La ideación y el intento suicida son parte del amplio espectro del comportamiento suicida y

lamentablemente este no es un evento aislado sino que representa un grave riesgo a nivel social y
personal, y su determinación sólo se encuentra en una multiplicidad de factores. Asi, en este
breve ensayo se expondrán algunos puntos acerca de este fenómeno que es la ideación y el
intento suicida.
La ideación suicida ha sido definida (Garrison, et al., 1991) como “tener pensamientos o
fantasías acerca de la propia muerte” no obstante su importancia, ha sido menos estudiada que el
intento suicida o el suicidio consumado. Creo que esta cuestión es tomada de dicha forma
porque este intento suicida es llamado “para suicida” (Wagner, 2002) el cual es considerado solo
como una acción donde alguien se causa una lesión para ocasionar la propia muerte, aunque no lo
logre, y esto a su vez es solo visto como una forma de llamar la atención.
De este modo, creo que es importante poner atención a este tipo de casos, ya que estos
llamados de atención son mensajes indicadores de que pronto una vida se apagara y son muchos
los factores los que pueden provocar un intento de suicidio, entre ellos se encuentran los
biológicos, psicológicos, y sociales tales como padecer enfermedades, abuso sexual, por muerte o
separación de una persona significativa, problemas familiares, problemas con los amigos o el
novio, por problemas en la escuela (Bullying), acoso, etc. Por parte de ambos sexos, mientras que
los métodos que se utilizan para llevar a cabo estos procesos varían en lo que se refiere al género.
En los que se refiere a los hombres se registró una inclinación más fuerte a usar objetos punzo-
cortantes, supongo que ellos pueden llegar a ser un poco más sádicos que algunas mujeres y al
mismo tiempo creo que ven en este tipo de técnica una forma más “rápida” y segura de quitarse
la vida, mientras que por otro lado, las mujeres se inclinan más en emplear medicamentos para
lograr su cometido, talvez las mujeres usan mas este procedimiento porque en este método hay
puntos a favor que son por un lado la ausencia de dolor y por el otro la tranquilidad de la muerte.
Con forme a esto existen algunos antecedentes, como los de Estados Unidos de Norteamérica
donde se calcula que en general por cada muerte por suicidio hay 25 intentos fallidos, cifra que
aumenta respecto a adolescentes para quienes las estimaciones sugieren frecuencias de hasta 100
a 200 intentos de suicidio por cada uno consumado, a diferencia de los adultos mayores para
quienes se considera que hay cuatro intentos por cada uno consumado (McIntosh, 2000). De
igual forma en México, el suicidio ha comenzado a ser considerado como un problema de salud
pública, sin embargo otros estudios realizados exponen que por un suicidio hay muchos más que
no se reportan y la mayoría de estos estudios sobre conducta suicida se refieren a suicidios
consumados y no sobre los intentos de suicidio o ideación suicida.
Y en conclusión volvemos con la importancia, pues no creo que estos casos de llamar la
atención deban hacerse de menos valor que los intentos suicidas bien consumados, ya que como
vemos en las estadísticas estos “llamados de atención” se vuelven a repetir en estas personas y
aun asi no se le da la importancia que debería de tener, sin embargo talvez esta falta de estudios o
información acerca de este tema es a causa también -como ya lo vimos- de la falta de denuncia
de estos casos de intento suicida y es aquí donde sería muy importante revelar estos casos, para
que ante todo se le logre dar un lugar ante la problemática que realmente es y esa etapa de
necesidad de atención quede asi en el pasado.
 Universidad Autónoma de Nuevo León
Facultad de Filosofía y Letras
Área Básica Profesional

Debates y problemas contemporáneos en las

ciencias

Ideación e Intento Suicida

Profesora. Aurora Torres Susana Guadalupe Martínez García

Grupo. A23 Matricula. 1604316

Ciudad Universitaria a 17 Octubre 2016