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palabras.
Contenidos
1. 1 Estructura de Daniel
2. 2 Autor y fecha
3. 3 Contexto Histórico de Daniel
4. 4 Gobernantes y Profetas de la Época de Daniel
5. 5 Estructura y género literario
6. 6 Retos de Interpretación
7. 7 Temas históricos y teológicos
8. 8 Vista Panorámica de Daniel
9. 9 Referencias Proféticas
10. 10 Importancia en la Biblia
MÉTODO CRÍTICO
MÉTODO HISTÓRICO
MÉTODO LITERARIO
MÉTODO PANORÁMICO
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1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Las visiones apocalípticas de
Daniel (capítulo 8-12) ofrecen una perspectiva del plan de Dios para las
edades, incluyendo una profecía directa en cuanto al Mesías.
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
Estructura de Daniel
Título: “Anunciando el establecimiento del Reino de Dios”
Versículo Clave: 7:14 “Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos
los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que
nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”
1:1 Daniel y
compañeros en
Babilonia PRIMEROS
2:1 Daniel interpret
a sueño de ACONTECIMIENTOS VIDA
Nabucodonosor
2
3:1 Rescatados del DE
horno de fuego
4:1 La locura DANIEL
de Nabucodonosor
5:1 La escritura en INTERPRETACIÓN A
la pared BELSASAR
6:1 Daniel en el EN
foso de los leones TIEMPO DE DARÍO
7:1 Visión de las PRIMERAS VISIONE
cuatro bestias S
8:1 Carnero y el INTERPRETACIONESDE DANIE
macho cabrío L
9:1 Oración de POR DESOLACIÓN
Daniel por su pueblo 70 AÑOS
10:1 Visión Daniel VISIONES
junto al río
Autor y fecha
Varios versículos indican que el autor es Daniel(8:15, 27; 9:2; 10:2, 7; 12:4,
5), cuyo nombre quiere decir: "Dios es mi juez". Él escribió en primera persona
de manera autobiográfica del 7:2 en adelante, y debe ser distinguido de los
otros tres Danieles del AT (1 Cr 3:1; Es 8:2; Neh 10:6). Como un joven,
posiblemente de unos 15 años de edad, Daniel fue capturado y llevado de su
familia noble en Judá y deportado a Babilonia para lavarle el cerebro y hacerlo
adoptar la cultura babilónica para la tarea de asistir en tratar con los judíos. En
Babilonia pasó el resto de una vida larga (85 años o más). Él atravesó por la
mayor parte del exilio, exitosamente exaltando a Dios por su virtud y servicio.
Rápidamente emergió a una posición de autoridad en el gobierno por
determinación real y sirvió como confidente de reyes y también profeta en dos
imperios mundiales, estos son, el Babilonio (2:48) y el Medo-Persa (6:1, 2).
Cristo confirmó a Daniel como el autor de este libro (Mt 24:15).
Daniel vivió más allá del tiempo descrito en Daniel 10:1 (536 a.C.). Parece
muy probable que escribió el libro poco después de esta fecha pero antes de
530 a.C. Daniel 2:4b-7:28, el cual proféticamente describe la dirección de la
historia del mundo gentil, fue original y apropiadamente escrito en arameo, el
idioma común de negocios internacionales. Ezequiel, Habacuc, Jeremías y
Sofonías fueron los contemporáneos proféticos de Daniel.
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Babilonia (5:30, 31), y va más allá al 536 a.C. (10:1). Después que Daniel fue
transportado a Babilonia, los babilonios victoriosos conquistaron Jerusalén en
dos etapas posteriores (597 a.C y 586 a.C.) En ambas ocasiones, deportaron a
más judíos cautivos. Daniel recordó fervientemente su hogar, en especial el
templo en Jerusalén, casi setenta años después de haber sido llevado lejos de
él (6:10).
El Israel del reino del norte había caído antes en manos de Asiria en el 722
a.C. Con la cautividad de Judá, el juicio estaba completo. En
Babilonia, Daniel recibió la Palabra de Dios con respecto a etapas sucesivas de
dominio mundial gentil a lo largo de los siglos hasta que el conquistador más
grande, el Mesías, derrocará a todo el señorío gentil. Él entonces derrotará a
todos los enemigos y resucitará a su pueblo de pacto a bendición en su reino
milenario glorioso.
