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CURSO DE POSGRADO

“Modos de lo fantástico en la literatura argentina. Continuidades y


transformaciones a lo largo de un siglo (1896 - 1985)

Universidad Nacional del Nordeste


Facultad de Humanidades
Resistencia, Chaco

Profesora: Dra. Soledad Quereilhac

LOS MODOS DE LO FANTÁSTICO EN LOS CUENTOS


DEL ESCRITOR MISIONERO HUGO AMABLE

Alumna: Lic. Jacqueline Márquez

Abril de 2017

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SOBRE LA LITERATURA DEL ESCRITOR
MISIONERO HUGO AMABLE

En el presente trabajo se considerará un corpus de cuentos pertenecientes a


diferentes antologías del escritor misionero Hugo Wenseslao Amable: “Sensación”,
“Ilusión”, “Los Guatambúes”, “Corporización”, “Maldita mboisí”, “Voces”. Se
pretende analizar, en el conjunto de relatos seleccionados, los modos de lo fantástico;
describir los procedimientos de desrealización en el contexto del estilo y las marcas del
autor en el espacio socio cultural de Misiones. Y, así, poder constatar algunos
procedimientos constantes del género fantástico y, asimismo, rastrear las
transformaciones que podemos analizar en la escritura de Hugo Amable.
Ana María Camblong señala en su obra Habitar las fronteras (2014) que:
“habitar el espacio de fronteras demanda al sujeto «hallarse a sí mismo» en una zona de
tránsito, transacciones e intercambios permanentes.” (2014: 190) De por sí, Misiones es
una tierra de pasajes. En este caso, en particular, entre las certezas y las supersticiones,
entre la voz narradora y las voces de los personajes de los relatos, entre lo real y lo
extraño – insólito.
Hugo Amable es un escritor reconocido en la Provincia, y en el campo de la
literatura argentina, tiene un estilo propio, una marca propia de la región fronteriza
misionera. Se considera importante rastrear los procedimientos del modo fantástico en
las producciones de este autor y los mecanismos a través de los cuales se construye lo
insólito en su obra.
En la presentación que realiza de sí mismo, Hugo Wenceslao Roque Amable, en
la antología de Cuentos regionales argentinos, dice “Amable de apellido y condición”.
Fue docente, escritor, periodista, radiodifusor, director de teatro e investigador. Nació
el 8 de mayo de 1925 en la ciudad de Paraná Entre Ríos. Dice en la misma presentación
de referencia, “soy misionero más que por adopción”. Murió el 30 de Noviembre del
año 2000.
Fue docente, periodista, lingüista, escritor literario. Escribió cuentos realistas,
policiales y fantásticos. Desarrolló su producción literaria en Misiones, hacia finales de
la década del 60’ y hasta aproximadamente los 90’. Obtuvo su título de profesor en
Castellano, literatura y latín en 1950. Realizó estudios sobre el habla de Misiones. Fue
director de LT 13 Radio Oberá, cuyo periodo en el aire se extendió entre 1963 y 1994,
corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires. Fundador y director del grupo de

