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UNIVERSIDAD RICARDO

PALMA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA

EPISTEMOLOGÍA
ANTOLOGÍA

Rómulo Oliver Oscco López

PRESENTACIÓN

Estimado lector el presente texto tiene por objeto introducirte a unos de los
temas que han estado calando en el pensamiento actual sobre los problemas
referidos al conocimiento de la ciencia y las consecuencias que este tiene en el
propio avance de la ciencia, así mismo debes tener presente que un requisito
importante en el uso de esta antología es que manejes ciertos términos que le
son propios a la ciencia. En tal sentido el texto tiene algunas pautas que deberán
guiar tu lectura sin embargo reconocemos que es necesaria tu participación en
una constante interacción con el docente a fin de que puedas abordar en

1
amplitud las lecturas aquí seleccionadas. En ese mismo sentido la selección de
los textos está dirigida a permitirte una visión panorámica pero sustancial vista
del curso de Epistemología con una pequeña base del uso del término técnico
evitando complejidades.
Cabe recalcar que se ha optado por presentar lecturas con un sentido
independiente, es decir, que no dependan de otras para su comprensión, en
cuanto a su desarrollo.
Esperamos que la experiencia generada en el uso del presente texto pueda
cubrir aspectos centrales del estudio de la Epistemología. Para el cumplimiento
de tales propósitos, se ha dividido el material en tres capítulos.

El primer capítulo refiere a la naturaleza propiamente de la ciencia y de la


epistemología y cómo es que este se va desarrollando del mismo modo se
pretende que las lecturas puedan ubicar al participante en el contexto
propiamente de los debates de la epistemología. Por lo demás, se podrá advertir
que las posiciones que sus autores presentan no son necesariamente
coincidentes, punto que revela la existencia de perspectivas diversas que es
conveniente considerar y evaluar en sus diferentes aspectos.

El segundo capítulo está dedicado a la metódica y a las explicaciones. En esta


sección se pretende que el participante tome relación con las metodologías que
emplea el epistemólogo para el examen del tema del método científico. Del
mismo modo pueda observar la forma de argumentación que emplea y la toma
de una posición con respecto a la garantía de sus enunciados.

El tercer capítulo refiere a las perspectivas que realizan los epistemólogos con
la finalidad de que el participante vaya construyendo una idea particular de lo
que significa estar en el campo de la ciencia.

Estimado lector dejo en tus manos el que profundices los puntos que
creas conveniente a partir de algunas concepciones presentadas, las cuales por
obvias razones no pueden cubrir las aristas presentadas por la ciencia o la
gnoseología, en tal sentido el obtener el mayor beneficio dependerá del manejo
del presente texto. Esperamos que los materiales reunidos cumplan con ubicar
al estudiante en los temas de la epistemología y lo estimulen a ampliar y
profundizar, a través de otras lecturas, sus conocimientos sobre este importante
campo.

Por último agradecer a los profesores Fernando Varas y Carlos Giles por
ayudarme a tener más clara la selección de textos así como el tratamiento
pedagógico.

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CAPITULO I

SOBRE LA NATURALEZA DE LA CIENCIA Y LA


EPISTEMOLOGÍA

Todos los hombres por naturaleza desean saber. Prueba de ello es su gusto
por las sensaciones, pues aparte de su utilidad, gustan por sí mismas, y más
que todas las demás, las sensaciones visuales. Pues no sólo para hacer
algo, sino incluso cuando no tenemos intención de hacer nada, preferimos
la vista, por así decirlo, a todos los demás sentidos. Y la causa es que la
vista es, de todos los sentidos, el que nos hace adquirir más conocimientos
y nos descubre más matices.
Aristóteles.

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OBJETIVOS DE LA I UNIDAD

 El participante reconoce el valor de la epistemología para el estudio


y la explicación
OBJETIVOS de la
DEnaturaleza interior de
LA PRESENTE las ciencias.
UNIDAD

 El participante define y explica los conceptos empleados en las


posturas epistemológicas.

 El participante construye y diseña mapas conceptuales que


articulen los conceptos presentados en las presentes posturas
 El participante reconoce el valor de la epistemología para el estudio y la
epistemológicas.

explicación de la naturaleza interior de las ciencias.


 El participante explica los conc eptos en función a las relaciones
establecidas
 El participante conyel
define ámbitolos
explica o medio social
conceptos donde se en
empleados desempeña.
las posturas

epistemológicas.

 El participante construye y diseña mapas conceptuales que articulen los

conceptos presentados en las presentes posturas epistemol ógicas.

 El participante explica los conceptos en función a las relaciones

establecidas con el ámbito o medio social donde se desempeña.

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MARIO BUNGE; Buenos Aires 1919

Físico, filósofo de la ciencia y humanista.


Tras realizar sus estudios secundarios en
el Colegio Nacional de Buenos Aires, se
doctoró en Física y Matemáticas por la
Universidad de La Plata, y estudió Física
Nuclear en el Observatorio astronómico de
Córdoba. Compaginó ya por entonces su
dedicación a la ciencia con el interés por la
filosofía, fundando la revista Minerva en
1944. Fue profesor de Física (1956-1958)
y de Filosofía (1957-1962) en la
Universidad de Buenos Aires, y desde
1962 fue profesor de Filosofía en la Mc Gill
University de Montreal. En 1982 fue
galardonado con el Premio Príncipe de
Asturias de Humanidades.

Interesado principalmente por la lógica de la ciencia y los problemas del


conocimiento científico, ha tratado de construir una filosofía científica (más
precisamente, una metafísica) que tuviera en cuenta tanto el conocimiento
elaborado por la ciencia como el método utilizado por quienes la practican,
entendiendo que este último es un proceso que no está exclusivamente
supeditado ni a la experiencia ni a la teoría.

Aunque la concepción de la ciencia elaborada por Bunge concede


importancia al desarrollo de la investigación científica en la historia, su
orientación está principalmente dirigida al análisis formal de dicho desarrollo,
y se aparta de la insistencia en los aspectos históricos, psicológicos y
sociales propia de enfoques como los de T. S. Kuhn y P. K. Feyerabend.

Defensor de un realismo crítico basado en una ontología materialista y


pluralista, ha mantenido una actitud beligerante ante el psicoanálisis, al que
considera una pseudociencia supeditada a la aceptación acrítica de la
doctrina de Freud como argumento de autoridad; en un sentido análogo,
considera que el marxismo no ha conseguido superar la condición ideológica
de sistema de creencias a causa de su repetición también acrítica de las
enseñanzas de Marx.

I. CIENCIA, TÉCNICA Y EPISTEMOLOGÍA

1.1. CONCEPTO GENERAL DE CIENCIA

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La ciencia no es simplemente un cuerpo de conocimientos, sino que es una
actividad de investigación, es una actividad que se da además en una sociedad,
se da en el curso de la historia, etc. Es decir, que hay un aspecto conceptual,
hay un aspecto empírico, hay un aspecto social y un aspecto histórico. Hay que
tener todo esto en cuenta cuando se quiere caracterizar el concepto de ciencia.
Y aquí han fallado precisamente los filósofos que han pretendido definir la ciencia
o el concepto de ciencia en un solo renglón. Es como decir "el elefante es
orejudo". Esto es cierto pero no basta. Pues bien, la ciencia es un objeto tan
complejo como un elefante.

comunidad
de
investigado
-res
Sociedad Dominio

Supuestos
Métodos
filosóficos

Fondo de
Fondo
conocimie
formal
-ntos

Objetivos Problemática

Fondo
específico

Componentes de la Decatupla de la Ciencia

La ciencia, se desarrolla en base a varios factores importantes c/u de ¿Cómo


funciona
la ellos, que son llamados la decatupla de la ciencia. Ante todo está la comunidad de comunidad
de investigadores (C), sin la cual no hay ciencia viva. Es decir, científicos?
los investigadores científicos no están solos sino que forman una comunidad más
o menos cohesiva. No quiere decir que no haya conflictos entre ellos, por

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supuesto que los hay. Cada vez que hay cooperación también hay conflicto. El
que los investigadores en un campo científico forman una comunidad significa
simplemente que están en comunicación entre sí, que los unos aprenden de los
otros, que los unos corrigen a los otros, que no se da, al menos en la ciencia
moderna, el sabio aislado.

A partir del siglo XVII, digamos de la época de Descartes y Galileo, todos los
científicos han estado en correspondencia entre sí, aun cuando no había todavía
sociedades científicas. Se escribían muchas veces a través de Mersenne [En el
siglo XVII se empezaron a formar las primeras asociaciones de científicos. Entre
los promotores de estas comunidades destaca nítidamente la labor del padre
Mersenne, fraile mínimo jesuita educado en la Fléche de París, quien mantenía
correspondencia con Torricelli, Descartes, Fermat, Gassendi, Pascal y otros,
sirviéndoles de nexo y de lugar de animadas discusiones]. Este notable
matemático y físico era una especie de agente de enlace de los científicos de su
tiempo.

Como cualquier otra comunidad, la científica está inmersa en alguna sociedad (S)¿Por qué
es preciso hacer referencia explícita a la sociedad? ¿Qué es una Porque hay sociedades que no
toleran la investigación científica: son sociedad teocrática?
sociedades cerradas, por ejemplo las teocráticas, en las que no se tolera la
búsqueda de la verdad, porque la verdad ya se encuentra en algún libro. Para
que florezca una comunidad científica, la sociedad en que está inmersa tiene por
lo menos que tolerar la actividad de los miembros de esa comunidad.

Después aparece el Dominio (D), universo del discurso o clase de


referencia. Éste es el conjunto de ideas o de hechos, a los que se refieren o ¿Cuál es el que
estudian los miembros de esta comunidad. Por ejemplo, el universo del dominio de lapedagogía?
discurso de la biología es el conjunto de organismos y de ecosistemas, y el de la
economía es el conjunto de los productores, mercaderes y consumidores de
bienes y servicios.

En cuarto lugar aparece algo que casi siempre se desconoce cuando no se


niega explícitamente: los supuestos filosóficos que tiene toda ciencia (G). Para
un positivista no hay tales supuestos filosóficos; al contrario, la filosofía siempre
debe ajustarse a la ciencia, la que va devorando paulatinamente todas las ramas

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de la filosofía. Pero de hecho, los científicos dan por sentada una cantidad de
tesis de tipo filosófico. Por ejemplo, hay supuestos ontológicos, tales como que
el mundo exterior existe independientemente del investigador; que el mundo
exterior es legal, es decir no hay milagros, hechos ilegales. Hay supuestos
gnoseológicos, tales como el de la posibilidad de alcanzar la verdad, al menos
parcial y aproximada. Finalmente, hay una ética del investigador: los imperativos
de la búsqueda de la verdad, de la coherencia y de la claridad; la propiedad
común de los conocimientos, la promesa tácita de no usar el saber para dañar,
etc. Quien viola estos preceptos morales no se considera un investigador
científico propiamente dicho. Naturalmente, la mayor parte de los científicos no
se ocupan de desenterrar esos supuestos, ésa es una de las tareas del filósofo,
averiguar la filosofía que hay metida en la ciencia.

El quinto componente es el Fondo Formal (F). En toda ciencia se ¿De acuerdo supone
tácitamente que valen las reglas del discurso racional, del debate a experiencia, tú racional, las
que son codificadas por alguna teoría lógica. Es decir, no se qué ciencias admite, por ejemplo,
la contradicción, no se admite los círculos viciosos, ni se tendrían un fondo admite la imprecisión,
excepto al comienzo, y se busca siempre la exactitud, formal? como meta por lo menos.

Luego viene el Fondo Específico (B). Hay una sola ciencia que no supone
ninguna otra ciencia, y ésa es la matemática. Los matemáticos no presuponen
la física ni la biología, ni la sociología, ni la economía, ni la historia, nada. Los
matemáticos, en principio, o las matemáticas, se bastan a sí mismas. No ocurre
así con la física, que presupone la matemática; ni con la química que presupone
la matemática y la física; ni con la biología, que presupone la matemática, la
física y la química, y así sucesivamente. Es decir, hay un fondo específico que
toda ciencia, con excepción de la matemática, admite y no discute. Por ejemplo,
un químico no discute las proposiciones de la física, a menos que él mismo se
convierta en físico.

Luego viene (P), la problemática, es decir el conjunto de problemas abordables por la ciencia
en cuestión. En el caso de las ciencias básicas, estos problemas son puramente cognoscitivos.
(P) es el conjunto de los problemas posibles, es un conjunto abierto, de modo que no es un
conjunto en el sentido El objetivo es matemático. Más bien, es una colección variable en el curso
del tiempo, porque resolver los problemas algunos problemas se van resolviendo, otros
problemas se decide que no han mediante la sido bien planteados o que no vale la pena
investigarlos, pues aparecen investigación problemas completamente nuevos. Cada vez que se

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conoce algo existe la posibilidad de formular nuevos problemas. De aquí el crecimiento
exponencial del fondo de conocimientos científicos.

Luego está el fondo de conocimientos acumulado (A). En matemática sobre


todo se ve que el progreso es acumulativo. Es cierto que muchas teorías
matemáticas ya no interesan en el momento actual. Con todo, no se discute que
son adquisiciones que se pueden perfeccionar. A medida que se va subiendo la
escala de las ciencias se ve que ese fondo es cada vez menos seguro. Por
ejemplo, sabemos que las teorías físicas más exactas de todas no son
completamente verdaderas: sabemos que tienen defectos y esperamos que
alguna vez esos defectos se corrijan.

Pero no hay revoluciones científicas completas a partir de la Revolución


Científica del siglo XVII. Cuando se produce alguna transformación científica, se
agrega o se quita algo a ese fondo de conocimiento, pero no se niega todo el
resto. Creo que hubo solamente dos revoluciones científicas en la historia. Una
fue el nacimiento de la ciencia en el siglo V a. C., en la Grecia antigua; la segunda
revolución científica fue el renacimiento de la ciencia o el nacimiento de la ciencia
moderna en el siglo XVII.

El noveno
componente
de la
decatupla
está
constituido
por los
¿Ciencia
es igual
a
Objetivos (0) de la ciencia ¿Cuáles son los objetivos de la ciencia básica, a búsqueda de diferencia
de los objetivos de la ciencia aplicada y de la técnica? Simplemente, la verdad?
adquirir nuevos conocimientos, nuevas verdades. El científico se propone
entonces averiguar la verdad o, mejor dicho, verdades que no tienen por qué ser
completas y precisas ni, por lo tanto, definitivas.

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Finalmente está la Metódica (M), o sea la colección de métodos generales,
especialmente el método científico y el método experimental, y métodos
particulares por ejemplo el método de muestreo estadístico, los métodos
especiales utilizados para hacer microscopía electrónica o para redactar y
circular cuestionarios en sociología, etc.
En resumen,
CP = <C, S, D, G, F, B, P, A, O, M >,
donde:
C = comunidad
S = sociedad
D = dominio
G = supuestos filosóficos
F = fondo formal
¿La
B = fondo específico pedagogía es
P = problemática una disciplina
aislada?
A = fondo de conocimientos
O= objetivos
M = metódica

Ahora bien, hay ciertas condiciones que deben cumplir esta decatupla o, mejor
dicho, una disciplina para ser considerada científica, además de las que he
mencionado. Una de estas condiciones es que no debe estar aislada. Es decir,
toda ciencia forma parte de un sistema de ciencias, en el sentido de que cada
una de estas ciencias tiene alguna ciencia vecina con la que se solapa aunque
sea parcialmente. Por ejemplo, en el caso de la física y la química, el
solapamiento es la fisicoquímica. La biología y la física se combinan formando la
biofísica, y así sucesivamente. La sociología y la economía se unen en la
sociología económica y, aún más íntimamente, en la socioeconomía. La historia
y la sociología se combinan formando la historia sociológica y la sociología
histórica.

Si alguien menciona una disciplina totalmente aislada, que no forma parte del
sistema de las ciencias, esto indica que no es ciencia genuina. Una de las
características de la parapsicología y psicoanálisis, etc. es que no se solapan
con ninguna otra disciplina: están aisladas, no forman parte de la familia de las
ciencias.

Otra condición es que ninguna de los componentes de la decatupla

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permanece constante. Es decir, van variando en el curso de la historia. Por En el conociejemplo
se van modificando desde luego las comunidades, las sociedades se miento ten un constante odo está
van modificando, el dominio o universo del discurso de cada ciencia se va cambio, éste no
ampliando habitualmente. Por ejemplo, se restringe cuando una ciencia se es estático.
subdivide en varias ramas. Otro ejemplo: se descubre nuevas cosas o se
descubre que algo que se creía que existía, de hecho no existe. En todo caso,
ninguna ciencia auténtica permanece constante. La ciencia perenne es una
ilusión.

1.2. CIENCIA FORMAL Y CIENCIA FÁCTICA

Ahora quisiera hacer una diferencia radical entre dos grupos de ¿Cuál es la diferencia ciencias:
las ciencias formales principalmente la matemática, y las ciencias de entre lo factual hechos o
fácticas. Desde luego que lo que voy a decir pertenece a una cierta y lo forma?
filosofía de
la matemática, la mía. Hay muchas otras filosofías de la a = a matemática, pero de ellas no
podemos ocuparnos en detalle ahora; puede ser Todos los durante el periodo de la discusión.
cuerpos

ocupan lugar en
un el

En matemática se da por sentado que los objetos matemáticos —tales espacio.


como los números, las figuras, las estructuras algebraicas y los espacios
topológicos— existen de una manera muy diferente de la manera en que existen
los objetos físicos existe un micrófono, o como existe alguno de nosotros. Los
objetos matemáticos carecen de propiedades físicas: no tienen masa, no tienen
carga eléctrica, etc. Carecen de propiedades biológicas: no están ni vivos ni
muertos. Carecen de propiedades sociales: no son prosociales ni antisociales.

Los objetos matemáticos no cambian por sí mismos: son, como decía Platón,
eternos. Esto no quiere decir que existan por sí mismos. Si uno es idealista, en
particular platónico, dirá que sí, que la matemática preexiste a los matemáticos,
así como las rocas preexisten a los geólogos.

Si adoptamos una posición realista, diremos que los objetos matemáticos son
creaciones de los matemáticos. El día que deje de haber matemáticos, o al
menos personas capaces de entender algo de matemática, dejará de haber

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objetos matemáticos. Pero eso sí, hacemos de cuenta o fingimos, que los objetos
matemáticos tienen una existencia propia y que sus características son
independientes de la manera en que se los piense.

Por ejemplo, usted y yo pensamos seguramente el mismo número 3 de ¿Por qué la matemática es
manera diferente, porque nuestros cerebros, aunque son muy parecidos, tienen una ciencia
algunas diferencias. Sin embargo estamos ambos diciendo "estoy pensando en muy particular? el
número 3". Cuando alguien demuestra el teorema de Pitágoras pasa por un Si a = a es proceso
mental diferente del proceso mental por el cual pasó el mismo verdadero, ¿qué Pitágoras o, mejor
dicho, aquel miembro de la Escuela de Pitágoras que garantiza verdad? esta demostró el teorema
justamente famoso.

En resumen, hacemos de cuenta o fingimos que esos objetos


matemáticos existen de por sí y no tienen propiedades físicas, biológicas, ni
sociales. Dicho de otro modo, todas las propiedades de los objetos matemáticos
son conceptuales. De modo que la matemática (incluida la lógica) es la ciencia
en que todas las propiedades son atributos (o predicados). Totalmente diferente
es el caso de las ciencias fácticas. Por ejemplo la física, la biología, la sociología
y la historia se ocupan de hechos Se supone que estos hechos ocurren, ya en el
mundo exterior ya en el mundo interno, el mundo de la experiencia subjetiva; Es
decir, estos hechos ocurren fuera o dentro de nuestros cerebros, los que son
cosas concretas o materiales. Por lo tanto, estos hechos tienen propiedades
físicas, biológicas, sociales, etc. En cambio, no tienen propiedades matemáticas,
aunque en muchos casos se los puede representar matemáticamente.

Admitimos entonces dos tipos de existencia: existencia formal y existencia


material. Por ejemplo, Euclides demostró el teorema según el cual hay infinitos
números primos (es decir números que no son divisibles por otros números salvo
por ellos mismos). Acaso alguien pregunte dónde están esos números.
Respuesta: en ninguna parte. Pero al menos ¿están en la mente de alguien? No.
Nadie puede pensar sucesivamente una infinidad de números, ni primos ni
compuestos. Se hace de cuenta que estos conjuntos, numerables pero infinitos,
existen de por sí: son ficciones.

Los objetos matemáticos, según esta filosofía de la matemática, son ficciones,


no todas las cuales son pensables. Son pensables en principio, pero de hecho
no lo son. Por ejemplo, podemos escribir un número tal como 10 elevado a la 10

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elevado a la 10 elevado a la 10; pero no tenemos la capacidad de concebir un
número tan grande como éste. Sin embargo, nadie puede impedirnos utilizar ese
concepto que no ha sido pensado y que no puede pensarse. Otros ejemplos: la
recta infinita, o conjunto de todos los números, "reales", y la familia de todos los
subconjuntos de ese conjunto.

En las ciencias fácticas se utiliza un concepto filosófico muy importante que es


el de verdad. Éste es el de la verdad de hecho, radicalmente diferente de la
verdad de razón. (Esta dicotomía se debe a Pascal y Leibniz.)

La proposición "éste es un vaso de jugo de papaya", es independiente de todo


contexto teórico y de toda ideología: no es neoliberal ni socialista, católica ni atea.
Está ahí el jugo de papaya: existe independientemente de que yo lo piense o lo
beba.

En general, si afirmo que una proposición es verdadera de hecho, es porque hay un conjunto
de hechos que son descritos adecuadamente, ¿Una propo-

correctamente, más o menos exactamente por esa proposición. Estos hechos sición
verdadera de
es conocidos son el soporte empírico de la proposición de marras. En otras acuerdo a la palabras,
esta proposición será declarada verdadera si y sólo si corresponde a precisión de
su lenguaje?

esos hechos. Por ejemplo, si digo que está lloviendo en este momento en alguna
parte (que no sea Lima, desde luego) esta proposición va a ser verdadera si y
sólo si de hecho llueve en alguna parte del mundo.

Luego hay hechos que están fuera de la proposición, pero a los cuales se refiere
una proposición dada. En cambio, la negación de esta proposición será falsa si
no hay ningún hecho que la apoye. Una vez que logro afirmar la proposición p,
no-p queda excluida completamente. Con mayor razón queda excluida la
conjunción de ambas, es decir, p y no-p. Éste es un principio clave de todas las
lógicas propiamente dichas. Sin él no podríamos hacer ciencia de ningún tipo,
formal ni fáctica, básica o aplicada.

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Sin embargo, hay que aclarar que lo anterior vale solamente para las
proposiciones precisas, que sólo contienen predicados exactos. Si en cambio
enuncio proposiciones imprecisas, tales como: "Fulano es más o menos bueno",
o "Zutano es más o menos joven", estoy empleando conceptos imprecisos. En
estos casos también puede valer la contradictoria, tal como "Fulano de tal es más
o menos malo".

El concepto de verdad, aunque central en las ciencias fácticas, en las técnicas


y en la vida diaria, tiene muy poco que hacer en la matemática pura. En la
matemática pura lo que importa es el concepto de deducibilidad: el saber si a
partir de un cierto grupo de suposiciones iniciales (axiomas y definiciones), se
deduce tal o cual teorema de acuerdo con ciertas reglas de lógica deductiva.

1.3. ENDOMORAL DE LA INVESTIGACIÓN

Ahora demos un vistazo a lo que llamo la endomoral de la investigación, a


diferencia de la exomoral, que se refiere a la responsabilidad social del
investigador.

Quien primero investigó la moral inherente a la investigación científica Los


conocimientos se fue el sociólogo norteamericano Robert Merton, quien fundó la sociología
comparten y se científica de la ciencia en los años 30. Según Merton, los dos principios básicos
someten a juicio. de la moral de la ciencia básica son: la búsqueda honesta de la verdad y la

participación en la propiedad colectiva de los conocimientos, o comunismo sistémico. Es


decir, a diferencia de este jugo de papaya, que es mío —a nadie se le ocurra tomarlo— los
conocimientos científicos son propiedad común de la sociedad, son compartidos por quienes
quieran adquirirlos o utilizarlos.

Por eso es tan importante la comunicabilidad, el hecho de que no haya secretos


científicos. Justamente para asegurar la búsqueda de la verdad necesitamos
libertad de investigación. No se trata de la libertad de propagar mentiras o de
incitar a la gente a la violencia, sino de la libertad para buscar y enseñar la
verdad. En la ciencia no podemos admitir otras restricciones que las restricciones
lógicas y las restricciones empíricas, es decir, la necesidad de ajustarse a los
hechos conocidos.

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1.4. SEUDOCIENCIA

Ahora examinemos brevemente al concepto de seudociencia Una El rigor cien-


tífico, marca
seudociencia es un conjunto de ideas o prácticas que se presenta como ciencia la
diferencia aunque de hecho no lo es. Es decir, se la vende como ciencia pero no es con la
pseudociencia. científica. Por ejemplo, en una época la grafología fue considerada una ciencia.
Hoy día ya nadie la toma en serio. Por ejemplo, los tribunales ya no recurren a grafólogos,
porque saben muy bien que se puede imitar la letra y en todo caso la letra no es un indicador
de personalidad.

Otra seudociencia, todavía muy difundida, es la parapsicología. Ésta es la


disciplina que afirma la posibilidad de la transmisión del pensamiento, del
conocimiento del futuro, de la telequinesis y de la comunicación con muertos. Es
una mera superstición legada por la antigüedad. Pero es la única seudociencia
en la que se hace experimentación. Sin embargo, los que han estudiado los
experimentos parapsicológicos han encontrado que adolecen de una de dos
fallas: o bien no hay grupos de control o bien hay fallas de razonamiento
estadístico.

En todo caso, el estatus científico de la parapsicología se ve distinto desde dos


perspectivas epistemológicas diferentes. Por ejemplo, un empirista dirá que la
parapsicología no está probada ni refutada: que lo único que podemos afirmar
es que hasta ahora nadie ha logrado transmitir pensamientos, a menos que sea
por fax, por teléfono, o de viva voz. De modo que debemos seguir
experimentando.

En cambio, un epistemólogo realista y materialista afirmará que tales La confirmación o negación


de experimentos son una pérdida de tiempo. Razonará así: el pensamiento no una hipótesis,
existe de por sí, sino que es un proceso neurofisiológico. Por consiguiente, no se hace necesaria. se
puede transmitir sin canales físicos, de la misma manera que no se puede transmitir un dolor
de barriga, un latido del corazón o una emoción. Todos estos son procesos fisiológicos
intransferibles, aunque por supuestos comunicables por la palabra o el ademán. Por
consiguiente, no es necesario esperar un número ilimitado de años para ver si alguien logra
confirmar alguna hipótesis parapsicológica. Si alguien persiste en hacer experimentos, que los
pague de su bolsillo.

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Ahora por analogía: consideremos la proposición "Todos los hombres
son mortales". Hasta ahora ha sido confirmada empíricamente: toda la gente
eventualmente ha muerto. Pero un empirista podría argüir que esto no prueba la
imposibilidad de que alguna vez, en alguna parte, existan seres humanos
inmortales. ¿Qué contestaría un realista científico? Veamos.

En primer lugar, la hipótesis de la inmortalidad humana es inverificable.


En efecto, para confirmarla habría que esperar un tiempo infinito. Segundo, no
hace falta esperar ese tiempo, porque los que investigan el proceso de
envejecimiento han descubierto una cantidad de mecanismos de envejecimiento.
Por ejemplo, mutaciones, acumulación de sustancias tóxicas, apoptosis (muerte
celular "programada" genéticamente), etc. Sabemos que necesariamente cada
uno de nosotros va a morir, no exactamente cuándo, pero lo sabemos.

Ahora voy a hacer una breve mención al psicoanálisis, que —junto con la
homeopatía—es la más rentable de las seudociencias. En efecto, los
psicoanalistas cobran por lo menos cien dólares por hora, mientras que los
parapsicólogos no hacen consultas (a menos que oficien como espiritistas).

