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Introducción
Podemos decir que en la agricultura de las zonas áridas y semiáridas la función del riego es la de
mantener el suelo con un grado de humedad compatible con el máximo aprovechamiento por
parte de los cultivos, casi siempre en forma artificial (en forma natural en zonas de inundación). Se
trata de asegurar la producción agrícola en las tierras en explotación o potencialmente
explotables.
- el agua y el suelo con los recursos fundamentales del medio ambiente y de la agricultura.
- para lograr niveles de producción acordes con los requerimientos de la economía de una región
o de un país, hay dos opciones:
a) incorporación de nuevas superficies a la agricultura (Nuevos proyectos de riego)
b) asegurar un uso eficiente de los recursos hídricos y la productividad de los suelos(Mejora de
los sistemas y prácticas de riego existentes).
- La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) estimó en
1996 que un manejo más adecuado de los recursos hídricos ( a través de la práctica del riego y el
drenaje) representa un aumento más importante en los rendimientos de los diferentes cultivos que
el conjunto de todas las otras prácticas de producción.
- Los Progresos de la Ingeniería Hidráulica hicieron enorme impacto en la planificación, diseño y
construcción de múltiples sistemas de riego. En este siglo el progreso del riego ha sido
impresionante, sobre todo después de la segunda guerra mundial y orientado a la construcción de
estructuras hidráulicas: embalses de acumulación y canales principales de conducción.
- En nuestro país se llegó al millón y medio de hectáreas con riego (4,5 % del área cultivada), el
máximo crecimiento se dio entre 1950 y 1980. Realizando obras de infraestructura se puede
elevar la superficie irrigada a los 6.000.000 Has ya que el 70 % del territorio continental argentino
está constituido por zonas :
- En América latina las obras de riego y drenaje son relativamente nuevas y han sido ejecutadas
por el esfuerzo individual y por la empresa privada con apoyo del estado y se ha introducido la
tecnología de riego más moderna coexistiendo con técnicas de riego muy primitivas (desarrolladas
por los indígenas o introducidas por los conquistadores hace más de 500 años)
Requerimientos de riego
La diferencia entre las necesidades de agua y los aportes naturales determina los requerimientos
netos de riego y se calculan como:
Los requerimientos netos de riego representan la cantidad de agua que se deberá derivar hacia el
área de riego para cubrir las necesidades efectivas de agua de los cultivos. Para calcular los
requerimientos totales es necesario tener en cuenta una cantidad adicional indispensable para
mantener un nivel de salinidad adecuado en la solución del suelo . Por lo tanto:
La Dotación Volumétrica Unitaria representa el volúmen de agua mensual que se necesita en una
hectárea de un cutivo, para un tipo de suelo y calidad de agua, en un lugar determinado. Se
expresa en m3/Ha :
RTR
DOT(m3/Ha) = ----------- x 10
Ea
DOTmáx
qc (lt/s-ha) = ---------------------------
Ec x seg del mes
Veremos como se determina los parámetros que intervienen en el cálculo: ETc, RL, Pe.
Las necesidades de riego están determinadas mayormente por la cantidad de agua que precisan
las plantas para cubrir el consumo originado en la evapotranspiración y el agua que incorporan en
la formación de la biomasa. La evapotranspiración incluye el proceso combinado de evaporación
directa de los suelos y la transpiración a través de las plantas.
El agua es uno de los más importantes componentes de todos los organismos vivientes.
Específicamente en las plantas, es el principal constituyente, ya que representa 80% o más del
peso de las plantas herbáceas y alrededor de un 50% de las leñosas. Además de ser una parte
fundamental, constituye el medio de transporte de los nutrientes que provienen del suelo y en el
proceso fotosintético el agua se combina con el dióxido de carbono para constituir la biomasa, es
decir la planta misma.
