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“LA ERA DEL VACIO”

GILLES LIPOVETSKY

Por

MARIA CRISTINA DUQUE

Gilles Lipovetsky:

Nació en París en 1944. Filósofo y sociólogo, profesor de la Universidad de


Grenoble. Desde una tradición filosófica-política posmoderna y con una
perspectiva sociológica, se ha dedicado desde hace mucho tiempo a reflexionar
acerca de las transformaciones de las sociedades individualistas
contemporáneas. A estudiado las modas, aspectos frívolos de nuestros días y la
nueva imagen de la mujer, dentro de una temática más amplia, las “nuevas
formas de subjetividad”, que tienen como habitad un nuevo momento histórico,
que se diferencia del mundo moderno, teniendo sus propios sistemas de
significado y de legitimidad. Situando sus estudios aproximadamente desde los
años 70, analiza el cómo las sociedades, están entrando en un nuevo estadio,
en el que predomina un individualismo exacerbado al que él denomina
Narcisismo y el Hedonismo como el valor por excelencia de nuestro tiempo.
Lipovetsky es autor de La era del vacío, El imperio de lo efímero, El crepúsculo
del deber y La tercera mujer, es considerado como uno los pensadores más
inquietantes y controvertidos del siglo XX.
Es juzgado, tanto en Europa como en América, como uno de los mayores
filósofos contemporáneos, pero no solamente como un intelectual académico
sino como alguien que desciende al llano y habla con la gente común de igual a
igual, toda vez que trata temas concretos como la moda, el consumo, la libertad,
los excesos y otros ítem.

Aunque da clases y conferencias en el mundo entero y pasa viajando varios


meses al año, su lugar preferido es su casa en Grenoble, que comparte con su
familia, y desde donde ve los Alpes nevados.

Cuando un filósofo reúne en una conferencia a tanta gente como una estrella el
rock, hay que preguntarse qué tiene ese señor para atraer a tanto público
mayoritariamente joven, como sucedió en el patio central de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UBA.

Dentro de lo que hemos podido ver de lipovetsky lo ubicamos en una escuela de


pensamiento existencialista por el sentido filosófico y humanístico con el que
se muestra en el libro al igual que las críticas hechas en general por todas sus
obras. En “la era del vació” se puede ver un bagaje de carácter metódico
decididamente multidisciplinario que gira al rededor de la sociedad y el individuo,
centradose en el individuo a partir de su libertad.
Preocupado por los problemas más propiamente inherentes a la condición
humana, como el absurdo de vivir, el tema del tiempo, la libertad, los problemas
más frecuentes de las instituciones sociales, crisis económicas, la amenaza del
desempleo, a la inseguridad, y al temor a enfermarse.

El tema central de su reflexión es precisamente la existencia del ser humano,


en relación al otro. Gilles lipovetsky se caracterizarse por hacer énfasis en que
ahora vivimos en un mundo en el que han caído los contramodelos, y los
sistemas tienden a ser cada vez más abiertos, con mayor libertad y movilidad.
Donde da a entender que no es fácil decir que es bueno o malo, pero sí que hay
una falta absoluta de estabilidad y que eso produce ansiedad en las personas.
Porque el quiebre de grandes proyectos políticos y el fracaso de ideales
revolucionarios, llevan al nacimiento de un nuevo tipo de sociedad individualista,
centrada en la vida presente, una sociedad que privilegia el consumo y el
hedonismo.

En el texto “La Era del Vacío” de Gilles Lipovetsky, se plantea esencialmente, El


individualismo contemporáneo como producto de una era de consumo
masificado, donde igualmente la libertad del yo y sus expresiones se convierten
en un nuevo paradigma paralelo a la felicidad, creciendo así, el individualismo,
la indiferencia, la apatía y la deserción de lo social y lo público, como la
transformación de los valores e instituciones tradicionales. Constituyendo en un
nuevo tipo de socialización llamado cultura posmodernista, que se basa en el
predominio de lo individual sobre lo universal.
Esa sociedad posmoderna sin proyecto histórico movilizador regida por un vacío
que no carece de sentido apoyado en el valor supremo del individuo y su derecho
a realizarse, la libertad.

Respecto a lo anterior, parece que viviéramos en una segunda revolución


individualista donde lo único que interesa es el reconocimiento y la satisfacción
de las necesidades individuales, constituyendo individuos alienados y
momificados cada vez más vacíos y solitarios.

Además, en cada capítulo se encuentran elementos representativos que serán


expuestos brevemente.