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teatro de Oberá. Fue miembro de la Sociedad Argentina de Lingüística, la Academia
Porteña de Lunfardo y la Asociación de Directores Teatrales. Doctor Honoris Causa de
la Real Academia Española, en 1999 Amable fue nombrado miembro de la Academia
Argentina de Letras. Fue miembro de la Sociedad Argentina de Escritores, filial
Misiones, de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina, de la Sociedad
Argentina de Lingüística, entre otros.
Publicó Destinos (cuentos), Las figuras del habla misionera (ensayo lingüístico),
Páginas de poesías (compartidas con María Celia Amable, su hija), Misiones al NE
(ensayo breve), La mariposa de Obsidiana (cuentos), El leísmo misionero
(investigación dialectal), Tierra encendida de espejos (cuentos).
Arán y Barei en su obra Género, texto, discurso. Encrucijadas y caminos
sostienen que las clasificaciones y sobre todo las denominaciones que sirven para
agrupar ciertas obras en razón de algunas características comunes, prueban el carácter
convencional y arbitrario de la identificación de los géneros en su circulación. Toda
convención, procede de la conjunción de variables que operan dentro del sistema de la
cultura y que dan por resultado las rupturas y las continuidades. (Arán y Barei,
2009:47). Precisamente, la textualidad de los cuentos de Hugo Amable muestra una
particularidad que se relaciona con el contexto socio – cultural de la provincia, las
creencias, las supersticiones, las costumbres de este espacio fronterizo.
En relación con el género fantástico, los temas y las características, Zvetan
Todorov, en Introducción a la literatura fantástica, una obra crítica fundacional en
relación con la delimitación del mismo, plantea la existencia de un orden natural y otro
sobrenatural y que la característica fundamental del fantástico es la ruptura del orden
reconocido, la irrupción de lo inadmisible. Implica la condición de la vacilación del
lector, o de los personajes, entre una explicación natural y una sobrenatural de los
acontecimientos.
Rosemary Jackson (1981), propone modificar ligeramente el esquema de
Todorov y sugerir una definición de lo fantástico como un modo de escritura que
introduce un diálogo con lo real y lo incorpora como parte estructurante del relato.
Por otro lado, Irene Bessiere sostiene que el relato fantástico surge del
maravilloso del cual conserva el marco sobrenatural y la pregunta sobre el
acontecimiento (Bessiere, 1974:7). Lo maravilloso no cuestiona la esencia misma de la
ley que rige el acontecimiento, sino que lo expone. El relato fantástico utiliza como
resorte el problema de la naturaleza de la ley. En el relato fantástico se superponen dos

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probabilidades, una realidad racional y empírica: ley física, sueño, delirio, ilusión
visual. Y otra, racional y metaempírica: mitología, ocultismo, milagros, prodigios,
teología.
Desde los títulos de por lo menos dos de los cuentos seleccionados para este
trabajo transitamos en este territorio de superposición de dos probabilidades: Ilusión. La
Rae define como primera acepción una imagen o representación
sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los
sentidos. Sensación, impresión, percepción psíquica, presentimiento de un hecho.
El relato fantástico obedece a un triple proceso de composición: verbal,
sintáctico y semántico. Dialoga con lo real, suele estar puesto en el ámbito de las
creencias de lo individual. La elipsis, el silencio, lo no dicho es un procedimiento que
alimenta la incertidumbre. Lo que no se dice como desahogo moral y por lo tanto el
texto parece asfixiante. Resemary Jackson, menciona que el tropo básico es el oxímoron
como procedimientos de la desrealización.
Inés Ordiz Alonso - Collada en Estrategias ficcionales de lo insólito: La
literatura gótica frente a la literatura fantástica, sostiene que el rasgo característico de
la literatura fantástica en el que los críticos tienden a coincidir es la necesaria presencia
de dos mundos: uno cotidiano en el que vive el protagonista y otro insólito que alteran
la realidad. Esta crítica sigue a Bessiere y a Jackson.
Los modos de escritura de lo fantástico, presencia de lo sobrenatural, el choque
entre dos mundos, la sensación de angustia / miedo que provoca lo desconocido. Ordiz
Alonso – Collada dice que el realismo mágico es otra forma de lo insólito literario.
Juega con la inclusión de lo insólito en una realidad que no se ve alterada por su
presencia.
En los cuentos de Hugo Amable se construye un espacio mítico – simbólico en
el que se desarrollan todos los sucesos: Ruvichá. Un mismo universo narrativo que
representa simbólicamente a una pequeña localidad del interior de Misiones. Una
provincia ubicada geopolíticamente en una zona fronteriza desde lo histórico, social y
cultural. Del mismo modo que Macondo en Gabriel García Márquez o Santa María en
Onetti. Un espacio que no se construye desde la descripción del lugar sino por la manera
de hablar, por la forma de relacionarse con las creencias y con la naturaleza. En fin, por
una cosmovisión heredada de la confluencia de las fronteras y d la herencia guaraní.

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En el cuento “La fundación” de la obra La mariposa de obsidiana (1978) señala el
narrador: “ A Ruvichá no la fundaron” (Amable, 1978: 101). Explica además, que el
nombre devino de una propuesta gubernamental, “y lo peor, capitalina.”

