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Ciberbullying, grooming, sexting, malware, phishing...

Palabras que hasta hace no mucho


estaban completamente lejos del radar de los adultos y que en los últimos tiempos, a fuerza
de hechos trágicos y abyectos de los que los menores y las mujeres son víctimas
mayoritarias, se convirtieron en objeto de creciente atención. Para informar y alertar sobre
las formas del ciberdelito, sus riesgos y los medios posibles de prevención, el Centro de
Ciberseguridad (BA-Csirt) de la Ciudad convocó a cientos de padres y docentes, además de
especialistas de la industria, el Estado y las fuerzas de seguridad a su primera jornada de
ciberseguridad ciudadana.

¿Cuántos niños son víctimas de acoso cibernético? ¿Es verdad que Snapchat es el sitio
número uno en cuanto a la trata de personas? Estas son solo algunas de las dudas colectivas
más habituales que surgen en este tipo de eventos, y el de BA-Csirt no fue la excepción. El
jueves pasado, más de 500 padres, docentes y vecinos participaron del evento en el
auditorio del Polo Tecnológico.

Varios paneles de expertos les dedicaron mucho tiempo al tratamiento de los delitos de
grooming, pornografía infantil y ciberbullying, que se agudizaron en los últimos tiempos y
cuyas víctimas pueden quedar "silenciadas" por miedo o por vergüenza. Se explicó que, por
eso, cuando en el ciberespacio se amplía el terreno para la proliferación de estos crímenes,
los adultos responsables deben estar atentos a cualquier cambio en la actitud del menor que
delate una vivencia traumática en el mundo digital, que luego puede migrar al mundo real.

Mucho se puede hacer desde el hogar, enfatizaron los especialistas en la jornada: cómo usar
redes seguras, hablar con los hijos sobre los riesgos digitales, tapar las webcams cuando no
se usan los dispositivos -para evitar el llamado camfecting-, identificar archivos peligrosos,
conocer el mundo digital donde "viven" los menores y hacer la denuncia si ocurre algo
malo. Además recordaron que es clave resguardar las evidencias digitales ante cualquier
violación de la ciberseguridad.

Es difícil para un usuario saber si está frente a un delito informático y más aún denunciar
un hecho de índole privada. En tanto se calcula que más del 50% de los padres no sabe qué
es el grooming (entre otros delitos cibernéticos), los expertos sugieren visitar la página del
material didáctico de BA-Csirt, donde se publican guías y material especialmente diseñado
para aprender a implementar buenos hábitos en relación con el uso de Internet.

Cuáles son los consejos de expertos para que los padres puedan proteger a sus hijos de los
ciberdelitos Fuente: Archivo

Durante el segundo panel, y mientras se discutían los peligros del sexting, un concurrente
preguntó: "¿Por qué debería denunciar un comportamiento consensuado entre adultos
donde se envían imágenes explícitas sexuales?" Ante la duda, la especialista de la Policía de
la Ciudad María José Asencio aclaró que el problema surge cuando se incluye a menores y
esas imágenes se hacen públicas. En esos casos, al menor no se lo puede considerar
culpable del delito de publicación de pornografía infantil, pero los padres deben poder
advertirles sobre los riesgos de enviar sexts, que sepan que una vez que mandan videos o
imágenes pierden el control de quiénes los ven.
Asencio enfatizó que los padres deben ser proactivos en vez de reactivos cuando hablan con
sus hijos sobre la seguridad digital.

Para Carolina Barone, la directora de Políticas de Género del Ministerio de Seguridad de la


Nación y una de las panelistas, es imposible hoy pensar en el crimen sin Internet. "Muchas
veces el mundo virtual es el ámbito de captación para cometer delitos como la trata de
personas, el abuso sexual de menores y femicidios, porque sabemos que hay millones de
dólares de fondo", sostuvo. Agregó que la Argentina está entre los 10 primeros puestos del
ranking en pornografía infantil, una industria que factura 250 millones de dólares en todo el
mundo.

Barone explicó que con un aumento del 300% en denuncias por ciberdelitos, donde el 85%
corresponde a tenencia de pornografía infantil y grooming, pensar estos delitos con la
perspectiva de género es importante, y más cuando las poblaciones más vulnerables son
mujeres y niños. Además, un 47% de los menores tiene perfiles en redes sociales, lo que
abre un abanico de posibles peligros relacionados con abusos de niños y adolescentes en
redes.

Sin fronteras
"Hoy el ciberriesgo ya no se trata solamente de criminales individuales que vulneran un
sistema informático, sino que existe un crimen organizado que está generando miles de
millones de dólares estafando a empresas y extorsionando a personas", dijo Adrián Acosta,
oficial local de Crímenes Digitales de Interpol, durante uno de los primeros paneles de la
jornada.

Según Acosta, en el 99% de los casos de cibercrimen habrá un componente transnacional.


Por eso consideró que el desafío es armonizar la legislación en toda América Latina.
"También debemos incorporar la figura del agente encubierto a nuestras fuerzas, ya que es
muy necesaria para investigar estos crímenes. Por ejemplo, necesitamos infiltrarnos dentro
de grupos de personas que intercambian imágenes de pornografía infantil para investigar su
alcance y procedencia", sugirió.

El especialista de ciberseguridad de la Policía de la Ciudad Ezequiel Sallis agregó que en la


actualidad, todo lo que es distribución de pornografía infantil migró a grupos cerrados de
Telegram y WhatsApp: "Estas son comunicaciones que van cifradas de extremo a extremo,
por lo tanto, la información no queda en el canal de comunicación, ya que cuando el tráfico
va cifrado, por más que exista cooperación internacional, los proveedores como WhatsApp
no podrían nunca brindar el contenido de la comunicación pues no lo tienen".

Durante el evento, la mayoría de los expertos resaltó que ante la amenaza de un malware,
como los ransomware -o secuestro de plataformas o información-, los usuarios no deben
pagar los rescates con bitcoins u otra criptomoneda. Ransomware como Bad Rabbit o
Wanna Cry encriptan los contenidos de los equipos afectados y piden un rescate desde 0,05
bitcoins -405 dólares, al cambio actual- hasta cifras altísimas. El problema es que todo este
dinero puede terminar en manos de células terroristas, grupos de trata de personas o del
narcotráfico transnacional

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