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LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER PERUANA

El Perú sigue ocupando el tercer lugar en la relación de países con mayores


índices de violaciones sexuales en el mundo, luego de Bangladesh y Etiopía,
según informó a través de un comunicado el Gobierno de la República. Este fue
emitido tras el incremento de casos de feminicidio, tentativas
de feminicidio y violencia contra las mujeres reportadas los últimos días a nivel
nacional.

En el documento se detalla que, pese a que la violencia física, psicológica y sexual


contra la mujer disminuyó de 76,9% a 68,2% entre el 2009 y 2016, aún el
porcentaje sigue siendo alto. Indican que esto se debe a “factores como la
desigual relación de poder entre hombres y mujeres al interior de las familias y las
comunidades, la cual está basada en estereotipos socio culturales machistas, que
se combinan con una alta tolerancia a la violencia familiar en la sociedad”.

Mujer culpa a policía por no tomar denuncia por intento de feminicidio

Sostienen que a esto se suma la reproducción en la edad adulta, de conductas


violenta contra la integridad física, psicológica y sexual de las cuales fueron
víctimas muchas personas en la niñez, por parte de quienes estaban a su
cuidado.

“Los factores descritos muestran que no basta combatir y sancionar


enérgicamente los delitos individuales de violencia contra la mujer, la niñez y la
adolescencia, sin atacar a la vez los múltiples factores que se encuentran en la
raíz de esta problemática”

BALANCE DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERU


mayoría de casos ocurrieron en Lima. Ministra de la Mujer señala que se necesita
el "compromiso de todos" para combatir la violencia de género.

Cifras que asustan y avergüenzan. El Observatorio de la Criminalidad que maneja


el Ministerio Público reveló, el número de feminicidios ocurridos en los últimos
ocho años en el país.

El resultado es es alarmante: 946 casos de mujeres (algunas menores)


asesinadas por sus parejas o ex parejas entre enero del 2009 y diciembre del
2016. Y los números más altos los tienen los distritos fiscales de Lima (Cercado),
Junín y Lima Norte, con 108, 80 y 62 casos, respectivamente.

Les siguen Arequipa con 55 casos y Lima Sur con 44. La lista continúa.
Y a pesar de las duras penas que se aplican (hasta 35 años de cárcel), la cifra
de feminicidios sigue en aumento. Solo en el 2016 se registraron 91 casos
comprobados y 23 que se encuentran en proceso de investigación, con lo que se
alcanzaría un total de 114 víctimas a nivel nacional.

El Ministerio Público explicó que para mejorar las indagaciones en casos


de feminicidio se han designado fiscalías dedicadas de manera exclusiva a estos
casos.

De ese modo, en Lima, la 13ª Fiscalía Provincial Penal, a cargo de Katherine


Borrero, vela porque los deudos de las mujeres víctimas de feminicidio puedan
conseguir justicia.

En la región Ayacucho, en tanto, la Segunda Fiscalía Provincial Penal


Coorporativa se encarga de estos casos, mientras que en Junín lo hace la Primera
Fiscalía Provincial de Huancayo.

Las regiones de Arequipa y Huancavelica también tienen fiscalías especializadas.

Al respecto, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero-


Lozada, señaló que "si bien hemos avanzado en la reducción de brechas y el
acceso de las mujeres a la justicia, muchas desigualdades se mantienen en el
país. Por ello es necesario el compromiso de todos".

Con ese fin, según indicó la funcionaria, "durante el presente año se


implementarán nuevos Centros de Emergencia Mujer (CEM) en 50 comisarías de
todo el país, en coordinación con el Ministerio del Interior".

Además, precisó que ya se ha ampliado el horario de atención en cinco CEM, a 24


horas, para atender los casos de violencia de género.

LA LUCHA DEL ESTADO PERUANO CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA


MUJER
El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), emitió un mensaje
sobre la violencia contra la mujer, luego que en los últimos días se hayan dado a
conocer diversos casos de intentos de feminicidio así como feminicidios en varios
puntos del país. El mandatario fue enfático al indicar que estos actos no serán
tolerados en el país.

“Tenemos mucha violencia contra la mujer en el Perú, sobre todo en zonas


urbanas y en hogares donde el 75% de las víctimas de violaciones y feminicidios
son menores de edad. El Perú no va a tolerar esto”, afirmó.
Precisó que se están trabajando estrategias para disminuir los índices de violencia
de género junto con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, a cargo
de la ministra Ana María Romero-Lozada.

