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PENSAMIENTO
arbor
Y CULTURA
ANEJOS 8
CIENCIA
PENSAMIENTO
arbor
Y CULTURA
ANEJOS 8
NATURALISTAS EN DEBATE
Fuencarral, 70
28004 madrid
tel. 91 532 05 04
Fax. 91 532 43 34
www.catarata.org
Naturalstas a debate
sbn (csic):
isbn (catarata):
nipo:
depósito legal: M-
Debate en torno a unas moscas o de cómo la ciencia colabora con la justicia 305
Isabel Izquierdo Moya y Carolina Martín Albaladejo. Museo
Nacional de Ciencias Naturales. CSIC. Madrid.
EMILIO CERVANTES
IRNASA-CSIC. SALAMANCA
Primer ejemplo
Como dice Filebo en los diálogos de Platón, espero que no estemos discutien-
do solo para que mi visión o la tuya prevalezca, sino que según presumo
ambos buscamos la verdad
En el debate científico lo que cuentan son los datos, las pruebas, los
argumentos, las demostraciones.
Y la última:
The authority science can claim comes from evidence and experiment
and an attitude of mind that seeks to test its theories to destruction…
Scepticism is very important…be the worst enemy of your own idea,
always challenge it, always test it. I think things are a little different
when you have a denialist or an extreme sceptic. They are convinced
that they know what’s going on and they only look for data which
supports that position and they’re not really engaging in the scientific
process. There is a fine line between healthy scepticism which is a
fundamental part of the scientific process and denial which can stop
the science moving on. But the difference is crucial.
En el debate científico lo que cuentan son los datos, las pruebas, los
argumentos, las demostraciones.
En el debate científico lo que cuentan son los datos, las pruebas, los
argumentos, las demostraciones. En el debate científico no cuenta
autoridad alguna.
Ciencia y lenguaje
Las palabras son así en primer lugar expresión de ideas, sean estas lo
que sean y vengan de donde vengan. Pero su importancia no queda
ahí. Lavoisier explora el nexo entre palabras e ideas cuando en el
prefacio a su obra Elementos de Química, cita a Condillac:
Así, las palabras son, para empezar, los únicos vehículos de expre-
sión de las ideas, pero también sus herramientas de análisis. Pronto
veremos que hay más, porque un poco más adelante indica Lavoisier:
Más ejemplos
El debate está servido. Por una parte se trata ni más ni menos que
de resolver la cuestión de la igualdad de derechos entre los seres
humanos. Por otra, establecer hasta qué punto y en qué medida las
instituciones académicas deben obediencia al poder del rey. La se-
gunda cuestión permanece hoy en lid. Buena parte del Ars operandi
académico contemporáneo consiste en mantener vivo el debate y
nunca darse por vencidos. Toda discusión posterior habrá de tener
en cuenta que este debate está presente, abierto y a menudo tiene
un papel de fondo mucho más importante que lo que aparenta. La
respuesta resultante a la cuestión primera, es decir la correspondiente
a igualdad de derechos, queda implícita en la respuesta a la segunda
cuestión. Una vez que estemos sometidos plenamente al poder ten-
dremos aquellos derechos que el poder otorgue, es decir, ninguno.
Dios, Naturaleza, Cosas, Substancia y Existencia son los cinco
substantivos utilizados con más frecuencia en la Ética de Spinoza.
Por su parte Descartes en el Discurso del Método, nos atrae con más
frecuencia hacia Ser, Punto, Causa, Cosa y Corazón. Ambos coinciden
en una estrecha asociación entre Dios y Naturaleza, los conceptos
favoritos de Spinoza. Para él, Dios (Natura naturans) es otro nombre
de la Naturaleza (Natura naturata). Ética, la palabra que da título a su
obra, contrasta con Discurso del Método, tanto como contrastan las
finalidades de ambos autores. Del francés Descartes, conocer de modo
firme. Del judío ibérico-holandés Spinoza, comportarse con rectitud.
La lectura de ambos sugiere un debate interesante con la posibilidad
de decantarse a favor de una u otra alternativa. ¿Saber por saber? O,…
ESTRUCTURA DEL DEBATE CIENTÍFICO: EJEMPLOS, ELEMENTOS, TAXONOMÍA 21
¿tal vez mejor saber para comportarse rectamente? ¿Acaso todo conoci-
miento y, por lo tanto todo debate, no tiene otro fin que el de encontrar
un tono moral? Esto parece sugerir la lectura de Spinoza en contraste
con el racionalismo cartesiano, pero puede que las opiniones de este
sean más modernas, es decir acordes con la autoridad. Cabe también
que, poco a poco, la ciencia vaya dejando a un lado una finalidad moral
última e ineludible, es decir sucumbiendo al poder. Claudicando.
Cuando Descartes, que había sido educado en los jesuitas de La
Flèche y estaba más preocupado por el pensamiento que por el com-
portamiento recto, dice hacia 1637 Cogito ergo sum, viene a decir:
pienso, luego soy real. Frase célebre en la que más que pensar bien
importa el pertenecer a una realidad física que, según Agustín García
Calvo (1997, p 25), no dista mucho del conjunto de las cosas que al
poder conviene, pues la ciencia lleva años al servicio de la Fe y del
Poder. Pero la claudicación no es total y, para demostrarlo, buscare-
mos en todo debate argumentos científicos, que limiten la sumisión
a la autoridad. Sostenemos que entre los objetivos de la ciencia se
encuentra el de oponerse a tal claudicación, romper limitaciones im-
puestas. La tarea es difícil. El propio tratado Sobre la libertad de John
Stuart Mill, paradigma de la lucha por la libertad individual frente a un
poder absolutista, va ya descaminado cuando indica el rumbo a seguir:
del lenguaje, las ideas se expresan por un lado en aquel y por otro,
en este, en el lenguaje.
Para Linneo los objetos de la naturaleza están ordenados según
categorías taxonómicas. Corresponde al naturalista su descripción y
a tal fin pasea, herboriza y busca entre las formas la expresión del
orden. Para Darwin, el orden es lo de menos. Puerilmente supone
que la lucha entre individuos, entre variedades puede explicar la
variedad de la naturaleza. En definitiva, toda explicación es siempre
subjetiva y habrá quienes se conformen con poco, pudiendo hasta
tomar una tautología por base de todo un campo de conocimiento,
la selección natural o supervivencia del más apto, como fundamento
de la evolución. Flatus vocis. Fantasma semántico.
1. Se refiere aquí Cuvier a Volta. El discurso de Cuvier debía seguir al que pronunció M.
Aragón en honor de este científico en la Academie des Sciences el 27 de Junio de 1831.
El fragmento está tomado de: http://www.academie-sciences.fr/activite/archive/dos-
siers/eloges/lamarck_vol3228.pdf
ESTRUCTURA DEL DEBATE CIENTÍFICO: EJEMPLOS, ELEMENTOS, TAXONOMÍA 27
Ya hemos visto algo sobre la ciencia como fenómeno social. Juan Benet
se refirió en una ocasión a la Ciencia como aparato de convicción. El
poder de persuasión. La creación de modelos. Cuando lean, en los
capítulos que siguen, acerca de algunos debates, tengan presente si
el debate es científico o político. Si sus argumentos son genuinamente
científicos u ocultan una pugna por la autoridad. Si tienen acceso a los
documentos originales analicen cuidadosamente el lenguaje: claridad,
precisión, ausencia de ambigüedad o contradicción.
Lean siempre siguiendo el consejo de Lamarck:
sino para los pocos que leen, que meditan profundamente, que aman el
estudio de la naturaleza y son capaces de sacrificar incluso sus propios
intereses, por el conocimiento de una verdad nueva.
bibliografía
ANDRÉS GALERA*
CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS-CSIC. MADRID
*
Centro de Ciencias Humanas y Sociales, CSIC. Proyecto n.º HAR 2009-12418
30 ANDRÉS GALERA
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LO IMPOSIBLE POSIBLE. LA TEORÍA LAMARCKIANA DE LA EVOLUCIÓN ANTES DE DARWIN 39
I ntroducción
la biomedicina poco o nada tendrían que ver con lo que debería ser
considerado como una falta de voluntad política para aplicar políticas
públicas que garantizaran un acceso igualitario a los servicios de
asistencia sanitaria para todo el mundo. Sin embargo, existen razones
para pensar que esa opinión puede no resultar tan clara como podría
parecer a primera vista. Determinados prejuicios étnicos o raciales im-
pregnan habitualmente las prácticas cotidianas de aquellas personas
que elaboran políticas públicas de salud, de las que producen ciencia,
y de los proveedores de asistencia sanitaria, incluyendo personal con
formación científica, en diferentes contextos sociales. A pesar de que
esas prácticas de alterización suelen entrar en contradicción con el
manifiesto compromiso por la neutralidad y la equidad de muchos
de los profesionales de la biomedicina, preconceptos inadvertidos
y totalmente incorporados pueden fácilmente irrumpir dentro de
situaciones clínicas rutinarias, activando ocultos patrones de poder
en relación al género, la etnia, o la posición social de los pacientes.
Por ejemplo, Browne (2007) mostró cómo, dentro de un hospital cana-
diense, determinados prejuicios étnicos sobre las mujeres indígenas
del país influenciaron a las enfermeras a la hora de proporcionar
determinadas medicinas post-operatorias a esas mujeres. Las peticio-
nes de calmantes post-operatorios por parte de las mujeres nativas
eran interpretadas por parte del personal médico del hospital de una
forma que reflejaba claramente determinados discursos basados en
ideas preconcebidas acerca de la propensión de los nativos para el
uso de drogas psicoactivas, en este caso calmantes. De modo similar,
un reciente editorial publicado en The Lancet Infectious Diseases,
alertaba del efecto nefasto de determinados prejuicios étnicos o ra-
ciales sostenidos por algunos doctores responsables de programas de
asistencia médica para enfermos de sidaen África. Los editores de la
revista hacían referencia a la peligrosa aceptación, por parte de esos
profesionales, de preconceptos que tienden a achacar en ocasiones el
fracaso de tales programas asistenciales a una supuesta incapacidad
de las poblaciones africanas para seguir el tratamiento con la misma
seriedad que los europeos o norteamericanos. El editorial advertía que
tales nociones no pueden ser esgrimidas como excusa para justificar la
falta de un acceso a los servicios de salud para esas poblaciones afec-
tadas por la epidemia, en especial en condiciones como las presentes,
en las que apenas un ínfimo 28% de la población mundial afectada de
52 JUANMA SÁNCHEZ ARTEAGA Y LAIA VENTURA GARCIA
5. Consideraciones finales
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66 JUANMA SÁNCHEZ ARTEAGA Y LAIA VENTURA GARCIA
DOMÈNEC LLORIS
INSTITUTO DE CIENCIAS DEL MAR-CSIC. BARCELONA
Introducción
este modo ocurre que una familia, un género o una especie, puede
desaparecer, no por causas naturales o por influencia humana, como
nos anuncian sino, entre otras, a causa del sistema de nomenclatura
y clasificación que se ha adoptado o por el concepto, a todas luces
subjetivo, donde han sido enmarcadas.
Raya.
Raya Aguila.
En el Museo de Madrid Ratapenada. En los dibuxos de Heinek Rata
y Chucho.
Figura: 1. Las dos especies citadas por Asso (1801), donde se puede observar
las diferencias entre ambas. [Dibujos tomados de Lloris y Rucabado, 1998 y
Lloris, 2007]
PARADOJAS Y PERPLEJIDADES DE UN TAXÓNOMO 75
Bibliografía
días antes, había expuesto ante Manuel Godoy. Luís de Parma aceptará
sus explicaciones, pero le sugerirá que no emplee en su respuesta las
críticas personales, sugiriéndole que se limite solo a las cuestiones
estrictamente botánicas (Carta de Luis de Parma a Cavanilles. Aran-
juez, 18-V-1796. ARJB, legajo XIII, 3, 51, 13); Cavanilles no le hizo caso.
Sería Hipólito Ruiz el firmante de la respuesta impresa a las im-
pugnaciones formuladas por Cavanilles; en 1796 dio a las prensas
una Respuesta para el desengaño del público á la impugnación que ha
divulgado prematuramente el Presbítero don Josef Antonio Cavanilles,
contra el Pródromo de la Flora del Perú, é insinuaciones de algunos de
los reparos que ofrecen sus Obras Botánicas (Madrid, 1796). El abate
tiró el anzuelo hacia Gómez Ortega, pero este, siempre tras las corti-
nas, dejó que fuera su sobrino político quien se lanzara al escenario
público. Cavanilles midió sus fuerzas y preparó un golpe de gracia
contra el influjo de su antagonista, ya decaído. Trabajó con evidente
celeridad; el impreso de Ruiz salió de prensas en los primeros días de
abril y, para fines de junio, Cavanilles ya había compuesto su Colección
de papeles sobre controversias botánicas (Madrid, 1796). El opúsculo
incluirá, anotados, los propios textos de sus antagonistas, acompa-
ñados de las contestaciones con las que él les había respondido. A la
colección así formada hizo preceder una introducción justificativa,
en términos similares a los empleados en la correspondencia comen-
tada con Manuel Godoy y el príncipe de Parma; la obra concluye con
unas breves y duras páginas dedicadas a criticar la Florae hispanicae
delectus... firmada por Manuel Muñoz de Ugena y Casimiro Gómez
Ortega (Madrid, 1791-1792).
