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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

TERCERA SALA CIVIL


(antes Sexta Sala Civil)

Expediente Nº : 23024-2013-0-1801-JR-CI-10 (Ref. Sala N° 01033-2015-0)


Demandante : Luciana Milagros León Romero y otra
Demandado : Club de Regatas Lima
Materia : Proceso de Amparo
Proceso : Constitucional
Cuaderno : Principal

RESOLUCIÓN N° 04
Lima, veintiséis de agosto
de dos mil quince.-

VISTOS:

Es materia del grado la apelación interpuesta por Luciana Milagros León Romero y Cecilia
Fernanda León Romero (en adelante, las demandantes) contra la Sentencia contenida en la
Resolución N° 06, de fecha 01 de septiembre de 2014 (fs. 201 a 209), que declaró infundada
la demanda, sin costos. Interviniendo como ponente la magistrada Salazar Ventura.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Son fundamentos de la apelación interpuesta, los siguientes:


a) La situación de las demandantes no se encuadra en lo absoluto con el caso del
señor Alberto Químper Herrera, pues se evidencia que la acción que dio paso al
amparo propuesto por este último no ha vulnerado su derecho al debido proceso y
tutela jurisdiccional efectiva, que prevé que son merecedores de suspensión aquéllos
socios que presuntamente han cometido actos contra la moral y las buenas
costumbres, por lo que la decisión de suspensión impugnada está debidamente
motivada, y aquéllas actuaciones están muy lejos de poder relacionarlas con las
recurrentes.
b) El actuar del señor Alberto Químper Herrera no fue el mismo del señor Rómulo León
Alegría, quien hasta la fecha tiene la calidad de suspendido, a pesar que sigue
amortizando las cuotas de la asociación y no presentó ningún medio impugnatorio
ante las resoluciones que dieron pase a su suspensión, lo que presentaron sus hijas
fue solicitar que esta calidad de suspendido fue evaluado y posteriormente se
levante tal situación, puesto que su señor padre no tiene una acusación fiscal
propiamente dicha.

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c) Resulta inadmisible y carente de todo sentido pretender que una determinada


organización de particulares resulta invulnerable o inmune al control constitucional
porque se rige por sus propias normas internas. Los derechos fundamentales no sólo
vinculan a los poderes públicos, sino a todas las personas, sea estas públicas o
privadas, por lo que cualquier afectación sobre su contenido es susceptible no sólo
de revisión en sede constitucional, sino de tutela en las circunstancias en que tal
violación o amenaza de violación queda manifiestamente acreditada, respetando
desde luego, el procedimiento legal estatutario, en el caso de organizaciones
particulares, si lo hubiere.
d) El juzgador no ha observado el gran desmedro que se está ocasionando en la
dignidad de las recurrentes, al no querer tipificar su ingreso como hijas de asociados,
no queriendo reconocer que perfectamente encuadran en esta norma estatutaria por
la antigüedad que tiene el asociado, su padre, en el Club; mas bien se quiere
imponer de forma prejuiciosa el ingreso al club con los requisitos de persona ajena,
debiendo pagar el íntegro de la cuota de ingreso a la que se refiere el artículo 47° del
Estatuto y para ello, el monto a abonar es un monto mayor al que realmente le
corresponde. Este acto menoscaba su dignidad, al no querer reconocer su real
condición, que lejos de ser una sanción para su padre, también lo es de manera
directa para las recurrentes.
e) Se vulnera el derecho al honor de las recurrentes, por cuanto la demandada ha
querido llevar las mismas consecuencias por un acto que aún no se ha esclarecido
en el caso del señor Rómulo León Alegría a sus hijas, como si fueran partícipes del
mismo acto. Si bien es cierto que el señor Rómulo León Alegría no presentó medio
impugnatorio a determinada disposición de la Junta Calificadora, esto no quiere decir
que sus hijas estén de acuerdo a que a ellas les trasmitan como consecuencia un
carácter personalísimo vinculado al actuar de cada uno de ellos.
f) Los elementos estatutarios de toda asociación no pueden ser antepuestos a la ley,
pues la demandada deniega abiertamente el derecho de por lo menos aceptar la
solicitud de ingreso como hijas de asociado, refiriendo que al ser hijas de un
asociado que ha sido suspendido indefinidamente, los derechos inherentes a toda la
familia del asociado también se suspenden indefinidamente.
g) Existe un perjuicio con el pasar del tiempo, al no resolverse conforme a derecho la
pretensión de los recurrentes, pues aún cuando se levante la suspensión que recae
sobre el señor Rómulo León Alegría, a la fecha la recurrente Luciana León Romero
ya cumplió los 35 años de edad, perdiendo el beneficio de manera premeditada, lo
que significa que para obtener la calidad de Asociada Activa en el futuro, debe

