Вы находитесь на странице: 1из 12

TELON

SIAMESES.
A Gaby, Lily y Olenka Porras
Personajes .- Alicia y Almendra
Paul y Pablo
Olga y Olegario

Lugar de acción.- Amplia sala de casa elegante preparada para una fiesta. Hay adornos,
bandejas con bocaditos, bebidas, etc.

VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO.- ¡A babor no, imbécil, a estribor! ¡He dicho a
estribor porque a babor hay un iceberg!¿Qué no lo ve? Acuérdate del
Titanic. ¡Girar inmediatamente 28 grados a estribor! (ENTRAN ALICIA
Y ALMENDRA. SON HERMANAS SIAMESAS UNIDAS POR EL
TORAX).
ALMENDRA.- ¿Qué le pasa al abuelo, que grita tanto?
ALICIA.- Está más alterado que de costumbre.
ALMENDRA.- ¿Será por el día de hoy?
ALICIA.- No sé.
ALMENDRA.- ¿Se acordará?
ALICIA.- Lo dudo. Él ya no se acuerda de nada
ALMENDRA.- Pero no olvida creerse el almirante Nelson. Ahora gritaba algo sobre el
Titanic, ¿te fijaste? Y eso pasó en el siglo XX.
ALICIA.- Bueno, si se está acercando a nuestra época quiere decir que va mejorando.
ALMENDRA.- ¿Tú crees?
ALICIA.- Para algo le aplican diariamente tres electroshock.
ALMENDRA.- Nunca había gritado tanto. Por suerte lo atienden bien sus marineros.
ALICIA.- Sus enfermeros.
ALMENDRA.- Es lo mismo, ¿no?
ALICIA.- Tengo un mal pálpito, Almendra. Un terrible presentimiento. Creo... No,
estoy segura de que algo muy grave va a pasar en el día de hoy.
ALMENDRA.- ¿En nuestro cumpleaños? No seas pájaro de mal agüero, Alicia. ¿Crees
que el abuelo..?
ALICIA.- Ayer decía que su flota se estaba acercando a Trafalgar. Ël como siempre
comandando en su buque insignia HMS Victoria.
ALMENDRA.- ¿Y?
ALICIA.- ¿No sabes que el almirante Nelson, el verdadero, murió en la batalla de
Trafalgar?
ALMENDRA.- Pero Alicia, el abuelo no es Nelson sino el Almirante Besugo.
ALICIA.- Claro, nosotras lo sabemos, pero ¿él lo sabe? Estemos preparadas para lo
peor.
ALMENDRA.- ¡No, por favor!
ALICIA.- Cierto que desde hace un año estamos preparadas.
ALMENDRA.- ¿Cuando nos confundió con prostitutas?
ALICIA.- Sí, y de Madagascar, imagínate que son las peores.
ALMENDRA.- No me lo recuerdes que estoy a punto de ponerme histérica.
ALICIA.- Ni se te ocurra. No me gusta tener que golpearte. Quedó bonito todo,
¿verdad? Solo faltan los invitados.
ALMENDRA.- ¿Vendrán?
ALICIA.- Tú siempre con temores. Se te ha agudizado la paranoia.
ALMENDRA.- Pero ya deberían haber llegado, Alicia.
ALICIA.- Tranquilízate. ¿Quieres un Valium?
ALMENDRA.- No, hoy no lo necesito.
ALICIA.- (SUSPIRA). Un año más de vida.
ALMENDRA.- Debimos ir a misa en la mañana.
ALICIA.- ¡Qué rápido pasan los años..!
ALMENDRA.- Esta vida mundana se me hace insoportable. ¿Por qué te opusiste a que
entrara en las mercedarias? ¿Prefieres las carmelitas?
ALICIA.- Ni agustinas ni chumbivilcas. He dicho que no y es no. ¿Qué haría yo en un
convento? Lo que quiero es casarme.
ALMENDRA.- Sabes que no puede ser. Es imposible separarnos...a menos que un
milagro.
ALICIA.- Yo confío en la ciencia y no en milagros.
ALMENDRA.- ¡La ciencia...Bah! Acuérdate del abuelo. Antes de creerse Nelson, nos
llevó a las mejores clínicas del mundo.
ALICIA.- Por las puras. Si somos ricas y no puedo casarme, ¿para qué mierdas nos
sirve la plata?
ALMENDRA.- No hables así.
ALICIA.- Por último me compro un marido, ya está.
ALMENDRA.- ¡Virgen santa! ¿Estás loca?
ALICIA.- Yo mando y me casaré.
ALMENDRA.- Pero yo no quiero.
ALICIA.- ¿Acaso digo que te cases tú? Si quieres puedes irte. Yo no te detengo.
ALMENDRA.- ¡Qué maligna eres! Si no compartiéramos el hígado, el páncreas y el
yeyuno hace tiempo que me habría ido.
ALICIA.- Entonces no friegues. Ándate y yo me quedo con el hígado, el páncreas y el
yeyuno para mí sola.
