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  Guía introductoria
 
  Módulo 1
 
 
 
Conceptos y
 
 
perspectiva histórica
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
   

GUÍA INTRODUCTORIA
MÓDULO 1
CONCEPTOS Y PERSPECTIVA HISTÓRICA
1
Alma Delia Luis Reyes

En el primer módulo del curso, presentaremos la evolución histórica en las


concepciones de la niñez y la adolescencia; recorrido que parte del contexto de
occidente, y que constituye una base necesaria para la revisión de los demás
temas de este curso.

Recuperar a los niños y las niñas en la historia no constituye una tarea sencilla,
dada la poca información existente en este sentido. Algunos autores han recurrido
a las representaciones artísticas, como forma de explorar significados y dinámicas
sociales. Al respecto, observamos que durante el Medioevo, no existe
representación alguna de la niñez, por lo que se afirma que en esa sociedad no
había espacio para la infancia (Ariés Philippe, 1992). Las pinturas expresan la
evolución de la representación de la niñez, pasando de ilustraciones de cuerpos
deformados –más parecidos a personas adultas que a niñas y niños-; de niños y
adolescentes como ángeles -representación ligada a la religión católica, durante la
Edad Media, hasta dar lugar, siglos XVII y XVIII a la imagen del niño y niña como
un personaje presente, siempre al lado de personas adultas, como complemento
de escenas familiares, principalmente, y sin un rol protagónico. Así, dice Ariés, “en
el terreno de las costumbres vividas, y no únicamente en el de una transposición
estética, la infancia era una época de transición, que pasaba rápidamente y de la
que se perdía enseguida el recuerdo” (Ariés Philippe, 1992, 2).

                                                                                                               
1  Educadora  de  la  Dirección  Ejecutiva  de  Educación  por  los  Derechos  Humanos,  

CDHDF.  
   

Durante el siglo XVII y consolidándose en el siglo XVIII, se reconoce que el niño


no está preparado para afrontar la vida, que es preciso someterlo a un régimen
especial, a una cuarentena, antes de dejarle ir a vivir con los adultos; dado que la
sociedad se moraliza y se tiene ya en poca estima la promiscuidad medieval de
antaño. Para ello, básicamente son dos las instituciones que jugaron un papel
relevante en esta nueva forma de “protección infantil”: la familia y la escuela (Ariés
Philippe, 1992).

La vida en familia y comunidad se conformaba por trabajos y juegos que compartir


con las personas adultas y en la escuela había mezcla de edades. Sin embargo,
tiempo después, cuando se instituyó la escuela como un espacio propio para las
niñas y niños, se les retiró de la sociedad de las personas adultas (Ariés Philippe,
1992).

El surgimiento de los derechos de niñas y niños parte primordialmente de un


interés de protección, de carácter adultocéntrico. Si bien, han existido reconocidos
movimientos de liberación por parte de niñas, niños y adolescentes, al día de hoy
todos los instrumentos de protección de derechos humanos de ese grupo de
población, han sido formulados por personas adultas, con poca o nula
participación de niñas y niños.

En un intento por resumir los principales pronunciamientos sobre los derechos de


las niñas y niños, destaca la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño,
de 1924, como el instrumento que da nacimiento a estos derechos; aunque no hay
que perder de vista otros esfuerzos dados en la ciudad de Moscú en 1918. Desde
la Declaración de Ginebra, hasta el instrumento jurídicamente vinculante más
importante al día de hoy, la Convención sobre los Derechos del Niño (en adelante,
CDN) de 1989 –ratificada por México en 1990-, encontramos momentos que
cristalizan pasos importantes en el reconocimiento de los derechos de niñas y
   

niños y que podemos ubicar en los años 1934, 1942, 1948 y 1959 (Liebel Manfred,
2000).

Ahora bien, en el escenario nacional, se cuenta con la propia historia en la lucha


por los derechos de niñas, niños y adolescentes. En ese marco, resulta necesario
identificar lo que gracias a esfuerzos sociales y políticos ha devenido en nuestro
país como la formulación jurídica actual sobre la definición de niñas, niños y
adolescentes, como sujetos de derecho.

Desde la firma y posterior ratificación de México de la CDN, el país ha


experimentado una serie de cambios jurídicos, emparejados con reformas
constitucionales que han dado insumos suficientes –aunque no acabados- para
hacer exigibles los derechos de la niñez. En forma particular, la reforma
constitucional de junio, 2011 nos reconoce como titulares de los derechos
“reconocidos” en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los
tratados internacionales (González, 2012). De este modo, la definición jurídica
reconocida para niño o niña - citada en la CDN- señala que “es niño todo ser
humano menor de dieciocho años de edad” (CDN, 1989).

Llegado este punto, sugerimos algunos aspectos a focalizar durante la revisión de


los materiales del módulo: el lugar que niñas y niños ocupan en la sociedad, su
representación por parte de las personas adultas, la importancia de la edad en las
diferentes actividades permitidas, los espacios privado y público de desarrollo de
las mismas, la propiedad y sus implicaciones en la vida de niñas y niños. Y, por
otro lado, no menos importante, la expresión implícita o explícita de dos derechos
clave –ahora reconocidos principios-: la igualdad y la no discriminación, en
instrumentos internacionales y nacionales sobre derechos de NNA, cuyo análisis
derivará en cruces interesantes con otros temas a lo largo del curso.
   

Bibliografía utilizada para la elaboración de la Guía.

Ariés, Philippe. (1992). Capítulo 2. “El descubrimiento de la infancia”, en El niño y la vida familiar en
el antiguo régimen. España, Taurus.
Manfred, Liebel. (2000). Capítulo 1. “Sobre la Historia de los Derechos de la Niñez”. En Infancia y
Derechos Humanos: Hacia una ciudadanía participante y protagónica, pp. 22-39.
González Contró, Mónica. (2012). “Un intento por comprender los derechos humanos de niñas,
niños y adolescentes en México” en revista DFensor. Revista de Derechos Humanos.
CDHDF, Número 11, noviembre de 2012. Pp.27-31.
 
 
 
 

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