Una sibilina petición formulada por Cavanilles ante el duque de
la Alcudia, solicitándole que le permitiera publicar su Colección de
papeles sobre controversias botánicas… «de orden superior» y en la
Imprenta Real, habría de derivar la solución del conflicto, a mediados
de julio de 1796, a la Real Academia de Medicina (Oficio del duque de
la Alcudia al Presidente de la Real Academia de Medicina. Palacio, 11-
VI-1796. Archivo de la Real Academia Nacional de Medicina (ARANM,
legajo 7-447). Aquí los frentes de presión parecen bosquejarse con
cierta nitidez: Gómez Ortega cuenta con el sostén incondicional de
su sobrino político, Hipólito Ruiz, y el apoyo de José Iberti, Santiago
García, Gregorio García Fernández y Miguel Barnades; por su parte,
Cavanilles tiene el refrendo de su íntimo Antonio Franseri, y la adhesión
100 ANTONIO GONZÁLEZ BUENO
[…] bien que nos es sensible el que unos sabios Botanicos de un me-
rito tan relevante como los Autores de esta controversia perpetuen
una guerra literaria que los retrahiga de otras tareas tan utiles á los
progresos de la ciencia y lustre de la Nacion, como podrian propor-
cionar uniendo sus fuerzas. […] pero habiendose […] contribuido á
desacreditar si fuera posible al Sr. Cavanilles le vemos constituido
á este en la necesidad de vindicarse conforme al derecho publico
de defenderse con las mismas armas con que le han acometido sus
antagonistas [...] no hallamos razon alguna que impida la defensa
propia por la via de la impresion, por ser la misma que han empleado
sus antagonistas para combatirle en sus escritos. (Informe sobre
las Controversias botánicas… de Antonio José Cavanilles. ARANM,
legajo 4-251).
1-IX-1798. ARJB, legajo XIII, 4, 24, 4). Cavanilles refutará emplear sus
servicios, cuando la situación ya empezaba a mostrársele favorable,
pero del ofrecimiento nacería una relación que llevó a Francisco Zea
a ocupar la dirección del Real Jardín.
El propio Zea entraría en disputas con Gómez Ortega, si bien no
directamente sí a través de sus discípulos mas directos, los expedi-
cionarios del Perú. En esta ocasión no se trataba de mantener una
posición social dentro del complejo entramado ilustrado; el motivo
era, simplemente, una cuestión económica, pero capaz de mover
sustanciosas cantidades de capital: el comercio de las quinas (M.
Salvador Vázquez, 1997).
Hipólito Ruiz y José Pavón, los expedicionarios peruanos, defen-
dieron, en diversas ocasiones y de manera impresa, los modos de
diferenciar las distintas suertes o variedades de quina, sus virtudes,
sus usos y su viabilidad comercial (A. González Bueno, R. Rodríguez
Nozal., 1996; 2002; A. González Bueno, 2003; 2014). Los estudios
realizados por estos expedicionarios los llevaron a preferir las quinas
finas del Perú y Loja frente a las del septentrión; basándose en sus
informes, los comerciantes de drogas, entre los que se contaba el
propio Gómez Ortega, establecieron una red mercantil, centrada en
los materiales procedentes de la aduana limeña.
Por su parte, Francisco Zea tenía el firme propósito de abrir el
mercado europeo a las especies de quinas novo-granadinas; nada tiene
de extraño que utilizara las páginas de los Anales de Ciencias Natu-
rales, publicación dirigida por Cavanilles, para dar a la imprenta, en
septiembre de 1800, una «Memoria sobre la quina según los principios
del Sr. Mutis», en las que no ahorra críticas para los expedicionarios
peruanos y su mentor, Gómez Ortega. Como era de esperar, a los
escritos de Zea respondieron Ruiz y Pavón con un mas extenso texto,
su Suplemento de la Quinología... (Madrid, 1801) en el que, de paso,
arrecian las críticas a las obras de Cavanilles, acumuladas en silencio
por Hipólito Ruiz desde el duro revés recibido tras la publicación de
la Colección de papeles sobre controversias botánicas... y a las que el
valenciano contestará de inmediato:
entre los géneros Gonzalagunia Ruiz & Pav. y Buena Cav.] […] Es
cierto que el Sr. Ruiz tiene mucha parte en esta Miscelanea, porque
acopió los materiales; pero también lo es que el Sr. Ortega los pule,
arregla, vivifica y viste de latin ó castellano, dándoles aquella unión,
sal y moderación bien entendida; porque si lo hubiera puesto decla-
rándose autor parcial del Suplemento, jamás hubiera conseguido ser
Censor de la obra. (A. J. Cavanilles, 1801: 110).
Corolario
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á la Memoria de las quinas de Santa Fé que insertó Don Francisco Zea en
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CONSERVADURISMO, CIENCIA Y RELIGIÓN EN EL ECUADOR DEL SIGLO XIX:
LAS POLÉMICAS DEL PADRE VICENTE SOLANO (1791-1865)
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de Ciencias Naturales y el QPLS, Herbario Luis Sodiro, en la Biblioteca Ecuatoriana
Aurelio Espinosa Pólit.
CONSERVADURISMO, CIENCIA Y RELIGIÓN EN EL ECUADOR DEL SIGLO XIX… 111
4. Sobre Carlo Cassola y su trabajo en Latacunga, Ecuador, véase Pérez Ramírez, 2008.
5. Agustín Cueva hace un análisis sobre la similitud de Feijoo y Solano, y se inspira en
la obra de Marañón «Ideas biológicas del Padre Feijoo» (1934) para escribir su «Ideas
biológicas del Padre Solano» (1952)[1939].
112 ELISA SEVILLA, ANA SEVILLA Y PALOMA BLANCO
P rensa y polémica
6. La Libertad era un periódico impreso en Quito con el que Solano tuvo una polémica
sobre la libertad de prensa, y sobre el papel de los sacerdotes en la República. Los
114 ELISA SEVILLA, ANA SEVILLA Y PALOMA BLANCO
editores de dicho periódico eran los jóvenes periodistas Francisco Montalvo, Julio
Zaldumbide y José Modesto Espinoza (Cárdenas, 1996).
CONSERVADURISMO, CIENCIA Y RELIGIÓN EN EL ECUADOR DEL SIGLO XIX… 115
7. El patronato sobre las Indias fue concedido por el Papa Julio II en 1508 al Rey de España.
CONSERVADURISMO, CIENCIA Y RELIGIÓN EN EL ECUADOR DEL SIGLO XIX… 117
logía, que nada vale, cuando hai buenas uñas. ¿Entendió una palabra
de mineralogía Enrique 8º? No; i sin embargo, en un momentico fué
ricazo con los bienes de la iglesia. Ved aquí el progreso económico:
dedicaos a él, i sereis ricos (Solano, 1852: 15).
Cada vez que encuentro una planta en algún lugar designado por él,
me viene á la imaginación su presencia: ¡aquí estuvo Humboldt! digo
para mí solo, cuando voy en compañía de otros (Solano, 1892: 266).
este sabio, que llevaba delante todas las ciencias, según la expresión
de Fontenelle, y leía todos los libros; porque en todos ellos, decía,
encontraba algo que aprender. Se supone que hablaba de libros úti-
les, que no contengan errores contra la moral y la Religión; porque
los libros son como las drogas, que unas son saludables y otras dan
la muerte (Solano, 1996: 299).
11. Para un análisis de las tensiones entre religión y ciencia en la Escuela Politécnica véanse
Cuvi et al. (2014).
CONSERVADURISMO, CIENCIA Y RELIGIÓN EN EL ECUADOR DEL SIGLO XIX… 127
P atriotismo y ciencia
estas cosas son buenas para que las averiguen ciertos ociosos, que
no teniendo que hacer en Europa, vienen a América, a medir tierras
que no son suyas, como le dijeron a Humboldt, ciertas gentes, en
cierta parte» (Solano, 1852: 13)
12. Discute con La Condamine y Caldas sobre la verdadera razón de la muerte del cirujano
Seniergues en Cuenca.
130 ELISA SEVILLA, ANA SEVILLA Y PALOMA BLANCO
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— (1828b):(El Espíritu de Frai Vicente Solano, Cuenca, imprenta particular por
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— (1993a) El Eco del Azuay, Colección de Periódicos Ecuatorianos, Quito, edición
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Fray Vicente Solano. Quito, Banco Central del Ecuador, Corporación Editora
Nacional, pp. 277-300.
¡EL ELEFANTE ES MÍO! MARIANO DE LA PAZ GRAELLS Y CASIANO DE
PRADO: DOS VOCACIONES DISTINTAS CONFRONTADAS POR UNOS
CUÁNTOS RESTOS FÓSILES
I. Introducción
Vilanova [...], sobre el cual pasó una nota al presidente hará unos dos
o tres meses nada favorable, diciendo que era un trabajo geológico
incompleto, difuso, erróneo en algunos puntos, etc. Vilanova es hom-
bre malo y no puede vernos a los ingenieros de minas, aunque tiene
un hermano que lo es (por cierto, uno de los ingenieros pollinos del
Cuerpo). (En todas las citas textuales se ha modernizado la grafía y
los signos de puntuación en su caso).
Figura 4: dibujo definitivo del yacimiento y excavación de San Isidro del Campo,
aparecido en la obra Fauna Mastodológica Ibérica.
V. Enfrentamiento y rencor
[…] no recordó, sin duda, las cumplidas noticias que del hallazgo de
los restos fósiles de elefante, en los Altos de San Isidro del Campo, le
había comunicado (él); ni tampoco lo que en carta de 20 de marzo de
1850 le había contestado desde París, incluyendo las respuestas que,
a (sus) consultas, varios profesores naturalistas de aquella capital
(le) dirigían. (Graells, 1897: 567).
Bibliografía
with other compatriots (P. Sainz, E. Boscá, G. Macho de Velasco) y with the
Frenchman F. Lataste. In addition, to get involved in disputes sour British
ornithologists connected with Andalusia: A. Chapman (1851-1929), W. J.
Buck (1843-1917) and W. Verner (1852-1922).
Palabras clave: Arévalo; López Seoane; Sainz; ornitología; aves; España; Má-
laga; Valencia; Chapman; Verner.
Introducción
por Saunders (1871: 55): Machado, 1854; Vidal., 1854 y 1856; Guirao,
1859; López Seoane, 1861 y Barceló, 1866. Sin embargo, es precisa-
mente el Catálogo de las aves observadas en Andalucía (1861) de López
Seoane, a juicio del británico el que «contiene errores palpables que
pueblan sus páginas». De ahí, asumiendo la crítica de su compatriota
(Saunders), el sutil reproche de Irby a Arévalo con respecto a las citas
de López Seoane aparecidas en la obra del malagueño. Máxime, cuando
Irby debió mostrar interés por el trabajo de aquel, hipotéticamente
ceñido a las aves de Andalucía, al centrarse las observaciones del
británico en el lado español del Estrecho: desde Gibraltar a Málaga
y desde allí hasta Granada, y a lo largo del Guadalquivir hasta Cádiz
(Irby, 1895: 1).
Francisco de los Ríos del Tejo (Valle de Cabuérniga, Cantabria,
1837/Málaga, 2/09/1877). Primer disecador-preparador del Gabinete
de Historia Natural del Instituto Provincial de Málaga, poseía amplios
conocimientos ornitológicos y mantuvo una buena amistad con Aré-
valo a quien acompañó en su visita a diversos enclaves malacitanos:
laguna de Fuente de Piedra, el Chorro y Sierra de la Juma. (Garrido
Sánchez, 2006: 1035). Fue un activo colaborador de L. H. Irby, y así
lo reconoce este en la primera edición de su obra (1875). Aunque tras
el fallecimiento de aquel, el inglés no duda en apropiarse de algunas
de sus citas ornitológicas. Transcribimos, entre otras, la referida al
escribano pigmeo Emberiza pusilla: «I saw two specimens of this
Bunting, obtained on the 28th of December, 1874, near Malaga. Rios
informed me that eigth or nine were caught» (Irby, 1879: 345). Y así
aparece en 1895: «Nine specimens of this north-eastern Bunting were
obtained near Malaga on the 28th of December, 1874» (Irby, 1895:
110). Como puede observarse eliminó la referencia a De los Ríos.