ALMENDRA.- ¿Y yo con qué me quedaría?
ALICIA.- Con un hueco de este porte. ¿Ir al convento? ¡Ni de vainas! Quiero acostarme
con un hombre.
ALMENDRA.- ¡Asquerosa! ¡Repugnante! No lo voy a permitir. ¿O esperas que asista a
tu luna de miel?
ALICIA.- No tienes más remedio.
ALMENDRA.- ¿Quieres que vea todas las cochinadas que harán?
ALICIA.- Cuestión de cerrar los ojos.
ALMENDRA.- ¡Ah! ¿Y cómo van a hacerlo?
ALICIA.- ¿Qué?
ALMENDRA.- La cuestión, pues. ¿El fulano se va a meter entre las dos?
ALICIA.- Ya veremos cómo. Ese no es tu problema.
ALMENDRA.- Me haces la vida imposible, Alicia.
ALICIA.- ¿Crees que para mí es agradable estar pegada a ti todo el tiempo, oliendo tu
aliento espantoso cuando comes pescado?
ALMENDRA.- ¿Y acaso tú con los sánguches de ajo que te encantan, crees que hueles
a perfume?
ALICIA.- He decidido que esta será mi noche... Ahora o nunca. Como sea, conquistaré
a Pablito.
ALMENDRA.- ¿A Pablo..? ¿A ese..? ¿Estás loca? ¿No sabes que es..?
ALICIA.- Y no te metas, ¿eh?
ALMENDRA.- Dios te va a castigar.
ALICIA.- ¿Más? ¡Imposible!
ALMENDRA.- Aún no te resignas a su voluntad.
ALICIA.- A su mala voluntad, dirás. ¡Mira que hacernos así!
ALMENDRA.-Hay que acatar sus designios. Debimos ir a misa esta mañana.
ALICIA.- ¡Métete la misa por... donde te quepa!
ALMENDRA.- ¡Alicia! ¡Te vas a condenar!
ALICIA.- ¿Acaso ya no lo estoy, Almendra?
ALMENDRA.- Te ruego...Te suplico que celebremos muestro cumpleaños con alegría.
ALICIA.- Ya, está bien. No jodas más.
ALMENDRA.-Se atrasan mucho los invitados.
ALICIA.- Pablo me dijo que iba a cerrar su negocio temprano. Ya debe estar por llegar.
(SUENA EL TIMBRE). ¡Él debe ser! (SALEN).
VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO.- ¿Todavía no llega carta de Lady Hamilton? Me
preocupa dejarla sola. Es demasiado bella. Miren, allí pasa un barco correo.
¡Abórdenlo inmediatamente, bergantes, mal nacidos! (ENTRAN PAUL Y
PABLO. SON SIAMESES UNIDOS POR LA ESPALDA).
PABLO.- ¡Qué gusto...Almendrita, Alicia..!
ALICIA.- Pasen amigos. Ya empezábamos a preocuparnos.
PAUL.- Es que Gilberto no conoce el barrio y teníamos que guiarlo.
PABLO.- Creo que nunca ha salido de Comas.
PAUL.- Para él es como ir a Nueva York.
ALMENDRA.- ¿Gilberto es su chofer?
PABLO.- Algo así. Siempre tomamos su taximoto.
ALICIA.- Siéntense.
PAUL.- Costó convencerlo de que viniera para acá. Como este barrio es tan pituco decía
que los tombos nos iban a parar.
PABLO.- Y tenía razón, una tombita nos piteó aquí cerca.
PAUL.- Pero al vernos casi se cae de poto y dijo: sigan no más. (RÍEN).
ALICIA.- ¿Por qué no nos dijeron? Pudimos haberles enviado nuestra limousine.
PABLO.- Si iba a nuestro barrio, no volvían limousine ni chofer.
PAUL.- Es tal la cantidad de maleantes que hay allá... ¡Horrible, horrible!
PABLO.- ¿Vendrán muchos invitados?
ALMENDRA.- No, muy pocos.
ALICIA.- Les agradecemos que hayan venido.
PAUL.- ¡Cómo íbamos a faltar, Alicita! Dejé el entrenamiento sólo por Uds.
PABLO.- Y yo el negocio, pese a que el sábado es el día de mayor actividad.
PAUL.- ¿Y qué me cuenta, Almendrita. Siempre tan calladita. Es la esposa ideal, habla
poquito. ¿No quisiera salir conmigo?
ALMENDRA.- ¿A dónde?
PAUL.- Al cine. O a bailar.
ALMENDRA.- ¡Cómo se le ocurre!
ALICIA.- Buena idea. Tú te vas con Almendra y yo con Pablito.
PAUL.- ¡Sale caliente!
PABLO.- Conmigo no cuenten.
ALMENDRA.- Conmigo menos.
ALICIA.- ¿No te gusta bailar, Pablito?