Las hipótesis psicoanalíticas se pueden dividir en dos clases: las comprobables


y las incomprobables. Entre las incomprobables está la hipótesis de la represión,
porque según los psicoanalistas si uno no admite algo, por ejemplo si una niña
no admite que su padre ha abusado sexualmente de ella, es porque ha reprimido
ese recuerdo; y cuanto más se niega tanto más prueba esto la represión.
Entonces, ¿cómo hacemos para refutar la hipótesis?

Otro ejemplo: la hipótesis de que todo varón sufre el complejo de Edipo. ¿Cuáles son las
hipótesis
del Si un varón ama realmente a su padre, los psicoanalistas dicen que el superyó Psicoanálisis?
del sujeto está reprimiendo el odio. Cuando afirma que ama a su padre está Si hipótesis debe
toda probando que, en realidad, lo odia. La sola presencia de hipótesis ser confirmada

incomprobables en el psicoanálisis muestra que es una seudociencia. cómo


confirmamos

una
hipótesis del

Las hipótesis psicoanalíticas comprobables son en principio de tres psicoanálisis.

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tipos: las que han sido verificadas, las que han sido falseadas, y las que no han
sido puestas a prueba. Yo no conozco ninguna que haya sido verificada. Una
tras otra, las que han sido puestas a prueba, han sido refutadas.

Una de ellas es la hipótesis de que hay dos tipos de personalidad, la oral y la


anal. Quien tiene una personalidad anal es disciplinado, serio y más bien
introvertido; en cambio, los sujetos con personalidad oral son despreocupados,
indisciplinados y extrovertidos.

Hace ya una cuarentena de años se probó que no hay ninguna correlación entre
la personalidad y la manera en que al niño de corta edad le han entrenado los
esfínteres. Otro mito freudiano es el del orgasmo vaginal. También éste ha sido
refutado hace una cuarentena de años.

Uno de los mitos psicoanalíticos más absurdos y rentables es la tesis de que


todo olvido es debido a la represión. Los psicólogos científicos han descubierto
hace un siglo que lo excepcional no es el olvido sino el recuerdo. Y en el curso
de las últimas décadas se ha descubierto el mecanismo de la memoria: la
formación de sistemas de neuronas activadas por algún acontecimiento. Estos
sistemas se van formando y deshaciendo en el curso del desarrollo. No se nace
con recuerdos: el cerebro del recién nacido es demasiado primitivo para formar
recuerdos que no sean de impresiones muy básicas. En resumen, la hipótesis
de que todo olvido se debe a la represión es incompatible con la psicología
experimental y la neuropsicología.

Esto no quita que no exista toda una industria: la terapia de los ¿A qué se refiere con lo recuerdos
reprimidos. Este negocio, hasta hace poco floreciente en los EE.UU., del mito se ha desinflado
en años recientes. El negocio consiste en lo siguiente. Una psicoanalítico?
persona, por lo común una mujer, acude donde una psicoanalista porque tiene
algún problema psicológico. Puede ser que él o la psicoanalista le diga:

- Lo que ocurre es que su padre ha querido o ha logrado violarla cuando


usted era chica.

- ¡Oh no, de ninguna manera! Yo me llevaba bien con mi padre, quien


siempre me trató con cariño y consideración.

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- No, lo que pasa es que usted ha reprimido ese recuerdo. Yo voy a
ayudarla a recuperar ese recuerdo reprimido.

El mago o la maga "ayuda" a la paciente incauta con hipnosis


(sugestión), y con drogas tales como nembutal si es necesario. Finalmente,
ocurre una de dos: la paciente abandona el tratamiento, o termina admitiendo
que sí, que su padre la violó. En este segundo caso el mago o la maga han
logrado implantar un recuerdo ficticio. En psicología experimental es cosa sabida
que se puede injertar recuerdos. Dicho sea de paso, uno de los primeros
ejemplos que aparece en la literatura no científica figura en La guerra y la paz de
Tolstoi, escrita hace más de 100 años. En esta novela una chica le injerta un
recuerdo a su amiga.

En todo caso, en los EE.UU. ha habido algunos juicios espectaculares, en los


cuales mujeres han acusado a su padre de haberles arruinado la vida por
haberlas violado en su infancia. El único testimonio exhibido era el testimonio de
un psicoanalista. La presunta perjudicada entablaba un juicio a su padre. Éste
era encarcelado y quedaba arruinado, y su familia quedaba desmantelada, etc.
Finalmente, los tribunales de California han decidido que no van a aceptar más
ese tipo de testimonio de psicoanalistas. Existe, además, una Fundación para el
estudio y la denuncia de esta industria.

Nada de esto implica que en algunos casos haya habido incesto. Pero esos
casos han sido descubiertos de una manera muy diferente. Han sido verificados
por testigos y visitadores sociales. No se ha recurrido a sugestión ni a drogas,
nadie ha injertado recuerdos. Bueno, en todo caso, si hay interés podremos
volver al psicoanálisis cuando nos ocupemos de la Psicología.

1.5. CIENCIA BÁSICA Y CIENCIA APLICADA

Hay ciencias básicas, hay técnica, y en el medio tenemos las ciencias ¿Cuándo un investigador
aplicadas, por ejemplo la farmacología, la toxicología, la criminología, etc. es un

Estas disciplinas buscan verdades, lo mismo que las ciencias básicas. Pero las Científico cuando
es un y verdades que buscan son de posible utilización práctica, de posible valor o un técnico?
práctico. Ejemplo, la investigación de productos naturales en química, bioquímica y

19
farmacología, con la finalidad de ver si algunos de ellos podrían utilizarse en la industria
farmacéutica.

La definición o caracterización de una técnica es parecida a la caracterización


de una ciencia. Pero hay un componente adicional, de modo que tenemos una
endecatupla. El undécimo componente es un conjunto de juicios de valor. El
técnico, a diferencia del científico, asigna valores a todas las cosas.

Para un biólogo vale tanto, en principio, un mosquito como un elefante.


En cambio, para un epidemiólogo normativo los mosquitos son disvaliosos, y
para un técnico forestal los elefantes son una plaga. Para un ingeniero, las
estrellas no tienen el menor valor. En cambio, tal vez la Luna pueda alcanzar
algún valor, ya que tal vez podamos enviar mineros a la Luna y traer minerales
de ella.

En cambio, las estrellas y el pasado de la humanidad no tienen el menor valor


para un técnico, porque él se propone modificar la realidad. Mejor dicho, se
propone diseñar aparatos o procesos capaces de cambiar, sea el curso de la
naturaleza, sea las acciones humanas. De modo, pues, que para el técnico el
conocimiento es un medio, un instrumento para hacer, o para permitir que otros
actúen guiados por esos diseños o esos planes.

Naturalmente, la técnica moderna se apoya sobre la ciencia moderna, pero no


sobre toda ella. La mayor parte de la ciencia, empezando por la matemática, no
es inmediatamente relevante a la técnica. Por ejemplo, el diseño y la fabricación
de armamentos le deben poco a la ciencia básica, aunque ese poco sea
indispensable.

El técnico original, en cuanto diseñador de artefactos, procesos u


organizaciones, tiene ideas nuevas. No le basta con exprimir a la ciencia: usa
algo de ciencia, pero tiene que agregar investigación e imaginación.

1.6. EXOMORAL DE LA TÉCNICA

20
Desde el punto de vista ético, es interesante observar que la técnica tenga la misma

endomoral que la ciencia básica Pero también está sometida a Las exigencias lo que yo llamo
exomoral, es decir a exigencias sociales. Se da por supuesto sociales preque el técnico debe
ajustarse a la verdad, buscar la calidad y no debe engañar sionan a la a su cliente. Todas
ciencia.

estas exigencias figuran en los códigos de ética profesional.

Pero estos códigos son incompletos. En efecto, en una sociedad mínimamente


justa el técnico tiene obligaciones adicionales. Por ejemplo, no debiera deteriorar
irreversiblemente el ambiente, ni debiera dañar en forma irreparable al prójimo.
Es decir, hay ciertas restricciones sociales a las que no está sometido el científico
básico, porque éste no cambia las cosas, sino que se limita a estudiarlas.

Imponerle restricciones al científico básico es lo mismo que limitar la búsqueda


y difusión de la verdad. Los ciudadanos de una democracia deben, pues,
proteger la libertad de investigación y apoyar su ejercicio. En cambio, como
ciudadanos tenemos el derecho y el deber de vigilar a los técnicos para evitar
abusos de lo artificial.

Hay una enorme diferencia entre la técnica artesanal, por ejemplo la técnica de
la confección de vestidos por modistas, y la técnica de la confección de vestidos
en escala industrial. Son técnicas bastante diferentes, porque en la producción
en gran escala se necesita maquinaria especializada, que se diseña sobre la
base de conocimientos de ingeniería, que a su vez se basan sobre la física y la
matemática.

En resumen, la técnica y la ciencia se parecen en que ambas procuran la

verdad, pero se distinguen en que la técnica también procura ser útil.

1.7. SEUDOCIENCIA Y SEUDOTÉCNICA

21
Así como hay seudociencias hay seudotécnicas. La primera de éstas parece
En tierra de
ciegos el
tuerto es el
haber sido la magia. Aunque suele afirmarse que la magia es la antecesora de rey.
la ciencia, la verdad es que la magia es la antecesora de la técnica. En efecto,
el mago se proponía, se propone, modificar, ya sea la naturaleza, ya sea la
gente. Lo que ocurre es que el mago no empleaba los métodos adecuados. Si
era astuto engañaba a la gente para hacerla creer que, en efecto, era eficaz.
Por ejemplo, el chamán o mago de una tribu africana empieza la danza de la
lluvia poco antes de empezar la estación de las lluvias. Él sabe cuándo empiezan
las lluvias, porque lleva la cuenta de los días: es el encargado del calendario.

Además utiliza trucos, el chamán o el médico brujo conoce algo de hierbas y


sabe tal vez como curar una fractura o detener una hemorragia. Es decir, tiene
algunos conocimientos auténticos, los que le dan prestigio, y otros que no son
auténticos.

El poder de la palabra, en Un ejemplo más actual de seudotécnica es la psiquiatría


hablada, o nuestras vidas es una psicoterapia. Hay dos clases de psiquiatría: la que supone que
todas las constante que perturbaciones mentales son perturbaciones del cerebro, y la que
supone que no privilegio sólo de es son perturbaciones de un alma inmaterial que se pueden curar
con la palabra. los individuos

más racionales.

Lo que se puede curar con la palabra son desórdenes de conducta, es decir,


pautas de conducta no adaptativas o desviantes. Esto sí se puede cambiar a
veces con la palabra, con la persuasión, con el consejo dado por una persona
experimentada. Pero esto es modificar la manera en que trabaja cierta parte del
cerebro.

Lo que no puede modificar la palabra en forma permanente es la química del


cerebro. Con meras palabras no se puede aumentar ni disminuir sino fugazmente
la concentración de los neurotransmisores. Justamente de esto se ocupa la
psiquiatría biológica: de modificar los procesos químicos que intervienen en los
procesos mentales, en particular los afectos, los sentimientos y las emociones.

Uno de los casos más trágicos es el de los maniaco-depresivos, que hasta los
años 50 eran intratables. A partir de entonces no es que se los puede curar, pero
sí se los puede tratar. Es decir, se puede corregir levemente la transmisión de

22
ciertos neurotransmisores, tales como la serotonina, de modo tal que las
fluctuaciones afectivas estén más o menos acotadas. Así se evita casi siempre
que el paciente se desespere y se suicide. Un depresivo no tratado con fármacos
no sólo es incapaz de trabajar, sino que termina por suicidarse. Por siguiente, es
irresponsable, e incluso criminal, encomendar su tratamiento a psicoterapeutas,
que creen en la omnipotencia del verbo y en cambio no creen que el cerebro
tenga algo que ver en las perturbaciones mentales.

Para poder aumentar la eficacia de la psiquiatría biológica es indispensable


impulsar el cultivo de la neurociencia y de la psicología biológica, que aún están
en la infancia. Por ejemplo, todos los años aparecen artículos que pretenden
demostrar que la depresión y las psicosis son hereditarias. Poco tiempo después
se publica una rectificación. Ni siquiera está bien definida la esquizofrenia. Cada
decenio se cambia la definición de este trastorno y, por lo tanto, su diagnóstico y
su tratamiento.

Hay dos razones por las cuales la psiquiatría biológica está poco desarrollada. Una es que
sigue dominando el mito del alma inmaterial, ¿Somos consuinventado por las religiones y reforzado
por las filosofías idealistas. El segundo midores de la seudotécnica? motivo es que la mayoría de los
psiquiatras no tienen una formación científica Esa es una adecuada. Tienen formación de
médicos. Son entrenados para aplicar razón porqué existen.del conocimientos biomédicos, no para
contribuir a ellos.

Otra seudotécnica muy difundida es la homeopatía. Todos hemos oído hablar


de los remedios homeopáticos, pero son pocos los que se han tomado la
molestia de averiguar si son eficaces. La evaluación de la homeopatía se puede
hacer desde dos puntos de vista: el empírico y el científico. En el primer caso se
procede a contar la fracción de casos de curación que sigue a la administración
de remedios homeopáticos. Si el porcentaje es bajo, se abriga la esperanza de
que aparezcan remedios homeopáticos más eficaces.

23
Este procedimiento no es científico, y ello por dos razones. En primer lugar,
involucra la conocida falacia del post hoc, ergo propter hoc (después de ello, por
lo tanto a causa de ello). Segundo, siempre que se medique, bien o mal, obra el
efecto placebo, o sea, la sugestión: si tengo fe en un remedio, me sentiré mejor.
Si somos optimistas vamos a sobrellevar una enfermedad o una desgracia
mucho mejor que si somos pesimistas. Es decir, la autosugestión, y en particular
el efecto placebo, es real. En resumen, el razonamiento empirista es inválido.

El único razonamiento válido es el del farmacólogo o bioquímico aplicado. Éste


nos dirá que al cabo de las numerosas diluciones sucesivas involucradas en la
fabricación de un fármaco homeopático, sólo queda algo así como una molécula
de la llamada sustancia activa por centímetro cúbico. De modo que semejante
fármaco carece de efecto biológico. Por lo tanto es absurdo seguir ensayando
los presuntos remedios homeopáticos. Son una engañifa. No sirven más que
para enriquecer a los homeópatas y a los laboratorios homeopáticos. A propósito,
el hecho de que casi ningún epistemólogo haya analizado ni denunciado esta
estafa intelectual y comercial muestra que la mayoría de los epistemólogos
viven muy lejos de aquello que dicen estudiar.
¿Existe
me-
Hace poco menos que una década, un tal doctor Benveniste, director de un moria en los
objetos?
laboratorio de la Universidad de París, publicó un artículo en la revista científica
británica Nature. En él sostenía que, si bien es verdad que en un presunto
remedio homeopático prácticamente no queda nada de sustancia activa, el agua
conserva el recuerdo de la misma. Pero, como no aclaró en qué consistía esa
presunta memoria, lo que dijo no es sino bla-bla. El agua en estado líquido no
tiene estructura suficiente para recordar lo que contuvo en el pasado. Es muy
diferente del caso de una barra de hierro: si se la dobla, queda doblada, y si se
la imanta queda imantada.

24
El artículo de marras fue objeto de una investigación por un equipo formado por
el director de Nature, el célebre James Randy —un mago de espectáculos que
se especializa en trucos mágicos— y un investigador del famoso instituto
norteamericano de la salud. Los tres fueron al laboratorio de Benveniste y
repitieron los experimentos de su equipo (que, casualmente, habían sido
subvencionados por la industria homeopática francesa). La verdad, admitió el
doctor Benveniste, es que los experimentos siempre dan bien cuando los hace
la doctora fulana. Naturalmente, esto reforzó la sospecha de los visitantes. Éstos
repitieron los experimentos de acuerdo con los protocolos, y no encontraron
nada. Pocos años después, el gobierno francés cerró el laboratorio fraudulento.

25
HANS REICHENBACH;
Hamburgo, 1891 – Los Ángeles, 1953.

Físico y filósofo alemán. Nació en


Hamburgo, en el seno de una
influyente familia judía; después de
estudiar ingeniería en la Technische
Hochschule de Stuttgart, continuó
estudiando matemáticas, física y
filosofía en las universidades de
Berlín, Gotinga y Munich, hasta que
en 1915 obtuvo el doctorado en
filosofía en la Universidad de
Erlangen.

De 1920 a 1926 fue profesor en su propia escuela en Stuttgart, de donde


(con el apoyo de Einstein) pasó a ser profesor de filosofía de la física en la
Universidad de Berlín, en donde permaneció hasta 1933. Fue en este breve
lapso de siete años en que Reichenbach se identificó con el Círculo de
Viena, publicó algunas de sus obras más importantes, editó (junto con
Carnap) la revista Erkenntnis, ganó prestigio internacional, e inició la
formación de un grupo pequeño de filósofos de la ciencia que, junto con él,
empezaron a conocerse como la Escuela de Berlín. Profesor en la
Universidad de Berlín hasta 1933, emigró a Turquía y posteriormente a EE
UU, donde ejerció la docencia en la Universidad de California.
Especializado en filosofía de la ciencia, fue el principal representante de la
Escuela de Berlín, si bien se mostró contrario al neopositivismo. Llevó a cabo
una fundamentación axiomática de las variables relativistas y sistematizó las
teorías cuánticas mediante una lógica trivalente. Destacan sus obras
Filosofía de la doctrina del tiempo y del espacio, Fundamentos filosóficos de
la mecánica cuántica (1944) y Moderna filosofía de la ciencia.

II. LAS TRES TAREAS DE LA EPISTEMOLOGÍA

26
Toda teoría del conocimiento debe partir del conocimiento como un El saber de la experiencia y el
hecho sociológico dado. El sistema de conocimiento como ha sido construido conocimiento, por
generaciones de pensadores, los métodos usados para adquirir son propiedad de la sociedad.
conocimientos en los primeros tiempos o en nuestros días, los fines del conocimiento tal como
son expresados por el proceder de la investigación científica, el lenguaje en el cual el
conocimiento es formulado; todo ello nos es dado de la misma forma que otros hechos
sociológicos, tales como las costumbres sociales, los hábitos religiosos, o las instituciones
políticas.

La base aprovechable por el filósofo no difiere de la del sociólogo o del El conocimiento


es un fenómeno
psicólogo; esto se sigue del hecho de que si el conocimiento no estuviera sociológico
incorporado en libros, discursos y acciones humanas, nosotros nunca sabríamos
de él. El conocimiento, en consecuencia, es una cosa muy concreta y el examen
de sus propiedades conlleva el estudio de las características de un fenómeno
sociológico.

Denominaremos a la primera tarea de la epistemología tarea descriptiva, que


consiste en dar una descripción del conocimiento como es realmente. Se sigue,
luego que la epistemología en este aspecto forma parte de la sociología. Pero
es solamente un grupo especial de cuestiones referentes al fenómeno
sociológico “conocimiento” el que constituye el dominio de la epistemología. Hay
cuestiones tales como ¿cuál es la significación de los conceptos usados en el
conocimiento?, ¿cuáles son los presupuestos contenidos en el método
científico? ¿Cómo sabemos si un enunciado es verdadero y si lo sabemos
absolutamente? y muchas otras; y aunque en verdad estas cuestiones
conciernen al fenómeno sociológico “ciencia”, ellas son de un tipo muy especial
comparadas con la forma de aquellas que se plantean en la sociología general.

¿Qué genera esta diferencia? Usualmente se dice que es una diferencia La epistemo-
logía, y
la de las relaciones internas y externas entre aquellas expresiones humanas que
sociología, tomadas como un todo son denominadas “conocimiento”. Las relaciones
aportan al

conocimiento internas son de tal naturaleza que pertenecen al contenido del conocimiento. en
general

La epistemología en consecuencia, está interesada solamente en las tanto internamente relaciones


internas mientras que la sociología, aunque puede tomar en cuenta como parcialmente las
relaciones internas, siempre combina éstas con las relaciones externamente.

27
externas en las que esta ciencia se encuentra también interesada. Un sociólogo,
por ejemplo, puede informar que los astrónomos construyen grandes
observatorios con telescopios para observar las estrellas y de esta suerte la

relación interna entre los telescopios y las estrellas entra dentro de la descripción
sociológica.

El informe sobre astronomía contemporánea iniciado con la oración


precedente puede ser continuado por el enunciado que afirma que
frecuentemente los astrónomos son hombres aficionados a la música o que ellos
en general pertenecen a la clase burguesa de la sociedad; si estas relaciones no
interesan a la epistemología es porque ellas no entran dentro del contenido de la
ciencia; ellas son lo que llamamos relaciones externas.

Aunque esta distinción no proporciona una línea clara de demarcación La estructura


interna del
podemos usarla como una primera indicación del diseño de nuestra conocimiento investigación.
Podemos decir entonces que a la tarea descriptiva de la es tarea de la epistemología. epistemología
le concierne la estructura interna del conocimiento y no las características externas que
interesan a un observador que no toma en cuenta el contenido.

Debemos añadir ahora una segunda distinción la cual importa a la psicología.


La estructura interna del conocimiento es el sistema de conexiones que se
producen en el pensamiento. Desde semejante definición podemos estar
tentados a inferir que la epistemología proporciona una descripción del proceso
del pensamiento, pero esto sería completamente erróneo. Hay una gran
diferencia entre el sistema de interconexiones lógicas del pensamiento y la
manera real en la que se realizan los procesos de pensamiento. Las operaciones
psicológicas del pensamiento son más bien procesos vagos y fluctuantes; ellas
casi nunca se ajustan a las reglas prescritas por la lógica y pueden, inclusive,
omitir grupos enteros de operaciones las que serían necesarias para una
exposición completa de la materia en cuestión. Esto es válido tanto para el
pensamiento cotidiano como para los procesos mentales del hombre de ciencia
que confronta la tarea de encontrar interconexiones lógicas entre ideas

28
divergentes acerca de nuevos hechos observados; el genio científico nunca se
ha sentido constreñido por los rígidos pasos y las vías prescritas por el
razonamiento lógico. Será, en consecuencia, un intento vano tratar de construir
una teoría del conocimiento que sea al mismo tiempo lógicamente completa y
que guarde estricta correspondencia con los procesos psicológicos del
pensamiento.

La única manera de escapar de esta dificultad es diferenciar ¿Cómo se puede

cuidadosamente la tarea de la epistemología de la psicología. La epistemología diferenciar


la no considera los procesos de pensamiento en su devenir efectivo, esta tarea es tarea
de la dejada enteramente a la psicología. Lo que la epistemología intenta es
epistemología y
la psicología? construir procesos de pensamiento de tal modo que ellos deberían producirse así
si fueron ordenados en un sistema consistente, o construir conjuntos de operaciones
justificables que pueden ser intercalados entre el punto de partida y el resultado del proceso
de pensamiento, reemplazando los eslabones intermedios reales. La epistemología considera
así un substituto lógico que el proceso real. Para este substituto lógico hemos introducido el
término reconstrucción racional [este término fue usado por R. Carnap]; el cual parece
apropiado para indicar la tarea de la epistemología. Muchas falsas objeciones y malas
comprensiones de la moderna epistemología tienen su origen en no haber separado estas
dos tareas; en consecuencia, en ningún caso será objeción atendible a una tesis
epistemológica que el pensamiento real no se ajuste a ella.

A pesar de realizarse como una construcción ficticia, nosotros debemos retener la noción de
tarea descriptiva de la epistemología. La construcción que va a ser lograda no es arbitraria;
está ligada al pensamiento real por el postulado de correspondencia. Es aún, en cierto sentido,
una modalidad de pensamiento mejor que el pensamiento real. Teniendo a la vista la
reconstrucción racional sentimos la sensación de que solamente ahora comprendemos lo que
pensamos y admitimos que ella expresa lo que nos ¿Qué carac-
proponemos, hablando en sentido estricto. Es un hecho psicológico remarcable teriza lenguaje cienal
que exista tal avance hacia la comprensión de nuestros propios pensamientos, tífico y a las el
mismo hecho que constituyó la base de la mayéutica de Sócrates y que ha exposiciones
científicas?

permanecido desde aquel tiempo como la base del método filosófico; su


adecuada expresión científica es el principio de reconstrucción racional.

Si se solicita una más conveniente determinación de este concepto de


reconstrucción racional, nosotros podemos decir que corresponde a la forma en
la cual los procesos de pensamiento son comunicados a otras personas en lugar
de la forma en la que ellos son subjetivamente elaborados. Por ejemplo, la forma

29
en que un matemático publica una nueva demostración a un físico su
razonamiento lógico para la fundamentación de una nueva teoría, casi
corresponde a nuestro concepto de reconstrucción racional, y la bien conocida
diferencia entre el modo como el pensador descubre un teorema y el modo como
lo presenta a un auditorio puede ilustrar la diferencia en cuestión. Introduciré los
términos contexto del descubrimiento y contexto de la justificación para señalar
esta distinción. En consecuencia, tenemos que decir que la epistemología está
abocada a la construcción del contexto de la justificación. Pero aun la forma de
presentación de las teorías científicas es sólo una aproximación a lo que nosotros
significamos con el contexto de la justificación. Porque aun la forma escrita de
las exposiciones científicas no siempre satisface las exigencias de la lógica o
neutraliza los resabios de la motivación subjetiva de la cual tales teorías
surgieron. Si la presentación de cualquier teoría es sometida a un riguroso
examen epistemológico, el veredicto resulta todavía más desfavorable. Pues el
lenguaje científico, estando destinado como el lenguaje de la vida diaria a
propósitos prácticos, contiene tantas abreviaciones e inexactitudes toleradas
silenciosamente, que un lógico nunca estará plenamente satisfecho con la forma
de las publicaciones científicas. Nuestra comparación, sin embargo, puede al
menos indicar el modo en que queremos que el pensamiento sea reemplazado
por operaciones justificables; y puede también mostrar que la reconstrucción
racional del conocimiento pertenece a la tarea descriptiva de la epistemología.
Esta se encuentra ligada al hecho del conocimiento de la misma manera que la
exposición de una teoría está ligada a los procesos de pensamiento de su autor.

En adición a su tarea descriptiva, a la epistemología le concierne otra El sistema del conocimiento


finalidad a la que puede llamarse su tarea crítica. El sistema del conocimiento es criticado es
criticado; es juzgado con respecto a su validez y confiabilidad. Esta tarea es con respecto a
su validez y ya
parcialmente efectuada en la reconstrucción racional, pues el conjunto confiabilidad ficticio de
operaciones que ocurren aquí es elegido desde el punto de vista de debido a que éste es falible. la
justificabilidad; nosotros reemplazamos el pensamiento real por operaciones en tanto que son
justificables, esto es, que pueden ser demostradas como válidas. Pero la tendencia a preservar
la correspondencia con el pensamiento real debe ser separada de la tendencia a obtener un
pensamiento válido; y así nosotros tenemos que distinguir entre la tarea descriptiva y la crítica.
Ambas colaboran con la reconstrucción racional. Puede suceder que la descripción del
conocimiento conduzca al resultado de que ciertas cadenas de pensamientos u operaciones
no pueden ser justificadas; en otras palabras, que aun la reconstrucción racional contiene
cadenas no justificables o que no es posible intercalar una cadena justificable entre el punto
de partida y el resultado del pensamiento real. Este caso muestra que la tarea descriptiva y la
tarea crítica son diferentes, aunque descripción en este sentido no es una copia del

30
pensamiento real sino la construcción de su equivalente el cual está ligado al primero por el
postulado de correspondencia y permite someter el conocimiento a crítica.

La tarea crítica es la que llamamos frecuentemente análisis de la ¿Qué relación


existe entre
ciencia, y como el término “lógica” no expresa nada más, al menos si lo pensamiento, tomamos
en un sentido acorde con su uso, podemos hablar aquí de lógica de lenguaje y lógica? la

ciencia. Los problemas de la lógica más conocidos pertenecen a este dominio; la teoría del
silogismo fue construida para justificar el pensamiento deductivo reduciéndolo a ciertos
esquemas demostrativos de operaciones, y la moderna teoría del carácter tautológico de las
fórmulas lógicas debe ser interpretada como una justificación del pensamiento deductivo
concebido en
una forma más general. La cuestión de la síntesis a priori que ha jugado un rol
tan importante en la historia de la filosofía, también cae dentro de este marco; y
de la misma manera el problema del razonamiento inductivo del que ha surgido
más de una “investigación concerniente al entendimiento humano”. El análisis de
la ciencia comprende todos los problemas básicos de la epistemología
tradicional; por tanto está considerado en primer plano cuando hablamos de
epistemología.

