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l En el año 1966, fue publicada la primera edición Les mots et les choses de Michel Fou-
cault, un libro en el que el filósofo hacía un análisis del famoso cuadro de Velázquez. Su
tesis, ahora famosa, era la siguiente: Ala pregunta que cada uno se plantea: ¿Qué está
sucediendo en ese cuarto?, Foucault contesta que gracias a la imagen que nos devuelve
el espejo del fondo, podemos suponer que la Princesita y sus Meninas están mirando al
Rey y a la Reina que están posando mientras Velázquez está retratándolos. Para Foucault,
e sujeto principal de esta representación queda elidido. Pero, según dice Foucault, el
sujeto principal es el Rey. Claro es que este cuadro fue elaborado para él. Y se sabe que
el Rey lo tenia en su cuarto privado. Pero
con esa tesis, Foucault quiere confundir el É
objeto de la representación y el sujeto que
la representa. Sea lo que fuere, el comen-
tario de Foucault despertó el interés por
esa obra maestra de Velázquez, y nume-
rosos fueron los que intentaron contestar
al enigma: ¿quién es el sujeto de esta re-
presentación? Haciéndolo, cada uno añade
su nombre a la lista. Existe el comentario de
Palomino, la tesis de Foucault, la tesis de
Lacan, la de Damisch, la de Ángel de
Campo y Francés, la de Manuela l\/lena
Marqués, la de Daniel Arasse...
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PERSPECTIVAS DE LASMENINAS ~ Bernard Nominé g Í PERsPEcT1vAsDE LAS MEMNAS
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PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS ~ Bernard Nominé PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS
español la elección del rey. El rey en si-mismo sólo es representado por su imagen sim- de copiar directamente su propia imagen ante un espejo, introduciénolose en el lienzo
bólica, rematada por un cortinaje de púrpura en el espejo del fondo. Poco importa que para siempre, junto a Felipe IV y su familia. "Z
esa imagen sea la imagen devuelta por un espejo o un retrato pintado en un cuadro. El
rey aparece solamente como simbolo, lo que le da mucho más peso. Manuela Mena La tesis de Manuela Mena Marqués me parece compatible con la tesis de Lacan. Ella no
Marqués también nota que el lienzo en su primera versión tenia que ser más ancho. Ya cree en la hipótesis de un retrato de la pareja real, tampoco cree en la realidad del espe-
que está fabricado por la unión de tres tiras verticales. La tira central y la de derecha tie- jo del fondo y subraya que el espacio de las Meninas es un espacio puramente virtual.
nen mismas dimensiones, la de izquierda es más estrecha, hubo de ser reducida. La pri- Los dos tiempos en los que el cuadro fue pintado no cambian el sentido de lo que
mera versión del cuadro era posiblemente más ancha, y la imagen del Rey debía de ocu- vemos, o sea la segunda versión.
par exactamente el centro.
Ahora veamos la tesis de Lacan. La tesis de Lacan estriba en su interpretación del lienzo
l Las cosas eran asi cuando en noviembre que Velázquez está supuestamente pintando. Criticando la tesis de Foucault, Lacan nos
del 57 nació Felipe Próspero, el heredero advieite que este lienzo de gran tamaño que vemos por detrás, no puede representar un
tan esperado. El cuadro ya no tenia valor, supuesto retrato de la pareja real, si ha de representar algo seria más bien el cuadro mismo
había que modificarlo. Asi lo hizo Veláz- de las Meninas. Velázquez se representa pintando el cuadro de las Meninas, pues logra
quez, siguiendo la orden del Rey. El lienzo presentarnos, a la vez, el cuadro y su reverso. Pero Lacan no se detiene en esa solución. La
fue recortado en su parte izquierda, que presencia del cuadro visto al reves en el cuadro surte un efecto subversivo en la represen-
fue notablemente modificada. Velázquez tación misma. Lacan considera esa subversión como idéntica a la subversión del sujeto.
pinta su autoretrato encima del personaje
con el bastón de mando y recubre la ma- Este cuadro es una especie de carta dada la vuelta. Esta carta dada la vuelta aquí está
yor parte de la superficie izquierda por el para hacer abatir las vuestras. La manera en la que ustedes responderán a esta cuestión,
l gran lienzo en el caballete. La segunda en la que abatiran sus cartas, es absolutamente esencial al efecto de este cuadro.