PABLO.- Sí, pero... ¿Ya olvidaste tu campeonato, Paul?
PAUL.- Cierto, maldita sea. No puedo divertirme, porque si no pierdo la forma.
ALMENDRA.- ¿Forma de qué?
PABLO.- De melón. (SE MUERE DE LA RISA).
PAUL.- Pero apenas gane el campeonato me voy a desquitar.
ALICIA.- (QUE HA PUESTO MÚSICA). Pero aquí podemos bailar. ¿Vamos, Pablito?
PABLO.- ¿Tú qué dices, Paul?
PAUL.- Es cosa tuya.
ALICIA.- ¡Qué! ¿Tienes que pedirle permiso?
PABLO.- Como es el mayor... Mejor baila tú con Alicia y yo con Almendrita.
ALMENDRA.- No quiero.
ALICIA.- ¿Me tienes miedo, Pablito? Ni que te fuera a comer. Bueno, Paul, ya que no
hay otro, ¡qué nos queda! (LO HACEN. BAILAN, ARRASTRANDO A
SUS HERMANOS. ALMENDRA SACA DEL PECHO UN ROSARIO Y
REZA. PABLO SACA UN ESPEJITO E INTENTA SACARSE UN
BARRITO).
PAUL.- ¡Qué bien bailas, Alicia! Pareces profesional.
ALICIA.- Quise estudiar ballet. Mi sueño era llegar a bailar algún día El lago de los
cisnes.
PABLO.- ¡Ay, igualito que yo!
ALICIA.- ¿Has visto ballet?
PABLO.- Por la tele. Me emociona hasta las lágrimas la muerte del cisne, cuando
moribundo empieza a aletear así. (LO HACE).
ALICIA.- (BURLONA). Tienes condiciones, oye.
PAUL.- ¿Tú crees?
ALMENDRA.- Pero condiciones más de ganso que de cisne.
ALICIA.- Ven a practicar cuando quieras. Contraté a un maestro ruso.
PAUL.- ¿Uds. viven solitas en este palacio?
ALMENDRA.- Así es. Somos hijas únicas. Mis padres murieron cuando nos vieron
nacer.
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡A babor a toda máquina! ¡Contramaestre, 48 grados a
babor! ¿No sabe leer el sextante, pedazo de bruto?
PABLO.- ¡Qué tosco! ¿Quién grita así?
ALICIA, Mi abuelo, el almirante Besugo.
ALMENDRA.- Estuvo al mando de la escuadra en el lago Titicaca.
ALICIA.- ¿Qué quieren tomar? Hay whiskie, cognac, ron de Jamaica, pernod,
cointreau...
PABLO.- Yo de eso último. ¿Cómo será?
ALICIA.- ¿No quieres mejor un Perfecto Amor?
PABLO.- No. Prefiero el cuan... ¿cuánto dijo?
ALICIA.- Cointreau. (LE SIRVE).
ALICIA.- ¿Y tú, Paul?
PAUL.- No me gustan los tragos femeninos. Quisiera tomar un par de chelas bien
heladas.
ALICIA.- ¿Tomar qué?
PABLO.- Cerveza. Discúlpenlo. ¡Es tan ordinario!
ALICIA.- En la cocina creo que hay cerveza. Voy a traer. (SALEN).
PAUL.- Deja de maquillarte, Pablo.
PABLO.- ¿Cuándo me he maquillado?
PAUL.- Mientras bailábamos. ¿Crees que no te ví?
PABLO.- No me maquillaba, ¿ya? Me exprimía un granito horrible que me salió.
PAUL.- Eso te pasa por comer tanto pan con chicharrón.
PABLO.- Tengo que recuperar fuerzas, pues. Tus entrenamientos me agotan.
PAUL.- ¿Viste las nalgas de Almendra? ¡Buenazas!
PABLO.- ¡Grosero! ¿No ves que es una muchacha seria?
PAUL.- Esas mosquitas muertas son las peores. Te apuesto a que si la atraco se derrite
como helado. Debe ser más ardiente que un horno. Y con esas nalgazas debe
tener el horno...
PABLO.- No seas chancho, Paul, por favor. ¿Por qué no te dedicas mejor a su hermana,
que tiene pinta de vedette? Y se la ha agarrado conmigo, la muy puta.
PAUL.- Yo estaría bien con cualquiera de las dos. O con las dos juntas, mejor. Las tías
son bacanazas. Cagan plata.
VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO.- ¡Denle 200 azotes al timonel por haberse metido
en el Canal de Panamá¡ ¡Vamos de cabeza a las escolleras, carajo!
¡Enderezar rumbo a Trafalgar, caramba!
PABLO.- Me da escalofríos ese loco. (ENTRAN ELLAS TRAYENDO VARIAS
BOTELLAS DE CERVEZA).
ALICIA.- Aquí hay cerveza.
PAUL.- ¿Heladita?
ALICIA.- Al polo. No hagan caso a los gritos del abuelo. Se pone peor cuando hay
cambio de clima.
