"AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACION NACIONAL "

Tema:

ANTIARRITMICOS
Docente : Míriam Hernández Perez

Integrantes : Palomino Bustamante, Yanira

Hernández Guillinta, Nilton
Quispe Mayuri, Rosmery
Solorzano Vilcherrez Joselyn
Vargas Vargas, Yesenia

Semestre : IV - A

Turno : Tarde

Ica – Perú

2018

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 ANTIARRITMICOS

1. ¿Qué es?

Los antiarrítmicos se emplean para controlar los ritmos cardíacos

anormales. No obstante, su médico debe saber que algunos antiarrítmicos son

perjudiciales para las personas con insuficiencia y se deben evita.

2. Clases de medicamentos

Los cinco grandes grupos de antiarrítmicos son:

 Clase I. Aquí se engloban todos los fármacos con capacidad de bloquear

los canales del sodio. Lo que hacen estos medicamentos es inhibir la

corriente de este ion y, como consecuencia, disminuir la velocidad de

conducción y la excitabilidad cardíacas. Dentro de los fármacos de clase I,

encontramos tres subgrupos: los de clase IA (disopiramida, procainamida,

quinidina), que prolongan la duración de los impulsos eléctricos del

corazón, los de clase IB (lidocaína, fenitoína), que no modifican ni acortan

la duración de los impulsos eléctricos, y los de clase IC (flecainida,

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 propafenona), que ralentizan la conducción y pueden prolongar el periodo

refractario.

 Clase II. Dentro de este grupo se encuentran aquellos agentes que actúan

como beta bloqueadores convencionales, paralizando los efectos de las

catecolaminas y disminuyendo la actividad simpática sobre el corazón

(reduciendo la frecuencia de los latidos del corazón). Pertenecen a esta

clase el propanolol, el timolol, el metoprolol, el sotanol y el atenolol.

 Clase III. En este grupo entrarían todos aquellos agentes que bloquean los

canales de potasio y y que producen prolongación del potencial de acción

(el mecanismo básico mediante el cual se logra la transmisión de la

información entre el sistema nervioso y el músculo cardíaco). Algunos de

los principios activos que pertenecen a este grupo son amiodarona, sotalol,

bretilio y nibentan.

 Clase IV. Estos agentes actúan como bloqueadores de los canales de

calcio, disminuyendo la conducción a través del nodo auriculoventricular

(grupo de células cardíacas encargadas de la transmisión de impulsos

nerviosos). Como consecuencia, reducen la contractilidad del corazón. Sin

embargo, a diferencia de los beta bloqueadores, los antiarrítmicos clase IV

no influyen en la frecuencia cardíaca. Los fármacos más famosos de este

grupo son verapamil y diltiazem.

 Clase V. Aquí se incluye la popular digoxina. En el tratamiento de la

fibrilación auricular, la digoxina aumenta la actividad vagal (del sistema

parasimpático) por medio de su acción sobre el sistema nervioso central,

disminuyendo así la conducción de impulsos eléctricos a través del nodo

auriculo-ventricular.

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3. Reacciones adversas

Los efectos secundarios de los antiarrítmicos dependen de la clase que

esté tomando. Consulte a su médico, enfermero o farmacéutico sobre los posibles

efectos adversos del medicamento que se le ha recetado.

Al igual que cualquier fármaco, los medicamentos antiarrítmicos pueden

provocar efectos secundarios. Aunque estos varían dependiendo del fármaco en

cuestión, los más frecuentes suelen ser fruto de una frecuencia cardíaca más lenta

de lo normal (fatiga, cansancio, mareo o pérdidas de conocimiento). No son

efectos que deban preocuparnos en exceso, aunque sí deben ponerse en

conocimiento de nuestro médico por si considerara necesario modificar la dosis o

cambiar el tratamiento. Hoy en día, dada la gran cantidad de fármacos disponibles,

no es raro que el médico modifique varias veces el tratamiento hasta encontrar la

mejor pauta.

4. Medicamentos mas usados.

 Amiodarona: es el medicamento más utilizado para el tratamiento de las

arritmias, especialmente para la fibrilación auricular. También para tratar

las arritmias supraventriculares y ventriculares. Es un bloqueante de los

canales del potasio. Aunque suele ser bien tolerada puede causar efectos

secundarios entre los que destacan: dolor de cabeza, alteraciones

gastrointestinales o mareos. También puede producir trastornos en tiroides,

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 hígado, pulmones o ojos. Puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol,

por lo que es mejor evitar las exposiciones solares prolongadas. Es una

medicación eficaz y se utiliza sobre todo al inicio de la aparición de la

fibrilación auricular para intentar revertirla a ritmo sinusal.

 Flecainida: puede causar náuseas y mareos al principio del tratamiento. Se

administran para tratar arritmias supraventriculares y ventriculares. Pueden

causar nuevas arritmias y vértigos como efectos secundarios.

 Propafenona: aunque se tolera bien, deber usarse con precaución en

pacientes con asma o enfermedades pulmonares.

 Antagonistas del calcio o calcioantagonistas (verapamilo, diltiacem):

impiden la entrada de calcio en las células musculares, reduciendo su

contracción lo que ayuda a controlar las arritmias cardíacas.

 Digoxina: aumenta la fuerza de contracción del corazón además de

disminuir el latido cardíaco. Es un medicamento que se utiliza para tratar la

fibrilación auricular. Se elimina por el riñón por lo que en pacientes con

insuficiencia renal es frecuente que se disminuya la dosis para evitar una

intoxicación. La digoxina puede dar pérdida de apetito, vómitos, náuseas,

palpitaciones o mareos y visión de color amarillo. Proviene de una planta

llamada digitalis lanata usada desde tiempos antiguos por curanderos para

mejorar el ahogo de los pacientes cardíacos. Un médico escocés la

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introdujo en la farmacopea médica oficial y sigue siendo eficaz. Su

dosificación requiere un cierto control que ha mejorado porque se detecta

en sangre. Mejora la disnea, refuerza la contracción y enlentece la

frecuencia, aporta además sensación de bienestar al paciente.