í versión es entonces un juego, un capricho,
i un regalo al Rey para agradecerle la obten- El efecto de este cuadro estriba en su estructura möebiana. Tenemos el cuadro que nos
ción de la cruz del orden de Santiago que muestra un espacio transparente como si fuera una ventana abierta, según el idealismo
A le permitieron ostentar desde noviembre de la perspectiva, y a la vez tropezamos con una pantalla, el reverso del lienzo, que está
; del 1659. Por tanto, la segunda versión aquí para recordarnos que cualquier cuadro es antes que nada una representación que
j habria sido pintada en 59. Manuela Mena nos hace olvidar la realidad de la pantalla.
Marques se aleja asi de la tradición común, iCon las Meninas tenemos las dos caras.
í de la leyenda que decia que el propio rey De ahi las idas y vueltas que tenemos que
` la habria pintado en el pecho del pintor hacer para tratar de contestar al enigma
una vez fallecido. En realidad, Manuela planteado por esta obra. Pero si admitimos
Mena nota que los colores que están en la la tesis de Lacan, ya no hay enigma. Nada
paleta del pintor sólo corresponden a los está tapado, vemos todo lo que se puede
colores utilizados para el autorretrato de ver si suponemos que el lienzo que nos da
Velázquez, asi que al enigma: ¿qué está de espalda no es sino el cuadro de Las
pintando Velázquez?, ella contesta, no Meninas. Sin embargo no podemos dejar
está pintando a Las Meninas, las habia re- de hacer idas y vueltas tal como supone-
tratado años antes: mos que lo hiciera Velázquez pasando del
lugar donde estuvo pintando y donde es- Fig. 7. Las Meninas y su reverso.
" Velázquez está en las meninas autorretra-
F¡9- 5 Y 6- Hipóiefiifi S0bf@ el f0fmai0 0f¡9ifi@l- tándose en el cuadro. Está en el momento ÍEllWencafjefde la manga de la enana Mari-Bárbola en Las meninas de Velazquez. p 161.
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PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS ~ Bemard Nominé PERSPECTIVAS DE LAS MENUVAS
tamos, al lugar donde lo vemos en el cua- llo de Lacan que comenta las distintas hi-
dro. La estructura móebiana implica que la - - - - - - - -le x
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pótesis que se hicieron sobre lo que esta-
superficie tenga una sola cara. Sin embar- 1' l lW ,T
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ria delante de esta presentación: la pareja
go si nos imaginamos paseandonos en i 1* il
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Fig. 8. El centro oculto. antes tenemos que seguir con el desarro- es que este cuadro nos vuelve sensible la Fig. 10. El espacio exterior.
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PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS ~ Bernard Nominé PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS
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parente tendida sobre el cuadro de una
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desde un punto de vista fijo gracias a un
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fi \ ii-. _ _ plano de la ventana (fig, ll). Asi pues, lo Fig. 14. "Aqui estuvo Johannes Van Eyck"
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que Lacan nombra como ventana, no es el
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Los esposos Arnolfini.Se sabe ahora que este cuadro pertenecía a la colección privada _ Â 1._, T” $4
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PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS - Bernard Nominé PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS
trucción legitima, podemos decir que el punto de fuga principal Pf representa el punto gg un Lacan añade que la presencia de la Pa-
de mira. Es importante considerar que entre los dos planos que contienen el punto de .. ,..--
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reja Real desempeña el papel de Dios de
mira y el punto de fuga hay una distancia. Esa distancia se puede construir gracias al tj
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PERSPECTIVAS DE LAS MEIVIISIAS - Bernard Nominó _ W PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS
yectiva con la lógica del significante. El cen- moscas en la goma, bajamos la mirada como se bajan los calzones, y para el pintor se
tro de proyección no puede representarse a trata de hacernos entrar en el cuadro. “5.