Sin embargo, se vio obligado a mantener la autoría del español con
respecto a la alondra ricotí Chersophilus dupunti (Irby, 1895: 117)
puesto que esta especie ya estaba presente en la colección de Saunders
(1877: 91) en virtud de un ejemplar obtenido por F. de los Ríos en
Málaga el 31 de octubre de 1875 (Jourdain, 1936: 763).
El zoólogo y escritor alemán A.E. Brehm (1829-1884) inicia un
párrafo con este juicio de Alejandro Dumas: «África empieza en los Pi-
rineos» —tan insultante para los españoles, como Brehm sentencia—.
Pero a continuación aclara que no lo usa en sentido peyorativo: solo
que si a la ornitología se refiere, está de acuerdo con los franceses y
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 165
1. «Extranjeros que, sin fijar apenas atención y como de pasada, visitan las costas y
países del Mediodía, se empeñan en no ver en los españoles sino árabes, un sí es no
es amansados y dulcificados por el cristianismo, pero árabes, en fin, bravíos todavía
y feroces, que no viven en tiendas por la sencilla razón de parecerles más cómodas
las casas, ni beben la leche de sus camellas por la no menos sencilla de no haberlas»
(Gil y Carrasco, 1843).
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 167
fue atribuida a Verner, autor del libro My life among the wild birds
of Spain (1909) y artífice de la divulgación de la cueva prehistórica
de La Pileta en Benaoján (Málaga) (Breuil, Obermaier y Verner, 1915).
Chapman optó por denunciar al director del Saturday Rewiew y el
caso fue resuelto definitivamente por los tribunales a favor de este,
si bien debió pagar las costas del juicio.
[…] Parmi les listes des Oiseaux d’Espagne publiées jusqu’à ce jour,
celles qui semblent les plus sujettes à caution sont celles de Reyer
(sic) Prosper, qui n’a fait que chercher çà et là, sans la moindre criti-
que, tout ce qui est indiqué par les auteurs, et surtout le catalogue
d’Avévalo (sic) y Baca, plein d’erreurs et d’inexactitudes. Ces deux
ENIA «auteurs» n’ont fait qu’accaparer ce qu’ont observé leurs devanciers,
MAGEN et M. Avévalo (sic) a profité, dit-on, des manuscrits du savant profes-
seur Cisternas, de Valence. (López Seoane, 1894: 93).
2. En otro lugar hemos señalado algunas calumnias del resentido V. López Seoane contra J.
Arévalo Baca (Garrido Sánchez, 2008b: 34-39). Más adelante profundizaremos sobre el tema.
168 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
3. H.F. Witherby solamente cita a Seoane una vez —página 627— y ello para censurarlo:
«Gecinus viridis galliciensis Seoane, Aves nuevas de Galicia, p. 7: Galicia. The stated
date of publicatión (1870) is not correct» [el subrayado es nuestro]. Tampoco aparece
consignado en la bibliografía. El británico solo estima los trabajos de tres españoles:
J. Arévalo, J. M. Castellarnau y A. Gil Lleget (Witherby, 1928: 399).
4. Archivo del Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses. Correspondencia de V. López
Seoane, Registro 01-37-38.
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 169
10. En 1862, López Seoane le dedica un retrato suyo: «Al Señor D. Mariano de la Paz Graells.
En demostración de respeto y amistad». Expediente Académico de D. Víctor López
Seoane (A-RAC).
11. En 1877 apareció el Catálogo de anfibios y reptiles de Galicia (López Seoane, 1877).
Al año siguiente, el herpetólogo francés, F. Lataste (1847-1934), en: Les reptiles de la
Galicie (Lataste, 1878) critica con dureza ese catálogo.
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 171
12. Cursó los dos primeros años de Medicina y Cirugía en la Universidad Central de Madrid
(1854 a 1857). Para el tercer año de 1857/58 trasladó su matricula a la Universidad
de Granada. Así resulta del expediente personal del interesado. Universidad Central
Madrid, 10/06/1859. Los años restantes los cursó en la Universidad. de Santiago de
Compostela. Recibió la investidura de grado de bachiller en Medicina y Cirugía el 30
de junio de 1861. La licenciatura en Ciencias la obtuvo el 14 de junio de 1866. Leg.
739. Exp. 23 Archivo Histórico Universitario (Santiago).
13. Expediente V. López Seoane. Secretaría de la Universidad Central. Facultad de Ciencias.
Antecedentes de la carrera de López Seoane». Signatura: Universidades, 5795. Exp. 25
Archivo Histórico Nacional (AHN).
14. La Hacienda-Cortijo de Jesús del Valle declarada monumento en el Catálogo General
del Patrimonio Andaluz (BOJA n.º 119, de 21 de junio de 2005). Es de los mejores
ejemplos de este tipo de explotación agropecuaria de los siglos xvii-xviii. Perteneció
a los Jesuitas hasta su expulsión en 1767. Sus 407 hectáreas acogían olivares, viñedos,
montes de encinas, dehesas para pastos, huertas, jardines y alamedas.
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 173
15. «Brehm me dijo era de paso en invierno, en lo que padeció una equivocación, porque
cuando es de paso en la Península lo efectúa en verano» (V. López Seoane, 1861: 377).
López Seoane, torpe en su matización, puesto que esta ave, cada día más escasa, realiza
174 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
ambos pasos migratorios también a través de nuestro país: en otoño hacia el sur y en
primavera vuela al norte.
16. «Debo a la amistad del Dr. D. Antonio Machado la comunicación de esta especie (Ciconia
nigra cigüeña negra) en carta de dicho señor, que recibí en mayo de 1860: en ella me
dice que hasta la fecha nada nuevo tiene que añadir a su catálogo».
17. Unos ejemplos: «Erithacus cyanecula [Ruiseñor pechiazul Luscinia svecica] la comuni-
cación de esta especie la debo a la amabilidad del disecador Sánchez, que la observó en
la sierra de Alfacar en el mes de noviembre de 1856». Flamenco común Phoenicopterus
roseus: «según el preparador Sánchez no escasea en Fuente de Piedra (Málaga)» (López
Seoane, 1861: 356, 376).
18. «[…] Bruant striolé Emberiza striolata. Habite l’Andalousie, où il est assez commun,
peut aussi quelques autres parties du midi de l´Europe […]» (Temminck, 1820: 640-
641).
19. «[…] Le Bruant striolé habite l’Egypte, d’où M. Rüpell l’a rapporté; il serait, dit-on,
commun en Andalousie et se montrerait accidentellement dans le centre de l’Europe»
(Degland, 1849: 257-258).
20. «[…] Le Fringillaria striolata habite l’Afrique septentrionale. Elle se montrerait acciden-
tellement dans l’Europe méridionale, et ne serait pas rare, dit-on, en Andalousie […]
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 175
Arévalo vivió largo tiempo en Granada, por ello sus aves no le eran
ajenas. A los once años se matricula en su Universidad Literaria (1855-
1858). Los últimos años de bachillerato (1858-61) los cursó en el Insti-
tuto Provincial de Málaga y el 26 de junio de 1861 obtuvo el título de
bachiller en artes. Durante 1862-64 se matricula en las facultades de
Ciencias y de Medicina de la Universidad de Granada. Desde 1864-65 en
la Facultad de Ciencias de la Universidad Central y en el curso 1871-72
«ganó y aprobó todas las materias exigidas para la licenciatura (sección
de Naturales)». El grado de doctor lo obtuvo el 29 de septiembre de
1873, con la calificación de sobresaliente. Años antes, el 24 de noviem-
bre de 1869, se revalida de ingeniero agrónomo en la Escuela General
de Agricultura de Madrid (Garrido Sánchez, 2000: 41-56). Colabora en
la Comisión del Mapa Geológico de España: Datos Geológicos y Físicos del
Valle de Lanjarón (Provincia de Granada) (Arévalo Baca, 1876b: 252-256).
25. «Porphyrio hyacinthinus (Temm.) [Calamón común Porphyrio porphyrio] Esp. Calamón
azul. Sedentario. Raro en la laguna del Padul en la provincia de Granada, en las costas
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 177
de Puerto Real y en Córdoba. Su rareza se refiere tan solo al corto número de individuos
que se ven» (López Seoane, 1861: 378).
26. Sobre la confusión habida en sus apellidos resumimos una esclarecedora solicitud que
hemos localizado en su «Expediente Personal. D. Pedro Sainz» (Oficio de 20 de mayo
de 1861) al Ilustrísimo Señor Director de Instrucción Pública: «Desea se le renueven
el título de Doctor en Ciencias y el nombramiento de catedrático de la asignatura de
Ampliación de Historia Natural de la facultad de Filosofía de la Universidad de Granada,
rectificando la equivocación habida en su apellido materno […] se digne mandar le
sean expedidos con la modificación en el mismo de Gutiérrez en lugar de Manteca».
Signatura 31/16675 (AGA).
178 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
27. Arévalo se inclinó por el tema: «Catálogo descriptivo de un grupo natural de la fauna
española, indicando las especies de que el hombre saque o pueda sacar alguna utilidad
y aquellas otras que sean perjudiciales», contemplado en el Programa para la adjudica-
ción del premio en el año de 1882 de la RAC. (Gaceta de Madrid, 34, Tomo I pp., 306-307
de 3 de febrero de 1881). «La única Memoria presentada optando al premio ofrecido
por la corporación, correspondiente a su Sección de Ciencias Naturales, señalada con
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 179
vio la luz hasta 1887 —tres años antes del fallecimiento de su autor,
catedrático de Ciencias Naturales de la Universidad de Valencia y
director de su Jardín Botánico—. Constituye el primer catálogo general
descriptivo de las aves ibéricas, aunque el retraso de cinco años en
su publicación impidió que fuese el primero en aparecer impreso.
el lema Aves de España. Un dato más, fue considerada como digna de accésit. El accésit
consistirá en diploma y medalla de oro de 60 gramos de peso, exornada con el sello
y lema de la Academia […] la impresión de la Memoria y entrega de 100 ejemplares al
autor. Adoptada esta resolución, previos todos los trámites reglamentarios, en sesión
celebrada el día 3 de julio, se abrió el pliego donde debía constar el nombre del autor
y resultó serlo este el señor D. José Arévalo y Baca. Catedrático de la Universidad de
Valencia». (Gaceta de Madrid, 193. Tomo III, p. 127 de 11 de julio de 1884).
28. Higinio Aragoncillo del Villar (1823, Villaluenga, Zaragoza–1875, Málaga). En 1849
fue nombrado catedrático interino de Elementos de Historia Natural del Instituto
de Orense, donde en 1856 creó el Jardín Botánico y dejó en su Gabinete de Historia
Natural colecciones de insectos, semillas, moluscos, etc. En 1852 se licencia en Cien-
cias Naturales y es nombrado catedrático propietario de la asignatura de Nociones
de Historia Natural de este Instituto. En 1858, catedrático de Elementos de Historia
Natural en el Instituto de Málaga y doctor en Ciencias Naturales. Socio Fundador de la
Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales (1872). Libro de hojas de méritos
y servicios. Archivo Instituto Nuestra Señora de la Victoria. Málaga.
180 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
29. Basta examinar sus trabajos de 1875-1876: Reseña de una breve excursión por varios
puntos de la provincia de Málaga (1875) en compañía del reconocido Francisco de los
Ríos, como hace constar en la página 205. Se adelanta en más de cuarenta años a su
tiempo cuando esgrime precursores conceptos conservacionistas al oponerse a la
desecación de la laguna malacitana de Fuente de Piedra (Arévalo Baca, 1875: 204-214).
En su artículo: La Sierra de la Juma (provincia de Málaga) (Arévalo, 1876a) —trabajo
que Bernis (1966: 51) parece desconocer al dudar de la aseveración de Arévalo sobre
una pareja de buitres negros Aegypius monachus en el enclave—. En el Museo Británico
de Historia Natural existe una puesta obtenida aquí «Cerca de Álora» (Registro n.º .
1941.1.6.762-764). Además deja constancia de otras especies interesantes: quebran-
tahuesos Gypaetus barbatus; águila real Aquila chrysaetos. Inclusos —damos fe— el
vencejo real Apus melba y el avión común Delichon urbicum aún nidifican justo en
el mismo lugar señalado por nuestro autor (Arévalo Baca, 1876a: 233-239). En 1868
profesor auxiliar de Historia Natural en el Instituto Provincial de Málaga. Doctor en
Ciencias Naturales (premio extraordinario por oposición) e ingeniero agrónomo. Entre
1873 y 1877 profesor interino de Hidráulica Agrícola y Construcciones Rurales en la
Escuela General de Agricultura de Madrid. Residía en Valencia desde el 16 de marzo
de 1877 en calidad de titular de la cátedra de Historia Natural, lograda mediante opo-
sición, y ejercer la dirección del Gabinete de Ciencias Naturales y del Jardín Botánico
[Su biografía en Garrido Sánchez, 2000].