“(…) no faltó quien enraizara su origen en un remoto pasado a


travésde la leyenda Cheruvichá. De esta manera, se aplacaron escrúpulos y
se satisfizo el prurito tradicionalista de una población criolla en rápido
incremento. Cheruvichá o Che Ruvichá, es un cacique de estirpe guaraní
que existió allá por el Siglo XVI y que ejerció la jefatura de tribus que
deambularon en la amplia zona de lo que hoy es Paraguay, norte de la
Argentina y sur de Brasil. ” (1978: 101).

Los personajes de los relatos despliegan una serie de creencias y maneras que lo
habitan y con las cuales se mueven en los espacios planteados y constituyen, en sí, una
frontera. Se mueven en su mundo, en su lugar, en un espacio que les pertenece.

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VOCES EN EL PAISAJE DE MISIONES

El cuento “Voces” pertenece a la obra Paisaje de luz, tierra de ensueño


(Amable: 1986). Aquí, en el título podemos encontrar el término: “Ensueño”. La RAE
define como fantasía, ilusión. Es decir que nos presenta un umbral hacia lo irreal.
En el relato seleccionado, se presenta la situación – conflicto como las “…voces
que un día se escucharon en el lugar para perderse luego en el espacio infinito…” Y,
más adelante se señala que “Estas son voces de otro tiempo. Antiguas, muy antiguas.
Quedaron suspendidas en los rincones, en los ángulos del cielo raso, en las hendiduras,
en los intersticios de las paredes.” (1986:75) Por un lado, nos remite a un tiempo
pasado, muy lejano que crea una sensación de extrañeza y desrealización. Por otro a lo
incorpóreo, la inmaterialidad de las voces.
Más adelante, se precisa sobre los sujetos de esas voces: “Con las voces de mis
antepasados en su interior…” (1986:75), “…de voces esparcidas en el espacio
ilimitado.” (1986:75). Y, la marca de la voz narradora y su impresión, “La intuición me
señaló la proximidad de un mueble…” (1986:77). Y, sus valoraciones, “Cuando la luz
de las cinco candelas iluminó el recinto, se produjo el asombroso fenómeno.” (1986:77),
“Un suceso milagroso,…” (1986:77) “Porque fue al encenderse la luz de las cinco
candelas cuando sonaron las voces de mis antepasados.” (1986:77)
Y, finalmente la aseveración sobre: “Pero me asiste la convicción, ahora como
entonces, de que si alzo las tablas del piso voy a encontrarme con los huesos… o tal vez
con las cenizas… de un desconocido que mi antepasado asesinó por celos” (1986:79)
El fantástico según Irene Bessiére “pone en funcionamiento caracteres
contradictorios:

“No define la calidad actual de los objetos o seres existentes y


tampoco constituye una categoría o género literario sino que supone una
lógica narrativa a la vez formal y temática que refleja, (…) las
transformaciones culturales de la razón y del imaginario colectivo.”
(Bessiere, 1974:2)

En “Voces” de Hugo Amable la selección léxica plasma esta contradicción, por


un lado el desconocimiento de la naturaleza y origen de las voces: ilimitado, intuición,
fenómeno asombroso, suceso milagroso y por otro lado, la certeza de la voz narradora:

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convicción. También plantea desde lo formal la interacción entre letra cursiva para
reflejar las voces que se escuchan. Por otro desde lo temático, la presencia de voces de
seres invisibles, ausentes, que vienen de otro tiempo, desde lo más antiguo de la
historia. Y como trasfondo la necesidad de resolver un crimen desde otro tiempo. Otro
mecanismo de desrealidad es el planteo de la ruptura del tiempo, ya que desde el pasado
poner en el presente la historia del crimen.
Por otra parte, la identidad del narrador no queda develada. Se oculta a través del
uso de la primera persona.
Más adelante Bessiere señala que “la síntesis no nace del inventario vasto y
diverso de los textos, sino de la organización por contraste o por tensión, de los
elementos y de las implicaciones heterogéneas que constituyen el atractivo del relato
fantástico y su unidad” (Bessiere, 1974:2)
El narrador del relato “Voces”, expresa

