, la adop- En líneas más generales, podemos decir que la declinación dei
ción, la constitución artificial de un agrupamiento agnaticio como la patrimonio doméstico que constituiria (“desde siempre”) el basamen-
zadruga eslava. Del mismo modo, según nuestro Código, la filiación se to material y sagrado de la conciencia colectiva dei grupo familiar está
demuestra por el matrimonio, ( cf , 15-16.) acompanada, a juicio de Durkheim, por el debilitamiento de esta con­
ciencia y la aparición de una especie de individualismo moderno
Para Lacan, como para Durkheim, el registro simbólico, y no prenado de miséria moral.
directamente el de la naturaleza (“los lazos de sangre”), determina/el Durkheim profetiza que en esta regresión “destinada a continuar”
tamano de la familia, su composición, sus regias de funcionamiento. el hombre moderno no buscará pronto más que fines personales, y
Lacan, por lo tanto, retoma la concepción durkheimiana de la concluye, a modo de advertência a sus oyentes: “Cuando se toma por
familia y su ley de la contracción que, en particular, hace dei fin, [el individuo] cae en un estado de miséria moral que lo lleva al
matrimonio el último operador simbólico de producción de los lazos suicidio. Lo que nos apega al trabajo es que éste es para nosotros el
familiares. medio de enriquecer el patrimonio doméstico y acrecentar el bienes-
De allí, por otra parte, el valor dei matrimonio para Durkheim, tar de nuestros hijos” (Textes, 45).-
valor tanto más precioso cuanto que es residual, y la extrema condena Al margen dei patrimonio familiar y de la presencia de los hijos que
de la unión libre con la que concluirá de manera sorprendente su recuerdan las exigencias sagradas de la institución doméstica, nada
lección de 1892, cuando describa en términos más generales lo que protege más contra los dolores de un individualismo mórbido, explica,
podríamos llamar efectos psicológicos de la ley de la contracción. pues la sociedad conyugal es “demasiado efímera” para prevenir
^Cuáles son esos efectos? solidamente los riesgos mortales dei egoísmo o la anomia: “Por eso el
matrimonio no tiene sobre el suicidio una influencia comparable a la
E l individualismo naciente y sus peligros de la familia”, afirma en 1892, como si quisiera recuperar sus
conclusiones de 188814 y anunciar su célebre obra de 1897 sobre el
“Las mismas razones cuyo efecto es restringir progresivamente el suicidio.
círculo familiar hacen también que la personalidad de los miembros No obstante, lo que podríamos llamar la “nostalgia de Durkheim”
de la familia se separe cada vez más de ella [...]. Cada uno asume con respecto al poder dei grupo doméstico no carece de matices ni de
crecientemente su fisonomía propia, su manera personal de sentir y solución de continuidad.
pensar; ahora bien, en esas condiciones, el comunismo resulta cada A decir verdad, Durkheim parece dividido entre la importância
vez más imposible, pues supone, al contrario, la identidad, la fusión crucial que asigna al grupo familiar en el funcionamiento social y el
de todas las conciencias en el seno de una misma conciencia común ideal social o moral que reivindica como propio, porque si bien no
que las encierra” (Textes, 42). constata sin temor a la anomia la desaparición dei poder de las
Para describir los efectos “subjetivos” de su ley de la contracción familias que proporciona a la sociedad la armonía que ésta requiere
familiar, Durkheim pone el acento, entonces, en una “psicologia de la
14Publicadas en la Reuue philosophique, noviembre de 1888.

70 71
para su reproducción, advierte al mismo tiempo, y de manera crítica, demuestra su condena terminante de la unión libre, expresada en la -■
los elementos que en la reproducción de los grupos familiares prolon- conclusión de su lección de 1892:
gan por herencia las desigualdades sociales entre las familias y
amenazan la paz social por el mero hecho de que esta “clasificación N o hay sociedad moral cuyos miembros no tengan obligaciones recípro­
social” por nacimiento es cada vez menos admitida. Eso explica que cas, y cuando éstas tienen cierta importância, asumen un carácter
en Durkheim haya una búsqueda de instituciones aptas para suceder jurídico. L a unión libre es una sociedad conyugal en la que esas
al grupo doméstico en su papel de regulación social (y, para él, por lo obligaciones no existen. Es, por lo tanto, una sociedad inmoral. Y por
tanto moral), y que elija el grupo profesional, elección que, por otra eso los ninos criados en medios semejantes presentan taras morales de
parte, nos parece menos dictada por la influencia política socializante tanta magnitud. Es que no han sido criados en un medio moral. (Textes,
de muchos de sus colaboradores que por el análisis que hace de la vida 48.)
económica como yacimiento histórico de fecundidad moral.
“El grupo profesional. No veo otra cosa que pueda suceder a la Si recordamos que en el siglo xix el concubinato solía llamarse
familia en las funciones económicas y morales que ésta es cada vez “matrimonio a la parisina”, apreciaremos la violência social dei
menos capaz de desempenar”, concluye, en efecto, en 1892. juicio de Durkheim sobre las maneras de vivir de sus contempo­
iPor qué? râneos.
Porque si bien la “obra moral” necesaria para instalar “el orden y Pero en este punto hay que senalar- con más serenidad que si para
la paz entre los hombres” no puede esperarse simplemente de la vida él la obligación jurídica predomina sobre la elección de la unión libre
económica, explica, las corporaciones y los cuerpos de ofícios que (en la sociedad conyugal), es porque pone en juego el ser colectivo de
organizan esa vida tienen un rico pasado que les permite suplir la la sociedad misma, y porque sólo esta última “tiene la autoridad
claudicación social de los grupos domésticos. necesaria para expresar el derecho y senalar a las pasiones el punto
Así, entre los romanos “la comunidad dei ofício y los intereses más allá dei cual no deben pasar”.16
reemplazaba los lazos de sangre; ^acaso no tenían los cofrades, como Todo sucede como si, para Durkheim, faltar a las obligaciones
la familia, su culto común, sus comidas comunes, su sepultura sociales fuera faltar a la sociedad misma, e incluso pecar contra ese
común? Hemos visto que las fiestas religiosas o fúnebres eran las de ser colectivo cuyo carácter sagrado antes recordamos.
las familias; como éstas, ellos celebraban el querido parentesco y el Ignorar esos limites es, por lo tanto, salvar el espacio de la
culto de los muertos [...]. El protector y la protectora dei colégio armoniosa satisfacción (armoniosa por estar regulada) para internar-
tomaban a menudo el título de padre o madre”, recuerda Durkheim se en el universo de los desarreglos pasionales, la anomia y la
luego de su lectura de W altzing.15 morbidez suicida.