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abonar el 100% de la cuota de ingreso fijada para hijos de asociados mayores de 35


años, lo que supone una grave afectación económica.
h) En ningún momento no se quiere reconocer que esta medida disciplinaria impuesta
se encuentra dentro de los parámetros dirigidos al señor Rómulo León Alegría, sino
que se pide que se haga una revisión del caso, siendo inconstitucional el artículo 59°
del Estatuto, al querer trasladar consecuencias de acciones que están fuera de su
esfera personal e imponer consecuencias perjudiciales a personas que en ningún
momento se encontraron siendo parte de los supuestos ilícitos por los que se
determinó la sanción, lo que mella de manera directa a las recurrentes.
i) Si bien la asociación ha hecho uso de su facultad constitucional de suspender
provisionalmente a uno de sus asociados, no es menos cierto que dicha supuesta
sanción provisional es de tipo indefinida, la que resulta excesiva, tomando en cuenta
que el máximo de tiempo por suspensión de un asociado es cuatro años, según el
artículo 58° del Estatuto.
j) Respecto a la presunción de inocencia, el A-quo no considera que la vulneración se
materializa en extenderles las consecuencias de un actuar supuestamente ilícito,
reñido con la moral y buenas costumbres, que no se encuentran en la esfera de las
actividades de las recurrentes; muy por el contrario, ni siquiera fueron parte de los
mismos.
k) Si bien la demandada goza de autonomía constitucional, en cuanto a la organización
de su club, al modo de tipificar las faltas y establecer sanciones a sus asociados, no
es menos cierto que dichas sanciones deben ser impuestas conforme los
dispositivos constitucionales que garantizan el estado de derecho.
l) Las demandadas podrían asociarse conforme al demandado indica, como socias
nuevas haciendo un pago mayor, pero lo real de las cosas es que dicha
características no es la que se presenta en el presente caso, siendo temerario
exponer en sentencia que existe dicho perjuicio, pues la negativa de reconocimiento
por el cual tendrían derecho a un pago meno es no respetar el derecho a asociarse
como debe ser, hijas de asociados, por lo que no deben imponerse supuestos que no
coinciden con la realidad al impedirles por un tema ajeno a las recurrentes el derecho
a la asociación.

SEGUNDO: Mediante su escrito de demanda (fs. 01 a 63 y fs. 130 a 132), invocando la


vulneración de sus derechos a la igualdad, a la no discriminación, a asociarse con fines
lícitos y a la presunción de inocencia, las demandantes han solicitado:

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a) Como primera pretensión principal, se ordene al Club de Regatas Lima que acepte la
solicitud de ingreso de la recurrente Luciana Milagros León Romero a fin de que
forme parte como asociada en dicho Club, en su calidad de “Hija de Asociado”; en
consecuencia y retrotrayendo las cosas al estado anterior de la vulneración de su
derecho constitucional, se ordene admitir la solicitud de ingreso como asociada de la
recurrente Luciana Milagros León Romero, debiendo tomarse en consideración los
derechos que corresponden a los menores de 34 años.
b) Como segunda pretensión principal, se ordene al Club de Regatas Lima que acepte
la solicitud de ingreso de la recurrente Cecilia Fernanda León Romero a fin de que
forme parte como asociada en dicho Club, debiendo tomarse en consideración los
derechos que corresponden en su calidad de “Hija de Asociado” mayor de 35 años.

