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PSICOFISIOLOGIA DE LAS EMOCIONES

Las emociones son resultantes de la actividad del sistema nervioso, las emociones son
necesarias para la supervivencia, cuando el sistema nerviosos siente que el enemigo es
demasiado peligroso sustituye la rabia por el miedo para que el individuo pueda lograr
el escape. Cuando las emociones que se presentan son de gran intensidad se da la
activación primordialmente del sistema simpático que produce cambios emocionales,
como el aumento del ritmo cardiaco, la presión arterial, la sudoración, además que se
estimula la glándula suprarrenal que se encarga de liberar la hormona adrenalina. Las
emociones se acompañan de somatizaciones, y el encargado de regular aspectos
fisiológicos de las emociones es el sistema nervioso autónomo que acelera y desacelera
los órganos a través del sistema simpático y parasimpático.

Bases fisiologicas: estructuras cerebrales responsables del proceso de la emoción

Estructuras cerebrales como la corteza cerebral puede ser capaz de ejercer una gran
influencia inhibitoria de las reacciones fisiológicas.

- El sistema límbico: Cumple la función de regular en compañía del neocortex lo


cual explica que tengamos un control de nuestras emociones.

- Hipotálamo: regula el funcionamiento del sistema nervioso parasimpático y


simpático lo cual implica que regula funciones como el pulso, la presión
sanguínea, la respiración, y la activación fisiológica en respuesta de las
circunstancias emocionales. del hipotálamo subyace la glándula hipófisis.

- Hipocampo: Control de la memoria a corto y largo plazo, se asocia también con


las estructuras olfativas.

- La amígdala: este centro al igual que el hipocampo han sido definidas como
centros de afectividad que se encargan de procesar las distintas emociones
como las penas, las angustias, y las alegrías.
- Los lóbulos pre-frontales y frontales: Son los encargados de la asimilación
neocortical de las emociones y asumen 2 papeles importantes, en primer lugar
moderar las reacciones emocionales frenando las señales del cerebro límbico.
En segundo lugar son los encargados de desarrollar los planes de actuación
concretos para las diferentes situaciones emocionales, mientras que la amígdala
del sistema límbico proporciona los primeros auxilios en las situaciones
extremas, el lóbulo pre-frontal se ocupa de la coordinación de las emociones.

Entonces las emociones se tratan de fenómenos complejos capaces de abarcar


diferentes niveles de análisis. Es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable
o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Se encuentran otras
definiciones relacionadas como:

- Estado de ánimo: disposiciones estables y perdurables en el tiempo, que no


determinan tan intensamente nuestra forma de percibir y de actuar como las
emociones.
- Temperamento: este término hace referencia a una predisposición relativamente
estable, ligada a factores biológicos, que determina los parámetros habituales de
respuesta emocional de cada individuo. Es la constitución particular de los
sistemas orgánicos vinculados a las emociones.
- Sentimiento: es uno de los componentes que configuran las respuestas
emocionales. Los sentimientos constituirían la parte de estas reacciones
emocionales que se somete a reflexión consciente y a la que se les asigna una
etiqueta convencional, un nombre. Son los pensamientos

La emoción no es más que una etiqueta, una manera de referirse a aspectos del
funcionamiento psicológico y del organismo pues, no existiría la facultad de la emoción,
sino diferentes tipos de emociones controladas por mecanismos y procesos
neurológicos específicos que les confieren una entidad y experiencia subjetiva únicas.

Funciones de las emociones

Las emociones constituyen una serie de mecanismos corporales desarrollados durante


la historia evolutiva de los organismos, susceptibles de modificarse (en parte) mediante
el aprendizaje y la experiencia y cuyo principal objetivo es aumentar la homeostasis, la
supervivencia y el bienestar del organismo. Se puede establecer tres funciones
principales:

1. Adaptativa: Facilitan el ajuste del organismo a nuevas condiciones ambientales. Cada


emoción, tanto las consideradas positivas como las negativas, tendría una utilidad
determinada.
2. Motivacional:
- Intrapersonal: como fuente de información.

3. Interpersonal: en una dimensión social, comunicando sentimientos Potenciando y


dirigiendo conductas (en la dimensión atracción- repulsión).

4. Comunicativa: en dos niveles


- e intenciones (principalmente de manera no verbal), influyendo en la conducta
de otros y potenciando las relaciones.