Retos de Interpretación
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Los principales retos se centran en interpretar pasajes que tienen que
ver con la tribulación futura y promesas del reino. Aunque el uso de
Arameo imperial y la arqueología han confirmado la fecha temprana de
escritura, algunos intérpretes escépticos, no dispuestos a reconocer
profecías sobrenaturales que se cumplieron (hay más de cien tan solo
en el capítulo 11 que fueron cumplidas), colocan estos detalles en los
tiempos intertestamentarios. Ven estas profecías no como
milagrosamente prediciendo el futuro, sino simplemente como las
observaciones de un escritor que vivió más tarde, quien está registrando
acontecimientos de su propio día. De esta manera, fechan Daniel en los
días de Antioco IV Epífanes (175-164 a.C., cap. 8; 11:21-45). De
acuerdo con esta posición, la expectativa de la Piedra y del Hijo del
Hombre (caps. 2, 7) termino siendo una noción errónea que en realidad
no se cumplió, o el escritor estaba siendo intencionalmente engañoso.
De hecho, un período futuro de siete años (cp. 7:21, 22; 11:36-45; 12:1)
y un reino literal de mil años (cp. Ap.20) después de la segunda venida
de Cristo cuando Él reinará sobre israelitas y gentiles (7:27) es
enseñado. Esta será una era antes del estado final y distinta a este,
absolutamente perfecto y definitivo, esto es, el cielo nuevo y la tierra
nueva con su capital, la Nueva Jerusalén (Ap. 21, 22). La interpretación
literal de la profecía, incluyendo Daniel, lleva a la perspectiva
premilenarista.
Muchos otros aspectos de interpretación retan a los lectores:
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gentil son presentadas en los capítulos 2 y 7. Este mismo tema también
incluye la experiencia de Israel tanto en derrota como en, finalmente, su
bendición del reino en los capítulos 8-12 (cp. 2:35, 45; 7:27). Un aspecto
clave dentro del tema principal del control soberano de Dios es la venida
del Mesías para gobernar el mundo en gloria sobre todos los hombres
(2:35, 45; 7:13, 14, 27). Él es como una piedra en el capítulo 2, y como
un hijo de hombre en el capítulo 7. Además, Él es el Ungido (el Mesías)
en el capítulo 9:26. El capítulo 9 provee el marco cronológico desde el
tiempo de Daniel hasta el reino de Cristo.
Daniel, cuyo nombre significa “Dios es mi juez,” era de cuna noble y real
(1:3). Junto con otros de similar trasfondo, él fue llevado al cautiverio siendo un
adolescente, durante la primera invasión de Judá por Nabucodonosor en el año
605 a.C. (1:1–2). Los cautivos judíos escogidos como Daniel y sus amigos,
eran preparados como “sabios” para el servicio del gobierno.
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permaneció firme en la cuestión de alimentos (cap. 1), la experiencia en el
horno ardiente (3) y en el foso de los leones (6). Dios le concedió extraordinaria
sabiduría (Ez 28:3) para interpretar sueños (2, 4) y la escritura milagrosa en la
pared (5). A Daniel le fueron confiadas revelaciones especiales del Señor con
respecto al curso de la historia (7–11). Por medio de visiones (2 y 7) le fue
revelado que la nación de Israel sería controlada por Babilonia (605–539 a.C.),
Medo-Persia (539–331 a.C.), Grecia (331–146 a.C.) y Roma (146 a.C - 476
d.C.). A él también le fue revelada la promesa de que el reino venidero del
Mesías sobrepasará a todos los imperios humanos y establecerá paz duradera
en la tierra (2:35, 45; 7:13–14, 27).
Referencias Proféticas
Vemos en las historias del horno de fuego y de Daniel en el foso de los leones,
una referencia profética de la salvación provista por Cristo. Los tres hombres
declaran que Dios es un Dios que salva, y quién puede librarlos del horno de
fuego (Daniel 3:17). De la misma forma, al enviar a Jesús a morir por nuestros
pecados, Dios ha provisto un escape del fuego del infierno (1 Pedro 3:18). En
el caso de Daniel, Dios envió un ángel para cerrar las bocas de los leones y
salvó a Daniel de la muerte. Jesucristo es nuestra provisión de los peligros del
pecado que amenazan con consumirnos.
La visión de Daniel del final de los tiempos representa al Mesías de Israel, por
quien muchos serán limpios y purificados (Daniel 12:10). Él es nuestra
justificación (1 Pedro 5:21) por quien nuestros pecados, a través de la sangre,
serán lavados y seremos tan blancos como la nieve (Isaías 1:18).
Importancia en la Biblia
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En la profecía apocalíptica, el futuro inmediato y el muy posterior a menudo
parecen fundirse en uno. Un ejemplo de esto es la figura de Antíoco
Epífanes, prominente en los capítulos 8 y 11 del libro. En estos
pasajes vemos al personaje que profana el templo en el 168 a.C.
actuando como el anticristo de los postreros días ( 8.23–26 ; 11.36–45
; Ap 13.1–10 ). Estos saltos del futuro cercano al distante han confundido a
muchos, pues hacen difícil interpretar correctamente el libro.