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“Universidad Tecnológica Del Valle De”

Toluca

Muerte Materna

Profesora:

Marisol Medina Beca

Alumna:

Guadalupe Gómez Reyes

Enfermería 83 – 8° Cuatrimestre

08-02-2018
INTRODUCCION

La mortalidad materna, muerte materna o de mujeres gestantes es un indicador


claro de injusticia social, desigualdad de género y pobreza. Es un término
estadístico que describe la muerte de una mujer y se presenta durante
el embarazo, el parto, puerperio, por aborto, preeclampsia, eclampsia,
hemorragias o sepsis. La muerte materna, situada en el embarazo o parto, refleja
en la muerte de la mujer problemas estructurales, tanto de acceso al control de
natalidad como de atención a la salud.

La mortalidad materna a nivel mundial reporta hoy en día de 500.000-600.000


muertes anuales aproximadamente. La mayoría de estas muertes (representadas
por el 88%), ocurren por complicaciones en el tercer periodo del parto y en
particular se debe a la hemorragia en las primeras cuatro horas postparto. La
hemorragia puerperal grave, se origina fundamentalmente por atonía uterina que
es retención de placenta y membranas dentro del útero, estas son causas
frecuentes de morbimortalidad materna. Por lo que la hemorragia es otro de los
procesos patológicos que ocurren con mayor frecuencia durante el puerperio y es
la segunda causa de muerte en el mudo.

Si bien es difícil medir las enfermedades y secuelas relacionadas con el


embarazo, las estimaciones varían de 16 a 50 millones de casos anuales e
incluyen condiciones como infección, complicaciones neurológicas, hipertensión,
anemia y fístula obstétrica. En México, la muerte materna es menos común en las
localidades más desarrolladas. Sin embargo, en las poblaciones más pobres y con
un alta proporción de población indígena, sigue siendo un fenómeno bastante
frecuente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente cinco


millones de mujeres alrededor del mundo padecen enfermedades críticas
asociadas a la maternidad, y de estas aproximadamente el 10% fallecen,
ocurriendo la mayoría de estas muertes en los países subdesarrollados.
DESARROLLO

Se define como riesgos de mortalidad materna las muertes ocurridas durante el


embarazo, parto y puerperio dentro de los 42 días de terminado la gestación.

En la década de los ochenta del siglo pasado, durante la cual el paradigma de los
factores de riesgo alcanzaba su apogeo, se reconoce los trabajos sobre la
mortalidad materna, y se centraron en las condiciones de la mujer. Como su edad
extrema, nuliparidad o multiparidad, estado nutricional y baja conocimiento, fueron
aspectos que guiaron el análisis de muchos estudios. Algunos se ocuparon de
evaluar el efecto de ciertos aspectos relacionados con la atención hospitalaria,
como la operación de cesárea o la mortalidad por eclampsia; el tamaño y tipo de
hospital, y la calidad de la atención que ofrecen las personas especializadas en el
tema.

Otros estudiaron los efectos de la accesibilidad a los servicios y la utilización


oportuna de los mismos, características como la distancia y los tiempos de
traslado, transporte y de espera, así como los obstáculos para obtener la atención
requerida. En este mismo contexto, en los noventa y en la primera década del
siglo XXI, tanto médicos-clínicos como personal de salud del país se han
interesado en estudios epidemiológicos del comportamiento intrahospitalario de la
mortalidad materna. Asimismo, se han concluido indagaciones médico sociales
encaminadas a delinear las características que prevalecen entre las mujeres que
fallecen en el ámbito nacional, rural, o urbano. Evaluar las estrategias de
intervención y su impacto en la muerte materna intrahospitalaria ha sido una de las
preocupaciones de las investigaciones llevadas a cabo en este siglo, lo que
responde al carácter prevenible de la mayor parte de las muertes maternas del
país.