El agua en el suelo, dentro de la zona de exploración de las raíces de las plantas, penetra
a estas por los pelillos absorbentes de la raíz, debido a diferencia de potencial hídrico, o diferencia
de presión, la cual generalmente es mayor en el suelo que en la planta. Posteriormente se mueve
por el xilema (tejido conductor) de la planta, también por diferencia de potencial, hasta llegar a las
hojas y sale por los estomas (pequeños orificios que abundan principalmente en el envés), de
donde se evapora por efecto de la energía radiante. Parte del agua almacenada en el suelo, se
evapora directamente de éste, principalmente cuando la cubierta vegetal no lo tapa en su
totalidad, por esta razón se dice que los cultivos evapotranspiran.
Se ha visto que hay una íntima relación entre el agua que transpiran las plantas y la
cantidad de biomasa que se fotosintetiza. Según una teoría establecida por el profesor Holandés
De Wit (citado por Feddes et al, 1978), la cantidad de bióxido de carbono que entra a la planta
depende de la apertura estomatal, de la cual también depende el agua que sale de la planta en el
proceso de transpiración, de tal manera que hay una relación lineal entre la cantidad de agua
transpirada y la biomasa generada ; es decir, a más transpiración más producción de biomasa o
de materia seca de las plantas.
Se observa que uno de los factores de riesgo más significativos en la agricultura es el clima y
como componente importante de éste, la lluvia que suministra el agua necesaria para el desarrollo
de los cultivos. Raramente la cantidad de agua que la lluvia aporta a los cultivos, es adecuada
para un buen desarrollo ; aún en las zonas húmedas, es común que durante uno o más períodos
de la época de crecimiento de dichos cultivos, el agua precipitada sea insuficiente para satisfacer
su demanda.
De lo anterior se infiere que en la mayor parte del territorio nacional el riego es necesario.
Podemos indicar que en un 40% del país el riego es indispensable, en el 40% necesario y en un
10%, puede ser conveniente.
Las razones por la que los rendimientos aumentan cuando los cultivos se riegan
apropiadamente son varias, entre las que destacan al menos cuatro : (1) seguridad de un buen
desarrollo de los cultivos sin déficit hídricos, (2) pueden crecer más plantas por hectárea, (3) un
uso más eficiente de los fertilizantes, y (4) pueden utilizarse mejores variedades, las cuales se
han desarrollado para la agricultura de riego.
El grado de cobertura del terreno por la vegetación y la energía con que está disponible el
agua en el suelo, limitan la evapotranspiración potencial y real.
La ETm es la máxima evapotranspiración que se puede producir desde una superficie más
o menos cubierta por una especie cualquiera, que se encuentre bien provista de agua. Depende
también de las condiciones meteorológicas, de la especie considerada y de su estado de
desarrollo.
Existen también métodos indirectos, siendo los más comúnmente usados basados en
ecuaciones empíricas o semiempíricas desarrolladas para calcular la evapotranspiración
directamente a partir de mediciones meterorológicas sencillas o rutinarias. Muchas de ellas fueron
calibradas para condiciones particulares de clima y/o cultivo, por lo que las constantes de los
términos empíricos han tenido que adaptarse a condiciones diferentes de las originales
Uno de los métodos más adoptados es el de Blaney y Criddle, por la accesibilidad de los
datos que requiere y por los resultados satisfactorios obtenidos en los lugares donde se lo aplicó.
Fue desarrollado para las condiciones del oeste de los EE.UU., es mas adecuado para las zonas
áridas y semiáridas y para períodos que no sean inferiores a un mes. No se recomienda para
regiones elevadas ( donde las temperaturas mínimas diarias son bajas), ni para las regiones en
las cuales la variación diaria de la temperatura es reducida.