PAUL.- Ahora sí que la cosa se puso buena. (TOMA UNA BOTELLA Y LA EMPINA)
PABLO.- Cuida tus modales, Paul.
PAUL.- No jodas.(MIRANDO LA MESA) ¿Quién preparó este bistec? ¿Uds.?
ALMENDRA.- ¿Bistec? No hay.
PABLO.- Bufet, Paul. Se dice bifé y no bistec.
ALICIA.- Todito lo hicimos nosotras. ¿Qué tal el Perfecto Amor?
PABLO.- Delicioso.
ALMENDRA.- La verdad es que nosotras no hemos hecho nada. Todito lo preparó la
servidumbre. El cocinero francés se encargó de los bocaditos.
PABLO.- (COMIENDO UNO). Exquisitos.
PAUL.- A mí estas minucias se me quedan en la muela cariada. Yo prefiero una buena
butifarra con harta cebolla y ají. Y no vengas a dártelas de fino, Pablo. Sé
muy bien que preferirías tu sanguchote de chicharrón con harta grasa,
aunque te broten espinillas como cancha.
PABLO.- ¡Paul!
ALICIA.- Déjalo y come. Estos de acá son de langosta.
PAUL.- Prefiero los de lancha. (RIE). Langosta-lancha, ¿no es gracioso?
PABLO.- ¿Y qué pasó con los sirvientes? Porque supongo que tienen, ¿no?
ALICIA.- Les di permiso. No quiero que nos moleste nadie.
PABLO.- ¡Ay qué miedo! ¿Cuáles son sus intenciones? (ALICIA MAÚLLA COMO
GATA).
ALMENDRA.- ¡Alicia!
PAUL.- ¿Cerramos la puerta con llave? (RÍE A CARCAJADAS),
ALICIA.- Claro, y empecemos por sacarnos la ropa.
ALMENDRA.- ¡¡Alicia!! Yo me voy.
ALICIA.- Es broma, tonta. ¿Tomamos champán?
PABLO.- ¡Ay, sí! A mi me encanta.
ALMENDRA.- A mí también. Me hace cosquillitas.
PAUL.- ¿Dónde? (PABLO LE DA UN CODAZO Y SE FROTA EL CODO).
PABLO.- ¡Ay!
ALICIA.- ¿Qué pasó?
PABLO.- Este Paul que es más duro que una piedra.
ALICIA.- Me encantan los hombres duros.
PAUL.- A sus órdenes, preciosa.
PABLO.- Como es boxeador se lo lleva metido en el gimnasio. El otro día, boxeando
con un negrazo, Paul se dio vuelta y me llegó un puñetazo en un ojo.
ALICIA.- Pobrecito. ¿A ver?
PABLO.- Ya me curé. Aguanto tener que ir al gimnasio, con ese horrible olor a sudor.
pero lo terrible es que Paul se inscribió en el campeonato de los barrios, ¿se
dan cuenta? No sé qué voy a hacer.
PAÚL.- ¡Cómo que no sabes! Eres mi second ¿no?
ALMENDRA.- ¿Qué es eso de second?
PAUL.- Es el que atiende al boxeador dándole aire, agua, curándole las cortaduras...
PABLO.- ¡Qué asco! Yo no sirvo para esas cosas. Estar en el ring me aterra.
PAUL.- ¿Me quejo yo por tener que acompañarte a la peluquería?
PPABLO.- ¡Cómo vas a comparar un ambiente refinado, con perfume a agua de
colonia...con el olor a sudor de esas bestias!
PAUL.- Bien que te gusta.
ALMENDRA.- ¿Y a Ud., Pablo, no se le ha ocurrido ponerse los guantes?
PABLO.- Yo sólo me pongo guantes en invierno, ji, ji
ALICIA.- Qué gracioso es Pablito.
PAUL.- Salud. (BEBEN). ¿Y? ¿Le hace cosquillas, Almendrita? (PABLO LE DA UN
CODAZO Y VUELVE A QUEJARSE)
PABLO.- Voy a comprarme coderas de acero y entonces vas a ver... (TOCAN EL
TIMBRE).
ALICIA.- Llegaron más invitados.
ALMENDRA.- Ya era hora. (SALEN)
PABLO.- Pórtate bien, Paul, como caballero, por última vez te lo digo. No hagas el
ridículo con las chicas. ¡Se te ve tan ordinario..!
PAUL.- ¡Ay! ¿Querías que viniera de frac?
PABLO.- Al menos podías haberte bañado.
PAUL.- Me puedo resfriar. Además mañana es domingo.
ALICIA.- (ENTRANDO). Pasen...Olguita, Olegario. ¡Que bueno que hayan venido!
(ENTRA UNA PAREJA DE SIAMESES UNIDOS POR LA CABEZA
LATERALMENTE, EN LAS SIENES).
OLGA.- Disculpen el retraso. Olegario tuvo que terminar unos soufflé ratonoff para la
embajada de Lituania y eso nos atrasó.