30. En Arévalo Baca (1887: 85) «[…] los Sres. Graells (1853: 75) y Guirao (1859: 523) citan
esta especie Sturnia passerina como sedentaria, pero sin duda se refieren a la siguiente:
Noctua minor, Briss. (Strix passerina, Bechst.)». (Mochuelo europeo Athene noctua).
182 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
31. Vidal Cros (1815-1859). Primer catedrático de Historia Natural de la Universidad de Va-
lencia y principal valedor del Gabinete de Historia Natural de la Universidad. Siguiendo
a Catalá Gorgues (2004: 11-12): «que con el tiempo se convertiría en el segundo de la
especialidad en el ámbito estatal, tras el Museo de Ciencias Naturales de Madrid». En
1851, la Real Academia de Ciencias publicó su Catálogo de las aves de la Albufera y
en 1856 su revisión.
184 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
32. Concretamente: cisne vulgar Cygnus olor; halcón de Eleonora Falco eleonorae; halcón
de Berbería Falco p. pelegrinoides; avutarda hubara Chlamydotis undulata; zarapito
fino Numenius tenuirostris; vuelvepiedras común Arenaria interpres; arao común Uria
aalge; curruca gavilana Sylvia nisoria y piquituerto común Loxia curvirostra.
33. Encontramos, entre otras, aves muy conocidas y de presencia habitual en Andalucía
que López Seoane olvidó incluir en 1861: águila-azor perdicera Aquila fasciatus; avoceta
común Recurvirostra avosetta; chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus; chorlito
gris Pluvialis squatarola o combatiente Philomachus pugnax.
186 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
34. López Seoane hace esta consideración sobre el plumaje de la oropéndola europea
Oriolus oriolus «[…] en mi colección tengo una hembra […] cuyos puros y brillantes
colores me hicieron concebir la adquisición de un magnífico macho […] pero grande
fue mi sorpresa al encontrarme con un ovario muy abundante y desarrollado» (López
Seoane, 1861: 352). La réplica totalmente acertada de Arévalo Baca (1887: 353): «El
Sr. López Seoane cita el caso de presentarse algunas veces hembras con la coloración
algo parecida a la del macho, pero nunca son los colores puros». Se desahogó López
Seoane en sus notas manuscritas: «¡Cuidado que es insolente el tal Arévalo! Continúa
dando lecciones».
35. Seoane apunta: «para aumentar el número de especies [Arévalo] incluye en su catálogo
el faisán, ave doméstica traída por D. Alfonso XII. ¡De esta manera debería aumentar
el Pavo real, la Pintada, y cuantas aves de corral, porque existen! ¡Disparate atroz! […]
Que la haya importado el Rey, no autoriza para incluirla como indígena».
36. Leemos en Arévalo Baca (1887: 150) «Curruca sarda Sylvia sarda […] el Sr. Saunders
asegura que, al vuelo de un individuo, que no pudo cazar, reconoció esta especie en las
Islas Baleares». López Seoane: «Baya [sic] este —Saunders— es de la escuela de Boscá,
que conoció reptando entre los tojos el Gongylus ocellatus y era un Seps chalcides».
Seoane no supo —ya había muerto Boscá— del grave error sufrido por este en 1919
cuando dedicó una nueva especie de anfibio anuro (Pelobates wilsoni) a T. W. Wilson,
presidente de los Estados Unidos de América. Y luego resultó ser realmente un simple
sapo común Bufo bufo, como comprobó ese mismo año el herpetólogo G.A. Boulenger
(1858-1937) (Catalá Gorgues, 2004: 40).
188 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
37. «[…] las señaladas con asterisco son nuevamente introducidas en nuestro catálogo.
Las dudosas, apócrifas o mal establecidas, las hemos suprimido» (López Seoane, 1870:
7 «1894»). López Seoane (1861) no reconoce la familia Stercorariidae para Andalucía
y curiosamente en (1870: 14 «1894») cita las cuatro especies incluidas por Arévalo
Baca (1887: 313). Pero al tratar de disimular la usurpación aflora su ignorancia en un
pobre texto desacorde con el estatus de las aludidas aves en Andalucía: «págalo grande
Catharacta skua [Stercorarius catarractes]: abunda en invierno en los mares de Anda-
lucía; págalo pomarino S. pomarinus: como el anterior; págalo parásito S. parasiticus:
lo mismo y págalo rabero S. longicaudus raro en Tarifa». Con respecto a la especie
americana: gaviota guanaguanare Larus atricilla, escribe López Seoane (1861: 379) «L.
atricilla Sedentaria. Común en los puertos y grandes ríos de Andalucía». Pero en López
Seoane (1870: 15 «1894») señala:» L. atricilla. Debe suprimirse». Todo ello en virtud
de la crítica de Arévalo Baca (1887: 421) «El Sr. López Seoane cita la especie L. atricilla
como sedentaria y común en los grandes puertos y ríos de Andalucía, siendo así, que
habita la América septentrional y muy rara vez se presenta en las costa europeas. En
cambio pretende que la especie Larus ridibundus es rara». López Seoane confundió
ambas especies, máxime cuando la gaviota reidora L. ridibundus nidifica en Andalucía
y es de las más comunes y abundantes (Garrido, Alba y González, 2002: 242-243).
38. Arévalo Baca (1887: 75) «Falco eleonorae [halcón de Eleonora] es muy rara en España
[…] algunos autores ingleses indican que hace cerca de un siglo anidaba en las rocas
del Peñón de Gibraltar […]». López Seoane no duda en cambiar su propio criterio para
hacerse con esta cita de Arévalo e insertarla en su fraudulento catálogo (López Seoane,
1870: 7 «1894»): «Falco eleonorae, Géné. Accidental. Raro en la dehesa de Alfacar».
LAS POLÉMICAS DE VÍCTOR LÓPEZ SEOANE CON JOSÉ ARÉVALO BACA Y OTROS… 189
39. Arévalo: «[…] esta especie es propia de África donde es muy abundante […] lo cierto
es que los pocos individuos que suelen presentarse accidentalmente parece que sean
escapados de los que en gran cantidad se importan de África. Localidades: Sierra de
Cartagena: Guirao; Málaga: Arévalo y Gibraltar: Irby» Arévalo Baca (1887: 276-277).
40. En carta de M.P. Graells fechada en Madrid (19 de diciembre de 1893) le contesta a la
consulta de Seoane del cuatro último [Apéndice, III]. Leemos: «La Perdix petrosa no es
de España, pero sé que en Murcia un propietario rico compró una partida grande de
más y las soltó en un coto suyo, donde, tengo entendido no han prosperado mucho».
41. López Seoane alude a su propio artículo: Réplica a las observaciones hechas por D.
Pedro Sainz [Gutiérrez] Manteca, al catálogo de las aves de Andalucía (López Seoane,
1862: 462-467).
42. Pablo Prolongo García (1806-1885). Se instruye en Madrid y en 1830 obtuvo el título
de farmacéutico. Consagrado al estudio de la Botánica de la provincia malacitana,
acompañó al suizo E. Boissier en sus célebres herborizaciones por la sierra de Ronda
[Su biografía actualizada en Pérez-Rubín, 2011].
190 MANUEL GARRIDO SÁNCHEZ
Conclusiones
Agradecimientos
Bibliografía
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Vega, A., Ríos, D. y González, A. (1994): «Escribano sahariano Emberiza striolata
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Verner, W. (1909): My life among the wild birds of Spain. London: J. Bale, Sons &
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notas: Javier Hidalgo. Madrid: Círculo de
Bibliofilia Venatoria, 2000].
Vidal., I. (1854, 56): «Catálogo de las aves de la Albufera». Memorias de la Real
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Witherby, H. F. (1928): «On the Birds of Central Spain, with Some Notes on those
of South-East Spain». Ibis, 3: 385-436
Apéndice i
Apéndice ii
Carta inédita de José Arévalo Baca dirigida al Ilmo. Sr. Secretario Ge-
neral de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Manuscrito, 12 cuartillas «Expediente Académico de D. José Arévalo»
(A-RAC).
Apéndice iii
JUAN PÉREZ-RUBÍN
INSTITUTO ESPAÑOL DE OCEANOGRAFIA. MÁLAGA (ESPAÑA)
Resumen
Cuando en la segunda mitad del siglo xix aparecieron en escena los prime-
ros científicos civiles profesionales interesados por la biología marina y la
investigación pesquera, se produjeron enfrentamientos entre algunos de
ellos (como las ya divulgadas fricciones entre M. P. Graells y A. González
de Linares). Los más dilatados debates se desarrollaron, desde 1906, entre
investigadores adscritos al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN)
y los que llegarían a fundar el Instituto Español de Oceanografía (IEO). La
conflictividad se diluye a principios de los años treinta y finaliza defini-
tivamente tras la Guerra Civil, con el último intento fallido del MNCN (en
1939) por absorber al personal., competencias y dotación económica del
conjunto de laboratorios costeros del IEO.
En este trabajo identificaremos a los personajes más polémicos y repasa-
remos los argumentos que fueron esgrimiendo y las estrategias seguidas,
pero también revalorizando importantes tareas que llevaron a cabo los
investigadores de ambos bandos y que contribuyeron al desarrollo de
diferentes líneas pioneras de investigación en las ciencias marinas espa-
ñolas del período considerado.
Introducción
1. «Al crearse la Estación en 1886 […] nació oficialmente sin sede, lo que desencade-
nó una pugna entre algunas ciudades costeras españolas para acogerla, Vigo, entre
ellas. Mahón (12 de mayo de 1886) y Barcelona (16 de mayo de 1890), en las fechas
indicadas, hicieron gestiones para convertirse en sedes de la misma. Todo ello sirvió
de controversia política entre el partido conservador y el liberal. La pertenencia de
González de Linares al grupo krausoinstitucionista, así como sus simpatías hacia el
partido liberal y el republicanismo hicieron que los apoyos necesarios para que los
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 205
gobiernos pusieran en marcha sus planes científicos vinieran de este lado del espectro
intelectual y político, y, como contrapartida, cosechara la animadversión del bando
contrario. Así, a las maniobras de Giner y su grupo en favor de su causa respondie-
ron los conservadores con las suyas, encabezadas por el científico Mariano de la Paz
Graells» (Nieto, 2010: 92). Sobre las actuaciones parlamentarias de Graells en relación
al Laboratorio de Santander y su director véase Nieto (2011: 100-101).
2. «Firme defensor de la teoría evolucionista de Darwin, del trabajo experimental en el
campo y en el laboratorio», destacan «sus esfuerzos, como docente, para popularizar
las ciencias positivas». Tras veintidós cursos académicos en la universidad de Barce-
lona, por R. O. 11 de octubre de 1911 consigue el traslado a la de Madrid, desde donde
continuó ejerciendo de catedrático durante otros 23 años y pudo impulsar con mayor
facilidad la creación y desarrollo del Instituto oceanográfico (Gomis, 2011).
206 JUAN PÉREZ-RUBÍN
3. En realidad, diez años antes se había consumado la primera propuesta oficial al minis-
tro de Instrucción Pública para instalar en Málaga un «Laboratorio de biología marítima
y una estación de piscifactura» [sic], con arreglo a las bases establecidas en el R. D. 14
de mayo de 1886, donde se autorizaba la creación de la Estación de Santander. Fue una
iniciativa local de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales en la sesión
ordinaria de su junta directiva del 28 de mayo de 1903 (Anónimo, 1903).
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 207
4. La primera solicitud ministerial de los profesores del MNCN para enviar naturalistas
becados a la Estación Zoológica de Nápoles está fechada el 3 de julio de 1882: «para que
estudiasen los procedimientos de pesca y conservación de animales marinos, a fin de
introducirlos aquí en España» (Barreiro, 1992: 283). Un par de años después I. Bolívar fue
uno de los tres firmantes del documento que se confeccionó «para informar al Gobierno
sobre la importancia y necesidad de enviar un naturalista pensionado a Nápoles, para
el estudio de la zoología y botánica marítima» (25 de marzo de 1884); quien a su vuelta
presentaría al MNCN «una memoria detallada de los métodos allí empleados, describiendo
minuciosamente los instrumentos, útiles, y medios de todas clases que se aplican en
los estudios de zoología marítima y en las exploraciones submarinas» [A-MNCN. Fondo
MNCN. Sección Estaciones Biológicas. Subsección Baleares (Palma de Mallorca) y Mogador.