El método científico no es, en cada paso de su proceder, dirigido por el El método científico está
principio de validez, hay otros pasos que tiene el carácter de decisiones precedido en volitivas.
Esta es la distinción que debemos enfatizar en el mismo principio de algunos pasos
por decisiones
las investigaciones epistemológicas. Que la idea de verdad o validez tiene una volitivas. influencia
directiva en el pensamiento científico es obvio y ha sido notado en todos los tiempos por los
epistemólogos. Que hay ciertos elementos del conocimiento, sin embargo, que no son
gobernados por la idea de verdad pero que están sujetos a decisiones volitivas, y aunque
influyendo poderosamente en la construcción de todo el sistema del conocimiento no afectan
su carácter de verdad, es menos conocido por los investigadores en filosofía. La presentación
de las decisiones volitivas contenidas en el sistema del conocimiento constituye por tanto, una
parte que integra la tarea crítica de la epistemología. Para dar un ejemplo de las decisiones
volitivas nosotros podemos señalar las llamadas convenciones, por ejemplo la convención
concerniente a la unidad de medida de longitud y al sistema decimal, etc. Pero no todas las
convenciones son tan obvias y es a veces un problema más bien difícil encontrar los indicios
que convenciones. El progreso de la epistemología ha sido frecuentemente complementando
por el descubrimiento del carácter convencional de ciertos elementos tomados hasta entonces,
como si tuvieran el carácter de ser decidible como verdaderos o falsos; el descubrimiento de
Helmholtz de la arbitrariedad de la definición de congruencia espacial, el descubrimiento de
Einstein de la relatividad de la simultaneidad, significan el reconocimiento de que lo que fue
considerado un enunciado debe ser reemplazado por una decisión. Encontrar todos los puntos

31
en los cuales hay decisiones implícitas es una de las más importantes tareas de la
epistemología.

Las convenciones constituyen una clase especial de decisiones; ellas Las convenciones
cientirepresentan una elección entre concepciones equivalentes. Los diferentes ficas son
un sistemas de pesos y medidas son un buen ejemplo de tal equivalencia; ellos punto de

partida. ilustran el hecho de que la decisión en favor de cierta convención no influye en el


contenido del conocimiento. Los ejemplos elegidos de la teoría del espacio y del tiempo
previamente mencionados son igualmente ubicables entre las concepciones. Hay decisiones
de otro carácter que no conducen a concepciones equivalentes sino a sistemas divergentes;
ellas pueden ser
llamadas bifurcaciones volitivas. Mientras una convención puede ser comparada
a una elección entre diferentes vías que conducen al mismo lugar, la bifurcación
volitiva se asemeja a una bifurcación de vías que nunca se juntarán de nuevo.
Hay bifurcaciones volitivas de importancia que se encuentran en la misma
entrada de la ciencia; estas son decisiones concernientes a los fines de la ciencia
¿Cuál es el propósito de la investigación científica? Esta es, lógicamente
hablando, una cuestión que no es de carácter veritativo sino una decisión volitiva
y la decisión específica que dará respuesta a esta cuestión pertenece al tipo de
bifurcaciones volitivas. Si alguien nos dice que estudia ciencia por placer y para
llenar sus horas de ocio nosotros no podemos esgrimir como objeción que este
razonamiento es “un enunciado falso” - no es un enunciado en absoluto sino una
decisión y todos tienen derecho a hacer lo que quieran. Nosotros podemos
objetar que tal determinación es opuesta al uso normal de las palabras y que lo
que él llama el fin de la ciencia es generalmente llamado el fin del juego- este si
sería un enunciado verdadero. Este enunciado pertenece a la parte descriptiva
de la epistemología, nosotros podemos mostrar que en libros y discursos la
palabra “ciencia” está siempre conectada con el “descubrimiento de la verdad” y
a veces también con la “predicción del futuro”. Pero, lógicamente hablando, este
es un asunto de decisiones volitivas. Es obvio que esta decisión no es una
convención o porque las dos concepciones obtenidas, por diferentes postulados
concernientes a los fines de la ciencia, no son equivalentes; se trata de una
bifurcación.

O tomemos una cuestión como la significación de cierto concepto.


Digamos la casualidad, o la verdad, o el significado mismo. Lógicamente
hablando esta es una cuestión de una decisión concerniente a la delimitación de
un concepto, aunque, por supuesto, la práctica científica ha decidido ya acerca
de esta delimitación de una manera más bien precisa. En tal caso debe
examinarse cuidadosamente si la decisión en cuestión es una convención o una

32
bifurcación. La delimitación de un concepto puede ser de carácter convencional,
por ejemplo diferentes delimitaciones pueden conducir a sistemas equivalentes.

El carácter de ser verdadero o falso pertenece solamente a los La verdad o falsedad


es enunciados, no a las decisiones. Nosotros podemos sin embargo, coordinar propiedad de con
una decisión ciertos enunciados concernientes a ella; y, antes que todo, los enunciados.
hay dos tipos de enunciados que deben ser considerados. El primero es un
enunciado del tipo que ya hemos mencionado: establece qué decisión usa la
ciencia en la práctica. Pertenece a la epistemología descriptiva y es, por tanto,
de carácter sociológico. Nosotros podemos decir que este enunciado establece
un hecho objetivo, un hecho perteneciente a la esfera de los objetos del
conocimiento. Un hecho sociológico es de este tipo. Es, por supuesto, del mismo
tipo de hechos con los que trata la ciencia natural. Al segundo enunciado le
concierne el hecho de que, lógicamente hablando, hay una decisión y no un
enunciado; un hecho de esta clase puede ser llamado un hecho lógico. No hay
contradicción en hablar aquí de un hecho refiriéndonos a una decisión, su
carácter de ser una decisión es un hecho y puede ser expresado por un
enunciado.

Aquello resulta obvio por el carácter cognoscitivo de tal enunciado; el


enunciado puede ser correcto o errado y en algunos casos el enunciado errado
ha sido sostenido por centurias mientras que el enunciado correcto ha sido
descubierto sólo recientemente. Los ejemplos dados por las teorías de Helmholtz
y Einstein sobre el espacio y el tiempo pueden ser ilustrativos. Pero un hecho de
la clase aquí considerada no pertenece a la esfera de los objetos de la ciencia y
lo llamamos hecho lógico. Será una de nuestras tareas analizar estos hechos
lógicos y determinar su status lógico; pero por ahora usaremos el término “hecho
lógico” sin mayor explicación.

La diferencia entre enunciados y decisiones marca un punto en el cual ¿La epistemología


decide la
distinción entre la tarea descriptiva y la tarea crítica de la epistemología que decisiones
cobra máxima importancia. El análisis lógico nos muestra que dentro del están en uso?
sistema de la ciencia hay ciertos puntos sobre los cuales no puede plantearse
ninguna cuestión relacionada con la verdad pero donde puede asumirse una
decisión; la epistemología descriptiva nos dice que decisión está realmente en
uso. Muchas malas comprensiones y falsas pretensiones de la epistemología
tienen su origen aquí. Nosotros conocemos las pretensiones del Kantismo y del
Neokantismo de mantener a la geometría euclidiana como la única base posible

33
de la física. La moderna epistemología ha mostrado que el problema tal como es
formulado dentro del kantismo está mal planteado, desde que supone una
decisión que Kant no vio. Nosotros conocemos las controversias acerca del
“significado del significado”; su carácter apasionado se debe a la convicción de
que hay un significado absoluto del significado que debemos descubrir, mientras
que la cuestión puede ser discutida solamente con respecto al concepto de
significado correspondiente al uso de la ciencia o presupuesto en ciertas
conexiones. Pero nosotros no queremos anticipar la discusión de este problema
y nuestro ulterior tratamiento de él contendrá una más detallada explicación de
nuestra distinción entre enunciados y decisiones.

El concepto de decisión conduce a la tercera tarea que nosotros Una tarea esencial de la debemos
encomendar a la epistemología. Hay muchas situaciones en las que epistemología las decisiones
de la ciencia no pueden ser determinadas precisamente, porque es orientación. la las palabras o
métodos usados son demasiados vagos; y hay otras en las que
dos o aún más decisiones diferentes están en uso, entremezcladas e ejemplo: la
interfiriéndose dentro del mismo contexto confundiendo las investigaciones decisión por
lógicas. El concepto de significado puede servir como ejemplo; algunos ejemplos el sistema
más simples se presentan en la teoría de la medida. El trabajo concreto de la inglés de
investigación científica puede poner de lado las exigencias del análisis lógico, el medidas
hombre de ciencia no siempre tiene en cuenta las demandas del filósofo. conduce a la
Sucede, por tanto, que las decisiones presupuestadas por la ciencia positiva no imposibilida
son aclaradas. En tal caso será tarea de la epistemología sugerir una propuesta d de añadir
en relación con la decisión y nosotros hablaremos, por tanto, de la tarea de números de
orientación de la epistemología como su tercera tarea. Esta función de la medida de
epistemología puede resultar de un gran valor práctico, pero debe pensarse con acuerdo a
claridad que lo que se proporciona aquí es una propuesta y no una las reglas
determinación de carácter veritativo. Nosotros podemos señalar las ventajas de técnicas del
la decisión propuesta y podemos usarla en nuestras propias exposiciones de las sistema
materias relativas al caso, pero nunca podemos reclamar acuerdo con nuestra decimal; así
propuesta en el mismo sentido en que lo reclamamos para enunciados cuya la renuncia a
verdad hemos probado. estas reglas
será una
decisión
Hay sin embargo, una cuestión concerniente a hechos que debe ser implicada. O
un ejemplo
considerada en conexión con la propuesta de una decisión. El sistema del
complicado:
conocimiento está interconectado de tal manera que algunas decisiones están
la decisión
ligadas entre sí; una decisión incluye otras y, aunque somos libres para elegir la
expresada
primera, no somos libres respecto de aquellas que la siguen. Llamaremos al
en la
grupo de decisiones por una decisión, sus decisiones implicadas. Daremos un
aceptación

34
de geometría euclidiana en física puede conducir a la concurrencia de extrañas Decir que
algo es
fuerzas, de “fuerzas universales”, que distorsionan todos los cuerpos en la Veritativo
misma magnitud y puede conducir aún a mayores inconvenientes concernientes tiene el
al carácter continuo de la causalidad. El descubrimiento de interconexiones de mismo
sentido que
esta clase es una importante tarea de la epistemología; las relaciones entre afirmar qué
diferentes decisiones son frecuentemente oscurecidas por la complejidad de la algo es
Verdadero.
materia; es solamente añadiendo el grupo de decisiones implicadas que una
propuesta respecto a una nueva decisión resulta completa.

El descubrimiento de las decisiones implicadas pertenece a la tarea crítica de


la epistemología y las relaciones entre decisiones pertenecen a la clase de los
hechos lógicos. Podemos reducir la tarea de orientación de la epistemología a
la tarea crítica usando el siguiente procedimiento sistemático: renunciamos a
hacer propuestas y en lugar de eso construimos una lista de
Las interconexiones, entre las ciencias es otra tarea de la Epistemología.

todas las decisiones posibles, cada una acompañada de sus decisiones


implicadas. Elegir después de conocer todas las conexiones factuales a los
puede ¿Una decisión
verdadera? ser
cuales él está ligado. Son una especie de postes de señales lógicas que
nosotros erigimos. Para cada camino damos su dirección junto con todas las
direcciones conexas y dejamos la elección de la ruta a cargo del caminante que
viaja a través de la selva del conocimiento. Tal vez el viajero estará más
agradecido por tales postes que si fuera mediante una recomendación sugerente,
directamente encaminado, por cierta senda. Dentro del marco de la moderna
filosofía de la ciencia hay un movimiento que lleva el nombre de
convencionalismo; éste trata de mostrar que la mayor parte de las cuestiones

35
epistemológicas no son de carácter veritativo sino que puede ser explicada por
decisiones arbitrarias.

Esta tendencia, ante todo, con su fundador Poincaré, tiene méritos históricos
como el haber conducido a la filosofía a poner énfasis en los elementos volitivos
del sistema del conocimiento los cuales habían sido negados antes. En su
posterior desarrollo, sin embargo, ha traspasado grandemente sus límites por
haber exagerado la parte ocupada por las decisiones en el conocimiento. Las
relaciones entre las diferentes decisiones fueron soslayadas y la tarea de reducir
la arbitrariedad a un mínimo por medio de la mostración de las interconexiones
lógicas entre las decisiones arbitrarias fue olvidada. El concepto de decisiones
implicadas, por tanto, puede ser considerado como un dique contra el
convencionalismo extremo: él nos permite separar la parte arbitraria del sistema
del conocimiento de su contenido sustancial, discriminar entra la parte objetiva y
la subjetiva de la ciencia. Las relaciones entre las decisiones no dependen de
nuestra elección sino son prescritas por las reglas de la lógica o por las leyes de
la naturaleza.

Aún más, resulta que la exposición de las decisiones implicadas decide muchas
querellas acerca de la toma de decisiones. Hay decisiones básicas que gozan de
una aceptación casi universal y si nosotros tenemos éxito en mostrar que una de
las decisiones discutibles está implicada por cierta decisión básica, la aceptación
de dicha decisión estará asegurada. Decisiones básicas de este tipo, son, por
ejemplo, el principio de que las cosas de la misma clase recibirán los mismos
nombres, o el principio de que la ciencia proporciona métodos para predecir el
futuro tan exactamente como sea posible (una demanda que será aceptada aun
si la ciencia es encargada de otras tareas). No diré que estas decisiones básicas
deben ser asumidas y retenidas en todo el desarrollo de la ciencia; lo que quiero
expresar es solamente que estas decisiones son actualmente sostenidas por la
mayor parte de la gente y que muchas controversias acerca de decisiones se
originan solamente en no ver la implicación que conduce desde las decisiones
básicas a la decisión en discusión. La parte objetiva del conocimiento, sin
embargo, debe ser liberada de los elementos volitivos por el método de
reducción, transformando la tarea de orientación de la epistemología en la tarea
crítica. Nosotros podemos establecer la conexión en la forma de una implicación.

Si Ud., elige esta decisión entonces está obligado a aceptar este


enunciado o esta otra decisión. Esta implicación, tomada como un todo, está libre

36
de elementos volitivos; ella es la forma en la cual la parte objetiva del
conocimiento encuentra expresión.

Decisión Decisión
1 2

Decisión Decisión
5 3

Decisión
4

¿Qué debemos emplear criterios para una buena


decisión?

37
CAPITULO II

SOBRE LA METÓDICA YEXPLICACIONES

38
Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de
entenderlo; y, sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible del
mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable.
En este proceso, construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de
ideas llamado «ciencia», que puede caracterizarse como conocimiento
racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por
medio de la investigación científica el hombre ha alcanzado una
reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda
y exacta.
Mario Bunge.

39
OBJETIVOS DE LA II UNIDAD

 El participante debe identificar los modelos de explicación vigente en


las ciencias y reconocer cuáles son las diferencias existentes entre
los modelos epistemológicos.

 El participante define y explica los conceptos empleados en las


posturas epistemológicas.

 El participante construye y diseña mapas conceptuales que articulen


los conceptos presentados en los presentes modelos
epistemológicos.

 El participante explica los conceptos en función a las relaciones


establecidas con el ámbito o medio social donde se desempeña.

40
ALAN CHALMERS; Bristol 1939

Nació en Bristol, Inglaterra en 1939, y


alcanzó un Licenciado en Físic a por la
Universidad de Bristol , y su maestría
en física de la Universidad de
Manchester. Su tesis doctoral sobre la
teoría electromagnética de JC Maxwell
fue concedid a por la Universidad de
Londres. Su área de interés principal
es la filosofía de la ciencia. Desde
1971 ha sido profesor en diversas
universidades australianas, donde se
ha nacionalizado. En 1997 fue elegido
miembro de la Academy of
Humanities.

Libros Por Alan Chalmers

• El científico Atom y la piedra filosofal - Cómo la ciencia y la filosofía


Sucesor No se pudo tener conocimiento de los átomos, Springer, 2009.

• ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, Universidad de Queensland de


prensa, Open University Press, edición revisada tercero, Hackett, 1999.
(ha sido traducido a más de quince idiomas en todo el mundo, y es
considerado como una de las mejores introducciones a la Filosofía de la
Ciencia)

• Ciencia y su fabricación, Open University Press y la Universidad de


Minnesota Press, 1990 . (Traducido al francés, neerlandés, español,
coreano y chino)

III. EL INDUCTIVISMO: LA CIENCIA COMO CONOCIMIENTO DERIVADO DE


LOS HECHOS DE LA EXPERIENCIA

41
3.1. UNA OPINIÓN DE SENTIDO COMÚN AMPLIAMENTE COMPARTIDA SOBRE LA
CIENCIA.

El conocimiento científico es conocimiento probado. Las teorías La observación y la


expericientíficas se derivan, de algún modo riguroso, de los hechos de la experiencia mentación
dan adquiridos mediante la observación y la experimentación. La ciencia se basa en una base
segura para derivar el lo que
podemos ver, oír, tocar, etc. Las opiniones y preferencias personales y
conocimiento.
las imaginaciones especulativas no tienen cabida en la ciencia. La ciencia es
objetiva. El conocimiento científico es conocimiento fiable porque es
conocimiento objetivamente probado.

Sugiero que enunciados de este tipo resumen lo que en la época moderna es


una opinión popular sobre lo que es el conocimiento científico.

Esta opinión se hizo popular durante y como consecuencia de la revolución


científica que tuvo lugar fundamentalmente en el siglo XVII y que fue llevada a
cabo por pioneros de la ciencia tan grandes como Galileo y Newton. El filósofo
Francis Bacon y muchos de sus contemporáneos resumían la actitud científica
de la época cuando insistían en que si queremos entender la naturaleza
debemos consultar la naturaleza y no los escritos de Aristóteles. Las fuerzas
progresistas del siglo XVII llegaron a considerar errónea la preocupación de los
filósofos de la naturaleza medievales por las obras de los antiguos, en especial
de Aristóteles, y también por la Biblia, como fuentes del conocimiento científico.
Estimulados por los éxitos de «grandes experimentadores» como Galileo,
consideraron cada vez más la experiencia como la fuente del conocimiento.
Desde entonces ha aumentado continuamente esta valoración gracias a los
logros espectaculares de la ciencia experimental. «La ciencia es una estructura
asentada sobre hechos», escribe J. J. Davies en su obra On the scientific
method. Y tenemos una moderna valoración del logro de Galileo debida a H. D.
Anthony:

No fue tanto las observaciones y experimentos realizados por


Galileo lo que originó la ruptura con la tradición, como su actitud
hacia ellos. Para él, los hechos extraídos de ellos habían de ser
tratados como hechos y no relacionados con una idea
preconcebida... Los hechos de la observación podían encajar o no
en un esquema admitido del universo, pero lo importante, en
opinión de Galileo, era aceptar los hechos y construir una teoría
que concordara con ellos.

42
La concepción inductivista ingenua de la ciencia, que esbozaré en las
siguientes, secciones, puede ser considerada como un intento de formalizar esta
imagen popular de la ciencia. La he denominado inductivista porque se basa
en un razonamiento inductivo, como explicaré brevemente, Argumentaré que
esta concepción de la ciencia, como la concepción popular a la que se asemeja,
está completamente equivocada e incluso es peligrosamente engañosa. Espero
que para entonces resulte evidente que el adjetivo «ingenuo» es el adecuado
para describir a muchos inductivistas.

3.2. EL INDUCTIVISMO INGENUO

Según el inductivista ingenuo, la ciencia comienza con la observación.


El observador científico debe tener órganos sensoriales normales, no
disminuidos, y debe registrar de un modo fidedigno lo que pueda ver, oír, etc.,
que venga al caso de la situación que esté observando y debe hacerlo con una
mente libre de prejuicios. Se pueden establecer o justificar directamente como
verdaderos los enunciados hechos acerca del estado del mundo o de una parte
de él por un observador libre de prejuicios mediante la utilización de sus sentidos.
Los enunciados a los que se llega de este modo (los llamaremos
enunciados observacionales) forman, pues, la base de la que se derivan las ¿Qué es un leyes y
teorías que constituyen el conocimiento científico. A continuación enunciado
observacional?

presentarnos algunos ejemplos de enunciados observacionales no muy


excitantes:

A las doce de la noche del 1 de enero de 1975, Marte aparecía en tal y tal
posición en el cielo.

Ese palo, sumergido parcialmente en el agua, parece que está doblado.

El señor Smith golpeó a su mujer.

El papel de tornasol se vuelve Tojo al ser sumergido en el líquido.

La verdad de estos enunciados se ha de, establecer mediante una cuidadosa


observación. Cualquier observador puede establecer o comprobar su verdad
utilizando directamente sus sentidos. Los observadores pueden ver por sí ¿Qué es un
mismos. enunciado sin -
gular?

43
Los enunciados del tipo citado anteriormente pertenecen al conjunto de los
denominados enunciados singulares. Los enunciados singulares, a diferencia de
un segundo grupo de enunciados que veremos en breve, se refieren a un
determinado acontecimiento o estado de cosas en un determinado lugar y en un
momento determinado. El primer enunciado se refiere a una determinada aparición
de Marte en un determinado lugar del cielo en un momento especificado, el
segundo a una determinada observación de un determinado palo, etc. Es evidente
que todos los enunciados observacionales serán enunciados singulares. Proceden
de la utilización que hace el observador de sus sentidos en un lugar y un momento
determinados.

A continuación veremos algunos ejemplos simples que podrían formar parte del
conocimiento científico.

De la astronomía:
Los planetas se mueven en elipses alrededor de su sol.

De la física:
Cuando un rayo de Iuz pasa de un medio a otro cambia de dirección de
tal manera que el seno del ángulo de incidencia dividido por el seno del
ángulo de refracción es una característica constante de los dos medios.

44
De la psicología:
Los animales en general poseen una necesidad inherente de algún tipo
de descarga agresiva.

De la química:
Los ácidos vuelven rojo el papel de tornasol.

¿Qué es un
Estos son enunciados generales que expresan afirmaciones acerca de las enunciado

propiedades o el comportamiento de algún aspecto del universo. A general?


diferencia de los enunciados singulares, se refieren a todos los acontecimientos
de un determinado tipo en todos los lugares y en todos los tiempos. Todos los
planetas, estén donde estén situados, se mueven siempre en elipses alrededor
de su sol. Siempre que se produce una refracción lo hace según la ley de
refracción enunciada anteriormente. Todas las leyes y teorías que constituyen el
conocimiento científico son afirmaciones generales de esa clase y a tales
enunciados se les denomina enunciados universales.

Ahora se puede plantear la siguiente cuestión. Si la ciencia se basa en ¿Qué es una ley
universal? la
experiencia, entonces ¿por qué medios se pueden obtener de los enunciados
singulares, que resultan de la observación, los enunciados generales que constituyen el
conocimiento científico? ¿Cómo se pueden justificar las afirmaciones generales y no
restringidas que constituyen nuestras teorías, basándose en la limitada evidencia constituida
por un número limitado de enunciados observacionales?

La respuesta inductivista es que, suponiendo que se den ciertas condiciones, es


lícito generalizar, a partir de una lista finita de enunciados observacionales

45
singulares, una ley universal. Por ejemplo, podría ser lícito generalizar, a partir
de una lista finita de enunciados observacionales referentes al papel de tornasol
que se vuelve rojo al ser sumergido en ácido, esta ley universal: «los ácidos
vuelven rojo el papel de tornasol», o generalizar, a partir de una lista de
observaciones referentes a metales calentados, la ley: «los metales se dilatan al
ser calentados». Las condiciones que deben satisfacer esas generalizaciones
para que el inductivista las considere lícitas se pueden enumerar así:

A. El número de enunciados observacionales que constituyan la base de una


generalización debe ser grande.

B. Las observaciones se deben repetir en una amplia variedad de


condiciones.

C. Ningún enunciado observacional aceptado debe entrar en contradicción


con la ley universal derivada.

La condición 1 se considera necesaria, porque evidentemente no es lícito


concluir que todos los metales se dilatan al ser calentados basándose en una
sola observación de la dilatación de una barra de metal, por ejemplo, de la misma
manera que no es lícito concluir que todos los australianos son unos borrachos
basándose en la observación de un australiano embriagado. Serán necesarias
una gran cantidad de observaciones antes de que se pueda justificar cualquier
generalización. El inductivista insiste en que no debemos sacar conclusiones
precipitadas.

El tipo de razonamiento que nos permite ir de los enunciados singulares a los universales, es
decir, de la parte al todo, se razonamiento
llama inductivo
, y el proceso,
inducción
.

Si se confirma
HIPÓTESIS empíricamente
Teoría

Leyes
GENERALIZACIÓN
Leyes

OBSERVACIONES Leyes

46
Un modo de aumentar el número de observaciones en los ejemplos
mencionados sería calentar repetidas veces una misma barra de metal u observar
de modo continuado a un australiano que se emborracha noche tras noche, y
quizás día tras día. Evidentemente, una lista de enunciados observacionales
obtenidos de ese modo formaría una base muy insatisfactoria para las
respectivas generalizaciones. Por eso es necesaria la condición 2. «Todos los
metales se dilatan al ser calentados» sólo será una generalización lícita si las
observaciones de la dilatación en las que se basa abarcan una amplia variedad
de condiciones. Habría que calentar diversos tipos de metales, barras de hierro
largas, barras de hierro cortas, barras de plata, barras de cobre, etc., a alta y baja
presión, a altas y bajas temperaturas, etc. Si en todas las ocasiones todas las
muestras de metal calentadas se dilatan, entonces y sólo entonces es lícito
generalizar a partir de la lista resultante de enunciados observacionales la ley
general. Además, resulta evidente que si se observa que una determinada
muestra de metal no se dilata al ser calentada, entonces no estará justificada la
generalización universal. La condición 3 es esencial.

El tipo de razonamiento analizado, que nos lleva de una lista finita de enunciados
singulares a la justificación de un enunciado universal, que nos lleva de la parte
al todo, se denomina razonamiento inductivo y el proceso se denomina inducción.
Podríamos resumir la postura inductivista ingenua diciendo que, según ella, la
ciencia se basa en el principio de inducción, que podemos expresar así:

Si en una amplia variedad de condiciones se observa una gran cantidad


de A y si todos los A observados poseen sin excepción la propiedad B,
entonces todos los A tienen la propiedad B.

Así pues, según el inductivista ingenuo el conjunto del conocimiento científico


se construye mediante la inducción a partir de la base segura que proporciona la
observación. A medida que aumenta el número de hechos establecidos mediante
la observación y la experimentación y que se hacen más refinados y esotéricos
los hechos debido a las mejoras conseguidas en las técnicas experimentales y
observacionales, más son las leyes y teorías, cada vez de mayor generalidad y
alcance, que se construyen mediante un cuidadoso razonamiento inductivo. El

47
crecimiento de la ciencia es continuo, siempre hacia adelante y en ascenso, a
medida que aumenta el fondo de datos observacionales.

Hasta ahora, el análisis sólo constituye una explicación parcial de la ciencia, ya


que, con seguridad, una característica importante de la ciencia es su capacidad
para explicar y predecir. El conocimiento científico es lo que permite al
astrónomo predecir cuándo se producirá el próximo eclipse solar o al físico
explicar por qué el punto de ebullición del agua es inferior al normal en altitudes
elevadas. La figura 1 representa, de forma esquemática, un resumen de toda la
historia inductivista de la ciencia. El lado izquierdo de la figura se refiere a la
derivación de leyes y teorías científicas a partir de la observación que ya hemos
analizado. Queda por analizar el lado derecho. Antes de hacerlo, hablaremos un
poco del carácter de la lógica y del razonamiento deductivo.

Figura 1

3.3. LÓGICA Y RAZONAMIENTO DEDUCTIVO

Una vez que un científico tiene a su disposición leyes y


teorías universales puede extraer de ellas diversas consecuencias que le sirven
como explicaciones y predicciones. Por ejemplo, dado el hecho de que los
metales se dilatan al ser calentados es posible derivar el hecho de que los raíles
de ferrocarril continuos, sin que existan entre ellos pequeños huecos, se
distorsionarán con el calor del sol. Al tipo de razonamiento empleado en las
derivaciones de ésta clase se le denomina razonamiento deductivo. La deducción
es distinta de la inducción de la que ya se habló en la sección anterior.