ALICIA.- Uds. ya conocen a Paul y Pablo, ¿no?
PABLO.- (QUE ES MIOPE). ¿Quiénes son?
PAUL.- (EN SECRETO). Los cabezones. (SALUDOS SURTIDOS).
ALICIA.- Olga y Olegario nos enviaron una torta maravillosa.
ALMENDRA.- Es una verdadera obra de arte.
PAUL.- ¡Ah! De veras que Ud. es cocinero.
OLEGARIO.-¡Perdón! Chef.
PAUL.- ¿Y no es lo mismo?
OLGA.- ¡Qué ocurrencia! Olegario es nada menos que Cordon Bleu..
PAUL.- ¡Pobre! ¿Y cómo le pasó? ¿Se la pegaron por no usar condón?
OLGA.- (A ALICIA). ¿Qué dice este estúpido?
ALICIA.- No le hagas caso.
PABLO.- ¿Ud. también estudió chefería?
ALMENDRA.- No, ella es contadora.
PAUL.- ¿Y qué es lo que cuenta?
OLEGARIO.- Tenemos un restaurant y Olga lo administra.
PABLO.- ¿No cocina?
OLGA.- No sé hacer ni un huevo frito. Además el olor de la cocina me repugna.
ALICIA.- Pero sírvanse lo que quieran.
OLGA.- ¿No ha venido más gente?
ALMENDRA.- Alicia no quiso que vinieran más que hermanos siameses. ¡Y como
somos los únicos que hay en Lima..!
PABLO.- Así estamos en familia.
OLGA.- (MIRÁNDOLO CON ASCO). ¿En familia..?
ALICIA.- No queremos gente solitaria en nuestro cumpleaños.
ALMENDRA.- Que además nos miran como a bichos raros
PABLO.- ¿Se han dado cuenta de que somos siameses bien poco siameses?
OLEGARIO.- ¿En qué sentido?
PAUL.- En que tenemos gustos y aficiones completamente distintos.
ALICIA.- Cierto. Ningún hermano se parece al otro. ¡Qué inteligente es Pablito!
OLGA.- Pero al menos Uds. son del mismo sexo. ¿Saben lo desagradable que es para
mí entrar al baño de hombres? Claro que ya me acostumbré.
OLEGARIO.- Igual me pasa a mí. ¿Te acuerdas Olga, de la vieja que se puso a gritar:
¡Hay un hombre en el baño! Y me agarró a bastonazos.
ALICIA.- Debería haber baños unisex, ¿no les parece?
OLGA.- Al final llegamos al acuerdo de entrar un mes al baño de hombres y otro mes al
de mujeres.
OLEGARIO.- Cuando toca el mes masculino, Olga se pega un bigote para disimular.
PAUL.- ¿Y en el mes de mujeres tú te pones falda?
ALICIA.- Salud.
TODOS.- Salud.
OLEGARIO.- ¿Uds. de dónde son?
PABLO.- De Ayacucho. Nuestros padres eran campesinos.
PAUL.- Cuando nos vieron creyeron que éramos obra del demonio y nos dejaron
abandonados en la puna
PABLO.- Por suerte nos recogió el padre Venancio que nos crió más como madre que
como padre.
OLEGARIO.- ¿Era maricón?
PAUL.- ¡Cuidado, compadre!
ALMENDRA.- No se meta con Paul que es boxeador.
OLGA.- ¿Y qué pasó con el padre Venancio? ¿Se murió?
PABLO.- Sí. Fue terrible para nosotros. Entonces entramos a trabajar en un circo.
PAUL.- Recorrimos toda América del Sur.
PABLO.- Pero la tierra llama y con la plata que ganamos pusimos una peluquería en
Comas.
ALMENDRA.- Alicia, vamos a buscar la torta.
ALICIA.- Sí, vamos. Es una delicia de chantilly...
OLGA.- Con almendras, paté fuá, chifón perdu y grasnier chocosse con palatin sucré.
PAUL.- ¿Tanta cosa? ¡Caramba, no va a caber por la puerta! ¿Quiere que la ayude,
Alicita?
ALICIA.- No. (SALEN).
PAUL.- Verdaderamente es raro que ningún hermano se parezca al otro. Casi siempre
los gemelos son igualitos.
OLEGARIO.- Es que no somos gemelos, sino mellizos.
OLGA.- Alicia y Almendra son completamente distintas.
OLEGARIO.- Lo mismo que nosotros.
PAUL.- Almendrita es un amor. Pero su hermana... Mejor no digo nada
OLEGARIO.- A mí me gusta mucho Alicia.
PAUL.- A mí también. ¡Cuidado, compadre..!
OLGA.- No sé qué le encuentran.
PAUL.- Por de pronto buen poto.
PABLO.- ¡Paul! ¡Compórtate! ¿Dónde crees que estás?
OLGA.- ¿No sientes como olor a establo, Olegario?