Carpetilla «Estación de Nápoles (1882-1884)»]. En mayo de 1886 se creó en Santander la
Estación de Biología Marina «quedando en la dependencia de la universidad de Valladolid
por estar dentro de su distrito universitario y de cuya Universidad era Linares catedrático
de historia natural, y ayudante, Rioja» (Barreiro, 1992: 288).
5. En 1892 desarrolló I. Bolívar tres iniciativas significativas sobre biología marina: so-
licitó formalmente que el Laboratorio de Santander pasara a depender del MNCN y se
relacionó científicamente con el Príncipe de Mónaco, divulgando en España una parte
de sus novedosos aparatos oceanográficos y publicando su primer artículo sobre
insectos capturados en las campañas principescas. En 1901, pocos meses después
de su nombramiento para dirigir el MNCN, se aprobó un modélico Real Decreto en el
que se plasmó el interés bolivariano por fomentar el estudio de la biología marina del
litoral español, con el establecimiento de modernas Estaciones o Laboratorios coste-
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 209
10. Sin embargo en la 2ª edición del Tratado Elemental de Zoología (1895) la dedicatoria
era única: «A mi maestro el profesor del Museo de Madrid D. Ignacio Bolívar a quien
debe la zoología ricos materiales y la ciencia patria eminentes servicios. Fdo. Odón
de Buen».
11. Las cuatro conferencias del profesor de Buen en la mencionada serie impartida en el
Ateneo madrileño en 1906 fueron extractadas en el semanario masónico Las Dominica-
les, por entregas. Comenzaba el primer reportaje con una introducción del periodista
(probablemente su suegro) recordando la importancia social de la ciencia según el
ideario librepensador: «La religión mata, la ciencia es la salvadora y la redentora […].
Esa obra de exaltar la Ciencia, de poner fin á la religión, es la obra primera, sobre todas,
en nuestras sociedades católicas». Se destacó la importancia científica «mundial» de
los naturalistas del Museo: I. Bolívar («el primer entomólogo del mundo»), S. Calderón
(experto en mineralogía) e Hidalgo (malacólogo); aunque se ocultó a la opinión pública
la existencia del Laboratorio de Santander y a Bolívar («mi sabio maestro») únicamente
se le reconocía el haber propuesto y gestionado para esas sesiones la cesión de la cá-
tedra en el Ateneo. Se afirmaba que «sin el apoyo de la ciencia francesa» el proyecto de
212 JUAN PÉREZ-RUBÍN
Odón de Buen hubiera sido imposible, pues no tuvo apoyo del Estado, ni de «los medios
universitario y social», encontrándose «en medio de la indiferencia, cuando no de la
hostilidad oculta general, de envidia […]. Entre ese medio ha tenido que desplegarse la
actividad vertiginosa de Odón de Buen para llegar a tan preciosa conquista» (Anónimo,
1906a). La segunda conferencia versó sobre «las zonas litorales y principalmente acerca
de los Laboratorios biológicos que se han establecido por todas partes para el estudio
de esas zonas litorales y de los animales que en ellas viven». Comenta que inauguró
«oficialmente en 1893» sus viajes con alumnos al Laboratorio Aragó y «desde entonces,
cada año, y algunos años dos veces, legiones de estudiantes de mi cátedra de zoología,
acuden a Banyuls a estudiar las formas de los animales marinos con los ejemplares a la
vista, y a saturarse de aquel ambiente de ciencia pura» (Anónimo, 1906b).
12. Citaba párrafos de sus conferencias en el Ateneo: «Hace poco el ministro de Instrucción
Pública me honró con la comisión de organizar el Laboratorio». Agregaba: «En el año
presente el ministerio de Fomento ha consignado una subvención para iniciar el cul-
tivo de animales marinos útiles y el de Instrucción Pública ha confiado al Laboratorio
la dirección y organización de excursiones biológicas por las costas africanas entre
Chafarinas y Ceuta y por el estrecho de Gibraltar». Sobre el laúd Ignacio Bolívar: «lleva
el nombre del ilustre director del MNCN de Madrid, propulsor principal en España de
los estudios zoológicos» (O. Buen, 1908: 6, 10-11, 32).
13. (Sánchez, 1908). No se cita al pionero Laboratorio santanderino, el único maestro de
Odón de Buen fue Lacaze-Duthiers («eminente sabio francés que fue fundador y direc-
tor de los Laboratorios de Roscoff y de Banyuls, maestro del Sr. de Buen e inspirador
de la fundación del de Baleares») y se oculta su dependencia administrativa del MNCN.
Aunque, al menos, se cita colateralmente al director de ese Museo, con cuyo nombre
se ha bautizado a una embarcación menor («El Ignacio Bolívar, un laúd de airoso y
elegante porte») y se le reconocen sus méritos en entomología y biología (no se acla-
ra que marina): «otro sabio naturalista […], eminente entomólogo español, director
actual del MNCN y tesorero de nuestra Sociedad [RSEHN], y a quien corresponde parte
importantísima en la creación de las estaciones ó laboratorios biológicos de España».
Del investigador José Fuset («catedrático del Instituto de aquella ciudad y ayudante del
Laboratorio biológico») se menciona que se formó en el laboratorio galo de Aragó y se
omite que su formación científica marina comenzó en Santander y fue muy completa
(cursos de 1892-1893 y 1894-1895).
14. Archivo del MNCN. Signatura: ACN0274/009 (Madrid., 11 de septiembre de 1906).
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 213
15. También se agradecían las gestiones de Ignacio Bolívar para su nombramiento, junto
con el profesor Fuset, para constituir la comisión «que había de estudiar y proponer
al Gobierno las condiciones en que podría fundarse» el nuevo laboratorio marino en
Baleares. Proponía que cuando se estableciera este los envíos biológicos marinos «para
las cátedras y laboratorios de Madrid, podrá hacerse regularmente, sin dificultad».
Terminaba con sus agradecimientos a los directivos franceses (a Pruvot y Racovitza: «el
desinteresado e importantísimo concurso qué han prestado á mis conferencias, como
hace años prestan á mis lecciones en la universidad de Barcelona, y a mis estudios de
Biología marina») y con una relación taxonómica de la colección recibida. El Sr. Artigas
terminaba felicitando al conferenciante (Anónimo, 1906b).
214 JUAN PÉREZ-RUBÍN
20. «Se trató ayer en el Congreso este asunto, que es de un gran interés patriótico y cientí-
fico, y no puedo dejar de hablar, puesto que en la otra Cámara se me aludió diferentes
veces» [Diario de Sesiones n.º 181 (30 de marzo de 1908): 3800].
21. Sobre la interpelación frustrada de D. Odón de Buen en el Senado: «El señor de Buen
siente la añoranza de la deliciosa residencia que por benignidades de este Gobierno
le costea el Estado en las Baleares, con el nombre de Laboratorio de Biología Marítima,
y sintió ayer curiosidad por saber cuándo van a cerrarse las Cortes para comenzar
el descanso. Por más aldabonazos que dio en las puertas de las minorías, ninguna le
respondió. Es natural: por mucho que sea el convencionalismo en que vivimos, ¿cómo
no comprender lo absurdo de esta novedad de que una oposición democrática pida
al Gobierno que cierre las Cortes y que gobierne fuera de ellas y a sus anchas? [La
Época, n.º 20.686 (26 de mayo de 1908: 1)]. Para defenderse en la tribuna el director
en Mallorca solicitó al día siguiente al ministro que aclarara «si ha tenido con él, como
director de dicho Laboratorio, alguna clase de benignidades» [Diario de Sesiones n.º
210 (27 de mayo de 1908): 4589-4591].
22. «No hemos de volver sobre el incidente que suscitó ayer el Sr. D. Odón de Buen en el
Senado, molesto por una frase incidental de un artículo nuestro, que el Sr. de Buen,
siguiendo la rutina establecida, atribuyó a persona que hoy no colabora con nosotros
en las tareas periodísticas. El director de La Época no se hallaba en la alta Cámara, y
no pudo recoger la alusión del senador republicano; pero si hubiera estado presente,
habría dicho, seguramente, lo mismo que en ocasión semejante expuso el director de
El Imparcial en el Congreso: que como senador, respondía en el Senado de sus actos
parlamentarios, y como periodista, en el periódico de los juicios contenidos en el
mismo […]. El Sr. D. Odón de Buen tomó por lo trágico una sencilla frase. ¡Que piel
tan fina tienen los señores de la oposición, y que poco se acuerdan de estas suscepti-
bilidades cuando atacan a sus adversarios!. Y el señor de Buen presentó las cosas de
suerte que parecía que hace un señalado favor y casi una limosna al Estado figurando
al frente del consabido Laboratorio. Según él, este Centro científico debe muy poco
al Estado; pero según el Presupuesto el Estado paga por este concepto anualmente
27.000 pesetas, que se descomponen en esta forma: gratificación al director (D. Odón
de Buen): 1.500. Al mismo, por indemnizaciones de viaje: 1.000. A un ayudante: 2.000.
A otro: 1.000. Al conserje: 1.000. Jornales de marineros: 500. Para gastos de instala-
ción y sostenimiento: 10.000. Para gastos de material y dietas al personal encargado
de las investigaciones biológico-marinas en África: 10.000. Total = 27.000 pta. Esto
es lo que lo cuesta al Estado ese Centro, que el señor de Buen presentaba ayer como
sostenido por la munificencia de la Universidad de París, o poco menos, y esta es la
única rectificación que hemos querido hacer, para dejar a salvo el buen nombre del
216 JUAN PÉREZ-RUBÍN
Estado español y las buenas pesetas que paga» [«El señor De Buen y el Laboratorio de
Baleares». La Época n.º 20.688 (28 de mayo de 1908: 1)].
23. «Memoria sobre presupuestos para 1910. Enseñanza Superior». Gaceta de Instrucción
Pública y Bellas Artes, n.º 940 (15 de mayo de 1909): 1564-1565.
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 217
24. «El Laboratorio de Baleares no cuenta actualmente con los medios indispensables
para una labor continuada, metódica. Hace falta, ante todo y sobre todo, un barco de
vapor de pequeño porte que tenga instalados los aparatos necesarios y disponga de la
maquinaria auxiliar para su uso. No obstante, [...] trabajaremos con los medios de que
dispongamos, en la seguridad de que nuestras investigaciones han de ser interesantes,
y aun diré necesarias, dada la posición estratégica que ocupamos en el Mediterráneo.
El mundo científico tiene derecho a exigirnos el estudio concienzudo y detenido de
nuestras costas, para que no pueda afirmarse, con motivo, que no contribuimos al
progreso científico y nos limitamos a ser clientes de la cultura mundial» (O. Buen,
1910: 281-282).
25. Era un acuerdo internacional discutido por los delegados de diferentes países me-
diterráneos (directores de laboratorios marinos), por el que se acordaba centralizar,
coordinar y sincronizar, en el Instituto Oceanográfico de Mónaco, las observaciones
conjuntas de interés general a realizar en la zona litoral mediterránea por el Labora-
torio de Mallorca y los otros doce centros costeros extranjeros existentes entonces
en el área. Las bases del referido Acuerdo incluían estudios regionales de carácter
general (confección de cartas batimétricas y litológicas, y estudio de las condiciones
hidrológicas) y biológicos (identificación y distribución geográfica de los seres vivos),
así como diferentes aspectos relativos a las publicaciones científicas resultantes. Final-
mente se conseguiría que «siendo idénticos el objeto, los métodos y los instrumentos
empleados, los resultados obtenidos sean comparables».
218 JUAN PÉREZ-RUBÍN
26. Joaquín González-Hidalgo era zoólogo del MNCN y Adolfo Navarrete un marino militar
naturalista, formado en la Estación Zoológica de Nápoles y autor de los primeros tex-
tos españoles de oceanografía y biología marina. A última hora, por enfermedad del
presidente de la delegación española nombrado inicialmente (el embajador en París),
le sustituyó O. de Buen en el cargo por su calidad política de senador, como cuenta
él mismo en sus Memorias (O. Buen, 2003: 114); y no por sus méritos de investigador
marino, todavía escasos. Estuvo ausente en las dos reuniones científicas posteriores: a
la de la Comisión Internacional para la Exploración del Mediterráneo del día siguiente
(30 de marzo de 1910: no fue convocado, únicamente participó A. Navarrete) y en
la del 1 de abril, donde los directores de Estaciones marinas concretarían el citado
Plan común de investigaciones en el Mediterráneo, O. Buen delegó la asistencia en su
colega L. Joubin.
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 219
29. I. Bolívar y J. Arias le dedican a Odón de Buen en 1914 un par de nuevas especies de
insectos africanos, y A. Caballero una fanerógama herborizada en las proximidades de
Melilla. Ese año se creó el Laboratorio de Biología del MNCN, dirigido por el Antonio
de Zulueta Escolano (González Bueno y Gomis Blanco, 2001: 102 y 315).