“Estamos trabajando, a través del Ministerio de la Mujer, para poner puestos de


atención de emergencia en las comisarías, para atender a las mujeres heridas,
agraviadas y estamos trabajando para mejorar el servicio de la Línea 100 para
atender la emergencia”, precisó.

Finalmente, PPK enfatizó en que se necesita “un país respetuoso de la mujer, un


país moderno, no con una forma de comportamiento salvaje, sobre todo en los
hogares”.

Recordemos que el Perú se mantiene en el tercer lugar a nivel mundial de países


con mayores índices de violaciones sexuales, luego de Bangladesh y Etiopía.
Pese a que la violencia física, psicológica y sexual contra la mujer disminuyó de
76,9% a 68,2% entre el 2009 y el 2016, el porcentaje sigue siendo muy alto.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero-Lozada,
Jorge Heili, , presentaron la campaña La violencia se pinta de amor- ¡Date
cuenta! con el propósito de hacer que los jóvenes reflexionen sobre ciertas
conductas de pareja que en el fondo se tornan violentas.

La ministra dijo que actos como pedir la clave del celular "en el fondo se convierte
en una violencia física y sistemática", pues se pierde la capacidad de control.
Además comentó que los mejores aliados para la prevención de actos de violencia
son los medios de comunicación, pues a partir de las emisoras, televisión y
medios sociales llegan a los jóvenes.

Jorge Heili expresó que es importante enfocar el programa hacia los


jóvenes. "Tenemos que hacer mucha insistencia en ese público muy joven, y
hacer que nuestros hijos aprendan aquello que a nosotros no nos enseñaron.
Hacerles ver que el trato hacia la mujer es el respetar fundamentalmente la
libertad. Alguna actitud que quiera coartar esa libertad es un síntoma de que es un
prólogo de violencia", comentó.

"Tres de cada 10 personas denuncian un maltrato físico y 7 de cada 10 se quedan


en silencio y no buscan ayuda."

Cifras que asustan. En el informe Propuestas y acciones para la igualdad de


género entre hombres y mujeres, publicado por el Ministerio de la Mujer, se indica
que el 32.8% de mujeres de zonas urbanas sufrió violencia física por parte de su
esposo o compañero alguna vez. También se señala que la forma más frecuente
de violencia física que se han reportado en los últimos 12 meses es “me empujó,
sacudió o tiró algo”.

LA ECONOMIA EN LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER


Ministra Carmen Omonte también remarca que las empresas pierden US$ 6 mil
millones al año por esta violencia. Implementará nueva dirección para dar
autonomía económica a la mujer.

La ministra de la Mujer explica algunos planes de su gestión para este año y la


poco conocida relación entre la violencia de género y el desarrollo económico de
un país.

El ministerio acaba de aprobar la creación de la Dirección de Desarrollo


y Promoción de la Autonomía Económica de las Mujeres. ¿Cuáles serán sus
principales acciones?
La relación de dependencia económica con no salir del círculo de violencia
doméstica es clara. Se busca una autonomía económica que permita que tanto
ella como sus hijos puedan desprenderse del varón agresor. Esa dirección va a
permitir articular esfuerzos con otros ministerios y ONG para establecer tareas
más específicas dirigidas a que la mujer tenga la capacidad de tener acceso a
recursos financieros, productivos y capacitaciones.

¿Serán medidas de promoción o también alguna política como un bono adicional a


las mujeres en sus sueldos?
Se busca también integrar a todas las organizaciones de mujeres emprendedoras.
Pero antes de ello, acortar la brecha de acceso a la propiedad. Solo un 10% de
mujeres son propietarias de tierras y eso tiene un vínculo directo con el acceso al
financiamiento.

También se busca que las mujeres tengan acceso a una institución que las
asesore en tramitología. Que las apoye en trámites como titulación, RUC, registro
de marca, formalización de empresas, etc. Hay un número significativo de
microempresarias, pero la mayoría es informal.

¿En qué niveles socioeconómicos se registra la mayor violencia por dependencia


económica?
Lamentablemente la violencia es democrática, se da en todos los niveles a nivel
nacional, al margen del nivel de ingresos de los hogares. Pero el mayor nivel de
violencia, que puede llegar al feminicidio, se da en los estratos socioeconómicos
más bajos, pues hay mayor nivel de dependencia económica.

¿También trabajan en la lucha contra la violencia hacia la mujer en las empresas?