PAUL.- ¿Habrá entrado alguna vaca?
OLGA.- ¡No, ya sé, es olor a indio!
PABLO.- Habrá venido con la vaca. (ENTRAN ALICIA Y ALMENDRA TRAYENDO
LA TORTA).
PAUL.- ¡Oh, qué belleza, Alicia!
OLEGARIO.- ¿Alicia o la torta?
PAUL.- Las dos. Mejor dicho, las tres.
OLGA.- Hay que encender las velitas de una vez. (ELLA MISMA LO HACE).
PAUL.- ¿Cuántas velitas hay?
ALICIA.- 24.
PAUL.- ¡Cómo! ¿Las que faltan, se cayeron?
PABLO.- No seas pesado.
OLGA.- Vamos a cantar el happy birthday. (CANTAN).
ALMENDRA.- (PARTIENDO LA TORTA). Vamos a servirnos esta torta que se ve
deliciosa.
PAUL.- Yo, paso. Prefiero el trago. La torta me emborracha. ¡Salud!
PABLO.- No tomes más Paul, que me vas a emborrachar a mí que soy abstemio.
PAUL.- El trago es gratis, ¿no?
PABLO.- Estás cada vez más insoportable, insoportable.
PAUL.- Me dieron ganas de orinar. ¿Dónde hay un árbol?
PABLO.- ¡Paul..!
PAUL.- Ya no aguanto. Al fondo a la derecha, como siempre, ¿no?
PABLO.- Yo no quiero ir... (SU HERMANO LO ARRASTRA Y SALEN).
OLGA.- ¡Qué tipos más repugnantes! ¿De dónde salió ese par de maleantes?
OLEGARIO.- No es por nada, pero son lo peor que he visto.
ALICIA.- Pablo es más decente. El insoportable es Paul.
OLEGARIO.- ¿Decente el marica ese? ¿Cómo los conocieron?
ALICIA.- En un match de box.
OLGA.- ¡Vas al box, Alicia!
ALICIA.- Sí, ¿y qué?
ALMENDRA.- ¿Comprenden mi sufrimiento? Verme obligada a ir a esos sitios, oír
insultos espantosos de una turba grosera...
ALICIA.- (BURLONA). En lugar de cánticos espirituales.
ALMENDRA.- Es un sacrificio que Dios tiene que tomar en cuenta,
ALICIA.- Por supuesto, hermanita. Te vas a ir derechito al cielo.
ALMENDRA.- Si voy yo también irás tú.
ALICIA.- ¿Crees que las almas también están pegadas? Además el cielo es una lata, con
gente rezando y tocando la lira. (VUELVEN PAUL Y PABLO).
PAUL.- ¿Quién dijo salud?
ALICIA.- ¡Eso! Salud, ¡y que viva la vida!
ALMENDRA.- No, Alicia, por favor no sigas tomando.
ALICIA.- Hay que pasarla bien cuando se pueda, ya que al fin y al cabo la vida es una
sola, y después de ésta no hay otra.
PAUL.- ¡Esa es de hombre!
ALMENDRA.- Perdónala, Señor, que no sabe lo que hace… (SE PONE A REZAR).
ALICIA.- ¿Dónde está Dios que no lo veo?
ALMENDRA.- ¡Quiero separarme de ti! ¡No quiero vivir más contigo! ¡No más! ¡No
más!
OLGA.- Tranquila, Almendra.
ALICIA.- No te pongas histérica.
PAUL.- Calma, Almendrita.
ALMENDRA.- ¡Quita tus manos apestosas, boxeador! Ojalá te noqueen, te quiebren la
mandíbula, te... ¡Ay, perdón!
OLEGARIO.- Paz, Almendra, paz. Créame que la comprendo y comparto su desazón
ante el destino que nos ha tocado. Pienso que por algo será. Tal vez pagamos
injustamente culpas de nuestros antepasados, no sé. Pero creo también que
finalmente Dios nos va a recompensar.
ALMENDRA.- ¿De veras, ángel?
PAUL.- ¿Ángel?
OLEGARIO.- También con Olga nos desesperamos a menudo.
OLGA.- Si, queremos operarnos aunque muramos en el intento.
ALMENDRA.- Para Uds. es posible. Tienen órganos separados, ¿no es así? En cambio
con Alicia compartimos hígado, páncreas y yeyuno.
PABLO.- Como nosotros el único riñón, el colon y el recto.
ALICIA.- El separarse significa que una de las dos se quedará con los órganos. ¿Cuál
de las dos? ¿Lo rifamos? ¿Lo tiramos al cara o sello?
OLEGARIO.- No se puede.
ALICIA.- De todas maneras la otra... ¡adiós!
PAUL.- Igual pasa con nosotros. ¿Cuál vive y cuál muere? Yo digo que yo, claro, pero
me da lástima el pobre peluquero.
PABLO.- Gracias... ¡animal!
PAUL.- Hay que reconocer que somos unos monstruos.