TERCERO: Conforme lo manifestado en su escrito de demanda, las codemandantes Cecilia


Fernanda León Romero y Luciana Milagros León Romero señalan que durante más de
cuatro años no se les ha aceptado su solicitud de ingreso al Club de Regatas de Lima, en su
condición de Hijas de Asociado, por cuanto su padre, Rómulo Augusto León Alegría,
asociado del Club demandado, se encuentra sancionado con medida de suspensión
indefinida, cuyos efectos se han extendido a las recurrentes.

CUARTO: De autos se observa que las codemandantes Cecilia Fernanda León Romero –
nacida el 20 de enero de 1973– y Luciana Milagros León Romero –nacida el 30 de junio de
1978–, quienes han acreditado en autos ser hijas de Rómulo Augusto León Alegría,
mediante sus Partidas de Nacimiento (fs. 68 y 69, respectivamente).

Asimismo, en cuanto han señalado ser Hijas de Asociado del Club emplazado, mediante la
Constancia de fecha 06 de agosto de 2013 (fs. 71), el Club de Regatas Lima deja expresa
constancia que “el señor RÓMULO AUGUSTO LEÓN ALEGRÍA está registrado en el Club
como asociado activo desde el 02 de marzo de 1976, con el carné N° 8089, encontrándose
desde el 05 de enero de 2009 con suspensión provisional indefinida, por acuerdo de la Sala
Plena de la Junta Calificadora y de Disciplina.” Además, se ha acreditado en autos que el
padre de las codemandantes, Rómulo Augusto León Alegría, viene abonando sus cuotas de
asociado, conforme al Voucher de fecha 31 de julio de 2013 (fs. 129).

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En ese sentido, en el caso de los Requisitos para ser Asociado Activo – Hijo de Asociado, de
acuerdo al artículo 48°1 del Estatuto del Club de Regatas Lima (fs. 117) y lo invocado por las
demandantes, se advierte que:
a) En el caso de la codemandante Cecilia Fernanda León Romero, al momento de los
hechos, como Hija de Asociado mayor de 35 años de edad, le correspondía abonar
la suma de S/. 60,000.00 (sesenta mil con 00/100 nuevos soles).
b) En el caso de la codemandante Luciana Milagros León Romero, al momento de los
hechos, como Hija de Asociado mayor de 25 y menor de 35 años de edad, cuyo
padre tenga más de 10 de antigüedad como asociado, le correspondía abonar la
suma de S/. 39,600.00 (treinta y nueve mil seiscientos con 00/100 nuevos soles).

QUINTO: Asimismo, de autos se aprecia que:


a) Mediante Carta dirigida al Presidente del Club de Regatas Lima, recibida por dicha
institución privada, de fecha 08 de febrero de 2012 y recibida con fecha 20 del mismo
mes (fs. 119 a 120), la codemandante Luciana Milagros León Romero solicitó que se
levante la medida de suspensión que la Junta Calificadora y de Disciplina impuso a
su padre Rómulo Augusto León Alegría y, como pretensión independiente, solicitó
que se le reponga inmediatamente los plenos derechos que le asisten como Hija de
Asociado, invocando la inexistencia de acusación fiscal ni sentencia judicial contra su
padre, por lo que resulta desproporcionado e incongruente cualquier medida que
afecte sus derechos como Hija de Asociado.
b) Como respuesta a dicha misiva, por Carta de fecha 23 de febrero de 2012 (fs. 122),
el Director Secretario del Club de Regatas Lima, manifiesta a la codemandante
Luciana Milagros León Romero que la medida de suspensión en el ejercicio de la
membresía de su padre, dispuesta por la Junta Calificadora y de Disciplina por
1
“Art. 48°.- La cuota de ingreso para los hijos de asociado será el equivalente al porcentaje de la cuota fijada en el Artículo
anterior, y que se indica a continuación:
a) Para los mayores de 18 y menores de 25 años cuyo padre tenga más de 10 años de antigüedad como asociado: 25%.
b) Para los mayores de 25 y menores de 35 años de edad cuyo padre tenga más de 10 de antigüedad como asociado: 33%.
Los mayores de 35 años de edad, abonarán el 50% de la cuota prevista en el Artículo 47º, más el 50% de la cuota
extraordinaria fijada en el mismo Artículo.
c) Para los mayores de 18 y menores de 25 años cuyo padre tenga menos de 10 años y más de 5 años de antigüedad como
asociado: 40%.
d) Para los mayores de 25 y menores de 35, cuyo padre tenga menos de 10 años y más de 5 años de antigüedad como
asociado: 50%.
Los mayores de 35 años de edad, abonarán el 50% de la cuota prevista en el artículo 47° de este Estatuto más el 50% de la
cuota extraordinaria fijada en el mismo Artículo.
En los casos no previstos en los incisos anteriores, será exigible la cuota de ingreso establecida en el Artículo anterior.
Los nietos de asociado contemplados en el artículo 42° del Estatuto, para ser admitidos deberán cumplir los mismos requisitos
fijados para cada caso en el presente artículo y abonarán una cuota de ingreso aumentada en un 30% sobre los porcentajes
indicados precedentemente. Los nietos de asociado que no se encuentren en ninguno de los casos del artículo 42° del
Estatuto, para ser admitidos también deberán cumplir con los mismos requisitos fijados para cada caso en el presente artículo
y abonarán una cuota aumentada en un 40 % sobre los porcentajes fijados anteriormente.
La postulación en la condición de nieto puede ser ejercida aunque haya fallecido el abuelo asociado y no está sujeta a la
limitación contenida en el artículo 44°.
Es aplicable a quien haya ingresado como nieto de asociado lo dispuesto por el 1er párrafo del Art. 52°, en el caso que el
abuelo perdiera su condición de asociado por renuncia o separación antes de cumplirse el plazo de 5 años contados a partir de
la fecha de ingreso del nieto.”