Las emociones nos mueven hacia aquello que se evalúa como agradable y nos apartan
de lo que nos resulta aversivo, adquiriendo un papel fundamental en la toma de
decisiones y la solución de conflictos. Así, las reacciones emocionales resultan de
especial utilidad cuando nos enfrentamos a información variada e incompleta o a
situaciones demasiado difíciles como para ser resueltas exclusivamente a través de
razonamientos. Las emociones parecen tener la capacidad de modular la actividad del
resto de funciones cognitivas pudiendo llegar incluso a tomar un papel dominante en la
estructuración de los de procesos cognitivos.

Componentes de las emociones.

Las emociones son estados complejos del organismo, respuestas globales en las que
intervienen distintos componentes:

- FISIOLÓGICOS: se trata de procesos involuntarios como el tono muscular, la


respiración, secreciones hormonales, presión sanguínea, etc., que involucran
cambios en la actividad del sistema nervioso central y autónomo, así como
cambios neuroendocrinos y neuromoduladores.

- COGNITIVOS: Procesamiento de información, tanto a nivel consciente como


inconsciente que influye explícita e implícitamente en nuestra cognición y en
nuestra vivencia subjetiva de los acontecimientos.

- CONDUCTUALES: Expresiones faciales, movimientos corporales, tono de voz,


volumen, ritmo, etc., que determinan conductas distintivas de especial utilidad
comunicativa.
Estos componentes son parcialmente independientes por lo que pueden presentar una
baja correlación o incluso ser contrarios (es lo que se ha denominado desincronización
o fraccionamiento de respuestas.

Clasificación de las emociones

Se puede distinguir una serie de dimensiones a partir de las cuales estructurar la gran
variedad de experiencias que se catalogan emociones:

- Tono o Polaridad: hace referencia a la vinculación de la respuesta emocional


con sensaciones que se mueven en un continuo de placer/desagrado. Sin
embargo, no es del todo adecuado extrapolar emociones
agradables/desagradables a buenas y malas pues, como se comentó, cada una
de estas emociones cumple una función específica que en condiciones
normales resulta adaptativa.
- Intensidad: se considera que todas las emociones son de cierta intensidad,
aunque ésta puede verse modulada por la combinación de las valoraciones
primarias (positivas, negativas o irrelevantes para los objetivos personales) y
secundarias (estimación de los recursos de los que se dispone para afrontar la
situación).
- Duración: las emociones tienen una duración reducida, con una ventana
temporal que va desde los segundos a unos cuantos minutos, siendo en forma
de estados de ánimo como éstas se prolongan más en el tiempo.

- Primarias (innatas o universales): entre las que generalmente se cuentan seis:


alegría, tristeza, ira, miedo, asco y sorpresa. Serían emociones independientes
de la cultura, con una organización más bien innata, en las que existe una
continuidad filogenética entre los tipos de estímulos que las provocan y los tipos
de comportamientos con los que se asocian (Adolphs, 2002).
- Secundarias (socioculturales): dentro de esta categoría se tiene experiencias
como la culpa, el orgullo, la vergüenza, la felicidad, o el amor, las cuales, podrían
ser el resultado de fusiones entre emociones primarias. Estas emociones
secundarias adquirirán infinidad de matices en función de las diferentes
influencias socioculturales a las que los individuos se vean expuestos.
Dependerán de la adquisición de conocimientos en el seno de una cultura
(principalmente en las relaciones familiares), y su aparición será más tardía en
el desarrollo del individuo. La fusión de emociones básicas para generar otras
de orden superior puede considerarse como una operación típicamente
cognitiva, por lo que es probable que algunas emociones biológicamente básicas
sean compartidas con muchos otros animales, mientras que las secundarias
(creadas cognitivamente en interacción social) tiendan a ser más propias del ser
humano, siendo mucho menor su continuidad filogenética.

DESARROLLO AFECTIVO ATRAVES DEL CICLO VITAL

“Desde que nace, el ser humano empieza a establecer lazos afectivos con su entorno
que luego le permitirá interactuar dentro de un grupo social. Este primer vínculo se dará
con la madre y el padre, posteriormente con las personas que vayan llegando a su vida,
como las amistades de la infancia, los compañeros de la adolescencia, camaradas en
el ámbito laboral, estudiantil, y la persona con quien decida compartir su vida, entre
otros, y que de una u otra forma marcarán su forma de relacionarse con los demás.

Cuando desde pequeños las niñas y niños son víctimas de maltrato o abuso, difícilmente
podrán desenvolverse en su entorno social de una manera adecuada; esto podría
conllevar a que repitan con sus pares esos hábitos de conducta o que se replieguen a
interactuar con otros de su edad.