La subregistro estimado es una línea que persiste a lo largo de las últimas


décadas, la mayoría de las veces abordado desde la academia y adquiriendo
centralidad debido a la importancia de la Muerte Materna, como reflejo de los
avances de la política pública. En la última década del siglo precedente se
publicaron en México las primeras investigaciones que utilizaron a la autopsia
verbal como metodología para estimar el subregistro. Se realizaron varios estudios
pioneros a los que siguieron otros, casi todos ellos en contextos locales. Desde
entonces se ha vuelto popular el uso estandarizado de instrumentos de formulario
cerrado que la mayoría de las veces son utilizadas por los servicios de salud. Sin
embargo, algunos proyectos han incluido, además de cuestionarios cerrados,
preguntas abiertas que son adaptadas al contexto local y utilizadas para fines
específicos. A fin de hacer compatibles los instrumentos con el contexto y las
problemáticas locales, en México se han propuesto tanto estrategias de
indagación como aspectos a ser investigados.

De igual manera, se ha abordado el papel del Programa de Desarrollo Social


Oportunidades, el más importante del país para el abatimiento de la Mortalidad
Materna; operadores del programa o asesores del mismo han escrito sobre los
diversos componentes de la atención materna y su contribución a la disminución
de las muertes, y se han publicado reflexiones sobre el Grupo Aidem desde el
contexto de su surgimiento, alcances y limitaciones, así como en relación a la
metodología de los Eslabones Críticos y su utilidad para el análisis de las
defunciones maternas. Todos estos estudios han propuesto tácticas para la
mejora de la atención materna en el contexto de la descentralización de los
servicios de salud y han permitido ir consolidando estrategias de atención. El
papel fundamental de la disponibilidad de sangre como una faceta importante de
la inequidad en el acceso a los recursos para enfrentar las urgencias obstétricas,
las prioridades de capacitación en urgencias obstétricas, y las dinámicas que
impiden un acceso oportuno e inmediato en los hospitales de las grandes urbes
son otras temáticas que se han revisado en la literatura nacional.

No obstante las mujeres de cualquier país y de cualquier tipo de población pueden


presentar complicaciones, pero es menos probable que las mujeres de los países
en desarrollo obtengan tratamiento rápido adecuado, por lo tanto es más probable
que mueran. Las complicaciones que causan las muertes maternas durante el
embarazo, parto o puerperio no puede prevenirse, las muertes maternas derivadas
de estas complicaciones si son prevenibles.

La hemorragia postparto es la primera causa de muerte materna en el mundo


siendo la responsable de casi la mitad de todas las muertes materna postparto en
los países en desarrollo. Dentro de las hemorragias, la que mayor magnitud
adquiere, es la que se presenta en el período del alumbramiento y puerperio
inmediato.

El período gestacional en el que se presenta el mayor número de hemorragias es


sin duda alguna, el período postparto, siendo la atonía uterina el factor
responsable en la mayor parte de los casos. La mayoría de estas muertes (88%)
son el resultado de complicaciones en el tercer período del parto y en particular de
la hemorragia en las primeras cuatro horas postparto.

A pesar de la mejora en la asistencia obstétrica que ha tenido lugar las últimas


décadas y la consiguiente disminución de la mortalidad materna, que se cifra en
unas 10 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos, la hemorragia continúa
siendo una de las causas más frecuente.
Otro factor principal de Mortalidad Materna es el aborto en nuestro país ya que es
una de las principales causas de muerte. Esta se define como la interrupción
espontanea o inducida antes de las 20 semanas de amenorrea con un peso
inferior a 500 gramos. La mortalidad notificada por el aborto realizado legalmente
es una de las más bajas, de uno o dos por cien mil abortos legales, sin embargo,
el aborto ilegal es causa importante de muerte materna

Entre las primeras complicaciones del aborto se observan: perforaciones traumas,


hemorragias, sepsis y retención de los productos de la concepción. Las
perforaciones que ocurren a una tasa de uno por mil, representan el problema más
grave y se asocia directamente con la persona que realiza el aborto.