Í ;S si-mismo, tal como el significante tampoco
1 W Ñ fi no o puede. En cambio sabemos que el Estamos capturados porque este espacio que Velázquez sabe abrir, sabe hacer vibrar,
significante representa al sujeto para otro delante de nosotros, este espacio es el bastidor, el marco, del fantasma.
'''''' S' significante. Eso es lo que hice figurar en el
___...,,__,,_ esquema. de la figura 17. Esa superposi- Bien se sabe que el fantasma consta de dos elementos: una escena imaginaria que
ciór, que os propongo me parece muy im- aparece en una pantalla y un bastidor, pues una estructura, que solemos escribir $()a.
Fig. 17. La geometria y la lógica del significante. pOrÍaI'iÍE pOl'qU€ aSÍ V€l'ïìOS que el €SpaCi0 Si la escena imaginaria .aparece en la pantalla es a partir de una proyección, a partir
de la visión y luego de la representación, de la $, con la que escribimos la imposibilidad de representarse el sujeto. Recuerden
pues lo que los lacanianos llamamos el campo escópico, aparece estructurado por las que en su estudio sobre el fantasma, el propio Freud habia destacado que en el fan-
leyes del significante. Eso tiene muchas consecuencias a nivel de la clínica, especialmen- tasma pegan a un niño, lo irrepresentable es yo soy pegado por el padre. Era ya un
te la clínica de la psicosis, el autismo, las alucinaciones del paranoico, las angustias del modo de escribir $. En el arte de la perspectiva, hemos visto que el punto de parti-
esquizofrénico, pero también tiene consecuencias a nivel del arte pictórico. Les resultará da es una imposibilidad de proyectarse el punto de proyección. El punto que sirve
evidente a nivel del aite clásico pero vale también para el arte moderno. para construir la imagen del mundo para quien mira, es irrepresentable, pese a los
esfuerzos de los pintores de la perspectiva. Pero si el punto no aparece en si-mimo,
Volvemos a nuestro asunto. Basta con que recuerden que el punto de proyección en quedan huellas de la mirada, al borde de la representación, es precisamente el
si-mismo es irrepresentable. Este punto de proyección es el punto S del que Lacan encuadre, o sea el marco de la ventana tras la cual uno mira el mundo. General-
habla en estas lecciones sobre Las Meninas. Es el punto en donde se supone que estu- mente, no solemos ver la ventana cuando quedamos fascinados por una escena fan-
vo el pintor. Para conseguir una imagen necesitamos tres elementos, un punto de pro- tasmatica. Es decir que no tomamos en cuenta la posición en la que estamos cuan-
yección, un punto que apuntar y un plano. Entre esos tres elementos es necesario que do miramos. Es el sentido de esa frase que podríamos atribuirle a Velázquez contes-
haya cierta distancia. Con respecto a las leyes de la geometría proyectiva, es necesa- tando a nuestro déjame ver "nunca te verás desde donde miras". O bien contem-
rio que haya cierta distancia entre el plano del cuadro y el plano que contiene el punto plamos el cuadro, o bien vemos la ventana. Entonces yo diria que la perspectiva
de mira. Esa distancia necesaria fue ilustrada por la ventana de Durero, era una dis- representa la posición del sujeto en su fantasma, testimonia de su modo de goce y