En lo que se refiere a la “LA SEDUCCION CONTINUA”, capitulo dedicado a la


publicidad, al consumo, la moda, usada por los medios de comunicación para
persuadir la humanidad o influir en ella, cuyo esfuerzo está íntegramente
dedicado a condicionar la conducta de los individuos, aunque sólo sea en cuanto
a su papel de consumidores en el mercado

Esta seducción hace que el individuo se sienta marginalmente insatisfecho con


su manera actual de vivir, no con la forma de vida de la sociedad, sino con la
suya propia dentro de ésta
La mercancía tiende a constituir un mundo aparte en el que las soluciones se
dan a través de las cosas, los problemas se resuelven mediante la compra y toda
relación humana se pierde en la relación comercial.
Los avances tecnológicos sirven para informar, pero mucho más aún, para
persuadir. Vender mercaderías y servicios por el procedimiento de convertirlos
en imágenes y sueños. La tecnología es tal vez una de las herramientas con
mayor intencionalidad que encuentra en los medios masivos el vehículo ideal
para su difusión, a su vez, refuerza hábitos y pautas para su consumo en un
espacio donde se proponen imaginarios sociales y fantasías
Esta seducción se muestra como una imagen simplificada de la realidad y
propone la felicidad como alcanzable mediante la adquisición de determinados
productos.
La sociedad de consumo se rige bajo la ley de la obsolescencia, seducción y
diversificación, lo que los conlleva a la sociedad a una libre elección dada por
una colectividad que seria lo que va a medir el nivel de sus vidas y el de sus
relaciones interpersonales, guste o no guste, a través de los niveles de consumo.

Seguidamente, “LA INDIFERENCIA PURA”, la cual se hace alusión a la


dimensión social de la realidad, enmarcada hoy día en un escenario de
indiferencia pura, donde la deserción social de los valores e instituciones como
la familia, la iglesia, el trabajo y los partidos han dejado de funcionar como
principios absolutos ya nadie cree en ellos, en esta deserción social lo que
finalmente sucumbe es la relación con el otro.
La indiferencia pura, la deserción y la apatía como elementos que caracterizan
a las sociedades contemporáneas, obedecen a un mismo factor definido por
Lipovetsky como el proceso de personalización y de individualización, así mismo
por el exceso y saturación de información, es así como vemos que mientras mas
los maestros se esfuerzan para que sus estudiantes lean, menos leen estos,
mientras más los políticos se explican y muestran en la tele, mas se ríe la gente,
cuanta mas libertad y participación se pregona, menor es el interés y mayor la
indiferencia ante lo publico, es así como vemos de la escuela y la sociedad un
cuerpo pasivo y momificado, una “sociedad” con el único interés de satisfacer
sus necesidades individuales, propias del proceso de personalización, donde el
capitalismo opera como base de libido para su satisfacción( consumo).

De igual manera, la cultura psi, con sus mensajes de conócete a ti mismo que
posteriormente se traducirían a un constrúyete a ti mismo, se perfilan como el
espacio ideal para el desarrollo del capitalismo y sus lógicas de consumo. El
vació es el paraíso del capitalismo, el ámbito psicológico como espacio de
consumo es el espacio ideal para incrementar la tasa de beneficio y mantenerla
a lo largo del tiempo, al tratarse de un agujero negro la necesidad no estará
nunca cubierta.

En un tercer lugar, “NARCISO O LA ESTRATEGIA DEL VACÍO”, en el que


Lipovetsky constantemente remite a la idea del narcisismo como un nuevo
estadio del individualismo, que consiste en el surgimiento de un perfil inédito del
individuo en sus relaciones con él mismo y su cuerpo, con los demás, el mundo
y el tiempo, que inaugura la época posmodernista.
El narcisismo funciona como agente del proceso de personalización donde el
individuo sólo se interesa por la búsqueda de sí mismo, desprovisto de los
últimos valores sociales y morales y a la vez establece nuevos valores o cultos:
al cuerpo, a la autenticidad, a la independencia afectiva, a la indiferencia pura, a
la moda.
Pero este individuo por más que centre su vida a la búsqueda incesante de una
experiencia emocional fuerte, se enfrenta y se estrella a la soledad, al vacío, la
dificultad de sentir y ser transportado de sí mismo.

Así mismo, en el capítulo “MODERNISMO Y POSMODERNISMO”, se define el


modernismo como una crisis cultural profunda que se basa en una lógica
artística, a base de rupturas y discontinuidades fundada en la negación de la
tradición, en el culto a novedad y al cambio, como una rebelión contra las normas
y valores de la sociedad burguesa, lo que hace que se instituyan valores y
comportamientos nuevos.

