Вы находитесь на странице: 1из 12

Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary

MEXICO:SELECTOR,2005 122

Nombre de la escuela: cobaq plantel 21 Arcila


Título del tema: Frankenstein
Nombre del alumno: Daniel Velázquez
Hernández
Grupo: 4.4
Nombre del profesor: cesar cervantes Vázquez
Fecha y lugar: 07/03/18 vaqueiras
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122

Contenido
Capítulo 1 ............................................................................................................................................ 3
Subtema 1 La familia de caroline .................................................................................................... 3
SUBTEMA 2 la historia de caroline Beaumont ................................................................................ 4
SUBTEMA 3 Caroline empieza a estudiar lo que quiere ....................................................... 5
CAPITULO 2 ..................................................................................................................................... 6
SUBTEMA 1 Elizabeth se enferma............................................................................................ 6
SUBTEMA 2 Muere la madre ..................................................................................................... 7
SUBTEMA 3 Decidiendo mi futuro en el laboratorio ............................................................... 8
CAPITULO 3 ..................................................................................................................................... 9
SUBTEMA 1 caroline ama la filosofía natural y en especial la química. ............................. 9
SUBTEMA 2 caroline llega a la universidad .......................................................................... 10
SUBTEMA 3 caroline sigue emprendiendo su sueño........................................................... 11
referencias bibliográficas o sitios de internet ...................................................................... 12
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
Capítulo 1
Subtema 1 La familia de caroline

