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presentación

El paradigma de los trastornos del neurodesarrollo


Dr. Fernando Mulas

El trastorno del espectro autista (TEA) representa Este XVII Curso se inaugura con la intervención Director de los cursos
y editor del suplemento.
el paradigma más elocuente de las problemáticas estelar del profesor Ami Klin, jefe de la División de
comprendidas en los trastornos del neurodesarro­ Autismo y Trastornos del Desarrollo de la Facultad Correspondencia:
llo, que son la base de los Cursos Internacionales de de Medicina de la Universidad Emory y director del Dr. Fernando Mulas.
Instituto Valenciano de
Actualización que desde hace 17 años se celebran Centro de Autismo Marcus de Atlanta (EE. UU.), Neurología Pediátrica (INVANEP).
en Valencia (España). El hecho de que las conferen­ quien analiza la importancia del diagnóstico e inter­ Artes Gráficas, 23, bajo.
E-46010 Valencia.
cias impartidas se plasmen en manuscritos que se vención tempranos en base al seguimiento de los
publican en un suplemento especial de Revista de ojos como elemento básico de la socialización y todo E-mail:
fernando.mulas@invanep.com
Neurología les otorgan una mayor universalidad y lo relacionado con el ámbito de la neurociencia del
relevancia de auténtica formación continuada de al­­ desarrollo social. Además, defiende un amplio pro­ Cómo citar este artículo:
to nivel científico. grama de intervención precoz consecuente a la posi­ Mulas F. El paradigma de los
trastornos del neurodesarrollo.
La altísima frecuencia de los TEA, descritos en bilidad de un diagnóstico cada vez mas mayoritario. Rev Neurol 2015; 60 (Supl 1): S1.
un 1% de los niños, hace que ocupen un lugar pre­ La intervención, cuanto más tardía sea de los dos
© 2015 Revista de Neurología
ponderante entre los problemas médicos por su gran años de edad, supone limitar las posibilidades tera­
repercusión tanto social como económica. Dadas péuticas y encarece el pronóstico en todos los senti­
las dificultades reales para su prevención, es exigi­ dos, siendo obligado el papel de los centros específi­
ble a las autoridades sanitarias un mayor esfuerzo cos dedicados a la intervención de los TEA y el de
en el diagnóstico precoz y en su atención temprana, los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Tem­
pero sin la limitación de los seis años de edad, ya prana (CDIAT) que, en España, cuentan con una
que por tratarse de un cerebro con un desequilibrio importante red. Todos estos centros desarrollan el
madurativo en su plasticidad, debería prolongarse principio básico de la atención temprana: la inter­
su intervención reglada específica al menos hasta la vención sobre el niño, el entorno y la familia de ni­
adolescencia. ños en riesgo o con posibilidad de padecerlo. Las
Los TEA compilan además una serie de aspectos puertas del diagnóstico pueden abrirse más median­
clínicos que, de forma aislada, se analizan en estos te la utilización de herramientas de diagnóstico co­
cursos, como las trastornos del lenguaje –uno de mo el seguimiento de los ojos, lo que a su vez impli­
los aspectos mas afectados en los TEA que impli­ ca tener preparada una mayor cobertura asistencial.
can falta de comunicación y dificultades del apren­ Destacamos el esfuerzo encomiable de los auto­
dizaje y que obligan a programas específicos de in­ res de los manuscritos que versan sobre otras pro­
tervención psicopedagógica en edades tempranas– blemáticas de gran significación, como el TDAH,
y los déficits atencionales –comprendidos en el tras­ los trastornos del lenguaje, las dificultades del
torno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), aprendizaje, etc., y su relación con la neurofisiolo­
entidad ya incluida por el Manual diagnóstico y es- gía. Los apoyos que hacen posible la continuidad de
tadístico de los trastornos mentales, quinta edición estos suplementos deben tenerse muy en conside­
(DSM-5) entre los trastornos del neurodesarrollo y ración porque supone ayudar a difundir el conoci­
cuyo diagnóstico ya es compatible con el de TEA–. miento y la comprensión sobre problemas tan sor­
La indudable base genética de estas entidades abri­ prendentes como los TEA, que antes o después es­
rá puertas sucesivamente para comprender la inte­ tamos convencidos de que darán sus frutos para el
rrelación clínica y los factores poligénicos comunes control de esta enfermedad, aunque la generación
en todos los trastornos referidos. actual difícilmente pueda ser testigo de ello.

Avance del XVIII Curso

Valencia, 4-5 de marzo de 2016

www.neurologia.com  Rev Neurol 2015; 60 (Supl 1): S1 S1

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