S.E.P. S.E.S.T.N.M . Tec.N.

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE TOLUCA

¿MÉXICO COMO PAÍS ESTA PREPARADO PARA LA

4TA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL?

INGENIERÍA INDUSTRIAL

INGENIERÍA DE LA MEJORA CONTINUA

PRESENTA:
JASIEL ARCE SUÁREZ
NO. DE CONTROL: 14281318

DOCENTE:
FERNANDO CIRILO DE LA O.

METEPEC, ESTADO DE MÉXICO, MARZO 21 DE 2018

 ÍNDICE

Página

Introducción _______________________________ 3

Desarrollo _________________________________ 4-7

Conclusión ________________________________ 8

Referencias _______________________________ 9
 DESARROLLO

México no está listo para la cuarta revolución industrial:

especialistas
De acuerdo con especialistas, la nanotecnología es la cuarta revolución industrial y México
está rezagado ante ella, por lo que sugieren incentivar el desarrollo de empresas de base
tecnológica en las que se promueva la inversión privada.

MONTERREY.- De acuerdo con varios especialistas en la materia, entre ellos

investigadores del MIT, de la Universidad de California en Irvine e investigadores del
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, entre otros, la cuarta revolución
industrial que se está llevando a cabo actualmente es la de nanotecnología, y México ya
se encuentra rezagado ante ésta.

"La cuarta revolución es la nanotecnología, nos debemos de subir porque si no, nos va a
pasar lo de siempre: quedarnos rezagado e importando tecnología", señaló Jesús González,
expresidente del clúster de nanotecnología de dicha ciudad durante el 46 Congreso de
Investigación y Desarrollo, celebrado en el Tecnológico de Monterrey campus Monterrey.

Para ejemplificar este rezago, González mencionó que en México por cada 100 artículos
tiene una patente, mientras que en Estados Unidos por cada artículo hay una patente.

El también investigador destacó el desarrollo de empresas en esta materia, las cuales tan
sólo en Estados Unidos llegan a 977.

En este sentido, González señaló que para comenzar a adaptarse a dicha revolución es
importante tener la capacidad de formar talento, de infraestructura física,entregar
conocimiento y emprendimiento.

Al respecto, Gabriel Luna del Cinvestav explicó que se debe de cambiar en la vocación
fundamental que tienen las escuelas y comenzar a incentivar el desarrollo de empresa de
base tecnológica.

"La parte básica debe de seguir fortaleciendo pero no debemos de seguir en esa serie de
materias de hace 50 años que fueron exitosos después de la Guerra Fría", precisó Luna.

Al respecto González destacó que se debe de comenzar a promover la inversión privada en

este tipo de compañías.

"Hay que hablar con los empresarios. Deben de tener la cultura del riesgo y conocer que en
proyectos de base tecnológica el retorno de la inversión es a mediano y largo plazo y el
punto de equilibrio de una empresa es de cinco años", explicó el ex presidente del clúster de
nanotecnología en esta ciudad.

Luna señaló que otro gran reto que enfrenta el país es que no existe infraestructura para
atender cuestiones que a nivel internacional se están llevando acabo, pero explicó que hay
problemáticas nacionales en las que la nanotecnología tiene mucho potencial, entre ellas la
diabetes, epilepsia, entre otras.

Marc Madou, profesor de la Universidad de California de Irvine, destacó que apuntar al uso
de la nanotecnología a cuestiones locales permitirá comenzar a desarrollar la industria en el
país.

"Debemos de tener un sentido de nanotecnología que sea acerca de la investigación pero

debemos de encontrar más formas de mantener el valor. Debemos de conectar esto bajo los
problemas específicos de cada región En mi opinión el reto es como encontrar una forma de
desarrollarlo aquí y exportarlo", precisó.

En ese sentido Eduardo Peña Cabrera, profesor de la Universidad de Guanajuato, coincidió

y destacó que la investigación en esta materia debe de estar huida a "generar resultados
palpables a la sociedad".

González explicó que el mercado de la nanotecnología tiene un valor arriba de los 4 mil
millones de dólares tan sólo en el sector industrial.

Se detendrá desarrollo de infraestructura científica en México en 2016: Conacyt

Mexicano usa nanotecnología para detectar cáncer

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El desafío de la Cuarta Revolución Industrial

Los beneficios de la cuarta ola industrial podrían ser un detonante para incentivar la
inversión económica en México.

