Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
CAPÍTULO 11
Este capítulo analiza algunos aspectos de los profesores que se desenvuelven de manera
sobresaliente en su tarea de educar de manera integral, con el enfoque de la orientación
hacia la elección vocacional-profesional. Su trabajo es un aporte indispensable para cada
alumno que lo vive y para nuestra sociedad.
En los últimos años de la escolaridad, el profesor puede ser el artífice de una gran motivación por
aprender a aprender. Considera cada una de las ciencias con mayor profundidad e implementa su
metodología para abarcar en extensión su objeto de estudio.
El profesor es un líder en la búsqueda de la verdad, en la investigación, en el espíritu crítico, en la
experimentación y en la creatividad de su ciencia. Es modelo en sus conocimientos, actitudes y
valores. Puede abrir las puertas de la ciencia a las diversas carreras y oportunidades laborales.
Puede relacionar su asignatura con otras afines y con la vida real para que el alumno pueda
visualizar, más allá de la clasificación científica, el valor de los objetivos de aprendizaje para la vida.
Luis, profesor de Biología, presentó a sus alumnos las carreras de Agronomía, Enfermería,
Medicina, Odontología, Bioquímica, Veterinaria, Radiología, Nutrición, Biología, Farmacia, como
algunas opciones de estudio relacionadas con su asignatura.
Les trajo ejemplos de profesionales que realizan tareas muy distintas en una misma carrera,
por ejemplo: Veterinaria con animales pequeños, con animales grandes y con caballos de
carrera. Les explicó cómo el veterinario diagnostica y prescribe tratamientos médicos o
quirúrgicos para las enfermedades, lesiones o traumatismos que afectan la salud de los
animales.
Ayudó a los alumnos a buscar la información sobre las carreras que podían interesarles para
supervisarlos en el análisis de las asignaturas y en la clasificación y comparación de las
carreras. Luego realizó con los chicos una síntesis para compartir con otros grupos. Pudo
enriquecer estos datos con entrevistas, visitas y testimonios de profesionales.
Cada profesor puede analizar un grupo de carreras que se relacionen con su asignatura. Por
ejemplo, el profesor de Letras puede hacerlo con las carreras de Periodismo, Teatro, Traductor Público
o Relaciones Públicas.
El profesor de Matemáticas puede hacer lo propio con carreras como Ingeniería, Agrimensor,
Contador, Economía, Actuario, Astronomía o Computación.
El profesor de Física-Química puede hacerlo con casi todas las ramas de la Ingeniería: desde
Ingeniería Industrial hasta Tecnología en Alimentos, Bioquímica, Farmacia, Agronomía o Geología.
Elegir una carrera implica una dinámica de resolución de problemas y de toma de decisión. En ella
confluyen el pensamiento convergente y el divergente, el pensamiento crítico y la creatividad,
procesos que no se pueden dar si no hay una autoestima sana de base.
El profesor-orientador no puede ignorar algunas barreras que aparecen, entre las que se
encuentran:
Para no generar barreras, sino facilitar el desarrollo de los alumnos, tenemos que ver el potencial
de nuestras capacidades. Como profesores-orientadores, nos centramos en observar nuestra
inteligencia emocional y social2.
La inteligencia emocional
La vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la lectura, puede
manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular conjunto de habilidades. Y
saber hasta qué punto una persona es experta en ellas es fundamental para comprender por
qué triunfa en la vida, mientras que otra, con igual capacidad intelectual, acaba en un callejón
sin salida: la aptitud emocional es una meta-habilidad y determina lo bien que podemos
utilizar cualquier otro talento, incluido el intelecto puro .
La inteligencia social
La inteligencia social abarca tanto la conciencia social como las interacciones fructíferas4. Daniel
Goleman se refiere a un espectro que va desde percibir de manera instantánea el estado interior de
otra persona a comprender sus sentimientos y pensamientos, como a captar situaciones sociales
complicadas y actuar en ellas con facilidad.
La empatía es la captación de los sentimientos, las necesidades y los intereses del otro. Constituye una
habilidad clave para el orientador. La comprensión de la otra persona implica percibir los sentimientos
y las perspectivas ajenos e interesarse activamente en sus preocupaciones. Se da una sincronía a nivel
no verbal como verbal.
La habilidad de ayudar a los otros a desarrollarse es parte de la labor del profesor. Implica
reconocer y valorar las fortalezas y el progreso en los demás, ofrecer críticas constructivas que
identifiquen puntos de crecimiento posible, asesorar y brindar consejos inspirando liderazgo genuino.