“Me contradigo. El hombre es un ser fundamentalmente


contradictorio. Pensaba al principio en que la voz no desaparece. Ni aun la
que se produjo a la intemperie. Si fuera posible reconstruirla, reunir las
partículas del aire que le sirvió de vehículo, materia de su emisión… si
lográramos rehacer la imagen física de su timbre y de su acento…, recuperar
su ritmo y su volumen… Nada se pierde, todo se transforma. ¿En qué se
transforma la voz? Quizás en luz. La luz del rayo a la distancia, es el
relámpago silencioso; cercano, inmediato, el rayo tiene una voz tonante: el
trueno” (Amable, 1986:76)

“El relato fantástico está dirigido desde su interior por una dialéctica
de construcción de la realidad y de la desrealización que pertenece al
proyecto creador del autor.” (Bessiere, 1974:2)

Aparece un intento por racionalizar sobre la voz, características desde la realidad


científica qué puede estar sucediendo en el mundo del relato en el que el narrador
protagonista escucha voces. El protagonista se pregunta sobre la racionalidad de los
sucesos, de las voces que escucha. Seguidamente aparece la alusión a los antepasados:
“Con las voces de mis antepasados en su interior” (Amable, 1986: 75)

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Seguidamente aparece una cita intertextual, con letra cursiva, del Romance de
Federico García Lorca “Muerte de Antoñito el Camborio”: “Voces de muerte sonaron /
cerca del Guadalquivir…” (Amable, 1986: 76). Plantea el tema del crimen, de la
muerte, del asesinato de Antonio Torres Heredia en manos de sus cuatro primos, de las
voces antiguas como enuncia el siguiente verso… anticipa el desenlace y el probable
origen o explicación de la existencia de voces. Voces que vienen del pasado para
reclamar justicia ante un crimen injusto.
En “Voces”, a nivel discursivo aparecen términos como “espacio ilimitado”,
“espacio infinito” para hablar del lugar en donde suceden los hechos. Una antigua
casona. “años hace que esta mansión no se abre” (Amable, 1986: 75) “Vetusta morada,
totalmente húmeda, gamuzada de verdín, invadida por el yuyo (esas extrañas especies
que crecen en las sombras)” (Amable, 1986: 76) Más adelante aclara el narrador, “un
caserón en medio del monte”. Un sitio aislado, apartado. Un ambiente extrañado.
Y, en cuanto a los hechos, en “Voces”, aparecen enunciados como “asombroso
fenómeno”, “suceso milagroso”. Con respecto de los hechos también aparecen las voces
contradictorias: “Yo no hablo de milagro.” ¿No crees en los milagros? ¿Sos incrédulo?
“Hablo de asombroso fenómeno, y sin embargo, más que el hecho (increíble, no
lo niego) de haber escuchado las voces de mis antepasados recompuestas por acción de
la luz de las velas, de las cinco mismas velas que estuvieran encendidas durante aquella
noche en la que se hicieron los preparativos finales del viaje, más que ese extraño
fenómeno, decía, paralizó mis sentidos la terrible revelación que las palabras oídas me
significaban: …” (Amable, 1986:78)
“__ Vos sos tan culpable como yo, por este crimen…” (Amable, 1986:78)
En relación con las voces, en la construcción formal aparecen enunciados en
cursiva para mostrar cierta interlocución ¿con las voces? O con otro ser presente en la
actualidad del narrador. “Te contradices. “Me contradigo.”(Amable, 1986: 75)
“¿Ironizas? Lo que yo digo es serio. Prestame atención.” (Amable, 1986: 76)
Carlos Gamerro en Ficciones barrocas, (2010), sostiene que lo característico del
barroco es la superposición de planos ficción – verdad, objeto – reflejo, imaginación –
percepción, imaginación – recuerdo, imaginación – verdad, sueño – vigilia. (Gamerro,
2010:7) lo real y lo irreal, lo posible y lo imposible. Lo normal / lo anormal.
Superposición, mezclas de planos: copia u original, objeto o reflejo, sueño o vigilia,
obra o autor.

