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Y no he perdido el tiempo.
Lo he titulado Escribir con método y su objetivo principal es mostrarte cómo trabajar paso a
paso y de forma profesional.
Para que aproveches mejor tu tiempo, acabes de escribir las historias que empiezas y logres
comunicar tus ideas tal y como se merecen.
Casi todo el contenido es nuevo (70% aprox.) y recibirás el primer correo en unos minutos.
Que lo disfrutes.
Un saludo,
Carles
Escribir con método es el hermano pequeño (y gratuito) de Palabras para tus ideas, mi curso
insignia de introducción a la escritura creativa.
Cómo su nombre indica, Escribir con método está enfocado a mostrarte cómo organizar tu
proceso de escritura.
¿A menudo tus escritos resultan confusos y al intentar mejorarlos vas adelante y atrás sin lograr
nada concreto?
Por supuesto.
Sin duda.
Pero la niebla se habrá disipado y cuando te pongas a escribir tendrás claro qué hacer y en qué
orden hacerlo.
Para ser incluso más concreto, lo que aprenderás aquí te será útil si:
Escribes o quieres escribir ficción (novela, relatos breves, etc.). Este es el foco principal del
curso y todo lo que encontrarás aquí aplicará a tu caso.
Escribes o quieres escribir no-ficción (biografía, ensayo, artículos, etc.). Casi todo lo que
encontrarás aquí (90%) aplicará a tu caso. Sólo ten presente que la mayoría de ejemplos
están tomados de la ficción.
Por cierto…
Muy sencillo.
En primer lugar, porque me gusta compartir lo que he aprendido y me gusta ver que se valora.
Así de simple.
Cada correo tendrá entre 400 y 1000 palabras. Esto está hecho a propósito, para que el temario te
sea más fácil de asimilar.
(MUY IMPORTANTE: Para asegurar que los emails no se pierdan y vayan a parar a la carpeta de
correo no deseado, es muy recomendable que me añadas cómo contacto. Aquí tienes las
instrucciones sobre cómo hacerlo en Gmail, pero en todos los sistemas funciona de un modo
parecido)
Aquí tienes un resumen de lo que te voy a enviar durante los próximos días:
...
Mañana mismo nos ponemos en marcha. Vamos a poner tu mundo patas arriba. Un gran día.
P. D. 1:
¿Te gustaría ser más creativo o creativa?
Al contrario de lo que muchos creen, la creatividad es una habilidad que se puede desarrollar.
Pero, para que esto ocurra, antes necesitamos librarnos de los mitos que nos encadenan y que
comprometen nuestro progreso:
P. D. 2:
Si aún te quedan ganas de leer y sientes curiosidad, puedes cotillear un poco sobre quién
soy en esta página.
5 mitos sobre la creatividad que te impiden crecer como escritor
¿Te consideras afortunado (o desafortunado) por el acopio de creatividad con que naciste?
¿Querrías ser más creativo pero te resignas con lo que tienes porque, que vamos a hacerle, la
creatividad no es algo que pueda aprenderse?
La cultura popular está repleta de mitos sobre el proceso creativo y es muy común creer en ellos.
Parecen inocentes, pero son peligrosos.
¿Por qué?
Afortunadamente, deshacerse de ellos es relativamente fácil: basta con quitar la máscara a los
impostores.
¿Vamos?
Este es, sin duda, el mito más común de todos. Es tan común y tan aceptado, que muchos se
resisten a dejar de creerlo.
¿Por qué resulta tan atractivo? Porque las ideas tienen la costumbre de aparecer de un modo muy
misterioso.
Las ideas surgen a menudo sin previo aviso, sin que hiciéramos nada para invocarlas, sin que
comprendamos cómo hemos conseguido llegar hasta ellas.
Es como si algo (o alguien) las hubiera puesto en nuestra cabeza. Y esto es muy raro. Estas cosas
no ocurren en el mundo físico: uno no va por la calle y se tropieza con cosas que aparecen así, de
golpe, saltándose a la torera la ley de la causa y el efecto.
Misterioso.
Muy misterioso.
Tanto, que los griegos inventaron las musas para explicar el fenómeno.
Tanto, que los románticos, incómodos con una explicación descaradamente sobrenatural,
preferían creer en la inspiración y en los genios, esa curiosa estirpe de humanos con fabulosas
capacidades de creación.