La fórmula de cálculo toma en cuenta la temperatura media del período considerado y las
horas de luz expresadas como un porcentaje del total anual de horas de luz, determinando un
factor climático f llamado “factor de uso consuntivo”:
f = (0,457 t + 8,13) p
A partir de f , considerando los datos medidos o estimados sobre la velocidad del viento
diurno (durante las horas de luz únicamente), la humedad relativa mínima y la relación entre el
número de horas de insolación real (n) y el máximo posible de horas de insolación (N) , la FAO
determina el valor correspondiente de ETo en la expresión:
ETo = a + b. f
ETo = Kp . Eo
Cada cultivo responde a la demanda climática de manera diversa, de acuerdo con sus
características intrínsecas y a las condiciones del suelo. Normalmente es difícil disponer de datos
experimentales locales para una cantidad de combinaciones de suelo y cultivo, por lo que se hace
necesario poder estimar la ETm que producirá uno o varios cultivos en distintas condiciones a
partir de los datos de ETo, cualquiera sea la forma en que estos se hayan obtenido.
Esto se logra a través de factores empíricos denominados “coeficientes del cultivo” (Kc),
obtenidos comparando al uso consuntivo del cultivo con el de un cultivo de referencia, bajo
condiciones idénticas y teniendo en cuenta las distintas fases de su desarrollo.
ETc = Kc . ETo
Para determinar este período se ha tomado desde la época de brotación hasta la cosecha
si son cultivos perennes y en el caso de los cultivos anuales será desde la época de siembra
hasta la cosecha.
cultivo ene feb mar abr may jun jul ago set oct nov dic
Frut.de carozo
cebolla
tomate
vid
melón
olivo
alfalfa
maíz
<
cultivo ene feb mar abr may jun jul ago set oct nov dic
Frut. De carozo 0.76 0.62 0.62 - - - - 0.22 0.52 0.72 0.82 0.84
Cebolla 0.82 0.67 - - - - - 0.42 0.64 0.81 0.89 0.90
Tomate 0.99 0.74 0.64 - - - - - 0.37 0.58 0.82 1.02
Vid 0.98 0.87 0.78 0.46 - - - - 0.49 0.72 0.89 0.96
Melón 0.71 0.58 - - - - - 0.21 0.48 0.66 0.76 0.77
Olivo 0.72 0.52 0.34 0.27 0.20 - - 0.18 0.32 0.58 0.76 0.80
Alfalfa 1.15 1.02 0.91 0.76 0.60 - - 0.57 0.83 0.95 1.04 1.10
Maíz 0.76 0.75 - - - - - - - 0.49 0.66 0.88
PRECIPITACIÒN EFECTIVA
En lo que a la efectividad de la lluvia se refiere, es sabido que en eventos intensos no toda el agua
precipitada resulta aprovechable, produciéndose pérdidas por escurrimiento y por percolación
profunda. Las pérdidas por escurrimiento depende de la tasa de infiltración del suelo, de la
pendiente del terreno, del contenido de humedad del suelo ( en el momento de la precipitación),
de la rugosidad superficial, de la cobertura vegetal y de la intensidad de la lluvia. Las pérdidas por
percolación dependen de la tasa de infiltración, del contenido previo de humedad y de la
profundidad de suelo que explora el cultivo.
Hay varios métodos propuestos para estimar la lluvia efectiva, todos son empíricos. El
procedimiento más utilizado es el de aplicar un factor fijo de corrección que se aplica a los
registros de pluviometría media mensual. Si no se tienen coeficiente locales, se adopta un valor
que oscila de 0.7 a 0.8
Para cálculos más ciertos, el Servicio de Conservación de Suelos del Dpto. de Agricultura de los
EEUU provee tablas para calcular la lluvia efectiva en base al registro y al nivel de ET o que se
presenta en el período considerado (generalmente mensual) . También propone correcciones
para distintas capacidades de almacenaje de agua en el suelo.
El posible aporte proveniente de agua almacenada se debe estimar en base a algún balance
preliminar, o bien debido a su escasa incidencia no se tiene en consideración.