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A veces no hay un objeto, a veces es la perspectiva narrativa, a veces es la
sintaxis. Y, a veces es más a nivel de los temas. Un barroquismo a nivel de los
contenidos.
En el caso de “Voces” de Hugo Amable hay un objeto, la voz, y se da la
superposición entre voces de los vivos y voces de los muertos. Por su parte en
“Sensación” es precisamente la percepción, la impresión de la presencia de alguien en el
automóvil. “Porque yo sabía que estaba allí, en cuerpo y alma. ¿O será un cuerpo sin
alma, como el monstruo de esa serie de televisión que veíamos todos los viernes a la
noche?” (Amable, 1983: 25). Por un lado, la convicción, la seguridad de la presencia y
por otro lado la duda, la incertidumbre sobre si su identidad. “Permanecía atrás, sin
manifestarse. Pensé si no sería un alma sin cuerpo, en vez de un cuerpo sin alma como
tontamente había supuesto momentos antes. Lo que se dice un ser puro-espíritu, un
soplo fantasmal” (Amable, 1983:25)
Delueze sugiere, según la cita que plantea Gamerro, el concepto de pliege para
plantear el cruce entre los diferentes planos, superposición o entrecruzamiento. Y señala
más adelante, que lo importante son los puntos de cruces y las continuidades. El pliegue
presenta los puntos de cruces, la unión entre dos esferas, el pasaje. Intercambiabilidad
de planos.

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UNA SENSACIÓN EN UN TERRITORIO TENEBROSO

Por otra parte en “Sensación”, relato que se incluye en Cuentos regionales


argentinos, antología de Editorial Colihue, aparece la mención de un ser, hay un objeto
según el planteo de Gamerro, pero se privilegia la sensación del protagonista narrador:
“(…)me di cuenta de que había alguien atrás.” (Amable, 1983: 25), “No me atreví a
mirar por el retrovisor de adentro, temeroso de ver la figura del intruso reflejada en la
pequeña superficie especular. Hubiera sido espantoso… (Amable, 1983:25)
En este relato, “Sensación”, el espacio es un auto. Un ámbito cerrado. “(…)
viajar solo, de noche, y sentir de pronto que había alguien oculto atrás” (Amable, 1983:
26). Un auto que circulaba en un “barrio tenebroso. Tenebroso por sus oscuridades;
(…)”, y “por su triste historial de crimen y violencia”. (Amable, 1983:25)
El narrador protagonista establece un diálogo con el interlocutor posible con
quien interacciona para explicar los misterios de algunos hechos como la desaparición
de la “faca”, las referencias a los contenidos de los teleteatros sobre personajes
fantasmagóricos, las historias del barrio crean un clima extraño y de pasajes entre la
realidad verosímil y la irrealidad inverosímil.
El pliegue, el pasaje en “Sensación” se da, especialmente, en la elipsis que
aparece en el relato desde la anécdota del protagonista junto a sus amigos, hasta el
presente del relato delante del juez: “El juez dice que mi coartada sería perfecta, si el
occiso no hubiese aparecido muerto en mi auto, con mi faca clavada en la espalda.”
(Amable, 1983: 26)

“El relato fantástico utiliza marcos socioculturales y marcos de


entendimientos que definen lo natural y lo sobrenatural, de lo banal y de lo
extraño, no para llegar a una certeza metafísica, sino para organizar la
confrontación de los elementos de una civilización relativos a los fenómenos
que escapan a la economía de lo real y lo surreal cuya concepción varía
según las épocas.” (Bessiere, 1974: 3)

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MISTERIOS EN LA TIERRA COLORADA

