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en la falta de sentido más absoluto. Para superar este nihilismo el hombre tiene que dejar
atrás la idea de Dios y darle a la vida un sentido fijado por él mismo.
Ética y política
Nietzsche ve la moral desde un punto de vista histórico, como consecuencia, niega
la existencia de leyes morales universales y eternas. La moral es simplemente un reflejo
ideológico de la utilidad social y personal de ciertas normas. En su estudio de la moral,
Nietzsche distingue entre dos tipos de moral. La moral de los señores es aquella donde
lo bueno es lo noble y lo fuerte, mientras que lo malo es lo vulgar y débil. Esta fue
cultivada por los aristócratas. En contraposición a ella surgió la moral de los esclavos, la
cual se identifica con la moral del cristianismo. El motivo de este ataque a la moral de los
señores fue el resentimiento. Los débiles terminaron transformando la moral de los
señores dándole la vuelta. Los valores de la moral de los señores como el orgullo, el
poder, la fuerza, el autoestima y la arrogancia fueron considerados como vicios, mientras
que las deficiencias naturales como la humildad, la misericordia, la compasión y el amor
se convirtieron en los valores éticos dominantes. Los cristianos, que se identifican con la
moral de los esclavos, terminaron imponiendo sus normas a todo el mundo provocando
la negación de la vida. Por tanto, al cristianismo se debe haber debilitado al ser humano
y haber creado una sociedad mediocre y resentida. Como contrapartida, Nietzsche
plantea una transformación o transmutación de los valores haciendo que la moral de
los señores vuelva a ocupar el lugar que tenía antes. Cada individuo tiene que
abandonar la moral de los esclavos y vivir la moral de los señores.
Política
Nietzsche no fue militante de ningún partido político ni se adscribió a ningún
movimiento político. Sin embargo, sí mostró aversión hacia algunas corrientes políticas
de su época como fueron el nacionalismo y el antisemitismo, aunque después los nazis
se apropiaran de sus ideas y las manipularan a su antojo.
Nietzsche, más que preocuparle crear una tendencia política, deseaba motivar una
revolución cultural donde los valores dominantes fueran reemplazados por otros. Es aquí
donde puede ubicarse el rechazo de Nietzsche hacia la democracia y el socialismo,
pues veía a estos movimientos políticos como formas no religiosas del cristianismo.
Como contrapartida, hay en Nietzsche un aprecio por la aristocracia, es decir, por las
élites de la sociedad, pues estos parecen encarnar los valores que el cristianismo había
reemplazado. Esta aristocracia puede identificarse, en la época de Nietzsche con la
nobleza francesa y, sobre todo, con la figura de Napoleón. También hay que tomar en
cuenta que para Nietzsche existen hombres inferiores y superiores que corresponde a una
visión jerárquica de la sociedad.