Entre las secuelas posteriores del aborto como la infertilidad, el síndrome de


Asherman, incompetencia cervical, embarazo ectópico, isoinmunización a Rh y
efectos psicológicos.

El tema de la desigualdad en salud y su vínculo con la muerte materna ha sido


tratado desde distintas aristas, las antropólogas y/o feministas mexicanas han
colocado a la Mortalidad Materna como un problema de desigualdad genérica, y
diversos estudios han mostrado que un aspecto fundamental para la atención de
las complicaciones durante la maternidad es el posicionamiento de la mujer en la
familia, y de su familia frente a la comunidad. Este posicionamiento se va
construyendo en el día a día, y dependerá de la composición familiar, de la
relación numérica mujeres/hombres, de la valoración que se tenga de las mujeres,
y de las condiciones económicas en las que viva la familia; estos aspectos han
sido plasmados en numerosos trabajos, y un tercer grupo de investigaciones se ha
centrado en el análisis de la pobreza y la marginalidad.
CONCLUSIÓN

La mortalidad materna es un problema de salud pública que se relaciona con el


nivel de desarrollo de los países y con la importancia que se le da a la mujer en la
sociedad, pero que con el reconocimiento del problema, con voluntad política y
compromiso de los diferentes entes involucrados se puede tratar y disminuir la
razón de muertes maternas y toda aquella tragedia que cada muerte representa.

Sin embargo es poco probable que este ritmo de disminución se sostenga, pues
las causas de muerte materna que persisten requieren esfuerzos más intensos,
que incluyen servicios más especializados y mayor expansión de la
infraestructura. Ninguna cifra estadística ni estudios de costo-beneficio pueden
superar el daño inconmensurable de la pérdida de una madre en el acto sublime
de dar vida.

Las intervenciones por parte del gobierno y del sistema de salud son requeridas
de una manera urgente, tanto al momento de la concepción y embarazo, como en
la implementación de educación en las poblaciones. Así como las medidas de
higiene y de preparación dentro de los hospitales. Es necesario, además, que
cada programa de atención de salud materna se adapte a la población atendida.
El programa debe moldearse a las tasas de fecundidad y a los patrones
reproductivos, a la densidad poblacional; al ambiente físico, social y cultural; a
intervenciones financieras factibles y adecuadas. La realización de intervenciones
en el área de la atención de salud materna con el apoyo del público y de las
autoridades podría reducir enormemente la mortalidad entre las mujeres
embarazadas de la mayor parte del mundo, ya que la muerte materna es un reflejo
de profundas desigualdades estructurales siendo esta problemática y
multifacética, por lo que requiere de estrategias múltiples, diferenciadas y
adaptadas a los distintos contextos regionales ya que para prevenir y disminuir la
muerte materna no existen soluciones únicas o milagrosas.
BIBLIOGRAFÍAS

 López GRB, Anaya GJM. Mortalidad materna en México, Distrito Federal


con base en el estudio de los certificados de defunción.

 Velasco MV, Navarrete HE, Cardona PJA, Madrazo NM. Mortalidad


materna por hemorragias obstétricas.

 Velasco MV, Navarrete HE, Pozos CJL, Cardona PJA. Mortalidad materna
por preeclampsia-eclampsia en la Región La Raza.

 Castillo M. Salud Materno- Infantil. Morbimortalidad. Salud materna y riesgo


reproductivo. Aborto y esterilización.

 Ruiz C., Salud materna en México 2007-2012. Avances y retos, Secretaría


de Salud, Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva,
presentación en PowerPoint realizada en la Reunión Anual de Becarios de
la Fundación MacArthur, noviembre 2007.

 Organización Mundial de la Salud (OMS), Reducción de la mortalidad


materna. Declaración conjunta OMS/FNUAP/UNICEF/Banco Mundial, OMS,
Ginebra, 2007.

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