La cultura modernista es por excelencia una cultura de la personalidad, pues el


centro es el “Yo” y la realización de sus impulsos, de este modo se establece el
individualismo radical, que aparece con el hedonismo como comportamiento
general en la vida corriente. Igualmente, una esencia democrática que instituye
los valores de libertad e igualdad.

Con el fin del modernismo en los años sesenta surge la cultura posmoderna
como extremista de los valores modernos, que llega a democratizar el
hedonismo, legitimando el placer y el estimulo de los sentidos, llegando así el
proceso de personalización a conquistar nuevas esferas sociales.

La era del consumo tiende a reducir las diferencias instauradas desde siempre
entre los sexos y generaciones y ello, en provecho de una hiperdiferenciación de
los comportamientos individuales, hoy liberados de los papeles y convenciones
rígidas, haciendo que el individuo se responsabilice de sí mismo. De este modo
la autonomía individual es el gran ganador de la condición posmoderna.

Añadiendo a lo planteado anteriormente, en el capitulo“LA SOCIEDAD


HUMORÍSTICA”, Gilles L. nos realiza un recuento histórico de cómo era el
humor en la época posmoderna, pues es está a la que dice llamar él la “única
sociedad humorística”
Anteriormente lo cómico se miraba y esta ligadas a las fiestas y a los carnavales
donde la risa se da a través de la profanación de lo sagrado en aquel entonces,
como lo era la religión, y la violación de las reglas oficiales. En esta tiempo lo
cómico , la risa tienen un carácter colectivo.
Ya para la época clásica, lo que antes era colectivo ya no lo es, los carnavales
pierden su tradición y es desde aquí entre el siglo XVII y XIX que la risa se vuelve
algo despreciable, y es llamada tonta y superficial.

La publicidad como elemento de comunicación, nos empieza a mostrar otra


faceta que cae rápidamente, el que no es simpático no entra en esta época, pero
cae rápidamente, pues el que intentara ridiculizar al otro ante los demás
provocaba más rechazo que aprobación.
Ya a partir del siglo XX el autor plantea que el OTRO se trata mejor, y que se
empieza a realizar o a ver el humor desde el YO, uno mismo se ridiculiza y es
allí donde la risa deja los estereotipos y la disciplina rígida de la época clásica y
empieza otra época para lo cómico.

A través de la publicidad, manifiesta el autor es la mejor explicación del


fenómeno humorístico, puesto que puede llevar muy lejos la lógica del sin sentido
y lo absurdo. Se ríe de si misma, no explica nada , tiene como finalidad el propio
medio, pues no incita las marcas o al consumo, la gente la mira desde el
referente de lo cultural.

De igual forma, Lipovetsky sitúa la moda como otro indicador de humor, puesto
que con ella se acaba el tiempo de la disciplina, se instala un estilo joven donde
cada uno personaliza su vestimenta y tiene independencia ante los estereotipos
que se han manejado, la moda de cada uno tiene un toque cómico, lo que
empieza a generalizarse, de allí que el OTRO se torne humorístico a través de
su moda.

Pero además de ello a la moda se le agrega lo escrito, no por realizar propaganda


para este tiempo la escritura funciona como coeficiente de lo humorístico.
Todo lo que entra en la moda tiene algo de humar, y viceversa, todo lo que ha
pasado de moda nos hace reír.
Por tanto para el autor la moda no es una estructura estética, es humorística,
donde tanto lo nuevo como lo viejo tienen un tinte cómico.

Todo este proceso de lo cómico, del humor, de la risa, parece ser la cara feliz de
el proceso de personalización que lleva cada individuo desde la época moderna
al postmodernismo y comienza aquí a mirarse que es inseparable el consumo,
comienza a producirse variedad de mensajes alegres y felices que proporcionen
a las personas la satisfacción plena.
Sin duda plantea el autor para esta época los comics, los avisos publicitarios
corresponderán a intereses de marketing, cosa que para tiempos atrás eran
despreciables. Se plantea un nuevo código humorístico que obedece a nuevos
valores nuevos gustos, nuevos intereses y a un nuevo tipo de individualidad.
Finalmente, en el último capítulo “VIOLENCIAS SALVAJES, VIOLENCIAS
MODERNAS”, se hace un recorrido a través de la historia de la humanidad,
mostrando que durante siglos la violencia, la guerra y la crueldad han sido
valores dominantes en las sociedades, en donde el honor y la venganza han
motivado actos sangrientos, los cuales expresaban también un deseo colectivo
de hacer justicia y hacerse valer, mas no individual. Estos actos de violencia lejos
de ser impulsos primitivos, son una lógica social, un modo de socialización, de
solidaridad y pertenencia a un grupo, en donde la justicia la toman por sus
propias manos.