La única forma para que los niños y niñas puedan relacionarse con otros, tanto afectiva
como social, será del ejemplo que reciban del entorno en el que se desenvuelven. Los
padres y madres, como la familia, deberán demostrarle con el ejemplo valores afectivos,
humanitarios, morales, para que el niño o niña, en su etapa de crecimiento y desarrollo
sepa diferenciar lo que es bueno o malo; del afecto o maltrato.

Los niños y niñas necesitan de referentes adultos que les sirvan de modelo, que llegado
el momento sepan ponerle límites, tomando como punto de partida el vínculo afectivo
seguro. Es, entonces, que a través de estos vínculos que se establezcan en la niñez e
infancia, la persona aprenderá modelos de conducta que luego aplicará en sus
relaciones amorosas durante su vida adulta.

En el caso de los adolescentes, hoy en día presentan una realidad compleja y llena de
dificultades. Al igual que de pequeños, necesitan también el referente adulto que les dé
las pautas necesarias o la orientación debida para encaminarlos en su afectiva y sexual.

Este tipo de valores, inculcados en el hogar, deben ser reforzados en el ámbito


educativo, ya que es ahí donde interactuarán durante los largos años de su infancia y
adolescencia.

Los padres y educadores deberán contribuir y orientar adecuadamente al proceso de


desarrollo del menor; inculcar los roles y valores que estos deberán representar en
diversos ámbitos sociales, desde la cotidianidad, y que los llevarán a ser mejores
personas, mejores hijos, mejores compañeros.”
Dr. Fernando Maestre

¿Por que hoy somos como somos? La respuesta parece fácil y seguramente estará
relacionada con el modo en que hemos sido educados por nuestros padres, pero es obvio
que tenemos que mirar hacia muchas direcciones para poder dar una respuesta que se
pueda ajustar a la realidad.

La primera vista va dirigida a la familia. El bebé, desde su nacimiento empieza a establecer


el vínculo afectivo con las personas que se ocupan de él y satisfacen sus necesidades
básicas, lo cuidan y le dan seguridad emocional. Tal como afirma John Bowlby," para
un desarrollo normal es necesario que el bebé experimente una relación afectiva, íntima y
continua con su madre, padre o figura sustitutiva permanente".
Existen una serie de factores que influyen en la formación del vínculo afectivo. Según los
estudios de R. Spitz en el año 1946, con bebés que vivían en instituciones, demuestran
que, cuando desaparece la figura del vínculo, si no existe la posibilidad de establecer un
nuevo vínculo afectivo íntimo, surgen dificultades emocionales importantes. Estos estudios
también remarcan el efecto devastador que tiene sobre la personalidad del niño, las
separaciones prolongadas. La conclusión de estos estudios nos indica que, para que se
produzca un desarrollo saludable, es necesario haber podido establecer un vínculo
afectivo estable los primeros años de vida.

Otro aspecto es el de la calidad de la atención en relación a la sensibilidad.


La sensibilidad és una variable fundamental para que el niño o la niña puedan establecer
un vínculo afectivo seguro. Esta sensibilidad se entiende como la capacidad para darse
cuenta de las señales que emite el bebé para poder responder así de una manera
adecuada. La aceptación del bebé tal como és, la capacidad de cooperación de la madre
o padre, y su accesibilidad (es decir, hasta que punto está disponible desde la perspectiva
del bebé) también son características indicativas de la calidad de la atención y favorece la
formación del vínculo.
No podemos olvidar la sincronía en la relación como factor indispensable, pues después
de ver a las mamás y papás jugar con sus hijos de apenas unos meses, se puede afirmar
queexiste una danza emocional, una verdadera comunicación emocional llamada
sincronía. La sincronía consiste en una interacción coordinada, un diálogo en el que es
crucial el papel de la sensibilidad de la figura del vínculo. En la mayoría de casos, la
sincronía se produce en un 30% de las interacciones cara a cara entre el bebé y mamá o
papá u otra figura.

El contexto familiar es otro factor. La calidad de la relación de la pareja, la participación del


o de los progenitores y otros familiares o los cambios en las circunstancias familiares
(pérdida de empleo, muerte de un miembro en la familia, nacimiento de un hermano,etc...
Así como también lo es el contexto cultural. Para la gran mayoría de bebés de todas las
culturas, la presencia de la madre és tranquilizadora, pero no todos los niños están
acostumbrados a separarse de ella de la misma manera. En este sentido no es lo mismo
separarse de los padres en un contexto como el nuestro el que és habitual que los mas
pequeños vayan a la escuela infantil, que hacerlo en un contexto como el japonés, el que
los pequeños raramente se separan de su madre.

