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1. ¿Qué es la Organización Internacional del Trabajo (OIT)?

La OIT es la organización de las Naciones Unidas especializada en el establecimiento de


normas, cuya finalidad es mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los pueblos
indígenas del mundo entero. Guatemala es un Estado miembro de las Naciones Unidas y de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

2. ¿Qué es un Convenio?

Un convenio es un instrumento internacional que tiene fuerza de ley para los Estados que lo
ratifican. En Guatemala, los tratados y convenciones internacionales de derechos humanos
tienen preeminencia o supremacía sobre el derecho interno. (Art. 46 de la Constitución
Política).

Otro significado de Convenio: “Es un instrumento jurídico internacional, adoptado por una
organización internacional que vincula legalmente a los países que lo ratifiquen.

3. ¿Qué es el Convenio 169 de la OIT?

El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo es un instrumento


internacional de derechos humanos que establece los derechos colectivos de los pueblos
indígenas: autogobierno, educación, salud, mejores condiciones de empleo, contacto y
cooperación a través de las fronteras.

Fue adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo en 1989 y entró vigencia a nivel
internacional en 1991.

4. ¿Está Guatemala obligada a aplicar las disposiciones del Convenio 169?

Sí, desde que Guatemala acepta y ratifica un Convenio o Tratado de Derechos Humanos, se
obliga a aplicar cada una de las disposiciones contenidas en ésta. En el caso del Convenio
169, hay una Opinión Consultiva de la Corte de Constitucionalidad emitida el 18 de mayo de
1995 en la que dice que las disposiciones del Convenio no contradicen el ordenamiento
jurídico guatemalteco.

Fue aprobado por el Congreso de la República mediante Decreto 9-96 del 5 de marzo de
1996 y es obligatorio para Guatemala desde el 6 de junio de 1997.

En cuanto a la preeminencia, el Convenio tiene mayor jerarquía que otras normas internas,
por ser un instrumento de derechos humanos. Se establece el principio general de que en
materia de Derechos Humanos los Tratados y Convenciones aceptados y ratificados por
Guatemala, tiene preeminencia sobre el derecho interno, incluyendo la Constitución (Art. 46
CPRG).

Establece un principio pro indígena que establece que priman las normas o acuerdos
nacionales que otorguen más derechos y ventajas a los pueblos indígenas (Art. 35 del
Convenio).

5. ¿Qué principio internacional pueden invocar los indígenas para que sea respetado el Convenio 169?

El principio Pacta Sunt Servanda, el cual establece que los Tratados no solo deben ser
cumplidos por quienes los firman, sino además deben cumplirse de buena fe. En otras
palabras, los tratados o convenios deben ser cumplidos de acuerdo a su objeto y fin.
Por tanto, la aplicación del Convenio 169 debe estar guiada en este sentido, pues este
mismo Convenio esta redactado como un Tratado. El artículo 26 de la Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados (Guatemala es parte de la Convenio de Viena desde el año
de 1991) dice: Pacta sunt servanda. Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser
cumplido por ellas de buena fe y el 27 dice: “El derecho interno y la observancia de los
tratados. Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como
justificación del incumplimiento de un tratado. Conforme con la Convención de Viena, el
Convenio 169 debe aplicarse sin mediación en Guatemala.

6. ¿Quiénes son los beneficiarios o destinatarios del Convenio 169?

Los pueblos indígenas como colectivos y sus miembros como individuos. En Guatemala, los
pueblos indígenas están constituidos por los pueblos mayas, Garífunas y Xincas, gozan de
los derechos que establece el Convenio 169.

7. Qué derechos establece el Convenio 169 de la OIT?

Derechos colectivos que garantizan la identidad, autonomía y desarrollo de los pueblos


indígenas y derechos de sus miembros. Derechos más importantes:

• Auto identificación como pueblo indígena (art. 1.2).

• Goce de derechos humanos sin discriminación ni coerción (Art. 2-4).

• Integridad de los valores culturales, prácticas e instituciones (Art. 5).

• Consulta previa a medidas legislativas y administrativas (Art. 6).

• Participación en los planes regionales y nacionales (Art.7).

• Respeto al propio derecho, instituciones y sistema de justicia (Art. 8 y 9). Derechos ante
la justicia ordinaria: respeto de su cultura, defensa y protección de derechos, uso de
idiomas indígenas e intérpretes, sanciones alternativas al encarcelamiento (Art. 10 y 12).

• Propiedad y posesión de tierras, territorios y hábitat. Art.13 al 19).

• Empleo justo y digno, derechos laborales protección especial (Art. 20).

• Educación, bilingüe, idiomas propios y acceso a medios de comunicación (Art. 26-31).

• Contacto y cooperación a través de fronteras (Art. 32).

8. ¿Quiénes están obligados a hacer cumplir el Convenio 169?

El Estado está obligado a tomar medidas necesarias para hacer efectivo el Convenio, con
participación de los pueblos indígenas (Art. 34).