Con la aparición del Estado, la guerra cambia totalmente, se convierte en un


medio de conquista, de expansión o de captura, es decir el estado se apropia de
la guerra, y es ahí donde la sociedad tuvo que renunciar al acto de venganza, ya
que el Estado introdujo leyes para moderar los excesos de venganza propia,
remplazándola por justicia publica.
La sociedad seguía cambiando y la violencia por placer o venganza personal
continuaba disminuyendo, el Estado moderno y el mercado contribuyeron a la
emergencia de una nueva lógica social, en donde se remplazan las solidaridades
de grupo por intereses personales.
“La era del consumo acentúa la pacificación de los comportamientos” (p. 198), y
al mismo tiempo crea un proceso de personalización que desarrolla la sociedad
que llama Lipovetsky narcisista. De esta manera la violencia en las sociedades
dirigidas por el proceso de personalización cambia y el robo a mano armada
creció de tal manera que supero la violencia urbana y los homicidios y en general
la violencia se convierte en asunto de los grupos periféricos. Por otro lado el
suicidio es otra forma de violencia hard, como lo denomina el autor lo cual no es
nuevo ni surge en la posmodernidad, pero si es en esta en donde toma un
significado egoísta e individualista.

Con la humanización de las relaciones del hombre surge la acción revolucionaria


y la lucha de clases, no se debe desconocer que esto también se debe al
surgimiento de la sociedad individualista y nuevas lógicas de socialización
económica y social. Estas luchas revolucionarias le permitieron al capitalismo
superar sus crisis y resolver en gran medida el desequilibrio entre la producción
y el consumo.

Todo lo anterior nos permite decir que la guerra y la violencia han existido y
seguirán existiendo a lo largo de la historia, pero sin lugar a duda ha cambiado
sus lógicas de funcionamiento, intencionalidades y significados, esto se da
conforme va cambiando también las lógicas económicas, sociales, familiares,
laborales, etc.

Adicionalmente, encontramos que el autor no desarrolla de manera puntual las


categorías de modernidad ni posmodernidad, sino que hace referencia al paso
que hay de una a otra (era del vacío), así encontramos otras categorías como:
MODERNISMO POSMODERNISMO
Era una fase de creación revolucionaria de “Significa así mismo advenimiento de una
artistas en ruptura. cultura extremista que lleva la lógica del
“El modernismo es exclusivo” modernismo hasta sus limites más extremos”
“No sólo es rebelión contra sí mismo, es a la Pág.105
vez revolución contra todas las normas y “ Aparece como la democratización del
valores de la sociedad burguesa” Pág. 83 hedonismo, la consagración generalizada de lo
“Momento histórico complejo que se ordena nuevo, el triunfo de la antimoral y del anti-
alrededor de 2 lógicas antinómicas, una rígida institucionalismo”. Pág. 105
uniforme, coercitiva, otra flexible, opcional, “El tiempo posmoderno es la fase cool y
seductora” Pág. 112. desencantada del modernismo, la tendencia a la
“Es una especie de autodestrucción humanización a medida de la sociedad, el
creadora...el arte moderno no es sólo el hijo de desarrollo de las estructuras fluidas, moduladas
la edad crítica, sino el crítico de sí mismo”. en función del individuo y de sus deseos, la
Pág. 81. neutralización de los conflictos de clase, la
disipación del imaginario revolucionario, la
apatía creciente, la desubstanciación narcisista,
la reinvestidura cool del pasado”. Pág. 113
Es una fase de expresión libre abierta a todos,
con tendencia a afirmar el equilibrio y el retorno
a uno mismo.
“El posmodernismo es inclusivo”. Pág. 121
Observaciones:
- Muestra que hay un gran deseo de innovar y revolucionar no importando a que precio.
- De nuevo surge un rechazo al modernismo, la tradición de una idea de progreso que se da a
futuro, ya no es el hombre el centro de la existencia sino el individuo.
- No se da el deseo dela creación de nuevos estilos de vida sino de integrar todos los
existentes en uno solo. Por esta razón el posmodernismo no desea acabar con todas las
formas existentes sino más bien la coexistencia de estilos.
- Quedando registrado y claro el proceso de personalización como una opción de libre elección.
- El presente y el pasado tienen el mismo valor ya que permite de una buena manera las
diferencias de estilos.

Cabe agregar, que desde la categoría del modernismo, el otro es concebido


como un extranjero anónimo que no merece riesgo de violencia, el otro no se
excluye ni es totalmente indiferente, se reconoce como individuo con derechos.
Así mismo, en la modernidad se da una negación al orden establecido que se
manifiesta en el surgimiento de grupos o movimientos sociales que luchan por el
interés colectivo.

