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DE UN PASTOR
2. Pero reconocemos que los pastores están muy, pero muy ocupados. Ellos se dedican,
o nos dedicamos a la obra con todas nuestras fuerzas. Sin embargo, por lo menos
en nuestro contexto cultural, muchos de nosotros, tenemos también que dedicarnos
a otro empleo para poder ganarnos la vida y al mismo tiempo al ministerio del
pastorado
3. Nuestra situación se vuelve aun más compleja y difícil, porque ¿Cómo podemos
llevar a cabo un ministerio tan importante y al mismo tiempo que nuestras
prioridades no se vean afectadas? y ¿Cómo será que hallamos tiempo para todo?
1.- Que el pastor constantemente por diversos motivos descuida su relación intima
con Dios, la lectura de la palabra, la oración, el edificarse y el auto motivarse así
mismo.
2.- Que Muchos pastores están muy ocupados en la obra ministerial, que ya no le
dedican tiempo suficiente para mantener su relación personal con Dios.
3.- Que otros mas llegan a descuidar aún a su familia (esposa e hijos) llegando a
tener conflictos muy fuertes.
Como ejemplo:
C. Muchas veces los hijos de los pastores tienen la peor reputación dentro de
la iglesia, y se les cataloga de ser los más rebeldes y desobedientes de toda
la congregación y esto sucede principalmente por la falta de atención como
padres.
Otros tantos que dedican mucho tiempo a la iglesia, Que oran, predican, ministran,
visitan, evangelizan, están en la preparación y la organización, y todavía apoyan a
diversos eventos que los dejan agotados. Trabajando Los 7 días de la semana sin
tomarse para si y su familia un tiempo de descanso.
Son estas las situaciones que nosotros queremos evitar. Pero, si somos honestos,
tenemos que confesar que hasta cierto punto las respuestas aquí mencionadas son
verídicas para todos. Por los muchos quehaceres de la iglesia, la mayoría de nosotros
los pastores nos hemos descuidado en algunas áreas, sino es que en todas.
Cultivando nuestra Relación con Dios (Ex. 20:3; No tendrás dioses ajenos delante de
mí. Mt. 22,37-38) Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento
y efesios 5:25-33 dice:“Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia
y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante
la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni
arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable. Así mismo el esposo
debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí
mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo
cuida, así como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. "Por
eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos
llegarán a ser un solo cuerpo."
Servir al Pueblo de Dios Hechos 20:28 dice: "Por tanto, mirad por vosotros, y por
todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la
iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre."
Crecimiento espiritual
Crecimiento numérico
Crecimiento financiero
Crecimiento ministerial
El hacer las cosas a medias o al ahí se va, denota falta de motivación y de entusiasmo,
así como falta de disciplina en las cosas que realizamos, y es en la vida ministerial
donde se vera reflejada nuestra labor.