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A lo largo de la historia la actividad cafetería ha tenido gran importancia en cuanto al

desarrollo económico de Colombia, siendo esta una de las principales divisas para el país
contando con altos índices en exportación. Así como este, con el paso del tiempo ha sido
generador de un sin número de empleos en el sector rural y ya que esta labor altamente
intensiva en la utilización de mano de obra paga gran parte del costo final del café al uso de
mano de obra; ya que Colombia se caracteriza por ser un país ruralista, surgieron estas
entidades en pro de la mejora, estabilización y ordenamiento del mercado cafetero
colombiano.

El sistema institucional cafetero está distribuido en primera parte por la Federación Nacional
de Cafetero fundada en 1927 y encargada de organizar y representar a los productores del
grano, así como promover la caficultura eficiente y de calidad, con la visión de político y
social de la zona cafetera; por otro lado, el Fondo Nacional del Café redirigió los recursos de
los caficultores para el financiamiento de accione ara el interés común, este fondo debe ser
única y exclusivamente en beneficio del gremio caficultor. Existen muchos beneficios tanto
para la industria como los caficultores colombianos, ya que el entablamento de una política
seria y unificada no solo garantiza la facilitación de los negocios internacionales con el café,
sino que junto a esto permite la garantía de compra y estabilización del precio generando una
mayor confianza en el mercado para la adquisición del mismo.

Entre otros beneficios se encuentra en que una presencia comercial bien fundamentada
contribuye a la estabilización en el mercado por un menor desequilibrio entre demandante y
oferentes, para la promoción del consumo de este tanto nacional como internacionalmente
que a su vez generaría mejorías en la infraestructura física y social mejorando la calidad de
vida en las zonas cafeteras.

MERCADO CAFETERO MUNDIAL

Durante el transcurso de los años 2015 y 2016 el mercado cafetero ha reflejado un aumento
en su producción de 4% obteniendo un ligero aumento en el consumo de sacos de café. Así
como Colombia registro un aumento en su producción de 14 millones de sacos para este
mismo periodo, producto de la introducción de nuevos cafetales, los cuales contabas con
características más resistentes y mayor densidad de siembra. En cuanto a la demanda, el
crecimiento del consumo de este producto ha generado la demanda interna en países
productores como Colombia. Un aspecto significativo a resaltar es el querer elevar la
rentabilidad del caficultor con el fin de obtener como resultado un negocio más próspero
resaltando las propuestas de valor efectivo y eficiente para el caficultor, esto entablado
gracias a un óptimo modelo dinámico de planeación que busca satisfacer los requerimientos
de las partes interesadas.

Por otro lado, durante el lapso comprendido entre 2016 y 2017 la producción mundial de
sacos de café terminó con 1.7% menos con respecto a años anteriores generando así un déficit
global de 1.1 millones de sacos, esto ocasionó una disminución en la producción a causa de
fenómenos naturales. Por su parte, el consumo mundial de sacos de café representó un
aumento en la demanda del alrededor de 2.3%, esperando que estos crecimientos se
mantengas contantes y positivos. Estos indicadores, evidencian que la producción de café en
el país resulta ser una actividad lucrativa ya que presenta un índice de 25% de rentabilidad
pues el precio interno se mantuvo inalterable alrededor de $827 mil/carga, mientras que el
costo medio de producción se mantuvo en $621 mil/carga.

Para lograr que este sector sea altamente productivo fue necesario realizar múltiples ajustes
que ocasionaron una mejor especialización en las practicas agronómicas adecuadas y
oportunas, además de una adecuada gestión eficiente de los agro insumos y a mano de obra
empleada en la producción. En consecuencia, a esto aumento la productividad en un 32%,
producto de las transformaciones en la estructura productiva, en los cuales consistió en una
correcta utilización de políticas para mejorar la calidad de los cultivos y así de esta manera
aumentar la producción y calidad del producto, destinando un porcentaje considerable de los
créditos a la financiación de estas ideas de mejoramiento en la siembra, el sostenimiento e
infraestructura. Sin duda, una de las actividades que requiere mayor atención, es el
mejoramiento de la recolección de este producto, es por esto que ese ha iniciado la búsqueda
de nuevos proyectos que simplifiquen y asistan la recolección.

Una de las principales problemáticas que presentan los agricultores son las limitaciones que,
en el acceso de un crédito para la transformación y eficacia de sus cultivos, ya que para que
esto se lleve a cabo necesitan tener una fuente de capital para realizar las mejoras
correspondientes, tanto en infraestructura como en capital de trabajo. El programa Protección
al Ingreso Cafetero (PIC) ha otorgado cerca de 1.3 billones de pesos en dos años buscando
compensar el menor precio a los cultivadores, para que este no fuera menor a $700.000 mil
pesos por una carga de 125 Kg. Otro de los aspectos importantes que se realizó para la ayuda
de los caficultores es la reactivación del Programa de Reactivación de la Caficultura
Colombiana entregando fertilizante para el cuidado de los cultivos, entregando más de 40 mil
millones para el mejoramiento de estos.

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