Soy ginebrino de nacimiento, y mi familia es una de las más distinguidas de esa


república. Durante muchos años mis antepasados habían sido consejeros y jueces,
y mi padre había ocupado con gran honor y buena reputación diversos cargos
públicos. Todos los que lo conocían lo respetaban por su integridad e infatigable
dedicación. Pasó su juventud dedicado por completo a los asuntos de su país, y
sólo al final de su vida pensó en el matrimonio y así dar al Estado unos hijos que
pudieran perpetuar su nombre y sus virtudes. Puesto que las circunstancias de su
matrimonio reflejan su personalidad, no puedo dejar de referirme a ellas. Uno de
sus más íntimos amigos era un comerciante, que, debido a numerosos
contratiempos, cayó en la miseria tras gozar de una muy desahogada situación.
Este hombre, de nombre Beaumont, era de carácter orgulloso y altivo y se resistía
a vivir en la pobreza y el olvido en el mismo país en el que, con anterioridad, se le
distinguiera por su categoría y riqueza. Habiendo, pues, saldado sus deudas en la
forma más honrosa, se retiró a la ciudad de Lucerna con su hija, donde vivió sumido
en el anonimato y la desdicha. Mi padre profesaba a Beaumont una auténtica
amistad, y su reclusión en estas desgraciadas circunstancias le afligió mucho.
También sentía íntimamente la ausencia de su compañía, y se propuso encontrarlo
y persuadirlo de que, con su crédito y ayuda, empezara de nuevo. Beaumont había
tomado medidas eficaces para esconderse, y mi padre tardó diez meses en
descubrir su paradero. Entusiasmado con el descubrimiento, mi padre se apresuró
hacia su casa situada en una humilde calle cerca del Reus. Pero al llegar sólo
encontró miseria y desesperación. Beaumont no había logrado salvar más que una
pequeña cantidad de dinero de los despojos de su fortuna. Era suficiente para
sustentarlo durante algunos meses y, mientras tan- to, esperaba encontrar un
trabajo respetable con algún comerciante.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
SUBTEMA 2 la historia de caroline Beaumont
Pero Caroline Beaumont estaba dotada de una inteligencia poco común; y su valor
vino en su ayuda en la adversidad. Empezó a hacer labores sencillas; trenzaba paja,
y de diversas maneras consiguió ganar una miseria que apenas le bastaba para
sustentarse. Así pasaron varios meses. Su padre empeoró, y ella cada vez tenía
que emplear más tiempo en atenderlo; sus medios de sustento menguaban. A los
diez meses murió su padre dejándola huérfana e indigente. Este golpe final fue
demasiado para ella. Al entrar en la casa mi padre, la encontró arrodillada junto al
ataúd, llorando amargamente; llegó como un espíritu protector para la pobre
criatura, que se encomendó a él. Tras el entierro de su amigo, mi padre la llevó a
Ginebra, confiándola al cuidado de un pariente; y dos años después se casó con
ella. Cuando mi padre se convirtió en esposo y padre, las obligaciones de su nueva
situación le ocupaban tanto tiempo que dejó varios de sus trabajos públicos y se
dedicó por entero a la educación de sus hijos. Yo era el mayor y el destinado a
heredar todos sus derechos y obligaciones. Nadie puede haber tenido padres más
tiernos que yo. Mi salud y desarrollo eran su constante ocupación, ya que fui hijo
único durante varios años. Pero, antes de proseguir mi narración, debo contar un
incidente que tuvo lugar cuando yo tenía cuatro años. Mi padre tenía una hermana
a quien amaba tiernamente y que se había casado muy joven con un caballero
italiano. Poco después de su boda, había acompañado a su marido a su país natal,
y durante algunos años mi padre tuvo muy poca relación con ella. Murió alrededor
de la época de la que hablo, y pocos meses después mi padre recibió una carta de
su cuñado haciéndole saber que tenía la intención de casarse con una dama italiana
y pidiéndole que se hiciera cargo de la pequeña Elizabeth, la única hija de su difunta
hermana. Es mi deseo ––dijo–– que la consideres como hija tuya y que como a tal
la eduques. Es la heredera de la fortuna de su madre, y te enviaré los documentos
que así lo demuestran. Reflexiona sobre esta propuesta y decide si preferirías
educar a tu sobrina tú mismo o que lo haga una madrastra. Mi padre no dudó un
instante, y de inmediato se puso en camino hacia Italia con el fin de acompañar a la
pequeña Elizabeth hasta su futuro hogar.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
SUBTEMA 3 Caroline empieza a estudiar lo que quiere
Esto último acabó de destruir a Cornelius Agripa, Alberto Magno y Paracelso, que
durante tanto tiempo habían reinado como dueños de mi imaginación. Pero, por
alguna fatalidad, no me sentí inclinado a empezar el estudio de los sistemas
modernos, des inclinación que se vio influida por la siguiente circunstancia. Mi padre
expresó el deseo de que asistiera a un curso sobre filosofía natural. Gustosamente
asentí a esto, pero algún motivo me impidió ir hasta que el curso estuvo casi
terminado. Por tanto, al ser ésta una de las últimas clases, me resultó totalmente
incomprensible. El profesor disertaba con la mayor locuacidad sobre el potasio y el
boro, los sulfatos y óxidos, términos que yo no podía asociar a ninguna idea.
Empecé a aborrecer la ciencia de la filosofía natural, aunque seguí leyendo a Plinio
y Bufón con deleite, autores, a mi juicio, de similar interés y utilidad. A esta edad las
matemáticas y la mayoría de las ramas cercanas a esa ciencia constituían mi
principal ocupación. También me afanaba por aprender lenguas; el latín ya me era
familiar, y sin ayuda del diccionario empecé a leer algunos de los autores griegos
más asequibles. También entendía inglés y alemán perfectamente. Este era mi