Podríamos decir entonces que, según su parecer, la comunidad Senalemos por último que en esta mecânica dei “más allá dei
profesional estaria destinada poria civilización areemplazar al grupo principio de satisfacción” socialmente organizado, también puede
doméstico en su aporte decisivo al orden social, porque compartiria suceder que sea la propia sociedad la que ignore al individuo, y en
desde la prehistoria muchas de las características distintivas de ese ese caso la amenaza proviene de la versión egoísta dei suicidio.
grupo. Así, las regias de pertenencia doméstica o profesional inscri- Suicidio egoísta y suicidio anómico, en efecto, no carecen de
ben de manera análoga al individuo en la larga duración, mientras parentesco en la teoria durkheimiana de la miséria moral, ya que
que la sociedad conyugal careceria gravemente de profundidad histó­ “uno y otro proceden dei hecho de que la sociedad no está suficiente­
rica y seria inepta para generar esa especie de adhesión a las regias mente presente para los indivíduos. Pero la esfera de la que está
dei juego social que limita afortunadamente las pasiones. ausente no es la misma en ambos casos. En el suicidio egoísta, la
Lo cual no quiere decir, desde luego, que Durkheim considere poca sociedad falta en la actividad propiamente colectiva, y la deja así
cosa la fecundidad moral de los lazos dei matrimonio, como lo desprovista de objeto y significación. En el suicidio anómico, ignora

13E. Durkheim, Leçons de sociologie physique..., op. cit. 16É. Durkheim, “Le suicide anomique”, enLe Suicide. (1897), Paris, p u f , 1986,
p. 275.

73
las pasiones propiamente individuales, que no tienen entonces freno De allí se deduce la idea de que toda regresión dei lazo colectivo está
que las contenga”.17
acompanada por una “hemorragia de lo sagrado” que arrastra una
En los dos casos, en definitiva, la falta de presencia de la sociedad “mediocridad moral” que puede llegar hasta los padecimientos de la
en los individuos los lleva a internarse en el registro de la morbidez anomia, cuando la norma social (siempre religiosa), al dejar de poner
irreversible, ya se trate -en el piano de la familia - dei suicidio egoís­ un limite al deseo dei indivíduo, ya no funciona y lo deja en esa
ta de los solteros o bien del suicidio anómico de quienes viven insatisfacción dolorosa que sólo encuentra alivio en la muerte volun­
situaciones de crisis que los privan de los benefícios de la régla social.
tária.
Pór ejemplo, los hombres divorciados o, más en general, quienes no L a ley de la contracción familiar formulada por Durkheim en 1892
gozan de un matrimonio estable.
es el paradigma mismo de esta lógica regresiva “partera” de anomia,
La elección de la muerte se deduce en ambos casos de una especie porque conducirá a la institución familiar de sus formas primitivas
de ausencia de la sociedad o de lo que llamariamos la version amplias y sagradas a ese resto conyugal (o, peor, al concubinato)
durkheimiana de Dios, que abandona aqui a sus criaturas sociales en generador de la “mediocridad moral” característica, a su entender, de
el sombrio desasosiego de la miseria moral. las costumbres de sus contemporâneos, e incluso a la moderna
Es conocida la inmensa repercusiôn que esta teoria de la desespe- morbidez suicida de la elección de la muerte.
ración suicida tendrá entre los especialistas de las ciências humanas De allí el sombrio diagnóstico que el padre de la sociologia francesa
y sociales, que incorporan la anomia, por supuesto, como causa de pronuncia en 1912 sobre la fase histórica de transición que está
desarreglos pasionales mortales, pero también (y al mismo tiempo) viviendo, y su expectativa de “nuevos evangelios”: “En una palabra,
conocemos la resonancia de la nostalgia durkheimiana, que cree los antiguos dioses envejecen o mueren, y aún no han nacido otros”.20
advertir en el centro de la evolución histórica la deserción del “alma De allí, también, su nostalgia con respecto a la declinación de las
de la religion”, que no es para Durkheim otra cosa que la “idea de la figuras colectivas que encierran en si mismas “el alma de las religio-
sociedad”.18
nes” , a semejanza dei gran grupo doméstico reducido finalmente
Esta interpretation durkheimiana del suicidio pone en juego, según la ley de la contracción familiar, cuyo esqueleto es preciso ahora
entonces, una figura particular de esa suerte de alejamiento de lo recuperar de un plumazo, para reformular la tesis durkheimiana que
divino, que sólo puede comprenderse si se tiene en cuenta el lugar que sostiene las investigaciones dei Lacan de 1938:21
la religion ocupa para Durkheim en los origenes y el corazón del lazo
social: *
1) Antaho, las formas primitivas de la familia se habrían organiza­
do según la lógica de un comunismo originário que hacía depender las
Se sabe desde hace mucho que, hasta un momento relativamente relaciones dei grupo doméstico de la posesión colectiva y (por lo tanto)
avanzado de la evolución, las reglas de la moral y del derecho no se sagrada de las cosas. Del lazo con las cosas se deduciría entonces el
distinguian de las prescripciones rituales. Podemos decir entonces,
como resumen, que casi todas las grandes instituciones sociales nacie- lazo de parentesco entre personas reunidas en grupos amplios y de
ron de la religion. Ahora bien, para que los principales aspectos de la manera relativamente autónoma con respecto a los lazos de sangre.
vida colectiva comenzaran por ser nada más que distintos aspectos de 2) La invención dei jefe de familia acompanaría el surgimiento de
la vida religiosa, era preciso, desde luego, que ésta fuera la forma
eminente y algo así como una expresión abreviada de la vida colectiva 20 Ibíd., pp. 610-611.
21En ese diagnóstico, hay que senalar una especie de proximidad existente entre
en su totalidad. Si la religion engendro todo lo que la sociedad tiene de la perspectiva durkheimiana y la antropologia freudiana, ya que ambas sitúan el lugar
esencial, es porque la idea de la sociedad es el alma de la religion.19 de lo religioso en el núcleo dei funcionamiento social, de la erección de los tótems y de
los tabúes. Pero mientras que Durkheim parece lamentar que los antiguos dioses
envejezcan o mueran cuando aún no han nacido otros, y sigue esperándolos, Freud
17Ibid., p. 288. Véase el capítulo 5 del presente volumen. renuncia a la esperanza y recuerda el asesinato parricida. En Durkheim, Dios es
18 E. Durkheim, Les Formes élémentaires de la vie religieuse (1912), Paris, pu f, reemplazable; en Freud no lo es. Por eso el sintoma de mediocridad o miseria moral
1960, p. 599. reconocido por el primero todavia es soluble para el sociólogo, mientras que es crónico
13Ibid., pp. 598r599.
en Freud.