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Resolución de fecha 05 de enero de 2009 fue determinada “en aplicación de lo


dispuesto en el artículo 62° de nuestro Estatuto por la participación de su señor
padre en una causa procesal penal ampliamente publicitada”, habiendo procedido
dicha Junta “por su propia iniciativa dada la pública notoriedad de los actos que
involucran a la persona de su señor padre” y en la cual, adicionalmente, señala que
“con todo el respeto que usted nos merece como hija del asociado afectado y
además su pública personería como Congresista de la Nación consideramos que es
la persona de su señor padre como asociado con sus derechos suspendidos quien
tiene la capacidad para acudir ante nuestro Club para formular sus observaciones
por cuanto el carácter de la membresía es personalísimo.”
c) Por una nueva Carta fechada y recibida el 14 de febrero de 2013 (fs. 124 a 125), la
codemandante Luciana Milagros León Romero solicita ante el Presidente de la Junta
Calificadora del Club de Regatas Lima que, al momento de evaluar la Solicitud de
Ingreso que presentará ante el Club, se tome en consideración que su padre Rómulo
Augusto León Alegría fue suspendido como Asociado Activo del referido Club, pero
no ha sido levantada dicha medida a pesar que el Estatuto señala el plazo máximo
de cuatro años para dicha suspensión, y en ese sentido, el Club estaría
considerando privarle del beneficio de adquirir la condición de Asociado Activo como
Hijo de Asociado, considerando lo previsto en el artículo 59° del Estatuto, aún
cuando dicho numeral no hace referencia a los derechos y beneficios que ostentan
los Hijos de Asociados, al momento de solicitar su incorporación como Asociados
Activos, por lo que solicita la inaplicación extensiva de la suspensión que fuera
impuesta a su padre y se le permita presentar la Solicitud de Ingreso
correspondiente.
d) Como réplica a dicha misiva, por Carta de fecha 22 de marzo de 2013 (fs. 127), el
Presidente de la Junta Calificadora y de Disciplina del Club de Regatas Lima,
manifiesta a la codemandante Luciana Milagros León Romero que su institución
debe proceder a aceptar su Solicitud de Ingreso en su calidad de Hija del Asociado, a
pesar que su padre se encuentra suspendido como Asociado Activo, en virtud a lo
dispuesto en el artículo 62° del estatuto, siendo también de aplicación el artículo 59°
del mismo cuerpo normativo.