En Tierra encendida de espejos, (1981) la tercera parte de la obra: Misterioso


espejo. Son dos términos muy relacionados con lo insólito y fantástico, con estrategias
de desrealización.
En el relato “Ilusión”, además, aparece una definición de “palíndromo”,
“palabras o frases que, leídas de atrás para adelante, letra por letra, sonido por sonido,
expresan lo mismo. Somos; SOMOS.” (1974: 71) Aunque el narrador aclara: “Aquí no
voy a dedicarme a ese juego de letras y sonidos.” El narrador interviene en primera
persona y emerge el costado lingüista del autor, por un lado. Por otro nos introduce en
una extrañeza del lenguaje que desrealiza la atmósfera. En este cuento no hay relación
directa con palíndromo. El autor incluye esta referencia lingüística para hacer referencia
que son ilusiones y que de eso se tratará el relato.
En este cuento se refiere a las ilusiones ópticas que sufre el protagonista. Y
utiliza el humor como un mecanismo de desrealización. Como el caso de “No, no se
crea que voy a relatar una escena de terror”, luego de hacer referencia a “Era más de
medianoche”. Y, también, como en los otros relatos analizados anteriormente, el
pasaje entre un campo semántico léxico vinculado con la mirada, la visión, la distorsión,
el espejo, “el efecto engañoso, ilusionismo, sensación falsa” (Amable, 1974: 72), y, la
seguridad, convicción de los personajes o del narrador: “si, era como él decía” (Amable,
1974: 73).
Además, otro mecanismo es la explicación: “La sombra del cerco se proyectaba
sobre la carrocería de los automóviles allí estacionados, dando la sensación, creando la
óptica ilusión de un sobreimpreso de rectas entrecruzadas”. (Amable, 1974:73)
En alusión al relato fantástico sostiene Bessiere “La ficción fantástica fabrica
otro mundo con palabras, pensamientos y realidades que son de este mundo. (…) Lo
fantástico, en el relato, nace del diálogo en el sujeto de sus propias creencias e
inconsecuencias.” (Bessiere, 1974:3)
En el relato “Los guatambúes” hace referencia a la detención del tiempo en el
pueblo:

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“Se cumplían los ciclos diurno y nocturno; pero sin que hubiera
transcurso de tiempo. Había una paralización de transcurso, una
interrupción de causa a efecto. Era un círculo vicioso. Una eternidad. ¡Eso!
Era la eternidad. Muertos…Sin duda alguna. No podía ser de otra manera.”
(Amable, 1974: 55)

En la cita aparece una dinámica coloquial, otra característica de la escritura de


Hugo Amable, y, la develación de la verdad a través de la escritura, “¡Eso!”.
En “Maldita Mboisí”, se trae una creencia de la tierra misionera sobre los
augurios de este animal: “El bichito junta sus patas delanteras (…) De donde viene el
llamarle rezador o rogador. Louvadeus para los brasileños.” (Amable, 1981: 66)
El animal irrumpe en una “humilde casa, situada a la orilla del monte”
(1981:67). Y se queda “semioculta entre los pliegues de la cortina”(1981:67). El clima
es la penumbra, el claro –oscuro del anochecer, un ambiente propicio para el misterio.
La voz narradora refiere los pensamientos de la madre: “… no deja de pensar que por
algo los indígenas le pusieron ese nombre, que en español se traduce por madre de las
víboras.” (Amable, 1981: 66)
En las palabras de Bessiere sobre las características del relato fantástico, el
cuento nos va introduciendo lentamente en una zona de misterios, el adjetivo que
acompaña al nombre guaraní del animal, “maldita”; la explicación por parte del
narrador de algunos aspectos físicos, la traducción del nombre guaraní. Y finalmente, la
anécdota que se incluye sobre las relaciones entre la mboisí y el ser humano. En un tono
coloquial el narrador refiere: “mató una mboisí.” (1981: 66) Más adelante se construye
una serie de términos discursivos que acrecientan la atmósfera de misterio y miedo: “se
le eriza la piel”, “la superstición modera el impulso”, “la sombra inmensa, la sombra de
la mboisí”, la sombra “lo atrapa, y lo devora”, “el monstruo”, “temerosa” entre otras van
sumiendo al personaje protagonista y al lector en un clima de inverosimilitud y
desrealización. Dice Bessiere:

“(…)El relato fantástico no se define únicamente por lo inverosímil,


inasible, indefinible en sí mismo, sino por la contradicción y las
contradicciones de diversos inverosímiles; dicho de otro modo, de las
vacilaciones y fracturas de convenciones colectivas sometidas a examen.”
(Bessiere, 1974:3)

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La realidad, la presencia de la mboisí, los relatos sobre otros hechos referidos por
la tradición oral, las supersticiones, la percepción de la madre, las interacciones
coloquiales del narrador con el fluir del pensamiento del personaje o tal vez, con las
ideas colectivas de la comunidad ponen en cuestión las creencias y construyen un
verosímil: “¡Dios mío!¡No puede ser! (…) ¡Qué alivio! ¿Acaso temía?...” (1981: 68). Y
finalmente, después del rayo, del incendio y la muerte del abuelo exclama la madre:
“¡Ñañá mboisí!”.