OLGA.- Eso lo serás tú.
PABLO.- La gente nos mira como a bichos.
OLEGARIO.- Como que no fuéramos personas.
ALICIA.- Personas que sienten y aman como cualquier otra
PAUL.- Bueno, pero al menos Uds. pueden darse la gran vida.
ALMENDRA.- ¿Gran vida?
PABLO.- No tienen necesidad de trabajar.
PAUL.- La pasan bien.
ALICIA.- ¡Idiotas!
PABLO.- No fueron abandonadas en la puna como nosotros.
PAUL.- Ni trabajaron en un circo como fenómenos.
ALICIA.- ¡Salud! Aquí no hay más ni menos afortunados. Hay que olvidar. Hay que
soñar. ¡Salud!
ALMENDRA.- Me estoy sintiendo borracha.
ALICIA.- Mejor.
ALMENDRA.- Quiero vomitar.
ALICIA.- Aguántate. ¡A bailar todo el mundo!
PAUL.- ¡Eso! ¡Una cumbia de aquellas que hacen roncha! (BAILAN).
VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO.- ¡Los veo! ¡Los veo por el catalejo! ¡Allí está la
escuadra enemiga! ¿Ha almorzado la gente? Muchachos: la contienda es
desigual. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo. Espero que
esta no sea la ocasión de hacerlo.
PABLO.- (A ALMENDRA). ¿Por qué le dijiste ángel a Olegario?
ALMENDRA.- Porque es igualito a una imagen del arcángel Gabriel.
PABLO.- Será por eso es que a mí también me gusta tanto. (ARRASTRA A PAUL
HACIA EL CHEF).
PAUL.- Déjame, mierda, ¿no ves que estoy bailando? (ALMENDRA TAMBIÉN VA
HACIA OLEGARIO).
ALICIA.- ¿Dónde me llevas? ¿Al baño?
ALMENDRA.- Voy donde el ángel divino.
PABLO.- Olegario, tú tienes restaurant y yo peluquería. ¿No quieres juntarlos?
OLEGARIO.- ¿Juntar qué?
PABLO.-.Lo que tú quieras, malote.
OLEGARIO.- Zafémonos del marica, Olga.
ALMENDRA.- ¡No te vayas, amor!
ALICIA.- ¡Viva la vida! (INTENTA BESAR A PABLO). Te amo, porquería de mierda.
PABLO.- ¡Oye..!
PAUL.- Bésame a mí mejor, mamita. Con él pierdes tu tiempo.
ALICIA.- ¡Sal, asqueroso! (INSISTE EN AGARRAR A PABLO).
PABLO.- No te acerques, yegua inmunda.
ALICIA.- ¿Qué dijiste? Yo hago lo que me da la gana ¿te enteras?
PABLO.- Paúl, Esta mujer me está molestando. Olegario, ayúdame.
OLGA.- ¡Córrete, sidoso!
PABLO.- Fea. Las dos son horrorosas.
ALICIA.- ¿Quién es fea?
PABLO.- Las tres, porque la cabezona es más horrible que todas.
PAUL.- Almendra es preciosa.
PABLO.- Para ti, que eres un idiota.
ALMENDRA.- ¡Arcángel Gabriel, ven a mí! Te invito a mi casa en la playa.
PABLO.- No le hagas caso, Gabriel. Yo te llevaré donde quieras.
PAUL.- (A ALMENDRA). Y yo a ti, lindura.
OLGA.- ¿Quieres no meterte con mi hermano, indio marica?
PABLO.- Yo no me meto contigo, yegua horrible.
ALICIA.- ¿Qué dice el repugnante invertido? ¡Lárgate de mi casa!
PAUL.- No te ponga así, Alicita. Te juro que en mi próxima pelea me voy a voltear a
cada rato para que lo noqueen.
PABLO.- ¡Bruto, bruto! (LE DA CODAZOS).
OLEGARIO.- Ya oíste peluquero. Lárgate con tu gorila hediondo.
PABLO.- Anda, cállate, cocinero de chifa y fríete las orejas.
OLGA.- No soporto que un indio hable así de mi hermano.
ALICIA.- ¡Fuera de aquí los dos mugrientos!
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡Al ataque, mis bravos! ¡Ataquen a los franceses con el
espolón en ristre! ¡A muerte! ¡Sin compasión con ellos!
ALICIA.- ¡Sin compasión! (TOMA EL CUCHILLO DE LA TORTA Y SE LO
ENTIERRA A PABLO). ¡Toma, toma!
PABLO.- ¡Ay, me muero!
ALMENDRA.- ¡Qué hiciste Alicia por Dios!
OLGA.- ¿Se muere de verdad? Bien hecho.
PAUL.- ¡Hermano, no! Mira que si te mueres tú también me muero yo.
PABLO.- Anda rápido... a que te operen... Te regalo... el riñón… y todo lo demás.
(MUERE).
PAUL.- ¡No quiero morir sin antes ser coronado campeón!