tancia calculada. Pero tenemos que admitir que esa distancia es estructural. No podri- participa en su concepción del mundo. Pero, de ello, el sujeto no se da cuenta. Para
amos conseguir ninguna imagen si el punto de mira estuviera pegado al plano del quien se da cuenta de su posición de goce frente a la ventana, la representación del
cuadro. Sin embargo cada uno y especialmente cada pintor sueña con poder repre- mundo corre riesgo de tambalear. No es nada extraño, si consideramos que si el suje-
sentar todo sin perder nada. No sé si ahora, en el arte moderno, eso seria todavia ver- to se da cuenta de su posicion, entonces deja de mirar por su ventana habitual, lo
dadero, pero en la época de Piero de la Francesca, de Carpacio, de \/an Eyck, y de que, por supuesto, cambia el panorama. Eso es lo que puede suceder al fin de un
Velázquez, ¡si que era el sueño común! y por eso se dedicaron tanto al arte perspec- análisis. En cierta época, soliamos hablar de atravesamiento del fantasma. Ese térmi-
tivo porque era un modo de hacer figurar al pintor en su cuadro bajo la forma del no no me parece adecuado, el plano del fantasma, o sea el plano de la ventana no
punto de fuga, representando el punto de mira desde donde el pintor pinta. No es se puede atravesar a no ser que uno la reviente, que se tire por la ventana, eso es el
sino un sueño porque en realidad, entre el plano del cuadro y el punto desde donde paso al acto. Al final de un análisis, a mi juicio, se trata más bien de un cambio de
el pintor pinta, hay una distancia irreducible. El punto S tiene que alejarse del plano perspectiva. El sujeto, por haber percibido en dónde estaba cuando elaboraba su
del cuadro. En esa distancia cae el objeto a. Lacan nos da una definición de la mira- concepcion del mundo, este sujeto puede cambiar de perspectiva. Al cambiar el
da como objeto a: " es la ventana que constituimos nosotros mismos por abrir los ojos enfoque, cambia el panorama. Es el principio de la anamorfosis. Se trata de hacer
simplemente. " surgir una nueva forma al cambiar el eje de la perspectiva. Pues, al final de un ana-
lisis, lo que llamamos pase, es el instante fugaz en el que aparece una anamorfosis
"Nosotros, visitantes, que estamos ahi en una exposición creyendo que no nos sucede en el medio centro del cuadro.
nada cuando estamos frente a un cuadro, venimos a aportar nosotros mismos este
plano evanescente que el cuadro se esfuerza en atrapar y estamos capturados como 5 J. Lacan. El objeto del psicoanalisis, sesion del 18 de mayo 66, inedito.
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PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS A Bernard Nominé H *_ L N PERSPECTIVAS DE LAS MENINAS
Podria ilustrar este tipo de cambio, por me- Así, 'me equivocaba respecto a la intención de Lacan porque, ahora, gracias a mi amigo
dio de una suposición mia, que ahora se Patrick Valas, yo se con certeza que el cuadro del que Lacan hablaba ese dia es: La rue
que era una equivocación. Pero en el aná- (fig. 20) de Balthus. Hay otro cuadro en el que yo había pensado, un cuadro de misma
lisis sabemos que a veces las equivocacio- estructura que se llama Le passage du commerce Saint André (fig. 21).