Así es. Convocamos a las empresas para recibir el Sello empresa libre de
violencia. Las empresas se inscriben e ingresan a un nivel de capacitación de
prevención contra la violencia. Ya siete empresas importantes han sido premiadas
con este sello. Según un informe del BID, nuestra economía pierde el 5% por la
violencia de género.

¿Cómo se llega a generar esta pérdida?


En gastos en salud, en inasistencia al trabajo, en educación. Los hijos dejan de
estudiar, no llegan a ser profesionales. Porque la víctima no solo es la mujer, sino
también los hijos. La lucha contra la violencia debe involucrar al Ministerio de
Economía. Muchas veces se piensa que es un tema solo de mujer. Pero también
hay consecuencias en la economía. Un estudio de la Universidad San Martín
señala que las empresas peruanas pierden más de US$ 6 mil millones al año por
la violencia.
¿Cómo se da este impacto?
También en gastos en salud, inasistencia al trabajo, pérdida de eficiencia y
productividad. Una mujer violentada, o no asiste al trabajo o si lo hace no va a ser
lo productiva que sería si viviera en un entorno tranquilo.

¿Cómo se puede combatir este escenario?


La violencia no solo debe afrontarse atendiendo a la víctima, pues allí ya entramos
tarde. Una tarea clave es la prevención. Por primera vez junto con el Ministerio de
Educación introduciremos contenidos contra la violencia en la currícula escolar.
Además, capacitamos a más de 400 oficiales y suboficiales para que la atención
en las comisarías sea la adecuada.

En Perú en promedio los sueldos de los hombres aún están por encima de los de
las mujeres.
Dentro del Plan Nacional por la Igualdad de Género uno de los objetivos es lograr
equidad de remuneraciones e igualdad de oportunidades laborales.

QUE PENSAMOS LOS PERUANOS SOBRE LA VIOLENCIA CONTRA LA


MUJER Y EL FEMINICIDIO

Durante los últimos años, los casos de violencia contra la mujer y de feminicidio
han concitado el interés de los medios de comunicación y de la opinión pública. El
más reciente estudio del Instituto de Opinión Pública de la PUCP (IOP-PUCP)
aborda esta problemática.

Cada año, en nuestro país se denuncian alrededor de siete mil violaciones y cerca
de 100 mil casos de violencia familiar. Si bien estas cifras oficiales son altas en
comparación a otros países de la región, hay que tomar en cuenta que el número
total es mayor puesto que no están incluidos aquellos casos que no son
denunciados.

En el boletín correspondiente a mayo, el IOP-PUCP encuentra que el 67,5% de las


personas encuestadas considera que la violencia contra la mujer ha aumentado
muchísimo a nivel nacional en los últimos cinco años y que solo el 24,5% cree lo
mismo en relación a su barrio.

La socióloga Jimena Sánchez Barrenechea, magíster en Antropología por la


PUCP, señala que siguen vigentes mitos y estereotipos que justifican la violencia y
no permiten comprender que este es un fenómeno que atraviesa a toda la
sociedad y que tiene implicancias para la vida e integridad de las mujeres.

Por ejemplo, al preguntarles sobre situaciones de pareja, el 76.4% de encuestados


cree que los hombres agresores tienen una enfermedad mental y
el 50.5% considera que esta violencia es causada por presiones económicas del
varón. Sobre las mujeres violentadas, el 70.7% opina que por lo general dependen
económicamente del esposo, mientras que el 62.5% piensa que son pobres y
poco instruidas.

Al respecto, Adriana Fernández Godenzi, docente del Departamento de


Psicología, y Tesania Velázquez, directora de la Maestría de Psicología
Comunitaria de la PUCP, resaltaron que son las mujeres encuestadas quienes
justifican en mayor medida la violencia ejercida por hombres. Las especialistas
opinan que la víctima de una agresión se encuentra confundida al entablar una
relación amorosa con aquel que también la violenta, por lo que prefiere continuar
con él aún cuando subsista un malestar constante en su vida. “Callar, tolerar y
consentir esta situación nos hace cómplices de este problema a todos y todas
como sociedad”.