74 75
la familia paterna y la propiedad privada; romperia el gobierno de las II. Lacan, lector de Durkheim
cosas, condensaria y transferiria el carácter sagrado dei patrimonio
en beneficio de la figura dei padre. La anomia y el descubrimiento freudiano
3) La decadencia relativa de la familia paternal en los pueblos
germânicos, la formulación definitiva de ia noción de comunidad de Recordemos: la incidência reguladora dei complejo de Edipo sobre el
los bienes conyugales en el siglo x iii , la influencia de la Iglesia y luego progreso narcísico y la consumación dei yo seria tanto menos segura
dei Estado sobre el funcionamiento y la definición misma de la cuanto que el progreso social hace “evolucionar la familia hacia la
familia, habrían conducido a su forma moderna y conyugal. forma conyugal y la somete más a las variaciones individuales. De
4) Esta contracción dei grupo doméstico en la larga duración daria esta«an om ia» que favoreció el descubrimiento dei complejo depende
cuenta dei grupo restringido (pero complejo) de la familia moderna, la forma de degradación con la cual la conocen los analistas: forma que
que es preciso explicar en función de esa evolución histórica, ya se definiremos por una represión incompleta dei deseo por la madre, con
trate de la zona central de esta familia, en la que domina la economia reactivación de la angustia y la investigación, inherentes a la relación
conyugal de los bienes y las relaciones, o de sus zonas secundarias. dei nacimiento; por un bastardeo narcísico de la idealización dei
5) Esa declinación dei grupo doméstico se acompanaría de la padre, que destaca en la identificación edípica la ambivalência agre-
mengua de la potestad dei padre, al que el Estado, a partir de la ley siva inmanente a la relación primordial con el semejante”, como
de 1889, puede incluso despojar totalmente de sus derechos. escribe Lacan en 1938 ( cf , 95-96).
6 ) Las incidências de esta ley de contracción para los individuos se Así, la ley de la contracción familiar que desemboca en la forma
advertirían en: conyugal de la familia, pero también en ese tipo de individualismo
• el debilitamiento de las investiduras en el patrimonio común de mórbido que acarrea consigo, habría generado circunstancias socia-
las cosas (cada vez más restringido) y su traslado a las personas dei les anómicas, opuestas a la armoniosa incidência dei complejo de
grupo; Edipo sobre el progreso narcísico y la consumación dei yo.
• el surgimiento de una psicologia de la persona; Por ello, la anomia presente en el corazón de las condiciones
• el nacimiento dei individualismo y de sus formas mórbidas soei ales dei edipismo degradaria la regulación que hasta entonces era
(egoístas o anómicas) que ocasionan el desarreglo de las pasiones, la resultante dei Edipo, la “descompondría”, pero al mismo tiempo
miséria moral y hasta la muerte voluntaria. permitiria el descubrimiento dei complejo de Edipo.
•t\ Mientras que en Durkheim la anomia suspende el papel decisivo
Ahora se ve con claridad cuál es el corpus sociológico sobre el cual de la norma social en la regulación de las pasiones, Lacan ve la causa
se apoya el texto dei Lacan de 1938, que utiliza el “saber” articulado social de la degradación dei Edipo, con lo cual presenta ese complejo
por Durkheim sobre la evolución de la familia (y sus consecuencias como una especie de reverso inconsciente de la regia social que regula
morales) para fundar una clínica psicoanalítica dependiente, tanto en la consumación dei yo.
sus formas como en su existencia misma, de la ley de la contracción Todo sucede como si fuera preciso que ese operador inconsciente de
familiar formulada por el padre de la sociologia francesa. regulación se degradara en su función (a causa de la anomia social)
Tras haber expuesto ya el alcance clínico dado por Lacan en 1938 para que apareciese ante los ojos de Freud, cuyo genio se veria en este
a la leccién sociológica de Durkheim sobre la evolución dei grupo caso directamente favorecido por el patriarcado judio que presunta-
doméstico, ahora es preciso simplemente recordar los elementos más mente marcó su universo familiar.
cruciales de sus incidências psicoanalíticas, a fin de que el lector, En otras palabras, fue necesario que el mismo Edipo obstaculizado
familiarizado de aqui en más con la noción durkheimiana, pueda por la anomia social se constituyese en sintoma, para que fuera por fin
apreciar en toda su importância la influencia que tuvo en el Lacan de advertido por la mirada de un heredero dei patriarcado judio, predis-
“Les complexes familiaux”. puesto (debido a las formas históricas de su familia) a “ver” lo que se
desarreglaba en las otras formaciones familiares (conyugales) de sus
“vecinos vieneses”, y a “decir” la novela que orgânizaba inconsciente-

76 77

jB8B5aBSHni
mente la lógica de los sintomas de un Edipo modernizado y degrada­ “decir” la distancia clínica existente entre las neurosis freudianas de i
do, en la primera fila de los cuales se encontraban “el deseo por la “fin de siglo” que acaba de mencionar y lo que llama entonces “la gran
madre” y “el bastardeo narcísico de la idealización dei padre” ( cf , 96). neurosis contemporânea”.
Deseo por la madre y bastardeo dei padre constituyen las dos Repitamos:
manifestaciones sintomáticas, con las cuales se reformula, en la se­
Esas neurosis, desde la época de las primeras conjeturas freudianas,
gunda parte de “Les complexes familiaux”, lo establecido en la pri­ parecen haber evolucionado hacia un complejo caracterial en el cual,
mera con las nociones de exigencia matrimonial y declinación de la tanto en lo que se refiere a la especificidad de su forma como a su
imago paterna: generalización -es el núcleo de la mayor cantidad de neurosis —,
podemos reconocer la gran neurosis contemporânea. Nuestra expe-
Nos parece que una gran cantidad de efectos psicológicos corresponden riencia nos inclina a designar su determinación principal en la perso-
a una declinación social de la imago paterna. [...] [Esta declinación nalidad dei padre, en cierto modo siempre carente, ausente, humilla-
está] intimamente ligada a la dialéctica de la familia conyugal, porque da, dividida o postiza. ( cf, 73.)
se produce a través dei crecimiento relativo, muy notorio por ejemplo
en la vida norteamericana, de las exigencias matrimoniales. Por lo tanto, la declinación última de la potestàd familiar y de la
Cualquiera sea su futuro, esa declinación constituye una crisis psico­ imago paterna que centra el texto de “Les complexes familiaux” se
lógica. Tal vez deba relacionarse con ella la aparición misma dei expresa, según Lacan, en la morbidez de las formas neuróticas que él
psicoanálisis. El sublime azar dei genio acaso no baste para explicar observa y tipifica por el complejo caracterial que las distingue de las
por sí solo que haya sido en Viena [...] que un hijo dei patriarcado judio neurosis de transferencia descubiertas por Freud.
imaginó el complejo de Edipo. ( cf , 72-73.)