48
El estudio del razonamiento deductivo constituye la disciplina de la lógica [A
veces se considera que la lógica incluye el estudio del razonamiento inductivo,
de manera que hay una lógica inductiva así como una lógica deductiva]. No se
intentará proporcionar una explicación y valoración detalladas de la lógica en este
libro. En lugar de esto, se ilustrarán algunas de las características importantes
para nuestro análisis de la ciencia mediante ejemplos triviales.

He aquí un ejemplo de deducción lógica.

Ejemplo 1:
1. Todos los libros de filosofía son aburridos.
2. Este libro es un libro de filosofía.

3. Este libro es aburrido

En este argumento; (1) y (2) son las premisas y (3) es la conclusión.


Es evidente, creo, que si (1) y (2) son verdaderas, (3) ha de ser verdadera. No es
posible que (3) sea falsa si (1) y (2) son verdaderas, ya que si (1) y (2) fueran
verdaderas y (3) falsa ello supondría una contradicción. Esta es la característica
clave de una deducción lógicamente válida. Si las premisas de una deducción
lógicamente válida son verdaderas, entonces la conclusión debe ser verdadera.

Una ligera modificación del ejemplo anterior nos proporcionará un caso de


deducción no válida.

Ejemplo 2:

49
1. Muchos libros de filosofía son aburridos.
2. Este libro es un libro de filosofía.

3. Este libro es aburrido

En este ejemplo, (3) no se sigue necesariamente de (1) y (2). Es posible que (1)
y (2) sean verdaderas y que, no obstante, (3) sea falsa. Aunque (1) y (2) sean
verdaderas, puede suceder que este libro sea, sin embargo, uno de los pocos
libros de filosofía que no son aburridos. Afirmar que (1) y (2) son verdaderas y
que (3) es falsa no supone una contradicción. El argumento no es válido.

El lector se puede sentir ya aburrido. Las experiencias de ese tipo tienen que
ver, ciertamente, con la verdad de los enunciados (1) y (3) en los ejemplos 1 y 2.
Pero una cuestión que hay que señalar aquí es que la lógica y la deducción por
sí solas no pueden establecer la verdad de unos enunciados fácticos del tipo que
figura en nuestros ejemplos. Lo único que la lógica puede ofrecer a este respecto
es que, si las premisas son verdaderas, entonces la conclusión debe ser
verdadera. Pero el hecho de que las premisas sean verdaderas o no, no es una
cuestión que se pueda resolver apelando a la lógica. Una argumentación puede
ser una deducción perfectamente lógica aunque conlleve una premisa que sea
de hecho falsa. He aquí un ejemplo.

Ejemplo 3:

1. Todos los gatos tienen cinco patas.


2. Bugs Pussy es mi gato.
3. Bugs Pussy tiene cinco patas

Esta deducción es perfectamente válida. El caso es que si (1) y (2) son


verdaderas, entonces (3) debe ser verdadera. Sucede que en este ejemplo (1) y
(3) son falsas, pero esto no afecta a la condición de la argumentación como
deducción válida. Así pues, la lógica deductiva por sí sola no actúa como fuente
de enunciados verdaderos acerca del mundo. La deducción se ocupa de la
derivación de enunciados a partir de otros enunciados dados.

50
1.4. LA PREDICCIÓN Y LA EXPLICACIÓN EN EL INDUCTIVISMO

Ahora estamos en condiciones de comprender de una manera simple el


funcionamiento de las leyes y teorías como aparatos explicatorios y predictivos
en la ciencia. Una vez más comenzaré con un ejemplo trivial para ilustrar la
cuestión. Consideremos el siguiente argumento:

1. El agua completamente pura se congela a unos 0º C (si se le da tiempo


suficiente)
2. El radiador de mi coche contiene agua completamente pura.

Ejemplos menos triviales serán más complicados, pero los papeles que
desempeñan la observación, la inducción y la deducción siguen siendo en
esencia los mismos. Como ejemplo final consideraremos la explicación
inductivista de cómo puede la ciencia física explicar el arco iris.

La premisa simple (1) del ejemplo anterior es reemplazada en este caso por una
serie de leyes que rigen el comportamiento de la luz, a saber, las leyes de la
reflexión y de la refracción de la luz y afirmaciones acerca de la medida en que
el grado de refracción depende del color. Estos principios generales se derivan
de la experiencia por inducción. Se efectúan una gran cantidad de experimentos
de laboratorio, reflejando rayos de luz de espejos y superficies de agua, midiendo

1 . Si la temperatura baja a 0º C, el agua del radiador de mi coche se


congelará (si se le da tiempo suficiente)

Aquí tenemos un ejemplo de argumentación lógica válida para deducir


la predicción (3) del conocimiento científico contenido en la premisa (1). Si (1) y Si yo suelto una (2)
son verdaderas, (3) debe ser verdadera. Sin embargo, la verdad de (1), (2) manzana ¿debo
pensar de

qué y (3) no se establece gracias a ésta o a otra deducción. Para un inductivista, la ella cae? Pero

fuente de la verdad no es la lógica, sino la experiencia. Desde este punto de por podría ocurrir de

qué no vista, (1) se determinará por observación directa del agua congelada. Una vez otra manera

que se han establecido (1) y (2) mediante la observación y la inducción, se distinta. puede deducir
de ellas la predicción (3).

51
los ángulos de incidencia y refracción de los rayos de luz que pasan del aire al
agua, del agua al aire, etc., en una gran variedad de condiciones, repitiendo los
experimentos con luz de varios colores, etc., hasta que se dan las condiciones
necesarias para considerar lícita la generalización inductiva de las leyes de la
óptica.

También se reemplazará la premisa (2) del ejemplo anterior por una serie más
compleja de enunciados. Dichos enunciados incluirán afirmaciones en el sentido
de que el sol está situado en una posición determinada en el cielo con respecto
a un observador en la tierra, y que caen gotas de lluvia procedentes de una nube
situada en una región determinada con relación al observador. Nos referiremos a
estos conjuntos de enunciados, que describen los detalles de la situación que se
está investigando, como las condiciones iniciales. Las descripciones de las
situaciones experimentales serán ejemplos típicos de condiciones iníciales.

Dadas las leyes dela óptica y las condiciones iniciales, es posible entonces
efectuar deducciones que proporcionen una explicación de la formación de un
arco iris visible para el observador. Estas deducciones ya no serán tan evidentes
como en nuestros ejemplos anteriores y supondrán tanto argumentaciones
matemáticas como verbales. La argumentación será más o menos la siguiente.
Si suponemos que una gota de lluvia es más o menos esférica, entonces el
trayecto de un rayo de luz a través de una gota de agua será más o menos el
dibujado en la figura 2. Si un rayo de luz blanca incide en una gota de lluvia en a,
entonces, si la ley de la refracción es verdadera, el rayo rojo viajará a lo largo de
la línea ab y el rayo azul a lo largo de ab'. Una vez más, si las leyes que rigen la

52
reflexión son verdaderas, entonces ab debe reflejarse a lo largo de bc y ab' a lo
largo de b'c'. De nuevo la refracción en c y c' se determinará mediante la ley de
la refracción, de modo que un observador que contemple la gota de lluvia verá
los componentes rojo y azul de la luz blanca por separado (y también todos los
demás colores del espectro). Nuestro observador también podrá ver la misma
separación de colores en cualquier gota de lluvia que esté situada en una parte
del cielo tal que la línea que una la gota de lluvia con el sol forme un ángulo D
con la línea que une la gota de lluvia con el observador. Así pues, las
consideraciones geométricas proporcionan la conclusión de que el observador
podrá ver un arco coloreado, siempre que la nube de lluvia esté suficientemente
extendida.

Figura 2

En
esta ocasión
sólo he
bosquejado
la
explicación
del arco iris,
pero lo que
se ofrece
debe bastar
para
ejemplificar

53
la forma general del razonamiento implicado. Dado que las leyes de la óptica ¿Es lo mismo
una ley que una
son verdaderas (y para el inductivista ingenuo eso se puede establecer por teoría?
inducción a partir de la observación) y dado que las condiciones iníciales están
descritas de modo preciso, se sigue necesariamente la explicación del arco iris.
Se puede resumir de la siguiente manera la forma general de todas las
explicaciones y predicciones científicas:

1. Leyes y teorías.
2. Condiciones iniciales.

3. Predicciones y explicaciones

Esta es la etapa representada en el lado derecho de la figura 1.

La siguiente descripción del método científico, efectuada por un


economista del siglo XX, se ajusta exactamente a la concepción inductivista
ingenua de la ciencia tal y como la he descrito e indica que no es tan sólo una
postura que me he inventado con el propósito de criticarla.

Si tratamos de imaginar cómo utilizaría el método científico una mente de poder


y alcance sobrehumanos, pero normal por lo que se refiere a los procesos
lógicos de su pensamiento... el proceso sería el siguiente:

En primer lugar, se observarían y registrarían todos los hechos, sin


seleccionarlos ni hacer conjeturas a priori por lo que se refiere a su
importancia relativa.

En segundo lugar, se analizarían, compararían y clasificarían los hechos


registrados y observados, sin más hipótesis o postulados que los que
necesariamente supone la lógica del pensamiento.

En tercer lugar, se harían generalizaciones inductivas referentes a las


relaciones clasificatorias o causales que hay entre los hechos, a partir de
ese análisis de ellos.

En cuarto lugar, la investigación posterior sería tanto deductiva como


inductiva, utilizando inferencias realizadas a partir de generalizaciones
previamente establecidas.

54
3.5. EL ENCANTO DEL INDUCTIVISMO INGENUO

La concepción inductivista ingenua de la ciencia tiene ciertos méritos aparentes.


Su atractivo parece residir en el hecho de que proporciona una explicación
formalizada de algunas de las impresiones populares sobre el carácter de la
ciencia, su poder explicatorio y predictivo, su objetividad y su superior fiabilidad
en comparación con otras formas de conocimiento.

Ya hemos visto cómo el inductivista ingenuo da cuenta del poder explicatorio y predictivo
de la ciencia.

La objetividad de la ciencia inductivista se deriva del hecho de que tanto ¿Cuál es la


diferencia la
observación como el razonamiento inductivo son objetivos en sí mismos. entre el Cualquier
observador que haga un uso normal de sus sentidos puede averiguar ‘principio de
inducción’,
enunciados observacionales. No se permite que se inmiscuya ningún elemento ‘razonamiento
personal, subjetivo. La validez de los enunciados observacionales, cuando se o método inductivo’,
obtienen de manera correcta, no dependen del gusto, la opinión, las inductivo e esperanzas o
las expectativas del observador. Lo mismo se puede decir del inductivismo?
razonamiento inductivo, mediante el cual se deriva el conocimiento científico a
partir de los enunciados observacionales. O las inducciones satisfacen las
condiciones prescritas o no las satisfacen. No es una cuestión subjetiva de
opinión.

La fiabilidad de la ciencia se sigue de las afirmaciones del inductivista acerca


de la observación y la inducción. Los enunciados observacionales que forman la
base de la ciencia son seguros y fiables porque su verdad se puede determinar
haciendo uso directo de los sentidos, Además, la fiabilidad de los enunciados
observacionales se transmitirá a las leyes y teorías derivadas de ellos, siempre
que se satisfagan las condiciones para una lícita inducción, lo cual queda
garantizado por el principio de inducción que forma la base de la ciencia según
el inductivista ingenuo.

55
Ya he mencionado que considero que la concepción inductivista ingenua de la ciencia
está muy equivocada y es peligrosamente engañosa.

Sin embargo, quizás deba aclarar que la postura que he esbozado es una forma
muy extrema de inductivismo. Muchísimos inductivistas sofisticados no querrían
verse asociados con algunas características de mi inductivismo ingenuo. No
obstante, todos los inductivistas afirmarían que, en la medida en que se pueden
justificar las teorías científicas, se justifican porque se apoyan inductivarnente en
la base más o menos segura que proporciona la experiencia.

56
ERNEST NAGEL; Praga, 1901 -
1985.
Nueva York

Fue un filósofo estadounidense de


origen Checo, uno de los teóricos
más importantes de Filosofía de la
ciencia de su tiempo. Se licenció
en Ciencias en la City College de
Nueva York, y obtuvo el
doctorado en la Universidad de
Columbia, de la que después sería
profesor. Su obra fundamental es
La estructura de la ciencia
(1961).

Nagel fue el primero en formular que posicionando analíticamente las


equivalencias entre los términos de diferentes ciencias, uno podría
eliminar todos los compromisos ontológicos, excepto los estrictamente
necesarios de cada ciencia. Se proponía así analizar la lógic a de la
investigación científica y la estructura lógica de sus productos
intelectuales.

Además, se desempeñó como editor de la Revista de Filosofía (1939-


1956) y de la revista Journal of Symbolic Logic. Nagel trato de mostrar
que la misma lógica de la explicación científica era válida en todas las
ciencias. Consideraba que la controversia entre el descriptivo, el realista,
y los puntos de vista instrumentalista de los conceptos científicos era
simplemente debido a los modos preferidos de expresión . Nagel se
convirtió en profesor emérito de la Universidad en 1970 y permaneció
como un profesor especial de Columbia hasta 1973.

IV. EL MODELO DEDUCTIVO DE EXPLICACIÓN

57
adicionales.
Desde que Aristóteles analizó la estructura de lo que él consideraba como Para mayor
el ideal de la ciencia, la idea de que las explicaciones científicas deben tener conveniencia,
siempre la forma de una deducción lógica ha gozado de amplia aceptación. podemos
Aunque puede discutirse la universalidad del modelo deductivo, aun cuando clasificar
dicho modelo sea propuesto como ideal, es indiscutible que muchas estas
explicaciones de las ciencias —también los sistemas explicativos más vastos e condiciones
impresionantes—, tienen esta forma. Además, de muchas explicaciones que en tres
aparentemente no obedecen a este modelo, cuando se hacen explícitas las categorías:
suposiciones implícitas en las mismas, se comprueba que, en realidad, las
responden a él; y tales casos no deben ser considerados como excepciones del condiciones
modelo deductivo, sino como ilustraciones del uso frecuente de razonamientos lógicas, que
entimemáticos especifican
diversos
Por ejemplo, la dilatación, de un trozo de alambre en una ocasión determinada
requisitos
puede ser explicada citando el hecho de que se acaba de calentar el alambre; y es
formales para
evidente que el explicandum no se deduce lógicamente de la premisa explicativa, como
se indica. Sin embargo, parece muy plausible que la explicación propuesta supone las premisas
tácitamente premisas adicionales, por ejemplo, que el alambre es de cobre y que el explicativas;
cobre siempre se dilata al ser calentado. Cuando se hacen explícitas estas suposiciones las
adicionales, la explicación sigue el modelo deductivo. epistémicas,
que estipulan
las relaciones
cognoscitivas
en las que
debemos
colocarnos
frente a la
premisa; y
Debemos investigar, sin embargo, si además del requisito definicional de que Entimema es un
razonamiento
en los tipos deductivos de explicación el explicandum se deduzca que se formula en
forma incompleta,
lógicamente de las premisas explicativas, las explicaciones satisfactorias de parte del cual se
deja
este tipo deben cumplir otras condiciones. Pues es evidente que no toda sobrentendido, o
explicación propuesta es aceptable simplemente porque tenga una estructura sea que está
implícito dentro
deductiva. Por ejemplo, es probable que nadie considere, satisfactoria una del contexto del
explicación del hecho de que Júpiter tenga al menos un satélite a partir del hecho discurso del
caso. “de una
de que Júpiter tenga ocho lunas, aunque el primer enunciado se desprenda mujer que tiene
lógicamente del segundo. Las discusiones relativas a este problema se leche se puede
inferir que está
remontan a la antigüedad griega, y se han sugerido muchas condiciones embarazada
las substantivas, que prescriben el tipo de contenido (empírico o de otra
especie) que deben tener las premisas. El significado de estos rótulos se aclarará
a medida que avancemos en nuestra exposición. Pero sería engorroso y
requeriría inútiles repeticiones examinar separadamente cada tipo de condición;

58
por consiguiente, no intentaremos realizar tal análisis rígidamente dividido. No
obstante esto, consideraremos en este capítulo la mayor parte de las condiciones
lógicas que es menester destacar.

4.1. EXPLICACIONES DE SUCESOS PARTICULARES

Comencemos con un ejemplo de explicación deductiva en el cual el


explicandum es un suceso particular. Consideremos la ilustración de la humedad
que se forma sobre la superficie de un vaso un día determinado. Formulada más
cuidadosamente, la explicación sería la siguiente:

Cuando se reduce la temperatura de cualquier volumen de aire que El modelo


deductivo:
es contienevapor de agua por debajo del punto en el cual la densidad del vapor considerado del
aire es mayor que la densidad de saturación del vapor de agua del aire, a como él para-
digma de toda
esta temperatura, el vapor contenido en el aire se condensa convirtiéndose en explicación agua
líquida en aquellos lugares en los que la temperatura del aire ha caído por genuina y
a menudo adopdebajo de este punto de saturación. tado como la forma ideal parahallar
El volumen de aire que ayer rodeaba al vaso contenía vapor de agua. explicaciones. La
temperatura de la capa de aire inmediatamente adyacente al vidrio se redujo cuando
se echó agua helada en el vaso.
La densidad real de vapor en esa capa de aire cuando su temperatura
disminuyó fue mayor que la densidad de saturación a la nueva
temperatura.
Por consiguiente, el vapor de esa capa adyacente de aire se condensó
sobre la superficie del vaso y se convirtió en agua, o sea, se formó
humedad sobre el vaso.

Lo primero que es menester observar en este


ejemplo es que las premisas contienen un
enunciado de forma universal que afirma una
conexión invariable entre ciertas propiedades.
En otros ejemplos, puede aparecer en las
premisas, más de, una ley universal semejante

De hecho, aun en este ejemplo se suponen


tácitamente otras leyes. Una ley semejante es
la de que para cada temperatura el aire tiene

59
una densidad de saturación definida. Otras, leyes que pasan inadvertidas
fácilmente porque son muy familiares se ocultan en la caracterización de diversas
cosas como agua, vaso, etc. Estas últimas leyes afirman, en efecto, que hay
distintos tipos de substancias, cada una de las cuales manifiesta ciertas
concatenaciones de características y modos de conducta fijos. Por ejemplo, el
enunciado de que algo es agua afirma implícitamente que una serie de propiedades
(un cierto estado de agregación, un cierto calor, un cierto punto de congelación y
de ebullición, ciertas afinidades para entrar en reacciones químicas con otros tipos
de substancias, etc.) están uniformemente asociadas entre sí. El descubrimiento y
la clasificación de tipos de substancias constituyen una etapa temprana pero
indispensable en el desarrollo del conocimiento sistemático; y todas las ciencias,
inclusive la física y la química, postulan, refinan y modifican distinciones con
respecto a tipos de substancias que han sido reconocidas inicialmente en la
experiencia común. En verdad, el desarrollo de vastos sistemas teóricos sólo
parece posible después de realizar una clasificación preliminar de tipos de
substancias, y la historia de la ciencia confirma repetidamente la opinión de que la
observación y el ordenamiento de diversos tipos de substancias —etapa de
investigación llamada a menudo "historia natural"— es un prerrequisito para el
descubrimiento de tipos de leyes reconocidos más comúnmente y para la
construcción de teorías de largo alcance. La física y la química. sólo surgieron
después de tales clasificaciones preliminares de substancias (cuyos comienzos se
pierden en la primitiva antigüedad); la botánica y la zoología tradicional consisten,
en gran parte, en especificaciones y subordinaciones de especies, y algunas de las
ciencias sociales aún pugnan por lograr formulaciones útiles y confiables de tipos
de seres humanos y de instituciones sociales. El reconocimiento de diferentes
especies marchan a la par con la subordinación (o inclusión) de una especie a otra.
Así, la química no sólo distingue entre las especies cobre y azufre, sino también
entre metales y no metales; incluye el cobre entre los metales y el azufre entre los
no metales. Análogamente, la biología incluye las especies tigre y león en el género
común gato, esta última en el orden más amplio de los carnívoros, los carnívoros
en la clase de los mamíferos, y así sucesivamente. Cuando se logra un sistema de
inclusión entre especies, es posible, explicar (aunque sea de una manera tosca)
por qué un objeto individual es un miembro de una especie determinada,
mostrando que ese objeto es un miembro de una especie subordinada (por
ejemplo, un animalito doméstico es un mamífero porque es un gato y los gatos son
mamíferos). Tales explicaciones, obviamente, están muy lejos del tipo de
explicaciones al cual nos han acostumbrado las ciencias teóricas modernas; sin
embargo, son los primeros pasos por el camino que conduce a las últimas.

Si ahora hacemos una generalización a partir de este ejemplo, resulta Explicar es


responder
a que una al menos de las premisas de una explicación deductiva de un la(s) explicandum
singular debe ser una ley universal; además, su importancia no es pregunta(s)
¿por qué?
secundaria, sino que desempeña un papel esencial en la deducción del explicandum.
Se introduce esta condición para eliminar excepciones triviales. Así, aunque "Pérez
es más viejo que Rodríguez" es deducible de las dos premisas "Rodríguez es más

60
joven que Pérez" y "todos los mamíferos son vertebrados", no será considerada
como una explicación aunque las premisas incluyan una ley general, simplemente
porque la segunda premisa no es necesaria para la deducción.

Es evidente que este requisito basta para excluir como caso genuino de
explicación la deducción, mencionada antes, del hecho de que Júpiter tiene al
menos un satélite a partir del hecho de que este planeta tiene ocho lunas.

Pero además de una ley universal, las premisas anteriores también


contienen una serie de enunciados singulares, los cuales afirman que han El explicandum,¿es
ocurrido ciertos sucesos en momentos y lugares indicados o que determinados ley

una objetos
tienen propiedades definidas. Nos referiremos a tales enunciados universal?
singulares como a "enunciados de las condiciones iniciales" (o, más brevemente,
como a las "condiciones iniciales"). En general, las condiciones iniciales
constituyen las circunstancias especiales a las cuales se aplican las leyes
incluidas en las premisas explicativas. Sin embargo, no es posible formular en
términos generales las circunstancias que es menester elegir para que sirvan
como condiciones iniciales apropiadas, pues la respuesta a la
Si afirmamos:
cuestión depende del contenido específico de las leyes empleadas, así como Todos los de los
problemas especiales para cuya solución se invocan estas leyes. números son pares.
Entonces esto
significaría que

El carácter indispensable de las condiciones iniciales para la explicación cualquier


elemento
de deductiva de sucesos particulares es obvio, desde, un punto de vista lógico ese
universo formal. Pues es lógicamente imposible deducir un enunciado de forma singular cumple

61
con ser a partir de enunciados que tienen la forma de un condicional universal. (Por
número y par.

( x) (Nx Px) ejemplo, es imposible deducir un enunciado singular de la forma "x es B" a ¿Esto una
sería partir de un condicional universal de la forma "Para todo x, si x es A, entonces
condición
inicial?

x es B".) Pero por obvio que esto sea, se trata de un punto importante que con
frecuencia se pasa por alto en las discusiones acerca de los procedimientos
científicos. Su olvido es responsable, al menos en parte, de la manera
despreocupada de usar a veces grandes generalizaciones para explicar
cuestiones de hechos especiales (particularmente, en el estudio de asuntos
humanos) y del escaso valor, que, a veces, los observadores asignan a
laboriosas investigaciones para determinar los hechos. Sin embargo, a menudo
es difícil utilizar de manera concreta leyes y teorías, simplemente porque las
condiciones iniciales específicas para su aplicación son inaccesibles, y, por lo
tanto, desconocidas. Y, a la inversa, con frecuencia se proponen explicaciones
equivocadas y se hacen predicciones falsas porque las suposiciones generales
empleadas, aunque bastante correctas en sí mismas, se aplican a situaciones
que no constituyen condiciones iniciales apropiadas para tales suposiciones. Si
bien las leyes de uno u otro tipo son indispensables en las explicaciones
científicas del curso real de los acontecimientos, lo que acontece no puede ser
explicado exclusivamente con referencias a leyes. En la búsqueda de
explicaciones científicas, como en la solución de pleitos jurídicos, los, principios
generales solos no bastan para determinar un caso particular.

Por consiguiente, una explicación científica deductiva cuyo explicandum sea el


acontecer de cierto suceso o la posesión de una propiedad por un objeto
determinado debe satisfacer dos condiciones lógicas. Las premisas deben
contener al menos una ley universal, cuya inclusión en las mismas es esencial
para la deducción del explicandum; y las premisas deben contener, también, un
número adecuado de condiciones iniciales.

Ley universal
Premisas
Condiciones iniciales
explicandum

El explicandum es una consecuencia lógicamente necesaria de las


premisas explicatorias.

62
Aunque la explicación de que un hecho particular requiere la inclusión en las
premisas de enunciados legales y enunciados referentes a condiciones iniciales,
las investigaciones pueden diferir según estén dirigidas a hallar y establecer un tipo
de premisas u otro. Así, podemos observar la aparición de cierto fenómeno y luego
tratar de explicarlo descubriendo algún otro fenómeno que, sobre la base de una
ley ya establecida, pueda ser considerado como la condición para la aparición del
fenómeno dado. Por ejemplo, si el neumático de un automóvil se desinfla podemos
iniciar una búsqueda de alguna pinchadura, partiendo de la suposición general de
que un neumático se desinfla como consecuencia de las pinchaduras. Por otro
lado, podemos observar la aparición de dos o más fenómenos, sospechar que
están relacionados e intentar descubrir las leyes que formulan los modos
específicos de dependencia entre los fenómenos de ese carácter. Así, podemos
observar que el pulso de una persona se acelera cuando ésta se empeña en algún
ejercicio vigoroso; y si sospechamos que la aceleración del pulso depende de algún
modo del ejercicio, podemos investigar el modo preciso de conexión entre las
actividades para obtener una fórmula general de su relación de dependencia.
Asimismo, en el intento de explicar algunos sucesos, se puede dirigir la
investigación al descubrimiento de ambos tipos de premisas explicativas. Por
ejemplo, podemos no conocer ninguna ley atinente a la aparición de cierto
crecimiento canceroso y podemos desconocer también los fenómenos específicos
de los cuales depende tal crecimiento. Y podemos, por ende, tratar de descubrir
las circunstancias particulares que dieron origen al cáncer y, al mismo tiempo, las
leyes que conectan tales circunstancias con los crecimientos cancerosos.

4.2. LA EXPLICACIÓN DE LEYES

Los tratados dedicados a exponer sistemáticamente alguna rama de la Esto no significa,


que las leyes se
ciencia organizada deductivamente no contienen, por lo común, explicaciones establezcan de
sucesos aislados y hechos particulares; y cuando las contienen, a menudo siempre por medios sólo
persiguen el propósito de ilustrar las aplicaciones de leyes y teorías. En las deductivos
ciencias físicas más avanzadas, en todo caso, el propósito principal es la unicamente. De

hecho, la explicación de leyes y, en consecuencia, la interrelación sistemática de las mayoría de


las mismas. leyes están bien fundadas aduciendo elementos de

Toda explicación de leyes parece ser del tipo deductivo y debemos juicio observa-

cionales en su
examinar los rasgos especiales que las caracterizan. Consideraremos en favor.
primer término la explicación de leyes universales. Además, ignoraremos por el
momento no sólo las leyes estadísticas, sino también la distinción mencionada
antes entre explicaciones cuyas premisas son todas "leyes experimentales" y
explicaciones cuyas premisas incluyen el agua. Sería tedioso, sin
suposiciones "teóricas". Consideremos, pues, embargo, especificar con todo
por ejemplo el caso de por qué el hielo flota en detalle la deducción rigurosa de

63
esta ley a partir de las premisas que los físicos Siempre es posible obtener una sola
habitualmente presuponen cuando la explican. premisa, mediante la conjunción de
varias premisas. Lo que se quiere decir,
Bastarán para nuestro propósito las alusiones
es que si sólo hubiera una única premisa
hechas antes acerca de la identidad de estas conjuntiva, ella sería equivalente a una
premisas. clase de premisas lógicamente
independientes en la cual la clase
contendría más de un miembro.
Una primera aproximación a tal deducción es la siguiente: la fuerza de empuje de
un líquido sobre un cuerpo sumergido en él se ejerce en una dirección
perpendicular a la superficie del líquido y es igual, pero de sentido opuesto, al peso
del líquido desplazado por el cuerpo. [Por lo tanto, la fuerza de empuje del agua
sobre el hielo sumergido en ella tiene una dirección perpendicular a la superficie
del agua y es igual al peso del agua desplazada por el hielo.]