Por su parte, el antropólogo Jaris Mujica, considera que la violencia contra la


mujer no es un sobresalto estadístico inusual ni un problema reciente, sino algo
más terrible: es un fenómeno estable que tiene mucho más tiempo del que se
piensa. Para Mujica, este no es producto del crimen organizado o la delincuencia
común, sino que se debe más a la continuidad y permanencia de una
compleja estructura de desigualdades.
PORQUE PERCISTE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER:
La violencia contra las mujeres se manifiesta en diversos aspectos de la vida
cotidiana de los peruanos, tanto a nivel privado, en la familia, o de manera pública,
ya sea en el trabajo, la calle o a la hora de formular políticas públicas. María
Raguz, docente del Departamento de Psicología, ha estudiado este fenómeno por
40 años y explica por qué se da esta situación en nuestro país.

1. Patriarcado

Las dos principales causas del feminicidio y de la violencia contra las mujeres se
deben a dos maneras de pensar muy difundidas en nuestra sociedad. “Una es
el patriarcado. Se trata del hombre protector, que es como el padre, quien provee
y cuida. Puede gritar, puede castigar, hasta puede pegarle a la mujer, pero lo hace
pensando que la está protegiendo a ella, a la casa.”

Raguz explica que esta situación se encuentra en costa, sierra y selva, sobre todo
en la sierra, donde se piensa que se está protegiendo a la familia y al orden de la
comunidad. “Hay incluso mujeres que esperan que su pareja las críe. Si no me
pega es porque no le importa, es su rol cuidar a la familia“. Raguz pudo observar
esta situación en un estudio realizado con 5 mil sujetos de sectores pobres de la
sierra y la selva peruanas. El patriarcado fue una razón fundamental de la
violencia de género en la región andina.

2. Machismo

La segunda causa se debe al machismo. “Esta es una caricaturización del


patriarcado. Es el hombre que pega, golpea y hasta mata, pero no está
preservando ni el bien de la familia, ni el orden de nada. Lo único que está
preservando es su propia autoridad. Golpea a la mujer para someterla y para
hacer lo que quiere. Él no se responsabiliza, no cuida, no provee, no protege, no
les da recursos a los hijos, ni siquiera existe. Es un vivo que tiene hijos y no los
reconoce.”

3. Tradición

Esta es una situación que ha encontrado sustento a lo largo de la historia en las


religiones y la ciencia. Raguz explica que el conocimiento ha sido hecho hasta
hace muy poco desde una perspectiva masculina, por lo que los prejuicios hacia lo
femenino se veían reforzando. “Las religiones monoteístas tienen un pequeño
problema. Donde hay un solo dios, es representado como masculino” explica la
docente.

4. Herencia colonial

Raguz también ofrece teorías propias de por qué en la región latinoamericana se


presenta aún más este tipo de violencia. “Después de 40 años de estudiar el tema,
tengo la sensación de que en nuestro país somos tan machistas y sexistas debido
a dos razones adicionales. Uno, es por nuestra historia de colonización y
esclavitud. La mujer indígena pasó a ser nada, una propiedad que los
colonizadores usaban. Con el esclavismo, hay una visión atávica de considerar a
la mujer como objeto del hombre”, sostiene.

5. Desigualdad

“Además, somos un país muy desigual. No es lo mismo ser mujer en cierto sector
que en otro. Aunque hay violencia en todos lados, hay menos recursos de
denunciar, de salir cuanto más desempoderada estás”. La psicóloga nos explica
que entre las clases socioeconómicas altas es más frecuente la violencia
psicológica y económica, además de la física. “Conozco gente de muchísimo
dinero que deja que el esposo haga lo que quiere por no perder su estatus. En
muchos casos, ellos se las arreglan para que el dinero y las propiedades para que
estén solo a su nombre. De esta manera, sus esposas temen abandonarlos y
quedarse en la calle”, señala.

¿Hay solución?

¿Qué se está haciendo desde el Estado para solucionar esta situación? Raguz
explica que los recursos asignados son insuficientes. “Hay una voluntad política
solo para la. Instalan una oficina pero no asignan los recursos. ¿Cómo se hace
una campaña nacional de erradicación de la violencia con poco presupuesto y
personal?”.

La docente del Departamento de Psicología apunta a una solución a largo plazo.


“Hay que ir a las raíces estructurales de esta violencia y corregir las ideas y las
mentalidades. La violencia no genera porque seamos diferentes o distintos, ya que
nadie quiere ser igual al otro; se da porque somos desiguales. Hasta que no se
cierren las brechas de desigualdad en todos los aspectos, tales como la vida,
salud, educación, participación política, autonomía y desarrollo, va a seguir
habiendo violencia en el trabajo, acoso en la calle o en el metropolitano”,

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