SEXTO: Conforme a lo antes señalado, los derechos fundamentales de las codemandantes


que alegan han sido vulnerados por el Club demandado se encuentran intrínsecamente
ligados a la suspensión provisional indefinida con la que ha sido sancionado el asociado

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Rómulo Augusto León Alegría, padre de las recurrentes, que a consideración de la


demandada, tiene su sustento legal en el Estatuto del referido Club.

Al respecto, el artículo 62° del Estatuto señala lo siguiente:

“Art. 62°.- La Junta Calificadora y de Disciplina, a solicitud del Consejo Directivo, por propia
iniciativa o como consecuencia de denuncia documentada, podrá suspender
provisionalmente en forma indefinida en sus derechos, a aquellos asociados y/o familiares
que aparezcan vinculados a situaciones de pública notoriedad en relación con actos delictivos
o reñidos con la moral y las buenas costumbres, que eventualmente puedan conducir a su
condena por Tribunales de la República o del extranjero.
Esta suspensión se mantendrá hasta que las autoridades pertinentes se pronuncien
sobre la situación del inculpado, quedando interrumpido el plazo de prescripción
establecido en el Artículo 58° hasta que la Sala de Conocimiento sea comunicada de la
sentencia correspondiente.”

(resaltado nuestro)

En ese sentido, el primer párrafo del artículo 58° del referido Estatuto señala que:

“Art. 58°.- La Junta Calificadora y de Disciplina a solicitud del Consejo Directivo, por propia
iniciativa o por denuncia de parte, tiene la facultad de amonestar, de suspender hasta por
un máximo de 4 años, y de expulsar a los asociados y/o familiares en los casos
contemplados en el artículo 61 del Estatuto.
(…)”

(resaltado nuestro)

SÉPTIMO: Siendo así, en cuanto a la sanción de suspensión impuesta al padre de las


recurrentes, el Tribunal Constitucional ya emitió pronunciamiento sobre las normas
contenidas en el Estatuto de la demandada, en los siguientes términos:

“17. Como ya ha sido establecido por este Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en
el Expediente N.º 03360-2004-AA/TC, la posibilidad de suspender temporalmente en la
condición de socio, hasta entre tanto no se resuelva la situación jurídica del enjuiciado
penalmente, constituye una medida moderada que se encuentra garantizada por la libertad
de asociación, si es que entre los fines de la persona jurídica se encuentra la exigencia de
que sus asociados no practiquen “actos reñidos con la moral y las buenas costumbres”, como
expresamente señala el artículo 62 de los Estatutos [STC 03360-2004-AA/TC, fundamento
12]. Tal criterio establecido no ha sido cuestionado por el actor, y no existe razón alguna por
la cual el Tribunal deba modificarlo. Así, dado que Sala de Conocimiento de la Junta
Calificadora y de Disciplina ha sido explícita en determinar que el actor se encuentra en el
supuesto reconocido en el artículo 62.º del Estatuto de 2008, resulta constitucionalmente
válido que se aplique la sanción establecida en tal artículo. En mérito de lo expuesto, el
Tribunal Constitucional no considera que se haya lesionado el derecho a la motivación del
actor.
18. Por último, debe indicarse que de acuerdo al propio artículo 62.º del Estatuto, el plazo
máximo de cuatro años de suspensión establecido en el artículo 59.º no se aplica para este
tipo de casos, en donde la suspensión se extiende hasta que la autoridad judicial determine
su responsabilidad penal o no. Por lo tanto, no procede la argumentación establecida por el a
quo respecto al plazo máximo de cuatro años.”

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(STC N° 04247-2012-PA/TC, fundamentos 17 y 18)

En ese sentido, dado que el Tribunal Constitucional no ha encontrado vulneración a derecho


constitucional alguno, en cuanto a la aplicación lo dispuesto en el artículo 62° del Estatuto
de la demandada, respecto a la posibilidad de imponer una suspensión provisional
indefinida, la sanción aplicada al padre de las recurrentes Rómulo Augusto León Alegría se
encuentra ajustada al Estatuto de la demandada, reiterándose su vigencia para todos sus
efectos.

