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Una nueva esperanza… para Chile

Tal vez sea una mera coincidencia, o inclusive tal vez se acuse a quien escribe estas líneas un
exceso de imaginación. Pero justamente de esos excesos de imaginación es que surge la
posibilidad de cuestionar lo existente, y, gracias a eso, tener un real deseo de cambiar esa
realidad existente.

El día internacional de Star Wars, celebrado el 4 de mayo por particulares circunstancias ligadas
a la política conservadora inglesa (en particular sobre el juego de palabras May the 4 be with
you… https://www.terra.cl/entretenimiento/por-que-el-dia-de-star-wars-se-celebra-el-4-de-
mayo,6ebe13ea0b75c9e0eb494145b5c60e10lq0qc62w.html), podría ser un día cualquiera para
muchos: las necesidades del día a día de un día de trabajo o escuela que nos exigen fuerza y
energía.

Sin embargo, hay un hito que, pudiendo pasar desapercibido, urge destacar: esta celebración
se produce justo un día después de la inscripción de las primarias legales del Frente Amplio en
nuestro país. Y digo hito no en el sentido de que sea nuestra panacea el haber conseguido las
suficientes firmas para dichas primarias, sino más bien el elemento discursivo que este hito
significa para la construcción, aún en proceso inclusive, del Frente Amplio: La esperanza.

Haciendo un pequeño gran paréntesis, y disculpándome de quienes aún no conozcan con total
magnitud la trama de La guerra de las galaxias, se hace idóneo explicar a fin de cuentas el
trasfondo de dicha saga (dentro de las tantas ideas que pueden surgir de dicha saga). En
particular, no es casual que la primera película que dio inicio al universo de Star Wars se haya
denominado Una nueva esperanza. A final de cuentas, todo el proceso que acompaña a las
tres primeras películas es la constitución de un sentir general de que se puede derrocar al
imperio que hasta ese entonces dominaba por la galaxia Hay una certeza que se va
construyendo, con todos los altibajos que significa, de a poco, y que termina por hacer realidad
algo que por los menos hasta antes que pasara era impensado. Mucho de esto, sabiendo lo
que implica extraer esta idea, no es ajena a lo que podría pensarse con el concepto que
acompaña al Frente Amplio.

¿Qué significa tener una nueva esperanza hoy, año 2017, en nuestro país? Es una interrogante
de la sería difícil poder dar respuesta en estas líneas, e inclusive invitaría al lector a hacérsela.
Por lo menos, en este espacio me aventuro a dar una respuesta. Pero para allá tenemos que
seguir hablando de nuestra querida saga.

Como bien es necesario explicar también, la saga no se constituye solo por tres películas, sino
también por tres películas posteriores que vienen a funcionar como precuelas de la trilogía
original (algo así como un cómo llegamos allí). En ese sentido, si la trilogía original se constituye
con el título de una nueva esperanza ¿Qué había antes entonces? ¿Por qué hablamos de una
nueva esperanza?
Las tres películas que funcionan como precuela nos explican, a grandes rasgos (y
disculpándome de la omisión de detalles relevantes para quienes sean conocedores de la saga)
cómo hubo un tiempo en que existió cierto nivel de paz (al menos hasta cierto punto) en la
galaxia, viéndose amenazada la antigua república siempre por un cierto animo de rebeldía de
grupos ambiciosos y con anhelos de poder. Todo esto termina por llevar a algo así como un
derrocamiento del orden vigente, y la instauración de un nuevo régimen con anhelos
imperiales.

Podría uno imaginarse esto como el hecho de que, habiendo un tiempo en que hubo paz y
pensamientos de que vendrían tiempos mejores, todo se esfumó de un momento a otro y se
sobrevivió bajo el yugo imperial. Hasta ese entonces, la esperanza del sentir general había sido
destruida.

Más allá del constante cambio de regímenes que se vive en Star Wars, hay algo de lo que me
quiero aferrar: Cómo uno podría interpretar que hay momentos en los que pareciera que todo
está sin posibilidades de ser cambiado, y cómo también existen momentos en que puede surgir
una pequeña chispa que anime e inspire nuevamente el deseo de que las cosas sean distintas
¿Qué duda cabe de que esto no se puede repensar en nuestro país hoy?

Digo esto desde la perspectiva de aquellos que somos hijos de una democracia semisoberana,
donde hemos sido testigo de cómo generaciones que nos anteceden (nuestros padres), e
inclusive nosotros mismos, nos hemos desilusionado con lo que observamos en nuestro país,
con constantes casos de abuso de poder, corrupción, violencia hacia la mujer y hacia las
minorías sexuales, entre muchos otros. En otras palabras, hemos sido testigos de cómo muchos
hemos dejado de mirar hacia el porvenir del país y nos hemos quedado satisfechos con el
porvenir nuestro en tanto individuos.

Pero hay ciertos ocasos que no son definitivos, claroscuros que están esperando el momento
para volver a brillar con todo su esplendor. Me aferro a ese espíritu que emana de la trilogía
original de la saga, ese sentido de esperanza que se construye con todos los retrocesos que
pudiera significar ¿Qué diablos tiene que ver el Frente Amplio con todo esto para nuestro país?

No vengo hoy a explicar las diversas y múltiples organizaciones, ni tampoco vengo a detallar
los principales hitos programáticos de dicho proyecto político, pero si vengo a dar cuenta de
algo que, siendo simpatizante o no de este multicolor proyecto ha realizado: Ha conseguido
volver a dar un mensaje de esperanza para muchos, ha vuelto a repensar el significado de la
política y de cómo esta va mucho más allá del sentido estricto que ha tomado los últimos años
en nuestro país. Ha conseguido volver a entusiasmar a muchos de pensar en un nuevo
proyecto de país y no solo del porvenir propio de cada uno.

Lo que ocurrió el día de ayer es solo un hito más de muchos que ya han ocurrido y muchos
que vendrán, pero si puede significar un nuevo aliciente que fortalezca esa esperanza que ha
comenzado a instalarse en Chile, de creer que podemos construir un país distinto. Por otro
lado, tampoco este ejercicio debe alejarnos de la realidad: hay un camino difícil por delante,
que será siempre susceptible de críticas atendible y necesarias. Más que un análisis político, lo
que pretende el escrito es ser una invitación, y en ese sentido, aun cuando el camino se vea
difícil, siempre hay que proyectar el horizonte próximo al que pretendemos llegar, con los pies
en la tierra.

Es un camino arduo y sinuoso, pero hay una invitación hecha y todo quien quiera sumarse
tiene la puerta abierta para ello, a preguntarse qué significa una nueva esperanza hoy para
nuestro país. Que la fuerza nos acompañe.

PD: Obviamente escapa para quien escribe estas líneas las nuevas películas de la saga, pero
qué duda cabe de que, por lo menos para nuestro país, hay una interesante historia que está
por contarse.

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