En la segunda parte dei texto, titulada “Les complexes familiaux
en pathologie” [“Los complejos familiares en la patologia”], Lacan
Las exigencias de la sociedad conyugal responderían, por lo tanto,
retoma en efecto esas dos clases de neurosis -derivadas de la degra­
a la declinación histórica de la imago paterna, para exhibir sin
dation del complejo de Edipo resultante de la anomia social - para
discusión la anomia social que degrada ese Edipo, captable entonces
precisar su lógica y sus características distintivas.
por la mirada avezada de un hijo dei patriarcado judio.
El lugar que Lacan da en el descubrimiento freudiano a la anomia
Las neurosis de transferencia releídas por Lacan
y la sociedad conyugal como condición social dei edipismo es en su
opinión muy decisivo, como también lo es para la evolución de las
formas de la neurosis. Recordemos que las neurosis de transferencia agrupan entonces las
fobias (y más especialmente las zoofobias), la histeria y la neurosis
La familia y las formas de la neurosis obsesiva.
En el texto de 1938, las zoofobias se presentan como forma sustitutiva
de la degradation del Edipo, en la cual el animal angustiante representa
El Edipo no seria universal; estaria socialmente determinado, y las
—según Lacan —cada aspecto amenazante de las imagos prevalecientes
formas neuróticas variarían según la historia de la institución fami­
en los tres complejos que gobieman la maduración subjetiva.
liar, explica Lacan. De allí el valor que asigna al estúdio histórico
Así, es la madre dei complejo dei destete, el hermano invasor o el
durkheimiano de las formas de la familia para comprender el surgi-
padre amenazante. Pero al mismo tiempo constituye para el sujeto
miento mismo dei psicoanálisis y la evolución de su clínica. De allí,
una forma dei ideal dei yo o dei tótem protector que lo ayuda a luchar
también, la idea de leer la evolución de la clínica de las neurosis junto
contra la angustia.
con la de la familia, y más precisamente con la del valor de la imago
Advirtamos que en este punto Lacan se deslinda de la teoria
paterna en la familia.
freudiana de las fobias, que reconoce en el animal angustiante la
“Como quiera que sea, las formas de las neurosis dominantes a fi­
figura dei padre totémico filogenéticamente heredada dei acto parri­
nes dei siglo pasado revelaron ser estrechamente dependientes de las
cida, y siempre activa en el corazón dei Edipo de cada sujeto.
condiciones de la familia” ( cf, 73), afirma Lacan en 1938, antes de

78 79
Ya hemos senalado qué es lo que en esa época separa a Lacan de la bolismo organomórfico” perfectamente congruente con su teoria dei 4
teoria filogenética de Freud con respecto a lá cuestión del padre; no estádio dei espejo (aqui denominado “estádio dei cuerpo fragmentado”).
es sorprendente, por lo tanto, ver la actualización de esa diferencia en El neurótico obsesivo, enfrentado al mismo trauma que el histéri­
la teorización de las zoofobias que constituyen, innegablemente, una co, buscará más bien por el lado dei saber o el conocimiento “mistifi­
de las encrucijadas más manifiestas de la clínica freudiana dei caso car” la angustia que acompana su división mórbida. Su padecimiento
y de la antropologia psicoanalítica. estaria entonces en el pensamiento.
Según la mecânica intelectual ya expuesta en el capítulo 1, Lacan En cualquier caso, estas dos neurosis de transferencia se deduci-
hace dei animal mórbido una figura protectora del ideal del yo, pero rían de un trauma sexual que expresa a su manera esa degradación
a la vez, también un representante de las tres imagos angustiantes de la regulación edípica determinada por la anomia social.
que acompanan la maduración dei sujeto desde su nacimiento. En la prueba angustiante dei trauma, el progreso narcísico experi­
Esta interpretación “permutativa” dei animal de la zoofobia anun­ menta un clivaje y dej a una parte de si mismo en el registro inconsciente;
cia bastante bien, a nuestro juicio, el valor de significante fálico que ese elemento reprimido se expresa en el sintoma (por el lado dei cuerpo
asumirá más adelante en Lacan, cuando éste reemplace la lección de en el histérico y por el lado dei “pensamiento” en el obsesivo), pues el yo
Durkheim por la de Lévi-Strauss.22 no renuncia a esa parte “accidentada” (o reprimida).
Retengamos simplemente en esta etapa el doble valor de angustia En ambos casos, el sintoma significa una voluntad de restauración
y protección aqui asignado por Lacan al animal totémico y, por fin, su dei yo, como si Lacan considerara entonces la unidad yoica como el
carácter de “padre-mutación” [“père-mutation”] que estructura la bien más precioso dei sujeto.
fobia, como forma sustitutiva de un Edipo “degradado”. Esto puede sorprender. Pero si recordamos la especie de júbilo que
Pero las neurosis de transferencia descubiertas por Freud a causa asalta al nino durante el estádio dei espejo, advertiremos la coheren-
de la anomia (según Lacan) nó se limitan a la fobia. cia existente entre el análisis lacaniano de las neurosis de transfe­
La histeria y la neurosis obsesiva constituyen según él las otras rencia —animado por la soberania de una ética qüe busca la unidad
formas marcadas por “incidências ocasionales” (seducción o revelación dei yo —y la observación de la satisfacción narcísica experimentada
sexual prematura), y expresan la degradación moderna dei Edipo de muy tempranamente por el nino “én el espejo” frente a la imagen por
una manera distinta de la que motiva la organización de las fobias. fin unificada y unificante de si mismo.23
En el caso de la histeriay la neurosis obsesiva, Lacan hace hincapié Todo sucede, en consecuencia, como si en esas neurosis de trans­
en el aspecto traumático de las incidências que “pasman” al sujeto y ferencia el encuentro de lo sexual dej ara al sujeto frente a un yo
congelan su desarrollo. danado, mientras que el sintoma expresa una exigencia de repara-
En efecto, según su entender este tipo de accidente precipita en la ción, porque nunca se olvida nada y lo recordado es en especial esas
represión una parte narcísica dei sujeto, y esa parte reprimida es experiencias de regocijo en las que el nino en el espejo triunfa de la
precisamente la que procura expresarse en el sintoma, como si el yo fragmentación de su cuerpo.
que rechaza su propia division pusiera en acción todos los medios para En el caso de esas dos neurosis de transferencia, hay que saber
reunificarse. reconocer entonces la base de una fragmentación funcional consecu­
En la histeria, ese retorno de lo reprimido hace sintoma en o sobre el tiva al trauma, explica Lacan. Ya se trate dela neurosis obsesiva y sus
cuerpo, y se manifiesta para Lacan de acuerdo con la lógica de un “sim- “basamentos histéricos” o de la histeria, cuyos sintomas exhiben “a
simple vista” la dolorosa fragmentación “despertada” por el trauma.