Un cuerpo está en equilibrio si y sólo si la suma vectorial de las fuerzas que actúan
sobre él es cero. [Por lo tanto, el hielo sumergido en agua estará en equilibrio si y
sólo si la suma vectorial de las fuerzas que actúan sobre el hielo es cero.]
La suma vectorial de las fuerzas que actúan sobre un cuerpo sumergido en un
líquido, en una dirección paralela a la, superficie del líquido, es cero.
Toda fuerza es la suma vectorial de dos fuerzas (llamadas las "componentes") de
la fuerza dada cuyas direcciones son perpendiculares entre sí. [Por lo tanto, el
hielo sumergido en agua estará en equilibrio si y sólo si la suma vectorial de las
fuerzas que actúan sobre el hielo en una dirección perpendicular a la superficie
del agua es cero. Por lo tanto, también si las únicas fuerzas que actúan sobre el
hielo sumergido en agua son la fuerza de empuje del agua y la fuerza del peso del
hielo, el hielo sumergido en agua estará en equilibrio si y sólo si la fuerza de
empuje del agua es igual, pero de sentido opuesto, al peso total del hielo.]
La densidad del agua es mayor que la densidad del hielo. [Por lo tanto, el peso
de un volumen determinado de agua es mayor que el peso de un volumen igual
de hielo.]
Por lo tanto, si las únicas fuerzas que actúan sobre el hielo sumergido en agua
son la fuerza de empuje del agua y su propio peso, el hielo sumergido en agua
estará en equilibrio si y sólo si una parte del hielo no está sumergida, y la fuerza
de empuje del agua es igual y de sentido opuesto al peso del agua desplazada por
la parte de hielo sumergido. En resumen, el hielo sumergido en agua (y sometido
solamente a la acción de fuerzas "normales") estará en equilibrio si y sólo si flota.

Hay tres cosas evidentes en esta explicación: Todas las premisas son Ten presente enunciados
universales; hay más de una premisa, y cada una de ellas esencial que las para la
definiciones

deducción del explicandum; y las premisas, tomadas aislada o son una parte conjuntamente, no
se deducen lógicamente del explicandum. El primer punto esencial en la ciencia. sólo requiere breve
comentario, pues es lógicamente inevitable, ya que el Es necesario el explicandum mismo es

64
una ley universal. Por consiguiente, la introducción poder distinguir de condiciones
el explicandum

iniciales en las premisas sería gratuita en la explicación de del explicans. leyes universales.

la mayoría de los físicos


Pero el segundo punto plantea el problema considere que se ha explicado la
de saber si la presencia de más de una ley ley
universal en las premisas es sólo una Se realiza, en efecto, la deducción,
peculiaridad del ejemplo usado o si es un sustituyendo las "variables" implícitas
rasgo esencial de todas las explicaciones en la formulación del principio de
Arquímedes por valores particulares.
aceptables. No podemos resolver esta
La forma esquemática de la
cuestión de manera definitiva, pues no deducción es la siguiente:
tenemos un criterio preciso para distinguir Para todas las propiedades P
entre las explicaciones satisfactorias y las que están en K1y para todas las
que no lo son. Sin embargo, es oportuno propiedades Q que está en
K2todos los P son Q.
preguntarse si la deducción de una ley
A esta en K1, y B está en K2, ex vi
universal a partir de una sola premisa sería terminorum. Por consiguiente,
considerada normalmente como una todos los A son B.
explicación de la primera. Para tomar un
ejemplo concreto, consideraremos la ley de La deducción es totalmente análoga a
Arquímedes, según la cual la fuerza de la derivación de la ley de Boyle — la
cual afirma que, para todo gas ideal,
empujé que ejerce un líquido sobre un cuerpo
el producto de la presión del gas por
sumergido en él es igual al peso del líquido su volumen es constante, cuando la
desplazado por este cuerpo. De esta ley se temperatura del gas es constante— a
deduce, como caso especial, que la fuerza de partir de la ley de Boyle- Charles
según la cual, para todo gas ideal, el
empuje del agua sobre el hielo sumergido en
producto de la presión del gas por su
ella es igual al peso del agua desplazada por volumen es proporcional a su
el hielo. Sin embargo, parece improbable que temperatura.
de este modo; y pocas personas, ciertamente, "tendrían la 'sensación" de que
esta deducción de la ley especial es una explicación. Si este ejemplo puede ser
considerado típico y si estas conjeturas acerca de cómo responderían ante él los
científicos son correctas, parece un requisito lógico razonable para la explicación
de leyes que las suposiciones explicativas contengan, al menos, dos premisas
formalmente independientes.

Pero hay también otra consideración que habla en favor de este requisito,
aunque la misma no agrega peso a la argumentación, de manera independiente.
A menudo, reservamos la palabra "explicación", al analizar leyes, a uno de dos
casos posibles. En el primero de éstos, se muestra que el "fenómeno" formulado
por la ley es el resultado de varios factores independientes que entran en algún
conjunto especial de relaciones. En el segundo caso, se muestra que la
asociación invariable entre las características afirmadas por la ley es el producto

65
de dos o más asociaciones que se establecen entre las características
mencionadas en la ley y otras que son eslabones intermedios de una cadena o
red. La intención que guía el establecimiento de esta diferencia quizás se aclare
con los siguientes ejemplos esquemáticos.

Supongamos que una ley universal tiene la forma de un condicional universal


simple: "para todo x, si x es A, entonces x es B" (o "todos los A son B") donde
"A" y "B" designan propiedades definidas. Supongamos que la propiedad A sólo
aparece si aparecen también las propiedades A1 y A2 conjuntamente; y
supongamos, de manera análoga, que B aparece sólo si aparecen
conjuntamente B1 y B2. Supongamos, además, que todos los A1 son B1 y todos
los A2 son B2. De esto se deduce entonces que todos los A son B, de modo que
esta ley, queda explicada. Este esquema ilustra la primera de las anteriores
alternativas.

Un ejemplo concreto es la explicación de la ley según la cual el hielo flota en el


agua, puesto que se presenta la conducta del hielo en el agua como la resultante
de varias fuerzas independientes que actúan sobre el cuerpo sumergido. Sin
embargo, la estructura lógica real de esta explicación es mucho más compleja
que la descripta por el anterior esquema simple.

Obtenemos una ilustración esquemática de la segunda alternativa mediante una explicación


de una ley que tenga la forma "todos los A son B", cuando se la deduce de dos leyes que
tienen, respectivamente, las formas Si afirmamos:
"todos los A son C" y "todos los C son B". Un ejemplo concreto de este caso es (( x) (Ax) (Cx

x Bx)Cx) la explicación de la ley "cuando los gases que contienen vapor de agua se
( x) (Nx Px)
expanden lo suficiente sin cambiar su contenido de calor, el vapor se ¿Esto sería condensa",
cuando se la deduce de las dos leyes "cuando los gases se una ley? expanden sin un cambio en
su contenido de calor, su temperatura disminuye" y "cuando disminuye la temperatura de un
gas que contiene vapor de agua, disminuye también la densidad de saturación del vapor".

Es evidente que las explicaciones que caen en uno u otro de estos esquemas
alternativos emplean al menos dos premisas. Pero, adoptemos o no el requisito
de que estén presentes al menos dos premisas en una explicación satisfactoria,

66
podemos estar bastante seguros de que no encontraremos en las ciencias
muchas explicaciones que lo violen.

El tercer punto señalado antes en lo concerniente al ejemplo del hielo — que el


explicandum no debe implicar lógicamente las premisas— es menos discutible
como requisito general para las explicaciones. Pues si no se satisficiera esta
condición, la conjunción de las premisas sería lógicamente equivalente al
explicandum, en cuyo caso las premisas no harían más que reformular la ley
para la cual se propone la explicación, Tomemos como ejemplo la ley de que el
tiempo que tarda un cuerpo en caída libre para recorrer determinada distancia
es proporcional a la raíz cuadrada de esta distancia. Esta ley se deduce
lógicamente de la ley según la cual la distancia recorrida por un cuerpo en caída
libre es proporcional al cuadrado de la duración de la caída. Sin embargo,
probablemente nadie llame a esto una explicación de la primera ley, pues la
premisa no es más que una transformación del explicandum, matemáticamente
equivalente a éste. (Este ejemplo viola el requisito de que una explicación debe
tener más de una premisa. Los ejemplos que no violan esta condición pero en
los cuales las premisas y el explicandum son, a pesar de todo, lógicamente
equivalentes —por ejemplo, la formulación newtoniana de la mecánica, familiar
para los estudiantes de física noveles, y la formulación más general de la teoría
dada por el físico teórico del siglo XVIII Joseph Lagrange, formulación menos
familiar porque es matemáticamente menos elemental—, son demasiado
complejos para formularlos en detalle.) Si alguien lo hiciera, también podría
tomar el explicandum como una explicación de sí mismo.

Es evidente, pues, que esperamos La palabra animal semejante a un caballo,

con la 'unicornio' designa a un de las premisas explicativas de una particularidad de


que tiene un único explicación satisfactoria que afirmen algo cuerno recto que emerge
de su frente. más que lo afirmado por el explicandum Es una definición 'real' o
lexicográfica, y además verdadera, pues el
Dicho más explícitamente, esperamos que explicandum es una palabra que tiene al
menos una de las premisas de la un uso establecido desde hace mucho explicación de
una ley determinada tiempo, cuyo significado es exactamente satisfaga el siguiente
requisito: unida a el que indica el explicans. Sin embargo, suposiciones adicionales
adecuadas, la el explicandum no nombra o designa algo existente, ya que no hay
premisa debe ser capaz de explicar otras unicornios.
leyes, además de la dada; por otro lado, no debe ser posible explicar la premisa
con ayuda de la ley dada, aunque se le agreguen esas suposiciones adicionales.
Si ninguna de las premisas de una explicación satisface este requisito, se

67
derivarían dos consecuencias indeseables: sería imposible obtener para las
premisas otros elementos de juicio que los suministrados por el explicandum; y
la explicación no haría avanzar la organización de la disciplina en cuestión para
convertirla en un sistema, pues, excepto en casos aislados, tanto los hechos
conocidos como los que aún no se han descubierto permanecerían
desvinculados.

El requisito de que las premisas no deben ser equivalentes al explicandum es


suficiente para eliminar muchas seudoexplicaciones, en las cuales las premisas
simplemente rebautizan los hechos que se desea explicar acuñando nuevos
nombres para ellos. El ejemplo clásico de tales seudoexplicaciones es la sátira
de Moliére en la cual ridiculiza a quienes explican el hecho de que el opio
provoca sueño afirmando que el opio posee una virtud dormitiva. Una ilustración
menos obvia y que se encuentra a veces en las exposiciones de divulgación
científica es la explicación de la ley según la cual la velocidad de un cuerpo
permanece constante a menos que actúe sobre el cuerpo una fuerza externa no
equilibrada, alegando que todos los cuerpos poseen una fuerza de inercia
inherente a ellos. Esta es una seudoexplicación, pues la palabra "inercia" no es
más que otro rótulo para el hecho formulado en la ley.

4.3. LA GENERALIDAD EN LAS EXPLICACIONES

¿Qué condiciones debe Hay, sin embargo, un requisito adicional para que las
explicaciones de satisfacer un enunciado leyes sean consideradas satisfactorias, requisito
íntimamente vinculado con el para que este anterior y que ha sido propuesto a menudo. Según
este requisito, al menos una sea aceptado
como una ley?
de las premisas debe ser "más general" que la ley explicada. Así, la ley de Arquímedes (que
aparece en las premisas del ejemplo del hielo) es más general que la ley de que el hielo flota
en, el agua, porque la primera hace una afirmación acerca de todos los líquidos, y no
solamente acerca del agua, y acerca de todos los cuerpos sumergidos en líquidos, y no
solamente acerca del hielo. Análogamente, se sostiene que la ley de la palanca es más
general que las leyes relativas a los movimientos de los vertebrados. De manera más general,
aunque quizás también Más vaga, se dice con frecuencia que las leyes de la física tienen
mayor generalidad que las leyes de la biología.

Sin, embargo, aunque el sentido de "mayor generalidad" puede ser bastante


claro en ejemplos particulares del uso de esta expresión, no es fácil dar una
elucidación precisa de la misma. Debemos, sin embargo, tratar de llegar a ésta,

68
y observar algunas de las dificultades que surgen. Cuando se dice que un
enunciado S1 es más general que otro enunciado S2, presumiblemente no se
supone que S1 deba implicar lógicamente a S2; pues no sería posible efectuar
tal implicación entre la ley de Arquímedes y la ley de que el hielo flote en el agua,
a pesar de que se dice, que la primera es más general que la segunda. Además,
es plausible concebir el significado de la expresión "más general" de tal manera
que pueda decirse de S1que es más general que
S2 no sólo porque el primero implique lógicamente al segundo. Por ejemplo, el
enunciado "todos los planetas se mueven en órbitas elípticas" implica
lógicamente "todos los planetas se mueven en órbitas que son secciones
cónicas", pero el primero, presumiblemente, no es más general que el segundo.
Por consiguiente, para que S1 sea más general que S2, no parece necesario ni
suficiente que S1 implique lógicamente a S2.
(ley de Arquímedes) es más
general, sobre la
Si nos limitamos a una clase especial de Podrían plantearse dificultades de
naturaleza similar, utilizando otras
enunciados que pueden ser comparables en lo equivalencias válidas en la lógica
que respecta a su "generalidad" relativa, una formal. Por ejemplo, 'todos los A son B'
manera obvia de definir esta relación es la es más general que 'todos los AE son
B', pues 'todos los AE son A' es una
siguiente. Consideremos solamente las leyes que
verdad lógica mientras que 'todos los A
pueden ser, formuladas como condicionales son AE' no lo es. Sin embargo, 'todos
universales de, la forma más simple. Sea S1 un los AE son B' es lógicamente
enunciado de la forma "para todo x, si x es A, equivalente a 'todos los A son Bo noE'.
entonces x es B" (o, utilizando una expresión más Pero 'todos los A son B' no es más
general que 'todos los A son Bo no-E',
habitual, de la forma "todo A es B"), y S2 un
no obstante ser más general que un
enunciado de la forma "todo C es D". Se dirá, enunciado lógicamente equivalente a
entonces, que S1es más general que S2si, y sólo este último. No es posible eliminar estas
si, "todo C es A" es lógicamente verdadero, pero dificultades modificando el requisito de
su inverso "todo A es C" no lo es. Además, se dirá la exposición inicial acerca de las
condiciones necesarias y suficientes
que S1 es tan general como S2 si y sólo si, "todo
para la mayor generalidad (según las
A es C" y "todo C es A" son ambos lógicamente cuales 'todos los C son A' debe ser una
verdaderos. Si ninguno de los enunciados que verdad lógica, pero no así su converso)
tienen una de las dos últimas formas es y admitiendo la condición más débil de
lógicamente verdadero, entonces se dirá que S1 y que 'todos los C son A' sea sólo
contingentemente (o fácticamente)
S2 no son comparables con respecto a su
verdadero, pero no su converso.
generalidad. Por ejemplo, la ley de que todos los
objetos sumergidos en líquidos reciben un
impulso hacia arriba de una fuerza igual al peso
del líquido desplazado por el objeto
base de esta definición, que la ley de que el hielo sumergido en el agua flota.
Pues el enunciado "el hielo en el agua es un objeto sumergido en un líquido" es

69
verdadero en virtud del significado asignado a sus términos, mientras que su
converso, obviamente, no lo es.

Aunque a primera vista esta definición parece suministrar una elucidación


satisfactoria de lo que presumiblemente se quiere decir cuando se afirma que un
enunciado es más general que otro, la misma conduce a dificultades. Pues el
requisito de que dos enunciados lógicamente equivalentes sean igualmente
generales parece razonable, de modo que, si S1es más general qué S2, y S2 es
lógicamente equivalente a un tercer enunciado S3, entonces, S1 es también más
general que S3. Sin embargo, este requisito no se satisface cuando se entiende
"más general" según la definición propuesta. Así, supongamos que "todo A es
B" es más general que "todo Ces D"(de modo que "todo Ces A" sea lógicamente
verdadero, pero no lo sea su converso). Pero "todo no-B es no-A" es lógicamente
equivalente a "todo Aes B", y de acuerdo con el requisito sugerido debería ser
más general que "todo Ces D". Para que esto ocurra, sobre la base de la
definición propuesta, "todo Ces no-B" tendría que ser lógicamente verdadero,
aunque de hecho habitualmente esto no sucede. Por ejemplo, "todos los
organismos vivos son mortales" es más general, según la definición propuesta,
que "todos los seres humanos son mortales" (porque "todos los seres humanos
son organismos vivos" es una verdad lógica, pero no lo es su converso); y "todos
los organismos vivos son mortales" es también lógicamente equivalente a "todos
los no-mortales son organismos no-vivos". Pero puesto que "todos los seres
humanos son nomortales" manifiestamente no es una verdad lógica, el
enunciado "todos los nomortales son organismos no-vivos" no es más general,
cuando se lo juzga de acuerdo con la definición propuesta, que "todos los seres
humanos son mortales".

4.4. REQUISITOS EPISTÉMICOS PARA LAS EXPLICACIONES

Los requisitos para las explicaciones considerados hasta ahora han sido ¿Toda
explicación considera casi exclusivamente condiciones lógicas.
Pero es obvio que también es
una relación necesario admitir otros requisitos. Por ejemplo, si
se supiera que una condición
lógica? inicial de una explicación propuesta para un suceso particular fuera falsa,

inmediatamente rechazaríamos la propuesta por considerarla insatisfactoria.


Pasemos, por lo tanto, a esbozar brevemente algunos requisitos epistémicos
que deben cumplir las explicaciones adecuadas.

Aristóteles

70
Al examinar este problema, Aristóteles sostuvo que las premisas de una
explicación deductiva deben ser, entre otras cosas, verdaderas, que se debe
saber que son verdaderas y que deben ser "mejor conocidas" que el explicandum.
Examinaremos estas condiciones por turno y discutiremos otras relacionadas con
ellas.

1. Toda evaluación de la sugerencia de que las premisas de una


explicación deben ser verdaderas se complica por una circunstancia
importante. Entre las premisas explícitas de las explicaciones científicas, con
frecuencia aparecen enunciados universales que forman parte de alguna
vasta teoría científica. Y Sin embargo, hay opiniones divididas entre los
expertos en lo que respecta al problema de si tales enunciados (y, en verdad,
hasta dé si cualquier teoría científica) pueden ser caracterizados
adecuadamente como verdaderos o falsos. Por consiguiente, todo el que
adhiera a la idea de que tales caracterizaciones están fuera de lugar cuando
se las usa en conexión con esos enunciados automáticamente rechazará el
requisito de que las premisas explícitas de una explicación satisfactoria sean
verdaderas. Así, el rechazo o la aceptación de este requisito depende de la
manera como se resuelva el problema mencionado. Por el momento,
supondremos que todo enunciado que pueda aparecer como premisa en una
explicación puede ser verdadero o falso.
Si se hace la suposición anterior, el requisito de que las premisas de una
explicación satisfactoria sean verdaderas parece ineludible. Es siempre
relativamente fácil inventar un conjunto arbitrario de premisas que satisfaga
las condiciones lógicas de las explicaciones deductivas; y, a menos que se
impongan otras restricciones sobre las premisas, sólo se necesitaría una
moderada capacidad lógica y matemática para explicar cualquier hecho del
universo sin abandonar el propio sillón. Pero, de hecho, todas las
explicaciones semejantes construidas arbitrariamente serían consideradas
inadecuadas si se supiera que algunas de las premisas son falsas. La
verdad de las premisas es, indudablemente, una condición deseable para
las explicaciones satisfactorias.

2. Pero este requisito no nos sirve de mucho para juzgar el valor de una
explicación propuesta, si no estamos en condiciones de discernir si las
premisas son o no falsas. El requisito aristotélico según el cual debe saberse
que las premisas son verdaderas suministra un criterio aparentemente
efectivo para eliminar muchas explicaciones insatisfactorias.
Pero este requisito es demasiado fuerte. Si se lo adoptara, pocas o ninguna
de las explicaciones dadas por la ciencia moderna podrían ser consideradas
satisfactorias. Pues, de hecho, no sabemos si las premisas irrestrictamente
universales supuestas en las explicaciones de las ciencias empíricas son

71
realmente verdaderas; y si adoptáramos este requisito, deberían ser juzgadas
insatisfactorias la mayoría de las explicaciones comúnmente aceptadas en la
ciencia actual.
Se trata, en efecto, de una reducción al absurdo de ese requisito. En la ¿Cómo

determipráctica, simplemente conduciría a la introducción de otro término, quizás namos que

una
premisa es recientemente acuñado para tal propósito, para distinguir las verdadera?

explicaciones que son juzgadas satisfactorias por la comunidad científica


—a pesar de su carácter "insatisfactorio" nominal según el requisito— de
las explicaciones que no merecen tal juicio. Por lo tanto, no tiene objeto
adoptar los estrictos requisitos aristotélicos para la adecuación de las
explicaciones.

Sin embargo, en lo concerniente al status cognoscitivo de las premisas


explicativas se necesita una estipulación de alguna especie, aunque más
débil que la aristotélica. Un candidato razonable para cumplir tal función
sería el requisito de que las premisas explicativas sean compatibles con
hechos empíricos establecidos y, además, que reciban un "adecuado
apoyo" (o que sean hechas "probables") por parte de los elementos de
juicio basados en datos diferentes de los datos observacionales sobre los
cuales se basa la aceptación del explicandum. La primera parte de este
requisito equivale, simplemente, a establecer que no haya fundamento
alguno para considerar falsas las premisas. La segunda parte no sólo trata
de excluir las llamadas premisas ad hoc para las cuales no hay ningún
elemento de juicio, sino que también trata, entre otras cosas, de eliminar
las explicaciones que sean, en cierto sentido, circulares y, por lo tanto,
triviales, porque una o más de las premisas se hallen establecidas (y quizás
puedan ser establecidas) sólo a través de los elementos de juicio usados
para establecer el explicandum. Supongamos, por ejemplo, que tratamos
de explicar los ruidos explosivos llamados estáticos que salen de una radio
un día determinado; y supongamos que una de las premisas explicativas
enuncie la condición inicial de que ese día había violentas tormentas
magnéticas en el Sol. Si el único elemento de juicio de la existencia de esas
tormentas fueran los ruidos estáticos de la radio, la explicación adolecería
de una especie de circularidad y, en general, sería considerada defectuosa.

Esta condición más débil concerniente al status cognoscitivo de las


premisas de las explicaciones es indudablemente vaga. Pues, por el
momento no disponemos de ningún criterio preciso y generalmente
aceptado para juzgar si un conjunto dado de elementos de juicio ¿Cómo determisuministra
realmente, un "adecuado apoyo" a una suposición. A pesar de namos el estatus cognoscitivo?

72
esta vaguedad, las personas competentes en algún campo de investigación
a menudo están bastante de acuerdo en cuanto a la adecuación de los
elementos de juicio que apoyan una suposición definida. En la práctica, en
todo caso, el uso de la condición más débil da origen a un consenso
bastante grande en lo concerniente al valor de una explicación propuesta.
Sin embargo, podría plantearse contra esta condición la objeción de que,
puesto que los elementos de juicio favorables a una presunta ley universal
no permanecen constantes en el tiempo, una explicación que incluya a
dicha ley en sus premisas y que sea satisfactoria en un momento dado
puede dejar de serlo cuando se descubran elementos de juicio
desfavorables para la ley. Pero esta objeción no debe inquietarnos, a
menos que se haga la dudosa suposición de que, al juzgar que una
explicación es satisfactoria, se está predicando de la explicación una
propiedad intemporal. Es razonable, pues, adoptar la condición
mencionada como requisito epistémico para
las explicaciones adecuadas. simplem
ente
3. El requisito aristotélico de que las premisas de una explicación científica hacia
sean "mejor conocidas" que el explicandum, está íntimamente relacionado explícita
con la concepción aristotélica acerca de lo que constituye el objeto propio esta
del conocimiento científico; Aristóteles aplicaba dicho requisito concepci
exclusivamente a la explicación de leyes científicas. Según esta ón de la
concepción, el genuino conocimiento científico sólo es posible acerca de naturalez
lo que no puede ser de otro modo que como es. Por consiguiente, no a de la
puede haber ningún conocimiento científico de sucesos particulares, y las ciencia.
leyes universales concernientes a algún ámbito de la naturaleza, cuando
no se las reconoce de manera inmediata corno inherentemente La
"necesarias", deben ser explicadas mostrando que son las consecuencias mencion
de los "primeros principios" de ese ámbito, cuya necesidad puede ser ada
captada directamente. Estos primeros principios, pues, son las premisas concepci
últimas de las explicaciones científicas; y ellos son "mejor conocidos" que ón no es
cualquiera de los explicanda porque su necesidad es intrínseca y válida
transparente al intelecto. La rama del conocimiento que, indudablemente, para
sirvió de modelo para esta concepción de la ciencia fue la geometría nada que
deductiva. Pues según la idea que se tenía de la geometría hasta hace pueda
poco, cada uno de sus teoremas enuncia lo que debe suceder ser
universalmente; y aunque esa necesidad y esa universalidad no sean identifica
inmediatamente evidentes, ambas quedan establecidas cuando se do como
deduce, un teorema de los axiomas o primeros principios, más generales, parte del
cuya universalidad es "evidente". Al sostener que las premisas de una contenid
explicación deben ser "mejor conocidas" que el explicandum, Aristóteles o de la
moderna

73
ciencia empírica. Por consiguiente, el requisito aristotélico de que las
premisas explicativas sean mejor conocidas que el explicandum carece
totalmente de importancia como condición para lo que hoy sería
considerado como una adecuada explicación científica.

Un
paradig
es un
¿Qué teorema?, ¿qué es un axioma? ma es lo
que los
miembr
os de
una
comuni
dad
científic
¿Existen criterios para determinar qué algo es válido o inválido? a
compart
CAPITULO III en y,
recíproc
amente,
una
comuni
dad
científic
a
consist
e en
hombre
s que
compart
en un
paradig
ma.
Bajo
esta
perspec
tiva, una
comuni
dad
CONJETURAS EPISTEMOLÓGICAS científic
a está
formada
por
practica

74
ntes de una especialidad científica. Han pasado por una iniciación T. S.
profesional y una educación similar en un grado que no tiene KUHN
comparación con la de la mayor parte de otros campos. En este proceso,
han absorbido la misma literatura técnica y desentrañado muchas de sus
mismas lecciones. Dentro de tales grupos, la comunicación es
relativamente completa y los juicios profesionales, relativamente
unánimes.

75
OBJETIVOS DE LA III UNIDAD

 El participante reconoce el valor de la epistemología para el


OBJETIVOS
estudio DE LA
y la explicación dePRESENTE
la naturalezaUNIDAD
interior de las ciencias.

 El participante define y explica los conceptos empleados en las


posturas epistemológicas.

 El participante construye y diseña mapas conceptuales que


articulen los conceptos presentados en las presentes posturas
 El participante debe identificar y reconocer cuáles son las diferencias
epistemológicas.
existentes entre las posturas epistemológicas.
 El participant e explica los conceptos en función a las relaciones
 El participante definecon
establecidas y explica losoconceptos
el ámbito empleados
medio social endesempeña.
donde se las posturas

epistemológicas.

 El participante construye y diseña mapas conceptuales que articulen los

conceptos presentados en las presentes posturas epistemológicas.

 El participante explica los conceptos en función a las relaciones

establecidas con el ámbito o medio social donde se desempeña.