La Corte Interamericana de DDHH ha señalado que los Estados: “Al aprobar estos tratados
sobre derechos humanos, los Estados se someten a un orden legal dentro del cual ellos, por
el bien común, asumen varias obligaciones, no en relación con otros Estados, sino hacia los
individuos bajo su jurisdicción”.

Dice Bidart Campo que la internacionalización de los derechos humanos pone de manifiesto
que la comunidad internacional organizada incorpora al bien común internacional en el
contenido de los Derechos Humanos, otorga a la persona el carácter de sujeto de Derecho
Internacional y a los Estados en responsables internacionalmente de sus políticas en la
materia.

La violación de un Tratado o Convención de Derechos Humanos hace responsable al Estado


de Guatemala interna e internacionalmente.

De ahí que Guatemala puede ser demandado ante los tribunales de justicia interno e
internacional.

9. ¿Cuál es la obligación de Estado y sus agencias?

• Toda agencia estatal, así como todo juez, legislador y funcionario público están obligados
a acatar y hacer cumplir a todos el Convenio 169 de la OIT.

• Los jueces deben aplicar el Convenio 169 en sus decisiones teniendo en cuenta la primacía
del Convenio sobre otras normas y el principio pro indígena.

• El Organismo Ejecutivo está obligado a establecer políticas públicas, instituciones y


medidas, con la participación de los pueblos indígenas.

• Los legisladores (diputados) están obligados a adecuar las demás normas nacionales al
Convenio 169, mediante consulta previa a los pueblos indígenas.

10. ¿Cuál es la responsabilidad y participación de los pueblos indígenas?

Los pueblos indígenas están llamados a participar en la implementación de los derechos


contenidos en el Convenio, de acuerdo a su identidad, necesidades socio-culturales y
propias prioridades de desarrollo, para lo cual deben conocer sus derechos y organizarse
para su defensa y promoción.

11. ¿Qué acciones legales caben ante el incumplimiento del Convenio?

• La acción de amparo por violación o amenaza de violación de derechos (Art. 275 CPRG).

• Petición ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), alegando los
principios jurídicos de interconexión, interdependencia e universalidad de los derechos
humanos (Magdalena Gómez).

• Reclamación por violación del Convenio en virtud del artículo 24 de la Constitución de la


OIT.

• Queja en virtud del artículo 26, Constitución de la OIT.

• Envío de informes directamente a la OIT, ya por conducto de cualquier organización de


empleadores o de trabajadores, comprendidas aquellas formadas por estos pueblos y por si
mismas.

• El Convenio 169 solo se cumplirá si los pueblos indígenas inicien una lucha legal y política
basada en el conocimiento.
Convenio 169 de la OIT El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos
indígenas y tribales en países independientes fue adoptado por la Conferencia General de la OIT en su
septuagésima sexta reunión, el 7 de junio de 1989, y entró en vigor el 5 de septiembre de 1991. 74 Este
fue ratificado por Guatemala en 1996 y entro en vigencia en junio de 1997. El objetivo principal de este
convenio es la protección a los pueblos indígenas, el respeto a su cultura, formas de vida, tradiciones y
costumbres propias, otro de sus fundamentos es la convicción de que los pueblos indígenas y tribales
tienen derecho a continuar existiendo sin pérdida de su propia identidad y con la facultad de determinar
por sí mismos la forma y el ritmo de su desarrollo.

Este convenio es vinculante a partir de su ratificación por parte del Estado de Guatemala y sus normas
son un compromiso para el mismo.

El artículo 46 de la Constitución Política de la República de Guatemala, como se remarcó anteriormente,


establece su preeminencia sobre el derecho interno y mientras el país no contemple una ley que
abarque y proteja los derechos de las comunidades indígenas, se aplica el Convenio como una norma
legal vigente. Como filosofía, el Convenio 169 “toma como base el que los pueblos indígenas pueden
hablar por sí mismos y tienen el derecho de ser parte de los procesos de decisión sobre asuntos que los
afectan y ser tomados en cuenta en sus opiniones, no promueve condiciones más favorables para los
pueblos indígenas y tribales que la de otros trabajadores, sino asistencia y condiciones en equidad que
reconocen aspectos culturales diferentes, superan la exclusión y discriminación y posibilitan la
supervivencia de estas sociedades, construidas en miles de años.”

Es decir, que el Convenio 169 contempla la integración de dichas comunidades, garantiza y resguarda
los derechos que como habitantes de un Estado también deben de tener. El Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo contempla criterios básicos para el cumplimiento de sus fines,
prevé que al aplicarse sus disposiciones se deberán:

a) Reconocer y proteger los valores y prácticas sociales (como el uso del agua y de la tierra), culturales,
religiosos y espirituales propios de dichos pueblos y deberá tomarse debidamente en consideración la
índole de los problemas que se les plantean tanto colectiva como individualmente;

b) Respetar la integridad de los valores, prácticos e instituciones de esos pueblos;


c) Adoptar, con la participación y cooperación de los pueblos interesados, medidas encaminadas a
allanar las dificultades que experimenten dichos pueblos al afrontar nuevas condiciones de vida y de
trabajo.