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 221
30. Durante ese último bienio lectivo (1919-1920) C. Arévalo organizó durante el curso «el
laboratorio de Hidrobiología del Museo, que ha quedado provisionalmente instalado
en una pequeña habitación del piso alto» y desde diciembre de 1921 comenzó a dis-
frutar de pensiones en Laboratorios hidrobiológicos extranjeros (JAE, 1922: 63 y 173);
incluyendo experiencias en la investigación pesquera continental y el acrecentamiento
del Laboratorio Hidrobiológico del MNCN (JAE, 1925: 214-215).
222 JUAN PÉREZ-RUBÍN
31. El asunto espinoso había comenzado en la prensa periódica de Galicia en los días 7 y
25 de julio de 1916, con un artículo inicial de Sobrino en La Correspondencia Gallega
(«Fenómeno curioso. La coloración de la ría») y réplica de O. de Buen en el Faro de Vigo
(«Fosforescencia y color de las aguas»).
224 JUAN PÉREZ-RUBÍN
32. En diferentes entregas cuantificaron los resultados obtenidos por ocho especialistas:
Bouvier, Bedot, Gravier, Malaquin, Carin, Herouard, Joubin y Pruvot.
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 225
33. A-MNCN. Fondo MNCN. Sección Estaciones Biológicas. Subsección: Santander-1. Carpeti-
lla: «Correspondencia de Odón de Buen con Ignacio Bolívar». Carta personal de Odón de
Buen sin membrete (Madrid, 2 de junio de 1917): «Querido D. Ignacio: lamento vivamente
los términos de injusticia y violencia de su carta. Tengo la conciencia tranquila […]. He
visto con profundo disgusto formarse una leyenda de guerra del Museo en derredor
de cualquiera de mis iniciativas, de cualquiera de mis trabajos, y he sufrido las conse-
cuencias sin darme por advertido porque estaba de por medio la personalidad de Ud.
y tenía la esperanza de que su clara inteligencia, las constantes pruebas de afecto que
estaba dispuesto a darle, acabarían con la intriga. Voy temiendo que sean inútiles mis
esfuerzos y mi silencio. Continuaré tranquilo mi labor, la creo inspirada en el servicio
de la ciencia, en el interés de mi país, y la defenderé con todas mis fuerzas.
Mucho sentí no verme acompañado de Ud. más he de sentir verme combatido. No perderé
la esperanza de que Ud. se convenza algún día de la nobleza de mis propósitos (que
226 JUAN PÉREZ-RUBÍN
ningún hecho pueda desmentir en cerca de 40 años de trato) y de que juntos podamos
colaborar a la mayor grandeza de su intensa labor científica, perfectamente compatible
con la mía más modesta. Es siempre suyo su invariable amigo. Odón de Buen».
34. Pidió constaran cuatro matizaciones. El principal argumento en la 3ª: que en la sepa-
ración estuvo de acuerdo el director de Santander, pues tomó posesión del cargo de
jefe de sección del IEO el 16 de junio de de 1914.
35. La cuestión se resolvió por mayoría: 35 votos a favor (incluyendo los de C. Bolívar, J.
Cuesta, F. Ferrer, E. Rioja y H. Obermaier) y 4 abstenciones (los hermanos Fernando
y Sadí de Buen, Díaz del Villar y Pérez Zúñiga). Se hizo constar que contaban con el
apoyo del ayuntamiento y diputación de la capital cántabra, cuyos representantes
escribirían al Gobierno para intentar evitar la cesión al Instituto oceanográfico.
36. A-MNCN. Fondo MNCN. Sección Estaciones Biológicas. Subsección: Santander-1. Car-
petilla n.º 3: «Expediente de creación del IEO, Informe». Escrito del Director del MNCN
al ministro de Instrucción Pública (8 de junio de 1917): «Las R.O. de 19 y 21 de mayo
de 1917, al dar confirmación a lo dispuesto por el R. D. 18 de abril de 1914 que no
fue tenido en consideración por las Cortes al formar los Presupuestos para 1915 y
que reunía bajo la denominación de «Instituto Oceanográfico» la Estación de Biología
Marina de Santander y los Laboratorios de Biología de Baleares y de Málaga que venían
dependiendo de este Museo, han privado al mismo de todo medio de investigación di-
recto de la fauna y flora marinas, cuyos únicos estudios en España casi en su totalidad
fueron hechos por pensionados del Museo en la referida Estación […]. Si la Estación de
Santander ha de quedar agregada al nuevo Instituto, desviándola del objeto para que
fue creada, fuerza será que el Museo se ocupe en gestionar la fundación de un nuevo
Laboratorio marino para sus estudios, pues ha de tenerse en cuenta que el referido
Instituto no puede monopolizar los estudios biológico-marinos y que su misión es
otra muy distinta a la biológica, a la cual solo podrá prestar atención por modo muy
secundario […]. [Solicita] que la Estación de Santander sea reintegrada al Museo «como
sección del mismo».
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 227
pocos días después carta del propio Santiago Ramón y Cajal como
presidente de la JAE (11 de junio de 1917) adjuntando el informe de
Bolívar fechado tres días antes:
Si la Estación de Santander ha de quedar agregada al nuevo Insti-
tuto derivándola del objeto para que fue creada, fuerza será que el
Museo se ocupe en gestionar la fundación de un nuevo Laboratorio
marino para sus estudios, pues ha de tenerse además en cuenta que
el referido Instituto no puede monopolizar los estudios biológico-
marinos y que su misión es otra muy distinta de la biológica [...].37
Por el otro bando, una semana más tarde recibiría aquel ministro
carta de Odón de Buen (18 de junio de 1917) con sus argumentos:
Como temía han comenzado los ataques a este Instituto. Leo que la
Sociedad Española de Historia Natural ha pedido o va ha (sic) pedir que
se separe del Instituto de Oceanografía el Laboratorio de Santander y
se una al Museo de Ciencias Naturales [...]. La Sociedad referida es una
persona [¿I. Bolívar?] que mantiene y maneja el grupo asistente a las
menguadas sesiones (30 personas de 300 socios). Pero la petición es
infundada y es agresiva [...]. El Museo [...] constituye un cacicato noci-
vo para la moral universitaria; su esfera de acción es pobre, mezquina;
cultiva un compadrazgo reñido con la justicia; allí no podemos tener
acceso los que no somos devotos de su ídolo [...]. Si Ud. quiere más
detalles, llámeme y hablaremos del caciquismo científico en la Junta
de Pensiones, en el Museo y en el Consejo de Instrucción Pública.38
En la siguiente sesión de la RSEHN (4 de julio de 1917) se insistió
en el asunto. I. Bolívar afirmaba que J. Rioja no se incorporó realmente
al IEO como jefe de sección: «puesto que ha seguido figurando hasta
ahora como director de aquel establecimiento y percibiendo los habe-
res que por el cargo le correspondían». Otros 36 socios se adhirieron
entonces al referido anterior acuerdo negativo de la Sociedad sobre
el IEO39 y dos comisiones en contra de la absorción administrativa
visitaron independientemente a dicho ministro: una por delegación
45. Anónimo (1917d). «Sesión de la RSEHN del 5 de noviembre». Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat.,
7: 505.
46. «Reproducción autográfica de la firma de las personas que han contribuido a la publi-
cación de este homenaje» (Cazurro, 1921: 153-179).
47. «Odón de Buen era uno de los más antiguos y más queridos discípulos que había
tenido Bolívar: catedrático de la universidad de Barcelona, entusiasta propagandista
de las ciencias naturales, político de ideas avanzadas, orador brillante, trabajador
infatigable, había logrado alcanzar en su cátedra un verdadero prestigio. Esto, unido
a su innegable don de gentes, le abrió de par en par las puertas de los laboratorios
franceses, especialmente el de Banyuls [...]. Tales estudios especializaron al señor de
Buen en la biología marina, y le llevaron más adelante a gestionar el establecimiento
del laboratorio de Baleares» (Cazurro, 1921: 84).
48. O. Buen (1914a). Tambien informaba de que se había constituido una oficina central de
dicha CIESM (O. de Buen fue elegido vocal y su hijo Rafael uno de los tres secretarios)
230 JUAN PÉREZ-RUBÍN
50. A-MNCN. Fondo Personal Científico: Rafael y Odón de Buen. Caja P-44. Carta de Fernan-
do de Buen, desde el IEO-Madrid (Alcalá, 31, membrete: «El jefe de Biología, particular»),
a José Rioja (27 de enero de 1930). Adjunta al catedrático la solicitud presentada y
resumen «de la documentación en que me baso [...]. A su claro juicio resaltará segura-
mente, que en el día en que finó el plazo para presentar las solicitudes, los méritos míos
eran notoriamente superiores a los de mi contrincante […]. Esperando de su rectitud,
queda incondicionalmente a sus órdenes se muy afmo. Ss. Fernando de Buen».
51. Continúa sin citar los antecedentes del pionero Laboratorio de Santander y los orígenes
de los estudios marinos españoles los retrasa hasta sus primeras excursiones escolares
a Banyuls (dice que en diciembre 1892 fue su primera excursión a Banyuls con 25 esco-
lares). Campañas del Roland desde Banyuls al cabo de Creus. El Laboratorio de Mallorca
lo creó en noviembre de 1906 el catedrático y ministro Amalio Gimeno. «Llegamos a
enero de 1918 viendo funcionar al IEO, institución creada en abril de 1914, pero sin
virtualidad real por falta de consignación en los presupuestos […]. Al comenzar a
funcionar el Instituto lo hizo falto de los medios económicos necesarios, puesto que
sus consignaciones son las mismas de los antiguos Laboratorios de Santander, Baleares
y Málaga, dependientes de nosotros. A pesar de la escasez de medios se organizó en
noviembre de 1918 el I Congreso Nacional de Pesca Marítima, con halagador éxito […
la próxima] Conferencia internacional para la Exploración del Mediterráneo [CIESM],
que ha de celebrarse en Madrid el 19 de noviembre».
232 JUAN PÉREZ-RUBÍN
opinión pública de que es el único del país, pues no cita a los tres
consolidados del IEO (Santander, Mallorca y Málaga) ni sus amplias
campañas oceanográficas realizadas, afirmando hipócritamente: «que
a tan gran altura han llegado [los Laboratorios marinos] en otros
países y que desgraciadamente en el nuestro no han arraigado aún»
(E. Rioja, 1920: 6). Esa excursión de biología marina de Rioja a Valencia
fue divulgada en el Boletín de la RSEHN por M. Ferrer Galdiano, al
reseñar la publicación resultante (Ferrer, 1920).
Esa última falsa situación fue otro de los repetidos tópicos de O. de
Buen, quien señalaba el supuesto «abandono secular de los estudios
marinos en España» incluso en su tardía conferencia de diciembre de
1917 en Barcelona (Los estudios oceanográficos en general y particu-
larmente en España).52 Cuando precisamente, la puesta en valor de
esas investigaciones había llevado ese mismo año a la creación de una
sección oceanográfica por la Junta de Ciències Naturals en esa ciudad
y el desarrollo del proyecto de creación de un Instituto Oceanográfico
Catalán, que fue hecho público dos años después. Propuesta que su
«oponente» institucional., E. Rioja, se apresuró a valorar muy positi-
vamente y le daría la oportunidad de obviar, nuevamente, la existencia
del IEO (E. Rioja, 1919).53
Esa actuación de Rioja estaba motivada por los planes prioritarios
del MNCN, desde 1917, dirigidos a intentar crear un laboratorio coste-
ro propio para desarrollar sus particulares líneas de investigación en
biología marina. Tarea personal que comenzó a ejecutarse en 1920,
cuando se intensificaron los estudios sobre la materia, con cursillos
de primavera en el propio Museo madrileño (marzo-mayo) y estivales
52. Discurso resumido en el diario barcelonés La Vanguardia (23 de diciembre de 1917: 21).
53. E. Rioja mostraba su satisfacción con la propuesta de creación de un Instituto ocea-
nográfico catalán independiente en Barcelona, proyecto divulgado en el folleto de A.
Falguera, J. Vilaseca y J. Maluquer recientemente editado (Projecte de Institut Ocea-
nogràfic de Catalunya). Rioja olvidaba al IEO y a sus dos laboratorios mediterráneos:
«la importancia y desarrollo que estas entidades tienen en otros países y la necesidad
de hacer algo análogo en el nuestro. La importancia, cada vez mayor, de Barcelona y
su privilegiada posición en el Mediterráneo, hacen de absoluta necesidad la creación
de un centro como el proyectado, donde se realicen trabajos de investigación y de
divulgación de la compleja ciencia oceanográfica […]. No podemos por menos de
felicitarnos de que en Cataluña surja tal Instituto, que permitirá aumentar nuestros
conocimientos acerca de la fauna marina de las costas mediterráneas de España». No
llegó a crearse tal Instituto.