Finalmente, otro factor es el tipo de vínculo que establecen los padres con sus hijos. Existe
alguna relación entre el tipo de vínculo afectivo que establecieron los nuevos padres con
sus padres y el tipo de vinculación afectiva que establecen con sus hijos? Algunos estudios
han intentado dar respuesta a esta pregunta pero en cualquier caso, la opinión que tienen
la madre y el padre acerca de sus primeras experiencias emocionales és un elemento que
influye en la manera que ellos pueden ejercer de padres y, por consiguiente, afecta al
patrón del vínculo que se pueda establecer.
A modo de conclusión cabe destacar que existe una relación muy estrecha entre el tipo de
vínculo afectivo de un bebé y su conducta social posterior. El vínculo es el punto de partida,
la base sobre la que empieza a construirse el desarrollo social y afectivo posterior.

ETAPAS DEL DESARROLLO AFECTIVO

Infantil

0-3 años

- Los bebés se sienten desvalidos en el mundo, es por ello que en un primer


momento los afectos o relaciones con los demás están estrechamente ligados a
la satisfacción de sus necesidades vitales (alimentación, cuidados, etc). aparece
una reacción afectiva hacia aquellas personas que satisfacen sus necesidades.
- Poco después comienzan a interactuar con estas personas (aunque aun no hayan
alcanzado el lenguaje), buscan ahora el afecto de estas figuras no sólo cubrir sus
necesidades.
- Estas personas cercanas se convierten en las figuras de apego, las cuales van a
ejercer una gran influencia en el desarrollo de los pequeños. Los niños y niñas
imitan las conductas afectivas de estas figuras de apego, y sus sentimientos se
verán influenciados en gran medida por la comunicación que tengan con sus
figuras de apego.
- Al producirse algún cambio, como el nacimiento de un nuevo hermano,
aparecerán nuevos registros afectivos como los celos.

3-6 años

- Las figuras de apego, determinan las reacciones afectivas de los pequeños. La


aprobación o censura de estas reacciones va hacer que algunas reacciones se
consoliden y otras se eliminen. Los niños y niñas buscan agradar a sus personas
importantes y experimentaran una gran alegría cuando su conducta reciba
aprobación por parte de éstos.
- Se produce también un mimetismo con respecto a las figuras de apego, es decir
los niños y niñas van a imitar las conductas y sentimientos afectivos de estas
personas significativas.
- Comienzan a comprender matices más complejos de la expresión afectiva tanto
a nivel verbal como no verbal.
- Aparece un nuevo tipo de afecto la amistad, comienzan a relacionarse con los
iguales, con sentimientos de reciprocidad.

Primaria

6 a 9 años
- Las figuras de apego siguen siendo fundamentales pero van cobrando fuerza
otras nuevas figuras. Los niños y niñas poco a poco comienzan a desprenderse
de la protección materna.
- Se amplía el mundo de los niños y niñas, se relacionan con más personas y
aparecen más experiencias afectivas.
- En esta etapa suavizan su expresión emocional, aprenden a auto controlarse, los
afectos son menos intensos, pero más ricos y variados.

9 a 12 años

- Los niños y niñas en esta etapa se vuelven más reservados en la expresión de


los afectos.
- Son capaces de comprender los sentimientos propios y de los otros, porque tienen
una mayor variedad de experiencias afectivas que les permite entender estados
que antes no entendían.
- La amistad se transforma, ya no solo se basa en una relación de reciprocidad, le
valoran en función a unas características internas reciprocidad, confianza y
colaboración.

Secundaria

12 años en adelante

- En esta etapa todo se centra en los afectos, en lo que sienten. Este periodo se
caracteriza por la convivencia de sentimientos contradictorios (aman y odian,
necesitan soledad pero también compañía)
- Aparece la mayor contradicción de todas, se hacen aún mas reservados en su
expresión emocional y aparece un gran dilema la necesidad de afecto frente al
miedo a ser visto como necesitado de afecto.
- Tienen salida sentimientos hasta antes desconocidos como el amor.
- La amistad se basa en la intimidad.
- Las figuras de apego pierden fuerza y el grupo cobra un valor fundamental, como
espacio de vivencia colectiva, de complicidad, alegrías, dudas, descubrimientos,
etc

Desarrollo Afectivo del Adolescente

Dentro del desarrollo afectivo del adolescente, tomaremos como rasgos principales y
fundamentales de comprensión para el objetivo del presente trabajo dos temas.