OCTAVO: Respecto a los alcances de la sanción impuesta al padre de las recurrentes, se


observa que el artículo 59° del Estatuto establece las consecuencias de la suspensión de
asociados:

“Art. 59°.- La suspensión de un asociado importa la privación de sus derechos por el término
de la sanción y lo inhabilita a él, y a los miembros de su familia, mencionados en el
Artículo 42° de este Estatuto, para concurrir a los locales del Club, no exonerándose del pago
de la cuota ordinaria mensual y demás obligaciones contraídas con la Institución. El tiempo
que dure la suspensión de un asociado no será computable para los efectos de su
antigüedad como miembro de la Institución.”

(resaltado nuestro)

En tal virtud, la codemandante Luciana Milagros León Romero –toda vez que en autos no se
aprecia documentación alguna que implique trámite alguno ante la demandada, por parte de
la codemandante Cecilia Fernanda León Romero– solicitó formalmente que se dé trámite a
su incorporación al Club como Asociada Activa, en calidad de Hijo de Asociado, lo que le
otorga en la práctica, un descuento en la Cuota de Ingreso, de acuerdo a lo detallado en el
artículo 48° del Estatuto del Club; siendo el caso que, como consecuencia de la suspensión
temporal indefinida de su padre, no le correspondería el beneficio del descuento en la
referida Cuota de Ingreso.

NOVENO: Siendo así, en cuanto al derecho a la asociación (agravios a, b, f, g, h, i, k y l del


recurso de apelación), se debe recordar que el fundamento 5 de la STC N° 04241-2004-
PA/TC ha establecido que el contenido esencial del derecho de asociación, regulado en el
inciso 13 del artículo 2° de la Constitución Política del Perú, está constituido por: a) el
derecho de asociarse, entendido como la libertad de la persona para constituir asociaciones,
así como la posibilidad de pertenecer libremente a aquellas ya constituidas, desarrollando
las actividades necesarias en orden al logro de los fines propios de las mismas, b) el
derecho de no asociarse, esto es, el derecho de que nadie sea obligado a formar parte de
una asociación o a dejar de pertenecer a ella, y c) la facultad de auto organización, es decir,

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la posibilidad de que la asociación se dote de su propia organización. En tal sentido, de


acuerdo al contenido esencial antes descrito, el fundamento 2 de la STC N° 06863-2006-
PA/TC, incorporó un aspecto adicional: d) el derecho a no ser excluido arbitrariamente de
una asociación, que implica el derecho a no ser objeto de medidas que de modo irrazonable
o desproporcionado aparten a una persona de la asociación a la que pertenece.

En ese sentido, al haberse alegado por parte de las codemandantes una restricción al
derecho a asociarse, en tanto el Club demandado les extiende los alcances de la
suspensión impuesta a su padre, con lo que no pueden incorporarse al Club demandado en
su condición de Hijos de Asociado, se advierte de lo actuado que, para acceder a los
beneficios que mediante este proceso pretende, una de las demandantes solicitó ante la
demandada el levantamiento de la medida de suspensión provisional indefinida impuesta a
su padre Rómulo Augusto León Alegría. Siendo así, aún cuando las demandantes sean hijas
del asociado suspendido Rómulo Augusto León Alegría, no menos cierto que una solicitud
de dicha magnitud –el levantamiento de la sanción de suspensión– sólo podía ser efectuada
por el propio asociado –no demostrándose en autos que éste haya cuestionado de alguna
manera la sanción que se le impuso–, de tal forma que las demandantes son terceros
ajenos al procedimiento disciplinario seguido contra su padre por la emplazada, máxime si
las demandantes no han acreditado poder de representación alguno en nombre de su
progenitor. Por tanto, no teniendo la legitimidad para obrar en nombre de su padre para que
la sanción impuesta por la demandada sea levantada, la pretensión formulada en este
extremo debe desestimarse, al no estar vinculados los hechos y el petitorio de la demanda
con el contenido constitucionalmente protegido del derecho invocado, en aplicación del
inciso 1) del artículo 5° de la Ley N° 28237 – Código Procesal Constitucional.