Los aportes subsuperficiales pueden ser importantes cuando la capa de agua está cercana a la
superficie. Cuando está ubicada a más de 1 metro por debajo de la profundidad de las raíces, el
aporte es insignificante para casi cualquier tipo de suelo. Como valor referencial se toma un valor
de 2 a 4 mm/día cuando la capa se ubica entre 50 cm y 1 m por debajo de las raíces. Si se
encuentra por encima de los 50 cm puede cubrir totalmente la ETc, pero pueden surgir otros
problemas como la asfixia radicular.
REQUERIMIENTOS DE LAVADO
A fin mantener un nivel de salinidad adecuado en la solución del suelo, se deben agregar
volúmenes extra de agua de riego para producir el lavado de las sales solubles. El cálculo de las
necesidades de lavado se basan en considerar el contenido de sales del agua de riego y el nivel
salino que sea conveniente mantener en la solución del suelo a saturación.
Se han deducido expresiones para el cálculo del RL. Para métodos de riego superficiales
y aspersión convencional se puede aplicar la siguiente fórmula:
EFICIENCIA DE RIEGO
Eg = Ec. Ed. Ea
a) con el ábaco del USBR que permite calcularlas como porcentaje del caudal conducido por
Km. de longitud (válido para canales revestidos y en tierra)
Otras pérdidas importantes son las que se producen durante la operación de la red y
provocadas por: desequilibrios entre oferta y demanda de agua (desbordamientos) y por
desperfectos o deterioros en las conducciones y en las estructuras de control. La valoración de
las pérdidas de explotación por las propias características de estas, presenta dificultades. La
información disponible indica que estas pérdidas se encuentran entre el 5 y el 10 % para
sistemas de tamaño medio (superficie menor de 10000 Has).
En la red de distribución también adquieren relevancia este tipo de pérdidas ya que, de
acuerdo a la modalidad aplicada en la entrega de agua a los usuarios habrán mayores o
menores efectos sobre el rendimiento en el uso. Es razonable esperar valores superiores al 10 %
creciendo exponencialmente con el grado de parcelación de la zona (es decir con la reducción en
la extensión media de la propiedad).
SUELOS
Pérdidas (%) Livianos Medios Pesados
1. distribución interna 10 8 2
2. escurrimiento 2 10 30
3. percolación profunda 40 10 5
TOTAL 52 28 37
Eficiencia (%) 48 72 63
Fuente: Irrigation principles and practices.- Israelsen-
Eficiencia (%) 52 75 65
Fuente: Agricultural Research Service.-U.S.D.A- Blaney y Criddle-
Ambos autores asignan a las pérdidas por percolación valores mayores en los suelos
ligeros que en los pesados y a la inversa en cuanto a las pérdidas por escorrentía. A los suelos
medios en los dos casos se les asignan valores intermedios de los dos tipos de pérdidas y en
conjunto dan lugar a una mayor eficiencia.
Si se trata de considerar entre las distintas variantes que se utilizan en riego por
superficie, podemos utilizar la información de Bos y Nutgeren (1974) obtenida de 91 zonas de
riego en explotación:
Eficiencia (%)
Escurrimiento Surcos Inundación
53 57 58
Teniendo en cuenta dos parámetros textura del suelo y condiciones superficiales del
terreno, Keller y Mc Culloch (1962) tabularon eficiencias de riego en métodos de superficie ,
con valores extremos que van desde el 20 al 75 %, los que se dan en la siguiente tabla:
Pesado
Bien nivelado 60 65 60
Nivelación imperfecta 40-50 55 -
Deficiente - 35-45 -
(*) en esta variante de riego las condiciones de nivelación son en general adecuadas
Bueno 92
Medio 87
Inadecuado 80
El riego por aspersión con equipos mecanizados de movimiento continuo permite obtener
eficiencias mayores con respecto a los anteriores debido a que el riego es más uniforme que en
ellos. Así se consignan valores que varían desde el 75 al 90 %, para diversas condiciones de
funcionamiento-.