OLGA.- Váyanse al hospital de una vez.
OLEGARIO.- Que los separen sin perder un minuto.
ALMENDRA.- ¡El chofer, Alicia! Que los lleve en la limousine.
ALICIA.- ¿No te acuerdas que está de permiso?
OLEGARIO.- Llamaré a la asistencia pública. A los bomberos...Que vengan médicos,
paramédicos...
ALMENDRA.- Paul tiene que ser atendido de inmediato.
OLGA.- ¿Paul? Si el que se muere es el otro.
OLEGARIO.- El otro ya se murió.
OLGA.- Entonces al gorila le queda poco tiempo.
PAUL.- ¡Ay, carajo! Aunque sea en micro llegaré al hospital. ¡Aguanta, hermanito,
aguanta! (SALEN).
OLEGARIO.- Pobre. Está perdido. ¿No sabe que su hermano ya murió?
ALIMENDRA.- ¡Cómo pudiste, Alicia! ¡Cómo pudiste cometer crimen tan terrible!
ALICIA.- No sé que me pasó. Oí al abuelo y.... ¡El almirante tiene la culpa! Yo no hice
más que seguir sus órdenes.
ALMENDRA.- ¿Y ahora qué vamos a hacer? ¿Por qué yo tengo que pagar por ti?
OLGA.- No se desesperen, chicas. Nosotros fuimos testigos de que fue un accidente,
¿no es cierto, Olegario? El mismo marica se clavó el cuchillo.
ALMENDRA.- Pero eso no es cierto. Lo mató Alicia. Te va a castigar Dios que lo ve
todo.
ALICIA.- Ya no soporto más. Me voy a tomar el frasco entero de pastillas para dormir.
ALMENDRA.- ¡No! ¡Así te condenas y me condenas! Gabriel, por favor, impídelo.
OLEGARIO.- Alicia, no tienes derecho matar a tu hermana
OLGA.- Sería un doble...No un triple crimen.
ALMENDRA.- ¡Hay que salvar a Paul!
OLEGARIO.- Ese ya se fregó.
OLGA.- Eso les pasa por meterse con indios.
ALMENDRA.- ¡Vendrá la cárcel..! ¡La mazmorra..!
ALICIA.- Será la mazamorra, porque nunca iremos presas, hermana. ¿Para qué está el
tío Hernando en la Corte Suprema? ¿Y a la prima Eudocia en el Ministerio
de Justicia?
ALMENDRA.- Vámonos al convento, Alicia.
OLGA.- Mejor váyanse fuera del país.
ALICIA.- ¡Eso! A nuestra casa en Miami.
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡Ayayay! ¡Pardiez! ¡Un cañonazo enemigo me voló el brazo
izquierdo!
ALMENDRA.- ¿Y vamos a dejar aquí al abuelo?
ALICIA.- El está en Trafalgar, bien atendido por sus enfermeros.
ALMENDRA.- Pero lo han herido.
OLEGARIO.- Cuanto antes se vayan, mejor. El boxeador las acusará de asesinato.
OLGA.- No tiene pruebas. Y nosotros, lógicamente, atestiguaremos por Uds.
ALICIA.- Este es el peor cumpleaños que he pasado en mi vida.
OLGA.- Jura que no tomarás las pastillas, Alicia.
ALICIA.- Lo haré sólo por Almendra. No quiero que le pase lo del boxeador...
ALMENDRA.- ¡Ay! A esta hora ya debe estar agonizando. (REZA).
ALICIA.- Cállate, ¿quieres? Oigo llegar a la servidumbre. (A OLGA). No quiero ser
descortés, pero ¡lárguense!
OLGA.- Vamos, Olegario. Hasta prontito, queridas.
OLEGARIO.- Aquí no ha pasado nada. (SE VAN).
ALICIA.- (ANTE EL LLANTO DE ALMENDRA). ¿Hasta cuándo vas a berrear? ¿No
ves que aquí no ha pasado nada, como dijo Olegario?
ALMENDRA.- Olvidas que Dios lo ha visto todo.
ALICIA.- Ël tampoco dirá nada, al igual que esa gentuza de medio pelo que ya me
tenían harta.
ALMENDRA.- El pobre Paul... (REZA).
ALICIA.- Nadie le hará caso, si es que no se ha muerto ya.
ALMENDRA.- ¡Cómo puedes ser tan cruel!
ALICIA.- Soy como la vida, no más Y tranquilízate. Para que veas que te quiero, otro
día invitaré a tu Arcángel Gabriel. Lo compraré, si es necesario. Ese será mi
regalo. Feliz cumpleaños, hermanita. Que los cumplas muy felices.
ALMENDRA.- (LUEGO DE UN LARGO SILENCIO). Feliz cumpleaños. Hermanita.
(SE ABRAZAN).
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡Ay! ¡Me volaron una pierna! ¡Me volaron el otro brazo!
¡Me volaron la cabeza..!

TELON

Вам также может понравиться