22En el seminário La relation de objeto (1956-1957), Lacan retoma el análisis de En esta relectura de las neurosis de transferencia, Lacan senala su
la fobia dei pequeno Hans desde un punto de vista estructuralista. Senala a la vez el admiración por el descubrimiento freudiano y la sutileza de Freud al
lugar de la permutation como “juego elemental fundamental dei significante” y la explorar las “causas familiares de esas neurosis” que se deducen de
importância clínica que tiene para la cura seguir el desplazamiento de la “sombra
echada” por el significante fálico sobre las personas movilizadas por el trabajo de 23 Para el descubrimiento dei estádio de espejo (1936), véase J. Lacan, “Le stade
elaboración mítica de la fobia. Volveremos a este punto (cf. J. Lacan, Le Séminaire, du miroir comme formateur de la fonction du Je”, en Écrits, op. cit., pp. 93-100, y
Livre iv, La Relation d’objet, Paris, Seuil, 1994).
. nuestro comentário en el capítulo 3 dei presente volumen.

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la anomia social de nuestra sociedad conyugal o, más precisamente., Finalmente, todas esas formas de neurosis de carácter muestran
de la manera como esa anomia degrada el Edipo y dej a al sujeto frente que las relaciones de ésta “con la estructura familiar obedecen al
a una forma sustitutiva de éste (fobias) o las consecuencias traumá­ papel de los objetos parentales en la formation del superyó y el ideal
ticas de encuentros sexuales experimentados demasiado precozmen-
te (histeria, neurosis obsesiva). dei yo” ( c f , 103).
A l mismo ti empo, expresan lo mejor posible la anomia conyugal
Subrayemos, empero, que la relectura de Lacan concerniente a la his­ que desarregla el Edipo, e incluso el reverso inconsciente dei opera­
teria o la neurosis obsesiva seria muy enigmática si dejáramos de lado: dor que regula las relaciones entre las generaciones, la distribución
de los roles sexuales y, más allá, la elección dei destino de cada uno.
1) d estadio del espejo expuesto en 1936, que explica lo que Elección devida o elección de muerte para aquel que, mediante el acto
despiertan el trauma o el accidente, pero también
suicida, llegará por fin a sustraerse a las exigencias sin limites de un
2) su recuperation de la anomia social, que toma de la lection de
Durkheim y constituye lo que podríamos llamar “circunstancias superyó desatado.
familiares del accidente”. Pero ghabría entonces quienes sufren neurosis de transferencia “fin
de siglo” y quienes padecen neurosis de carácter que expresan de ma­
nera más moderna las circunstancias sociales de la anomia conyugal?
La neurosis de carácter y la anomia social
No, pues en realidad —indica Lacan- se ven afectadas todas las
formas de la neurosis, dado que el “complejo caracterial” o la neurosis
Lacan no repite a Freud, y en lo que se refiere a la importancia del de carácter se constata “cada vez más como fondo en las neurosis de
“complejo familiar” en las neurosis se destacará que desde su punto de
vista hay que apreciaria no tanto en las neurosis de transferencia como transferencia” ( c f , 103).
Todas las formas de neurosis dependerían de la anomia como
en las “neurosis de carácter” que expresan las “relaciones constantes” condition social dei edipismo, y es preciso entonces releerlas regular­
existentes entre las “formas típicas de esas neurosis modernas y la mente en el plano clínico, porque “se ponen al dia” sin cesar (al menos
estructura de la familia en la que creció el sujeto” ( c f , 1 0 2 ). en sufondo), aunque acaso sea la neurosis de destino (o la de autocastigo,
<iPor qué?
con su elección del suicidio y la inflation mórbida del superyó) la que
Porque en esas neurosis serían las instancias dei superyó y del mejor revele la incidência de la miseria social que para Durkheim se
ideal del yo las que provocarían formas anormales de desarrollo, y la deduce (como hemos visto) de la anomia de las sociedades conyugales.
formation de esas instancias dependêría de los objetos parentales o, Retengamos por último que al final dei texto de 1938 Lacan pone
más precisamente, de la manera como se encarnan en los padres. el acento en la notion de carácter, para especificar la morbidez
De este modo quedaria asegurada la solidaridad mórbida entre las relativa a esta carência contemporânea reveladora de la declination
generaciones.
final de la potestad familiar paterna en la que se centran sus
Así, las neurosis de autocastigo, fracaso o destino, que provocan
investigaciones sobre los complejos familiares.
muchos actos suicidas, serían muestra, por ejemplo, de una excesiva Observemos también que el concepto de neurosis de carácter con
ferocidad dei superyó, incomprensible sin la ruptura de la tradition que concluye su estudio de “Les complexes familiaux” debe leerse
patriarcal que aseguraba hasta ese momento, según Lacan, una como el rasgo clínico que une el texto de 1938 con el de 1950 titulado
armoniosa transmisión entre las generaciones ( c f , 105). “Introduction teórica a las funciones del psicoanálisis en criminolo­
De igual manera, la falta de la imago formadora dei ideal dei yo gia”,24en el cual Lacan “se explaya” sobre la notion de carácter, en esa
dejaría al sujeto frente a un estancamiento en las relaciones dei época muy debatida en el campo psicoanalítico anglosajón.
complejo de destete..
En términos más générales, diremos que el texto de 1938 anticipa
Por último, y dada la preponderância dei principio varonil en nuestra el de 1950, particularmente interesante para nuestra investigation
cultura heredera de los ideales de la familia paternalista, el ideal sobre la influencia de las ciencias sociales en Lacan porque, como
masculino bien podría “embarazar” a ciertas madres con una “protesta
viril” que, a juicio de Lacan, da a luz in fine hijos varones homosexuales. 24 J. Lacan, “Introduction théorique aux fonctions de la psychanalyse...”, op. cit.,
pp. 125-149.