Es cierto, incluso a día de hoy la ciencia es incapaz de explicar el proceso creativo. ¿Cómo iba a
poder si aún no comprende los mecanismos más básicos del funcionamiento de la mente?
Como, por ejemplo, que las nuevas ideas no surgen de la nada, sino de la asociación y
combinación de ideas antiguas.
Tu creatividad es como el color de tus ojos: naciste con ella. Y cada cual con la suya. En una escala
del cero al cien, a Shakespeare y compañía les tocó un cien, al común de los mortales un veinte y a
los contables (con perdón) un rotundo cero.
Pero alguien muy creativo es alguien que crea mucho, no alguien con buenas notas en los test de
inteligencia.
Con una intención parecida, Andy Warhol se preguntaba: “¿Por qué la gente cree que los artistas
son especiales? [El suyo] es solo otro trabajo”.
Hay personas con más talento y personas con menos pero, como en el cuento de la liebre y la
tortuga, el que gana no es siempre el más rápido.
El mito dice así: “Acumular conocimiento es acumular ideas antiguas y eso es cosa de las
instituciones, de las ratas de biblioteca y de viejos hombres polvorientos. La creatividad, en
cambio, consiste en crear ideas nuevas y es cosa de gente joven y rebelde, con una viva voluntad
de romper con todo lo antiguo”.
El conocimiento y la experiencia vital son el punto de partida de todo proceso creativo. Son la
materia prima que troceamos y transformamos para construir nuestros escenarios, nuestros
personajes, nuestras tramas.
Incluso Mozart, el niño prodigio, la encarnación del mito, del genio creador, tenía esto a decir
sobre la importancia del conocimiento: “La gente se equivoca cuando piensa que el arte fluye con
facilidad en mí […]. No hay un solo maestro del pasado cuya música yo no haya estudiado una y
otra vez”.
Abrázalo.
Cuanto más amplio sea, más rica será la materia prima con qué trabajarás y más numerosas las
posibilidades.
Si este mito fuera un hombre sería un cínico incorregible. Esta es su (hipotética) descripción de
una lluvia de ideas:
“Una banda de borregos sonrientes cuelgan papelitos de colores en la pared de una sala de
reuniones. Los agrupan por temas con la esperanza de que el Dios de los post-it les revele lo que
ellos son incapaces de ver. Pero la auténtica creatividad, el auténtico arte, no se aprenden y no
pueden alcanzarse con un puñado de trucos. Un truco tal vez te ayude a ir más rápido, pero las
ideas que estaban fuera de tu alcance, seguirán estándolo. Si no fuera así significaría que
cualquiera, a fuerza de práctica y estudio, puede convertirse en un artista”.
Pero…
¿Y si fuera verdad que a fuerza de práctica y estudio cualquiera puede convertirse en un artista?
Arthur VanGundy, un veterano autor del campo de la resolución de problemas, lo planteaba así:
“[Las técnicas creativas] no tienen nada de misterioso. Pueden multiplicar y magnificar la
capacidad mental de las personas [porqué], desafortunadamente, esta suele estar infravalorada e
infrautilizada”.
Creativo es aquel que crea mucho y la técnica, que pone orden al proceso creativo, minimiza el
tiempo perdido y ofrece alternativas cuando nos atascamos, nos ayuda a crear más.
Cuanto más racional, menos creativo. A fin de cuentas, ¿cómo podrían razón y lógica, con su
rigidez formal y su previsibilidad, ser otra cosa que un lastre para la creatividad?
Suena convincente pero basta un poco de experiencia para darse cuenta de que es
profundamente falso.
Es cierto que para generar ideas es necesario dejar volar la imaginación y aceptar todo lo que nos
venga a la cabeza, por loco que sea.
Pero por fascinante que resulte la figura del creador loco (Salvador Dalí viene inmediatamente a la
mente), la parte loca, la parte libre, la parte expansiva del proceso creativo, es solo la mitad de la
historia.
Una imaginación libre engendrará multitud de ideas (algunas buenas, la mayoría horribles) y tarde
o temprano la razón deberá entrar en escena para separar lo brillante de lo absurdo.
Necesitamos ser fríos e implacables jueces para asegurar que solo las mejores encuentran un lugar
en nuestra obra.