La Identidad Personal

La adolescencia es un momento de búsqueda y consecución de la identidad personal.


Esta identidad es de naturaleza psicosocial y contiene importantes ingredientes de
naturaleza cognitiva. El adolescente se juzga a sí mismo de la misma forma de cómo es
percibido por los otros, y se compara con ellos. Estos juicios pueden ser conscientes o
inconscientes, con inevitables connotaciones afectivas, que dan lugar a una conciencia de
identidad exaltada o dolorosa, pero nunca afectivamente neutra.

El autoconcepto es el elemento central de la identidad personal, pero integra en sí mismo


elementos corporales, psíquicos, sociales y morales.
Los cambios fisiológicos obligan a revisar y rehacer la imagen del propio cuerpo. La
preocupación por el propio físico pasa a primer plano. Pero no sólo la imagen del propio
físico, sino la representación de sí mismo pasa a constituir un tema fundamental. El
adolescente tiene una enorme necesidad de reconocimiento por parte de los otros,
necesita ver reconocida y aceptada su identidad por las personas (adultos, compañeros)
que son significativas para él. Es este reconocimiento y aceptación lo que asegura un
concepto positivo de sí mismo.

La Conducta Sexual

Con la pubertad ha comenzado la capacidad sexual propia del organismo humano maduro,
con la instauración de la genitalidad.

En todos los tiempos y en todas las sociedades, la adolescencia parece haber sido una
etapa de peculiar actividad sexual. Lo que varía de unas épocas a otras, de unas
sociedades a otras, son los modos o patrones de ejercer esa sexualidad.

La actividad más característica entre adolescentes suele ser la conducta heterosexual de


caricias íntimas, dentro de un marco de encuentro, que puede dar lugar a desarrollar
distintos tipos de sentimientos y comportamientos: desde la mera simpatía y amistad,
hasta el enamoramiento propiamente dicho. (Marquez L., Phillippi A., 1995)

Desarrollo afectivo del adulto joven e intermedio

Etapa del adulto joven comienza alrededor de los 20 años y concluye cerca de los 40, cuya
característica principal, es que el individuo debe comenzar a asumir roles sociales y
familiares, es decir, hacerse responsable de su vida y de la de quienes le acompañan en
la conformación de una familia.
Hay consolidación de la identidad y comienzo de la realización del proyecto de vida. La
crisis experiencial o de realismo es la que se da entre la adultez joven y la adultez media,
la cual una vez superada da paso a la adultez media.
En la adultez joven hay que tomar muchas responsabilidades. Las tareas propias de la
edad tienen que ver con el mundo social (pareja, trabajo, hijos, etc.). El rol activo que se
asume es el término de la moratoria psicosocial (según Erikson)

Desarrollo Afectivo
El adulto joven comienza a superar el egocentrismo de la etapa anterior y logra colocarse
en el lugar del otro, compartir experiencias y comportarse de una manera altruista, que le
permite establecer una relación de pareja responsable y asumir una posible paternidad.
Al encontrar su identidad permite la fusión con otro, ya sea laboral o afectivamente, ya
posee la capacidad de adaptarse y de afiliarse.
Walster plantea que pueden existir en las parejas dos tipos de amor:
- Apasionado: Se caracteriza por una confusión de estados emocionales, hay
ternura, pasión y alegría, sin embargo, genera mucha ansiedad y dependiendo
de la estructura de personalidad se manifiestan sentimientos. Es característico
de la juventud.

- Compartido: Es un amor más profundo, donde hay compromiso, se comparte, se


toman decisiones en conjunto con el otro en cuanto a la relación afectiva y existe
conciencia de la relación afectiva que se tiene.