bagaje cultural a los diecisiete años, además de las muchas horas empleadas en la
adquisición y conservación del conocimiento de la vasta literatura. También recayó
sobre mí la obligación de instruir a mis hermanos. Ernesto, seis años menor que yo,
era mi principal alumno. Desde la infancia había sido enfermizo, y Elizabeth y yo lo
habíamos cuidado constantemente; era de disposición dócil, pero incapaz de
cualquier prolongado esfuerzo mental. William, el benjamín de la familia, era todavía
un niño y la criatura más preciosa del mundo; tenía los ojos vivos y azules, hoyuelos
en las mejillas y modales zalameros, e inspiraba la mayor ternura. Tal era nuestro
ambiente familiar, en el cual el dolor y la inquietud no parecían tener cabida. Mi
padre dirigía nuestros estudios, y mi madre participaba de nuestros
entretenimientos
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
CAPITULO 2
SUBTEMA 1 Elizabeth se enferma
Cuando contaba diecisiete años, mis padres decidieron que fuera a estudiar a la
universidad de Angostad. Hasta entonces había ido a los colegios de Ginebra, pero
mi padre consideró conveniente que, para completar mi educación, me familiarizara
con las costumbres de otros países. Se fijó mi marcha para una fecha próxima, pero,
antes de que llegara el día acordado, sucedió la primera desgracia de mi vida, como
si fuera un presagio de mis futuros sufrimientos. Elizabeth había cogido la
escarlatina, pero la enfermedad no era grave y se recuperó con rapidez. Muchas
habían sido las razones expuestas para convencer a mi madre de que no la
atendiera personalmente, y en un principio había accedido a nuestros ruegos. Pero,
cuando supo que su favorita mejoraba, no quiso seguir privándose de su compañía
y comenzó a frecuentar su dormitorio mucho antes de que él peligro de infección
hubiera pasado. Las consecuencias de esta imprudencia fueron fatales. Mi madre
cayó gravemente enferma al tercer día, y el semblante de los que la atendían
pronosticaba un fatal desenlace. La bondad y grandeza de alma de esta admirable
mujer no la abandonaron en su lecho de muerte. Uniendo mis manos y las de
Elizabeth dijo: ––Hijos míos, tenía puestas mis mayores esperanzas en la
posibilidad de vuestra futura unión. Esta esperanza será ahora el consuelo de
vuestro padre. Elizabeth, cariño, debes ocupar mi puesto y cuidar de tus primos
pequeños. ¡Ay!, siento dejaros. ¡Qué difícil resulta abandonaros habiendo sido tan
feliz y habiendo gozado de tanto cariño! Pero no son éstos los pensamientos que
debieran ocuparme. Me esforzaré por resignarme a la muerte con alegría y abrigaré
la esperanza de reunirme con vosotros en el más allá. Murió dulcemente; y su rostro
aun en la muerte reflejaba su cariño. No necesito describir los sentimientos de
aquellos cuyos lazos más queridos se ven rotos por el más irreparable de los males,
el vacío que inunda el alma y la desesperación que embarga el rostro. Pasa tanto
tiempo antes de que uno se pueda persuadir de que aquella a quien veíamos cada
día, y cuya existencia misma formaba parte de la nuestra, ya no está con nosotros;
que se ha extinguido la viveza de sus amados ojos y que su voz tan dulce y familiar
se ha apagado para siempre.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
SUBTEMA 2 Muere la madre
Estos son los pensamientos de los primeros días. Pero la amargura del dolor no
comienza hasta que el transcurso del tiempo demuestra la realidad de la pérdida.
¿Pero a quién no le ha robado esa desconsiderada mano algún ser querido? ¿Por
qué, pues, había de describir el dolor que todos han sentido y deberán sentir? Con
el tiempo llega el momento en el que el sufrimiento es más una costumbre que una
necesidad y, aunque parezca un sacrilegio, y a no se reprime la sonrisa que asoma
a los labios. Mi madre había muerto, pero nosotros aún teníamos obligaciones que
cumplir; debíamos continuar nuestro camino junto a los demás y considerarnos
afortunados mientras quedara a salvo al menos uno de nosotros. De nuevo se volvió
a hablar sobre mi viaje a Angostad, que se había visto aplazado por los
acontecimientos. Obtuve de mi padre algunas semanas de reposo, período que
transcurrió tristemente. La muerte de mi madre y mi cercana marcha nos deprimía,
pero Elizabeth intentaba reavivar la alegría en nuestro pequeño círculo. Desde la
muerte de su tía había adquirido una nueva firmeza y vigor. Se propuso llevar a
cabo sus obligaciones con la mayor exactitud, y entendió que su principal misión
consistía en hacer felices a su tío y primos. A mí me consolaba, a su tío lo distraía,
a mis hermanos los educaba. Nunca la vi tan encantadora como en estos
momentos, cuando se desvivía por lograr la felicidad de los demás, olvidándose por
completo de sí misma. Llegó por fin el día de mi marcha. Me había despedido de
todos mis amigos menos Cerval, que pasó la última velada con nosotros.
Lamentaba profundamente no acompañarme, pero su padre se resistió a dejarlo
partir. Tenía la intención de que su hijo lo ayudara en el negocio, y seguía su teoría
favorita de que los estudios resultaban superfluos en la vida diaria. Henry tenía una
mente educada; no era su intención permanecer ocioso ni le disgustaba ser el socio
de su padre, sin embargo, creía que se podría ser muy buen negociante y no
obstante ser una persona culta. Estuvimos hasta muy tarde escuchando sus
lamentaciones y haciendo múltiples pequeños planes para el futuro. Las lágrimas
asomaban a los ojos de Elizabeth, lágrimas ante mi partida y ante el pensamiento
de que mi marcha debía haberse producido meses antes y acompañada de la
bendición de mi madre.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
SUBTEMA 3 Decidiendo mi futuro en el laboratorio