Sin perjuicio de lo antes señalado, de autos no se aprecia que exista un rechazo por parte
de la demandada para incorporarse al Club, pues si bien no cabe la incorporación de las
codemandantes como Asociadas en condición de hijo de Asociado, con los descuentos
establecidos en el Artículo 48° del Estatuto, es posible ser incorporadas, sin los descuentos
establecidos en dicho numeral, siendo aplicables en todo caso, las Cuotas de Asociado

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generales reguladas en el artículo 47°2 de dicho Estatuto, como lo reconoce la demandada


en su escrito de contestación de demanda.

DÉCIMO: Por otro lado, respecto a los derechos de igualdad y no discriminación, debe
recordarse que, de acuerdo a lo señalado por el Tribunal Constitucional, “la cláusula de
igualdad, del inciso 2) del artículo 2° de la Constitución, no contiene un mandato de trato
igual a todos, no importando las circunstancias en las que se encuentren, sino una exigencia
de trato igualitario si se encuentra en una situación análoga, y de trato desigualitario si no se
está en igualdad de condiciones. Detrás de esta última exigencia –también se ha dicho–,
para que un trato diferenciado no resulte lesivo de la cláusula de la igualdad es preciso que
éste se sustente en razones objetivas y razonables, quedando proscrito, por tanto, cualquier
tratamiento diferenciado que sólo se sustente en razones subjetivas, como el sexo de una
persona, su raza, opción política, religiosa, idioma, origen, opinión, condición económica o
de cualquier otra índole.” (STC N° 3360-2004-PA/TC, fundamento 14).

Siendo así, a la luz de lo dispuesto en el artículo 59° del Estatuto de la demandada, no se


aprecia que exista vulneración alguna respecto al derecho de las codemandantes, por
cuanto lo prescrito en dicho Estatuto respecto a la afectación de los derechos de los
familiares del asociado suspendido no se ha previsto en base a consideraciones subjetivas o
personales, que eventualmente puedan afectar los derechos al honor y a la dignidad de las
recurrentes (agravios d y e del recurso de apelación), esto es, que sólo sean aplicables para
el caso de las recurrentes, sino que representa una norma con carácter de generalidad
dentro de los asociados del Club demandado, aplicable para todos sus asociados, y fijada
en forma preexistente a las solicitudes formuladas por las codemandantes para que se les
otorgue el beneficio del descuento por ser Hijos de Asociado.

A ello debe sumarse que dicha regulación se encuentra protegida dentro de los alcances de
la potestad de autoorganización de la persona jurídica, toda vez que “[e]sta pauta basilar
permite encauzar el cumplimiento de los fines y demás actividades derivadas de la
constitución y funcionamiento de una asociación, de la manera más conveniente a los

2
“Art. 47°.- La cuota de ingreso para adquirir la condición de asociado activo será equivalente a 500 cuotas ordinarias
mensuales vigentes de los asociados activos mayores de 25 años. Además abonarán una cuota complementaria equivalente al
10% de la cuota de ingreso por cada hijo o hija menor de 13 años y el 15% de dicha cuota por cada hijo cuya edad fluctúe
entre los 13 y 23 años y por cada hija soltera mayor de 13 años o viuda o divorciada.
Asimismo, el Consejo Directivo está facultado para establecer una cuota extraordinaria en el ingreso, que será de cargo de los
asociados activos mayores que no tengan la condición de hijos e hijos políticos de asociados, a excepción de lo establecido en
los incisos b) y d) del Artículo 48° y párrafos antepenúltimo y penúltimo del Artículo 49°, respectivamente.
La cuota de ingreso a pagar por un postulante admitido será la vigente a la fecha en que le es comunicada su aceptación por el
Director Secretario, debiendo ser abonada en el plazo de 30 días contados a partir de dicha fecha.
Los ingresos que recauden por concepto de las cuotas de ingreso, complementarias y extraordinarias se aplicarán para
financiar el presupuesto de inversiones, pudiendo el Consejo Directivo por excepción, destinar hasta el 30% de las cuotas para
cubrir el presupuesto ordinario.”

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intereses de las personas adscritas a ella. Ergo, estas se encuentran plenamente facultadas
para dictar su propio estatuto institucional; el cual indica la estructuración, forma de
actuaciones y fines convocantes.”3, siendo constitucionalmente admisible que el Club pueda
establecer limitaciones a los derechos de sus asociados y que éstas puedan extenderse a
los familiares de los asociados, siempre que se den bajo un criterio de generalidad y
preexistencia a los casos concretos que se presenten, como el que es materia de autos
(agravio c del recurso de apelación).