La habilidad de preocuparse por las necesidades de los demás lleva a la orientación hacia el
servicio. La educación es servicio. Parte de un diagnóstico y comprende lo que el alumno necesita
acompañándolo y brindándole la asistencia adecuada.
El profesor-orientador es un instrumento de cambio para el crecimiento y un catalizador para que
el alumno pueda alcanzar su rendimiento óptimo.
La habilidad de comunicación del orientador se refiere a escuchar activamente y a transmitir
mensajes claros y convincentes. Esto le permite manejar conflictos, negociando y resolviendo
desacuerdos para alentar el debate y la discusión franca. El profesor-orientador es consciente de la
organización de soluciones que benefician a todos, no sólo a un sector del alumnado. El arte de la
colaboración y el trabajo en equipo es parte de su trabajo. Es muy enriquecedor para los alumnos
observar y aprender cómo sus compañeros buscan información, la procesan y toman decisiones.
"Cuando los equipos operan a toda capacidad, los resultados pueden ser más que meramente aditi-
vos: pueden ser multiplicativos; el mejor talento de una persona cataliza lo mejor de la otra y otra más,
hasta producir resultados muy superiores a lo que habría podido hacer uno solo. La explicación de
este aspecto del desempeño de equipos reside en la relación entre sus miembros"5. Los profesores
pueden alimentar vínculos sanos entre los compañeros de clase, vínculos de colaboración, respeto,
participación activa y disposición para ayudar, creando un clima amigable y cooperativo.
Las siguientes capacidades están en los cimientos del rol del profesor-orientador:
Las capacidades emocionales tienen habilidades inherentes de desarrollo. Por ejemplo, la empatía,
o sea la captación de sentimientos, necesidades e intereses del otro, implica:
La habilidad social que nos permite comprender a los otros con mayor profundidad es la
comunicación. Muchas veces, podemos oír palabras sin escuchar el significado y el sentido de lo que
se dice. Escuchar activamente anima al que habla a expresarse, le da una contestación a su
pregunta, o demanda sin culparlo ni hacerlo sentir mal. Escuchar implica:
Considerar la mejor manera y situación para comunicar.
Concentrarse en el mensaje y distanciarlo del modo en que está dicho.
Escuchar hasta que la otra persona termine.
Repetir el mensaje para invitar al otro a continuar y a tomar responsabilidad por lo que está
diciendo.
Escuchar sin enjuiciar o criticar.
Preguntar el sentido de lo que se está diciendo cuando no está claro.
Mirar a los ojos de la persona que está hablando.
Por eso está en condiciones de exigirle que llegue a ser lo mejor que puede ser6
Los profesores no podemos dar solución a todos los problemas que se nos presentan en el aula.
Muchos de ellos provienen de aspectos ajenos a nuestro trabajo y, sin embargo, muchas veces hacen
explosión en la clase.
Tenemos que considerar que no podemos pretender saber más de lo que sabemos y que
debemos aprender a derivar los problemas que tienen una envergadura profunda.
Pero, muchas veces, con empatía, cariño y percepción atenta, podemos dar herramientas al
desarrollo de nuestros alumnos. Educamos con nuestro ejemplo y nuestros valores vividos, con los
desafíos que nos proponemos y la metodología de compromiso con la tarea que invita a motivarnos
para aprender.
Tengo fe en los profesores, en sus ganas de sacar lo mejor de los alumnos, en su resiIiencia para
empezar cada día con entusiasmo renovado, a pesar de lo difícil de su tarea poco reconocida y de los
desafíos que presenta el mundo de hoy. Creo en sus valores humanos, que los llevan a respetar a los
más frágiles en sus derechos.
Pocos trabajos requieren tantas capacidades y presentan tantas exigencias porque no sólo hay que
estar preparado para ser profesor de Matemática o de Lengua, sino también para ser maestros de
vida con sus actitudes, sus respuestas y su entusiasmo. Muchas veces, son los únicos adultos
significativos que algunos alumnos pueden llegar a tener.
¿Cómo soy autor del otro?
En la medida que estimulo el desarrollo del otro.
Rara que sepa Ame lo que Elija y se decida Ame lo que haga.
Liderazgo
Facilitar estrategias y herramientas para que los alumnos puedan conocer sus aptitudes,
intereses, inquietudes, fortalezas y limitaciones, competencias, motivaciones, estilos de
personalidad y preferencias.
Elaborar y procesar con los alumnos la búsqueda de información.
Llevar al grupo de clase a diversas experiencias que los ayuden a enfocar proyectos en áreas
relacionadas con la asignatura.