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A MODO DE CONCLUSIÓN

Algunos procedimientos que, por un lado, representan las continuidades que se


encuentran en los cuentos analizados en relación con el modo fantástico, son temas que
la tradición de la crítica señalan como propios del género: Fantasmas, seres invisibles,
los juegos de lo visible y lo invisible. Como en el caso “Voces”, o como en el relato
“Maldita Mboisí”. Las alteraciones del tiempo y el espacio, la suspensión del transcurrir
del tiempo, tal el ejemplo en el relato “Los Guatambúes”.
Por otro lado, las transformaciones en el tratamiento de los mismos en la
literatura misionera, es la inclusión de mitos y supersticiones, espacios característicos,
propios del contexto socio – cultural de Misiones como espacio fronterizo. En el
conjunto de los relatos seleccionados del escritor misionero, entonces, puede observarse
algunos elementos insólitos que crean un clima de extrañeza y pasaje en la escritura.
Esta atmósfera de misterios, proviene como se mencionó, de las creencias y
supersticiones, de la percepción del espacio sociocultural de Misiones. Un significado
característico a un “objeto”, como la “mboisí”, en “Maldita mboisí”. Jackson (1981)
habla de la alteraridad amenzante cuando se refiere a este aspecto. Y Jameson (1989),
plantea la vinculación con narraciones mágicas y al sustrato. En el caso de Misiones, es
el sustrato guaraní y las supersticiones.
Otra característica propia del autor, es el uso del estilo coloquial, a través del
cual construye discursivamente el diálogo entre el narrador, en general desconocido con
el fluir del pensamiento de los personajes principales de cada relato. Y, en ese
intercambio va construyendo el espacio de la vacilación y la incertidumbre, con lo cual
se engarza con el planteo de la crítica como característica del género fantástico. En
Hugo Amable, este mecanismo constituye un pasaje del espacio verosímil al lugar
extrañado, misterioso, penumbroso. Bessière (1974) sostiene que el relato fantástico
explora las dualidades y contradicciones de la cultura en un esfuerzo de racionalización.
En cuanto, al pasaje de la certidumbre de la voz narradora a la incertidumbre de
los hechos o de los personajes crea la antinomia y paradoja que crea un escenario
movedizo para el lector y acerca de lo que debe o puede aceptar. La voz narradora
conviene a la paradoja y vacilación de lo insólito.

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BIBLIOGRAFÍA

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___________ (1986) Paisaje de luz, tierra de ensueño. Santa Fe: Editorial Colmegna
S.A.
___________ Tierra encendida de espejos (1981). Buenos Aires: Editorial Plus Ultra.

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caminos. Córdoba: Comunicarte.

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Formosa, Misiones, Santa Fe. Buenos Aires: Colihue.

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Jackson, Rosemary (1981) Fantasy. Literatura y subversión. Buenos Aires: Catálogos


editora.

Jameson, Frederic (1989) “Narraciones mágicas. Sobre el uso dialéctico de la crítica de


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acto socialmente simbólico. Madrid, España: Visor.

Camblong, Ana María (2014) Habitar las fronteras. Misiones: Editorial Universitaria
Contemporánea/EDUNAM.

Gamerro, Carlos (2010) Ficciones barrocas. Buenos Aires: Eterna cadencia.

Ordiz Alonso-Collada, Inés. “Estrategias ficcionales de lo insólito: la literatura gótica


frente a la literatura fantástica”. Badebec, vol. 3 N 6, marzo 2014, pp 138-168.

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http://www.autoresterritoriales.com/territorios-literarios-e-interculturales/
Todorov, Tzvetan (1994) Introducción a la literatura fantástica. México: Ediciones
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