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 233
54. Carta de O. Buen a la JAE (15 de enero de 1921): «Oficiosamente, el director que suscri-
be, se ha enterado de los propósitos de la Junta de su digna presidencia, encaminados
a establecer en la Ría de Marín un Laboratorio de Biología Marina […]. Veo el peligro
seguro de un inútil consumo de energías y el menosprecio que hace un organismo
del Estado de los esfuerzos y de los éxitos obtenidos en iguales empeños por otros
organismos a quienes las disposiciones vigentes tienen confiados esos servicios […].
El IEO ha de crear, cuando disponga de consignación en los presupuestos (mejor aun,
cuando tenga material y personal suficiente) un Laboratorio en Vigo». Seguidamente
ofrecía a la JAE los servicios del IEO «sin traba alguna, con todo género de facilidades.
Nunca puse obstáculo alguno, aunque mis frecuentes ofrecimientos fueron desecha-
dos». Termina el escrito ofreciendo al MNCN y a la JAE sus laboratorios oceanográfi-
cos (de Mallorca, Santander y Málaga) y las campañas propias para la recolección de
especímenes y muestras de estudio (Dosil, 2007: 185-186).
55. JAE, 1925: 217.
56. A-MNCN. Fondo MNCN. Sección Estaciones Biológicas. Subsección: Estación de Marín.
Expediente del 1 de octubre de 1930, con los planos: «Proyecto de Estación Marítima
de Biología en Marín, para el Museo Nacional de Ciencias Naturales». Arquitecto D.
Juan Argenti. Documento n.º 2. Planos. Fachada. Plantas. Escala 1: 100. Pontevedra.
234 JUAN PÉREZ-RUBÍN
Biología de Marín, creada por la JAE para el servicio del MNCN» (J.
Rioja, 1933a, 1933b). Tendría una vida efectiva efímera, de 1932 a
1935, por las negativas circunstancias político-económicas. En otros
artículos tardíos de investigación publicados en el Boletín de la SEHN
si se reconocía abiertamente su carácter marítimo: «Estación de Bio-
logía marina [sic] del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Marín,
Pontevedra» (Osorio, 1935).
También se han desvelado otras consecuencias del abierto enfren-
tamiento del fundador del IEO con la RSEHN: paradójicamente apoyó
de forma decisiva para que su competidora, la zaragozana Sociedad
Ibérica de Ciencias Naturales (SICN), liderada por el jesuita Longinos
Navas (1858-1938), pudiera constituir formalmente su sección en
Madrid durante diciembre de 1920, cediendo la sede del IEO para sus
reuniones (Casado, 1997).57 Aunque Bolívar se jubiló aquel año, al
cumplir la edad reglamentaria de los 70 años, por su gran prestigio y
capacidad de liderazgo pudo continuar en activo en diferentes pues-
tos, tanto académicos como relacionados con la política científica.
Recordemos que fue uno de los fundadores de la SEHN y de la JAE
(vocal desde 1907 y su presidente desde 1935), director del MNCN
(organizador de cursos de biología marina), consejero de Instrucción
Pública y catedrático de la universidad Central.
Por otro lado, el fundador del IEO describe en sus Memorias los
ataques que recibieron él y su organismo desde casi todos los flancos:
por la campaña del Museo en contra tuvo grandes dificultades para el
reclutamiento de personal., el también ambiente hostil que encontró
en el ministerio de Instrucción Pública58 y entre una parte de sus
57. Paradójica «fue la ayuda que recibió la nueva Sección de Madrid [de la SICN] de Odón
de Buen, quien les cedió los locales del IEO para reunirse. El apoyo de Odón de Buen,
que por su ideología radical estaba en las antípodas del padre Navás pero que se
había enfrentado también a la RSEHN». El presidente de la citada Sección era Hugo
Obermaier «ahora distanciado del MNCN debido a polémicas científicas y personales
con Hernández-Pacheco» (Casado, 1997: 289).
58. «Es justo, legítimo, que haga yo constar que me cerraron las puertas de aquellos centros
oficiales que pudieron y debieron facilitarme la elección y el entrenamiento personal.
El Instituto [...] decían a los pretendientes —es una locura de Odón, no podrá pros-
perar y os encontrareis colgados; aquí podéis aseguraros puestos en organizaciones
antiguas, seguras, indestructibles—. Y de paso, para facilitar el éxito de la profecía se
atacaba al naciente Instituto en sus cimientos, se acudía a los ministerios para mermar
sus atribuciones y se hacia todo lo difícil posible la carrera de los jóvenes que venían
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 235
7. La posguerra
61. Decreto del 7 de dicembre de 1935: Dictando normas para el aprovechamiento de los
animales marinos y repoblación de las costas. Se organizaba «este servicio dentro del
Instituto Español de Oceanografía, que ya ha obtenido en este problema resultados
alentadores, racionalizando el cultivo de los mejillones para nutrir el parque estable-
cido en el puerto de Barcelona, creando nuevos viveros de experiencias en Santander
e iniciando el estudio para emplazar otros en la ría de Vigo y en los Alfaques del Ebro
[…]. El jefe del Dpto. de Biología del IEO ejercerá la inspección técnica y jefatura del
servicio de repoblación, cuyos viveros centrales son los ya establecidos en Santander.
Para los nuevos viveros (de peces, crustáceos y moluscos) y campos de algas que se
establezcan se formarán previamente al necesario personal técnico (Capataces de
cultivos marinos) durante, al menos, un año de trabajos prácticos […]. Las Comisiones
reguladoras someterán sus acuerdos al director del IEO, quien resolverá los recursos
que contra tales acuerdos se establezcan (Art. 7º). Los concesionarios pagarán un
canon que el IEO aplicará preferentemente a la repoblación litoral, etc.
62. El Sol, n.º 5567 (27 de junio de 1935): 4.
63. Como nuevo director Pedro de Novo y Fernández-Chicarro (1884-1953, hijo del marino
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 239
militar homónimo) y subdirector el sacerdote Filiberto Díaz Tosaos (Navas, 2007: 314).
64. A-MNCN. Fondo MNCN. Sección Fondo Estaciones Biológicas. Subsección Estación de
Marín. Carpetilla «Año 1939»: Cartas del director del Museo al vicepresidente del
Instituto de España (28 de mayo de 1939). Proyecto de Decreto de absorción del IEO
(29 de mayo de 1939) por el Museo de Ciencias Naturales.
65. Navas, 2007: 314.
66. A-MNCN. Fondo MNCN. Sección Fondo Estaciones Biológicas. Subsección Estación de
Marín. Documentos varios.
240 JUAN PÉREZ-RUBÍN
67. Revisamos las defunciones de los naturalistas que tuvieron relación con la biología
marina. En el Boletín de 1937 se da cuenta del fallecimiento de los consocios P. Agus-
tín Barreiro Martínez y Manuel Loro Gómez del Pulgar. En el correspondiente al año
1941 (Boletín nº 39) se detallan los socios difuntos en las categorias de «asesinados»,
«muertos en el frente» y «fallecidos»; apareciendo en esta última categoría Francisco
Aranda Millán y Juan Carandell y Pericay.
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 241
Agradecimientos
Tres pilares de las ciencias marinas españolas hasta 1905. Arriba: la Estación
Zoológica de Nápoles, donde se formaron Augusto González de Linares y José Rioja,
fue inspiradora de la Estación de Santander (inaugurada en 1889). Centro: El joven
catedrático Odón de Buen en Barcelona cuando los disturbios universitarios de 1895,
su reconocimiento académico al año siguiente a sus maestros Ignacio Bolívar y Henri
Lacaze-Duthiers, y su encuentro de 1903 con los científicos franceses del Laboratorio
Aragó en el buque ‘Roland’. Abajo: primera divulgación española de material de
prospección oceanográfico-pesquera del príncipe de Mónaco (por Bolívar en 1891) y
reportaje sobre las investigaciones del soberano en la revista Blanco y Negro (1905).
[Imágenes extraídas de: http://hemerotecadigital.bne.es, el Tratado Elemental de
Zoología de O. de Buen (1896) y http://hemeroteca.abc.es].
EL COMBATE POR EL LIDERAZGO INSTITUCIONAL DE LAS CIENCIAS MARINAS… 243
Bibliografía
La idea de que la ciencia era una vía de superación de las luchas fra-
tricidas era compartida por algunos sectores para los cuales Einstein
era todo un símbolo. Einstein contestó agradecido, pero aprovechó
la ocasión para reivindicar a la comunidad científica en su conjunto:
una respuesta al discurso que Blas Cabrera iba a pronunciar, ese mis-
ma tarde, en la Academia de Ciencias. Al inicio de la misma el propio
rey le entregó el Diploma de Académico Corresponsal Extranjero como
miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en
una ceremonia que reunió toda la pompa habitual en estos actos. En el
momento de la recepción de Einstein, eran veintinueve los correspon-
sales extranjeros nombrados. Debió existir una buena química entre
el monarca y el sabio, ya que el miércoles 7 es recibido en el Palacio
Real por el monarca en compañía de la reina madre.
Ese mismo día para gran regocijo de los medios y el público en
general., y durante una velada en casa de los marqueses de Villavie-
ja, Einstein y el violinista Antonio Fernández Bordas improvisaron
un concierto que llenó de comentarios los medios escritos del día
siguiente.
El día 5 tiene lugar a primeras horas de la tarde, la reunión con
los miembros de la Sociedad Matemática Española. La reunión fue
muy especial., pues es en el seno de esta institución que junto con el
Laboratorio y Seminario Matemático que creó la JAE en 1915 bajo la
dirección de Julio Rey Pastor, es donde se concentró el pensamiento
relativista en Madrid. La reunión está bien documentada y sin embargo
hay pareceres encontrados sobre la hora de terminación, pues para
unos es cuando, inmediatamente antes de la segunda conferencia en
la Universidad, Einstein visita a Ramón y Cajal., cosa poco creíble,
dado que las conferencias comenzaban habitualmente a las seis de la
tarde, y para otros, la visita tendría lugar a las ocho y media, después
de la misma. No se sabe quién es la persona que le acerca a la casa
de Cajal., para unos podría ser el propio Blas Cabrera presente en la
conferencia de la Sociedad Matemática y amigo personal de Cajal.,
o bien su familiar Kuno Kocherthaler con el que había almorzado
esa mañana y que pudo acompañarlo a la conferencia de la Sociedad
(Montes-Santiago, 2006). En cualquier caso la visita necesariamente
tuvo que ser muy breve, dado el compromiso que tenía con esa se-
gunda conferencia sobre la relatividad general en la universidad, o
por lo avanzado del día en la segunda hipótesis.
En esa época don Santiago empezaba a notar los efectos de la edad
y principalmente a sufrir sus problemas de sordera como recoge en
diversos pasajes de su obra «El mundo visto a los ochenta años»:
EINSTEIN / RAMON Y CAJAL: EL ENCUENTRO QUE PUDO SER Y… 259
…será mejor que meditemos en esta ocasión sobre cuáles son las
fuerzas interiores que nos impulsan a la investigación científica y
nos conducen a resultados positivos y cómo los apreciamos. A mi
juicio, la contestación a estas preguntas será muy distinta según
el temperamento del investigador. El ideal de todos es el dominio
intelectual más completo de todas las diversidades conocidas empí-
ricamente por medio un sistema de conceptos genéricos aplicados lo
más uniformemente posible. Pero la tendencia de algunos se dirige
con preferencia al cabal conocimiento de las diversidades, y la de
otros, a la unificación de la Ciencia. Yo pertenezco a los represen-
tantes más extremos de esta última tendencia. El hecho aislado no
me interesa más que en relación con el sistema fundamental de las
ideas. Lo mismo me sucede en todos los órdenes. Esta parcialidad
del interés que brota de una fe profunda, casi religiosa, en la unidad
262 ILDEFONSO BONILLA MANGAS
Yo he sabido por mi madre que era él, precisamente, quien todos los
domingos despertaba a sus hijas para que fueran a misa, porque, según
decía, él podía estar equivocado y quería que sus hijas fueran creyentes.
La mecánica cuántica sin duda resulta imponente. Pero una voz inte-
rior me dice que eso no es todavía lo real. La teoría dice mucho, pero
en realidad no nos acerca en absoluto a los secretos del Viejo. Sea
como fuere, yo estoy convencido de que Dios no juega a los dados.