82 83
veremos, las referencias a la lección de Dürkheim, pero también a los mientras que otros, a semejanza de Durkheim, hacen de ella una 4
trabajosdeM. Maussy B. Malinowski, están suficientemente presen­ consecuencia dei totemismo.
tes en él para que. pueda decirse que el Lacan de 1950 aùn es La apuesta es crucial, porque se trata dei temor al incesto que todos
“durkheimiano” y que el texto de 1938, por lo tanto, no es una reconocen en la raiz misma de la exogamia, sin poder explicarlo
extravagancia sino una production que indica el lugar de un verda-
dero momento “durkheimiano” en su obra. verdaderamente.
Freud interviene en esta polémica de manera a la vez modesta y
Nos aprestamos a leer ahora el texto de 1950 pero, antes de empren-
capital.
der esa tarea, debemos preguntarnos si Lacan, por algùn desconocido “En esta oscuridad, la experiencia psicoanalíticano proyecta más que
rasgo de originalidad, fue el único psicoanalista que leyô a Durkheim. un único rayo de luz”, escribe, antes de apoyarse en la clínica psicoana­
En realidad no es asi; en este campo, corresponde otra vez a Frt:ud lítica de la zoofobia (decididamente muy solicitada) para proporcionar
haber dado el primer paso, porque desde Tótemy tabú da testimonio una interpretación dei tótem que, a sujuicio, permite ligar por fin los dos
de su lectura de L ’Année sociologique y de los textos de Durkheim a tabúes totémicos: no matar al tótem y no casarse con una de las muj eres
los que se refïere en sus investigaciones, para anudar el totemismo, dei grupo totémico.
la exogamia y la prohibition dei incesto que constituye la notion clave Para hacerlo, según Freud, simplemente hay que saber reconocer “al
de la antropologia. padre en lugar dei animal totémico”. Esto no sólo porque los indígenas
Ello exige confrontar las lecturas freudiana y lacaniana de Durk­ ,1o hacen y hay que tomarlos al pie de la letra (como el analista a los
heim.
analizantes), sino también porque:
Si el animal totémico no es otro que el padre, obtenemos en efecto lo
III. Freud, lector de Durkheim siguiente: los dos mandamientos capitales dei totemismo, las dos
prescripciones tabúes que constituyen su núcleo, a saber, la prohibi­
Freud se refíere a los trabajos de Durkheim en su artículo “El retor­ ción de matar al tótem y la de desposar a una mújer perteneciente a
no dei totemismo en la infancia”, donde recuerda que las investigacio­ él, coinciden por su contenido con los dos crímenes de Edipo, que mató
a su padre y se casó con su madre, y con los dos deseos primitivos dei
nes dei sociólogo demostraron que “el tabú, que se asocia al tótem,
nino, cuya represión insuficiente o su despertar forman quizá el
debía implicar necesariamente la prohibición de relaciones sexuales núcleo de todas las neurosis. Si esta semejanza no es un mero lance
con una mujer perteneciente al misrgo tótem que el hombre”.25 dei azar, debe permitimos explicar el nacimiento dei totemismo en
Esto no es poca cosa, porque muchos antropólogos -en particular las épocas más remotas. En otras palabras, debemos lograr hacer
Frazer- sostenían en la época la idea de la existencia de una disyun- verosímil el hecho de que el sistema totémico nació de las condiciones
ción entre las dos instituciones sociales que son la exogamia y el dei complejo de Edipo, al igual que la zoofobia dei “pequeno Hans y la
totemismo.
perversión dei pequeno Arpád”.26
Freud elige aqui a Durkheim contra Frazer, para hacer de la
exogamia una consecuencia necesaria dei tabú ligado al tótem. La lógica de Freud es muy clara, pues nos invita en primer lugar
Pero si en esta perspectiva se restablece la solidaridad institu­ a tomar al pie de la letra la palabra de los indígenas y luego a convocar
cional entre la exogamia y el totemismo, ello no resuelve la otra el saber dei inconsciente (y por lo tanto el descubrimiento dei Edipo)
cuestión que, según Freud, por entonces divide a los investigado­ para senalar todas las semejanzas existentes entre la coyuntura
res en ciências sociales; algunos, como Atkinson en su relectura de social que se trata de explicar (el conglomerado constituido por el
Darwin, estiman que la exogamia es anterior al tótem —pues se totemismo, el tabú y la exogamia) y la organización inconsciente dei
habría originado en el tiempo de las hordas, en el cual los celos dei Edipo. Para ser aún más precisos, a juicio de Freud hay que identifi­
jefe no admitían las relaciones sexuales internas al grupo-, car, y en el corazón mismo dei complejo de Edipo, los deseos incestuo-
25S. Freud, Totem et tabou, Paris, Payot, 1977, p. 139.
26 Ibíd., p. 152.

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sos y el odio contra el padre, como reverso inconsciente de la forma- periodicamente lapresencia en ellos de esa libra de carne (dei padre) que ,
ción social que reúne el totemismo y la exogamia. funda la solidaridad verdaderamente orgânica dei grupo, e incluso el
Naturalmente, la conciencia está dei lado de las instituciones motor carnal dela organización social de los hermanos.
sociales, que dejan ver el amor por el tótem (o por el padre) y el rechazo Luego de su parricidio, los hijos atormentados por su culpa compar­
dei incesto. Pero el descubrimiento freudiano recuerda que, bajo las tida habrían idealizado al padre con la figura dei tótem convertido en
protestas de amor por el padre y repulsa dei incesto, siempre está tabú, y renunciado al comercio sexual con las mujeres dei grupo,
vigente la presencia de los deseos primitivos dei hombre (deseos de inventando así las leyes dei totemismo y la exogamia y hasta las
incesto y de asesinato dei padre), aunque se haya vuelto inconsciente. regias de una nueva formación social de derecho (el clan fraterno) en
Si para Freud el complejo de Edipo constituye en verdad el reverso reemplazo dei “callejón sin salida de la horda”.
inconsciente de la institucionalización dei tótem y la exogamia, hay Podrá apreciarse el aspecto capital dei parricidio originário, que
que recordar también que no se conforma con imputar a los deseos constituiria “el acto memorable y criminal que sirvió de punto de
edípicos el origen inconsciente de esas instituciones. En Tótemy tabú partida a tantas cosas: organizaciones sociales, restricciones mora-
describe el momento histórico en que aquéllos “cayeron en el incons­ les, religiones”.28
ciente” de la especie humana, a la vez que explica por la actividad de Recordemos además que ese acto proviene, según Freud, de los
esos deseos reprimidos la invención dei totemismo y la exogamia. deseos primitivos endogámicos experimentados por los hermanos y
Ese momento es el dei parricidio originário: “en el comienzo era la que el déspota paterno habría impedido ferozmente, hasta pagar esa
acción”,27 concluye Freud en esa obra, en efecto, para recordar que actitud con su vida.
