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Etnopsicologia
1094241733
Tutora
2018
Territorio
Identidad.
La población afro del país recibe salarios inferiores al mínimo legal y su esperanza
de vida se ubica en un 20% por debajo del promedio nacional, en los departamentos del
Pacífico colombiano, de cada 100 jóvenes afros que terminan la secundaria, sólo 2 ingresan
a la educación superior, aproximadamente el 85% de la población afrocolombiana vive en
condiciones de pobreza y marginalidad, sin acceso a todos los servicios públicos básicos.
Estudios recientes del Departamento Nacional de Planeación DPN, citados por
CIMARRÓN en su Informe 2004 sobre el estado de los Derechos Humanos de las
Comunidades Afrocolombianas, concluyen que el 90% de la población afrocolombiana
vive en condiciones alarmantes de miseria, exclusión social, discriminación racial y
segregación social. CIMARRÓN afirma que el panorama socioeconómico refleja que en
Colombia la mayoría de los descendientes de los africanos son pobres, y que la mayoría de
los pobres son descendientes de africanos, sin que ello haya sido motivo de preocupación
para los gobiernos. Por estos y muchas otras razones es necesaria la intervención especial y
prolongada del gobierno nacional, en estrecha coordinación con los gobiernos
departamentales y nacionales, asignando recursos suficientes y condiciones institucionales
apropiadas para la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo de la Población
Afrocolombiana, que en cumplimiento de la Ley 70/93, cada gobierno debe implementar
dentro del Plan de Desarrollo y el Plan de Inversión Nacionales. En el Departamento
Nacional de Planeación DNP debe crearse una unidad especial de planeación y
seguimiento a la implementación y ejecución del plan afrocolombiano.
Migración y desarrollo.
Las comunidades Afrocolombianas, A finales del siglo XVIII, esclavos libres y cimarrones
migraron hacia la costa del Pacífico y formaron los actuales poblados de Cupica y Juradó,
mientras que otros se establecieron en las riberas del río Baudó. Entre 1816 y 1851, a raíz
de las numerosas rebeliones alentadas por las proclamaciones de independencia, muchos
esclavos huyeron de las minas río abajo y se refugiaron a lo largo de las playas y en las
zonas de manglar de la costa del Pacífico. Sin embargo, el mayor éxodo de los centros
mineros ocurrió en la segunda mitad del siglo XIX, cuando, ya libres, algunos migraron
hacia el interior del país y se asentaron como agricultores en los valles de los ríos Cauca y
Magdalena, mientras que otros siguieron el curso de los grandes ríos de la vertiente del
Pacífico y se establecieron en las vegas que ofrecían tierras con mayor potencial agrícola, a
la vez que los indígenas se retiraban voluntariamente hacia las cabeceras y sus tributarios.
La población Afrocolombiana también se ve sometida a abandonar sus territorios en
muchas ocasiones es obligada a dejar sus territorios por la implementación de proyectos
mineros y agrícolas, por la falta de protección institucional y por desplazamientos forzados
debido a la violencia que se vive en sus territorios.