Conclusiones
Bibliografía
Agradecimientos:
SANTOS CASADO
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
Introducción
La disputa , 1924
Porque la Naturaleza es más sabia que los que con ella queremos
rozarnos, y así, mientras unos sabios de los Estados Unidos giran a
otros sabios de aquí remesas de Schedius (Him. Encírtido), para que,
si se aclimatan, hagan puestas sobre las masas de huevecillos que la
Lymantria fija en las encinas de El Pardo, nuestra antigua conocida la
Xylodrepa quadripunctata del centro de Europa, a la chita callando,
ha destacado una fuerte colonia, que se ha instalado en el robledal
de la Herrería (Escalera, 1924a: 273).
«Madrid, 3-VI-l924.
Sr. D. Manuel Aulló.
Mi distinguido amigo:
Como habrá usted visto por mi nota de mayo que he tenido la suerte
de comprobar la existencia en El Escorial de un viejo enemigo de
la Lagarta, tengo el honor de remitirle el adjunto modelito, copia
del natural., por si pudiera convenir para su Centro su adquisición
en los mismos términos que lo hacen la Estación de Patología de la
Moncloa y el Laboratorio del Museo, en 40 pesetas.
Si deseara usted más datos de la captura, estoy siempre a sus órdenes.
No tiene Tamaño
288 SANTOS CASADO
No tiene Tamaño
290 SANTOS CASADO
Profeta en Argelia
Lucha biológica
Bibliografía
Resumen
Se describen las discrepancias surgidas en el terreno de la Entomología
Forense entre los expertos requeridos por la Justicia con ocasión del ha-
llazgo de unos huesos humanos en un arrabal de Madrid en 1928.
Introducción
1. Estimamos que el presente trabajo ha permitido una correcta interpretación de los do-
cumentos del expediente, difícil de catalogar hasta ahora en ausencia de la información
complementaria de que disponemos en estos momentos. La relación completa de los
documentos de este expediente se ofrece al final del apartado de Bibliografía. En este
trabajo, las referencias a cada uno de ellos se dan abreviadas (por ejemplo, ACN doc. 13).
308 ISABEL IZQUIERDO MOYA & CAROLINA MARTÍN ALBALADEJO
Los hechos
Fig. 1. Plano del proyecto del Ensanche de Madrid (Castro, 1860), en el que
se ha señalado la zona en que ocurrieron estos sucesos. Obtenido de Anónimo,
Ayuntamiento de Madrid (2010).
310 ISABEL IZQUIERDO MOYA & CAROLINA MARTÍN ALBALADEJO
El Debate
Solo pasan cuatro días desde que la prensa informa del hallazgo de
unos restos óseos humanos en los desmontes de Cea Bermúdez y ya
el público recibe información de la importancia que pueden tener los
insectos en el esclarecimiento del caso. A primeros de marzo, el doctor
Maestre, presidente como hemos indicado de la Comisión médico-
legal encargada de informar sobre las muestras óseas, realiza las
primeras declaraciones a la prensa indicando que mediante el estudio
316 ISABEL IZQUIERDO MOYA & CAROLINA MARTÍN ALBALADEJO
No tiene
Tamaño
Tres semanas más tarde, las respuestas son presentadas por el Sr.
Maestre al juez, y también a la prensa (véase por ejemplo La Libertad,
19/05/1928). En ellas la Comisión ratifica sus propias opiniones:
Los informes
6. Note el lector que el Naturalista no vuelve a aparecer en escena… ¿cabría pensar que
cansado de inexactitudes y vaguedades, y no queriendo verse inicialmente implicado
en tan enrevesado asunto, estuviera Bolívar tras el anónimo personaje?
DEBATE EN TORNO A UNAS MOSCAS O DE CÓMO LA CIENCIA… 323
No tiene Tamaño
Respecto a los otros dos informes, que entendemos son los funda-
mentales para entender la posición de los médicos, disponemos por
suerte de los originales de las copias enviadas por el juez a Cándido Bo-
lívar, que forman parte del expediente del caso conservado en el MNCN.
El primero de los dos documentos de la Comisión, «La data de la
muerte de los tres párvulos a que pertenecieron los tres incompletos es-
queletos hallados enterrados en las arenas de los desmontes de la calle
Cea Bermúdez» (ACN doc. 11), consta de un total de 17 páginas escritas
a máquina y, según notas en el texto, debía venir acompañado origi-
nariamente de una serie de fotografías que no han llegado a nosotros
con el resto del dossier. Comienza el dictamen con un extenso párrafo
a modo de introducción en el que se detallan las dificultades para llegar
324 ISABEL IZQUIERDO MOYA & CAROLINA MARTÍN ALBALADEJO
7. La Libertad (12/04/1928) publica unas coplas satíricas tituladas «La micra» sobre el
modo en que Maestre informa acerca de la importancia de las mediciones de la larvas
de las moscas.
326 ISABEL IZQUIERDO MOYA & CAROLINA MARTÍN ALBALADEJO
8. La tardanza se debió por una parte al ruego del juez de retrasarlo por tener que au-
sentarse durante un tiempo (ACN doc. 19), y por otra a quehaceres de uno de los dos
comisionados, como se hace constar al principio del documento: «… no han podido
redactar el informe correspondiente con mayor premura, como hubiese sido su deseo,
328 ISABEL IZQUIERDO MOYA & CAROLINA MARTÍN ALBALADEJO
por haber tenido uno de los firmantes ocupado todo el mes de julio con exámenes de
bachillerato universitario y los meses de agosto y septiembre haberlos pasado en los
Estados Unidos como delegado oficial de España en el IV Congreso Internacional de
Entomología celebrado en la Universidad Cornell, Ithaca, Nueva York».
DEBATE EN TORNO A UNAS MOSCAS O DE CÓMO LA CIENCIA… 329
Conclusión
Agradecimientos
Bibliografía
Introducción
3. Hay que anotar que los defensores de un origen vegetal se referían con ello exclu-
sivamente a las estructuras bilobuladas, pues para otras estructuras fósiles que les
acompañaban, Scolithus, Tigillites, etc. todos estaban de acuerdo en que eran debidas
a anélidos arenícolas y que eran tubos hechos por ello durante sus desplazamientos
en lodos y arenas y que luego fueron rellenado por sedimentos finos dándose así las
condiciones iniciales básicas para poder fosilizar posteriormente.
4. Elvas, 1835-Figuerira da Foz, 1908
342 CARLOS MARTIN ESCORZA
que hasta por cuatro veces utilice una misma frase: «nuestra modesta
opinión» para eso, expresar su opinión sobre algún punto.
Sólo dos años después de la publicación de este artículo, en sep-
tiembre de 1910, obtiene la cátedra de Geología, Geognóstica y Estrati-
grafía de la Universidad Central., una aspiración casi inimaginable.
Tenía 38 años y con toda esa satisfacción y responsabilidad se traslada
de inmediato a vivir a Madrid. Casi nada más establecerse, en abril de
1911, y durante cinco días hace una exploración geológica a pie desde
Toledo hasta Urda al sur, en la que le acompañaron sus alumnos Ismael
del Pan, Bartolomé Darder y Pedro Crespo. En una descripción prelimi-
nar de este viaje menciona que en el castillo de Las Guadalerzas ha
descubierto un nuevo yacimiento con abundantes «algas silúricas y de
gusanos arenícolas» refiriéndose con ello a las Cruzíanas y Scolithus
(Hernández-Pacheco, 1911). En el desarrollo total de las observaciones
de esta exploración (Hernández-Pacheco, 1912) menciona además de
ese yacimiento el también nuevo de el Puerto de Los Yébenes. Para las
Cruzianas no menciona expresamente su carácter como alga pero lo
hace implícitamente al hablar de la C. furcífera que identificó en Las
Guadalerzas y que «parece corresponder a la zona media del talo»...se
entiende que de un alga (op. cit. p. 31). En este yacimiento encuentra
una nueva forma «dentro del complejo y problemático (en cuanto a
su significación y origen) grupo de los bilobites» que son los Vexillum
para los que reconoce como «los fósiles en los que se aprecia con
mayor dificultad su significación vegetal» y para los que dice: «pare-
cen corresponder a algas de talo laminar muy extenso y arrollado, en
forma de largo e irregular cucurucho cuyas vueltas no estuvieran en
contacto unas con otras; estarían fijas al fondo por su extremo cónico
y a causa de su débil resistencia, no permanecerían erguidos, sino más
o menos caídos hacia los lados, formando acumulaciones y afectando
formas y aspectos muy variables» (op. cit., p. 31).
Así pues, además de quedar constancia de que mantiene su opinión
acerca del significado como vegetales de las Cruzianas, añade a ese
origen también a los Vexillum. En cuanto a ese intento de conocer
mejor a EH-P debemos hacer notar que esta vez no dice ni una sola
vez que esa o cualquiera de las otras opiniones que enuncia «sea
modesta». Sabe que estas cuestiones son las que entonces estaban
siendo «más discutidas, y que más polémicas han originado entre los
paleontólogos» pero ya se considera con capacidad para participar
346 CARLOS MARTIN ESCORZA
que los autores españoles que había consultado habían tomado ellos
mismos esa posición como Prado (1864)5 quien además decía que es
la hipótesis admitida por la generalidad, y es de suponer que también
leyó como ya hemos indicado a Gredilla y Gauna (1886) partidario
asimismo de su formación a partir de algas; y hay que sumar a ello
que ese era el criterio que había tomado y defendido, por siempre, el
colega portugués Nery Delgado, por quien no ocultó su admiración.
En las cuatro publicaciones de 1902, 1908, 1911 y 1912, EH-P dejó
dicho que las Cruzianas eran originadas por la fosilización de algas,
sin embargo, y sin dar ninguna explicación al respecto, en 1919 dice
que son debidas al paso de animales en las playas ¿Qué le hizo mudar
de opinión? No he encontrado ninguna «pista» al respecto. Es verdad
que el problema estaba en el ánimo de los investigadores que también
recorrían los terrenos como los ingenieros españoles Gil Maestre
(1880) y Cortázar (1891) quienes elaborando sus trabajos para la
Comisión del Mapa Geológico habían hallado estos fósiles, pero estos
habían guardado un prudente silencio sobre su significado y también
mostró esa compostura Douvillé (1911).
También resulta sorprendente otro cambio en la opinión de EH-P
detectado entre 1919 y 1926 año en que elabora las dos Guías para el
XIV Congreso Internacional a celebrar en el mes de mayo en Madrid y
en donde se posiciona ni a favor ni en contra de las dos hipótesis prin-
cipales que había sobre el origen de las Cruzianas: algas o animales.
Opta por la de mostrar la «significación dudosa» dejando a todos sin
apoyo expreso, de tal manera que encontró una nueva fórmula de
decir algo sin romper nada, incluso ni con las dos anteriores suyas.
El motivo para dar explicación a esa retro opinión no puede ser más
que especulativo pero es evidente que las Guías se iban a distribuir
entre los asistentes al Congreso que representaban a más de 45 países
y todos eran especialistas en diversos temas geológicos y cabe pensar
el reto que suponía para EH-P posicionarse cuando él mismo lo había
5. En sus referencias cita esta monografía de Prado (1864) pero de nuevo advertimos un
aspecto curioso de EH-P pues no tiene en cuenta el descubrimiento que este hizo en
los Montes de Toledo del primer fósil de la fauna «primordial» (del Cámbrico inferior)
en Los Cortijos de Malagón (de Prado, C., 1856, Mémoire sur la géologie d’Almaden
d’une parte de la Sierra Morena et des montagnes de Toléde;suivi d’une descripción des
fossiles qui s’y rencontrent: Bulletin de la Société Geologique de France, v. XII (1855), p.
3-24) donde menciona a los Bilobites y los considera de origen vegetal.
EDUARDO HERNÁNDEZ-PACHECO (1872-1965) VISTO A TRAVÉS DE LAS CRUZIANAS 353
6. No se llegó a celebrar ni a publicar como tal, pues puede que los tres encargados de
hacerlo, el citado Royo Gómez, Alfonso Rey Pastor y Joaquín Gómez de Llerena, parece
que no se pusieron de acuerdo o al menos no llegaron a hacerlo a tiempo para entrar
en el programa de ediciones de la Comisión encargada de editar las Guías, aunque los
tres lo hicieron a los pocos meses pero por separado
EDUARDO HERNÁNDEZ-PACHECO (1872-1965) VISTO A TRAVÉS DE LAS CRUZIANAS 355
así que es muy probable que fuera de nuevo él mismo quien llegara
a la conclusión más racional y ya ampliamente aceptada, y giró los
grados que hicieron falta para corregir el rumbo de su trayectoria. No
tan bruscamente como otros lo hubieran hecho pues fue un peregri-
naje que le llevó años sino décadas, con flujos y reflujos de mareas,
generalizaciones y concreciones a medias, uso de comas y palabras
más que estudiadas, pero que al final alcanzó traspasar el pórtico de
la tranquilidad y paz con humildad y coraje.
Referencias