La creatividad no es mágica.
La creatividad no es un don.
La creatividad puede aprenderse como cualquier otra cosa y, por si fuera poco, el conocimiento
(tan aburrido él) y la razón (tan seria ella) son esenciales para el proceso creativo.
¡Menuda visión!
Estudia. Escribe.
Es todo cuanto necesitas.
Entremos en materia.
Defectuosa.
Si eres cómo la mayoría (y, a falta de más información, te voy a incluir con ellos) tu proceso de
escritura puede resumirse así:
3. Tropiezas con un problema (el protagonista debe ser una mujer en lugar de un hombre,
por ejemplo).
5. Sigues adelante.
6. Descubres otro problema (el nudo que has redactado no cuadra con el final que tenías
previsto, por ejemplo)
8. Sigues adelante.
11. Perdido en tu propia historia y harto de tapar vías de agua, decides dejar "reposar" tu
historia durante un tiempo.
Y los que dan vueltas a este bucle hasta que se hartan y buscan un curso de escritura.
Bromas aparte…
En realidad, si alguna vez has conseguido completar una historia decente siguiendo este "proceso"
no hay duda de que tienes mucho talento (y de que lo estás desperdiciando de mala manera…).
Lo primero es comprender que una buena historia no es algo que puedas empezar por el principio
e ir improvisando a medida que avanzas.
Una historia es una construcción compleja. Más compleja aún de lo que parece.
Una historia (y cualquier texto extenso, en realidad) es una catedral hecha de palabras y
construirla requiere algo más que un puñado de buenas ideas.
Si empiezas a colocar piedras sin saber siquiera qué tipo de edificio construirás… bueno, no
esperes nada positivo.
Lo peor es que una historia fallida no se hunde con un gran estruendo, como lo haría una catedral,
sino de un modo discreto, que puede pasar desapercibido.
Una historia fallida se vuelve confusa y extraña, pero es probable que tu (que no ves la historia
que hay en el papel, sino la que tienes en tu cabeza) no te des cuenta de que está en ruinas hasta
que la des a leer a amigos y conocidos y compruebes que no le gusta a nadie.
El propósito central de este curso gratuito es explicarte como escribir de una forma más
razonable.
Y no temas, el método de escritura que aprenderás no implica, para nada, abandonar la libertad
creativa que tanto amas.
Escribir con método no significa escribir con corsé, sino escribir con inteligencia.
Escribir con método evitará que te pierdas, te liberará de la parte más tediosa de la escritura y te
dará más libertad (y no menos) para jugar con las palabras y sacar partido a tu creatividad.
Escribir sin método, por el contrario, es complicarse la vida y traicionar a tu talento y a tu destino.
Una vez conozcas esta nueva forma de escribir y hayas experimentado con ella, dejará de
parecerte un "método" y se convertirá en tu forma natural de trabajar.
De hecho, es posible que, con los años, la hubieras descubierto por tu cuenta.
Los principios en que se basa el método que voy a contarte son simples y son solo tres:
1. Diseñar primero, redactar después (o lo que es lo mismo, diseñar los planos de tu texto
antes de empezar a colocar piedras)
3. Crítica continua (o lo que es lo mismo, no esperar a tener tu obra terminada para pedir
crítica).
Para empezar, mañana te enviaré un diagrama que explica cómo encajan estas piezas entre sí y
cómo consiguen formar un proceso de escritura eficaz.
Es, sin duda, lo más importante que voy a contarte en este curso (y probablemente jamás).
No te lo pierdas.
Habitualmente este trabajo NO es gratuito, pero puede serlo para ti si cumples estas tres
condiciones:
2. Estás comprometido o comprometida con ella y quieres escribirla cueste lo que cueste.
1. Una explicación del motivo por el que quieres escribir esa obra (media página cómo
máximo).
MUY IMPORTANTE: Usa esta opción sólo si cumples las tres condiciones que he indicado. Si por
ahora no estás trabajando en ninguna obra en concreto, no te apures, no hay nada malo en ello y
podré ayudarte de otras maneras. Pero no improvises una historia para conseguir crítica gratuita.
Ni me expliques sobre una historia que "tal vez" escribirás. Me daré cuenta. Y no respondo a los
cazadores de ofertas gratuitas…
Esta es la pregunta que me planteé cuando decidí construir un curso de escritura creativa.