nes nos enseñan mucho más que la reali-
dad. Al final de una de sus lecciones sobre La rue, nos presenta un espacio semejante al espacio de Las Meninas. Consta de nueve
las Meninas, Lacan se refiere a un cuadro personajes, tal como en el cuadro de Velázquez. Nos invita a entrar de cierto modo en
de Balthus que acababa de ver en una ex- su espacio. El hombre vestido de blanco podría representar al pintor. Los pintores suelen
posición. Y nos dice que ese cuadro le hizo ir vestidos asi en Francia, pero los yeseros tambien. En vez del enigma planteado por el
pensar en el de Velázquez. "Cuando lo vi lienzo en el caballete, tenemos aqui el tablón que lleva el hombre en blanco y que le tapa
en este contexto, ustedes atribuirán esto a el rostro. Pues, con La rue, tal como con Las Meninas, estamos enfrentados a una esce-
Fig. 18. La habitación. Balthus. na sin saber lo que está sucediendo, a no ser que podemos vislumbrar aquí el rasgo per-
no se que, a mi lucidez, a mi delirio, les co-
rresponde a ustedes zanjar, dije: he aquí las verso. Balthus tuvo que retocar la mano del hombre que persigue a la joven porque en
`“---¬.cL_ï_*_ Meninas”. El cuadro sólo está descrito por la primera versión, le ponia la mano al sexo. Otro detalle que podriamos añadir, es el rec-
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'ii alusión a un retoque que Balthus hubiera tángulo rojo colgado a la esquina, creo que bien podria ser un espejo. Lacan no comen-
__g_ debido hacer para complacer al gusto del tó el cuadro, entonces sólo podemos supo-
l( H`¬""“---¬ comprador. Nunca nadie habló de ello. Las ner su intención. La rue, nos ofrece la mis-
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-¡Li--'--¬. personas que interrogué en el año 95 so- ma perspectiva que Las Meninas, pero
bre la reproducción de ese cuadro que vie- mantengo mi hipótesis equivocada, creo
ron circular ese dia del año 66, ya no lo que la habitación de Balthus nos revela el
recodaban. Pues, consultando un catalogo poder secreto de las Meninas.
de la obra de Balthus, encontré un cuadro
_ que me pareció interpretar las Meninas en Este poder estriba en la estructura del es-
Hg- 1?- E195 Pe'P*°;`“É`f¡C“ffi'e5 de P_°5¡“"Ó“ el sentido desarrollado por Lacan. Ese cua- pacio de la visión, un espacio totalmente
en La habnamn Y Las Mamas dro es: La habitación (figura 18). Este cua- estructurado por las leyes del lenguaje, tal
dro de tamaño tan monumental como Las como lo hemos visto con las leyes de la 1
Meninas representa con la misma paleta de colores un cuarto sombrío, únicamente ilu- perspectiva y estructurado también por la
Fig. 20. La rue. Balthus
minado por una ventana a la derecha. Un personaje con pinta de enana y de mirada función del objeto que asi se recorta: la mi-
ciega acciona una cortina para hacer entrar el rayo de luz. Asi nos revela el cuerpo des- rada. La mirada es para Lacan un objeto a,
nudo de una joven que ofrece su hendidura a la mirada de la ventana. Me dirán ustedes: es decir un elemento que se deduce de la
" Nos falta la imagen del pintor". Pues, hay que saber que el cuarto representado es el alienación al Otro, un resto. Por eso es difi-
taller de Balthus. Además, pueden ver un gato encaramado en un libro y que mira pasar cil de saber de quien es la pertenencia.
el rayo de luz. El gato siempre fue una imagen con la que Balthus solia representarse En ¿Del sujeto o del Otro? El objeto permane-
este cuadro, el eje de la perspectiva ha cambiado. Ya no estamos mirando por la venta- ce entre los dos.
na creada por la perspectiva habitual. Con Las Meninas, estábamos ubicados frente a la
ventana, mirando tras ella, frente a la falta fálica de la princesita que no podiamos ver Lacan retomará esta referencia al cuadro
por ser cubierta por el traje luminoso. Aqui, al contrario, vemos la ventana y miramos de Velázquez, dos años más tarde en su
según un eje perpendicular al eje de la ventana. Asi que interprete la joven desnuda del seminario sobre el acto analítico. Primero,
cuadro de Balthus como si fuera una anamorfosis de la infanta Margarita. subraya la maniobra de la carta dada vuel-
ta que al otro le hace abatir las suyas. Eso
6 J.Lacan : Sem. El objeto del psicoanalisis, sesion del 18 de mayo 66. podria ser la maniobra de la transferencia. Fig. 21. Le passage du commerce. Balthus
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PERSPECTIVAS DE LAS MENIISIAS - Bernard Nominó
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