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Las universidades no preparan a los alumnos para el futuro

Periódico Digital, por Abraham Torres 29 Ene 2018

Como todo sabemos, en la era de la digitalización y la automatización de tareas


con robots, la formación y la flexibilidad para adaptarse a nuevos desafíos serán
la clave para tener empleo y acceder a las nuevas profesiones que surgirán, un
aprendizaje que estará lejos de la formación reglada, como la de las universidades,
según los expertos.

Hay una cuenta en Twitter que les recomiendo seguir. Se llama inn-Be, ellos
trabajan para para conseguir la excelencia en la educación y aumentar su valor
para la sociedad. Y las universidades deberían estar atentas a ello.

Hace algunos días postearon un artículo publicado en el Diario de Navarra


titulado: Formación y flexibilidad, claves para tener empleo en la era de los
robots.
Les comparto algunas reflexiones al respecto. Y el principal dato es aterrador,
pero al mismo tiempo esperanzador. La inteligencia artificial destruirá siete
millones de empleos en los próximos cinco años, principalmente los de oficina,
pero se estima que también creará 2,3 millones de oportunidades, información
que incluso fue compartida durante el último Foro Económico Mundial de Davos
(Suiza).

Y la reflexión se centra aquí: “Por lo tanto, si quieres tener un nuevo empleo


vinculado a estas tecnologías del futuro la clave es que te formes, y por lo
general esta formación no es reglada, sino que la encuentras en Internet y en
instituciones no tradicionales”, explicó a EFE la asesora de la Comisión Europea
para la Agenda Digital, Silvia Leal.
La formación continua y la acreditación de estas habilidades digitales a través
de certificados por formadores especializados que no son instituciones
universitarias serán clave.

“En las universidades no se está preparando a los alumnos para el futuro que va a
llegar y el mercado de trabajo cada vez más escoge talento que no tiene
necesariamente un currículo universitario“, apunta Simon Dolan, director
ejecutivo de The Global Future of Work Foundation, una entidad que reflexiona
sobre el futuro del trabajo.
Para este experto, las profesiones del futuro estarán determinadas por tres
aspectos: la digitalización, la globalización y la creatividad. A ellos, la periodista
y docente Raquel Roca, que investiga sobre el futuro del trabajo, añade a dos
ingredientes: la dispersión y la flexibilidad.

“Dispersión geográfica, que tiene que ver con la globalización la movilidad;


dispersión temporal, que tiene que ver con el teletrabajo; y dispersión en las
funciones, cada vez se busca un profesional con un perfil más transversal“, apunta
Roca.

Los profesionales del futuro deberán tener la flexibilidad par incorporar


progresivamente nuevos conocimientos, herramientas y competencias, un
aspecto que ya tienen en cuenta empresas de reclutamiento como Experis, una
compañía de captación de talento del grupo Manpower, según explica su director
general Pablo Urquijo.

“Lo que tenemos en cuenta a la hora de buscar talento son las competencias, y
una de ellas clave es la flexibilidad. Buscamos perfiles cada vez más adaptados
al entorno“, explica el ejecutivo.

Entre los perfiles más buscados, según Urquijo, están las denominadas carreras
STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero
también las carreras humanísticas para funciones como Recursos Humanos, que
son “críticas para ayudar a las personas a adaptarse a este cambio cultural”.

Esta evolución provocará que se creen profesiones nuevas, entre las cuales Simon
Dolan menciona perfiles como el ‘diseñador de gamificación‘, un profesional que
hará lúdico el aprendizaje o el trabajo, diseñadores de experiencias de realidad
virtual, o conductores de vehículos a distancia, ya sean drones, metros o incluso
aviones.

De la misma forma, desaparecerán profesiones, especialmente aquellas que


sean “sucias, aburridas o peligrosas”, apunta Silvia Leal, ya que en esas
ocupaciones son las más fácilmente automatizables por robots.

Mientras la automatización avanzará en campos como la atención al cliente, la


medicina o la enseñanza, el ser humano competirá exactamente con lo que le hace
radicalmente diferente: su humanidad.
“El servicio humano, que es mejor que el del robot, pasará a ser el servicio de
lujo, lo cual tiene mucho sentido”, finaliza Leal.

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