No vivimos en una era de cambios, sino en un cambio de era, donde las transformaciones
ocurren de manera exponencial y los seres humanos debemos estar preparados para
asimilarlas rápidamente. Tal es el caso de la Manufactura 4.0, la cual está repercutiendo en
la economía mundial a un ritmo sin precedentes. Así como la Primera Revolución Industrial
significó un cambio de paradigma de la producción artesanal hacia la producción
mecanizada, la Cuarta Revolución representa la evolución de la fábrica física a la fábrica
digital e inteligente.
Algunos de los países que han implementado este proceso, también conocido como
Industria 4.0 o Intelligent Manufacturing System, son Alemania (que incluso la definió
como “estrategia de alta tecnología”) y Estados Unidos, que cuenta con el proyecto Smart
Manufacturing Leadership Coalition (SMLC), el cual diseña una fabricación industrial del
futuro.

Japón, por ejemplo, a pesar de no contar prácticamente con recursos naturales, ha

sustentado su desarrollo económico en la robotización y hoy en día es uno de los líderes
industriales en innovación.

En términos generales, de acuerdo con el “Informe global de competitividad 2016-2017”,

del Foro Económico Mundial, la Manufactura 4.0 agregará 14,200 millones de dólares
(mdd) a la economía global en los próximos 15 años. En este contexto, México no sólo
debe adaptarse a esta ola de transformaciones tecnológicas, sino también aprovechar su
experiencia en la industria para desarrollar sus propias tecnologías en beneficio de sus
sectores estratégicos.

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La manufactura mexicana podría beneficiarse de la Cuarta Revolución Industrial: sectores

como el automotriz, el aeroespacial o el químico han integrado gradualmente el Big Data
(análisis masivos de datos), el Internet de las Cosas (IoT) o el cloud computing
(almacenamiento en red), lo cual ha influido en la velocidad, el alcance y el impacto en las
cadenas de producción, mismo que ha significado un aumento en su competitividad.

No obstante, es cierto que existen otros sectores, como el agroalimentario o el textil, que se
encuentran ya no sólo rezagados en la incorporación de tecnologías, sino incluso en la
infraestructura mínima para su producción.

Los beneficios de la cuarta ola industrial podrían ser un detonante favorable para incentivar
la inversión económica, la innovación tecnológica y la reindustrialización de sectores
estratégicos en México. Aquí, las Pymes podrían desempeñar un rol decisivo para la
transición.

Por otra parte, en nuestro país, la Industria 4.0, además de involucrar una digitalización en
los procesos y las maquinarias, también acelerará el cambio en los perfiles laborales. Es
decir, la mano de obra que realiza tareas rutinarias será sustituida por robots o procesos
automatizados. No obstante, esto no necesariamente implicará el aumento del desempleo,
sino el traslado de la mano de obra a procesos en los que se requiera la supervisión del
hombre. Lo anterior subraya la necesidad de generar recursos humanos altamente
calificados en carreras relacionadas con tecnologías de la información, ingenierías o
robótica, ya que, de lo contrario, difícilmente el país podrá insertarse exitosamente en esta
ola.

En los siguientes años, debemos proponernos alcanzar, como mínimo, destinar el 2% del
PIB para gastos de Investigación y Desarrollo (I+D), esto es, que el gobierno destine el 1%,
y la iniciativa privada, al menos el otro 1%, y así acercarnos al gasto promedio de la
OCDE, y justamente en la dirección citada, es decir, en la ruta de una transformación
industrial.

Se requiere voluntad política y un esfuerzo coordinado de todos los actores involucrados en

la materia: gobierno, empresas y academia, pero, sobre todo, visión de que un peso gastado
hoy en I+D generará importantes efectos multiplicadores en el mediano plazo. Por ello, la
apuesta que México debe realizar es coordinar el desarrollo tecnológico de la robotización
en mancuerna con el factor humano, lo que permitirá incrementar los niveles de
competitividad y, lo más importante, el empleo y el bienestar.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente
independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
 REFERENCIAS

 http://www.elfinanciero.com.mx/tech/mexico-no-
esta-listo-para-la-cuarta-revolucion-industrial-
especialistas.html
 https://www.forbes.com.mx/el-desafio-de-la-cuarta-
revolucion-industrial/