CT Co God, oe he 8 (7) NTU eee iballero Godofredo vivia n la Edad Media. Y como todos los Caballeros de aquella época deseaba tener un: si no ;cémo podri Jos torneos del reino?En aquel entonces era obligacién, para participar en los torneos, tisar una pesada armadura que ‘cubria de la cabeza a los pies. Por eso, cuando logré reunir lo necesario para adquirirla, Ilamé a su escudero, un alegre y delgado joven. Luego, acompafado por este, se dirigié a la casa del herrero (que por aquellos tiempos era como el sastre o la costurera de hoy).Su armadura debe quedarle perfectal —dijo el hombre mientras Ie comaba las medidas—. Ademés, recuerde que no debe engordat, si no pronto le quedard estrecha y se sentird muy incémodo al combatir. Esto se lo dijo, puesto que todos sabjan lo goloso que podia ser Godofredo. — Qué alegrfa, mi sefior! —dijo el escudero—. Con esta armadura, su lanza y su caballo por fin podri realizar sus suenos.