La química es la parte de la filosofía natural en la cual se han hecho y se harán


mayores progresos; precisamente por eso la escogí como dedicación. Pero no por
ello he abandonado las otras ramas de la ciencia. Mal químico sería el que se
limitara exclusivamente a esa porción del conocimiento humano. Si su deseo es ser
un auténtico hombre de ciencia y no un simple experimenta dorsillo, le aconsejo
encarecidamente que se dedique a todas las ramas de la filosofía natural, incluidas
las matemáticas. Me condujo entonces a su laboratorio y me explicó el uso de sus
diversas máquinas, indicándome lo que debía comprarme. Me prometió que,
cuando hubiera progresado lo suficiente en mis estudios como para no deteriorarlo,
me permitiría utilizar su propio material. También me dio la lista de libros que le
había pedido y seguidamente me marché. Así concluyó un día memorable para mí,
pues había de decidir mi futuro destino.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122

CAPITULO 3
SUBTEMA 1 caroline ama la filosofía natural y en especial la química.

A partir de este día, la filosofía natural y en especial la química, en el más amplio


sentido de la palabra, se convirtieron en casi mi única ocupación. Leí con gran
interés las obras que, llenas de sabiduría y erudición, habían escrito los
investigadores modernos sobre esas materias. Asistí a las conferencias y cultivé la
amistad de los hombres de ciencia de la universidad; incluso encontré en el señor
Krempe una buena dosis de sentido común y sólida cultura, no menos valiosos por
el hecho de ir parejos a unos modales y aspecto repulsivo. En el señor Walkman
hallé un verdadero amigo. Jamás el dogmatismo empañó su bondad, e impartía su
enseñanza con tal aire de franqueza y amabilidad, que excluía toda idea de
pedantería. Quizá fuese el carácter amable de aquel hombre, más que un interés
intrínseco por esta ciencia, lo que me inclinaba hacia la rama de la filosofía natural
a la cual se dedicaba. Pero este estado de ánimo sólo se dio en las primeras etapas
de mi camino hacia el saber, pues cuanto más me adentraba en la ciencia más se
convertía en un fin en sí misma. Esa entrega, que en un principio había sido fruto
del deber y la voluntad, se fue haciendo tan imperiosa y exigente que con frecuencia
los albores del día me encontraban trabajando aún en mi laboratorio. No es de
extrañar, pues, que progresara con rapidez. Mi interés causaba el asombro de los
alumnos, y mis adelantos el de los maestros. A menudo el profesor Krempe me
preguntaba con sonrisa maliciosa por Cornelius Agripa, mientras que el señor
Walkman expresaba su más cálido elogio ante mis avances. Así pasaron dos años
durante los cuales no volví a Ginebra, pues estaba entregado de lleno al estudio de
los descubrimientos que esperaba hacer. Nadie salvo los que lo han experimentado,
puede concebir lo fascinante de la ciencia. En otros terrenos, se puede avanzar
hasta donde han llegado otros antes, y no pasar de ahí; pero en la investigación
científica siempre hay materia por descubrir y de la cual asombrarse. Cualquier
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
inteligencia normalmente dotada que se dedique con interés a una determinada
área, llega sin duda a dominarla con cierta profundidad.