76
POPPER, KARL RAIMUND; Viena 1902 -
Londres1994.

Filósofo austríaco, nacido en Viena, de


familia acomodada de origen judío. Su
infancia transcurre en plena Primera
Guerra Mundial y, acabada la guerra, a
los 16 años decide, abandonar la
escuela y estudiar por cuenta propia. Se
inscribe en la universidad como alumno
libre y asiste a cursos de historia,
psicología, filosofía y literatura, que
tampoco frecuenta demasiado, puesto
que sólo se interesa por las matemáticas
y la física. En su juventud simpatiza con
el socialismo y, por espacio de dos o tres
meses, se adhiere al comunismo.

A la convicción del escaso carácter científico del «socialismo científico», a la


que él atribuye haberse convertido en un «falibilista», une pronto otra
convicción: la de que algunas teorías que se presentan como científicas, como
la psicología individual, de Adler, y el psicoanálisis, de Freud, carecen de las
características de la ciencia.

En 1928 presenta en la universidad de Viena su tesis de doctorado titulada


«Sobre el problema del método en la psicología del pensar». Al año siguiente
es nombrado profesor de matemáticas y física en escuelas de enseñanza
media. Con la anexión de Austria por Hitler, se ve obligado a abandonar Viena.
Allí aplica las ideas metodológicas de La lógica de la investigación científica a
las ciencias sociales, con el objetivo de hacer una crítica el marxismo, y el
resultado es la publicación -no sin muchas dificultades- de Miseria del
historicismo (1945) y La sociedad abierta y sus enemigos (1945). En 1946 es
nombrado profesor de lógica y método científico en la School of Economics, de
Londres, cargo que mantendrá hasta su jubilación en 1969. En 1962 publica El
desarrollo del conocimiento científico: Conjeturas y refutaciones. Es nombrado
en 1969 profesor emérito de la London School of Economics. En 1972, publica
Conocimiento objetivo, donde, en oposición a la teoría del conocimiento
tradicional, que considera subjetiva por fundarse en la certeza. En 1974 publica
Búsqueda sin término. Una autobiografía intelectual, y en 1977, en
colaboración con el fisiólogo y Premio Nobel, John Eccles, a quien había
conocido en su estancia en Nueva Zelanda, El yo y su cerebro.

V. PANORAMA DE ALGUNOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES

77
El hombre de ciencia, ya sea teórico o experimental, propone enunciados —o
sistemas de enunciados— y los contrasta paso a paso. En particular, en el campo
de las ciencias empíricas construye hipótesis —o sistemas de teorías— y las
contrasta con la experiencia por medio de observaciones y experimentos.

Según mi opinión, la tarea de la lógica de la investigación científica —o lógica


del conocimiento— es ofrecer un análisis lógico de tal modo de proceder: esto
es, analizar el método de las ciencias empíricas.

Pero, ¿cuáles son estos «métodos de las ciencias empíricas»? Y, ¿a qué cosa
llamamos «ciencia empírica»?

5.1. EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN

De acuerdo con una tesis que tiene gran aceptación —y a la que nos
opondremos en este libro—, las ciencias empíricas pueden caracterizarse por el
hecho de que emplean los llamados «métodos inductivos»: según esta tesis, la
lógica de la investigación científica sería idéntica a la lógica inductiva, es decir, al
análisis lógico de tales métodos inductivos.

Es corriente llamar «inductiva» a una inferencia cuando pasa de


enunciados singulares (llamados, a veces, enunciados «particulares»),
tales como descripciones de los resultados de observaciones o
experimentos, a enunciados universales, tales como hipótesis o teorías.

Inferencia inductiva:
Si x es un metal y es sometido al calor entonces se dilata.
Si y es un metal y es sometido al calor entonces se dilata.
Si z es un metal y es sometido al calor entonces se dilata.

Luego, todos los metales sometidos al calor se dilatan.

Ahora bien, desde un punto de vista lógico dista mucho de ser obvio que
estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de enunciados

78
singulares, por elevado que sea su número; pues cualquier conclusión que
saquemos de este modo corre siempre el riesgo de resultar un día falsa: así,
cualquiera que sea el número de ejemplares de cisnes blancos que hayamos
observado, no está justificada la conclusión de que todos los cisnes sean
blancos.

Se conoce con el nombre del problema de la inducción la cuestión acerca de si


están justificadas las inferencias inductivas, o de bajo qué condiciones lo están.

El problema de la inducción puede formularse, asimismo, como la Determinamos que


un cuestión sobre cómo establecer la verdad de los enunciados universales enunciado basados
en la experiencia —como son las hipótesis y los sistemas teóricos de singular es verdadero
las ciencias empíricas—. Pues muchos creen que la verdad de estos pero no enunciados se
«sabe por experiencia»; sin embargo, es claro que todo informe podemos afirmar lo en que se
da cuenta de una experiencia —o de una observación, o del mismo de los resultado de un
experimento— no puede ser originariamente un enunciado enunciados universales
universal, sino sólo un enunciado singular. Por lo tanto, quien dice que sabemos por experiencia
la verdad de un enunciado universal suele querer decir que la verdad de dicho enunciado puede
reducirse, de cierta forma, a la verdad de otros enunciados —éstos singulares— que son
verdaderos según sabemos por experiencia; lo cual equivale a decir que los enunciados ¿Qué
es un universales están basados en inferencias inductivas. Así pues, la pregunta principio
inducción? de

acerca de si hay leyes naturales cuya verdad nos conste viene a ser otro modo
de preguntar si las inferencias inductivas están justificadas lógicamente.

Mas si queremos encontrar un modo de justificar las inferencias inductivas, hemos de intentar,
en primer término, establecer un principio de inducción. Semejante principio sería un enunciado
con cuya ayuda pudiéramos ENUNCIADO presentar dichas inferencias de una forma lógicamente
aceptable. A los ojos de ANALÍTICO“2 es un los mantenedores de la lógica inductiva, la
importancia de un principio de número par”. inducción para el método científico es máxima:
«...este principio —dice La verdad se determina Reichenbach— determina la verdad de las teorías
científicas; eliminarlo de la solo por la ciencia significaría nada menos que privar a ésta de la
posibilidad de decidir razón.
sobre la verdad o falsedad de sus teorías; es evidente que sin él la ciencia perdería el derecho
de distinguir sus teorías de las creaciones fantásticas y ENUNCIADO
arbitrarias de la imaginación del poeta». SINTÉTICO“El perro es un animal vertebrado”.

79
Pero tal principio de inducción no puede ser una verdad puramente La verdad se determina por
lógica, como una tautología o un enunciado analítico. En realidad, si existiera la experiencia. un
principio de inducción puramente lógico no habría problema de la inducción; pues, en tal caso,
sería menester considerar todas las inferencias inductivas como transformaciones puramente
lógicas, o tautológicas, exactamente lo mismo que ocurre con las inferencias de la lógica
deductiva. Por tanto, el
principio de inducción tiene que ser un enunciado sintético: esto es, uno cuya
negación no sea contradictoria, sino lógicamente posible. Surge, pues, la
cuestión acerca de por qué habría que aceptar semejante principio, y de cómo
podemos justificar racionalmente su aceptación.

Algunas personas que creen en la lógica inductiva se precipitan a señalar, con


Reichenbach, que «la totalidad de la ciencia acepta sin reservas el principio de
inducción, y que nadie puede tampoco dudar de este principio en la vida
corriente». No obstante, aun suponiendo que fuese así —después de todo, «la
totalidad de la ciencia» podría estar en un error— yo seguiría afirmando que es
superfluo todo principio de inducción, y que lleva forzosamente a incoherencias
(incompatibilidades) lógicas.

A partir de la obra de Hume debería haberse visto claramente que aparecen


con facilidad incoherencias cuando se admite el principio de inducción; y también
que difícilmente pueden evitarse (si es que es posible tal cosa): ya que, a su vez,
el principio de inducción tiene que ser un enunciado universal. Así pues, si
intentamos afirmar que sabemos por experiencia que es verdadero, reaparecen
de nuevo justamente los mismos problemas que motivaron su introducción: para
justificarlo tenemos que utilizar inferencias inductivas; para justificar éstas hemos
de suponer un principio de inducción de orden superior, y así sucesivamente. Por
tanto, cae por su base el intento de fundamentar el principio de inducción en la
experiencia, ya que lleva, inevitablemente, a una regresión infinita.

Kant trató de escapar a esta dificultad admitiendo que el principio de inducción


(que él llamaba «principio de causación universal») era «válido a priori». Pero, a
mi entender, no tuvo éxito en su ingeniosa tentativa de dar una justificación a
priori de los enunciados sintéticos.

80
Por mi parte, considero que las diversas dificultades que acabo de ¿Es lo mismo
esbozar de la lógica inductiva son insuperables. Y me temo que lo mismo ocurre
con la doctrina, tan corriente hoy, de que las inferencias inductivas, aun no
verdad qué
siendo «estrictamente válidas», pueden alcanzar cierto grado de La verdad es validez?

«seguridad» o de «probabilidad». Esta doctrina sostiene que las inferencias un predicado para
calificar a

inductivas son «inferencias probables». «Hemos descrito —dice los


Reichenbach— el principio de inducción como el medio por el que la ciencia enunciados, en tanto

que decide sobre la verdad. Para ser más exactos, deberíamos decir que sirve para validez se

decidir sobre la probabilidad: pues no le es dado a la ciencia llegar a la verdad emplea calificar a

los para ni a la falsedad..., más los enunciados científicos pueden alcanzar únicamente
argumentos.
grados continuos de probabilidad, cuyos límites superior e inferior, inalcanzables, son la
verdad y la falsedad» [REICHENBACH, Erkenntnis 1, 1930].

Por el momento, puedo hacer caso omiso del hecho de que los creyentes en la
lógica inductiva alimentan una idea de la probabilidad que rechazaré luego por
sumamente inoportuna para sus propios fines. Puedo hacer tal cosa, porque con
recurrir a la probabilidad ni siquiera se rozan las dificultades mencionadas: pues
si ha de asignarse cierto grado de probabilidad a los enunciados que se basan
en inferencias inductivas, tal proceder tendrá que justificarse invocando un nuevo
principio de inducción, modificado convenientemente; el cual habrá de justificarse
a su vez, etc. Aún más: no se gana nada si el mismo principio de inducción no se
toma como «verdadero», sino como meramente «probable». En resumen: la
lógica de la inferencia probable o «lógica de la probabilidad», como todas las
demás formas de la lógica inductiva, conduce, bien a una regresión infinita, bien
a la doctrina del apriorismo.

La teoría que desarrollaremos en las páginas que siguen se opone


¿Qué es
directamente a todos los intentos de apoyarse en las ideas de una lógica contrastar?
inductiva. Podría describírsela como la teoría del método deductivo de
contrastar, o como la opinión de que una hipótesis sólo puede contrastarse
empíricamente —y únicamente después de que ha sido formulada.

Para poder desarrollar esta tesis (que podría llamarse «deductivismo», por
contraposición al «inductivismo» [LIEBIG, 1865 fue probablemente el primero que

81
rechazó el método inductivo desde el punto de vista de la ciencia natural: su
ataque se dirigía contra Bacon] es necesario que ponga en claro primero la
distinción entre la psicología del conocimiento, que trata de hechos empíricos, y
la lógica del conocimiento, que se ocupa exclusivamente de relaciones lógicas.
Pues la creencia en una lógica inductiva se debe, en gran parte, a una confusión
de los problemas psicológicos con los epistemológicos; y quizá sea conveniente
advertir, de paso, que esta confusión origina dificultades no sólo en la lógica del
conocimiento, sino en su psicología también.

5.2. ELIMINACIÓN DEL PSICOLOGISMO

He dicho más arriba que el trabajo del científico consiste en proponer teorías y
en contrastarlas.

La etapa inicial, el acto de concebir o inventar una teoría, no me parece que


exija un análisis lógico ni sea susceptible de él. La cuestión acerca de cómo se
le ocurre una idea nueva a una persona —ya sea un tema musical, un conflicto
dramático o una teoría científica— puede ser de gran interés para la psicología
empírica, pero carece de importancia para el análisis lógico del conocimiento
científico.

Este no se interesa por cuestiones de hecho, sino únicamente por cuestiones


¿Qué es un
justificación o validez; sus preguntas son del tipo siguiente: puede justificarse hecho?
un enunciado?; en caso afirmativo, ¿de qué modo?; ¿es contrastable?;
¿depende lógicamente de otros enunciados?; ¿o los contradice quizá? Para
que un enunciado pueda ser examinado lógicamente de esta forma tiene que
habérsenos propuesto antes: alguien debe haberlo formulado y habérnoslo
entregado para su examen lógico.

En consecuencia, distinguiré netamente entre el proceso de concebir una idea


nueva y los métodos y resultados de su examen lógico.

En cuanto a la tarea de la lógica del conocimiento —que he contrapuesto a la


psicología del mismo—, me basaré en el supuesto de que consiste pura y

82
exclusivamente en la investigación de los métodos empleados en las
contrastaciones sistemáticas a que debe someterse toda idea nueva antes de
que se la pueda sostener seriamente.

Algunos objetarán, tal vez, que sería más pertinente considerar como ¿Qué es
una
reconstrucción

ocupación propia de la epistemología la fabricación de lo que se ha llamado


racional? una «reconstrucción racional» de los pasos que han llevado al científico al Una
descubrimiento, a encontrar una nueva verdad. Pero la cuestión se convierte reconstrucción
racional supone
entonces en: ¿qué es, exactamente, lo que queremos reconstruir? Si lo que se un trata de
reconstruir son los procesos que tienen lugar durante el estímulo y ordenamiento lógico de las
formación de inspiraciones, me niego a aceptar semejante cosa como tarea de ideas, en tal la
lógica del conocimiento: tales procesos son asunto de la psicología empírica, sentido no se asume
la forma pero difícilmente de la lógica. Otra cosa es que queramos reconstruir de cómo las
racionalmente las contrastaciones subsiguientes, mediante las que se puede ideas aparecen en el
hombre.

descubrir que cierta inspiración fue un descubrimiento, o se puede reconocer


como un conocimiento. En la medida en que el científico juzga críticamente,
modifica o desecha su propia inspiración, podemos considerar —si así nos
place— que el análisis metodológico emprendido en esta obra es una especie de
«reconstrucción racional» de los procesos intelectuales correspondientes. Pero
esta reconstrucción no habrá de describir tales procesos según acontecen
realmente: sólo puede dar un esqueleto lógico del procedimiento de contrastar.
Y tal vez esto es todo lo que quiere decir los que hablan de una «reconstrucción
racional» de los medios por los que adquirimos conocimientos.

Ocurre que los razonamientos expuestos en este libro son enteramente


independientes de este problema. Sin embargo, mi opinión del asunto —valga lo
que valiere— es que no existe, en absoluto, un método lógico de tener nuevas
ideas, ni una reconstrucción lógica de este proceso. Puede expresarse mi
parecer diciendo que todo descubrimiento contiene «un elemento irracional» o
«una intuición creadora» en el sentido de Bergson. Einstein habla de un modo
parecido de la «búsqueda de aquellas leyes sumamente universales... a partir de
las cuales puede obtenerse una imagen del mundo por pura deducción. No existe
una senda lógica —dice— que encamine a estas leyes. Sólo pueden alcanzarse
por la intuición, apoyada en algo así como una introyección de los objetos de la
experiencia».

83
5.3. CONTRASTACIÓN DEDUCTIVA DE TEORÍAS

De acuerdo con la tesis que hemos de proponer aquí, el método de contrastar


críticamente las teorías y de escogerlas, teniendo en cuenta los resultados
obtenidos en su contraste, procede siempre del modo que
indicamos a continuación. Una vez presentada a título provisional una nueva ¿Cuál es el idea,
aún no justificada en absoluto —sea una anticipación, una hipótesis, un criterio contrastar? para
sistema teórico o lo que se quiera—, se extraen conclusiones de ella por medio ¿Qué ocurre si
de una deducción lógica; estas conclusiones se comparan entre sí y con otros algo contrastable?no
es

enunciados pertinentes, con objeto de hallar las relaciones lógicas (tales como
equivalencia, deductibilidad, compatibilidad o incompatibilidad, etc.) que existan
entre ellas.

Si queremos, podemos distinguir cuatro procedimientos de llevar a cabo la


contrastación de una teoría. En primer lugar, se encuentra la comparación lógica
de las conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a contraste la
coherencia interna del sistema. Después, está el estudio de la forma lógica de la
teoría, con objeto de determinar su carácter: si es una teoría empírica —
científica— o si, por ejemplo, es tautológica. En tercer término, tenemos la
comparación con otras teorías, que tiene por principal mira la de averiguar si la
teoría examinada constituiría un adelanto científico en caso de que sobreviviera
a las diferentes contrastaciones a que la sometemos. Y finalmente, viene el
contrastarla por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden
deducirse de ella.

84
Comparación lógica de las
conclusiones.

Estudio de la forma lógica


de las teorías.

comparación entre teorías


sometidas a
contrastaciones.

contrastación de la
conclusión por medio de la
aplicación empírica.

Lo que se pretende con el último tipo de contraste mencionado es descubrir hasta


qué punto satisfarán las nuevas consecuencias de la teoría —
sea cual fuere la novedad de sus asertos— a los requerimientos de la práctica, VERIFICAR
Constatar con
ya provengan éstos de experimentos puramente científicos o de aplicaciones los sentidos lo
tecnológicas prácticas. También en este caso el procedimiento de contrastar que se afirma
en los
resulta ser deductivo. Con ayuda de otros enunciados anteriormente aceptados enunciados.
se deducen de la teoría a contrastar ciertos enunciados singulares —-que “Allá afuera
podremos denominar «predicciones»—; en especial, predicciones que sean está lloviendo”
fácilmente contrastables o aplicables. Se eligen entre estos enunciados los que
no sean deductibles de la teoría vigente, y, más en particular, los que se
encuentren en contradicción con ella. A continuación tratamos de decidir en lo
que se refiere a estos enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con
los resultados de las aplicaciones prácticas y de experimentos. Si la decisión es En la cara

positiva, esto es, si las conclusiones singulares resultan ser aceptables, o oculta de la
Luna hay un

verificadas, la teoría a que nos referimos ha pasado con éxito las duende.
¿Se puede
contrastaciones (por esta vez): no hemos encontrado razones para desecharla. verificar? Pero
si la decisión es negativa, o sea, si las conclusiones han sido falsadas[Empleamos el verbo
falsar y sus derivados (falsable, falsación, falsador, etc.) como versión de to falsify y los suyos
(falsifiable, falsification, falsifier, etc.): pues tanto falsificar como falsear tienen en castellano
un sentido perfectamente vivo, que provocaría incesantes malentendidos si se empleasen
aquí para traducir to falsify],esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido
lógicamente es también falsa.

Conviene observar que una decisión positiva puede apoyar a la teoría


examinada sólo temporalmente, pues otras decisiones negativas subsiguientes

85
pueden siempre derrocarla. Durante el tiempo en que una teoría resiste
contrastaciones exigentes y minuciosas, y en que no la deja anticuada otra teoría
en la evolución del progreso científico, podemos decir que ha «demostrado su
temple» o que está «corroborada» por la experiencia.

En el procedimiento que acabamos de esbozar no aparece nada que ¿Si algo ser verificado
sería
puede
verdadero?
pueda asemejarse a la lógica inductiva. En ningún momento he asumido que
podamos pasar por un razonamiento de la verdad de enunciados singulares a la
verdad de teorías. No he supuesto un solo instante que, en virtud de unas
conclusiones «verificadas», pueda establecerse que unas teorías sean
«verdaderas», ni siquiera meramente «probables».

5.4. EL PROBLEMA DE LA DEMARCACIÓN

Entre las muchas objeciones que pueden hacerse contra las tesis que he
propuesto ahora mismo, la más importante es, quizá, la siguiente: al rechazar el
método de la inducción —podría decirse— privo a la ciencia empírica de lo que
parece ser su característica más importante; esto quiere decir que hago
desaparecer las barreras que separan la ciencia de la especulación metafísica.
Mi respuesta a esta objeción es que mi principal razón para rechazar la lógica
inductiva es precisamente que no proporciona un rasgo discriminador apropiado
del carácter empírico, no metafísico, de un sistema teórico; o, en otras palabras,
que no proporciona un «criterio de demarcación» apropiado.

Llamo problema de la demarcación al de encontrar un criterio que nos permita


distinguir entre las ciencias empíricas, por un lado, y los sistemas
«metafísicos», por otro.

Hume conoció este problema e intentó resolverlo; con Kant se convirtió en el Kant

problema central de la teoría del conocimiento. Si, siguiendo a Kant, llamamos


«problema de Hume» al de la inducción, deberíamos designar al problema de la
demarcación como «problema de Kant».

86
De estos dos problemas —que son fuente de casi todos los demás de la teoría
del conocimiento— el de la demarcación es, según entiendo, el más fundamental.
En realidad, la razón principal por la que los epistemólogos con inclinaciones
empiristas tienden a prender su fe en el «método de la inducción», parece ser
que la constituye su creencia de que éste es el único método que puede
proporcionar un criterio de demarcación apropiado: esto se aplica,
especialmente, a los empiristas que siguen las banderas del «positivismo».

Los antiguos positivistas estaban dispuestos a admitir únicamente como


científicos o legítimos aquellos conceptos (o bien nociones, o ideas) que, como
ellos decían, derivaban de la experiencia; o sea, aquellos conceptos que ellos
creían lógicamente reducibles a elementos de la experiencia sensorial, tales
como sensaciones (o datos sensibles), impresiones, percepciones, recuerdos
visuales o auditivos, etc.

CIENCIA
Física,
Matemática
CONCEPTO
Fuerza,
Cantidad

EXPERIENCIA
(Sensaciones de
datos sensibles,
impresiones,
percepciones,
recuerdos)

87
Bertrand Russell Wittgenstein

Carnap El Círculo de Viena, dominante en Europa


entre los años veinte y cuarenta, recibió
Los positivistas modernos son capaces de también los nombres
ver con mayor claridad que la ciencia no es de empirismo lógico y neopositivismo y
un sistema de conceptos, sino más bien un que en parte puede también aplicarse a la
filosofía analítica posterior, en el que
sistema de enunciados. En consecuencia, cristalizaban influencias del positivismo y
están dispuestos a admitir únicamente como el empirismo clásicos, el atomismo lógico
científicos o legítimos los enunciados que de Russell, tal como lo interpretó
son reducibles a enunciados elementales (o Wittgenstein, y el
positivismo sociológico. Estas doctrinas
«atómicos») de experiencia —a «juicios de
son en buena parte resultado del modo
percepción», «proposiciones atómicas», como los componentes del Círculo de
«cláusulas protocolarias» o como los quieran Viena entendieron el Tractatus de
llamar [Desde luego, nada depende de los Wittgenstein y, como él, parten del
supuesto de que un enunciado o es
nombres. Cuando inventé el nuevo nombre
analítico o es sintético, y que en ningún
«enunciado básico» (o «proposición básica, caso puede ser ambas cosas a la vez.
lo hice sólo porque necesitaba un término no
cargado con la connotación de enunciado
perceptivo- Popper; Postscript,
apartado *29]—. No cabe duda de que el criterio de demarcación implicado de
este modo se identifica con la lógica inductiva que piden.

CIENCIA

ENUNCIADOS

EXPERIENCIA

88
Desde el momento en que rechazo la lógica inductiva he de rechazar también
todos estos intentos de resolver el problema de la demarcación: con lo cual este
problema aumenta de importancia en el presente estudio. El hallazgo de un
criterio de demarcación aceptable tiene que ser una tarea crucial de cualquier
epistemología que no acepte la lógica inductiva.

Los positivistas suelen interpretar el problema de la demarcación de un modo


naturalista: como si fuese un problema de la ciencia natural. En lugar de
considerar que se encuentran ante la tarea de proponer una convención
apropiada, creen que tienen que descubrir una diferencia —que existiría, por Cuando una decirlo
así, en la naturaleza de las cosas— entre la ciencia empírica por una expresión carece de parte y
la metafísica por otra. Tratan constantemente de demostrar que la sentido es metafísica, por su
misma naturaleza, no es sino un parloteo absurdo — porque contenido es su «sofistería e ilusión»,
como dice Hume, que deberíamos «arrojar al fuego». absurdo.

Pero si con las expresiones «absurdo» o «carente de sentido» no queremos


expresar otra cosa, por definición, que «no perteneciente a la ciencia empírica»,
en tal caso la caracterización de la metafísica como un absurdo carente de
sentido será trivial: pues a la metafísica se la define normalmente como no
empírica. Pero —naturalmente— los positivistas creen que pueden decir de la
metafísica muchas otras cosas, además de que sus enunciados son no
empíricos. Las expresiones «absurdo» y «carente de sentido» comportan una
evaluación peyorativa (y se pretende que la comporten); y, sin duda alguna, lo
que los positivistas tratan realmente de conseguir no es tanto una demarcación
acertada como derribar definitivamente y aniquilar la metafísica. Como quiera
que sea, nos encontramos con que cada vez que los positivistas han intentado
decir con mayor claridad lo que significaba «con sentido» la tentativa conducía
al mismo resultado: a una definición de «cláusula con sentido» (en
contraposición a «pseudocláusula sin sentido») que simplemente reitera el
criterio de demarcación de su lógica inductiva. WITTGENSTEIN
es

Lo que es el

Esto «se hace patente» con gran claridad en el caso de Wittgenstein, caso

Hechos

Composición
del mundo

89
“La nieve
según el cual toda proposición con sentido tiene que ser lógicamente blanca”.
reducible[WITTGENSTEIN, Tractatus Logico Philosophicus (T.L.P.), Proposición
5]a proposiciones elementales (o «atómicas»), que caracteriza como
descripciones o «imágenes de la realidad» [WITTGENSTEIN, T.L.P.,
Proposiciones 4.01, 4.03 y 2.221] (caracterización, por cierto, que ha de cubrir
todas las proposiciones con sentido). Podemos darnos cuenta de que el criterio
de sentido de Wittgenstein coincide con el criterio de demarcación de los
inductivistas, sin más que remplazar las palabras «científica» o «legítima» por
«con sentido». Y es precisamente al llegar al problema de la inducción donde
se derrumba este intento de resolver el problema de la demarcación: los ENUNCIADO
METAFÍSICO
positivistas, en sus ansias de aniquilar la metafísica, aniquilan juntamente con “El ser
ella la ciencia natural. Pues tampoco las leyes científicas pueden reducirse es
lógicamente a enunciados elementales de experiencia. Si se aplicase con inmóvil”.

absoluta coherencia, el criterio de sentido de Wittgenstein rechazaría por


carentes de sentido aquellas leyes naturales cuya búsqueda, como dice Einstein,
es «la tarea suprema del físico»: nunca podrían aceptarse como enunciados
auténticos o legítimos. La tentativa wittgensteiniana de desenmascarar el
problema de la inducción como un pseudoproblema vacío, ha sido expresada por
Schlick [Schlick atribuyó a Wittgenstein la idea de tratar las leyes científicas como
pseudoproposiciones, con lo cual se resolvía el problema de la inducción] con las
siguientes palabras: «El problema de la inducción consiste en preguntar por la
justificación lógica de los enunciados universales acerca de la realidad...
Reconocemos, con Hume, que no existe semejante justificación lógica: no puede
haber ninguna, por el simple hecho de que no son auténticos enunciados»
[SCHLICK, Naturwissenschaften 19, 1931, pág. 156. En lo que se refiere a las
leyes naturales, Schlick escribe (pág. 151): «Se ha hecho notar a menudo que,
estrictamente, no podemos hablar nunca de una verificación absoluta de una ley,
pues hacemos siempre —por decirlo así— la salvedad de que puede ser
modificada a la vista de nuevas experiencias. Véase también el apartado *12
(Popper) de mi Postscript.].

Esto hace ver que el criterio inductivista de demarcación no consigue trazar una
línea divisoria entre los sistemas científicos y los metafísicos, y por qué ha de
asignar a unos y otros el mismo estatuto: pues el veredicto del dogma positivista
del sentido es que ambos son sistemas de pseudoaserciones sin sentido. Así
pues, en lugar de descastar radicalmente la metafísica de las ciencias empíricas,
el positivismo lleva a una invasión del campo científico por aquélla.

Frente a estas estratagemas antimetafísicas —antimetafísicas en la intención,


claro está— no considero que haya de ocuparme en derribarla metafísica, sino,

90
en vez de semejante cosa, en formular una caracterización apropiada de la
ciencia empírica, o en definir los conceptos de «ciencia empírica» y de
«metafísica» de tal manera que, ante un sistema dado de enunciados, seamos
capaces de decir si es asunto o no de la ciencia empírica el estudiarlo más de
cerca.