Se espera que en el adulto joven temprano desarrolle un amor compartido, donde se sabe
administrar la relación de pareja.
Alrededor de los 30 años hay un cuestionamiento de la vida pasada, de la elección de
pareja, de la carrera, se hacen nuevas elecciones y profundizan o se cambian
compromisos. El adulto siente la necesidad urgente de dar un carácter real y
comprometido a su vida con el objeto de lograr la estabilidad, por lo tanto, reconstruye y
reorganiza. Luego de esta transición se establece con la familia, el hogar y logra un sentido
de pertenencia y llega a ser un miembro valorado por la sociedad

Características del Adulto Joven


- Es la etapa en que el ser humano toma las decisiones más fundamentales de su
vida.
- Es el período del galanteo y de la vida familiar.
- El adulto joven debe buscar su auto-definición, independizándose gradualmente
de sus padres.
- Desarrolla sus propios valores y toma sus propias decisiones.
- Alcanza su identidad
- Asume responsabilidades
- Acepta las consecuencias de sus decisiones
- Capacidad de vivir íntimamente con una persona del sexo opuesto
- Piensa en la formación de una Familia.
- Elección de profesión y/o trabajo.

Edad Adulta Intermedia


- La Formación de la identidad en la edad adulta puede dar paso a la construcción
de varios, que impliquen una evaluación personal y hacia los demás.
- Las identidades tienen mucho que ver con los roles o papeles sociales y
compromisos que se deben cumplir.
- La generatividad puede verse como un aspecto de la formación de la identidad.
- Tanto padres como hijos en esta etapa generalmente disfrutan de la compañía
del otro y se llevan bien.
- En la edad adulta intermedia, los primeros vínculos de parentesco pueden
reafirmarse de manera distinta a medida que la responsabilidad de cuidar y
apoyar a los padres ancianos empieza los hijos a cambiar.
- El vínculo entre hijos en edad adulta intermedia y sus padres ancianos es fuerte.

Desarrollo afectivo en la vejez

Durante la vejez, las relaciones personales y familiares siguen siendo un aspecto


fundamental en la vida de las personas. En esta etapa, más que en otras, se suelen
acumular pérdidas afectivas. El grupo familiar cercano, suele verse reducido debido a las
exigencias de la sociedad actual y la forma en que se organiza el cuidado de los mayores
ya no es exclusivo de la familia sino que tiende a compartirse con otros apoyos más
formales.

La estabilidad afectiva con la que llegan las personas a la vejez tampoco es igual en todos
los individuos sino que va a depender de lo que hayamos ido sembrando por el camino,
de los hábitos saludables que hayamos tenido, de las relaciones interpersonales que
hayamos mantenido, de la propia sensación de haber disfrutado de la vida...

La vejez no supone un parón en la vida de la persona, sino más bien debe verse como un
proceso continuo de crecimiento en el que los mayores siguen ocupando un lugar en la
sociedad y desempeñando un nuevo rol.

El equilibrio afectivo en esta etapa pasa por la aceptación de uno mismo, de los fracasos
y de los logros conseguidos. Es el momento de seguir planteándose nuevas metas y
nuevos intereses. Nunca debemos olvidar que mientras se vive se conserva la capacidad
para disfrutar de los placeres que la vida nos ofrece.

Para Erikson la superación de esta etapa, es decir, el hecho de que la persona consiguiera
la integridad, haría que la muerte perdiera ese carácter atormentador que tiene en nuestra
sociedad. Por el contrario, si no se consigue esta integración se teme a la muerte. La
desesperación expresa el sentimiento de que ahora el tiempo que queda es corto,
demasiado corto para intentar otra vida y para probar caminos alternativos hacia la
integridad. La persona que no logra esta integridad tiene remordimientos y se encuentra
desesperada. De alguna manera y desde nuestro punto de vista el concepto de integridad
de Erikson, implica lograr una paz interior con respecto a lo que se ha llevado a cabo en
la vida y lo que ésta ha sido. Así pues, desde la perspectiva de Erikson la persona que ha
logrado la integridad es aquella que acepta de manera responsable la vida tal y como ha
vivido, que es capaz de integrarla, de darle un sentido, de sentirse feliz y de acuerdo con
ella, de aceptar lo que ha sido, lo que ha hecho, las decisiones que ha tomado. Aquí, no
hablamos de resignación, pero si de aceptación, así, contemplar la propia vida y a uno
mismo al final del camino y ser capaz de aceptarlo, porque uno ya no puede volver atrás,
ya no tiene otra oportunidad de lograr esa paz interior.

http://desarrolloafectivocyd.blogspot.pe/2013/04/desarrollo-
afectivo-del-adulto-joven-e.html
http://www.angelfire.com/band2/suciasteam0/DESARROLLO_AF
ECTIVO.htm
http://cetprovirgendelcarmen.edu.pe/cursobispado/8Etapas.pdf
https://www.womenalia.com/blogs/el-arte-de-emocionarte-claves-
para-el-desarrollo-personal/el-desarrollo-afectivo-en-la-
infancia

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