Dentro del presente trabajo, es importante hacer mención del articulo 6 el cual textualmente establece:

“1. Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán:

a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de


sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles directamente;

b) establecer los medios a través de los cuales los pueblos interesados puedan participar libremente, por
lo menos en la misma medida que otros sectores de la población, y a todos los niveles en la adopción de
decisiones en instituciones electivas y organismos administrativos y de otra índole responsables de
políticas y programas que les conciernan;

c) establecer los medios para el pleno desarrollo de las instituciones e iniciativas de esos pueblos, y en
los casos apropiados proporcionar los recursos necesarios para este fin.

2. Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una
manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento
acerca de las medidas propuestas.

Como se hace mención en este precepto legal, es obligación del Estado que los pueblos participen a
través de una consulta de buena fe y apropiada cuando este tome medidas que puedan afectarles, con
el objeto de poder llegar a un acuerdo o al menos lograr el consentimiento de las comunidades
indígenas en las medidas que el gobierno propone.

En la Guía para la aplicación judicial del Convenio 169 de la OIT, se enmarca que el objetivo de la
consulta debería de ser: “un acuerdo o consenso sobre las medidas propuestas. A parte de ello,
consultas hay que llevar a cabo:

a) Antes de emprender cualquier actividad de exploración o explotación de recursos naturales


(minerales, carbón, metales, etc.) donde habitan regularmente…” Esto no implica que los pueblos
tengan derecho de veto de las medidas que el Estado tome que sean de beneficio para toda la nación,
sin embargo, sí establece la necesidad de conocer cuál es la opinión de los mismos, tomar en cuenta sus
criterios y poder llegar a una solución que beneficie a ambas partes. Que se consideren los derechos de
éstos y que se garantice la protección de los mismos por parte del Estado. En pocas palabras, las
consultas deberían ser vinculantes y son un mecanismo de prevención. El artículo 13 del citado convenio
hace mención: “

1. Al aplicar las disposiciones de esta parte del Convenio, los gobiernos deberán respetar la importancia
especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las
tierras o territorios, o con ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en
particular los aspectos colectivos de esa relación.

2. La utilización del término tierras en los artículos 15 y 16 deberá incluir el concepto de territorios, lo
que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de
alguna otra manera”. Este artículo denota la relación que los pueblos tienen con sus tierras, el vínculo
que durante generaciones han formado con la misma, la necesidad que existe de preservarla y así
también poder preservar su cultura, tradiciones y sobre todo su identidad. Esta norma es
complementada con el artículo 15 del Convenio 169, el cual establece que:

“1. Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán
protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la
utilización, administración y conservación de dichos recursos.

2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo, o
tenga derechos sobre otros recursos existentes en las tierras, los gobiernos deberán establecer o
mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los
intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar
cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos
interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades,
y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas
actividades .

En su segundo párrafo, el Convenio establece claramente la obligación del Estado de consultar, antes de
emprender cualquier programa de exploración o explotación de cualquier recurso, con el fin de
determinar cuál sería el alcance y perjuicio del mismo. Así mismo, establece la participación de los
pueblos indígenas en los beneficios que se alcancen a la hora de emprender cualquier tipo de
explotación y que se les resarza de cualquier daño que se les ocasione al momento de realizar la
actividad.

El Convenio fortalece la idea de la consulta con carácter vinculante a los pueblos y propone la
imposición de sanciones como una medida afirmativa para la garantía de la consulta, así está previsto en
el artículo 18 del Convenio que establece: “La ley deberá prever sanciones apropiadas contra toda
intrusión no autorizada en las tierras de los pueblos interesados o todo uso no autorizado de las mismas
por personas ajenas a ellos, y los gobiernos deberán tomar medidas para impedir tales infracciones.

Convenio 169. Artículo 18 En este orden de ideas, el Convenio 169 contempla como columna vertebral
el derecho de consulta de los pueblos y de aquí que surge la obligación del Estado de hacer valer este
derecho y como en el caso de Guatemala, al no contar con la normativa específica en el tema, se debe
aplicar y promover este Convenio y garantizar todos y cada uno de sus preceptos con el propósito
principal de evitar daños irreversibles en la tierra y en el agua.

Fuente de la Información:

1. Afiches de la Secretaria de la Instancia Coordinadora para la Modernización del Sistema de Justicia y UNAM.
2. Convenio 169. Conozcamos nuestros derechos. MINUGUA.
3. Constitución Política de la República de Guatemala.
4. Convenio Número 169 de la OIT. Un Manual. Proyecto para Promover la Política de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales.
5. Gabriela Olguín Martínez. Derechos de los Pueblos Indígenas en el Sistema Interamericano. Serie Guías Legales. Derechos
Indígenas No. 4.
6. Gabriela Judith Vázquez Smerilli. Manual de Derechos Humanos. Ediciones Instituto.
7. Magdalena Gómez. Lectura Comentada del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. INI, México, 1995.

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