Contrario a lo precedente, en la categoría del posmodernismo, el otro no emerge,


hay una indiferencia pura, ni siquiera es la exclusión la que determina la relación
con el otro, pues la sociedad posmoderna está demasiado ávida de asombro y
novedad como para rechazar cualquier cosa. Además, el otro es observado
como objeto de burla a través de la moda.
Dentro de esta misma categoría, el otro también es concebido en una dicotomía,
donde hay menos interés y atención hacia el otro, y al mismo tiempo un mayor
deseo de comunicar, de no ser agresivo, de comprender al otro. Deseo de
convivencia psi.

Por otro lado, el grupo en la posmodernidad emerge en condiciones


trashumantes, cambiantes y nómadas, además el autor rescata la cualidad
socializadora del narcisismo colectivo que lleva a la solidaridad del microgrupo
estructurado por cualquier semejanza de interés miniaturizados.

En lo concerniente a la configuración de los grupos sociales en la actualidad,


está directamente relacionada con el concepto de narcisismo, individuo atrapado
en las redes del amor propio y el deseo de reconocimiento, pues se observa en
la realidad contemporánea que los nuevos movimientos sociales se constituye
en relación al reconocimiento vemos entonces al movimiento LGTB, a los grupos
de mujeres feministas, que proclaman derechos y entre ellos el reconocimiento.
En esta misma lógica aparecen los grupos de autoayuda que se disparan de
manera abismal en la actualidad, pues el otro se convierte en un espejo, donde
narciso se puede sentir más seguro, libre para actuar, protegido de sufrimientos
afectivos, pues el otro pertenece a mi propia condición y no significa ya una
amenaza.
Sin embargo, de todo lo planteado por el autor, hay elementos que deben ser
cuestionados.

En primera instancia es importante mencionar que el autor estuvo determinado


por un contexto, una época, un lugar que influenciaron en la creación del texto
“La Era del Vacío”.
En algunas secciones del libro, el autor lanza apreciaciones percibidas en su
ambiente y en su país; sin embargo algunas de éstas no aplican con la realidad
de países subdesarrollados como Colombia y no deben englobar o generalizar
situaciones o pensamientos de diversas personas del mundo.

Así es el caso, cuando menciona: “el saber, el poder, el trabajo, el ejército, la


familia, la iglesia, los partidos, etc, ya han dejado de funcionar como principios
absolutos e intangibles y en distintos grados ya nadie cree en ellos ya nadie
invierte nada”. Pg 35.
Frente a esto en Colombia se vive una realidad diferente porque muchas
personas encuentran el sentido de sus vidas en su trabajo, o en la formación de
una familia, en la religión y en la satisfacción que se siente al momento de calmar
la sed de conocimiento. En otras palabras, a pesar de la modernización y de las
tecnologías que han llegado al país, todavía se ven, rondan y perciben
pensamientos tradicionales y costumbristas enfocados en la familia.
Por otro lado, el consumismo es un factor fundamental en la vida del ser humano,
pero para consumir debes producir y poseer dinero, para tener ingresos debes
trabajar y el trabajo significa esfuerzo, sacrificios. Desde este punto de vista el
esfuerzo todavía está de moda para sobrevivir, postura contraria adoptada por
el autor en el texto.

En la misma línea de discusión, si bien es cierto que el feminismo relativamente


puede tener sus inconsistencias en cuanto al odio, desprecio e indiferencia en el
sexo femenino sobre el masculino, también es cierto que dicho feminismo
aparece como un movimiento social reivindicador de los derechos de la mujer.
Sin la trascendencia de este (feminismo) creemos que difícilmente se hubiese
reconocido a las mujeres como un componente constitutivo de la sociedad, se
debe reconocer que éstas a través de sus luchas históricas han ganado y
reclamado, espacios e inserción en los ámbitos políticos, económicos, entre
otros.
En el pasado quien tenía representatividad en estos ámbitos era solamente el
hombre; en esta medida, el monopolio que éste ejercía subordinaba a la mujer,
lo cual constituía una relación de dominación en los géneros sexuales.

Es claro que el feminismo ejercido desde una postura radical puede caer en
vicios y extremos nocivos para las relaciones humanas, no obstante debemos
señalar que dicho feminismo desde un criterio político, ético, democrático,
equitativo e incluyente contribuye al desarrollo y bienestar social, ya que desde
esta perspectiva el hombre y la mujer actúan en un escenario de condiciones
simétricas, es decir, ninguna condición sexual permite ventajas o lo contrario.

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