Me hubiera gustado que me enseñaran cómo escribir una historia paso a paso, desde la idea inicial
hasta el redactado definitivo.
Este es el objetivo que me marqué al construir Palabras para tus ideas, el hermano mayor de
Escribir con método.
¿Una vista de pájaro de la ruta que lleva del instante mágico en el que nace una historia, hasta el
momento de plenitud en que escribimos su punto y final?
Es un diagrama (aparentemente) sencillo, pero que contiene los elementos esenciales del proceso
de escritura.
Un diagrama que tiene, además, un valor muy especial para mí, ya que es la síntesis de casi cinco
años de trabajo: la punta del iceberg de un proyecto al que he dedicado muchísima ilusión y
muchísimo esfuerzo.
Cuando lo revises, estúdialo con detenimiento y, sobre todo, compáralo con tu forma de escribir.
Y si hay cosas que no te quedan claras, no te preocupes, durante el resto de este curso gratuito
desgranaremos el cómo y el porqué de cada paso.
Nota para escritores de no-ficción (biografía, ensayo, etc.): Verás que el diagrama está enfocado
a escritores de ficción. En los próximos correos, cuando lo explique en detalle, te quedará claro
cómo aplicarlo a tu caso.
P. D.:
Constantemente recibo emails de preguntándome:
1. Cuál es la diferencia entre 'Escribir con método' (el curso gratuito que estás recibiendo) y
'Palabras para tus ideas' (mi curso insignia de escritura creativa).
3. Qué recomiendo si quieres escribir no-ficción (biografías, ensayos, contenido digital, etc.)
(NOTA: Si estás aquí sólo por curiosidad por la escritura —algo totalmente legítimo—, pero no
tienes intención de invertir en tu formación, puedes ignorar por completo el texto que sigue. Salta
directamente al diagrama que hay al final del correo. Nos vemos mañana con la continuación del
curso gratuito).
Escribir con método es un "mapa" que te ayudará a orientarte en el mundo de creación literaria.
Te explicará cómo organizarte para escribir de forma eficaz y evitará que caigas en las trampas
más comunes.
Palabras para tus ideas, en cambio, es un curso completo de introducción escritura creativa
(escritura de novelas, cuentos y demás obras de ficción) e incluye:
Una introducción completa a la teoría narrativa. Descubrirás qué son (realmente) las
historias y aprenderás a diseñar personajes atractivos, a construir y organizar tu trama, a
elegir el narrador y el tiempo verbal, a cuidar del estilo, etc. (consulta el temario aquí)
Ejercicios y actividades para construir tu historia paso a paso. Estos ejercicios te guiarán a
lo largo de todo el proceso de escritura y evitarán que te encalles o te pierdas.
Tienes poca experiencia y buscas una forma accesible y eficaz de adentrarte en la escritura
creativa.
Tienes experiencia y buscas una forma rápida de cubrir las lagunas teóricas que puedas
tener al tiempo que trabajas en una historia y recibes ayuda personalizada para escribirla.
Si quieres escribir no-ficción (una biografía, un ensayo, contenido para publicar online…)
En este caso, y dada la variedad de situaciones que se dan, no ofrezco ningún curso con contenido
cerrado, sino que trabajo siempre mediante sesiones de asesoría literaria individuales.
Esto nos permite centrarnos en tu caso particular y ofrecerte apoyo y soluciones adaptadas a ti y a
tu obra.
Si tienes una obra a medio escribir (y quieres ayuda para acabarla con éxito)
En estos casos también suelo trabajar también mediante sesiones individuales de asesoría literaria.
En ellas revisamos tu obra a todos los niveles (desde la estructura global, hasta los aspectos de
estilo —pasando por todo lo que hay en medio—) y te ayudo a apuntalar los puntos fuertes y a
corregir los débiles.
Si ya tienes una obra acabada y quieres que la revise, te dé mi opinión y té aporte ideas concretas
sobre cómo pulirla, lo que más te conviene es un informe de lectura (ponte en contacto
conmigo aquí para más detalles).
—
Si no estás en ninguna de estas situaciones y quieres que te ayude, ponte en contacto conmigo y
explícame tu caso particular.