Mi criterio de demarcación, por tanto, ha de considerarse como una


propuesta para un acuerdo o convención. En cuanto a si tal convención es ¿En todo apropiada o
no lo es, las opiniones pueden diferir; mas sólo es posible una conocimiento es necesario discusión
razonable de estas cuestiones entre partes que tienen cierta finalidad realizar una común a la vista.
Por supuesto que la elección de tal finalidad tiene que ser, en demarcación?
última instancia, objeto de una decisión que vaya más allá de toda argumentación
racional.

Por tanto, quienquiera que plantee un sistema de enunciados


absolutamente ciertos, irrevocablemente verdaderos, como finalidad de la
ciencia, es seguro que rechazará las propuestas que voy a hacer aquí. Y lo
mismo harán quienes ven «la esencia de la ciencia... en su dignidad», que
consideran reside en su «carácter de totalidad» y en su «verdad y esencialidad
reales». Difícilmente estarán dispuestos a otorgar esta dignidad a la física teórica
moderna, en la que tanto otras personas como yo vemos la realización más
completa hasta la fecha de lo que yo llamo «ciencia empírica».

Las metas de la ciencia a las que me refiero son otras. No trato de justificarlas,
sin embargo, presentándolas como el blanco verdadero o esencial de la ciencia,
lo cual serviría únicamente para perturbar la cuestión y significaría una recaída
en el dogmatismo positivista. No alcanzo a ver más que una sola vía para
argumentar racionalmente en apoyo de mis propuestas: la de analizar sus
consecuencias lógicas —señalar su fertilidad, o sea, su poder de elucidar los
problemas de la teoría del conocimiento.

Así pues, admito abiertamente que para llegar a mis propuestas me he guiado,
en última instancia, por juicios de valor y por predilecciones. Mas espero que
sean aceptables para todos los que no sólo aprecian el rigor lógico, sino la
libertad de dogmatismos; para quienes buscan la aplicabilidad práctica, pero se
sienten atraídos aún en mayor medida por la aventura de la ciencia y por los
descubrimientos que una y otra vez nos enfrentan con cuestiones nuevas e
inesperadas, que nos desafían a ensayar respuestas nuevas e insospechadas.

91
El hecho de que ciertos juicios de valor hayan influido en mis propuestas no quiere
decir que esté cometiendo el error de que he acusado a los positivistas —el de intentar
el asesinato de la metafísica por medio de nombres infamantes—. Ni siquiera llego a
afirmar que la metafísica carezca de valor para la ciencia empírica. Pues no puede
negarse que, así como ha habido ideas metafísicas que han puesto una barrera al
avance de la ciencia, han existido otras —tal el atomismo especulativo— que
la han ayudado. Y si miramos el asunto desde un ángulo psicológico, me siento
inclinado a pensar que la investigación científica es imposible sin fe en algunas
ideas de una índole puramente especulativa (y, a veces, sumamente
es la
brumosas): fe ¿Qué desprovista enteramente de garantías desde el punto de metafísica?, ¿la
ciencia necesita
vista de la ciencia, y que —en esta misma medida— es «metafísica». de ella?

Una vez que he hecho estas advertencias, sigo considerando que la


primera tarea de la lógica del conocimiento es proponer un concepto de ciencia
empírica con objeto de llegar a un uso lingüístico —actualmente algo incierto—
lo más definido posible, y a fin de trazar una línea de demarcación clara entre la
ciencia y las ideas metafísicas —aun cuando dichas ideas puedan haber
favorecido el avance de la ciencia a lo largo de toda su historia.

5.5. LA EXPERIENCIA COMO MÉTODO

La tarea de formular una definición aceptable de la idea de ciencia empírica no


está exenta de dificultades. Algunas de ellas surgen del hecho de que tienen que
existir muchos sistemas teóricos cuya estructura lógica sea muy parecida a la del
sistema aceptado en un momento determinado como sistema de la ciencia
empírica. En ocasiones se describe esta situación diciendo que existen
muchísimos «mundos lógicamente posibles» —posiblemente un número infinito
de ellos—. Y, con todo, se pretende que el sistema llamado «ciencia empírica»
represente únicamente un mundo: el «mundo real» o «mundo de nuestra
experiencia».

92
T
1

T
2

T
3

Con objeto de precisar un poco más esta afirmación, podemos distinguir tres
requisitos que nuestro sistema teórico empírico tendrá que satisfacer. Primero,
ha de ser sintético, de suerte que pueda representar un mundo no contradictorio,
posible; en segundo lugar, debe satisfacer el criterio de demarcación, es decir,
no será metafísico, sino representará un mundo de experiencia posible; en tercer
término, es menester que sea un sistema que se distinga —de alguna manera—
de otros sistemas semejantes por ser el que represente nuestro mundo de
experiencia.

Más, ¿cómo ha de distinguirse el sistema que represente nuestro mundo


de experiencia? He aquí la respuesta: por el hecho de que se le ha sometido a
contraste y ha resistido las contrastaciones. Esto quiere decir que se le ha de
distinguir aplicándole el método deductivo que pretendo analizar y describir.

Corresponde al
universo posible,
Todos los sin embargo no es
cisnes son negros. empírico.
Corresponde a
nuestro universo
empírico, por lo
tanto permite la
contrastación.
Algunos cisnes no son
negros.

93
Según esta opinión, la «experiencia» resulta ser un método distintivo mediante
el cual un sistema teórico puede distinguirse de otros; con lo cual la ciencia
empírica se caracteriza —al parecer— no sólo por su forma lógica, sino por su
método de distinción. (Desde luego, ésta es también la opinión de los
inductivistas, que intentan caracterizar la ciencia empírica por su empleo del
método inductivo.)

Por tanto, puede describirse la teoría del conocimiento, cuya tarea es el análisis
del método o del proceder peculiar de la ciencia empírica, como una teoría del
método empírico —una teoría de lo que normalmente se llama experiencia.

5.6. LA FALSABILIDAD COMO CRITERIO DE DEMARCACIÓN

El criterio de demarcación inherente a la lógica inductiva —esto es, el


dogma positivista del significado o sentido— equivale a exigir que todos los “El un caballo
alado”.
Pegaso es enunciados de la ciencia empírica (o, todos los enunciados «con ¿Cuál es el
sentido») sean susceptibles de una decisión definitiva con respecto a su sentido
el
verdad y a su falsedad; podemos decir que tienen que ser «decidibles de cual se
verifica?
modo concluyente». mediante Esto quiere decir que han de tener una forma tal
que sea lógicamente posible tanto verificarlos como falsarlos. Así, dice
Schlick: «... un auténtico enunciado tiene que ser susceptible de verificación
concluyente»[SCHLICK, Naturwissenschaften 19. 1931, pág. 150]; y Waismann escribe, aún
con mayor claridad: «Si no es posible determinar si un enunciado es verdadero, entonces
carece enteramente de sentido: pues el sentido de un enunciado es el método de su
verificación».

Ahora bien; en mi opinión, no existe nada que pueda llamarse inducción Las teorías no
son
[No me refiero aquí, desde luego, a la llamada «inducción matemática»; lo que verificables,
niego es que exista nada que pueda llamarse inducción en lo que se tan sólo lo

son los
denominan «ciencias inductivas»: que existan «procedimientos inductivos» o enunciados
«inferencias inductivas»]. Por tanto, será lógicamente inadmisible la inferencia que conforman la de
teorías a partir de enunciados singulares que estén «verificados por la teoría.
experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Así pues, las teorías
no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista
de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia

94
natural, debemos elegir un criterio que nos permita admitir en el dominio de la
ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse.

Pero, ciertamente, sólo admitiré un sistema entre los científicos o empíricos si


es susceptible de ser contrastado por la experiencia. Estas consideraciones nos
sugieren que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de la
verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas [Obsérvese que propongo
la falsabilidad como criterio de demarcación, pero no de sentido. Por tanto, es un
puro mito (aunque gran número de refutaciones de mi teoría están basadas en
él) decir que haya propuesto jamás la falsabilidad como criterio de sentido. La
falsabilidad separa dos tipos de enunciados perfectamente dotados de sentido,
los falsables y los no falsables]. Dicho de otro modo: no exigiré que un sistema
científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido
positivo; pero sí quesea susceptible de selección en un sentido negativo por
medio de contrastes o pruebas empíricas: ha de ser posible refutar por la
experiencia un sistema científico empírico.

Así, el enunciado «lloverá o no lloverá aquí mañana» no se considerará


empírico, por el simple hecho de que no puede ser refutado; mientras que a este
otro, «lloverá aquí mañana», debe considerársele empírico.

Pueden hacerse varias objeciones al criterio de demarcación que acabamos de


proponer. En primer lugar, puede muy bien parecer que toda sugerencia de que
la ciencia —que, según se admite, nos proporciona informaciones positivas—
haya de caracterizarse por satisfacer una exigencia negativa, como es la de
refutabilidad, se encamina en una dirección falsa. Sin embargo, haré ver que esta
objeción carece de peso, pues el volumen de información positiva que un
enunciado científico comporta es tanto mayor cuanto más fácil es que choque —
debido a su carácter lógico— con enunciados singulares posibles. (No en vano
llamamos «leyes» a las leyes de la Naturaleza: cuanto más prohíben más dicen.)

Puede también hacerse de nuevo un intento de volver contra mí mi propia crítica


del criterio inductivista de demarcación: pues podría parecer que cabe suscitar
objeciones contra la falsabilidad como criterio de demarcaciones análogas a las
que yo he suscitado contra la verificabilidad.

MODUS

95
Este ataque no me alteraría. Mi propuesta está basada en una asimetría TOLLENS entre la
verificabilidad y la falsabilidad: asimetría que se deriva de la forma A ~B B lógica de los
enunciados universales. Pues éstos no son jamás deductibles de enunciados singulares, pero
sí pueden estar en contradicción con estos Si ~A llueve últimos. En consecuencia, por medio
de inferencias puramente deductivas entonces (valiéndose del modus tollens de la lógica
clásica) es posible argüir de la todos mojan. Nada se verdad de enunciados singulares la falsedad
de enunciados universales. Una esta mojado. argumentación de esta índole, que lleva a la
falsedad de enunciados Por lo tanto, no llovió.
universales, es el único tipo de inferencia estrictamente deductiva que se
mueve, como si dijéramos, en «dirección inductiva»: esto es, de enunciados singulares a
universales.

Más grave puede parecer una tercera objeción. Podría decirse que, incluso
admitiendo la asimetría, sigue siendo imposible —por varias razones— falsar de
un modo concluyente un sistema teórico: pues siempre es posible encontrar una
vía de escape de la falsación, por ejemplo, mediante la introducción ad hoc de
una hipótesis auxiliar o por cambio ad hoc de una definición; se puede, incluso,
sin caer en incoherencia lógica, adoptar la posición de negarse a admitir
cualquier experiencia falsadora. Se reconoce que los científicos no suelen
proceder de este modo, pero el procedimiento aludido siempre es lógicamente
posible; y puede pretenderse que este hecho convierte en dudoso —por lo
menos— el valor lógico del criterio de demarcación que he propuesto.

Si la

Me veo obligado a admitir que esta crítica es justa; pero no necesito, por falsabilidad ello, retirar
mi propuesta de adoptar la falsabilidad como criterio de resultara como el más demarcación. Pues
voy a proponer que se caracterice el método empírico de apropiado tal forma que excluya
precisamente aquellas vías de eludir la falsación que mi criterio demarcación de imaginario crítico
señala insistentemente, con toda razón, como lógicamente entonces qué ocurriría con posibles. De
acuerdo con mi propuesta, lo que caracteriza al método empírico aquello que es su manera de
exponer a falsación el sistema que ha de contrastarse: no es falsable.
justamente de todos los modos imaginables. Su meta no es salvarles la vida a
los sistemas insostenibles, sino, por el contrario, elegir el que comparativamente
sea más apto, sometiendo a todos a la más áspera lucha por la supervivencia.

El criterio de demarcación propuesto nos conduce a una solución del problema


de Hume de la inducción, o sea, el problema de la validez de las leyes naturales.
Su raíz se encuentra en la aparente contradicción existente entre lo que podría
llamarse «la tesis fundamental del empirismo» —la de que sólo la experiencia
puede decidir acerca de la verdad o la falsedad de los enunciados científicos— y

96
la inadmisibilidad de los razonamientos inductivos, de la que se dio cuenta Hume.
Esta contradicción surge únicamente si se supone que todos los enunciados
científicos empíricos han de ser «decidibles de modo concluyente», esto es, que,
en principio, tanto su verificación como su falsación han de ser posibles. Si
renunciamos a esta exigencia y admitimos como enunciados empíricos también
los que sean decidibles en un solo sentido —decidibles unilateralmente, o, más
en particular, falsables— y puedan ser contrastados mediante ensayos
sistemáticos de falsación, desaparece la contradicción: el método de falsación no
presupone la inferencia inductiva, sino únicamente las transformaciones
tautológicas de la lógica deductiva, cuya validez no se pone en tela de juicio.

5.7. EL PROBLEMA DE LA «BASE EMPÍRICA»

Para que la falsabilidad pueda aplicarse de algún modo como criterio de


demarcación deben tenerse a mano enunciados singulares que puedan servir
como premisas en las inferencias falsadoras. Por tanto, nuestro criterio aparece
como algo que solamente desplaza el problema —que nos retrotrae de la
cuestión del carácter empírico de las teorías a la del carácter empírico de los
enunciados singulares.

Pero incluso en este caso se ha conseguido algo. Pues en la práctica de ¿Un enunciado empírico
tiene la investigación científica la demarcación presenta, a veces, una urgencia el mismo inmediata
en lo que se refiere a los sistemas teóricos, mientras que rara vez se contenido qué el de un suscitan
dudas acerca de la condición empírica de los enunciados singulares. anunciado Es cierto que se
tienen errores de observación, y que dan origen a enunciados básico?
singulares falsos, pero un científico casi nunca se encuentra en el trance de
describir un enunciado singular como no empírico o metafísico.

Por tanto, los problemas de la base empírica —esto es, los concernientes al carácter
empírico de enunciados singulares y a su contrastación— desempeñan un papel en la lógica
de la ciencia algo diferente del representado por la mayoría de los demás problemas de que
habremos de ocuparnos. Pues gran parte de éstos se encuentran en relación estrecha con la
práctica de la investigación, mientras que el problema de la base empírica pertenece casi
exclusivamente a la teoría del conocimiento. Me ocuparé de ellos, sin embargo, ya que dan
lugar a muchos puntos obscuros: lo cual ocurre, especialmente, con las relaciones entre
experiencias perceptivas y enunciados básicos. [Llamo «enunciado básico» o «proposición

97
básica» a un enunciado que puede servir de premisa en una falsación empírica: brevemente
dicho, a la enunciación de un hecho singular.]

Algunos cuervos no son negros. Todos los cuervos son negros.


(Enunciado básico o proposición básica)

Se ha considerado con frecuencia que las experiencias perceptivas


proporcionan algo así como una justificación de los enunciados básicos: se ha
mantenido que estos enunciados están «basados sobre» tales experiencias, que
mediante éstas se «manifiesta por inspección» la verdad de aquéllos, o que dicha
verdad se hace «patente» en las experiencias mencionadas, etc. Todas estas
expresiones muestran una tendencia perfectamente razonable a subrayar la
estrecha conexión existente entre los enunciados básicos y nuestras
experiencias perceptivas. Con todo, se tenía la impresión (exacta) de que los
enunciados sólo pueden justificarse lógicamente mediante otros enunciados: por
ello, la conexión entre las percepciones y los enunciados permanecía obscura, y
era descrita por expresiones de análoga obscuridad que no aclaraban nada, sino
que resbalaban sobre las dificultades o, en el mejor de los casos, las señalaban
fantasmalmente con metáforas.

También en este caso puede encontrarse una solución, según creo, si


separamos claramente los aspectos psicológicos del problema de los lógicos y
metodológicos. Hemos de distinguir, por una parte, nuestras experiencias
subjetivas o nuestros sentimientos de convicción, que no pueden jamás justificar
enunciado alguno (aun cuando pueden ser objeto de investigación psicológica),
y, por otra, las relaciones lógicas objetivas existentes entre los

Tengo la corazonada que hoy será


un día soleado. Es verdad!!!
diversos sistemas de enunciados científicos y en el interior de cada uno de ellos.

98
5.8. OBJETIVIDAD CIENTÍFICA Y CONVICCIÓN SUBJETIVA regularidad
es —y así
sucede con
Las palabras «objetivo» y «subjetivo» son términos filosóficos cargados de una los
experiment
pesada herencia de usos contradictorios y de discusiones interminables y nunca
os
concluyentes.
repetibles—
pueden ser
contrastada
El empleo que hago de los términos «objetivo» y «subjetivo» no es muy distinto s nuestras
del kantiano. Kant utiliza la palabra «objetivo» para indicar que el conocimiento observacio
científico ha de ser justificable, independientemente de los caprichos de nadie: nes por
una justificación es «objetiva» si en principio puede ser contrastada y cualquiera
comprendida por cualquier persona. «Si algo es válido — escribe— para quien (en
quiera que esté en uso de razón, entonces su fundamento es objetivo y principio).
suficiente». Ni siquiera
OBJETIVO
El
conocimiento

Ahora bien; yo mantengo que las teorías científicas no son nunca enteramente
es
independiente
de mí, del
justificables o verificables, pero que son, no obstante, contrastables. Diré, por mismo modo
tanto, que la objetividad de los enunciados científicos descansa en el hecho de su valor de
verdad.
que pueden contrastarse intersubjetivamente [Desde que escribí estas palabras
he generalizado esta formulación: pues la contrastación intersubjetiva es
meramente un aspecto muy importante de la idea más general de la crítica
intersubjetiva, o, dicho de otro modo, de la idea de la regulación racional mutua
por medio del debate crítico].

Kant aplica la palabra «subjetivo» a nuestros sentimientos de convicción SUBJETIVO


El
(de mayor o menor grado). El examen de cómo aparecen estos es asunto de la conocimiento
es dependiente
psicología: pueden surgir, por ejemplo, «según leyes de la asociación»; también de mí, por lo
mismo su
pueden servir razones objetivas como «causas subjetivas del juzgar», desde el valor de
momento en que reflexionamos sobre ellas y nos convencemos de su verdad
depende de
congruencia. Mis
convicciones.

Quizá fue Kant el primero en darse cuenta de que la objetividad de los


enunciados se encuentra en estrecha conexión con la construcción de teorías
—es decir, con el empleo de hipótesis y de enunciados universales—. Sólo
cuando se da la recurrencia de ciertos acontecimientos de acuerdo con reglas o

99
tomamos muy en serio nuestras observaciones, ni las aceptamos como
científicas, hasta que las hemos repetido y contrastado. Sólo merced a tales
repeticiones podemos convencernos de que no nos encontramos con una mera
«coincidencia» aislada, sino con acontecimientos que, debido a su regularidad y
reproductibilidad, son, en principio, contrastables intersubjetivamente [Kant se
dio cuenta de que de la objetividad que se ha requerido para los enunciados
científicos se sigue que deben ser contrastables intersubjetivamente en cualquier
momento, y que han de tener, por tanto, la forma de leyes universales o teorías.
Yo no postulo semejante principio; pero estoy de acuerdo en que los enunciados
científicos, deben ser contrastables intersubjetivamente y han de tener siempre
el carácter de hipótesis universales.].

Todo físico experimental conoce esos sorprendentes e inexplicables


«efectos» aparentes, que tal vez pueden, incluso, ser reproducidos en su
laboratorio durante cierto tiempo, pero que finalmente desaparecen sin dejar
rastro. Por supuesto, ningún físico diría en tales casos que había hecho un
descubrimiento científico (aun cuando puede intentar una nueva puesta a punto
de sus experimentos con objeto de hacer reproducible el efecto). En realidad,
puede definirse el efecto físico científicamente significativo como aquél que
cualquiera puede reproducir con regularidad sin más que llevar a cabo el
experimento apropiado del modo prescrito. Ningún físico serio osaría publicar,
en concepto de descubrimiento científico, ningún «efecto oculto» (como
propongo llamarlo) de esta índole, es decir, para cuya reproducción no pudiese
dar instrucciones. Semejante «descubrimiento» se rechazaría más que de prisa
por quimérico, simplemente porque las tentativas de contrastarlo llevarían a
resultados negativos. (De ello se sigue que cualquier controversia sobre la
cuestión de si ocurren en absoluto acontecimientos que en principio sean
irrepetibles y únicos no puede decidirse por la ciencia: se trataría de una
controversia metafísica.)

Podemos volver ahora a un aserto planteado en el apartado anterior: a mi tesis


de que una experiencia subjetiva, o un sentimiento de convicción, nunca pueden
justificar un enunciado científico; y de que semejantes
experiencias y convicciones no pueden desempeñar en la ciencia otro papel Los
que el de objeto de una indagación empírica (psicológica). Por intenso que sea enunciados de
experiencia un sentimiento de convicción nunca podrá justificar un enunciado. Por tanto, subjetiva
no puedo estar absolutamente convencido de la verdad de un enunciado, seguro pueden justificar
a un de la evidencia de mis percepciones, abrumado por la intensidad de mi enunciado
experiencia: puede parecerme absurda toda duda. Pero, ¿aporta, acaso, todo científico.

100
ello la más leve razón a la ciencia para aceptar mis enunciados? ¿Puede
justificarse ningún enunciado por el hecho de que K. R. P. esté absolutamente
convencido de su verdad? La única respuesta posible es que no, y cualquiera
otra sería incompatible con la idea de la objetividad científica. Incluso el hecho básicos han
—para mí tan firmemente establecido— de que estoy experimentando un de ser
sentimiento de convicción, no puede aparecer en el campo de la ciencia objetiva contrastable
más que en forma de hipótesis psicológica; la cual, naturalmente, pide un s
contraste o comprobación intersubjetivo: a partir de la conjetura de que yo tengo intersubjetiva
este sentimiento de convicción, el psicólogo puede deducir, valiéndose de mente a su
teorías psicológicas y de otra índole, ciertas predicciones acerca de mi conducta vez, no
—que pueden confirmarse o refutarse mediante contrastaciones puede haber
experimentales—. Pero, desde el punto de vista epistemológico, carece enunciados
enteramente de importancia que mi sentimiento de convicción haya sido fuerte últimos en la
o débil, que haya procedido de una impresión poderosa o incluso irresistible de ciencia: no
certeza indudable (o «evidencia»), o simplemente de una insegura sospecha: pueden
nada de todo esto desempeña el menor papel en la cuestión de cómo pueden existir en la
justificarse los enunciados científicos. ciencia
enunciados
últimos que
Las consideraciones del tipo que acabo de hacer no nos proporcionan, desde no puedan
ser
luego, una respuesta para el problema de la base empírica; pero, al menos, nos
contrastados
ayudan a caer en la cuenta de su dificultad principal. Al exigir que haya
, y, en
objetividad, tanto en los enunciados básicos como en cualesquiera otros
consecuenci
enunciados científicos, nos privamos de todos los medios lógicos por cuyo
a, ninguno
medio pudiéramos haber esperado reducir la verdad de los enunciados
que no
científicos a nuestras experiencias. Aún más: nos vedamos todo conceder un
pueda —en
rango privilegiado a los enunciados que formulan experiencias, como son los
principio—
que describen nuestras percepciones (y a los que, a veces, se llama «cláusulas
ser refutado
protocolarias»): pueden aparecer en la ciencia únicamente como enunciados
al falsar
psicológicos, lo cual quiere decir como hipótesis de un tipo cuyo nivel de
algunas de
contrastación intersubjetiva no es, ciertamente, muy elevado (teniendo en
las
cuenta el estado actual de la psicología).
conclusiones
que sea
posible
Cualquiera que sea la respuesta que demos finalmente a la cuestión de la base deducir de él.
empírica, una cosa tiene que quedar clara: si persistimos en pedir que los
enunciados científicos sean objetivos, entonces aquéllos que pertenecen a la Las hipótesis
psicológicas no
base empírica de la ciencia tienen que ser también objetivos, es decir, son posibles de
ser
contrastables intersubjetivamente. Pero la contrastabilidad intersubjetiva implica comprobadas
siempre que, a partir de los enunciados que se han de someter a contraste, intersubjetivame
nte. Comprobar
puedan deducirse otros también contrastables. Por tanto, si los enunciados una hipótesis

101
intersubjetivamente sería admitir la verdad de la hipótesis de un no choca con
modo objetivo.
mi petición
de que todo
enunciado
científico sea
contrastable.
Pues no pido
que sea
preciso
haber
contrastado
realmente
todo
enunciado
científico
antes de
aceptarlo:
sólo requiero
que cada uno
La base empírica debe ser objetiva si estos han de ser contrastadas, así las que se deriven de estos
de ellas también serán contrastadas.
enunciados
De este modo llegamos a la siguiente tesis. Los sistemas teóricos se contrastan sea
deduciendo de ellos enunciados de un nivel de universalidad más bajo; éstos, susceptible
puesto que han de ser contrastables intersubjetivamente, tienen que poderse de
contrastar de manera análoga —y así ad infinitum. contrastació
n; dicho de
otro modo:
me niego a
Podría pensarse que esta tesis lleva a una regresión infinita, y que, por tanto, admitir la
es insostenible. En el apartado 1, al criticar la inducción, opuse la objeción de tesis de que
que llevaría a un regreso infinito; y puede muy bien parecerle ahora al lector que en la ciencia
la misma objeción exactamente puede invocarse contra el procedimiento de existan
contrastación deductiva que defiendo a mi vez. Sin embargo, no ocurre así. El enunciados
método deductivo de contrastar no puede estatuir ni justificar los enunciados cuya verdad
que se contrastan, ni se pretende que lo haga; de modo que no hay peligro de hayamos de
una regresión infinita. Pero ha de admitirse que la situación sobre la que acabo aceptar
de llamar la atención —la contrastabilidad ad infinitum, y la ausencia de resignadame
enunciados últimos que no necesitasen ser contrastados— crea, ciertamente, nte, por la
un problema. Pues es evidente que, de hecho, las contrastaciones no pueden simple razón
prolongarse ad infinitum: más tarde o más temprano hemos de detenernos. Sin de no
discutir ahora el problema en detalle, quiero únicamente señalar que la parecer
circunstancia de que las contrastaciones no puedan continuar indefinidamente posible —por

102
razones lógicas— someterlos a contraste.

KUHN, THOMAS SAMUEL; Ohio 1922


Massachusetts 1996.

Filósofo de la ciencia e historiador


americano, nació en Cincinnati, Ohio,
en 1922. Estudió Física en la
Universidad de Harvard, por la que se
doctoró en dicha especialidad en 1949.
A partir de entonces su interés se
orientó hacia el estudio de la Historia de
la Ciencia, al que se dedicó por
completo.

Permaneció en Harvard como profesor ayudante de Historia de la Ciencia


hasta 1956, que se incorpora a la Universidad de Berkeley, donde ocupará la
Cátedra de Historia de la Ciencia a partir de 1961. En 1964 pasará a
desempeñar ese mismo puesto en la Universidad de Princenton hasta 1979,
año en que se instalará en Boston, ocupando la Cátedra de Filosofía e Historia
de la Ciencia del Massachusetts Institute of Technology. Falleció en 1996 en
Cambridge, Massachussets.

Es conocido sobre todo por sus obras: La revolución copernicana (1957) y La


estructura de las revoluciones científicas (1962). Este último es uno de los
libros más conocidos y discutidos sobre filosofía de la ciencia y en él
desarrolla la idea de que la ciencia progresa a través de una sucesión de
períodos, cuya secuencia es «paradigma-ciencia normal-crisis-
revoluciónnueva ciencia normal-nuevo paradigma». Se inicia con un período
de ciencia normal, durante el cual la investigación científica, que se
caracteriza como una «actividad dirigida a solucionar enigmas», bajo un
modelo, o paradigma, acumula incesantemente nuevos conocimientos: es la
época de crecimiento y desarrollo del conocimiento científico intensamente
acumulativo. La presencia de anomalías o problemas que la teoría del
paradigma no es capaz de solucionar, origina una crisis dentro del paradigma
y estimula la búsqueda de nuevas teorías, que a medida que van teniendo

103
éxito se manifiestan incompatibles con el paradigma antiguo: es la fase
revolucionaria y de ciencia revolucionaria. Si el paradigma alternativo es
capaz de solucionar las anomalías que se presentan, va siendo aceptado y
se entra en una nueva fase de ciencia normal bajo un nuevo paradigma. La
adopción de un nuevo paradigma supone una revolución científica o una
ruptura con el paradigma antiguo y aparecen relaciones de
inconmensurabilidad entre el paradigma antiguo y el nuevo.

