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Comunicado de prensa

En los últimos meses he tomado algunas decisiones respecto al lugar que me ha sido otorgado
democráticamente. Asumí como concejala en el Concejo Deliberante de Godoy Cruz en agosto de
2016, representando al Partido Obrero en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores. En
diciembre de 2017 me desvinculé por completo del mismo por una serie de irregularidades que
me afectaron en lo personal y laboral.

Como militante del Partido Obrero pude notar a lo largo de los años y más aún en los últimos
meses, cómo los derechos de los trabajadores que dicen defender son violados por ellos mismos.
No tolero semejante hipocresía. Mi situación personal es muy diferente a los demás legisladores
de la organización política de la que fui parte. Mi condición de madre soltera y único sostén de
familia me limitaba a muchas tareas dentro de la organización. Sin embargo, traté de cumplir con
cada tarea designada. Participé de cada encuentro de la mujer (acarrié a mi hijo con 10 meses de
edad a tan duro viaje) y por creer en la lucha y en la revolución viajé a Atlanta con él teniendo 11
meses de edad y 40º de fiebre, algo que jamás volvería a hacer. Sin embargo, estas acciones
nunca fueron tomadas en cuenta por ningún dirigente. ¿Por qué digo que mi situación es diferente
a los demás legisladores del Partido Obrero de Mendoza? Ninguno de ellos cría a un menor,
ninguno tiene hijos e hijas. El partido me retiene hasta el salario familiar que le pertenece a mi
hijo.

Hace varios meses vengo atravesando una situación complicada debido a problemas familiares
muy graves. El partido obrero estaba al tanto de estos inconvenientes y trataron de contenerme y
brindar ayuda, pero sólo con el interés de que estos problemas no se hicieran públicos. Desde un
principio quisieron que yo renunciara a la banca, lo cual era injusto porque estos problemas
familiares no podían perjudicar al partido directamente. Siempre le fui leal y fiel a la organización
política a pesar de algunas diferencias, acepté cada condición que ponían. Siempre creí en la
revolución socialista pero debido a estos ninguneos, mis prioridades se convirtieron en otras.

Respecto a lo laboral veo que muchos derechos son vulnerados, comenzando por la quita del
salario familiar, este salario no entra en lo supuestamente donado al partido (donación cuyo
destino no está claramente blanqueado a los propios legisladores). Otra de las cosas que me
parece inapropiado es la renta abonada que es de aproximadamente $14.000, ésta no cubre la
canasta básica familiar, por lo tanto, no cubre mis necesidades, ni las de mi hijo, siendo madre
soltera y alquilando un inmueble. Es por eso que tuve q buscar otro trabajo para saldar mis
cuentas. Desde que asumí como concejal mi hijo va a una guardería privada ya que no puede ser
parte de una pública por mi condición de funcionaria, el municipio no lo permite. A raíz de esto,
me vi obligada a mandarlo a un jardín de infancia que tenía un costo de $2.500 por mes. El primer
año este monto lo abonaba de mi renta y el segundo año el partido colaboró sólo con $1.000. El
desacuerdo con este punto es que el partido obrero lucha por guarderías en los puestos de trabajo
y en casas de estudios, pero mi condición nunca fue tomada en cuenta.
Otros de mis desacuerdos es la anticipación de la renuncia a cada legislador del FIT. ¿Qué quiere
decir esto? Que cuando el partido considere necesario puede presentar este oficio pidiendo la
renuncia del funcionario. Esto es como una conciliación laboral, donde le quita al trabajador todos
sus derechos. A mediados de 2017 en Mendoza se votó una ley muy similar (ley OCLO) y el FIT la
votó en contra por la violación de derechos a los trabajadores. Pero si lo analizamos el partido
obrero hace lo mismo hacia sus afiliados con función pública, hace una intimación a los
legisladores con este anticipo de renuncia, en sus palabras sino aceptaba sus condiciones me
expulsarían de la banca. Esto es algo totalmente ilegal, ya que las renuncias son totalmente
personales y cada funcionario es el único que las puede gestionar.

Otro punto a destacar, es que tenía prohibido utilizar mi cuenta de banco personal y mi bono de
sueldo para trámites particulares, esta situación cambia cuando decido desvincularme, finalmente
pude adquirir autonomía en mi trabajo y en otros planos de mi vida. Sin embargo, durante el mes
de febrero del corriente año, recibo una llamada de una compañía de electrodomésticos muy
reconocida, me preguntaban si quería confirmar una compra de un Smart Tv (realizada a mi
nombre) y por ende, que confirmara la dirección donde se dirigía la compra realizada, esa
dirección daba al local del Partido Obrero en calle 9 de Julio de Ciudad. No sólo que desistí de esta
irregular obtención, sino que inmediatamente denuncié la existencia de la tarjeta de crédito, la
cual sacaron a mi nombre y yo no sabía de su uso. Nuevamente, este atropello se repite en el mes
de marzo cuando me dirijo a retirar mi sueldo completo por miedo a que fuera retenido y
contemplo que no hay nada de dinero, el partido persistió en compras inútiles realizadas en
dólares con una tarjeta de crédito bajo mi titularidad. Este contexto se da en consonancia con las
reconocidas manifestaciones de una funcionaria del FIT (ocupó banca nacional) que no
intercambió dinero por los pasajes, mientras intervenían en mi cuenta ilegalmente .Los concejales
de las distintas banderas políticas del Concejo Deliberante de Godoy Cruz están al tanto de mi
situación y estoy siendo muy bien acompañada en este proceso. Todavía sufro los descuentos de
estas compras, debido a que estas adquisiciones se efectuaron en cuotas y se continuarán
debitando por varios meses, aún cuando la tarjeta fue dada de baja. En la actualidad, cuento con
todas las denuncias pertinentes para ser demostradas ante cualquiera que las requiera.

Más allá de lo personal, estaba convencida de que el tiempo que me quedaba en la banca no
podía ser desaprovechado. Hay muchas necesidades que están pasando los vecinos de Godoy Cruz
y el Partido Obrero no está ayudando. El mecanismo utilizado no es apropiado a las necesidades
que padecen los vecinos y la realidad del partido es muy ajena al escenario de los mismos. Es mi
responsabilidad como funcionaria cambiar esta situación. Mi fidelidad fue en estos últimos meses
sólo hacia los vecinos, el plan fue recorrer los barrios y escuchar las necesidades de la gente.
Desde hace mucho tiempo quería realizar proyectos para la comunidad, pero mi participación y
propuestas dentro del partido fueron subestimadas y desacreditadas, lo cual llevó a un proceso
dilatorio porque ninguna decisión podía desarrollarse sin los permisos correspondientes y si
cometía un pequeño movimiento sin advertirles caían sobre mi amenazas de despedido.

Nunca me sentí libre, fui censurada en muchas ocasiones. Solo recibí órdenes y ni siquiera se me
explicó con qué propósitos se desarrollaban algunas tareas. No quiero que esta desvinculación no
me permita terminar mi gestión en buenos términos. Mis intenciones en el último tiempo sólo
consistieron en responder a las necesidades de los vecinos que, si bien el partido funcionó como
vehículo para mi banca actual, es a ellos a quienes me debo como funcionaria y es mi nombre el
que figura en toda decisión tomada sobre la comunidad. Ante cualquier intento de difamación
estoy preparada para responder.

Silvina Licata.

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