antes de que los deseos edípicos cayeran en el inconsciente la huma- Por lo tanto, si para Freud el totemismo y la exogamia se deducen
nidad vivió la terrible experiencia de un asesinato primordial perpe­ de las “condiciones dei complejo de Edipo”, se originan en los deseos
trado por los hijos contra ese padre originário que les vedaba el acceso primitivos incestuosos y parricidas que datan ya dei tiempo de la
a las mujeres. Y esos hijos, estima, odiaban al padre originário con la horda paterna, en el cual los hombres no tenían “complejos” (ni
misma intensidad con que admiraban su fuerza. Su complejo paterno siquiera el de Edipo) y no conocían, en esencia, más que puras
estaba indudablemente marcado (desde siempre) por esta ambiva­ relaciones de fuerza.
lência fundamental que ligaba la admiración al odio. Por ello, la Nos parece en consecuencia que en lo sucesivo queda aclarada la
ambivalência que une a los indígenas con el tótem no es para Freud posición de Freud con respecto a Durkheim.
otra cosa que una herencia e incluso una nueva versión de ese Si bien el descubrimiento dei complejo de Edipo (o de los deseos
complejo paterno, que esconde bajo la devoción por el animal totémico primitivos que lo organizan) permite a Freud concluir con Durkheim
la cara oscura dei odio hacia el padre originário, de quien el tótem no que es preciso replantear las solidaridades institucionales que unen
es más que un “objeto sustitutivo”. el totemismo a la exogamia, no sirve de nada enfrascarse en una
A juicio de Freud, esto encuentra su demostración en la interpreta- disputa de precedencias, parece decir, pues esas dos instituciones
ción de la comida totémica que exige periodicamente al grupo devorar tienen un “origen común y simultâneo”, ahora establecido: el acto
el animal totémico, cuando de ordinário la regia castiga esta práctica parricida originário.
con el mayor rigor. La organización periódica de esas comidas indicaria Para formular las cosas de otro modo, diremos que, según Freud, sólo
que el animal brutalmente convertido en “comestible” no es otro que el ese “memorable” pasaje al acto colectivo funda el totemismo y la
sustituto dei cadáver dei padre devorado por los hijos luego de su exogamia como “formación social reactiva” a ese asesinato para plan-
asesinato, cosa que, según la lógica primitiva, fortifica el cuerpo de los tear un “jeso nunca más!” Pero también derivan de ese acto, sin duda,
vencedores gracias a la introyección canibal dei guerrero muerto. los tormentos que generarán los complejos en los hijos y, con ello,
Esta incorporación colectiva dei padre habría fundado el lazo condenarán los deseos primitivos a la represión.
carnal que hace de él y de los hermanos una misma sustancia; y recuerda Así pues, aparecen simultáneamente no sólo las instituciones dei

28 Ibíd., p. 163.

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totemismo y la exogamia sino también su reverso inconsciente; en anomia conyugal que él plantea como condición social del edipismo y de
otras palabras, los deseos “originários” que preocupan a cadahombre la morbidez más moderna.
en cuanto Edipo inconsciente. Digámoslo una vez más: en el Lacan de 1938, el complejo de Edipo
Desde ese punto de vista, pero sólo desde ese punto de vista, nos varia según sus condiciones sociales de funcionamiento y produc­
parece aceptable afirmar en una perspectiva freudiana que el hombre, tion, en la primera fila de las cuales se encuentra la évolution de las
después de todo, no siempre fue afectado por el inconsciente, y que el formas de la familia, desde el clan hasta la familia conyugàl.
acto parricida, al entregar los deseos primitivos a la represión, funda ese Para Freud, los deseos primitivos caídos en el inconsciente no “se
inconsciente,29 al mismo tiempo que las formaciones sociales del tote­ discuten”. Son universales y están presentes desde siempre. Son
mismo y la exogamia como reverso y anverso del mismo acto. prehistóricos y, por haber sido afectados por la represión, constituyen
A l margen de éste, y a la inversa del Lacan durkheimiano, no hay el origen del inconsciente y de las instituciones sociales. De ellos
ningún relativismo cultural o histórico. Para Freud, el acto, una vez depende el acto parricida, que motiva los tormentos de Edipo tortu­
perpetrado, atormentará a toda la humanidad, fundará la culpa y el rado por el remordimiento y la “inconsciência” de su deseo, pero
inconsciente de todos e inaugurará, asimismo, la era de las reglas también las instituciones sociales, ante todo el clan fraternal como
sociales de derecho, siempre formuladas en nombre del padre muerto. primera forma de la familia.
Y por ello, siempre más o menos religiosas. Asi, tanto las formaciones “originarias” del inconsciente (com­
Esta presencia de lo religioso en el corazón del lazo social no plejo de Edipo) como las primeras formaciones sociales son para
contradice, por supuesto, la que cree percibir Durkheim, con la Freud formaciones reactivas al parricidio originário motivado por
salvedad de que lo sagrado, que para él émana de lo colectivo y del los deseos incestuosos de los hijos de la prehistoria. En el corpus
gobierno de las cosas, nace en Freud a partir del asesinato del padre freudiano, esos deseos originales no son una variable dependiente
primitivo. Sea como fuere, se comprende ahora por qué las investiga- de las condiciones sociales de la familia ya que, al contrario, éstas
ciones de Durkheim sobre el tabù, la prohibition del incesto, el se deducen de ellos.
totemismo y más generalmente sobre las religiones, despertaron la Sólo el asesinato del padre, acto colectivo y social, modifica profun­
atención de Freud, ya que conciernen a lo originário como concepto damente el destino de esos deseos de la humanidad, porque produce
clave de su antropologia y su clínica del inconsciente. el inconsciente y trae a Edipo sus problemas, a la vez que généra una
nueva organización de las masas.