VI. NATURALEZA DE LA CIENCIA NORMAL

¿Cuál es pues la naturaleza de la investigación más profesional y esotérica que permite la


aceptación por un grupo de un paradigma único? Si el paradigma representa un trabajo que
ha sido realizado de una vez por todas, Un paradigma ¿qué otros problemas deja para que sean
resueltos por el grupo unido? Estas es un modelo o patrón preguntas parecerán todavía más
apremiantes, si hacemos notar ahora un aceptado. Lo aspecto en el que los términos utilizados
hasta aquí pueden conducir a errores. cual asumir implica los En su uso establecido, un paradigma
es un modelo o patrón aceptado y este compromisos
ya aceptados
aspecto de su significado me ha permitido apropiarme la palabra 'paradigma', a de la falta de
otro término mejor; pronto veremos claramente que el sentido de comunidad científica.
'modelo' y 'patrón', que permiten la apropiación, no es enteramente el usual para definir
'paradigma'. En la gramática, por ejemplo, 'amo, amas, amat' es un paradigma, debido a que
muestra el patrón o modelo que debe utilizarse para En la ciencia conjugar gran número de otros
verbos latinos, por ejemplo: para producir un paradigma es raramente 'laudâ, laudâs, laudâtum' [Verbo
que refiere a alabar].En esta aplicación común, un objeto de el paradigma funciona, permitiendo
la renovación de ejemplos cada uno de los renovación, ya que esta cuales podría servir para
reemplazarlo. Por otra parte, en una ciencia, un pretende ser paradigma es raramente un objeto
para renovación. En lugar de ello, tal y como tradicionalista como la una decisión judicial aceptada
en el derecho común, es un objeto para una ciencia
normal. mayor
articulación y especificación, en condiciones nuevas o más rigurosas.

Para comprender cómo puede suceder esto, debemos reconocer lo muy Un paradigma
obtiene el
limitado que puede ser un paradigma en alcance y precisión en el momento de reconocimiensu
primera aparición. Los paradigmas obtienen su status como tales, debido a to de su

status por los que tienen más éxito que sus competidores para resolver unos cuantos éxitos
problemas que el grupo de profesionales ha llegado a reconocer como agudos. obtenidos frente a
sus Sin embargo, el tener más éxito no quiere decir que tenga un éxito completo en

104
competidores, laresolución de un problema determinado o que dé resultados suficientemente
no obstante
esto no la satisfactorios con un número considerable de problemas. El éxito de

un hace paradigma —ya sea el análisis del movimiento de Aristóteles, los cálculos permanente.
hechos por Tolomeo de la posición planetaria, la aplicación hecha por Lavoisier de la
balanza o la matematización del campo electromagnético por Maxwell— La ciencia es al
principio, en gran parte, una promesa de éxito discernible en ejemplos normal pone
a prueba a sus

seleccionados y todavía incompletos. La ciencia normal consiste en la miembros


mediante
realización de esa promesa, una realización lograda mediante la ampliación del enigmas el
conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como cual se sostiene por

particularmente reveladores, aumentando la extensión del acoplamiento entre poseer una


esos hechos y las predicciones del paradigma y por medio de la articulación promesa de
logro, es
ulterior del paradigma mismo. decir, más de una solución
asegurada.

Pocas personas que no sean realmente practicantes de una ciencia madura llegan a
comprender cuánto trabajo de limpieza de esta especie deja un paradigma para hacer, o cuán
atrayente puede resultar la ejecución de dicho trabajo. Y es preciso comprender esos puntos.
Las operaciones de limpieza son las que ocupan a la mayoría de los científicos durante todas
sus carreras. Constituyen lo que llamo aquí ciencia normal. Examinada de cerca, tanto
históricamente como en el laboratorio contemporáneo, esa empresa La ciencia parece ser un
intento de obligar a la naturaleza a que encaje dentro de los normal está no límites
preestablecidos y relativamente inflexibles que proporciona el encaminada a paradigma. Ninguna
parte del objetivo de la ciencia normal está encaminado a provocar nuevos tipos provocar nuevos
tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no de
encajarían dentro de los límites mencionados frecuentemente ni siquiera se los fenómenos, debido
a que ve. Tampoco tienden normalmente los científicos a descubrir nuevas teorías y a se restringe
al menudo se muestran intolerantes con las formuladas por otros [Bernard Barber, paradigma

vigente "Resistance by Scientists to Scientific Discovery", Science, CXXXIV (1961), establecido.


596-602].Es posible que sean defectos. Por supuesto, las zonas investigadas por la ciencia
normal son minúsculas; la empresa que está siendo discutida ha restringido drásticamente la
visión. Pero esas restricciones, nacidas de la confianza en un paradigma, resultan esenciales
para el desarrollo de una ciencia. Al enfocar la atención sobre un cuadro pequeño de
problemas relativamente esotéricos, el paradigma obliga a los científicos a investigar alguna
parte de la naturaleza de una manera tan detallada y profunda que sería inimaginable en otras
condiciones. Y la ciencia normal posee un mecanismo interno que siempre que el paradigma
del que proceden deja de funcionar de manera efectiva, asegura el relajamiento de las
restricciones que atan a la investigación. En ese punto, los científicos comienzan a
comportarse de Los científicos manera diferente, al mismo tiempo que cambia la naturaleza de
sus problemas son
tradicionalesd
e investigación. Sin embargo, mientras tanto, durante el periodo en que el tas. Sólo paradigma

105
se aplica con éxito, la profesión resolverá problemas que es raro articulan teorías que el las que sus
miembros hubieran podido imaginarse y que nunca hubieran paradigma les emprendido sin él.
En lugar de ello, la investigación científica normal va dirigida ha es parte del ofrecido, a la
articulación de aquellos fenómenos y teorías que ya proporciona el compromiso. paradigma.

Para mostrar de manera más clara lo que entendemos por investigación normal
o basada en un paradigma, trataré ahora de clasificar e ilustrar los problemas en
los que consiste principalmente la ciencia normal. Por conveniencia, pospongo
la actividad teórica y comienzo con la reunión de datos o hechos, o sea, con los
experimentos y las observaciones que se describen en los periódicos técnicos
por medio de los que los científicos informan a sus colegas profesionales de los
resultados del progreso de sus investigaciones. ¿Sobre qué aspectos de la
naturaleza informan normalmente los científicos? ¿Qué determina su elección?
Y, puesto que la mayoría de las observaciones científicas toman tiempo, equipo
y dinero, ¿qué es lo que incita a los científicos a llevar esa elección hasta su
conclusión?

Creo que hay sólo tres focos normales para la investigación científica fáctica y
no son siempre ni permanentemente, distintos. Primeramente, encontramos la
clase de hechos que el paradigma ha mostrado que son particularmente
reveladores de la naturaleza de las cosas. Al emplearlos para resolver
problemas, el paradigma ha hecho que valga la pena determinarlos con mayor
precisión y en una mayor variedad de situaciones. En un momento u otro, esas
determinaciones fácticas importantes han incluido: en astronomía, la posición y
magnitud de las estrellas, los periodos de eclipses binarios de los planetas; en
física, las gravedades y compresibilidades específicas de los materiales, las
longitudes de onda y las intensidades espectrales, las conductividades eléctricas
y los potenciales de contacto; y en química, la composición y la combinación de
pesos, los puntos de ebullición y la acidez de las soluciones, las fórmulas
estructurales y actividades ópticas.

HECHO COSA
• Cosas, propiedades o relaciones tal como • Se refiere al objeto intencional de la
son en la realidad, independientemente de conciencia, por lo que la cosa pensada,
la interpretación humana. querida o imaginada puede ser tanto real
como simplemente mental.

106
Los esfuerzos por aumentar la exactitud y el alcance con que se El científico normal
se conocen hechos como ésos, ocupan una fracción importante de la literatura de esfuerza
en la ciencia de observación y experimentación. Repetidas veces se han diseñado aumentar
la exactitud y el aparatos especiales y complejos para esos fines, y el invento, la construcción y
alcance de los el despliegue de esos aparatos han exigido un talento de primera categoría, hechos
como parte de su

mucho tiempo y un respaldo financiero considerable. Los sincrotrones y los formación

radiotelescopios son tan sólo los ejemplos más recientes de hasta dónde están profesional, al
mismo tiempo

dispuestos a ir los investigadores, cuando un paradigma les asegura que los lo hace hechos que
buscan son importantes. Desde Tycho Brahe hasta E. O. mediante literatura la Lawrence, algunos
científicos han adquirido grandes reputaciones, no por la respectiva. novedad de sus
descubrimientos, sino por la precisión, la seguridad y el alcance de los métodos que
desarrollaron para la redeterminación de algún tipo de hecho previamente conocido.

Una segunda clase habitual, aunque menor, de determinaciones fácticas se


dirige hacia los hechos que, aunque no tengan a menudo mucho interés
intrínseco, pueden compararse directamente con predicciones de la teoría del
paradigma. Como veremos un poco más adelante, cuando pasemos de los
problemas experimentales a los problemas teóricos de la ciencia normal, es raro
que haya muchos campos en los que una teoría científica, sobre todo si es
formulada en una forma predominantemente matemática, pueda compararse
directamente con la naturaleza. No más de tres de tales campos son accesibles,
hasta ahora, a la teoría general de la relatividad de Einstein [El único punto
duradero de comprobación que es reconocido todavía en la actualidad es el de
la precesión del perihelio de Mercurio. El corrimiento hacia el rojo del espectro
de la luz de las estrellas distantes puede deducirse a partir de consideraciones
más elementales que la relatividad general y lo mismo puede ser posible para la
curvatura de la luz en torno al Sol, un punto que en la actualidad está a
discusión].Además, incluso en los campos en que es posible la aplicación, exige
a menudo, aproximaciones teóricas e instrumentales que limitan severamente
el acuerdo que pudiera esperarse. El mejoramiento de ese acuerdo o el
descubrimiento de nuevos campos en los que el acuerdo pueda demostrarse,
representan un desafío constante para la habilidad y la
imaginación de los experimentadores y los observadores. Los telescopios ¿La
un hecho, una
Luna es especiales para demostrar la predicción de Copérnico sobre la paralaje o un
anual; cosa la máquina de Atwood, inventada casi un siglo después de los
Principia, para objeto?
proporcionar la primera demostración inequívoca de la segunda ley de Newton;
el aparato de Foucault, para demostrar que la velocidad de la luz es mayor en el
aire que en el agua; o el gigantesco contador de centelleo, diseñado para
demostrar la existencia del neutrino —esos aparatos especiales y muchos otros

107
como ellos— ilustran el esfuerzo y el ingenio inmensos que han sido necesarios
para hacer que la naturaleza y la teoría lleguen a un acuerdo cada vez más
estrecho. Este intento de demostrar el acuerdo es un segundo tipo de trabajo
experimental normal y depende de un paradigma de manera todavía más
evidente que el anterior. La existencia del paradigma establece el problema que
debe resolverse; con frecuencia, la teoría del paradigma se encuentra implicada
directamente en el diseño del aparato capaz de resolver el problema. Por
ejemplo, sin los Principia, las mediciones realizadas con la máquina de Atwood
no hubieran podido significar nada en absoluto.

Una tercera clase de experimentos y observaciones agota, creo yo, las tareas
de reunión de hechos de la ciencia normal. Consiste en el trabajo empírico
emprendido para articular la teoría del paradigma, resolviendo algunas de sus
ambigüedades residuales y permitiendo resolver problemas hacia los que
anteriormente sólo se había llamado la atención. Esta clase resulta la más
importante de todas y su descripción exige una subdivisión. En las ciencias de
carácter más matemático, algunos de los experimentos cuya finalidad es la
articulación, van encaminados hacia la determinación de constantes físicas. Por
ejemplo: el trabajo de Newton indicó que la fuerza entre dos unidades de masa
a la unidad de distancia sería la misma para todos los tipos de materia en todas
las posiciones, en el Universo. Pero sus propios problemas podían resolverse
sin calcular siquiera el tamaño de esa atracción, la constante gravitacional
universal; y nadie diseñó un aparato capaz de determinarla durante todo el siglo
que siguió a la aparición de los Principia. La famosa determinación de
Cavendish, en 1790, tampoco fue la última. A causa de su posición central en la
teoría física, los valores perfeccionados de la constante gravitacional han sido
desde entonces objeto de esfuerzos repetidos por parte de experimentadores
extraordinarios. Otros ejemplos del mismo tipo de trabajo continuo incluirían la
determinación de la unidad astronómica, el número de Avogadro, el coeficiente
de Joule, la carga electrónica, etc. Pocos de esos esfuerzos complejos hubieran
sido concebidos y ninguno se habría llevado a cabo sin una teoría de paradigma
que definiera el problema y garantizara la existencia de una solución estable.

108
La determina-
ción del
hecho
significativo.

ACTIVIDADES QUE
REALIZA EL
CIENTÍFICO DE LA
CIENCIA NORMAL

El
acoplamien- La
to de los articulación
hecho con la de la teoría.
teoría.

Los esfuerzos para articular un paradigma, sin embargo, no se limitan a la


determinación de constantes universales. Por ejemplo, pueden tener también
como meta leyes cuantitativas: la Ley de Boyle que relaciona la presión del gas
con el volumen, la Ley de Coulomb sobre la atracción eléctrica y la fórmula de
Joule que relaciona el calor generado con la resistencia eléctrica y con la
corriente, se encuentran en esta categoría. Quizá no resulte evidente el hecho
de que sea necesario un paradigma, como requisito previo para el
descubrimiento de leyes como ésas. Con frecuencia se oye decir que son
descubiertas examinando mediciones tomadas por su propia cuenta y sin
compromiso teórico, pero la historia no ofrece ningún respaldo a un método tan
excesivamente baconiano. Los experimentos de Boyle no eran concebibles (y si
se hubieran concebido hubieran recibido otra interpretación o ninguna en
absoluto) hasta que se reconoció que el aire era un fluido elástico al que podían
aplicarse todos los conceptos complejos de la hidrostática. El éxito de Coulomb
dependió de que construyera un aparato especial para medir la fuerza entre dos
cargas extremas. (Quienes habían medido previamente las fuerzas eléctricas,
utilizando balanzas de platillo, etc., no descubrieron ninguna consistencia o
regularidad simple.) Pero a su vez, ese diseño dependió del reconocimiento
previo de que cada partícula del fluido eléctrico actúa sobre cada una de las otras
a cierta distancia. Era la fuerza entre esas partículas —la única fuerza que con
seguridad podía suponerse una función simple de la distancia— la que buscaba
Coulomb. También los experimentos de Joule pueden utilizarse para ilustrar
cómo de la articulación de un paradigma, surgen leyes cuantitativas. En efecto,
la relación existente entre el paradigma cualitativo y la ley cuantitativa es tan

109
general y cercana que, desde Galileo, tales leyes han sido con frecuencia
adivinadas correctamente, con ayuda de un paradigma, muchos años antes de
que pudiera diseñarse un aparato para su determinación experimental.

Finalmente, existe un tercer tipo de experimento encaminado hacia la


articulación de un paradigma. Estos experimentos, más que otros, pueden
asemejarse a la exploración y sobre todo prevalecen en los periodos y en las
ciencias que se ocupan más de los aspectos cualitativos que de los cuantitativos
relativos a la regularidad de la naturaleza. Con frecuencia un
Existe sólo
paradigma, desarrollado para un conjunto de fenómenos, resulta ambiguo al una teoría que
aplicarse a otro estrechamente relacionado. Entonces son necesarios explique por qué la Tierra

experimentos para escoger entre los métodos alternativos, a efecto de aplicar tiene una el
paradigma al nuevo campo de interés. Por ejemplo, las aplicaciones del forma esférica o existen
paradigma de la teoría calórica, fueron el calentamiento y el enfriamiento por otras.
medio de mezclas y del cambio de estado. Pero el calor podía ser soltado o
absorbido de muchas otras maneras —por ejemplo, por medio de combinaciones
químicas, por fricción y por compresión o absorción de un gas— y la teoría podía
aplicarse a cada uno de esos otros fenómenos de varias formas. Si por ejemplo,
el vacío tuviera una capacidad térmica, el calentamiento por compresión podría
explicarse como el resultado de la mezcla de gas con vacío.O podría deberse a
un cambio en el calor específico de los gases con una presión variable. Además,
había varias otras explicaciones posibles. Se emprendieron muchos
experimentos para elaborar esas diversas posibilidades y para hacer una
distinción entre ellas; todos esos experimentos procedían de la teoría calórica
como paradigma y todos se aprovecharon de ella en el diseño de experimentos
y en la interpretación de los resultados. Una vez establecido el fenómeno del
calentamiento por compresión, todos los experimentos ulteriores en ese campo
fueron, en esa forma, dependientes del paradigma. Dado el fenómeno, ¿de qué
otra forma hubiera podido seleccionarse un experimento para elucidarlo?

Veamos ahora los problemas teóricos de la ciencia normal, que caen Una parte del trabajo teórico
muy aproximadamente dentro de las mismas clases que los experimentales o normal
de observación. Una parte del trabajo teórico normal, aunque sólo una parte consiste en el
uso de
la pequeña, consiste simplemente en el uso de la teoría existente para predecir teoría
información fáctica de valor intrínseco. El establecimiento de efemérides existente para predecir
astronómicas, el cálculo de las características de las lentes y la producción de información.
curvas de propagación de radio son ejemplos de problemas de ese tipo. Sin Su fin es

mostrar una embargo, los científicos los consideran generalmente como trabajos de poca nueva
forma monta que deben dejarse a los ingenieros y a los técnicos. Muchos de ellos en aplicación del
paradigma.

110
ningún momento aparecen en periódicos científicos importantes. Pero esos
mismos periódicos contienen numerosas discusiones teóricas de problemas que,
a los no científicos, deben parecerles casi idénticos. Son las manipulaciones de
teoría emprendidas no debido a que las predicciones que resultan sean
intrínsecamente valiosas, sino porque pueden confrontarse directamente con
experimentos. Su fin es mostrar una nueva aplicación del paradigma o aumentar
la precisión de una aplicación que ya se haya hecho.

La necesidad de este tipo de trabajo nace de las enormes dificultades que frecuentemente
se encuentran para desarrollar puntos de contacto entre una teoría y la naturaleza. Estas
dificultades pueden ilustrarse brevemente por medio de un examen de la historia de la
dinámica después de Newton. A principios del siglo XVIII, aquellos científicos que hallaron un
paradigma en Principia dieron por sentada la generalidad de sus conclusiones y tenían todas
las razones para hacerlo así. Ningún otro trabajo conocido en la historia de la ciencia ha
permitido simultáneamente un aumento tan grande tanto en el alcance como en la precisión
de la investigación. En cuanto al cielo, Newton había derivado las Leyes de Kepler sobre el
movimiento planetario y había explicado, asimismo, algunos de los aspectos observados en
los que la Luna El desarrollo no se conformaba a ellas. En cuanto a la Tierra, había derivado los
resultados del científico trabajo se de ciertas observaciones dispersas sobre los péndulos, los planos
inclinados y desarrolla las mareas. Con la ayuda de suposiciones complementarias, pero ad hoc,
estableciendo
paradigmas había sido capaz también de derivar la Ley de Boyle y una fórmula
importante los cuáles se para la velocidad del sonido en el aire. Dado el estado de las ciencias
en esa aceptan como precisos en época, el éxito de estas demostraciones fue extraordinariamente
tanto sean impresionante. Sin embargo, dada la generalidad presuntiva de las Leyes de precisos
para el desarrollo Newton, el número de esas aplicaciones no era grande y Newton casi no del
problema. desarrolló otras. Además, en comparación con lo que cualquier graduado de física
puede lograr hoy en día con esas mismas leyes, las pocas aplicaciones de Newton no fueron
ni siquiera desarrolladas con precisión.

Limitemos la atención por el momento, al problema de la precisión. Ya hemos


ilustrado su aspecto empírico. Fue necesario un equipo especial —el aparato de
Cavendish, la máquina de Atwood o los telescopios perfeccionados— para
proporcionar los datos especiales que exigían las aplicaciones concretas del
paradigma de Newton. Del lado de la teoría existían dificultades similares para
obtener el acuerdo. Al aplicar sus leyes a los péndulos, por ejemplo, Newton se
vio obligado a considerar el disco como un punto de masa, con el fin de
proporcionar una definición única de la longitud del péndulo. La mayoría de sus
teoremas, siendo las escasas excepciones hipotéticas y preliminares, pasaban
también por alto el efecto de la resistencia del aire. Eran aproximaciones físicas

111
que tenían solidez. Sin embargo, como aproximaciones restringían el acuerdo
que podía esperarse entre las predicciones de Newton y los experimentos reales.
Las mismas dificultades aparecieron, de manera todavía más clara, en la
aplicación de la teoría de Newton al firmamento. Las simples observaciones
telescópicas cuantitativas indican que los planetas no obedecen completamente
a las Leyes de Kepler, y la teoría de Newton indica que no deberían hacerlo.
Para derivar esas leyes, Newton se había visto obligado a desdeñar toda la
atracción gravitacional, excepto la que existe entre los planetas individuales y el
Sol. Puesto que los planetas se atraen también unos a otros, sólo podía
esperarse un acuerdo aproximado entre la teoría aplicada y la observación
telescópica.

Como en el caso de los péndulos, la confirmación obtenida fue más que


satisfactoria para quienes la obtuvieron. No existía ninguna otra teoría que se
acercara tanto a la realidad. Ninguno de los que pusieron en tela de juicio la
validez del trabajo de Newton, lo hizo a causa de su limitado acuerdo con el
experimento y la observación. Sin embargo, esas limitaciones de concordancia Isaac Newton
dejaron muchos problemas teóricos fascinantes a los sucesores de Newton.
Fueron necesarias técnicas teóricas para determinar, por ejemplo, la "longitud
equivalente" de un péndulo masivo. Fueron necesarias asimismo técnicas, para
ocuparse de los movimientos simultáneos de más de dos cuerpos que se atraen
mutuamente. Esos problemas y muchos otros similares ocuparon a muchos de
los mejores matemáticos de Europa durante el siglo XVIII y los primeros años
del XIX. Los Bernoulli, Euler, Lagrange, Laplace y Gauss, realizaron todos ellos
parte de sus trabajos más brillantes en problemas destinados a mejorar la
concordancia entre el paradigma de Newton y la naturaleza. Muchas de esas
mismas figuras trabajaron simultáneamente en el desarrollo de las matemáticas
necesarias para aplicaciones que Newton ni siquiera había intentado
produciendo, por ejemplo, una inmensa literatura y varias técnicas matemáticas
muy poderosas para la hidrodinámica y para el problema de las cuerdas
vibratorias. Esos problemas de aplicación representan, probablemente, el trabajo
científico más brillante y complejo del siglo XVIII. Podrían descubrirse otros
ejemplos por medio de un examen del periodo posterior al paradigma, en el
desarrollo de la termodinámica, la teoría ondulatoria de la luz, la teoría
electromagnética o cualquier otra rama científica cuyas leyes fundamentales
sean totalmente cuantitativas. Al menos en las ciencias de un mayor carácter
matemático, la mayoría del trabajo teórico es de ese tipo.

112
Pero no todo es así. Incluso en las ciencias matemáticas hay también problemas
teóricos de articulación de paradigmas y durante los periodos en Todo paradique el
desarrollo científico fue predominantemente cualitativo, dominaron estos gma presenta solo
un problemas. Algunos de los problemas, tanto en las ciencias más cuantitativas desarrollo
como en las más cualitativas, tienden simplemente a la aclaración por medio de cualitativo existe
o
la la reformulación. Por ejemplo, los Principia no siempre resultaron un trabajo posibilidad de

sencillo de aplicación, en parte debido a que conservaban algo de la tosquedad un desarrollo


cuantitativo. inevitable en un primer intento y en parte debido a que una fracción ¿Cuándo progresa
la considerable de su significado sólo se encontraba implícito en sus aplicaciones. ciencia? Por
consiguiente, de los Bernoulli, d'Alembert y Lagrange, en el siglo XVIII, a los Hamilton,
Jacobi y Hertz, en el XIX, muchos de los físicos matemáticos más brillantes de Europa se
dieron repetidamente a la tarea de reformular la teoría de Newton en una forma equivalente,
pero más satisfactoria lógica y estéticamente. O sea, deseaban mostrar las lecciones
implícitas y explícitas de los Principia en una versión más coherente, desde el punto de vista
de la lógica, y que fuera menos equívoca en sus aplicaciones a los problemas recién
planteados por la mecánica. En todas las ciencias han tenido lugar, repetidamente,
reformulaciones similares de un paradigma; pero la mayoría de ellas han producido cambios
más substanciales del paradigma que las reformulaciones de los Principia que hemos citado.
Tales cambios son el resultado del trabajo empírico previamente descrito como encaminado
a la articulación de un paradigma. En realidad, la clasificación de ese tipo de trabajo como
empírico fue arbitraria. Más que cualquier otro tipo de investigación normal, los problemas de
la articulación de paradigmas son a la vez teóricos y experimentales; los ejemplos dados
antes servirán igualmente bien en este caso. Antes de que pudiera construir su equipo y
realizar mediciones con él, Coulomb tuvo que emplear teoría eléctrica para determinar cómo
debía construir dicho equipo. La consecuencia de sus mediciones fue un refinamiento de esa
teoría. O también, los hombres que idearon los experimentos que debían establecer la
distinción entre las diversas teorías del calentamiento por compresión fueron generalmente
los mismos que habían formulado las versiones que iban a ser comparadas. Trabajaban
tanto con hechos como con teorías y su trabajo no produjo simplemente una nueva
información sino un
paradigma más preciso, obtenido mediante la eliminación de ambigüedades En todas las que
había retenido el original a partir del que trabajaban. En casi todas las ciencias han
tenido lugar

ciencias, la mayor parte del trabajo normal es de este tipo. reformulacio-


nes similares a la de un

Estas tres clases de problemas —la determinación del hecho paradigma, no obstante las significativo,
el acoplamiento de los hechos con la teoría y la articulación de la de éxito mayor han teoría— agotan,
creo yo, la literatura de la ciencia normal, tanto empírica como mantenido teórica. Por supuesto,
no agotan completamente toda la literatura de la ciencia. vigencia. Hay también problemas
extraordinarios y su resolución puede ser la que hace que la empresa científica como un todo

113
resulte tan particularmente valiosa. Pero los problemas extraordinarios no pueden tenerse a
petición; surgen sólo en ocasiones especiales, ocasionados por el progreso de la investigación
normal. Por consiguiente, es inevitable que una mayoría abrumadora de los problemas de que
se ocupan incluso los mejores científicos, caigan habitualmente dentro de una de las tres
categorías que hemos mencionado. El trabajo bajo el paradigma no puede llevarse a cabo en
ninguna otra forma y la deserción del paradigma significa dejar de practicar la ciencia que se
define. Pronto descubriremos que esas deserciones tienen lugar.

TEMAS ANTOLOGADOS

BUNGE, Mario.
1998 Vigencia de la Filosofía, Lima, Fondo Editorial U.I.G.V. Pp.
25 - 45

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CHALMERS, Alan.
1982 ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid, Siglo XXI. Pp.
11 – 57

KUHN, Thomas:
2004 La estructura de las revoluciones científicas. México, F. C.
E. Pp. 51 – 67; 68 – 79.

NAGEL, Ernest.
1981 La estructura de la ciencia, Barcelona, Paidós. Pp. 27 – 55.

POPPER, Karl.
1980 La lógica de la Investigación científica, Madrid, Tecnos. Pp.
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REICHENBACH, Hans.
1961 Experience and Prediction. The University of Chicago
Press. Pp. 3 – 16. Traducción de Luis Piscoya

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