Relacionar la asignatura con la realidad y la sociedad.
Identificar el estudio como parte de un proyecto de vida y de desarrollo.
Enseñar a ser mejores personas y a desarrollar la inteligencia emocional y los valores
personales.
Invitarlos a colaborar con libre compromiso en la sociedad que nos toca vivir.
Dar oportunidades y practicar con los alumnos la toma de decisión en diversas circunstancias.
Incentivar a los alumnos para que puedan lograr una motivación intrínseca al aprendizaje que
los lleve a querer seguir aprendiendo durante toda la vida.
Aprovechar los errores como posibilidades de crecimiento.
Enseñar a estudiar con técnicas efectivas y manejo adecuado del tiempo.
Facilitar la comunicación entre alumnos, padres y personal de la comunidad educativa7.
Aceptar y comprender la originalidad de cada alumno en su estilo de aprendizaje y de toma
de decisión.
Presentar herramientas de colaboración para el trabajo en equipo.
Desarrollar en el aula distintos tipos de inteligencias y diferentes metodologías didácticas.
Trabajar con la comunidad educativa y con los padres en el proceso de información y decisión
de la carrera o la elección de trabajo.
Incentivar el pensamiento crítico y la creatividad.
Desarrollar las competencias clave para insertarse en el mundo laboral, respetando la
originalidad e independencia de cada alumno.
Estas tareas nos llevan a preguntarnos por las cualidades del profesor-orientador.
¡Son muchas, casi una mezcla perfecta de héroe! Podríamos sintetizarlas en competencias donde
intervienen aptitudes, actitudes, valores, motivaciones, intereses, estilo de personalidad y proyecto
de vida. A lo largo de este libro, las hemos planteado y caracterizado.
Podemos nombrar algunas de ellas y darles un orden de prioridad según nuestro criterio personal.
Respetar y acoger a cada alumno como una persona única y original que puede formar su
propio proyecto de vida.
Recibir y comprender de manera empática las inquietudes, motivaciones o problemas que
puedan tener los alumnos en lo personal o en el grupo.
Crecer en la resiIiencia y en el ámbito de la integridad de valores para ser líderes de la propia
vida.
Servir al desarrollo de los otros con interés genuino.
Conocer las propias fortalezas y los límites para solicitar ayuda cuando sea necesario.
Buscar volverse prescindible para que el alumno crezca con independencia y decisión.
Proseguir en forma continua la propia formación profesional.
Dialogar con escucha activa, comprensión empática y espíritu crítico-creativo.
Crecer en la propia inteligencia emocional y social para alcanzar una coherencia integral
entre el pensamiento y la vida.
Desarrollar vínculos y sensibilidad social para crecer en la solidaridad.
La entrevista
La entrevista cuenta con varios momentos clave que es preciso preparar con anticipación: la
apertura, el desarrollo y la conclusión. El lugar para realizarla debe ser silencioso y privado. El tiempo
debe ser estipulado de antemano, tratando de que sea suficiente para no cortar la comunicación con
el alumno. El clima tiene que ser de respeto y confianza para que se produzca el rapport, la buena
relación entre ambos, y en aras de que el adolescente se sienta cómodo para hablar. No es una
entrevista terapéutica, sino preventiva y de desarrollo personal y vocacional.
El profesor-orientador no puede ignorar cualquiera de estos aspectos u otros que puedan aparecer.
Acepta, reconoce y clarifica estos sentimientos negativos. Muchas veces, se trata de barreras que,
dichas con respeto y claridad, ayudan al alumno a abrirse no sólo a la elección de carrera, sino
también a la situación general de aprendizaje.
El orientador debe estar preparado para responder, no al contenido verbal de lo que el estudiante
está diciendo, sino a lo que está en la raíz de su expresión9. Detrás de estas actitudes, muchas veces,
se encuentran heridas mal curadas o situaciones mal llevadas. No es conveniente presionar al
alumno para que acuda a la entrevista ya que siempre hay que manejarse en un clima de respeto y
libertad.
El profesor-orientador no debe interpretar o proyectar. Si la situación va más allá de la decisión
vocacional, conviene que sepa derivar al estudiante al profesional competente.
La entrevista es un ámbito para que el alumno pueda reflexionar sobre sí mismo, analice su situación
y se enfrente a la toma de decisión. Es conveniente mostrarle el estado en que se encuentra, ayudarlo
a ver su realidad, devolviéndole como reflejo la información que va expresando de sí mismo. Esto
puede ayudarlo a descubrir aspectos que, hasta el momento, no había tenido en cuenta.