Freud, Durkheim y Lacan * Uno de los aspectos más cruciales de la represión originaria se
sitúa en ese punto, y puede advertirse todo lo que se rechaza de la
Queda entonces por poner en evidencia lo que diferencia la elección de teoria freudiana cuando se niega -como lo hace Lacan en 1938 —
Freud de la de Lacan en cuanto a los elementos que extraen de los la conception del parricidio originário.30
trabajos de Durkheim, porque en vez de la sociologia de las religiones, Destacaremos que para Freud la “estatura” del padre no es discu-
la prohibición del incesto y el totemismo (elegidos por Freud), Lacan tible, ya que, al constituir la causa inconsciente de la institucionali-
prefiere destacar la ley de la contracción familiar, apta para explicar la zación subjetiva de los hijos en el totemismo y luego en las religiones,
sostiene al mismo tiempo “el intercâmbio de las mujeres” y- los
29Esta escena es la version freudiana de la represión originaria que pone en juego sintomas edipicos. El valor inconsciente de su imago no compete,
el incesto y el canibalismo. Al respecto, Freud escribe lo siguiente en una carta de 1932 como en el Lacan de 1938, a las condiciones sociales del edipismo y
a Marie Bonaparte: “Es bastante extrano pero quizá facilmente comprensible que las
prohibiciones más poderosas de la humanidad sean las más dificiles dejustificar. Esto tampoco a las formas históricas de la familia.
se debe a que esas justificaciones son prehistóricas y tienen sus raices en el pasado del Para comprender con claridad lo que está en juego en Tótemy tabù,
hombre” (en E. Jones, La Vie et l’œuvre de Freud, t. 3, Paris, PUF, 1975, p. 511). será conveniente que el lector se remita al texto Freud et les sciences
En el piano de la especie, este esquema de production de la represión originaria
plantea desde luego, en el mismo Freud, la ardua cuestión de la pertinencia 30Sobre esta cuestión, véase “Refoulement originaire” del Index thématique de A.
“científica” del fenómeno de la herencia filogenética de las huellas afectivas y de los Delrieu, y el Vocabulaire de la psychanalyse, que hace claro hincapié en el aspecto
sucesos. fïlogenético de la formation y las formaciones del inconsciente.

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C a p ítu lo 3 ^ OS : N tK X C , V i ^£> A ,
sociales, donde P.-L. Assoun nos recuerda la importância que Freud
atribuía a esa obra: “No escribí nada con más convicción, salvo La P S IC O A N Á L IS IS Y C R IM IN O lO G ÍA :
interpretación de los suenos”, declara a Ferenczi, y también: “Jamás E L BESCUBRIM XENTO D E L SU PE R YÓ /
trabajé en nada con tanta certeza y exaltación”,31 aunque en otros Y L A S C IÊ N C IA S S O C IA LE S DE L A PO S G U E R R A
pasajes de su correspondência llegue a expresar sus incertidumbres. (D U R K H E IM , MAUSS, LÉVT-STRAUSS)
Como se ve, no se trata para Freud de una mera “pequena
historia”, como lo habría planteado Mar (ese antropólogo muy mal
predispuesto con respecto a los descubrimientos freudianos), o de
una simple “cosa sonada un domingo lluvioso”, como lo decía con
humor el propio Freud. Se trata dei momento fundador de las
instituciones sociales y dei inconsciente.
Estamos de acuerdo con la lectura que P.-L. Assoun hace de Freud
en este punto y encontramos en ella, en beneficio de nuestra propia I. L a crim in olo gia y el psicoanálisis
investigación, la coyuntura teórica que lo convierte en un lector de
Durkheim. En cambio, la teoria de la anomia conyugal y de la ley dela En 1950, doce anos después de la publicación de “Les complexes
contraction de la familia jamás estuvo (al menos por lo que sabemos) familiaux”, Lacan présenta en su comunicación a la xiii Conférence
en el centro del corpus freudiano como lo está en el Lacan de 1938, aun des psychanalystes de langue française una introduction teórica a las
cuando Assoun recurra a la noción durkheimiana de anomia para funciones del psicoanálisis en criminologia (escrita con M. Cénac) que
proponer una lectura de Freud con Durkheim apta para devolver toda gira en su totalidad alrededor de la noción de superyô.
su agudeza a E l molestar en la cultura. El estudio de esta noción encuentra en ese texto una importancia
Para mantenernos en nuestro camino, diremos, como conclusion, aún no igualada en la pluma de Lacan, pues la morbidez del superyó
que lo que en 1938 separa a Lacan de Freud en su lectura de está en el centro del “carácter neurótico” de los psicópatas ahora
Durkheim es perfectamente coherente con lo que el primero rechaza estudiado, como continuación de las investigaciones sobre los trastor-
dei texto freudiano, ante todo el parricidio originário, pero también nos dei carácter realizadas desde 1938.
con la manera como reexamina el complejo de Edipo, para hacer de él Como se recordará, los resultados de esos trabajos ponían de relieve
una variable de lo social, mientras que en Freud es universal. la importancia dei “complejo caracterial” en la evolución de las formas
De allí se deduce, asimismo, el lugar que Lacan asigna a Malinows­ neuróticas características dei pasaje de las neurosis freudianas (fin de
ki en “Les complexes familiaux”, puesto que se refiere a sus observa- siglo) alas de la década de 1930. Ese complejo evidente en las “neurosis
ciones acerca de la vida sexual de los pueblos del noroeste de la de carácter” también coloreaba, en líneas más générales, la evolución de
Melanesia, para sostener otra vez y con más insistência que “el las (clásicas) neurosis de transferencia. Habrá de recordarse, asimismo,
complejo de Edipo es re la tiv o a una estructura social” (cf, 66). que en “Les complexes familiaux” la formación de ese complejo tenía su
Seligman había recurrido a Malinowski para verificar mediante causa en una degradation sociologicamente determinada del operador
una investigación de campo la universalidad dei complejo de Edipo. edípico. En otras palabras, el agravamiento histórico de la anomia
A su retorno de las islas Trobriand, el último concluyó en la inexistên­ social, resultante por su parte de la prolongación nociva de la ley de la
cia de su forma típica en esa sociedad matrilineal. A partir de allí se contracción familiar formulada por Durkheim.
suscito un animado debate entre el campo antropológico y el campo Recordemos que en esa episteme las formaciones neuróticas y sus
psicoanalítico, así como la idea de Malinowski de hacer dei complejo evoluciones se deducen más generalmente de las condiciones socia­
una variable de la estructura familiar. les dei edipismo, y que confieren sus estilos a los tipos de sintomas
Idea a la que Lacan adhiere en 1938, en contra de Freud. peculiares de la coyuntura socioclínica de la época considerada; en
otras palabras, su “malestar”.
31 Cf. P.-L. Assoun, Freud et les sciences sociales, Paris, Armand Colin, 1993. Subrayemos además que, desde ese punto de vista, las caracterís-

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