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Abordaje de la didáctica
La didáctica puede ser abordada desde su producción teórica y desde su dimensión ligada a la
práctica de aula, en tanto intervención social. Ambas dimensiones están relacionadas y se nutren
mutuamente.
La didáctica aporta criterios y reglas que orientan la tarea de enseñar en los contextos cambiantes de la
escolarización a gran escala. La enseñanza en tanto práctica social es una actividad que puede
circunscribirse a la relación entre un grupo de estudiantes y sus profesores. Pero también puede
analizarse en el marco de los grandes sistemas escolares, que constituyen la organización institucional de
la enseñanza en nuestras sociedades. La educación se lleva a cabo mediante la incorporación de grupos
de población en un sistema, secuenciado por niveles, que organiza a los estudiantes en grupos y los hace
avanzar progresivamente en el cumplimiento del plan de estudios, según algún sistema de créditos y
títulos establecido. Tenemos naturalizada esta manera de pensar la educación, porque ha sido la forma
triunfante en que las sociedades modernas organizaron su proceso educativo. La didáctica surge ligada a
la idea de educación para todos y de la mano de la construcción de la educación pública (Barco de Surghi,
1989).
En ese sentido, la didáctica quedaba reducida a constituir y proponer un conjunto de métodos apropiados
para hacer efectiva la enseñanza, por lo tanto, las preocupaciones filosóficas y políticas acerca de esa
actividad estaban claramente ubicadas por fuera de ella. Además, en tanto se la consideraba
exclusivamente “metodología”, no producía ni conocimiento ni marcos teóricos interpretativos. Se la
percibía como neutra. De hecho, si hoy le preguntamos a alguien acerca de la didáctica y sus funciones,
seguramente su respuesta le asignará un carácter instrumental. (Como ejemplo mencionamos que
muchas veces formulamos esta pregunta en cursos que se inician y encontramos respuestas como:
“Vamos a aprender a hacer presentaciones orales efectivas”, “Hacer buenos Power points” o “A exponer
con claridad”.)
Los esfuerzos por conformar un campo diferente pueden comprenderse, por ejemplo, a partir de lo que
Alicia Camilloni (2007) refiere: la didáctica se ocupa de un tipo específico de intervención, la enseñanza, e
intenta dar respuesta, por ejemplo, a cuestiones como las siguientes.
¿Qué enseñamos? ¿Cómo lo enseñamos? ¿Qué debemos enseñar?, ¿Qué debe ser y
hacer la escuela?
La autora sostiene que las respuestas a las preguntas formuladas, que están impregnadas de valores y
comprometidas con la ética, resultan imprescindibles dado el papel fundamental de la escolaridad. Esto,
sin embargo, sin abandonar la necesidad de brindar orientaciones para la acción.
La didáctica toma desarrollos provenientes de otros campos del saber y se nutre de ellos, por ejemplo, de
la psicología, dado que toda teoría de la enseñanza supone una concepción de aprendizaje. Entonces, la
psicología nos dice cómo aprenden los estudiantes y la didáctica toma esa información para diseñar la
enseñanza, junto a otras de diversos y variados campos disciplinares, como la sociología, la antropología.
Didáctica general y didácticas específicas
La relación de la Didáctica General con las Didácticas Específicas, relación que resulta compleja, es otro
aspecto a presentar. Según Camilloni (2007), en tanto que la didáctica general se ocupa de dar respuestas
sin diferenciar campos de conocimiento, niveles de educación, edades o tipos de establecimiento; las
didácticas específicas desarrollan campos sistemáticos del conocimiento, por ejemplo:
según niveles del sistema educativo: didáctica de la educación inicial, primaria, secundaria,
superior y universitaria;
según las edades de los alumnos y alumnas: didáctica de niños, adolescentes, jóvenes, adultos,
adultos mayores, y
Es necesario que la Didáctica General y las Específicas trabajen de modo cooperativo. Esta cooperación
se traduciría en abordajes de la enseñanza de un modo más completo, que respeten la complejidad en
cada caso y aporten elementos teóricos y prácticos al docente.
La literatura también advierte acerca de la necesidad de someter a juicio crítico estos saberes tácitos a
partir de reflexionar sobre ellos, según criterios que permitan darles fundamento en pos de un sentido para
la acción. En línea con estas ideas, Camilloni (2007) enfatiza que la formación didáctica de los profesores
no se puede reducir a presentarles el saber didáctico disciplinario a través de una versión enseñable y
adaptada a una rápida transmisión, sino que debe centrarse en la necesidad de producir en ellos cambios
conceptuales de modo de lograr desarrollar su capacidad para traducir los principios fundamentales del
discurso didáctico en un proyecto y una práctica pedagógica.
Como cierre provisorio resulta necesario enfatizar que los cambios socio-históricos que experimentan
nuestras sociedades han producido transformaciones profundas en las formas de producción y transmisión
de saberes y, frente a ellos, la escuela y la docencia, estructuradas en otro contexto histórico y para otras
necesidades, experimentan dificultades. Los cambios han modificado el sentido de la escolarización, lo
que necesariamente interpela la definición de los conocimientos que consideramos necesarios de ser
transmitidos y, por ende, de los saberes necesarios que deben poseer los docentes para garantizar la
transmisión en el contexto actual. Como señala Dussel (2006) el ejemplo más visible se expresa en la
alfabetización tecnológica y la alfabetización mediática. Estos saberes no formaban parte de la perspectiva
cultural de fines del siglo xix, momento de configuración de los sistemas educativos modernos.
La enseñanza tiene intencionalidades. Los propósitos y objetivos orientan la acción. Al mismo tiempo tiene
una dosis de incertidumbre que se plantea entre lo planificado y lo que sucede en el aula. Atendemos una
multiplicidad de factores en los momentos de interacción con los estudiantes: cada estudiante
individualmente, las características y dinámica del grupo, la organización y distribución del tiempo, las
actividades que los estudiantes van a realizar, los recursos, así como los factores referidos al contexto
institucional y social. Todo esto en simultaneidad y de manera inmediata, mientras ocurre, podríamos decir,
desde el mundo tecnológico, de modo sincrónico.
Para abordar todas estas cuestiones nos valemos de los aportes del campo de la didáctica.
Foro de presentación
Para empezar a conocernos, les proponemos que escriban en este foro un texto de
presentación y nos cuenten de dónde son, en qué área se desempeñan, qué
características tienen las instituciones educativas en las que trabajan y, por supuesto, las
expectativas que tienen para este trayecto de formación.
Foro de la Clase 1
Actividad de cierre
Para finalizar esta clase, les proponemos que se imaginen la siguiente situación: van a
participar de un congreso y tienen que presentar un póster acerca del valor de la didáctica.
Les pedimos que diseñen el póster y lo entreguen a través del buzón de actividades.
Para el diseño del póster, pueden utilizar un programa de presentaciones (Power Point u
otro similar) o alguna aplicación en línea, por ejemplo: https://www.canva.com/