SUBTEMA 2 caroline vuelve a la ciudad


También yo, que me afanaba por conseguir una meta, y a cuyo fin me dedicaba por
completo, progresé con tal rapidez que tras dos años conseguí mejorar algunos
instrumentos químicos, lo que me valió gran, admiración y respeto en la universidad.
Llegado a este punto, y, habiendo aprendido todo lo que sobre la práctica y la teoría
de la filosofía natural podían enseñarme los profesores de Ingolstadt, pensé en
volver con los míos a mi ciudad, dado que mi permanencia en la universidad ya no
conllevaría mayor progreso. Pero se produjo un accidente que detuvo mi marcha.
Uno de los fenómenos que más me atraían era el de la estructura del cuerpo
humano y la de cualquier ser vivo. A menudo me preguntaba de dónde vendría el
principio de la vida. Era una, pregunta osada, ya que siempre se ha considerado un
misterio. Sin embargo, ¡cuántas cosas estamos a punto de descubrir si la cobardía
y la dejadez no entorpecieran nuestra curiosidad! Reflexionaba mucho sobre todo
ello, y había decidido dedicarme preferentemente a aquellas ramas de la filosofía
natural vinculadas a la fisiología. De no haberme visto animado por un entusiasmo
casi sobrehumano, esta clase de estudios me hubieran resultado tediosos y casi
intolerables. Para examinar los orígenes de la vida debemos primero conocer la
muerte. Me familiaricé con la anatomía, pero esto no era suficiente. Tuve también
que observar la descomposición natural y la corrupción del cuerpo humano. Al
educarme, mi padre se había esforzado para que no me atemorizaran los horrores
sobrenaturales. No recuerdo haber temblado ante relatos de supersticiones o
temido la aparición de espíritus. La oscuridad no me afectaba la imaginación, y los
cementerios no eran para mí otra cosa que el lugar donde yacían los cuerpos
desprovistos de vida, que tras poseer fuerza y belleza ahora eran pasto de los
gusanos. Ahora me veía obligado a investigar el curso y el proceso de esta
descomposición y a pasar días y noches en osarios y panteones. Los objetos que
más repugnan a la delicadeza de los sentimientos humanos atraían toda mi
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
atención. Vi cómo se marchitaba y acababa por perderse la belleza; cómo la
corrupción de la muerte reemplazaba la mejilla encendida; cómo los prodigios del
ojo y del cerebro eran la herencia del gusano.

SUBTEMA 3 caroline sigue emprendiendo su sueño


Deseaba, por así decirlo, dejar a un lado todo lo relacionado con mis sentimientos
de cariño hasta alcanzar el gran objetivo que había anulado todas mis anteriores
costumbres. Entonces pensé que mi padre no sería justo si achacaba mi negligencia
a vicio o incorrección por mi parte; pero ahora sé que él estaba en lo cierto al no
creerme del todo inocente. El ser humano perfecto debe conservar siempre la calma
y la paz de espíritu y no permitir jamás que la pasión o el deseo fugaz turben su
tranquilidad. No creo que la búsqueda del saber sea una excepción. Si el estudio al
que te consagras tiende a debilitar tu afecto y a destruir esos placeres sencillos en
los cuales no debe intervenir aleación alguna, entonces ese estudio es
inevitablemente negativo, es decir, impropio de la mente humana. Si se acatara
siempre esta regla, si nadie permitiera que nada en absoluto empañara su felicidad
doméstica, Grecia no se habría esclavizado, César habría protegido a su país,
América se habría descubierto más pausadamente y no se hubieran destruido los
imperios de México y Perú. Pero olvido que estoy divagando en el punto más
interesante de mi relato, y su mirada me recuerda que debo continuar. Mi padre no
me reprochaba nada en sus cartas. Su manera de hacerme ver que reparaba en mi
silencio era preguntándome con mayor insistencia por mis ocupaciones. El invierno,
primavera y verano pasaron mientras yo continuaba mis tareas, pero tan absorto
estaba que no vi romper los capullos o crecer las hojas, escenas que otrora me
habían llenado de alegría. Aquel año las hojas se habían ya marchitado cuando mi
trabajo empezaba a tocar su fin, y cada día traía con mayor claridad nuevas
muestras de mi éxito. Pero la ansiedad reprimía mi entusiasmo, y más que un artista
dedicado a su entretenimiento preferido tenía el aspecto de un condenado a trabajos
forzados en las minas o cualquier otra ocupación insana. Cada noche tenía accesos
de fiebre y me volví muy nervioso, lo que me incomodaba, ya que siempre había
disfrutado de excelente salud y había alardeado de dominio de mí mismo.
Mary Wollstonecraft Shelley (1797- 1851) Frankenstein/ Mary
MEXICO:SELECTOR,2005 122
referencias bibliográficas o sitios de internet
www.ataun.net/BIBLIOTECAGRATUITA/.../Mary%20Shelley/Frankenstein.
https://www.ecured.cu/Frankenstein_(libro)
resumendefrankestainyotros.blogspot.com/.../resumen-del-libro-de-frankesain-
por.html
www.antorcha.net/biblioteca_virtual/literatura/frankenstein/7.html

www.lascosasquenoshacenfelices.com › series › Black Mirror (Análisis de los


capítulos)

Вам также может понравиться