Por tanto, no se advierte vulneración alguna en este extremo.

UNDÉCIMO: Sobre el derecho a la presunción de inocencia (agravio j del recurso de


apelación), que deriva directamente de la sanción de suspensión impuesta al padre de las
recurrentes, en su oportunidad el Tribunal Constitucional señaló que:

“12. Evidentemente, la suspensión en los derechos de asociado por encontrarse involucrado


en la comisión de un delito doloso, no es lo mismo que por ese mismo motivo se autorice su
expulsión. Mientras esta última, a juicio del Tribunal, resulta excesiva y, por ello mismo, como
no garantizada por la libertad de asociación, además de violatoria del principio de presunción
de inocencia, si es que se decreta sin existir [ni importar] que se expida una sentencia
condenatoria firme [Cf. 3312-2004-AA/TC]; en cambio, la posibilidad de suspender
temporalmente en la condición de socio, hasta entre tanto no se resuelva la situación jurídica
del enjuiciado penalmente, constituye una medida moderada que se encuentra garantizada
por la libertad de asociación, si es que entre los fines de la persona jurídica se encuentra la
exigencia de que sus asociados no practiquen “actos reñidos con la moral y las buenas
costumbres”, como expresamente señala el artículo 62 de los Estatutos.
(…)”

(STC N° 3360-2004-AA/TC, fundamento 12)

En esa línea de ideas, en tanto la sanción impuesta al padre de las recurrentes no se


encuentra reñida con la presunción de inocencia, en tanto resulta una medida temporal y
sujeta al pronunciamiento definitivo de la autoridad competente, de acuerdo al artículo 62°
del Estatuto, resulta coherente que para el caso de las recurrentes, tampoco exista
vulneración a su derecho a la presunción de inocencia, tanto más si las medidas limitativas
que establece el artículo 59° del Estatuto para los familiares del asociado suspendido sólo
afecta el ejercicio de aquéllos derechos derivados directamente de la condición de asociado
y no implica en ningún caso imputación alguna contra los familiares del asociado por los
hechos que haya cometido éste, sino únicamente la limitación de derechos asociativos,
dada la regulación específica del Estatuto, en virtud de la potestad de autoorganización de la
persona jurídica, máxime si las demandantes no tienen la calidad de asociadas –no se
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GARCÍA TOMA, Víctor. Los Derechos Fundamentales. Segunda edición corregida y aumentada. Editorial Adrus, Arequipa –
Perú, 2013, p. 387

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Tercera Sala Civil de Lima
Exp. N° 23024-2013-0
Proceso de Amparo
Proceso Constitucional

vinculan a la demandada por derecho propio–, sino únicamente de familiares del asociado
suspendido –se vinculan a la demandada por derecho derivado–.

Por tanto, tampoco se advierte vulneración alguna en este extremo.

DECISIÓN:

CONFIRMARON contra la Sentencia contenida en la Resolución N° 06, de fecha 01 de


septiembre de 2014 (fs. 201 a 209), que declaró infundada la demanda, sin costos, en
cuanto a la presunta vulneración de los derechos de igualdad y no discriminación y a la
presunción de inocencia; y la REVOCARON en el extremo que declaró infundada la
demanda en cuanto a la presunta vulneración al derecho a la asociación, y reformándola, la
declararon IMPROCEDENTE en dicho extremo; MANDARON devolver los autos al Juzgado
de su procedencia. En los autos seguidos por Luciana Milagros León Romero y otra con el
Club de Regatas Lima, sobre Proceso de Amparo.-
SS.

RIVERA QUISPE SALAZAR VENTURA

ABANTO TORRES

Juzgado : 10° Juzgado Constitucional de Lima


Juez : Amanda L. Magallanes Carbajal
Esp. Legal : Torres Pezo
Expediente Nº : 23024-2013-0-1801-JR-CI-10
Fecha de Vista : 19 de agosto de 2015
ASV//jcc

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